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Maltrato intrafamiliar en pacientes adultos mayores del sexo femenino



Partes: 1, 2, 3

  1. Datos
    Generales
  2. Plan
    de Investigación
  3. Marco
    Referencial Científico
  4. Causas
    del maltrato
  5. Consecuencias del maltrato en los adultos
    mayores
  6. Definición de
    términos
  7. Diseño de la
    ejecución
  8. Administración del trabajo de
    investigación
  9. Análisis y discusión de los
    resultados
  10. Conclusiones
  11. Recomendaciones
  12. Bibliografía
  13. Anexos

Datos
Generales

1-1 Titulo Tentativo:

Maltrato intrafamiliar en pacientes seniles
del sexo femenino, del grupo del adulto mayor, del Hospital
Walter Cruz Vilca del Centro Poblado Menor de Miramar – Trujillo
2010

1.2. Autor:

Ps. MARCO ANTONIO DÁVILA
MARQUINA

1.3. Tipo de
investigación:

Descriptivo, Prospectivo, Transversal,
Cuantitativo, Cualitativo.

1.4. Lugar de
investigación:

Centro poblado menor de Miramar, Distrito
de Moche

1.5. Duración de la
Investigación

4 meses

Plan de
Investigación

2.1. El problema

El maltrato en el adulto mayor es un problema social que
gradualmente comienza a ser considerado como temática
prioritaria en el conglomerado internacional y en nuestro
país. Algunos estudios efectuados por asistentes sociales
comprueban la existencia de esta oscura realidad que acontece en
la población mayor, particularmente, en aquellos que se
encuentran postrados o con alguna limitante que lo convierten en
persona dependiente. Sin embargo, sólo constituyen
referencias locales del problema que no representan la realidad
de esta violencia en la población mayor nacional, no se
conocen estadísticas.

El maltrato en la mujer desarrolla un cuadro de
estrés permanente que se asocia con depresión,
angustia, baja autoestima, aislamiento, terminando muchas veces
en un suicidio u homicidio. Ante este problema es urgente que se
considere a la violencia doméstica como un problema de
salud pública, el cual pone en peligro el bienestar y la
vida de las mujeres y desde luego de las ancianas maltratadas en
los hogares.

2.1.1. Selección del
problema

De todos los problemas antes mencionados
hemos seleccionado al que se refiere al maltrato hacia las
ancianas que participan del club del adulto mayor del Hospital
Walter Cruz Vilca del Centro Poblado menor de Miramar.

El problema se ha seleccionado en base a
los siguientes criterios:

a) Desconocimiento de las formas de
violencia, situación social y condiciones de vida de los
Adultos Mayores Maltratados y/o abusados.

b) Se considera que es importante
investigar sobre esta problemática actualmente ya que no
existe documentaciones ni investigaciones al respecto.

c) Tener resultados distinguiendo el sexo
femenino en maltrato intrafamiliar, ya que existe estudios
estadísticos para ambos géneros, pero como es
sabido el maltrato es con mayor frecuencia el dirigido hacia la
mujer.

d) Desinterés social y familiar
hacia los adultos mayores en nuestra sociedad.

e) Permitirá a los investigadores enriquecer sus
conocimientos a través de los datos que serán
encontrados.

2.1.2. Formulación del
problema

¿Existe maltrato intrafamiliar en
pacientes seniles del sexo femenino del grupo del Adulto Mayor
del Hospital Walter Cruz Vilca del Centro Poblado Menor de
Miramar-Trujillo 2010"?

2.1.3.
Justificación:

Vivimos en un país que avanza aceleradamente
hacia el envejecimiento poblacional y se preocupa por mejorar la
calidad de vida de los ancianos. La violencia en general y el
maltrato intrafamiliar a las personas ancianas en particular es
un fenómeno oculto y en ascenso, con repercusiones
directas en la salud física y mental de las victimas. Las
mujeres de la tercera edad, según las estadísticas,
sobreviven a los hombres y por sus desventajas económicas
y sociales en el pasado, presentan una mayor vulnerabilidad a
este fenómeno en el presente. Mientras exista un anciano
maltratado la sociedad debe tomar medidas adecuadas ya que el
asunto es grave con independencia de la incidencia

2.1.4. Limitaciones

  • Dificultades auditivas y visuales en
    los entrevistados.

  • Pobre nivel académico en los
    encuestados (Analfabetismo).

  • Escasos antecedentes sobre
    investigaciones de maltrato intrafamiliar en los adultos
    mayores en nuestro medio.

