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Brasil: Orden y Progreso



Partes: 1, 2

  1. Territorio
  2. Población
  3. Educación
  4. Cultura
  5. Economía
  6. Gobierno
  7. Historia

Brasil (nombre oficial, República
Federativa do Brasil,
República Federativa de
Brasil), país de Sudamérica, que es el más
grande del subcontinente, pues ocupa casi la mitad de su
superficie, y el quinto más extenso del mundo
(después de Rusia, China, Canadá y Estados Unidos).
La superficie total de Brasil es de 8.547.404 km²; su
distancia máxima de norte a sur es de 4.345 km y de
este a oeste de 4.330 km.

Territorio

Limita al norte con Venezuela,
Guyana, Surinam, Guayana Francesa y el océano
Atlántico; al este con el océano Atlántico;
al sur con Uruguay; al oeste con Argentina, Paraguay, Bolivia y
Perú, y al noroeste con Colombia. La república
tiene frontera común con todos los países de
Sudamérica excepto Chile y Ecuador. La capital, situada en
el interior, es Brasilia.

Más de dos tercios del
territorio de Brasil están drenados por las cuencas de los
ríos Amazonas y Tocantins-Araguaia, alrededor de un quinto
por la cuenca del Río de la Plata (destacando el Grande,
afluente del Paraná) y el resto por el río
São Francisco y otros cursos menores.

El río Amazonas es el
más caudaloso del mundo y el segundo más largo,
después del Nilo. Entre sus principales afluentes que
discurren por Brasil destacan: Iça, Uatumã,
Trombetas, Paru, Jari, Negro y Japurá, al norte; Javari,
Purus, Juruá, Tefé, Coari, Madeira, Tapajós
y Xingú, al sur; y el Tocantins, que es un tributario del
río Pará, distribuidor sur del Amazonas, que
posibilita la navegación interna. Gran parte de su curso
es navegable por barcos de cabotaje.

Los ríos Paraná, Paraguay y
Uruguay nacen en Brasil y pertenecen a la cuenca del Plata, en la
que sobresalen numerosos ríos con espectaculares cascadas,
como el Iguazú (donde se forman las cataratas del mismo
nombre), que presenta un gran potencial hidroeléctrico y
cuyas aguas son aprovechadas por el conjunto de las
represas-usinas hidroeléctricas de Itaipú,
Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia. Este complejo
energético se extiende por los ríos Paraná,
Paraguay y Uruguay, y se adentra en los países vecinos de
Paraguay, Argentina y Uruguay.

La cuenca del São Francisco
es la única enteramente brasileña y atraviesa una
región de clima semiárido, por lo que las aguas de
sus cursos son muy útiles para el riego y para generar
energía hidroeléctrica (complejo de represas y
cataratas de Paulo Afonso).

Aunque, por lo general, el clima en
Brasil se caracteriza por las altas temperaturas y la abundancia
de precipitaciones, las condiciones climáticas
varían, sobre todo, en función de la latitud y la
proximidad al litoral: desde el clima ecuatorial al clima
semiárido, pasando por los climas tropical, subtropical y
templado.

En la cuenca amazónica el clima es
ecuatorial, con lluvias durante todo el año y temperaturas
elevadas. Las condiciones tropicales prevalecen sobre la mayor
parte de la llanura costera que se extiende al norte del
trópico de Capricornio, pero los vientos oceánicos
tienen un efecto moderador sobre las altas temperaturas y la
humedad. La pluviosidad media anual en esta parte de la costa
varía entre los 1.000 y los 2.300 mm.

En la región costera al sur
del trópico de Capricornio, las condiciones
climáticas están marcadas por fuertes variaciones
estacionales. Las temperaturas que se registran durante el
invierno en el extremo sur llegan a descender hasta
-5,6 °C y las heladas son normales por toda la
región. Las precipitaciones medias anuales son inferiores
a 1.016 mm en la parte sur de la zona costera.

En las tierras altas del sur y
oeste, las lluvias pueden considerarse suficientes, y en
ocasiones, abundantes. Las temperaturas alternan rasgos
subtropicales y rasgos templados en las tierras altas del
sureste, que es la zona más densamente poblada del
país. En Brasilia, las temperaturas medias
de enero y julio son 22,3 °C y 19,8 °C,
respectivamente, y las precipitaciones alcanzan los 1.600 mm
anuales. En Río de Janeiro, en los mismos meses, son de
28,5 °C y 19,6 °C, y se alcanzan los 1.758 mm
de precipitaciones al año.

En la cuenca del Amazonas pueden
encontrarse decenas de miles de especies vegetales, incluidas
bignonias, laureles, mirtos y mimosas. Palmeras y árboles
de madera dura son abundantes, como lo son también las
plantas de la familia de las Euforbiáceas (una de las
principales fuentes de caucho natural). Mangle, cacao, palmeras
enanas y árboles de palo Brasil crecen en la región
costera. La vegetación en los valles fluviales es
exuberante. En las tierras altas son menos densos los bosques,
principalmente formados por especies de hoja caduca, y predominan
los arbustos y herbáceas. Las coníferas crecen en
aquellas áreas donde predominan las condiciones de clima
templado. En las zonas áridas, los cactus y otras plantas
espinosas son habituales. Destacan en este país el tronco
y el castaño del Brasil. En el noreste destaca la
catinga.

