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Fisiopatologías renales



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. ¿Qué es la litiasis renal o
    cálculos renales?
  3. Fisiopatología
  4. ¿Cuándo se indica el
    tratamiento?
  5. Infecciones Urinarias
  6. Aparato Reproductor Femenino
  7. Aparato Reproductor
    Masculino
  8. Deshidratación y
    Alcalosis
  9. Fisiopatologías
    Digestivas
  10. Síntomas del Aparato
    Digestivo

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Resumen

El desarrollo del metanefros o riñón
definitivo comienza en la quinta semana de la vida,
Aproximadamente el 20% de las nefronas se han formado a los 3
meses de gestación y un 30% a los 5 meses. Al
término de la gestación, cada riñón
contiene entre 85.0000 y 100.0000 nefronas. El crecimiento renal
durante la lactancia y primera infancia depende de la hipertrofia
de las unidades ya existentes, y generalmente el tamaño
renal se corresponde bien con la edad y los parámetros
normales de crecimiento somático. Sin embargo, en
pacientes con una enfermedad renal intrínseca,
anomalías cerebrales y algunas formas de enfermedades
cardíacas congénitas, el tamaño renal puede
ser considerablemente menor de lo esperado. Las patologías
del riñón pueden manifestarse de diferentes
formas, unas se observan en el glomérulo, aunque la
nefrona se compone de otras estructuras, como túbulos,
vasculatura, que son mucho más importantes que el
glomérulo.

Enfermedades sexuales, también llamadas
enfermedades venéreas, son enfermedades infecciosas que se
contagian por contacto sexual. Algunas se pueden transmitir
también por vía no sexual, pero representan una
minoría del número total de casos.

Fisiopatologías
Renales

¿Qué es la litiasis renal o
cálculos renales?

La litiasis renal es una enfermedad que se caracteriza
por la aparición de cálculos (cuerpos
sólidos formados por la agregación de minerales) en
el aparato urinario superior (riñones y uréter).
Los cálculos renales se forman dentro del
riñón a partir de las sustancias que están
en la orina. Pueden quedarse en el riñón o
desprenderse y bajar por los conductos urinarios. Si el
tamaño de la piedra o cálculo es muy
pequeño, puede eliminarse con la orina sin causar
síntomas, pero si el tamaño es suficiente
queda  atrapada en los uréteres, en la vejiga, o en
la uretra.

Según el lugar donde se forma un cálculo,
el riñón o la vejiga, se puede denominar
cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente.
Los cálculos renales suelen ser de calcio, y con menor
frecuencia de magnesio, de ácido úrico o de
cistina, en dependencia de las enfermedades o causas a los que se
asocian.

¿Por qué se producen los
cálculos renales?

Se pueden formar cálculos porque la orina
está saturada de sales que pueden producirlos, o porque la
orina carece de los inhibidores naturales de este proceso,
también algunos medicamentos  pueden facilitar la
producción de cálculos, como algunos
diuréticos y antiácidos, por lo que debe informar
al médico sobre todos los medicamentos que utilice en caso
de presentar cálculos renales.

En la mayoría de los casos no se identifica la
causa ni hay enfermedad  que explique la producción
de los cálculos renales, y en muchos casos, se detecta su
presencia al realizar  una radiografía u otras
pruebas por otros motivos. Son poco frecuentes los casos en los
que los cálculos renales son secundarios a otras
enfermedades, como el hiperparatiroidismo, la cistinuria, algunos
tipos de cánceres, el abuso de laxantes o por infecciones
repetidas del tracto urinario. 

Existe mayor predisposición a padecer
cálculos en personas con antecedentes familiares de
litiasis renal, enfermedades óseas, gota, infecciones
urinarias  repetidas, litiasis en la infancia o
cólicos nefríticos  anteriores . En los casos
en los que se repiten varias veces los cólicos
nefríticos, el médico le realizará
más pruebas para descartar la posibilidad de que exista
alguna de estas enfermedades.

Síntomas ¿Qué es
un cólico renal o nefrítico?

La forma más frecuente de expresarse la
enfermedad es el cólico nefrítico: aparece cuando
un cálculo se desprende o se rompe y queda atrapado en las
vías urinarias. Al dificultar o impedir el flujo de 
orina desde el riñón a la vejiga, aumenta la
presión dentro de los conductos urinarios, lo que activa
las terminaciones nerviosas de la mucosa y provoca dolor.
También puede presentarse como dolor abdominal de inicio
agudo y de menos de 12 horas de evolución. El dolor no
mejora con el reposo y, con mucha frecuencia, se acompaña
de náuseas y vómitos, y con la sensación de
necesidad de orinar con mucha frecuencia, pero orinando muy poca
cantidad. A veces, con presencia de sangre en la
orina.