  • La no existencia de instrumentos
    validados y baremados que permitan medir los niveles de
    violencia intrafamiliar.

  • Objetivos

Objetivo general:

Determinar la existencia o no de maltrato intrafamiliar
en pacientes seniles de sexo femenino del grupo Adulto Mayor del
Hospital Walter Cruz Vilca del Centro poblado menor de Miramar en
la provincia de Trujillo.

Objetivos específicos:

1. Determinar aquellas formas de abuso y/o abandono que
reconoce la persona senil como maltrato.

2. Identificar los tipos de maltrato
predominantes.

3. Determinar las respuestas más comunes frente
al maltrato, de las ancianas victimizadas.

  • 4. Identificar aquellos indicadores prevalentes
    de maltrato hacia el adulto mayor femenino que derivan de la
    convivencia familiar.

5. Describir los principales aspectos
sociodemográficos de aquellos adultos mayores
maltratados.

Marco Referencial
Científico

2.3.1. Marco
Teórico

Torres Vidal, R. M., Martínez Morales, M. A
(2003)
La violencia doméstica es tan antigua como la
humanidad misma, en la actualidad se reconocen la violencia
contra los niños, las mujeres y los ancianos, siendo este
último grupo una población en ascenso por las
mayores expectativas de vida de los últimos años.
Como resultado, se supone que el número de personas
ancianas maltratadas se incremente, dada la falta de
preparación social e individual para enfrentar este
envejecimiento poblacional, masivo y acelerado.

Historia

Los pueblos de la antigüedad, tuvieron actitudes de
abandono hacia las personas ancianas en épocas de
sequías o guerras; pero por lo general eran veneradas como
seres humanos de gran valor. "En muchas comunidades, los ancianos
tenían gran importancia en cuanto a toma de decisiones. En
África se han conservado esas tradiciones de manera que
aún hoy, en los países ya independientes, siguen
siendo fundamentales los criterios y la participación de
los viejos "que han acumulado sabiduría".

Las tribus nómadas de Norte América y los
esquimales aceptaban que los individuos envejecidos, cuando
perdían las habilidades productivas por ellos
desarrolladas, se apartaran del grupo para sucumbir a expensas de
las inclemencias, la inanición o devorados por los
depredadores.

En Chile, las tribus Yagas, con precaria subsistencia
tenían en elevado aprecio por sus mayores, mientras que
los nativos de la isla de Tonga, en Oceanía, con estable
economía imponían onerosos maltratos sobre las
personas de más edad.

En el imperio Inca el papel de los adultos en la vejez
era cambiante y sus funciones variaban hasta llegar, en el ocaso
de la vida, a fungir como espantapájaros en los campos de
cultivo.

Según Hipócrates, en la Grecia antigua,
cuando se tenía la suerte de llegar a la tercera edad, se
le ofrecía al geronte una celebración, y
posteriormente lo precipitaban desde lo alto de un risco, pues el
resto de su vida sería una "enfermedad crónica e
incurable". No obstante con los ancianos se tenían
importantes consideraciones sociales, por ejemplo ocupaban los
puestos claves en las asambleas populares donde el pueblo daba
gran valor a sus consejos y apreciaciones, en las flotas de
guerra los comandantes, por lo general, eran los marinos de
más edad y se les denominaba navarcas.

Los ciudadanos romanos consideraron a las personas
ancianas verdaderas instituciones. La figura del"pater"
era respetada en sus facultades de potestad, cualquiera que fuese
su edad. En la política surgió el Senado, que era
el Consenso de Ancianos, cuya influencia en el desarrollo del
imperio fue trascendental.

En la Edad Media comienza a usarse el concepto de
jubilación para evitar, en lo posible, las
prácticas difundidas, por entonces, de abandono y
expulsión de los ancianos de sus hogares.

Durante el llamado "Siglo de las Luces" el parricidio se
puso de moda en las cortes de la época.

Hasta la actualidad, la sociedad mundial, machista y
patriarcal se ha debatido en una insoluble dicotomía: por
un lado, el trato honorable a los hombres ancianos con poder
económico, social y político, expresado en miedo o
respeto, veneración y subordinación. A grado
tal, que no pocos jóvenes idealizan a estos poderosos
gerontes, ansiando llegar a la tercera edad para ser tratados con
veneración; incluso se esfuerzan por aparentar ser
físicamente mayores, ya que el hombre adulto es una
garantía de respetabilidad. Por otra parte se distinguen
los malos tratos a las personas ancianas con pobre solvencia
económica, limitadas condiciones productivas y/o gran
necesidad de cuidados, especialmente a las mujeres de sesenta
años o más, triplemente discriminadas por ser del
"sexo débil", pobres y ancianas.