La fauna de Brasil es también
extremadamente variada. Los animales presentes de mayor
tamaño son el puma, el jaguar, el ocelote y el zorro. El
pecarí, el tapir, el oso hormiguero gigante, el perezoso,
el oposum y el armadillo son abundantes. Los ciervos son
numerosos en el sur y los monos de distintas especies abundan en
la selva. Muchas variedades de pájaros son
autóctonas del país. Entre los reptiles se incluyen
varias especies de caimanes y de serpientes, en especial el
surucucú, la cascabel y la boa. Los peces y tortugas
abundan en las aguas de los ríos, lagos y costas de
Brasil. En 2004 se contabilizaron 697 especies
amenazadas.

Hay diferentes tipos de suelo en las
áreas tropical y subtropical. La Amazonia es una amplia
llanura aluvial en la que la inundación continuada limpia
y rellena la capa superficial del suelo. Algunas mesetas
aluviales bajas, sin embargo, sobresalen en el relieve. En el
interior de la región Nordeste predomina el sertão
semiárido. En las áreas de tierras bajas, el suelo
soporta una densa vegetación selvática. El estado
de São Paulo se caracteriza por la fértil tierra
rosa, casi púrpura, debido a la descomposición del
basalto, acelerada por el calor y la humedad.
El Amazonas nace en Perú, pero la
mayor parte de las selvas que rodean a este río y a sus
afluentes se encuentran en territorio brasileño, que
ofrece inmensos recursos madereros: las áreas boscosas
cubren cerca de 478 millones de ha, un 56,1% de la superficie
total. En los bosques y las sabanas de la Amazonia existe una de
las concentraciones de carbono más altas del planeta y el
exceso de este elemento se convierte en tejido vegetal
además de ejercer un gran efecto en el clima mundial; hoy
día existe en esta región la biodiversidad
más rica de la Tierra: el 20% de las especies vegetales
conocidas y aún se desconoce el porcentaje de las especies
animales que habitan en este territorio.

Los bosques se han talado para
incrementar la actividad ganadera vacuna, la minería y la
explotación forestal, y se han construido numerosas
autopistas. La deforestación se ha multiplicado de manera
alarmante; cada año desaparecen aproximadamente 24.000
km² de bosque denso, a un ritmo del 0,54% anual, dejando
tras de sí amplias zonas de suelo descubierto, que se
degrada rápidamente, varias vías fluviales
contaminadas y miles de indígenas sin hogar. La
desaparición de la selva es uno de los problemas
más acuciantes a nivel mundial: la deforestación de
la Amazonia hace que el porcentaje de dióxido de carbono
de la atmósfera aumente en un tercio. El gobierno ha
reducido los incentivos que solía conceder para fomentar
el desarrollo industrial en la Amazonia. La ayuda internacional
al desarrollo depende cada vez más de la
utilización de técnicas agrícolas
sostenibles.

La elevada concentración de
población de las zonas urbanas de Brasil, sobre todo de
São Paulo y Río de Janeiro, supone una gran carga
para el medio ambiente. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha establecido una serie de normas para controlar la
concentración de plomo y de dióxido de azufre en
São Paulo, ya que en esta ciudad el uso de alcohol como
combustible es frecuente y las curvas de emisiones son
alarmantes. El aumento del tráfico constituye un continuo
problema porque los niveles de monóxido de carbono
aumentan y provocan daños irreparables en la capa de ozono
del planeta.

En la Amazonia, las presas
hidroeléctricas han dado lugar a gigantescos embalses que
han alterado el medio ambiente local. Se ha rechazado la
concesión de fondos para construir más presas
hidroeléctricas.

Aproximadamente el 18,5% (2007) de la
superficie de este país está protegida. Existen
varias decenas de parques nacionales, monumentos naturales y
reservas biológicas, y en marzo de 2005 Brasil contaba con
cinco Reservas de la Biosfera y ocho espacios declarados
Patrimonio de la Humanidad, como el Parque nacional
Iguazú, reconocidos por la UNESCO. Hay varios tipos de
humedales clasificados en la Convención de Ramsar y
más manglares que en cualquier otro país del
mundo.

