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Bolivia: Historia temprana y áreas socioculturales




Enviado por Rolando Patzi Paxi



Partes: 1, 2

  1. Periodificación
  2. Bibliografía

-Bien conoces este suelo

(bebió tu sudor
continuo).

-Bien conoces este suelo

(se bebió al joven de
otrora).

-Bien conoces este suelo

(bebió tu fuerza que aún no
se acaba).

-Bien conoces este suelo

(a través de parientes y
amigos).

-Bien conoces este suelo

(vive contigo y con los tuyos).

-Bien conoces este suelo

(que te espera desde recién
nacido).

(Phaxsi de Taypichuro: "Este Suelo",
2009:20)

El presente trabajo, pretende una visión
panorámica del tema investigado, se funda en una
operación de análisis que reviste la necesidad
intrínseca de lograr una descomposición de las
partes de un todo, sin quebrar la unidad temática que le
caracteriza; a continuación, desarrollaremos un recorrido
teórico que pueda efectivizar un análisis minucioso
y concreto de la temática en consulta,
refiriéndonos esencialmente a los elementos estructurales
de la situación bajo la cual es posible afirmar y
preguntar desde un texto bien logrado, que contextualizaremos
analíticamente para emitir un criterio muy propio acerca
de aspectos que hoy en día se han convertido en
predominantes al quehacer nacional.

En criterio de Ximena
Medinaceli
[1]las áreas
(socio)culturales
aportan una visión de conjunto
que permite "ordenar la historia prehispánica, no
solamente a través del tiempo sino también en
áreas de co-tradición cultural", es decir,
"regiones con ciertas características geográficas y
ecológicas que tuvieron desarrollos relativamente
homogéneos".

Una primera constatación reside en considerar la
historia del Macizo Boliviano -Jaime
Mendoza- como integral, es decir, que articuló a las
tierras altas y bajas en un solo sistema (pueden verse las
evidencias de lengua arawak en la puquina circunlacustre),
hipotéticamente trazada una dirección que va de
norte a sur y de tierras altas hacia valles y tierras bajas,
"aunque esto no sea una norma". Empero, existen también
ciertas diferencias, como el temprano contacto de las altas
culturas con el español, muy posterior en tierras
bajas.

A decir de Ximena
Medinaceli
[2]pueden ubicarse cuatro
áreas (socio)culturales fundamentales, que
a su vez pueden dividirse en otras más, de acuerdo a las
regiones geográficas. Estas son:

  • 1. Tierras Altas divididas interiormente
    en:

  • Collasuyu o Circumlacustre

  • Charcas o Altiplano Central

  • Lípez o Puna Salada

  • 2. Valles Centrales que interiormente se
    dividen en:

  • Cochabamba

  • Chuquisaca y parte de Tarija

  • 3. Tierras Bajas Amazónicas que
    se subdividen en:

  • Yungas de La Paz

  • Chunchos o "montaña" en el Alto
    Beni

  • Moxos en el Beni

  • Amazonía Norte o Pando

  • Chiquitos o Santa Cruz

  • Trópico de Cochabamba (Ayopaya, Chapare y
    Yungas de Mizque y Pocona)

  • 4. Tierras bajas del Sur Platense que
    comprenden:

  • Cordillera Chiriguana entre Tarija y
    Chuquisaca

  • Chaco

Cada zona guarda sus particularidades dentro de una
intensa interrelación pretérita que se caracteriza
por su diacronía en un ciclo de "larga duración"
cuyos dos momentos (Tiwanaku en el siglo VIII e Inkas en el siglo
XV) fueron la superposición de una cultura más
fuerte a los desarrollos regionales.

"La curiosidad y afán de conocimiento sobre los
pueblos prehispánicos comenzaron durante la colonia con la
recopilación de historias locales, mitos de origen y
descripciones e interpretaciones sobre monumentos
arqueológicos por parte de cronistas, misioneros y
funcionarios coloniales
", refiere Marcos R.
Michel López
[3]

El altiplano boliviano fue un lugar privilegiado
debido a la presencia de importantes sitios arqueológicos
como Tiwanaku, la isla del Sol y distintas fortalezas o pukaras
que llamaron la atención de estos personajes. Entre ellos
podemos mencionar los trabajos de Pedro Cieza de León, el
padre José de Acosta, Pedro Sarmiento de Gamboa, Garci
Diez de San Miguel, Pedro Mercado de Peñaloza, Ramos
Gavilán, etc. Entre los cronistas nativos tenemos a
Guamán Poma de Ayala, Santa Cruz Pachacuti, entre otros
quienes dan una visión diferente de la historia de los
pueblos andinos, interpretándolas desde su
cultura.

Durante el siglo XIX, tras la salida española,
Europa se abocó al conocimiento de las tierras americanas,
propiciando una nueva ola de viajeros y exploradores que con
diversos fines e intereses científicos recorrieron el
continente, introduciendo las documentaciones gráficas y
fotográficas de los sitios arqueológicos. Destacan
Thadeus Hanke, Alcides D´Orbigny, Adolfo Bandelier,
George Squier, Alfons Stubel y Max Uhle,
entre
otros.