Durante los últimos 50 años el enfoque
sobre lo valioso de la edad ha variado significativamente. Se
idolatra lo joven, lo bello, lo eficaz en términos
productivos y comerciales modernos. Poco a poco a surgido una
forma de maltrato psicológico, basado en la
desvalorización, por el sólo transcurso de los
años.

Literatura

En las Sagradas Escrituras Hebreas, fuente de la que
bebieron tres de las más importantes religiones
monoteístas del mundo el Judaísmo, el cristianismo
y el Islam, se utiliza la palabra "Zaken", que en lengua hebrea
significa vejez, pero también sabio o decano. Y se relatan
asombrosas epopeyas protagonizadas por personas longevas,
escogidas por Díos para liderar a su pueblo.

El antiguo testamento, conjunto literario conformado por
escritos de diversos autores, es abundante en
señalamientos éticos dirigidos a prevenir el
maltrato orientado a las personas ancianas, así en el
quinto de los Diez Mandamientos se advierte "Honra a tu padre y a
tu madre, para que vivas una larga vida…", y en libro
Eclesiástico, el texto por excelencia de
instrucción a los nuevos creyentes, se aconseja "Hijo
mío, empéñate en honrar a tu padre; no lo
abandones mientras tenga vida. Aunque su inteligencia se
debilite, se comprensivo con el, no lo avergüences mientras
viva".

La monumental obra teatral de los Antiguos Griegos
refleja los conflictos generacionales existentes en la sociedad
de entonces, como se representa en la Trilogía
edípica de Sófocles.

En la literatura clásica posterior, Shakespeare,
E. Zola, H. de Balzac, D. Buzzati, A. Biay Caseres, se exponen
los conflictos intergeracionales, de los viejos víctimas y
los viejos odiosos.

"El viejo y el mar", novela de ambiente cubano, que le
valiera el Premio Novel de literatura al escritor E. M.
Hemingway, en 1954, narra la asombrosa historia de un pobre y
viejo pescador que cada día se hace solo a la mar, en una
frágil embarcación, luchando contra los elementos
por la subsistencia. En uno de sus monólogos el viejo
marino nos deja un optimista mensaje, antídoto contra los
maltratos y las adversidades de la vida "un hombre puede ser
destruido, pero jamás derrotado".

S. Freud (1930) sostuvo la idea de que la etapa
edípica básica, en el desarrollo psicológico
de cualquier individuo, es equivalente al parricidio primario en
el que los jóvenes de la tribu asesinaron al padre y luego
lo devoraron para terminar con su tiranía en la horda
patriarcal. Es decir la estructura psíquica sobre la que
se construye la personalidad, según este autor, tiene su
origen en un hecho simbólico de naturaleza violenta
perpetrado sobre un anciano.

Hogonot, R. (2000) Según la
literatura médica existente las primeras publicaciones
sobre maltrato en las personas ancianas de las cuales se tiene
conocimiento, como parte de la violencia familiar, se publicaron
en 1975 en el British Medical Journal de Inglaterra, donde
aparecen los primeros testimonios de médicos y enfermeras
que atendían pacientes ancianos maltratados por sus
familiares; por entonces G. R. Burston define el "Síndrome
de la Abuelita Golpeada".

Acciones sociales

Hacia los años 80, del pasado siglo, se realizan
toda una serie de investigaciones sobre el maltrato a los
ancianos en Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos,
en el primer país mencionado se origina el interés
por la temática, sin embargo en los dos últimos la
conciencia pública y profesional es mayor y se le dedican
considerables recursos tanto en el ámbito investigativo
como en el político. Por ejemplo en EEUU se crea el
"Centers for elderly abuse" que contribuye de manera fundamental
al análisis de dicho fenómeno y el Congreso de esta
nación lo conceptualiza. Ha partir de los 90 se
observó una paulatina incorporación de otros
estados al estudio del tema, como: Dinamarca, Noruega, Suecia,
Finlandia, Irlanda, Francia, Hong Kong y Australia.

Cicapolleta G. E., López, A. (2000) En
1994, con el patrocinio de la International Association of
Gerontology, se crea la "Comisión Latinoamericana de
Prevención del Maltrato en la Vejez", cuya sede radica en
Buenos Aires capital de la Argentina.