En 1992, se celebró en
Río la Conferencia sobre Medioambiente y Desarrollo de la
Organización de las Naciones Unidas, también
conocida como Cumbre de la Tierra. Brasil ha ratificado una serie
de acuerdos internacionales sobre medioambiente, relacionados con
la Antártida, biodiversidad, cambios climáticos,
especies en peligro de extinción, vertidos contaminantes,
leyes del mar, ensayos nucleares, capa de ozono,
contaminación naval, madera tropical (1983), zonas
húmedas y caza de ballenas. A nivel regional, Brasil forma
parte del Convenio del Hemisferio Norte (1940), por el que se
comprometió a proteger la naturaleza y la vida salvaje, y
del Tratado de Cooperación Amazónica (1978), que
prevé la cooperación entre los diferentes
países para proteger la Cuenca del Amazonas.

Población

La población de Brasil
(según estimaciones para 2008) es de 191.908.600
habitantes. La densidad demográfica es de 23 hab/km².
Alrededor del 84% de la población es urbana. La
mayoría de los habitantes de Brasil viven junto al
océano Atlántico, especialmente en las grandes
ciudades de São Paulo y Río de Janeiro.

 De acuerdo con el censo del
año 2000, la población de Brasil se componía
de un 54% de blancos, un 39% de mestizos (mulatos, caboclos y
cafuzos), un 6% de negros, un 0,6% de asiáticos y un 0,4%
de indígenas americanos. A la composición de esta
población contribuyeron originariamente indígenas,
portugueses y negros, a los que se sumaron, a través del
flujo inmigratorio, italianos, españoles, alemanes,
eslavos y japoneses, entre otros. La esperanza de vida para los
hombres es de 67 años y para las mujeres, de
75.

La república se compone de 26
estados y un distrito federal. Los estados son Acre, Alagoas,
Amapá, Amazonas, Bahía, Ceará,
Espírito Santo, Goiás, Maranhão, Mato
Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Pará,
Paraíba, Paraná, Pernambuco, Piauí,
Río de Janeiro, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul,
Rondônia, Roraima, Santa Catarina, São Paulo,
Sergipe y Tocantins. El Distrito Federal incluye Brasilia, que
reemplazó a Río de Janeiro como capital nacional en
1960.

El territorio brasileño ha sido
dividido, con fines eminentemente estadísticos, en cinco
grandes regiones: Norte (que engloba los estados de
Rondônia, Acre, Amazonas, Roraima, Pará,
Amapá y Tocantins), Noreste (Maranhão,
Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba,
Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía), Sureste (Minas
Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro y São
Paulo), Sul (Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul) y
Centro-Oeste (Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Goiás y
Distrito Federal).

La capital, Brasilia, que se encuentra en el
interior, tiene una población (según estimaciones
para 2007) de 2.455.903 habitantes. La ciudad más grande
es São Paulo, centro de la industria brasileña, con
una población (según estimaciones para 2007) de
10.886.518 habitantes. Otras ciudades importantes en
cuanto a número de habitantes (según estimaciones
para 2007) son: Río de Janeiro, la antigua capital del
país y destacado centro comercial (6.093.472 habitantes);
Porto Alegre (1.420.667 habitantes); Salvador, ciudad portuaria
localizada en una región agrícola fértil
(2.892.625 habitantes); Belém, el principal puerto en el
bajo Amazonas (1.408.847 habitantes); Recife (1.533.580
habitantes); Curitiba (1.797.408 habitantes); Belo Horizonte
(2.412.937 habitantes), Fortaleza (2.431.415 habitantes), y
Manaus, un puerto en el río Negro (1.612.475
habitantes).

Casi el 90% de los habitantes
de Brasil son católicos. No obstante, alrededor de veinte
millones de católicos también practican
algún tipo de culto ritual de origen africano.
También hay un 6% de protestantes, entre los que se
incluyen un número importante de luteranos, metodistas y
episcopalianos, y una pequeña comunidad de judíos.
La mayoría de los indígenas americanos profesan
religiones tradicionales. La separación de Iglesia y
Estado es formal y completa.

El portugués es la lengua
oficial de Brasil. También se habla español,
inglés, francés y más de 100 dialectos
indígenas. Especialmente en las ciudades del sur muchos
brasileños hablan el alemán y el
italiano.

Educación

La educación primaria en Brasil es
gratuita y obligatoria para los niños entre los 7 y los 14
años de edad. Aproximadamente el 87% de la
población adulta está alfabetizada.
En 2000 asistieron a las escuelas primarias
21.224.855 alumnos y 26.096.870 a las escuelas secundarias. Los
centros de enseñanza primaria y secundaria son
fundamentalmente propiedad de los estados y los municipios, pero
también existen muchos centros católicos de
enseñanza secundaria, entre otros centros
privados.

El gobierno federal de Brasil comparte
con los estados y las entidades privadas la responsabilidad de
las instituciones de enseñanza superior, de las cuales hay
más de 70. En 2002–2003 la tasa de
escolarización en enseñanza superior fue del 21%.
Entre las primeras universidades existentes en el país
destacan la Universidad de Brasilia (1961), la Universidad de
São Paulo (1934), la Universidad Católica
Pontificia de Campinas (1941), la Universidad Federal de
Río de Janeiro (1920) y la Universidad Católica
Pontificia de Rio Grande do Sul (1948), en Porto
Alegre.