El diagnóstico se realiza por los
síntomas  clínicos y el análisis de la
orina en laboratorio o con tiras reactivas en la propia consulta.
Es importante, en caso de padecer un cólico, filtrar la
orina para obtener los cálculos que se expulsen y realizar
un análisis de su composición. Después de
tratar el dolor que provoca,  el médico puede indicar
la realización de  pruebas radiográficas
para  el estudio de las vías urinarias.

Fisiopatología

A grandes rasgos, los cálculos renales se
clasifican como calcáreos y no calcáreos. Los
trabajos más recientes sugieren que la formación es
consecuencia de una infección parecida a la ocasionada por
Helicobacter pylori y a la enfermedad ulcerosa. Las
nanobacterias son pequeños microorganismos intracelulares
que forman núcleos de apatita, presentes en el centro de
la mayoría de los cálculos de riñón y
de las placas minerales de la papila renal. La posterior
cristalización y el crecimiento de la piedra están
influidos por factores endógenos y nutricionales.
Asimismo, el volumen de la orina y la concentración de
solutos también determinan la formación de
cálculos.

¿Cuándo se indica el
tratamiento?

En la mayoría de los casos, los cálculos
urinarios pequeños pasarán finalmente, sin
ocasionar daño alguno, a través del uréter,
la vejiga y la uretra, para salir del organismo por sí
solos. Si el cálculo no se expulsa o presenta una amenaza
inminente para la salud del paciente, se emplean procedimientos
quirúrgicos o mínimamente invasivos para
extraerlo.

Todos los cálculos urinarios deberían
tratarse para evitar complicaciones serias, e incluso fatales. El
tratamiento varía de acuerdo con la localización,
el tamaño, y la composición química del
cálculo.

¿Qué esperar?

Debido a que con el tiempo los cálculos
pequeños se expulsan naturalmente, a un paciente con
cálculos pequeños el médico le
recetará medicamentos para el dolor y le indicará
que beba la mayor cantidad de líquido posible para
eliminar el cálculo.

Entre los procedimientos quirúrgicos y
mínimamente invasivos para extirpar cálculos se
encuentran los siguientes: Litotricia: La
litotricia es el procedimiento de elección para
cálculos pequeños (de menos de 2 centímetros
de diámetro) que no pasarán a través del
aparato urinario por sí solos. En este procedimiento, los
cálculos son pulverizados en el interior del organismo. El
paciente se acuesta en un almohadón blando o membrana. El
médico presiona el dispositivo para litotricia sobre la
piel del paciente y utiliza ultrasonido o rayos-x para ubicar el
cálculo. Luego, el dispositivo para litotricia
envía ondas de choque (ondas de presión similares a
una eclosión sónica) a través del cuerpo.
Cada onda de choque hace un ruido seco, y el paciente
sentirá algo similar a un golpe suave o un pequeño
pinchazo mientras la onda de choque se trasmite a través
del cuerpo para impactar en el cálculo. Las ondas sonoras
impactan contra el cálculo en forma repetida hasta que
éste se rompe en partículas del tamaño de
granos de arena. Los fragmentos se expulsan del cuerpo
naturalmente, a través de las vías urinarias. Si
los cálculos no se disuelven completamente es posible que
sean necesarios otros tratamientos.

Ureterorrenoscopia: La ureterorrenoscopia
permite al cirujano visualizar y extraer los cálculos a
través de la abertura urinaria. Una vez que el
cálculo se ha localizado, el cirujano lo toma con
pequeñas pinzas y lo extrae, o lo fragmenta usando ondas
sonoras o láser.

Nefrolitotomía percutánea: El
cirujano realiza un punción pequeña en la espalda
del paciente y abre un acceso que mide de cuarta a media pulgada
(6-12 mm), directamente en el riñón. Se emplea un
cable guía para introducir dilatadores que amplían
la abertura lo suficiente para un introducir un nefroscopio, que
es un instrumento de fibra óptica, delgado, empleado para
visualizar el interior del riñón y para remover
cálculos renales. La nefrolitotomía
percutánea se utiliza para cálculos más
pequeños; para cálculos más grandes el
médico puede emplear la litotricia percutánea, en
la que se inserta un litotritor para pulverizar el
cálculo.

Cirugía abierta: La cirugía
abierta o tradicional se emplea en pacientes que pudieran
presentar una anomalía anatómica, tal como una
obstrucción de la unión ureteropélvica, o un
cálculo tan grande que fuese necesaria la
aplicación repetida de tratamientos con otros
procedimientos, o si se han utilizado otros métodos menos
invasivos sin éxito alguno.