Sombra, B. (2001) En 1996 la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos de Naciones Unidas consideró
necesario que el grupo de las personas ancianas fuese apoyado y
reconocido como sujeto de derecho, tanto para el esclarecimiento
de su problemática, como para denunciar la
discriminación a que es sometido, creándose la
Comisión " Los Adultos Mayores y sus Derechos", que entre
sus objetivos prioritarios se propuso:

1) El respeto por los Derechos Humanos de quienes han
dado y siguen dando tanto.

2) La desmitificación de perjuicios y falsas
creencias, que implican una representación social
denigrante de la vejez.

3) La capacitación de recursos humanos, la
más eficaz herramienta que permitirá crear
conciencia en la sociedad sobre un tema poco conocido.

Posteriormente en 1998 como resultado del trabajo de
dicha comisión se elabora el Programa "Violencia, abuso y
maltrato de la vejez" para la lucha contra este
flagelo.

Kalache   A., Perel S. (2002) Las Naciones
Unidas en 1999, denominado "Año Internacional de las
Personas Mayores", propone la idea de "una sociedad para todas
las edades" a partir del pleno reconocimiento de los derechos de
las personas ancianas, señalando que las sociedades que
valoran la justicia social deben esforzarse por asegurar que
todas las políticas y prácticas mantengan y
garanticen los derechos de todas las personas, sin tener en
cuenta su edad.

La Organización Mundial de la Salud , en Ginebra,
en el año 2002, reconoce que ha llegado el momento de
instaurar un nuevo paradigma que considere a los viejos
participantes activos de una sociedad capaz de integrar el
envejecimiento y los valore contribuyentes activos y
beneficiarios del desarrollo. El paradigma del Envejecimiento
Activo posee un enfoque intergeneracional, pues aprecia la
importancia de las relaciones familiares y el apoyo que se
prestan entre sí los miembros y las generaciones en una
familia. Señala la autentica necesidad de asumir planes y
conductas basados en los derechos, las necesidades, las
preferencias y las capacidades de los ancianos. Dicho concepto se
basa en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas
de la tercera edad y en los principios de las Naciones Unidas de
independencia, participación, dignidad, asistencia y
realización de los propios deseos.

Causas del
maltrato

Encinas Jaime (1998) Es necesario investigar
más el papel que desempeña el estrés en las
personas encargadas de cuidar a las personas mayores, teniendo en
cuenta que este se consideró inicialmente como la causa
principal de maltrato.

La prevalencia creciente de la enfermedad de Alzheimer
en el mundo y el agravamiento de las conductas agresivas en las
familias donde uno de los miembros padece la enfermedad, hace
necesario prestar mayor atención a la relación
entre el que brinda la asistencia y el que la recibe. Si bien
puede resultar obvio que el aislamiento social o la falta de
apoyo pueden contribuir al maltrato o descuido, también es
cierto que las personas que se encuentran en esta
situación y sufren malos tratos generalmente son reacias a
participar en los programas que promueven la interacción
social, tales como los centros para ancianos o las actividades de
asistencia

Todavía es necesario investigar adecuadamente el
papel de los prejuicios contra la vejez (la discriminación
contra los ancianos y su estigmatización) como una causa
posible del maltrato de ancianos, aunque algunos especialistas en
esta materia han señalado que la marginación del
anciano es un factor que interviene en este
fenómeno.

Resulta claro que en algunos países en desarrollo
ciertos factores sociales y culturales están directamente
vinculados con el maltrato, como las creencias en la
brujería y el desamparo de las viudas, a las cuales
también se les conoce como "Tradiciones del Maltrato" y
para eliminar estas costumbres se necesitaría un alto
grado de colaboración entre diversos grupos, probablemente
durante mucho tiempo.

Para impulsar este proceso:

• Deben crearse grupos integrados por adultos
mayores y jóvenes que promuevan esta causa en los planos
local, provincial y nacional, mediante campañas en favor
del cambio.

• Los programas gubernamentales de salud y
bienestar social deben tratar de mitigar activamente las
repercusiones negativas que tienen para las personas de edad
muchos procesos de modernización y los cambios en la
estructura familiar que suponen.

• Los gobiernos deben establecer un sistema de
pensiones adecuado en todos los países donde
todavía no exista.

Así mismo es necesario examinar otras practicas
que muchas veces se citan también como factores causales
importantes, ya que no se han realizado investigaciones que
confirmen las afirmaciones en este sentido.