Cultura

La cultura del Brasil moderno se ha
configurado a partir de un rico pasado de tradiciones
étnicas. Los primeros colonos portugueses tomaron muchas
costumbres y palabras de la población nativa de
América. Durante el periodo de colonización,
millones de esclavos negros africanos que fueron traídos a
Brasil añadieron un elemento africano a la vida cultural
brasileña; sus ritos religiosos se unieron a los del
catolicismo para formar cultos afro-brasileños singulares,
notables por sus ceremonias. El más influyente de ellos es
el candomblé. Una fiesta muy popular en Brasil es
el carnaval; tiene fama internacional el carnaval de Río,
por la grandeza, el colorido y la espectacularidad de esta fiesta
profana.

Todos los estados mantienen bibliotecas y
museos públicos en sus capitales. En Río de
Janeiro, el Archivo Nacional (1838) contiene una colección
relacionada principalmente con la historia brasileña. La
Biblioteca Nacional (1810), también en Río de
Janeiro, contiene unos 6.000.000 de libros, 700.000 manuscritos,
80.000 grabados y mapas y muchos periódicos; la biblioteca
sirve como registro nacional de derechos de autor. El Instituto
Histórico y Geográfico Brasileño (1838)
posee también abundante material archivístico y
museológico, así como libros raros y
únicos.

En Río de Janeiro se encuentran
el Museo de Arte Moderno (fundado en 1948), que alberga
colecciones de muchos países y ofrece cursos, conciertos y
películas; el Museo Nacional (1818); el Museo del Indio
(1953); el Museo Nacional de Bellas Artes (1937) y el Museo
Histórico Nacional (1922).

En la literatura brasileña destacan
autores como el prosista Joaquim Maria Machado de Assis
(1839-1908), los poetas Olavo Bilac (1865-1918) y Manuel Bandeira
(1886-1968), el modernista Mário de Andrade (1893-1945),
el regionalista Graciliano Ramos (1892-1953), o los novelistas
Jorge Amado (1912-2001) y Rachel de Queiroz (1910-2003), entre
otros.

La escultura floreció durante los
siglos XVIII y XIX en Brasil. La mayoría de las obras
representaban destacadas figuras religiosas. Gran parte del arte
brasileño anterior al siglo XX fue anónimo, pero la
influencia de este trabajo ha sido importante y sus vestigios se
pueden ver en la obra de artistas contemporáneos
brasileños, como la escultora Maria Martins o el pintor
Cândido Portinari, que en un mural ejecutado para la sede
de las Naciones Unidas en Nueva York muestra claramente estas
influencias del pasado.

Muchos artistas brasileños
contemporáneos han seguido trayectorias artísticas
individuales inequívocas que han recibido el
reconocimiento internacional. Este es el caso de los arquitectos
Oscar Niemeyer y Lúcio Costa, artífices de
Brasilia, ciudad considerada uno de los hitos de la
construcción moderna.

Heitor Villa-Lobos es considerado quizás el
compositor brasileño de más talento. Sus obras se
basan en gran medida en temas del folclore brasileño. La
soprano brasileña Bidu Sayão ha sido una
intérprete famosa de su música. Brasil tiene una
rica tradición de música popular que sintetiza
elementos de la música tradicional africana y portuguesa.
Un baile de salón brasileño, la samba, se hizo muy
popular internacionalmente en la década de 1930. Su
música, basada en aquellos bailes folclóricos
originarios de África, se extendió
rápidamente y con el tiempo dio lugar a la bossa-nova. Las
melodías pegadizas y los ritmos de la bossa-nova han sido
interpretados por multitud de artistas, como los cantantes
João Gilberto, Vinicius de Moraes, Chico Buarque o Caetano
Veloso. Entre otros compositores contemporáneos se
encuentran Luís Bonfá y Antonio Carlos Jobim, que
compuso la partitura para la película Orfeo
negro.

Economía

El país, que fue una posesión
portuguesa, es el mayor productor de café en el mundo y
posee grandes recursos minerales; la explotación de muchos
de ellos se intensificó durante la década de 1980.
Desde mediados del siglo XX se inició un importante
proceso de industrialización que llevó al
país a convertirse en la décima potencia
económica mundial.

Una nación predominantemente
agrícola como era Brasil experimentó un
rápido crecimiento industrial en las décadas de
1960 y 1970, hasta que en la década de 1980 logró
una economía moderna diversificada. Se extrajeron grandes
cantidades de mineral de hierro y carbón y la
producción de acero, productos químicos y
vehículos de motor creció sustancialmente. Al mismo
tiempo, no obstante, la inflación crónica y una
deuda externa de más de 100.000 millones de dólares
provocaron graves problemas económicos. A comienzos de la
década de 1980, el presupuesto nacional se componía
de 15.700 millones de dólares de ingresos y 25.100
millones de dólares de gastos.