Infecciones
Urinarias

Una infección de las vías urinarias o IVU
es una infección que se puede presentar en cualquier parte
a lo largo de las vías urinarias. Las infecciones
urinarias tienen diferentes nombres, dependiendo de qué
parte de las vías urinarias está
infectada.

  • Vejiga: una infección en la vejiga
    también se denomina cistitis o infección
    vesical.

  • Riñones: una infección de uno o ambos
    riñones se denomina pielonefritis o una
    infección renal.

  • Uréteres: los conductos que llevan la orina
    desde cada riñón hasta la vejiga sólo en
    raras ocasiones son sitio de infección.

  • Uretra: una infección del conducto que saca
    la orina desde la vejiga hacia fuera se denomina
    uretritis.

Causas

Las infecciones urinarias son causadas por
gérmenes, por lo regular bacterias que ingresan a la
uretra y luego a la vejiga. Esto puede llevar a infección,
con mayor frecuencia en la vejiga misma, la cual puede propagarse
a los riñones. La mayoría de las veces, el cuerpo
puede librarse de estas bacterias. Sin embargo, ciertas
afecciones aumentan el riesgo de padecer infecciones
urinarias.

Las mujeres tienden a contraerlas con más
frecuencia debido a que su uretra es más corta y
está más cerca del ano que en los hombres. Debido a
esto, las mujeres tienen mayor probabilidad de contraer una
infección después de la actividad sexual o al usar
un diafragma para el control de la natalidad. La menopausia
también aumenta el riesgo de una infección
urinaria.

  • Diabetes

  • Edad avanzada (sobre todo las
    personas en asilos de ancianos)

  • Problemas para vaciar completamente
    la vejiga (retención urinaria)

  • Cálculos
    renales

  • Permanecer quieto (inmóvil)
    por un período de tiempo largo (por ejemplo, mientras
    se está recuperando de una fractura de
    cadera)

  • Embarazo

  • Cirugía u otro procedimiento
    que involucre las vías urinarias

Estos factores también incrementan las
probabilidades de sufrir una infección
urinaria.

Síntomas

Los síntomas de una infección
vesical abarcan:

  • Orina turbia o con sangre que
    puede tener un olor fuerte o fétido

  • Fiebre baja (no toda persona
    tendrá fiebre)

  • Dolor o ardor al orinar

  • Presión o calambres en la parte
    inferior del abdomen (por lo general en la mitad) o en la
    espalda

  • Fuerte necesidad de orinar con
    frecuencia, incluso poco después de haber vaciado la
    vejiga

Si la infección se propaga a los
riñones, los síntomas pueden abarcar:

  • Escalofríos y temblores o
    sudores nocturnos

  • Fatiga y sensación de
    indisposición general

  • Fiebre por encima de 101º F
    (38º C)

  • Dolor de costado, en la espalda o la
    ingle

  • Piel enrojecida o caliente

  • Cambios
    mentales o confusión (en las personas
    ancianas, estos síntomas a menudo son los
    únicos signos de una infección
    urinaria)

  • Náuseas y
    vómitos

  • Dolor abdominal intenso (algunas
    veces)

Fisiopatología

Una infección del tracto urinario se produce en
el 95-98% de casos con aumento de agentes microbianos instalados
a través de la uretra. En los demás casos, la
infección del tracto urogenital se instala a través
del torrente sanguíneo. El agente,
generalmente bacterias, en la mayoría de los casos
proviene del mismo cuerpo, fundamentalmente de la flora
intestinal, vía la apertura exterior de la uretra y viajan
por la uretra hasta la vejiga, donde se instala una
inflamación de la vejiga llamada cistitis. Cuando la
colonización asciende en dirección
al riñón, puede conducir a la
inflamación de la pelvis renal, incluyendo la
infección del propio tejido renal (pielonefritis), y, por
último, colonización de la sangre
(Urosepsis).

Los factores que afectan
la germinación del patógeno durante el
ascenso urinario incluyen la formación de una
cápsula bacteriana, la producción
de hemolisina para la disolución de
los glóbulos rojos y la formación de
filamentosos pilosos celulares que permiten la fijación de
las bacterias a la superficie del tejido de las vías
urinarias. La mayor densidad de receptores sensibles a estos pili
se encuentra en la entrada de la vagina, la vejiga,
uréter y pelvis renal.

Tratamiento

El médico primero debe decidir si
usted tiene una infección renal o vesical simple o si su
infección es más grave.