Otros factores culturales y socioeconómicos, como
la pobreza, la modernización y los regímenes
sucesorios, pueden ser causas indirectas del maltrato, como ya se
ha mencionado.

Repercusiones del maltrato

El aspecto del maltrato de los ancianos al que
quizá se haya prestado menos atención es el efecto
que tiene en la propia víctima. Por consiguiente, los
estudios longitudinales en los que se realice un seguimiento
durante un período prolongado de las personas maltratadas
y de las que no lo han sido deberían formar parte de las
investigaciones.

En particular, son escasos los estudios en los que se
han evaluado los efectos psíquicos sobre las personas
maltratadas. Con excepción de los problemas de
depresión, es poco lo que se conoce acerca del daño
emocional causado a las víctimas.

Así mismo en atención a su salud no se
emplean protocolos para detectar y tratar los problemas de
maltrato y rara vez se abordan las cuestiones relacionadas con la
salud mental o los signos conductuales como los intentos de
suicidios, abuso del alcohol o de drogas. Es importante
señalar que los profesionales de la atención de
salud a menudo se sienten más cómodos tratando a
los jóvenes que a los ancianos y muchas veces prestan poca
atención a las inquietudes de estos últimos. Sin
embargo en algunos países latinoamericanos y europeos,
así como en Australia, los profesionales de la medicina
han desempeñado un papel protagónico en la
difusión y atención pública del problema del
maltrato de los ancianos.

Por lo tanto es importante el papel que el personal
sanitario puede desempeñar en los programas orientados a
detectar el maltrato ya que cabe suponer que los médicos
son quienes están en mejores condiciones para detectar los
casos de maltrato, debido en parte a la confianza que la
mayoría de las personas de edad depositan en
ellos.

Un médico u otro trabajador de la salud debe
estar al pendiente u observar si su paciente adulto mayor
presentará algunos de los siguientes signos entonces
deberían investigar la situación del para
determinar la posibilidad de que sea víctima de
maltrato:

El anciano tarda en solicitar atención
médica cuando se lesiona o enferma

Las explicaciones del anciano o de la persona que lo
cuida sobre las lesiones o la enfermedad son vagas o
inverosímiles; Las versiones del paciente y de la persona
que lo cuida sobre los antecedentes clínicos son
distintas.

La concurrencia frecuente a los departamentos de
urgencia porque una afección crónica ha empeorado,
a pesar de que se ha indicado un plan de atención y el
paciente cuenta con los recursos necesarios para cumplirlo en su
hogar.

Una persona de edad con deficiencias funcionales llega a
la consulta sin que la acompañe la persona que la cuida;
Los resultados de laboratorio no son coherentes con el relato del
paciente.

Cuando se realiza un examen, el médico o el
trabajador de la salud deben:

– Entrevistar al paciente solo, preguntándole
directamente si ha sido objeto de actos de violencia
física, si se han restringido sus movimientos o si se lo
ha descuidado

– Entrevistar al presunto agresor solo

– Prestar especial atención a la relación
entre el paciente y el presunto agresor, y a la conducta de
ambos.

– Realizar una evaluación geriátrica
integral del paciente, con inclusión de los aspectos
médicos, funcionales, cognoscitivos y sociales.

– Registrar las redes sociales del paciente, tanto
formales como informales.

– Es importante señalar que muchos médicos
o trabajadores de salud no son capaces de diagnosticar el
maltrato porque este tipo de situaciones no son parte de su
adiestramiento formal o profesional y, en consecuencia, no
figuran en su lista de diagnósticos
diferenciales.

Consecuencias del
maltrato en los adultos mayores

Para los ancianos, las consecuencias del maltrato pueden
ser graves, ya que se trata de personas físicamente
más débiles y más vulnerables, sus huesos
son más quebradizos y los procesos de convalecencia son
más prolongados. Incluso una lesión relativamente
leve puede causar daños graves y permanentes.

Es importante señalar que se han realizado muy
pocos estudios para determinar las consecuencias del maltrato,
aunque en los estudios clínicos y de casos existe
información sobre las graves dificultades emocionales
sobre las personas mayores maltratadas.

También se ha señalado que existen otros
síntomas asociados con los casos de maltrato como: los
sentimientos de impotencia, alineación, culpa,
vergüenza, temor, ansiedad, negación y el
estrés postraumático (el cual puede aumentar el
riesgo de muerte), la depresión y los intentos de
suicidio.