Corresponde a Dick Ibarra Grasso el mérito de
haber establecido la "prehistoria de Bolivia" de forma
estructurada.

Periodificación

  • PRECERÁMICO: 10000-2000 a.n.e. (12.000
    AÑOS ANTES DEL PRESENTE)

Como se dijo, es muy poco lo que se conoce de los
primeros habitantes del continente y Bolivia, remontándose
en Sud América hacia 12.000 años antes del
presente, quedando la presunción de que Monte Verde
(Chile) alberga uno de los sitios más antiguos del
continente, junto a lugares de la Amazonia en Brasil y Venezuela
que parecen más antiguos. Nuestros primeros pobladores del
continente se caracterizaron por una economía de caza y
recolección "adaptada a los distintos medios
geográficos", refiere Marcos R. Michel
López
[4]período que se
caracteriza por la ausencia de cerámica y se divide en dos
fases: final del Pleistoceno (¿?-10.000
a.n.e.)
y durante el Holoceno (10.000 / 2.000
a.n.e
.).

Se supone que al final del Pleistoceno en el altiplano
fue infructuosa la habitabilidad humana por sus permanentes
glaciales y condiciones climáticas adversas. En el
Holoceno tales condiciones climáticas cambiaron, dando
lugar a la habitación humana en Tierras
Altas
, dándose migraciones importantes hacia
diversas zonas habitables. Se trata de una economía de
caza y recolección con cierta organización social
en bandas y movilidad territorial amplia para el aprovechamiento
de recursos, tomando en cuenta las características
regionales y locales.

  • Altiplano Norte

A decir de Marcos R. Michel
López
[5]el área
circumlacustre o altiplano norte
es "la región
más estudiada de Bolivia arqueológicamente"
que:

Comprende el territorio nuclear que rodea al lago
Titicaca y por tanto incluye también parte del territorio
peruano que, en tiempos prehispánicos, fue parte del
escenario en que se produjeron dramáticos procesos de
emergencia de sociedades complejas que dieron lugar a uno de los
Estados andinos más importantes: Tiwanaku.

Es dudosa la existencia de asentamientos humanos al
final del Pleistoceno en el área, debido al clima glacial
y las nieves permanentes que cubrían la región y se
supone que grupos de cazadores y recolectores con patrones
trashumantes "realizaban incursiones temporales desde zonas
más templadas donde residían".

Con el cambio climático del Holoceno, que dio
lugar "a amplias estepas y lagos con recursos"; llegaron animales
como los camélidos, servidos y otros que "a su vez jugaron
un rol importante para la presencia de grupos nómadas y el
proceso de sedentarización". Luego:

De acuerdo a la información disponible se
puede inferir que el área fue habitada por grupos de
cazadores-recolectores que tuvieron una amplia movilidad para
aprovechar los recursos existentes en los distintos
microambientes, determinados por las extensiones y regresiones
paleolacustres del Pleistoceno Tardío y el Holoceno
Temprano. Los asentamientos de estos grupos fueron estacionales y
semipermanentes caracterizándose por ser campamentos,
paraderos temporales, campos de caza y destazamiento, y
áreas de extracción de materiales líticos
caracterizados por puntas de proyectil siendo las más
comunes lanceoladas y triangulares, percutores, raspadores,
buriles y lascas.

Existen hallazgos de puntas de proyectil de puntas
foliáceas y cola de pescado en el valle de Tiwanaku y
abrigos rocosos con pintura rupestre en el sector
oeste del Titicaca, región Juli-Pomata.

La región del río Ilave fue ocupada
inicialmente durante el Período Arcaico Temprano (6000
a.n.e.) y obtiene hallazgos importantes para los Períodos
Arcaico medio (5000 / 4000 a.n.e.) y Tardío (4000 / 2000
a.n.e.).

Mediante los estudios de patrón de asentamiento
se lograron diferenciar "dos sistemas de subsistencia: una
estrategia de caza interior en el río Ilave y otra de
adaptación lacustre en las riberas del Titicaca"; cuyo
crecimiento hacia el 5000 a.n.e. "había cubierto los
sitios correspondientes al Arcaico Medio".

  • Altiplano Central

En la región de Carangas, que
Dick Ibarra Grasso identifica con la de los "Pueblos
constructores de túmulos"; se hallan varios sitios
arqueológicos correspondientes a la fase de poblamiento
más antigua del Altiplano Central y la región del
Mauri, entre los que se hallan cuevas, talleres
líticos, paraderos y campos de caza.

Al norte de Carangas pueden hallarse -a decir de Marcos
Michel López- las "formaciones rocosas volcánicas
de igninbrita"; cuevas; como "lugares ideales"
para refugiar a los antiguos grupos de cazadores/recolectores y
en todas las épocas por las comodidades que ofrecen como
refugios. Las cuevas principales son las de Abrigo
Clemente (Oruro); Cueva Tomarapi (Sajama); Cuevas de yaraque
(sudeste de Curahuara de Carangas).