Infecciones leves de la vejiga y el
riñón

Generalmente se recomiendan
antibióticos tomados por vía oral debido a que hay
un riesgo de que la infección se extienda a los
riñones.

  • Para una infección vesical
    simple, usted tomará antibióticos durante 3
    días (mujeres) o de 7 a 14 días (hombres). Para
    una infección vesical con complicaciones, como
    embarazo o diabetes, o una infección renal leve, por
    lo regular tomará antibióticos durante 7 a 14
    días.

  • Es importante que usted termine todos
    los antibióticos, incluso si se siente mejor. Si usted
    no termina todos los antibióticos, la infección
    podría retornar y puede ser más difícil
    de tratar.

Los antibióticos comúnmente usados abarcan
Trimetoprim con sulfametoxazol, amoxicilina, Augmentin,
doxiciclina y fluoroquinolonas. El médico también
necesitará saber si usted podría estar
embarazada.

Además puede recomendar fármacos para
aliviar el dolor urente y la necesidad urgente de orinar. El
clorhidrato de fenazopiridina (Pyridium) es el más
común de este tipo de fármacos. Usted
todavía necesitará tomar
antibióticos.

Infecciones renales más
graves

Si usted está muy enfermo y no puede tomar
medicamentos por vía oral o beber suficientes
líquidos, lo pueden hospitalizar. También lo pueden
internar en el hospital si:

  • Es una persona de edad avanzada

  • Tiene cálculos renales o cambios en la
    anatomía de sus vías urinarias

  • Ha tenido recientemente una cirugía de las
    vías urinarias

  • Tiene cáncer, diabetes, esclerosis
    múltiple, lesión de la médula espinal u
    otros problemas médicos

  • Está embarazada y tiene fiebre o aparte de
    esto está enferma

En el hospital, le administrarán líquidos
y antibióticos a través de una vena.

Algunas personas tienen infecciones urinarias que siguen
reapareciendo o que no desaparecen con tratamiento. Tales
infecciones se denominan infecciones urinarias crónicas.
Si usted tiene una de estas infecciones, puede necesitar
antibióticos durante muchos meses o se pueden prescribir
antibióticos más fuertes.

Si un problema estructural (anatómico)
está causando la infección, se puede recomendar la
cirugía.

Toda persona con una
infección renal o vesical debe tomar mucho
líquido.

Aparato
Reproductor Femenino

A diferencia del hombre, la mujer tiene el
sistema reproductor localizado íntegramente en la pelvis.
La parte externa de los órganos reproductores femeninos se
denomina vulva, que significa cubierta. Ubicada en la
entrepierna, la vulva cubre la obertura de la vagina y
otros órganos reproductores localizados en el interior del
cuerpo.

Problemas que pueden surgir en el sistema
reproductor femenino

Las chicas pueden presentar problemas en el sistema
reproductor. A continuación, se describen brevemente
algunos ejemplos de trastornos relacionados con el sistema
reproductor femenino.

Problemas en la Vulva y la
Vagina

La vulvovaginitis es la
inflamación de la vulva y la vagina. Puede estar provocada
por sustancias irritantes (como algunos detergentes para la ropa
o determinados geles que se utilizan en los baños de
espuma). Este problema también puede estar provocado por
medidas inadecuadas de higiene personal (como limpiarse de
atrás adelante después de defecar). Los
síntomas incluyen enrojecimiento y picor en la zona
vaginal y vulvar y a veces flujo vaginal. La vulvovaginitis
también puede estar provocada por la excesiva
proliferación de Candida, un hongo normalmente presente en
la vagina.

El sangrado vaginal no menstrual se
debe, por lo general, a la presencia de un cuerpo
extraño en la vagina
, a menudo papel higiénico.
También se puede deber a un prolapso uretral,
una afección en la cual las membranas mucosas de la uretra
sobresalen en el interior de la vagina y forman una
pequeña masa de tejido, en forma de rosquilla, que sangra
con facilidad. También se puede deber a una lesión
provocada por un traumatismo (como caerse sobre una barra o el
cuadro de una bicicleta) o ser objeto de abusos
sexuales.

Las adherencias labiales, o unión de los
labios en línea media, generalmente se dan en lactantes o
niñas pequeñas. Aunque generalmente no se asocian a
ningún síntoma, las adherencias labiales pueden
conllevar un riesgo incrementado de infecciones del aparato
urinario. A veces, se utiliza una crema tópica a base de
estrógenos para facilitar la separación de los
labios.