El producto interior bruto (PIB) aumentó de
369.000 millones de dólares en 1981 a 1.067.472 millones
de dólares en 2006.

Aunque la superficie de cultivo totaliza
sólo unos 67 millones de ha, menos del 8% de la superficie
total, Brasil es un importante país agrícola.
Alrededor de la cuarta parte del café del
mundo se cultiva en las plantaciones de São Paulo,
Paraná, Espírito Santo y Minas Gerais. La
producción de café en 2006 fue de 2,59 millones de
t, de las que la mayoría se exportaron. Entre las frutas
autóctonas y ampliamente cultivadas hay piñas,
higos, chirimoyas, mangos, bananas, guayabas, uvas y naranjas.
Brasil está entre los principales productores mundiales de
caña de azúcar (455 millones de t), que se utiliza
para producir azúcar refinada y alcohol para combustible;
ricino; cacao (199.412 t); maíz (42,6 millones de t); y
naranjas. Otros importantes cultivos son: soja, tabaco (905.352
t), patatas (3,14millones de t), algodón (1,21 millones de
t), arroz (11,5 millones de t), trigo (2,48 millones de t),
mandioca y bananas.

El ganado se cría en casi
todas las partes del país, particularmente en São
Paulo y otros estados del sur, donde predomina la cabaña
vacuna, con un total de 207 millones de cabezas. También
se crían cerdos (34,1 millones), aves de corral (1.019
millones), ovejas (15,6 millones), cabras (10,3 millones),
caballos (5,79 millones), asnos (2,58 millones), mulas (1,35
millones) y bueyes (1,17 millones).

Entre los productos más valiosos
de los bosques brasileños destacan varios: aleurita,
caucho, cera de carnauba, fibra de algarrobo, hojas medicinales,
aceites vegetales, resinas, nueces y maderas para
construcción y muebles. Constituyen importantes recursos
madereros el pino de Paraná, el más importante
comercialmente, y el pimentero. La industria maderera se
desarrolló rápidamente durante las décadas
de 1970 y 1980 al mismo tiempo que los bosques eran talados para
construir asentamientos.

La industria pesquera, aunque obstaculizada al
principio por la escasez de capital, almacenes e industrias
conserveras, creció considerablemente a partir de la
década de 1960. En 2005 las capturas totales fueron de
1.008.066 t anuales.

Los recursos minerales de Brasil son amplios
(diamantes, hierro, carbón, petróleo, oro,
estaño…), pero la escasez de capital y las
inadecuadas infraestructuras de transporte frenaron su desarrollo
hasta la década de 1970.

El carbón se extrae en Rio
Grande do Sul, Santa Catarina y en otras zonas. La fiebre del oro
en la jungla amazónica, constante desde 1979, ha hecho de
Brasil uno de los mayores productores mundiales. Los yacimientos
de mineral de hierro del país, localizados en Itabira y
otras áreas, están considerados entre los
más ricos del mundo. La producción de mineral de
hierro fue de 169 millones de toneladas en 2004. Los ricos
yacimientos de estaño han hecho de Brasil uno de los
productores líderes de este metal (12.200 toneladas en
2004). También es un gran exportador de cristales de
cuarzo, monacita y berilio. Manganeso, diamantes (500.000
quilates), cromo, circonio, petróleo crudo, gas natural,
plata, bauxita y mica se extraen en grandes cantidades. Las
valiosas reservas de magnesita, grafito, titanio, cobre, cinc,
mercurio y platino no se explotan a gran escala.

Las industrias manufacturan una amplia gama de
artículos. Se producen grandes cantidades de bienes como
alimentos procesados, hierro y acero, cemento, tejidos,
confección, vehículos de motor, productos
químicos, papel, barcos y equipos eléctricos.
São Paulo es el principal estado industrial, con
factorías que producen alrededor de un tercio de la
cantidad total de las manufacturas de Brasil; las ciudades de
Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Fortaleza
también son grandes centros manufactureros.

En 2003 el 84% de la producción
anual de electricidad se generó en centrales
hidroeléctricas. Las grandes plantas
hidroeléctricas se situaban en los ríos
Paraná, São Francisco y Grande. En el río
Paraná se localiza el complejo hidroeléctrico de
Itaipu, Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia, uno de los
mayores del mundo. En el São Francisco destaca el complejo
Paulo Afonso-Sobradinho y en el río Grande, el complejo
Embarcação, Furnas y Marimbondo. Brasil
tenía una capacidad de producción eléctrica
cercana a los 50 millones de Kw a comienzos de la década
de 1990 y de 359.189 millones de KWh en 2003. Una sola central
eléctrica, situada en la costa entre Río de Janeiro
y São Paulo, produce cerca del 2% de la energía
nuclear del país.

La unidad monetaria de Brasil,
introducida en julio de 1994 para reemplazar al cruzado, es el
real, dividido en 100 centavos (2,20 reales
equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El
Banco Central de Brasil (1965), con sede principal en Brasilia,
emite la moneda del país. Otras grandes instituciones
bancarias son el Banco de Brasil, el Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social, con sede principal en Río de
Janeiro, y el Banco de Descuento Brasileño. Los
brasileños también cuentan con numerosos bancos
privados.