Los talleres líticos fueron
"áreas abiertas cercanas a fuentes de agua que sirvieron
para la confección de artefactos líticos y para la
caza a la vez". Entre este tipo de sitios podemos referir:
orillas del río Mauri (terrazas antiguas del
Mauri), pampa de Charaña; Juska Molle Pukara (del sur de
Sajama hasta una planicie cercana a la laguna
Macaya
).

Entre las áreas de caza podemos
localizar grandes planicies y riberas de ríos "con amplios
planos aluviales", abundantes pastizales y abrevaderos de ganado
mayor. Tenemos a Wiscachalca (noroeste de Patokho, faldas
del volcán Sajama); río Tomarapi (faldas inferiores
del volcán Sajama); Wakolli (Sajama
).

Este Período Paleoindio se
representa en Carangas por puntas de flecha similares a las fases
Patapatane del Norte de Chile (9.500 a 8.000 antes del
presente).

  • Altiplano Sur

Se trata de la región de Lípez en
el Período precerámico (10.000 / 1500
a.n.e.),
que se ha caracterizado "por la antigüedad
de sus tradiciones líticas, las que se remontarían
a las épocas de poblamiento del altiplano".
Correspondería al "Paleoindio Superior (Pleistoceno
final)" una incursión en Lípez de
cazadores-recolectores especializados. Los sitios
arqueológicos del lugar se clasifican en las
categorías siguientes: Talleres líticos, paraderos
y campos de caza.

  • Valles De La Paz

La Cordillera de Tres cruces alberga manifestaciones de
arte rupestre en la laguna de naranjani, a 4.200
m.s.n.m.

  • Valles De Cochabamba

En cuanto al Período Precerámico
(10.000 / 2.000 a.n.e.)
se ubicaron en los valles de
Cochabamba y serranías adyacentes sitios importantes, como
Aiquile (donde se hallaron puntas de proyectil con 5000 a.n.e. de
antigüedad); en Mayra Pampa (Mizque) hallaron restos
líticos de 2.150 a.n.e de antigüedad y en Jayhuaico,
un barrio citadino, restos óseos de 11.200 a.n.e., que
serían pertenecientes a los pobladores más
tempranos de los valles.

  • Valles de Potosí

Los valles de Potosí ofrecen dos
áreas culturales, a saber: a) los valles
altos y medios de la cuenca del río Yura de Toropalca, los
más poblados; y; b) las mesetas altas de Porco y
alrededores, ligados a la ganadería de llamas y caravanas
comerciales, así como actividades mineras.

El Período Precerámico de los
valles medios y altos de Potosí (6000 / 2000
a.n.e.),
se halla cobijado en la cuenca del río
Yura y se caracteriza por la ocupación de cuevas o abrigos
rocosos en las cercanías de ríos, con restos de
pintura rupestre. Por otra parte, en un sitio de las mesetas
altas de Porco se ha evidenciado un campamento estacional de
cazadores.

  • Valle De Tarija

La cerámica "Tarija Inciso" correspondiente a los
agricultores tempranos de Sudamérica puede ser fechada
hacia el final de Wankarani. El Precerámico (8000 a
2000 a.n.e.)
requiere mayor investigación,
obteniéndose piezas de colecciones particulares y
pertenecientes a la Universidad Misael Saracho.

  • Yungas y Tierras Bajas

Pese a su cercanía con la ciudad de La Paz, la
región de Nor Yungas ha sido a la fecha
poco estudiada en su talante arqueológico. Se descubrieron
los notables grabados rupestres de Kellkata en los
márgenes del río nominado idénticamente,
constituyendo un punto de contacto entre las tierras altas y
Amazonia. Otro sitio importante es Coroico, con restos
tiwanakotas. Por otra parte, existen caminos precolombinos
importantes, como el Takesi y el Choro. Finalmente, tenemos en
sitios de Cotapata. Refiere Marcos Michel
López:

Es probable que los primeros movimientos humanos en
la región se remonten a épocas tempranas de
cazadores, recolectores, en los que se habría explorado y
delineado las rutas de tránsito entre las tierras altas y
la Amazonia. Sin lugar a dudas el desarrollo de poblados
productores aldeanos dio lugar al transporte para el intercambio
de productos en general y de alimentos, creándose una
economía típica andina conocida como "el control
vertical de un máximo de pisos ecológicos",
iniciada aproximadamente en el denominado período
Formativo (Aprox. 2.000 a.C.).

Para etapas posteriores contamos con cierta
infraestructura vial.

La región de Sud Yungas fue
intervenida por Tiwanaku, los Pacajes e Inkas. Resulta bastante
probable que "los primeros movimientos humanos en la
región se remonten a épocas tempranas de cazadores,
recolectores, en los que se habría explorado y delineado
las rutas de tránsito entre las tierras altas y la
Amazonia".