Problemas en los ovarios y las trompas de
Falopio

Los embarazos ectópicos ocurren
cuando un ovocito fecundado, o cigoto, no se desplaza hasta el
útero sino que, contrariamente, crece rápidamente
en la trompa de Falopio. Las mujeres con este problema pueden
tener fuertes dolores abdominales y deberían consultar a
un médico porque podría ser necesario que se
sometieran a una intervención quirúrgica de
urgencia.

La endometriosis se presenta cuando el
tejido endometrial, que normalmente solo se desarrolla dentro del
útero, empieza a crecer fuera de este -en los ovarios, las
trompas de Falopio o en otras partes de la cavidad
pélvica. Puede provocar sangrados anormales,
períodos dolorosos y dolor pélvico
general.

Los tumores ováricos, aunque no son
frecuentes, pueden ocurrir. Las chicas que tienen tumores en los
ovarios suelen presentar dolor abdominal y masas o bultos
palpables en el abdomen. Es posible que sea necesario acudir a la
cirugía para extirpar el tumor.

Los quistes de ovario son bolsas no
cancerosas llenas de líquido o de material
semisólido. Aunque son frecuentes y suelen ser
inofensivos, pueden convertirse en un problema si aumentan mucho
de tamaño. Los quistes grandes pueden comprimir los
órganos adyacentes, provocando dolor abdominal. En la
mayoría de los casos, los quistes desaparecen solos y no
requieren ningún tratamiento. Si los quistes son
dolorosos, puede ser necesario que el médico recete
píldoras anticonceptivas para alterar su crecimiento, o
bien que tenga que extirparlos un cirujano.

El síndrome de ovario
poliquístico 
es un trastorno hormonal en el cual
los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas
(andrógenos). Este trastorno provoca que los ovarios
aumenten de tamaño y desarrollen muchas ampollas o bolsas
llenas de líquido, o quistes. Suele aparece por primera
vez en la adolescencia. Dependiendo de la gravedad del trastorno,
se puede tratar con medicamentos para regular el equilibrio
hormonal y el ciclo menstrual.

La torsión ovárica puede
ocurrir a consecuencia de una enfermedad o anomalía del
desarrollo. La torsión impide que la sangre fluya
libremente por los vasos sanguíneos que irrigan los
ovarios. El síntoma más habitual es el dolor en la
parte baja del abdomen. Para tratar esta afección, suele
ser necesario acudir a la cirugía.

Problemas Menstruales

Hay diversos problemas menstruales que pueden afectar a
las chicas. Algunos de los trastornos más comunes
son:

  • La dismenorrea: cuando una chica
    tiene períodos dolorosos.

  • La menorragia: cuando una chica
    tiene períodos muy fuertes, con un sangrado
    excesivo.

  • La oligomenorrea: cuando una chica
    se salta períodos o tiene períodos
    infrecuentes, a pesar de llevar un tiempo menstruando y no
    estar embarazada.

  • La amenorrea: cuando una chica
    todavía no ha tenido su primer período
    menstrual a pesar de haber cumplido 16 años o de haber
    trascurrido tres años tras el inicio de la pubertad,
    no presenta ningún signo de pubertad con 14
    años o, o bien, a pesar de haber estado menstruando
    con normalidad, deja de hacerlo sin estar
    embarazada.

Infecciones del sistema reproductor
femenino

  • Enfermedades de transmisión sexual
    (ETS). 
    Las ETS incluyen infecciones y enfermedades
    como la enfermedad inflamatoria pélvica, el virus de
    la inmunodeficiencia humana / síndrome de
    inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), el virus del papiloma
    humano (o verrugas genitales), la sífilis, la
    clamidiasis, la gonorrea y el herpes genital. La
    mayoría se transmiten de una persona a otra persona a
    través de las relaciones sexuales.

  • Síndrome del shock
    tóxico. 
    Este trastorno poco frecuente
    está provocado por la liberación de toxinas en
    el cuerpo durante un tipo de infección bacteriana que
    tiene más probabilidades de desarrollarse si se lleva
    puesto un tampón durante demasiado tiempo. Puede
    provocar fiebre alta, diarrea, vómitos y
    colapso.

Aparato
Reproductor Masculino

El aparato genital masculino está integrado por
los testículos -gónadas con función exocrina
y endocrina-, un sistema de vías espermáticas que
evacua los espermatozoides (túbulos intratesticulares,
conductos deferentes, conductos eyaculadores), las
glándulas exocrinas anexas (próstata,
vesículas seminales y glándulas bulbouretrales) que
facilitan la sobrevivencia de los espermatozoides y un
órgano copulador o pene. Filológicamente, el
sistema genital masculino sirve a la cópula o coito, la
reproducción por tanto, la producción de hormonas,
indirectamente, a la excreción de orina, pues comparte
algunas estructuras anatómicas con el aparato
urinario.

