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Estudio del contexto histórico de Romanos 6: 6 (página 2)




Enviado por Aristone Aristide



Partes: 1, 2

No permita Dios que yo deje de amonestaros.
Jóvenes amigos, buscad al Señor de todo
corazón. Acudid a él con celo, y cuando
sintáis sinceramente que sin la ayuda de Dios
habríais de perecer, cuando le anheléis a él
como el ciervo anhela las corrientes de agua, entonces el
Señor os fortalecerá prestamente. Entonces vuestra
paz sobrepujará todo entendimiento. Si esperáis la
salvación, debéis orar. Tomad tiempo para ello. No
os apresuréis ni seáis negligentes en vuestras
oraciones. Rogad a Dios que obre en vosotros una reforma cabal,
para que los frutos de su Espíritu moren en vosotros y
permanezcáis como luminarias en el mundo. No seáis
un estorbo ni una maldición. ¿Os dice
Satanás que no podéis disfrutar de la
salvación, plena y gratuitamente? No le creáis. Vi
que es privilegio de todo cristiano gozar de las profundas
emociones del Espíritu de Dios. Una paz dulce y celestial
invadirá la mente y os deleitaréis en meditar en
Dios y en el cielo. Os regocijarán las gloriosas promesas
de su Palabra. . .

´´Si los que profesan ser cristianos aman
más a Jesús que al mundo, se deleitarán al
hablar de él como de su mejor amigo, en quien concentran
los más caros afectos. El acudió en su auxilio
cuando ellos se sintieron perdidos y a punto de perecer. Cuando
estaban cansados y agobiados por el pecado, se volvieron hacia
él. Él quitó su carga de la culpabilidad del
pecado. . . y desvió toda la corriente de sus afectos.
Aborrecen ahora las cosas que una vez amaron, y aman las cosas
que
aborrecían.´´[14].

Capitulo III

Praxis

En el texto de Romanos 6, hay un crecimiento de
pensamiento interesante. Después de hacer dos preguntas
sobre la permanencia en el pecado y la recepción de la
gracia en los versículos 1 y 2, el apóstol se da a
sí mismo la respuesta para decir que de ninguna manera no
podemos perseverar en el pecado para que la gracia abunde. El
pensamiento que resalta es el siguiente: muertos al pecado, es
imposible vivir en él.

Enseguida, él hace dos otras preguntas a saber si
es posible al que muere al pecado vivir en él. Y de forma
interrogativa nos presenta el pensamiento de que bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su
muerte.

A partir del versículo 4, aparece la idea que
muertos con Cristo, somos resucitados con él para andar en
una vida nueva. Y utiliza el apóstol otro tema para
afirmarnos que así, somos plantados juntamente con
Jesús en la semejanza de su muerte.

Todo el capítulo se escalona sobre una cadena de
pensamientos que van de un pensamiento nuevo a otro pensamiento
nuevo, y uno dependiendo del otro hasta llegar al
versículo 23, donde se encuentran desarrolladas dos ideas
opuestas: la paga del pecado y la dádiva de
Dios.

Lo que nos ensena Pablo en este texto es lo
siguiente:

  • 1- El nuevo nacimiento y el pecado no pueden
    caminar juntos.

  • 2- El ser bautizado en Cristo nos libera
    completamente de la esclavitud del pecado, el cual por medio
    del pecado, fue dejado atrás.

El bautismo tiene una significación decisiva para
el cristiano. Como Adán, Cristo representa a la humanidad.
Cristo por nosotros subyace a nosotros con Cristo. Así
como la incorporación a Adán se da por el primer
nacimiento, así, la incorporación a Cristo se da
por el segundo nacimiento, denotado por el bautismo (Ro. 6: 1).
El bautismo reconoce el dominio que Cristo obtuvo mediante de su
muerte y resurrección. Mediante su muerte vicaria, Cristo
borra el pecado, y el bautismo significa la unidad con el Cristo
crucificado y resucitado, y por tanto la reconciliación
con Dios. Los que están unidos a él de ese modo
están muertos al pecado. Anteriormente muertos en el
pecado, ahora están crucificados con Cristo, quien ha
soportado la maldición de la ley (Gál. 3: 13), y
por lo tanto responden mediante una apropiación de
sí mismos a Cristo (Gál. 2: 20). Como ahora
están muertos al pecado, ya no somos más a su
servicio, puesto que somos vivos para Dios por medio de Cristo
(Ro. 6: 12ss). Ya la nueva vida con Cristo encuentra una
expresión que llegará a su consumación en un
eterno estar con Cristo. El compartir la resurrección de
Cristo significa ya el gobierno de la vida presente para
Dios.

El versículo 6 de nuestro estudio nos hace saber
que nuestro viejo hombre fue crucificado con el y de la misma
manera, nuestro cuerpo de pecado es destruido. Con todos estos
pasos, nos asegura Pablo, no somos más esclavos del
pecado.