En 2004 Brasil gastó 65.317
millones de dólares en importaciones de mercancías,
mientras que sus exportaciones ascendían a 95.002 millones
de dólares. Los principales socios comerciales del
país son Estados Unidos, la Unión Europea,
Japón, y los demás miembros de Mercosur. Brasil
exporta soja, café, mineral de hierro, acero, equipos de
transporte, alimentos animales, maquinaria, zapatos y
tejidos.

Estados Unidos reemplazó a Alemania
como la principal fuente de las importaciones brasileñas
al inicio de la II Guerra Mundial (1939-1945) y
continuó manteniendo esa posición después de
la guerra. Irak, Alemania, Japón, Argentina, Francia y
Canadá también fueron grandes suministradores a
comienzos de la década de 1990. En 2004 se importaban,
principalmente: maquinaria y bienes de equipo (38%); productos
químicos (15%); combustibles (18,9%), entre ellos
petróleo crudo y refinado; minerales y metales (4%); y
trigo.

El sistema de ferrocarril de Brasil
constaba en 2005 de 29.314 km de líneas, implantado
principalmente al sur de Bahía. El principal ferrocarril
es la Corporación de Ferrocarril Federal, bajo control del
gobierno brasileño, que explota siete redes regionales.
Los ferrocarriles del país son utilizados principalmente
para el transporte de mercancías.

Las carreteras y autopistas, concentradas
en las zonas sur y noreste de Brasil, tenían una longitud
de 1.751.868 km en 2004; algo más del 6% de las carreteras
brasileñas estaban pavimentadas. Un sistema de autopistas
nacionales, que supera los 60.000 km, conecta todas las
regiones y estados del país; esta red viaria sigue
aumentando con obras como la autopista transamazónica, una
vía de comunicación que, con dirección
este-oeste, une las regiones aisladas de Brasil y Perú.
Varias ciudades brasileñas están conectadas por la
carretera Panamericana. En el año 2000 había un
parque automovilístico de casi 34 millones de
vehículos.
Las vías fluviales interiores, que
totalizan unos 50.000 km en torno al Amazonas y sus afluentes,
conectan Brasil con otros países de Sudamérica y
proveen importantes medios de transporte dentro del país.
En el interior de muchas áreas de la cuenca del Amazonas,
las vías fluviales son el principal medio de transporte.
Unos 40 puertos a lo largo de la costa brasileña sirven al
comercio de cabotaje e internacional. Los principales puertos son
los de Santos, Río de Janeiro, Paranaguá, Recife,
Fortaleza, Rio Grande, Salvador, Porto Alegre, Belém y
Vitória.
Las líneas aéreas nacionales son
numerosas y varias las compañías de transporte
aéreo internacional, incluida la compañía
aérea brasileña VARIG, encargadas de enlazar el
país.

Aunque en 1999 comenzó la
privatización de las compañías de
telefonía de Brasil, el gobierno federal desempeña
aún un destacado papel en los servicios de
telecomunicaciones. En 2004 había 230 teléfonos por
cada 1.000 habitantes. Brasil también cuenta con unas
3.000 emisoras de radio y numerosos canales oficiales de
televisión. El número de aparatos de radio era de
71 millones y 58 millones de receptores de televisión
estaban en servicio. En 2002, el número de líneas
de teléfono era de casi 39 millones y 46 millones de
aparatos de telefonía móvil o
celulares.

El país cuenta con 532
periódicos diarios, con una tirada de 7.163.000
ejemplares. Los diarios de mayor circulación son: O
Globo
y Jornal do Brasil en Río de Janeiro;
Folha de São Paulo, Gazeta Mercantil y Estado
de São Paulo
en São Paulo; Estado de
Minas
en Belo. Brasil tiene seguramente uno de los centros
de investigación científica más avanzados de
las Américas. En Brasil se sitúan instituciones
respetadas internacionalmente, como el Instituto
Tecnológico da Aeronáutica, Instituto Militar de
Engenharia la Fundação Getúlio Vargas y la
Fundação Oswaldo Cruz. La Universidad de São
Paulo es una de las mejores de mundo. La Agencia Espacial
Brasileña es la única institución
iberoamericana que se integra en la Estación Espacial
Internacional.

Algunos de los científicos brasileños
más conocidos son Alberto Santos Dumont, Oswaldo Cruz,
César Lattes, Adolfo Lutz, Otto Gottlieb y Ivo Pitanguy.
Horizonte; y Correio Brasiliense en Brasilia. Los
semanarios de información general de mayor tirada son
Veja e Isto é.