Fimosis

La fimosis es una anomalía de los anexos
cutáneos del pene que altera la mecánica de este
órgano. La fimosis se debe a la estenosis del orificio
prepucial que impide la retracción completa del prepucio
para dejar el glande descubierto, activamente durante la flacidez
del pene, o pasivamente durante la erección. O aún
más simple, la fimosis es la estrechez del prepucio, es
decir, el glande no se puede descubrir. Lo normal es que el
glande pueda descubrirse para poder asearle en estado
flácido y para tener relaciones sexuales no dolorosas y
placenteras.

Enfermedad de la Peyronie

La enfermedad de La Peyronie o induración
plástica del pene es un proceso de causa desconocida
caracterizado por una banda fibrosa en la túnica
albugínea de los cuerpos cavernosos del pene. Suele ser
unilateral y tiene como consecuencia la desviación del
pene durante la erección. Dependiendo de la
extensión de la banda fibrosa, el proceso puede
imposibilitar la penetración o hace que la erección
resulte dolorosa. Su nombre se debe al médico
francés FranÇois Gigot de La Peyronie, cirujano del
rey Luis XV de Francia, que en 1743 la describió como "la
aparición en el pene de un lecho arrosariado de tejido
fibroso que origina una incuración apical durante la
erección.

Hipospadias

Las hipospadias es una anomalía congénita
por la que el pene no se desarrolla de la manera usual. El
resultado es que la abertura del pene (el agujero de orinar o, en
términos médicos, el meato urinario), se localiza
en algún lugar en la parte inferior del glande o tronco, o
más atrás, como en la unión del escroto y
pene.

Epididimitis

Epididimitis es un término médico que se
refiere a una inflamación del epididímo, la
estructura tubular detrás del testículo donde
maduran los espermatozoides y que conecta el testículo con
los conductos deferentes. Es un trastorno que resulta doloroso en
varios grados y se suele acompañar con un enrojecimiento e
hinchazón del escroto. La epididimitis es una de las
causas más frecuentes de escroto agudi aunque rara vez
puede ser una enfermedad crónica. Si el diagnóstico
no se logra con la historia médica del paciente y su
examen físico, un ultrasonido Doppler puede confirmar el
aumento del flujo sanguíneo característico de un
epididímo inflamado.

Hernia Testicular

La hernia testicular se produce, por lo general, cuando
los hombres al realizar una gran fuerza dañan el
testículo lesionándolo. Entonces padecen de dolor y
al realizar posteriores fuerzas el testículo segrega un
líquido que va llenando el escroto, creando un gran
testículo. El tratamiento por excelencia para este
padecimiento es la operación quirúrgica. Existen
además otros tratamientos pero son poco efectivos. Su
prevención consiste en no realizar grandes fuerzas, o de
realizarlas, utilizar una faja en la cadera para prevenir esta
hernia y también la abdominal.

Deshidratación y
Alcalosis

La deshidratación es la pérdida
excesiva de agua y sales minerales de un
cuerpo. Puede producirse por estar en una situación de
mucho calor (sobre todo si hay mucha humedad), ejercicio intenso,
falta de bebida o una combinación de estos factores.
También ocurre en aquellas enfermedades donde está
alterado el balance hidroelectrolítico.
Básicamente, esto se da por falta de ingestión o
por exceso de eliminación.

Causas

Una causa habitual de deshidratación en los
adolescentes son las enfermedades gastrointestinales, las cuales
pueden ser infecciosas o no infecciosas.

En las infecciosas pueden
actuar virus, bacterias, parásitos, hongos y
organismos saprófitos, los cuales desencadenan
situaciones de alto riesgo. Algunos ejemplos: bacterias
como E.
coli
YersiniaShigella,
parásitos como la Giardia lamblia o
la Entamoeba
histolytica 
(amibas), hongos como Candida
albicans 
(pueden ser mixtas: combinación de
hongos y parásitos) y por saprófitos que
provocan que se rompa el equilibrio a nivel
intestinal.

Las enfermedades no infecciosas pueden ser causadas por
malas técnicas alimenticias, como es el caso de la
mala ablactación. Las metabólicas se deben
principalmente a problemas tiroideos, por intolerancia a
la lactosa (a los azúcares de la leche); puede
ser de nacimiento o adquirida que se da por irritación
intestinal.