El maltrato y el descuido de un adulto mayor pueden
producirse no solo en el ámbito doméstico sino
también en diversos tipos de instituciones, aún en
las que parecen prestar una atención de excelente calidad
a los residentes.

Algunas investigaciones realizadas sobre
escándalos ocurridos en la atención institucional,
dan motivos para creer que un régimen aceptable o bueno de
atención podría transformarse en maltrato con
facilidad y rapidez, sin producirse cambios detectables,
además de ser comprobado que existe el maltrato de
personas mayores en los establecimientos de atención
permanente en casi todos los países.

Son varias las personas que pueden infligir malos
tratos: un miembro del personal asalariado, otro residente, un
visitante voluntario o como ya se ha mencionado los familiares y
amigos.

Una relación de maltrato o descuido entre el
anciano y la persona que lo atiende en su hogar no se interrumpe
necesariamente cuando aquel ingresa al sistema de asistencia
institucional. A veces, el maltrato continúa en el nuevo
ámbito.

La variedad de actos de maltrato y descuido en las
instituciones es considerable y puede estar relacionada con
cualquiera de los factores siguientes:

• La prestación de la atención: lo
que conlleva a la resistencia a los cambios en la medicina
geriátrica, el deterioro de la atención individual,
la alimentación inadecuada y las deficiencias en la
atención de enfermería.

• Los problemas del personal: por ejemplo, el
estrés laboral y el agotamiento, el trabajo en condiciones
materiales deficientes, la falta de capacitación, y los
problemas psíquicos.

• Las dificultades en las interacciones entre el
personal y los residentes: por ejemplo, la falta de
comunicación, la agresividad de los residentes y las
diferencias culturales.

• Las condiciones externas como: la falta de
privacidad esencial, el deterioro de los establecimientos, el uso
de medios de inmovilización, la falta de
estimulación sensorial adecuada y la propensión a
los accidentes dentro de la institución.

• Las políticas institucionales: las que se
adoptan para beneficio de la institución dejando a los
residentes pocas posibilidades de elección en lo que
respecta a su vida cotidiana, las actitudes burocráticas o
de indiferencia hacia los internados, la escasez de personal o su
rotación frecuente, el manejo fraudulento de las
pertenencias o el dinero de los pacientes y la inexistencia de un
consejo de residentes o de un consejo de familiares de los
residentes.

SUICIDIOS

Como sabemos el suicidio es una forma de muerte violenta
resultado de una decisión individual que, si bien puede
parecer incomprensible, obedece a diversas condiciones de orden
psicológico, de salud y social y forma parte de una de las
consecuencias más graves de un anciano
maltratado.

En gran parte del mundo el suicidio está
estigmatizado por razones de diversa índole, que van desde
religiosas hasta culturales, y en algunos países es
considerado un delito.

Según la OMS, en su último informe,
manifiesta que los hombres están en mayor riesgo de morir
por suicidio que las mujeres, en contraste el número de
intentos de suicidios fallidos de mujeres es mayor que el de
hombres.

Imagen Social de la Vejez: los adultos
mayores en la sociedad

Nuestra sociedad es una forma de organización
industrial1 en donde predomina la producción y el consumo.
Es una sociedad preparada para personas jóvenes, capaces
de enfrentar los desafíos del mercado altamente
competitivo y acelerado, privilegiando la ciencia a la
experiencia, por lo que envejecer en Chile significa estar en una
situación social y de vida marginada.

En esta cultura marcada por el "edaísmo"
(término acuñado por Oscar Domínguez, 1982),
el modelo médico tradicional acentúa el envejecer
como proceso degenerativo. Esto llega a su máxima
expresión con Matras (1990) refiriéndose hacia esta
población como "físicamente disminuido, mentalmente
deficitario, económicamente dependiente, socialmente
aislado y con una disminución del estatus
social".

Concepto de Maltrato en el Adulto
Mayor.

El maltrato al adulto mayor es un acto único,
reiterado o una omisión que causa daño o
aflicción a una persona mayor y que se produce en
cualquier relación donde exista una expectativa
mínima de confianza.