Brasil tiene seguramente uno de los centros de
investigación científica más avanzados de
las Américas. En Brasil se sitúan instituciones
respetadas internacionalmente, como el Instituto
Tecnológico da Aeronáutica, Instituto Militar de
Engenharia la Fundação Getúlio Vargas y la
Fundação Oswaldo Cruz. La Universidad de São
Paulo es una de las mejores de mundo. La Agencia Espacial
Brasileña es la única institución
iberoamericana que se integra en la Estación Espacial
Internacional.

Algunos de los científicos brasileños
más conocidos son Alberto Santos Dumont, Oswaldo Cruz,
César Lattes, Adolfo Lutz, Otto Gottlieb e Ivo Pitanguy.
El gobierno brasileño posee bases científicas en la
región antártica. El gobierno también
conduce la construcción de un submarino de
propulsión nuclear.

La más elevada insignia otorgada por el gobierno
federal a científicos es la Orden Nacional do
Mérito Científico.

Brasil pone a su primer astronauta en el espacio rumbo a
la ISS, el primer brasileño que ha viajado al espacio, ha
regresado a la Tierra el sábado 9 de abril de 2006,
después de haber pasado nueve días en la
Estación Espacial Internacional. La cápsula
espacial que le transportaba aterrizó en la estepa de
Kazajistán, llevando en su interior a Marcos Pontes, el
estadounidense Bill McArthur y el ruso Valery Tokarev, quienes
habían sido relevados de su misión en la
estación por otros dos compatriotas, respectivamente. El
aterrizaje se produjo en el lugar previsto, y con los astronautas
en perfectas condiciones. La capital espacial de Brasil es la
ciudad de São José dos Campos en el estado de
São Paulo.

Pontes, de 43 años y teniente coronel de las
Fuerza Aérea Brasileña, había partido de la
Tierra el 30 de marzo anterior. Durante su misión
realizó experimentos en condiciones de microgravedad, como
la germinación de semillas de un árbol nativo o el
estudio de la reparación del ADN de las células. La
misión, que ha tenido lugar en la nave espacial rusa Soyuz
TMA-8 , ocurre a menos de tres años después de la
explosión del primer cohete brasileño, construido
para transportar satélites al espacio, que causó la
muerte de 21 personas que se encontraban en el lugar.

"Estoy muy contento", declaró Pontes, ondeando
una pequeña bandera de su país. El astronauta
había llevado en la nave una camiseta de la
selección brasileña de fútbol. Las
autoridades rusas llevaron a los astronautas a un improvisado
hospital en una tienda de campaña, saliendo luego de
allí en helicóptero para viajar más tarde en
avión a Moscú.

Entre 2007 y 2008, Brasil subió dos puestos en el
ranking de producción científica, alcanzando el
12º puesto: pasó de poco más de 19 mil a
alrededor de 35 mil artículos publicados en revistas
científicas indexadas. Superó en el ranking a Rusia
y a los Países Bajos, aportando el 2,14% de los
artículos de 183 países.

La población brasileña
económicamente activa se estima que está integrada
por cerca de 93,1 millones de personas; las mujeres componen el
43%. Alrededor del 21% de los trabajadores están ocupados
en la agricultura, un 58% están empleados en los servicios
y el resto trabaja en la industria, la construcción y
otras actividades.

Existen dos grandes centrales obreras: la
Central Única de Trabajadores (CUT) y Força
Sindical. La representación sindical es mayoritaria por
sectores. Muchos de los trabajadores son miembros de sindicatos
pertenecientes a una de las varias confederaciones nacionales,
como la Confederación Nacional de Trabajadores de la
Industria, la Confederación Nacional de Trabajadores
Agrícolas y la Confederación Nacional de
Trabajadores de Comunicaciones y Publicidad, todas ellas
localizadas en Brasilia.

Del año 2010 hasta la actualidad Brasil sigue
ampliando sus lazos de cooperación económica con
países latinoamericanos y de otras regiones más
lejanas, esto ha permitido que en el 2012 esté entre los
pocos países con crecimiento en su PIB.

Gobierno

Brasil es una república federal
según recoge la actual Constitución, promulgada en
octubre de 1988. Los estados federados tienen sus propios
gobiernos, con competencias en todas las materias no
específicamente reservadas a la Unión.

Brasil es miembro de numerosas
organizaciones internacionales, como la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), Mercosur, la Organización de
Estados Americanos (OEA), la Organización de Estados
Iberoamericanos (OEI), el Sistema Económico
latinoamericano (SELA), la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI), la Asociación Latinoamericana
de Libre Comercio (ALALC) o la Comunidad Andina.

La Constitución de 1988 dispone la
elección del jefe del gobierno y del Estado, es decir, del
presidente, de forma directa para un periodo de cuatro
años renovables. En 1993, los brasileños votaron a
favor del mantenimiento del sistema de república
presidencialista (el presidente de Gobierno y el jefe de Estado
son la misma persona).