  • Alto Beni

La región de Alto Beni fue conocida como "el
territorio de los Chunchos".

  • Río Beni

En esta región abundan referencias acerca de un
primer poblamiento de notable influencia Arawak.
Empero, no se descartan contactos frecuentes con tierras altas,
añadiendo así rasgos propios a la cultura de dicha
región. Destacan los sitios de La Victoria o Las Piedras
(Riberalta, Beni), San Buenaventura (La Paz), Capaina (La Paz),
San Buena Vista (La Paz), San Martín o Puerto Salinas (La
Paz), Sayuba (La Paz) Baba Trau (Tacana, La Paz) y el Barranco
(Rurrenabaque, Beni). Se hallaron restos de pintura
rupestre.

Se han evidenciado actividades de caza, pesca,
recolección y agricultura de granos por los habitantes
originarios de la región.

  • Llanos De Moxos

Se halló una notable infraestructura de
terraplenes que no pudo ser desarrollada por la naturaleza,
evidenciando acción humana. Relata Marcos
Michel:

Los estudios de Denevan mostraron inmensas
áreas cubiertas de campos artificiales de cultivo,
terraplenes y zonas de hábitat construidas en forma de
islas en medio de las planicies del Beni, cuestionando
profundamente las teorías elaboradas durante muchos
años por la escuela ecologista cultural norteamericana,
que negaba desarrollos culturales mayores al de la tribu en la
amazonía, por supuestas limitaciones medio ambientales.
Las descripciones de trabajos masivos de movimientos de tierra
implicaban la posibilidad de importantes conglomerados humanos
organizados y trabajando en sistemas planificados. Las primeras
síntesis sobre los camellones mostraban agrupaciones de
campos elevados de cultivo de diferente tipología,
situados en extensas zonas inundables al interior de los Llanos
de Moxos.

Se trató de una colosal obra
arquitectónica de fines múltiples entre Trinidad y
San Borja (Santa Fé, la Envidia, El Retoño,
Chevejecure). Los niveles culturales desde lo más antiguo
hasta lo más moderno son: Velarde inferior, Velarde
superior, Hernmarck y Macisito.

  • Baures

Baures "se ha caracterizado por ser un área con
tradición propia". Es el nombre Arawak "de una
región, un pueblo, una lengua y el grupo étnico
localizado al este de los Llanos de Moxos", anota marcos
Michel.

  • Pando

"El Departamento menos conocido de Bolivia en
términos del pasado precolombino es Pando", refiere Marcos
Michel. Fue habitado por los pueblos indígenas
Araona y Yaminawa, casi exterminados en la
época del caucho.

  • Santa Cruz

Se desarrolla intensa actividad en la llanura de
Chiquitos como sitio de gran pasado histórico en el
departamento de Santa Cruz.

  • Chaco

La cuenca del yacimiento arqueológico
Ñuapua "se caracteriza por una geografía de colinas
onduladas, disectadas por quebradas temporales, en medio de las
cuales se encuentra encerrada" Una paleolaguna pantanosa
"habría conformado la forma actual del terreno, a ello se
añade la constante erosión" que forma un paisaje de
"bad lanas".

  • FORMATIVO (2.000 A.N.E. / 400
    N.E.)

Aparecen las primeras sociedades sedentarias, alrededor
del 2.000 a.n.e., "como parte de un proceso iniciado durante el
Período Precerámico Tardío", anota Michel
López, destacando la "experimentación con el manejo
de plantas" como los tubérculos, gramíneas,
cucurbitáceas, ajíes, maíz y otras
variedades", además del perfeccionamiento de la crianza de
animales que paulatinamente desembocó en un proceso de
sedentarización y establecimiento de aldeas y
núcleos. Prosigue el autor:

Durante este lapso conocido en arqueología
como el Período Formativo (2.000 a.C. – cerca 600 d.C.)
diferentes tradiciones culturales se formaron en varias regiones
y las trayectorias evolutivas de las sociedades comenzaron a
diferir notablemente. Esto es particularmente evidente entre las
sociedades del Altiplano norte que sufrieron complejos procesos
sociales mayores a las de por ejemplo el altiplano sur. Elementos
como la adaptación al medio ambiente geográfico,
estrategias en el aprovechamiento de recursos, el desarrollo de
diferentes tecnologías como la cerámica,
textilería, metalurgia, técnicas agrícolas y
de conservación de alimentos, y las características
de la organización social además de los mecanismos
de interacción con otros grupos dieron lugar a una amplia
variabilidad social y cultural.

No todas las sociedades siguieron los mismos procesos
históricos y, por tanto, el final de este período
"varía según las áreas geográficas y
regiones" en Bolivia y el resto del continente.