Fisiopatología de la
deshidratación:

En términos generales el cuerpo absorbe el agua y
las sales que necesita el organismo (absorción) de las
bebidas y alimentos. Pierde agua y sales (excreción) en
las heces, el vómito, la orina y el sudor.

Cuando el intestino funciona normalmente, el agua y las
sales se reabsorben y pasan a la sangre. En cambio cuando existe
alteración en el metabolismo del agua corporal, disminuye
el líquido intracelular, acompañado de una perdida
de las sustancias disueltas, como potasio, magnesio y ciertas
proteínas, que son responsables del cuadro clínico
que se observa en esta patología.

Alcalosis Metabólica (ALM)

Llamamos ALM al trastorno del equilibrio
ácido-base en el que encontrarnos un pH arterial > 7,45
y un HCO3-   plasmático>25 mmol/l como
alteración primaria y un aumento de la PCO2, por hipo
ventilación secundaria compensatoria (la PCO2, aumenta 0.7
mmHg por cada mmol/l que aumenta el HCO3).

  • La concentración de cloro disminuye para
    compensar la elevación de bicarbonato.

  • El anion gap aumenta en proporción a la
    severidad de la alcalosis (HCO3-  > 40 mEq/l) , en el
    50 % debido al lactato y en el resto a la
    concentración de  proteínas séricas
    que además se vuelven más aniónicas a
    causa de la alcalemia .

  • Casi siempre se observa también una
    hipokaliemia la que no se debe a pérdidas digestivas
    de potasio  sino al aumento de su eliminación
    urinaria.

Etiología y cuadro
clínico

  Las dos causas más frecuentes de
alcalosis metabólica son:

  • tratamiento con diuréticos.

Tratamiento

  • La ALM no precisa tratamiento específico la
    mayor parte de las veces.

  • Debe corregirse la causa subyacente y la
    depleción de volumen de K.

  • Si existe una fuente exógena de
    álcali  (bicarbonato, citrato, lactato, acetato)
    lo primero es suspender la fuente que puede estar exacerbando
    dicha alcalosis. 

Alcalosis Respiratoria
(ALR)

La alcalosis respiratoria es un trastorno clínico
provocado por disminución de la concentración de
iones H+  y caracterizado por pH arterial elevado,
PC02 baja y reducción variable en el
HCO3 plasmático como consecuencia de múltiples
factores etiológicos.

Etiología.

  • Si la ventilación alveolar se incrementa mas
    allá de los límites requeridos para expeler la
    carga diaria de CO2, descenderá la PCO2 y
    aumentará el pH sistémico. Al disminuir la
    PCO2 disminuyen el H2CO3 y el HCO3-, lo que
    constituye la respuesta compensadora. Esta
    compensación metabólica está mediada por
    la excreción renal de HCO3-, mecanismo que no inicia
    su funcionamiento hasta 6 h después de iniciado el
    trastorno.

  • Los principales estímulos a la
    ventilación, ya sean metabólicos o
    respiratorios son: la hipoxemia y la acidosis. Son una
    excepción a este comportamiento aquellos padecimientos
    donde la hipoxemia es el resultado de hipo ventilación
    alveolar y está asociada con hipercapnia (enfermedad
    intersticial pulmonar y habitar a grandes
    altitudes).

 Tratamiento

  • Por lo general el grado de alcalemia producido por
    esta afección no es peligroso, pero cuando el pH
    está por encima de 7,60, la PaCO2 por debajo de
    20 mmHg, o existen arritmias o manifestaciones graves de
    hipocapnia del sistema nervioso, se debe comenzar el
    tratamiento específico.

  • Procurar que el paciente retenga C02.

  • Respirar en una bolsa de papel o nylon  (se
    coloca al paciente un cartucho de nylon que cubra su cabeza
    lo más herméticamente posible y se le
    suministra oxígeno, previa abertura de pequeños
    agujeros que impidan la sobre distensión excesiva del
    cartucho, esto provoca un aumento del espacio muerto,
    disminuye la ventilación alveolar y aumenta la PaCO2).
    Existen dispositivos tales como la "cámara
    cefálica" y las máscaras de
    re-respiración, que sustituyen el cartucho
    mencionado.

Fisiopatologías
Digestivas

El aparato digestivo es una estructura tubular con
continuidad anatómica y tisular, con similares capas
histológicas.

   La mucosa interior tiene unas
peculiaridades morfológicas de acuerdo a la función
a desarrollar. Va desde la boca hasta el ano pasando por faringe,
esófago, estómago, intestino delgado, intestino
grueso y recto. Entre estas estructuras hay una serie de
cavidades  y órganos destinados al procesamiento de
los alimentos.