El Congreso Nacional bicameral
brasileño se compone de un Senado Federal de 81 miembros
(tres representantes por cada estado y tres por el Distrito
Federal) elegidos para un periodo de ocho años, y una
Cámara de Diputados con 513 miembros elegidos para un
periodo de cuatro años. Los diputados son asignados a los
estados según su población. La votación se
realiza mediante voto secreto y es obligatoria para los
ciudadanos alfabetizados mayores de 16 años.

El Supremo Tribunal Federal, compuesto de
once jueces, tiene su sede en Brasilia. Las cortes federales se
sitúan en cada estado y en el Distrito Federal. Otros
órganos judiciales importantes son los tribunales
electorales federales, creados para garantizar los procesos
electorales, y los tribunales de trabajo. Los jueces federales
son designados de por vida. La justicia en los estados se
administra en tribunales específicos.

Los 26 estados y el Distrito
Federal tienen sus propios órganos legislativos y
ejecutivos, estos últimos encarnados en la figura de los
gobernadores, elegidos democráticamente. Los
prefeitos o alcaldes, elegidos asimismo por el pueblo,
son las máximas autoridades municipales, y su
gestión es fiscalizada por las câmaras de
vereadores
o ayuntamientos, que actúan como un cuerpo
legislativo de ámbito local.

Los principales partidos políticos de
Brasil son el Partido de los Trabajadores (PT, socialista), el
Partido del Frente Liberal (PFL, liberal conservador), el Partido
del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB,
centrista), el Partido Social Demócrata Brasileño
(PSDB), el Partido Progresista Brasileño (PPB, de
carácter derechista y conservador), el Partido Liberal
(PL), el Partido Laborista Brasileño (PTB, centrista), el
Partido Socialista Brasileño (PSB), el Partido
Democrático del Trabajo (PDT, izquierdista), el Partido
Socialista Popular (PSP; hasta 1992, Partido Comunista
Brasileño) y el Partido Comunista de Brasil
(PCdoB).

Las condiciones sanitarias en Brasil
varían de una región a otra. Las ciudades
más grandes cuentan con suficiente infraestructura, pero
las regiones del interior sufren escasez de médicos,
enfermeras, hospitales, clínicas y farmacéuticos.
Brasil contaba en 2002 con más de 65.000 hospitales,
clínicas y centros de salud local, y unos 730.000
médicos.

La Constitución define la
responsabilidad del Estado en la atención de la salud
pública. El Sistema Único de Salud (SUS) coordina
la red pública sanitaria y las entidades privadas
concertadas. Los trabajadores urbanos reciben una amplia gama de
beneficios, como el seguro por enfermedad y las pensiones por
jubilación. Los trabajadores rurales y los funcionarios
federales reciben menos beneficios, principalmente en la
atención sanitaria. La Constitución también
estipula una jornada semanal de 40 horas, permiso por maternidad
de 120 días y de paternidad de 5 días.

El servicio militar es obligatorio para todos
los hombres entre los 18 y 45 años y tiene una
duración de 12 a 18 meses. Las fuerzas activas se
componían de 302.909 miembros en 2004.

Historia

Gran parte de América estaba poblada por
amerindios, de acuerdo con la visión del Viejo Continente.
El territorio que hoy corresponde a Brasil no era más que
una representación incierta de tierras que se
suponía podían haber sido visitadas por
navíos de la Corona portuguesa, aunque no consta en
absoluto, y que, si existían o no, por precaución
fueron incluidas en los límites del Tratado de Tordesillas
en el siglo XV por intervención papal.

Colonización

El primer europeo en llegar a Brasil fue el
español Vicente Yáñez Pinzón, quien
avistó tierra el día 26 de enero del año
1500 y llegó a la actual región de Cabo de San
Agustín (Pernambuco), para realizar luego una primera
exploración por la desembocadura del Amazonas. Este viaje
se ve reflejado en los Pleitos Colombinos. En cambio,
para la historiografía portuguesa, el descubridor fue
Pedro Álvares Cabral (23 de abril de 1500), quien
tomará "oficialmente" el territorio en nombre de su
país.

La ocupación de hecho de la tierra recién
descubierta comenzó en 1532 con la fundación del
pueblo de São Vicente por Martin Afonso de Souza. En 1549
se fundó la primera capital de Brasil, la ciudad de
Salvador, en la provincia de Bahía. Durante el siglo XVI
se ensayó la esclavitud, inicialmente de los
indígenas y sólo en las últimas
décadas se introdujeron cautivos africanos.

Por otro lado, basados en diversas fuentes documentadas,
las autoridades del Estado brasileño de Pernambuco
celebraron el V Centenario un 26 de enero, fecha que asumen como
la correcta respecto al descubrimiento de Brasil, dándole
el honor a un español, para hacer más controvertido
el tema. Las autoridades se fundamentan en los cronistas de
Indias que recogen la travesía que partió el 19 de
noviembre de 1499 del puerto de Palos de la Frontera , al mando
del capitán Vicente Yáñez Pinzón,
alcanzando el Cabo de Consolación (Brasil) el 26 de enero
de 1500.

Partes: 1, 2

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