2.3.2 Marco Conceptual

Definición de Maltrato:

Según INPEA 1995 (Red Internacional para la
prevención del abuso contra los ancianos
) "Es un acto
único o repetido, o la falta de medidas apropiadas que se
produce dentro de cualquier relación donde hay una
expectativa de confianza que causa daño o angustia a una
persona mayor"

Según Centro Nacional Americano del Maltrato
al anciano (1995)
"Cualquier acto u omisión que
produzca daño, intencionado o no, practicado sobre
personas adultas mayores de 60 años ó más,
que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que
vulnere o ponga en peligro su integridad física o
psíquica, así como el principio de autonomía
o el resto de derechos fundamentales del individuo, constatable
objetivamente o percibido subjetivamente"

Conceptualización de Maltrato

La palabra violencia viene del latín "Vislatus",
significa fuerza y Latus es un participio pasado del
verbo "Ferus" cuyo significado es llevar o
transportar.

Para la Real Academia de la lengua española, la
violencia es, por una parte, "una acción impetuosa o
efecto de violentarse. Impetuosa por hacerse con repugnancia,
furia o ira. Es la aplicación de medios violentos a cosas
o personas para vencer su resistencia y/o producir un
daño". Así mismo define que el maltrato es "tratar
mal a uno de palabras o de obra".

Un interesante y cada vez mayor flujo de publicaciones e
investigaciones acerca de la violencia ejercida contra las
personas ancianas ha tratado de acercarse al tema, abordando
aquellas manifestaciones que perjudican la integridad,
física, sexual y psicológica, de las mismas,
así como su bienestar material y financiero. Para esta
aproximación se han empleado diferentes definiciones de
Abuso y Maltrato, las primeras son más utilizadas en las
publicaciones de lengua inglesa, mientras que las segundas son
comunes en los textos de habla hispana.

La revisión de la literatura especializada
refleja que no existe un consenso, entre los autores, en cuanto a
los aspectos que debe abarcar la definición de maltrato y
si coinciden en reconocer la poca claridad de las mismas. Para la
investigadora M. Hudsón, desde 1978 numerosos
investigadores han tratado de aproximarse al tema del maltrato en
las personas ancianas, no obstante, según ella, "la
comprensión de este fenómeno todavía
está en los primeros pasos".

Las primeras definiciones apuntaban a las necesidades no
atendidas de las personas ancianas ya que provenían de
investigaciones que hurgaban en la situación de
carestía en que se encuentran los individuos más
marginados. Por su amplitud este concepto fue
abandonado.

El Congreso de los EEUU, en el año 1985, define
técnicamente el abuso como "…deseo de infligir
daño, confinamiento injustificado, intimidación o
castigo cruel que de origen a daño físico, dolor o
angustia mental. También, deseo por parte del cuidador de
privar a los ancianos de los alimentos o servicios que le
resulten necesarios para evitar el daño físico, la
angustia o el daño mental".

Por su parte la American Medical Association, en 1987,
definió el maltrato a las personas ancianas como "toda
acción u omisión que lleva como resultado un
daño o amenaza de daño contra la salud o el
bienestar de la persona anciana". Esta definición
incluyó el maltrato, físico, psicológico y
económico.

Un año antes, en 1986, habían visto la luz
dos importantes conceptualizaciones acerca del maltrato,
Valentine y Cash lo definen "como aquellas situaciones no
accidentales en las cuales un anciano sufre daño
físico, deprivación de sus necesidades
básicas o daño psíquico como resultado de un
acto o una omisión por parte de quien debe cuidarle".
Algunos de sus admiradores le adicionaron las afectaciones
económicas. Beaucheming, por su parte enfoca los malos
tratos a los ancianos como "la coacción física y
psicológica ejercida sobre una persona. La violencia,
según este autor cubre dos aspectos:

a) Negligencia: que consiste en no atender las
necesidades de las personas de edad, tanto a nivel
psíquico, físico, afectivo como
espiritual.

b) Maltrato: que es el daño para la salud
o el bienestar de una persona anciana.

La 41 Asamblea Médica Mundial celebrada en Hong
Kong, en Septiembre de 1989, considero en su declaración
"El maltrato de ancianos se puede manifestar de diversas maneras,
como físico, psicológico, financiero y/o material,
maltrato médico o auto abandono. Las diferencias en la
definición de maltrato de ancianos presentan dificultades
al comparar las causas y naturaleza del problema".