  • Altiplano Norte

Durante el Período Formativo Temprano
(2000 / 900 a.n.e.)
que "abarca el tiempo en que
aparecen las primeras poblaciones sedentarias y aldeanas en el
área hasta el desarrollo de las primeras sociedades con
una organización política y económica de
rango reconocible", refiere Marcos Michel López; se
brindó un proceso heterogéneo en toda la cuenca,
pletórico en variaciones regionales y temporales, como es
el caso de Pasiri en la región de Juli-Pomata en que "se
ubicaron restos de pequeñas villas localizadas en zonas
agrícolas y de pastoreo".

En el Período Formativo Medio (900 / 200
a.n.e.),
"las sociedades asentadas en el área
adquieren un carácter de sociedades de rango evidente en
la organización del trabajo corporativo para la
construcción de centros ceremoniales con arquitectura
elaborada". Simultáneamente, aparecen "tradiciones
cerámicas distintivas" dentro el área, que se
vinculan con "entidades políticas o cacicazgos simples".
Las culturas más importantes en la cuenca
del Titicaca fueron: al sur; Chiripa Temprano (1300 /850
a.n.e., península de Taraco, la región de Santiago
de Huata, Escoma, etc.) y Medio (850 / 500 a.n.e.); varios grupos
localizados en el valle de Tiwanaku y regiones circundantes como
Lukurmata (templos en varias islas de Copacabana);
al
norte está Qaluyu y al oeste los grupos
conocidos como Sillumoco temprano (900 / 200 a.n.e., Juli)
y Ckackachipata temprano (900 / 200 a.n.e.).

Todos estos grupos interactuaron intensamente, generando
componentes locales con elementos comunes en lo económico
y religioso, refiere Marcos Michel López:

Los restos arqueológicos más
importantes de esta fase son estructuras o templetes ceremoniales
semisubterráneos. Los elementos religiosos parecen haber
jugado un papel clave en la integración de las distintas
poblaciones de la cuenca. La economía de estas poblaciones
de la cuenca estuvo basada en la explotación de recursos
lacustres en la agricultura y en el pastoreo. El desarrollo de
técnicas de conservación de alimentos como la
elaboración de chuño y charque hizo posible la
acumulación de excedentes de producción por largos
períodos de tiempo y un probable uso para el intercambio
con regiones distantes de la costa, valles y tierras
bajas.

La producción de cerámica con motivos
estilísticos distintivos sirvió como un "marcador
de identidad" de tales grupos, consistiendo en la cerámica
doméstica y la suntuaria.

El Período Formativo Superior (200 a.n.e.
/ 400 n.e.)
se caracteriza por "el desarrollo de las
primeras sociedades o cacicazgos complejos en el área con
presumiblemente rango político y social hereditario y
jerarquía económica", prosigue Michel.

Las entidades políticas reconocidas en la parte
sur del lago son Chiripa tardío (500 / 200 a.n.e.),
Kalasasaya o Tiwanaku I/II (200 a.n.e. / 400 n.e.), Qeya o
Tiwanaku III (200 / 400);
en la parte oeste del lago
tenemos a Sillumocco Tardío (200 a.n.e. / 400 n.e.)
y Ckackachipata Tardío (200 a.n.e. / 400 n.e.).

En el sector norte hallamos Cusipata (500 / 200 a.n.e.) y
Pucara Clásico (200 a.n.e. / 400 n.e.).
En el
este del lago se conoce la presencia de Chiripa (Escoma,
Santiago de Huata
), que influyó a las entidades
locales.

Durante la época se dio una intensa
interacción sociocultural de las entidades
políticas asentadas en la cuenca y regiones
aledañas, compartiendo "elementos ideológicos
comunes evidentes en estructuras templarias ceremoniales y
artefactos religiosos asociados", como la tradición
religiosa Yaya-Mama
que se caracteriza por la
presencia de templos-almacén como los de Chiripa y Pucara.
Empero, existen vacíos notables en el conocimiento de
dichas formaciones económico sociales,
como refiere Marcos Michel López:

Algunos autores han sugerido que la
producción agrícola en camellones o campos de
cultivo elevado incentivada por las autoridades políticas
generó excedentes empleados en fiestas donde se
redistribuían productos así como también en
el mantenimiento de las élites y sus intereses. Las
élites controlaron fuerza de trabajo lo que
permitió la construcción de los complejos
ceremoniales y el establecimiento de centros regionales en los
que se llevaron a cabo actividades políticas,
administrativas y religiosas. Al parecer hubo una competencia
importante entre estos centros políticos, los más
prestigiosos atrajeron población en determinados
períodos mientras que otros perdieron su prestigio y
fueron abandonados. Dentro de esta dinámica Chiripa y
Pucara tuvieron gran prominencia en la cuenca pero al final de
este Período Tiwanaku ganó en prestigio y
prominencia constituyéndose en el centro más
importante de la Cuenca.

Al igual que en el precedente, este período
destaca los centros ceremoniales como los lugares más
representativos, donde figuran Chiripa, Pucara, el centro de
Tiwanaku y en Jesús de Machaca el sitio Khonkho Wankani
con monolitos.