   La finalidad del aparato digestivo es la
digestión y absorción de los alimentos, y la
eliminación de las sustancias que el organismo no
necesita. Con este fin está orientada su
disposición anatómica y
fisiológica.

Estómago

   El estómago es
una cavidad dilatada del tubo digestivo que constituye un
receptáculo para el alimento después de su descenso
a lo largo del esófago. Se encuentra situado en la parte
superior del abdomen.

   En el estómago se almacenan y
procesan los alimentos.

   El orificio de entrada es el cardias y el
de salida es el píloro.

   El esfínter del cardias es un
músculo que puede contraerse fuertemente y a veces sufre
espasmos o acalasia. Su función es impedir la
regurgitación del contenido gástrico.

El estómago está compuesto por cuatro
capas:

  • Peritoneo o capa serosa.

  • Capa muscular, que contiene fibras longitudinales,
    circulares y oblicuas.

  • Capa submucosa.

  • Mucosa.

    Cuando el alimento penetra en el
estómago, la musculatura del esfínter
pilórico se contrae e impide su salida hasta que se
digiera. Durante la digestión se producen ondas
peristálticas para remover y mezclar el
contenido.

   Cuando el alimento pasa al intestino
delgado es semilíquido y se denomina quimo.

   Antes de nacer, el estómago presenta
todas las divisiones del adulto. Tiene una capacidad de 30-35 ml
que aumenta a 75 ml a finales de la segunda semana de vida. A
finales del primer mes, llega a 100 ml. En el adulto tiene una
capacidad de unos 1000 ml.

   El recién nacido tiene una mucosa y
una submucosa más gruesa que la del adulto y  2
millones de glándulas gástricas frente a 25
millones del adulto. La secreción ácida comienza
antes del nacimiento, así como la actividad
proteolítica, aunque a un nivel muy inferior.

   La musculatura está moderadamente
desarrollada y la actividad peristáltica es muy escasa en
el momento de nacer.

   El estómago tiene unas
glándulas gástricas principales, que secretan jugo
gástrico formado por  ácido
clorhídrico, pepsina, renina y moco. Este moco cubre la
mucosa gástrica protegiéndolo, y así evita
que la digestión ácida le lesione.

   Las funciones del ácido
clorhídrico son:

  • Neutralizar la saliva alcalina

  • Facilitar la conversión de las
    proteínas por la pepsina.

  • Barrera antimicrobiana contra bacterias.

   Las células pépticas
contienen una proteína, pepsinógeno, que se
convierte en la enzima pepsina, capaz de degradar las
proteínas.

   Las glándulas gástricas
principales secretan una mucoproteína, el factor
intrínseco,  que se une a la vitamina B12 , y
así permite que esta sea absorbida y llevada al
hígado donde se almacena. La vitamina B12  es
esencial para el desarrollo correcto de los hematíes en la
médula ósea.

    En el jugo gástrico de los
niños puede encontrarse renina, una enzima que cuaja la
leche.

   Las glándulas pilóricas,
situadas en las curvaturas mayor y menor del estómago,
secretan un moco alcalino que protege la superficie que entra en
contacto con el  quimo durante la
digestión.

Las glándulas tubulares del cardias se encuentran
en el extremo esofágico del estómago y secretan un
moco que protege la mucosa gástrica que rodea el
esófago, muy importante en caso de hernia de
hiato.

   La  función principal del
estómago es la de preparar los alimentos para su
digestión intestinal, triturándolos,
añadiendo líquido, y dirigiéndolos hacia el
duodeno.

También en el estómago se absorben
sustancias como agua, glucosa, alcohol y ciertos
medicamentos.

Intestino Delgado

    El intestino
delgado 
es la parte del tubo digestivo que va desde el
píloro hasta el ciego. Se divide en  duodeno, yeyuno
e íleon.

   En el momento de nacer tiene una longitud
de 300-350 cm., que aumenta en un 50% en el primer año; en
el individuo adulto mide unos 6 m.

En el duodeno se encuentra la ampolla de Vater, que es
una papila donde confluyen el colédoco y el conducto
pancreático. Aquí el quimo se mezcla con las
secreciones alcalinas, la bilis y el jugo
pancreático.

    La pared intestinal consta de las
mismas capas que la del estómago.

La mucosa intestinal posee las siguientes
estructuras:

  • Pliegues circulares, que recorren el
    perímetro interior total o parcialmente. Su
    número y tamaño varían a lo largo del
    intestino. En la parte baja del íleon son
    pequeños y muy escasos. Su función es la de
    aumentar la superficie intestinal de
    absorción.

  • Partes: 1, 2

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