En el bautismo confesamos que nuestro Viejo hombre fue
crucificado juntamente con Cristo. Nuestro viejo hombre se
refiere a todo lo que éramos como hijo de Adán- a
nuestras viejas, malvadas e ir regeneradas personas, con todos
nuestros viejos hábitos y apetitos. En la
conversión nos quitamos el viejo hombre y nos revestimos
del nuevo hombre, como estuviésemos cambiando nuestros
sucios harapos por una vestidura sin mancha (Col. 3:
9,10).

La crucifixión del viejo hombre significa que el
cuerpo de pecado ha sido anulado. El cuerpo del pecado no hace
referencia al cuerpo físico. Se refiere en realidad al
pecado que mora en él y que es personificado como tirano,
gobernando a la persona. Este cuerpo de pecado queda reducido a
la impotencia, es decir, anulado o hecho inoperante como poder
rector. La última clausula muestra que éste es el
significado: afín de que no sirvamos más al pecado.
La tiranía del pecado sobre nosotros ha quedado
quebrantada.

Pablo, en Romanos 6: 6, destaca un principio clave para
nuestra comprensión siendo cristianos; explicamos para
decir que todos los cristianos no solo están identificados
con Cristo sino que se identifican con el de manera
específica en su muerte y resurrección. Todos los
creyentes verdaderos hemos sido bautizados en su muerte. La
muerte de Cristo es un hecho histórico que nos hace volver
la mirada a la unión que tenemos con El en la cruz, y la
razón por la que somos sepultados juntamente con el para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó
de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. Ese es un hecho histórico
que nos lleva a considerar nuestra unión con El en la
resurrección. Así como la resurrección de
Cristo fue la consecuencia de cierta muerte como el sacrificio
por nuestro pecado, también la vida santa del creyente en
Cristo es la consecuencia de su muerte al pecado en
Cristo.

Conclusión

Romanos siempre ha figurado como encabezamiento de las
cartas de Pablo, y con toda la razón.
Históricamente, Romanos el libro más influyente de
la Biblia. Agustín fue convertido mediante la lectura de
Romanos 13: 13 y 14 en el 380 después de Cristo. La
Reforma protestante fue inaugurada cuando Martin
Lutero

comprendió finalmente la justicia de Dios a
partir de la epístola nos Romanos en 1517. Juan Wesley
recibió la

certeza de la salvación al oír la lectura
del prefacio al comentario de Lutero sobre Romanos en una
iglesia

moravia.

Así presentamos un estudio exegético del
texto de Romanos 6: 6. Somos convencido que este estudio
verdaderamente nos ha ayudado a comprender lo que es la
interpretación bíblica el sentido original de las
Escrituras sagradas en general y del pensamiento de Pablo en este
verso y en su epístola a los Romanos.

Bibliografía

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  • 19- Roberto, Jamieson, A. R. Fausset y Davi
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    Barcelona, 1969, p. 3oo.

  • 20- Robertson, Archibald Thomas.
    Imágenes verbales en el Nuevo Testamento, volumen IV.
    Editorial Clie, Barcelona, 1989.

 

 

Autor:

Aristone Aristide

Presentado como requisito de

la clase Exégesis
bíblico

Facilitador: Dr. Franz
Ríos

Monografias.com

UNIVERSIDAD ADVENTISTA
DOMINICANA

SETAI-UNAD

Agosto, 2008

[1] – Biblioteca electrónica, p.
464.

[2] – Marcelo Merino Rodríguez. La
Biblia comentada por los padres de la iglesia. Nuevo
Testamento, tomo6, Romanos, editorial ciudad nueva, Madrid,
2000, p.25.

[3] – Alan F. Johnson. Romanos la carta de la
libertad. Editorial portavoz, Michigan, 1999, p. 9

[4] – Alan F. Johnson. Romanos la carta de la
libertad. Editorial portavoz, Michigan, 1999, p. 9.

[5] – Roberto Jamieson, A. R. Fausset y Davi
Brown. Comentario exegético y explicativo de la biblia,
tomo II. Casa bautista de publicación, Barcelona, 1969,
p. 3oo.

[6] – Etienne Charpentier. Para leer el Nuevo
Testamento, p. 29

[7] – Biblioteca electrónica,
p.464.

[8] – Harisson, Evenett F. The expositors
bible comentary, volumen 10. Zondervan, Michigan, 1976, p.

[9] -Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich.
Compendido del diccionario teológico del nuevo
Testamento. Editorial Libros desafíos, Michigan, 2ooo,
p. 1121.

[10] -Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich,
Ibidem.

[11] -Alan F. Johnson. Romanos la carta de la
libertad. Editorial Portavoz, Michigan, p.105

[12] -Elena G. de White. Manuscrito 14, del 9
de febrero de 1898, en Cada día con Dios, Biblioteca
electrónica.

[13] -Id, El camino a cristoen Biblioteca
electrónica, p. 17

[14] – Elena G. de White. ¡Maranata: el
señor viene! IADPA, Miami, p.68

Partes: 1, 2
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