Relata el autor Michel que Chiripa en la
península de Taraco presenta un asentamiento ceremonial
que tuvo larga ocupación durante el Período
Formativo que comenzó en 1300 a.n.e. y duró casi
hasta el 100 n.e.; estableciendo sitios cerca de las orillas del
lago, con "un fuerte énfasis en los recursos lacustres" al
sur, área de influencia. Al norte destacó
Pucara con un complejo arquitectónico de
características semiurbanas "lo cual sería
evidencia de una organización política más
compleja que Chiripa" que influenció el norte
lacustre.

  • Altiplano Central

El Período Formativo de Carangas (2000
a.n.e. / 300 n.e.)
corresponde a la denominada
Cultura de los Túmulos, Megalítica o
Wankarani,
"una de las primeras sociedades sedentarias
del altiplano central que vivían en aldeas y posiblemente
practicaban la caza, pesca y principalmente la ganadería
de camélidos y la agricultura", por el lapso de casi dos
milenios, en que se expandió más allá de la
frontera boliviana presente.

Wasson describió diez sitios enclavados entre
Patacamaya (norte de La Paz) y Orinoca (área
meridional del lago Poopó, Oruro);
con los sitios
de Wankarani (cerca de Viscachani, La Paz); Toluca (Oruro), Uspa
Uspa (Oruro), Sepulturas (Oruro), Jiquilla (Oruro), Machacamarca
(Oruro), Sora Sora (Oruro), Belén (Oruro), Santa Rosa de
Orinoca (Oruro); todas pequeñas aldeas "situadas entre
serranías emplazadas en las faldas inferiores de estas
elevaciones".

Los poblados Wankarani acostumbraban
edificar sobre asentamientos anteriores recurrentemente, lo que
dio paso a la formación de montículos con restos
habitacionales de varias épocas.
Radiocarbónicamente puede situarse a la cultura Wankarani
entre los 1500 / 250 a.n.e., "precedente a la cultura de Tiwanaku
y contemporánea a Chiripa de la cuenca lacustre del
Titicaca". Abarcó "un amplio espacio de dominio
territorial de altiplano y valles en Bolivia, cubriendo el
Altiplano Central y Sur con diferentes manifestaciones locales de
distintos períodos de duración".

Se distinguen las siguientes tradiciones: Cultura
de los Túmulos de Wankarani, Cultura de los Túmulos
de Oruro, Cultura de los Túmulos de Cochabamba y culturas
con cerámica incisa de Cochabamba y el sur de
Bolivia.

Arqueológicamente se trata de hallar en Oruro
alguna evidencia del período pretiwanaku que se
habría extendido hasta el 800 n.e. Relata Marcos
Michel:

Las evidencias arqueológicas definen un
patrón de asentamiento preliminar, una secuencia de
ocupación y una tipología cerámica. La
interpretación muestra que la cultura Wankarani
ocupó la región hacia el 1800 a.C.,
abandonándola algunos siglos antes de la aparición
expansiva de Tiwanaku. Posteriormente se habría
desarrollado una población cuya relación con
Wankarani no se ha determinado todavía, y que entre los
siglos IX y XIII habría interaccionado con Tiwanaku
imperial. Mc Andrews (…) plantea que los núcleos de
hábitat Wankarani estaban constituidos por agrupaciones de
viviendas, formando villas. Estas agrupaciones de viviendas en el
tiempo formaron los montículos arqueológicos de
coloración negruzca característicos de esta
cultura. Los sitios Wankarani habrían sido completamente
abandonados hacia el 250 d.C., habiendo cambiado la
disposición de los sitios a un patrón disperso,
correspondiente a la tradición de desarrollo local
denominada Jachakala, la que continúa hasta la
época del Intermedio tardío.

El estudio de Mc Andrews localiza al noreste del
cerro La Joya "formas básicas de contactos
con la cultura Tiwanaku". Jachakala habría representado
"un Período de nucleamiento en pequeñas zonas al
noreste del cerro La Joya" manteniendo "algún tipo de
contacto" con Tiwanaku. Tal estudio plantea dos alternativas de
reconstrucción histórico-cultural:

Primera: Después del abandono
de los sitios Wankarani, la población en la zona
habría decaído en un porcentaje mayor al 50%,
agrupándose en el sector noreste del cerro La Joya. En
este tiempo la gente de la tradición Jachakala
habría mantenido contactos limitados con Tiwanaku. En
algún momento, los asentamientos de Jachakala dieron lugar
a un patrón totalmente disperso correspondiente al
Intermedio Tardío. Segunda: Después del
abandono de los sitios Wankarani no habría existido una
baja poblacional, sino que las poblaciones se mantuvieron
relativamente constantes o comenzaron a crecer,
dispersándose en nuevos sitios que son definidos como
correspondientes al Intermedio tardío, en ese caso
Jachakala no representa una fase
arqueológica.

En las llanuras inundables del Poopó se han
registrado "rasgos de construcciones artificiales posiblemente
utilizadas para la agricultura", con canales de drenaje al norte
de Pampa Aullagas, en la región de Ancoma.

Relata el autor Michel que Chiripa en la
península de Taraco presenta un asentamiento ceremonial
que tuvo larga ocupación durante el Período
Formativo que comenzó en 1300 a.n.e. y duró casi
hasta el 100 n.e.; estableciendo sitios cerca de las orillas del
lago, con "un fuerte énfasis en los recursos lacustres" al
sur, área de influencia. Al norte destacó Pucara
con un complejo arquitectónico de características
semiurbanas "lo cual sería evidencia de una
organización política más compleja que
Chiripa" que influenció el norte lacustre.

  • Altiplano Central

El Período Formativo de Carangas (2000
a.n.e. / 300 n.e.)
corresponde a la denominada
Cultura de los Túmulos, Megalítica o
Wankarani,
"una de las primeras sociedades sedentarias
del altiplano central que vivían en aldeas y posiblemente
practicaban la caza, pesca y principalmente la ganadería
de camélidos y la agricultura", por el lapso de casi dos
milenios, en que se expandió más allá de la
frontera boliviana presente.

Wasson describió diez sitios enclavados entre
Patacamaya (norte de La Paz) y Orinoca (área
meridional del lago Poopó, Oruro);
con los sitios
de Wankarani (cerca de Viscachani, La Paz); Toluca (Oruro), Uspa
Uspa (Oruro), Sepulturas (Oruro), Jiquilla (Oruro), Machacamarca
(Oruro), Sora Sora (Oruro), Belén (Oruro), Santa Rosa de
Orinoca (Oruro); todas pequeñas aldeas "situadas entre
serranías emplazadas en las faldas inferiores de estas
elevaciones".

Los poblados Wankarani acostumbraban
edificar sobre asentamientos anteriores recurrentemente, lo que
dio paso a la formación de montículos con restos
habitacionales de varias épocas.
Radiocarbónicamente puede situarse a la cultura Wankarani
entre los 1500 / 250 a.n.e., "precedente a la cultura de Tiwanaku
y contemporánea a Chiripa de la cuenca lacustre del
Titicaca". Abarcó "un amplio espacio de dominio
territorial de altiplano y valles en Bolivia, cubriendo el
Altiplano Central y Sur con diferentes manifestaciones locales de
distintos períodos de duración".

Se distinguen las siguientes tradiciones: Cultura
de los Túmulos de Wankarani, Cultura de los Túmulos
de Oruro, Cultura de los Túmulos de Cochabamba y culturas
con cerámica incisa de Cochabamba y el sur de
Bolivia.

Arqueológicamente se trata de hallar en Oruro
alguna evidencia del período pretiwanaku que se
habría extendido hasta el 800 n.e. Relata Marcos
Michel:

Las evidencias arqueológicas definen un
patrón de asentamiento preliminar, una secuencia de
ocupación y una tipología cerámica. La
interpretación muestra que la cultura Wankarani
ocupó la región hacia el 1800 a.C.,
abandonándola algunos siglos antes de la aparición
expansiva de Tiwanaku. Posteriormente se habría
desarrollado una población cuya relación con
Wankarani no se ha determinado todavía, y que entre los
siglos IX y XIII habría interaccionado con Tiwanaku
imperial. Mc Andrews (…) plantea que los núcleos de
hábitat Wankarani estaban constituidos por agrupaciones de
viviendas, formando villas. Estas agrupaciones de viviendas en el
tiempo formaron los montículos arqueológicos de
coloración negruzca característicos de esta
cultura. Los sitios Wankarani habrían sido completamente
abandonados hacia el 250 d.C., habiendo cambiado la
disposición de los sitios a un patrón disperso,
correspondiente a la tradición de desarrollo local
denominada Jachakala, la que continúa hasta la
época del Intermedio tardío.

El estudio de Mc Andrews localiza al noreste del
cerro La Joya "formas básicas de contactos
con la cultura Tiwanaku". Jachakala habría representado
"un Período de nucleamiento en pequeñas zonas al
noreste del cerro La Joya" manteniendo "algún tipo de
contacto" con Tiwanaku. Tal estudio plantea dos alternativas de
reconstrucción histórico-cultural:

Primera: Después del abandono
de los sitios Wankarani, la población en la zona
habría decaído en un porcentaje mayor al 50%,
agrupándose en el sector noreste del cerro La Joya. En
este tiempo la gente de la tradición Jachakala
habría mantenido contactos limitados con Tiwanaku. En
algún momento, los asentamientos de Jachakala dieron lugar
a un patrón totalmente disperso correspondiente al
Intermedio Tardío. Segunda: Después del
abandono de los sitios Wankarani no habría existido una
baja poblacional, sino que las poblaciones se mantuvieron
relativamente constantes o comenzaron a crecer,
dispersándose en nuevos sitios que son definidos como
correspondientes al Intermedio tardío, en ese caso
Jachakala no representa una fase
arqueológica.

En las llanuras inundables del Poopó se han
registrado "rasgos de construcciones artificiales posiblemente
utilizadas para la agricultura", con canales de drenaje al norte
de Pampa Aullagas, en la región de Ancoma.

La expansión formativa de
Carangas
fue dirigida hacia distintas regiones de
Bolivia, Chile y Argentina.

  • Altiplano Sur

El Período Formativo en Lípez (1500
a.n.e. / 200 n.e.)
es muy poco familiar,
planteándose hipótesis de vinculaciones con
Wankarani y el noroeste argentino.

  • Valles De La Paz

El Período Formativo (2000 a.n.e. / 1200
n.e.)
en los Valles del norte de La Paz, alberga
hipótesis acerca del origen de la tradición
Mollo a partir de una expansión
tiwanakota, dada la importancia de los valles mesotermos en este
período, donde Tiwanaku "también tuvo influencia en
la región al superponerse a tradiciones formativas locales
y en una época tardía formar Mollo".

  • Valles De Cochabamba

El Período Formativo de los Valles de
Cochabamba (2.000 a.n.e. / 600 n.e.)
se halla
continuamente investigado. Se caracteriza por la presencia de
asentamientos humanos permanentes. Han sido identificadas hasta
hoy tres subtradiciones: la del valle central, la del
área sureste y los Yungas del Chapare.
Relata
Marcos Michel:

En el valle central se definió la
ocupación formativa entre el 1050 a.C. – 600 d.C., siendo
los sitios representativos Sierra mokho y Quillacollo y se
evidenció una relación de continuidad en cuanto a
materiales cerámicos con el este de Oruro. En el
área sur-este que abarca también parte del norte de
Chuquisaca la secuencia abarca desde el 1600 a.C. hasta el 200
d.C. Los sitios representativos son Mayra Pampa, Conchupata y
Yuraj Molino. Aquí los datos indican la existencia de
cierta especialización con la producción de
cerámica y en el trabajo de metales. También existe
una posible incipiente jerarquía social manifiesta en los
entierros que contienen diferentes ajuares funerarios compuestos
por cerámica, artefactos metálicos de cobre y
plata, además de piedras semipreciosas. Muchos de estos
elementos provienen de regiones distantes indicando una
interacción con estos lugares.

Alrededor del año 200 aparecen estilos
cerámicos pintados como Tupuraya, Mojocoya y
Sauces
que aparentemente provienen de otras regiones
(este) y coexisten con el "fenómeno" Tiwanaku en
Cochabamba, temporalmente. Se asume que la organización
social fue simple, dotada en villas con economía
agropastoril, aunque la variedad es tal que supone distintas
trayectorias de desarrollo.

  • Valles De Chuquisaca

La tradición estilística
Yampara parece ser matriz de las posteriores,
observando un origen Arawak que penetró
los valles bolivianos hacia el formativo tardío,
evidenciando así raíces migratorias de tierras
bajas hacia tierras altas en la prehistoria
, razón que
nos lleva a pensar que la hipótesis acerca del
carácter milenario del país resulta muy
acertada.

Existen además la cerámica Omereque,
Chicha Bicromo, Mojocoya tricolor.

  • Valles de Potosí

El Período Formativo de los valles del sur
(1200 a.n.e. / 600 n.e.)
ha sido poco estudiado hasta
tiempos recientes. Para los valles altos y medios de Yura "se
describen los asentamientos correspondientes a este
período como lugares ubicados en la base de los valles
cerca de los ríos presentando viviendas de planta
circular" cuyo material se asemeja al de Wankarani, Chullpapata
(Cochabamba) y el noroeste argentino. Churquini Chullpa
Playa
es uno de los yacimientos más
representativos de la región.

Para Leqoc y Céspedes el sitio es evocativo de
los "pueblos constructores de túmulos" de
Wankarani.

  • Valle De Tarija

El Período Formativo Tarija Inciso (2000
a.n.e. ¿?)
se ubica en la quebrada de Lourdes, al
norte del Río Guadalquivir. Para Dick Ibarra Grasso, el
Tarija Inciso pertenece a la etapa de los agricultores andinos
posteriores a Wankarani (1000 a.n.e. / 500 n.e.).

  • Yungas

Destaca el control vertical/horizontal de pisos
ecológicos iniciada en el Período Formativo (2.000
a.n.e.), con énfasis en infraestructura
caminera.

  • Santa Cruz

El Período Formativo de Santa Cruz (400
a.n.e. / 100 n.e.),
se ha identificado "como parte de
tradiciones de larga duración desde la aparición de
la cerámica y agricultura, hasta la llegada de los
españoles en el sitio arqueológico de
Grigotá en la ciudad de Santa Cruz y en la región
Chiquitana de Don Mario", anota Michel.

  • Chaco

Existe poca información sobre la etapa de
poblamiento del Chaco en las épocas precolombinas.
"Resalta una amplia diversidad cultural y lingüística
que encuentran los españoles", de grupos en guerras
continuas, como los Guaraní Chiriguano o grupos
esclavizados ("guaranizados").

Partes: 1, 2

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