Hutson (1991), desarrolla una taxonomía en
base a una encuesta Delphi de más de 100 investigadores,
médicos y educadores que operan en el campo del maltrato
del anciano, planteando la siguiente definición: "El
maltrato del anciano es una conducta destructiva que está
dirigida a una persona mayor , ocurre en el contexto de una
relación que denota confianza y reviste suficiente
intensidad y/o frecuencia como para producir efectos nocivos de
carácter físico, psicológico, social y/o
efectos financieros de innecesario sufrimiento. Lesión,
dolor, pérdida y/o violación de los derechos
humanos y disminución de la calidad de vida de la persona
anciana". En esta definición se incluyen actos de
comisión y omisión, intencionales o no.
También incorporan dos nuevos elementos "frecuencia" e
"intensidad" que en definitiva, según la autora,
determinan la presencia de maltrato. En el curso de este mismo
año la investigadora señala que el significado
esencial del concepto de maltrato a las personas de la tercera
edad "son culturalmente determinados, valoricamente cargados,
emocionalmente establecidos y tienen ramificaciones
éticas, por lo tanto el acuerdo de definiciones es
difícil y algunas veces inapropiado". De lo que se infiere
que los criterios para calificar como maltratante una conducta
varían de un contexto sociocultural a otro.

Al año siguiente el Grupo de Estudio del Consejo
Europeo analizó y rechazo todas las definiciones de
maltrato existentes hasta ese momento y planteo la existencia de
tres dimensiones en el maltrato intrafamiliar a los
viejos:

Primer nivel: Decidieron considerar como familia
a cualquier individuo relacionado con la persona anciana "por
sangre, matrimonio o cohabitación".

Segundo nivel: La violencia fue conceptualizada
como "cualquier acto u omisión" que pueda ser
dañino.

Tercer nivel: Consideraron como persona anciana
aquellas "por o sobre la edad nacional de retiro".

Posteriormente el grupo de estudio reconoció las
variaciones nacionales y culturales en la comprensión del
término maltrato. En lo que a violencia se refiere
estableció que "… la definición y el
diagnóstico depende de los valores subjetivos de juicio de
cada investigador y los encuestados involucrados" y sugirieron
definir abuso y malos tratos como "acto no accidental u
omisión que menoscaba la vida, la integridad física
o psicológica de una persona anciana o que amenaza
seriamente el desarrollo de su personalidad o afecta o
daña su seguridad financiera".

Por esta misma época Hudson y Yohnson
(1991),
señalan que las definiciones existentes de
abuso a las personas mayores tienen carácter
"extrínseco" ya que se limitan a describir el
fenómeno, para ellos es necesario el empleo de
términos analíticos o "intrínsecos" que
especifiquen la naturaleza moral y social del
problema.

Apoyándose en la Semiología y en la
Antropología social Johns y sus colaboradores
(1991
), señalaron que lo erróneo del abuso no
radica en la tipología, sino en el contenido del acto,
dependiente de la situación cultural y del juicio de valor
que se le da al mismo. Con el objetivo de comprender la
dinámica de la violencia toman los argumentos de Riches
(1986)
con relación al triangulo básico de la
violencia, que contempla a la victima, al victimario y a las
personas que observan la acción violenta.

En 1996 la 43 Asamblea Mundial de la Salud nuevamente
aborda este problema y adopta la resolución WHA 4925 en la
que se declara que la violencia es un problema creciente de la
Salud Pública a nivel mundial desarrollándose sobre
todo en el hogar, centro de trabajo, instituciones médicas
y sociales, además de valorarse otros tipos de violencia a
mayor escala como el terrorismo y la guerra.

López Pérez (López, 1996),
conceptualizó el maltrato como "Toda acción,
intencionada o no que produzca daño desde el punto de
vista biológico, psicológico, social, financiero,
material y las conductas negligentes, ya sean de forma
transitoria o permanente".

Clasificaciones del maltrato.

Maltrato Físico

Cualquier forma de agresión intencionada,
realizada a una persona anciana, que le produzca daños
físicos, como lesiones, quemaduras, desfiguración y
muerte. Algunos autores incluyen en este subtipo el abuso sexual
dado por: cualquier forma de intimidación sexual realizada
sin el consentimiento del anciano.

Maltrato
Psicológico

Toda conducta que provoque angustia en el anciano, como:
amenazas de castigo o de llevarlo a una institución en
contra de su voluntad, ignorarlo, confinarlo de forma
injustificada a cama o butaca, aislarlo socialmente, no responder
a sus inquietudes, utilizar la palabra viejo en forma despectiva
para referirse a el, o abuelo, infantilizarlo, entre
otros.

El maltrato psicológico es un conjunto
heterogéneo de comportamientos que producen
agresión psíquica y causa un perjuicio a la
víctima. Puede ser intencionado o no, es decir, el agresor
puede tener conciencia de que está haciendo daño a
su víctima o no tenerla. Eso es desde el punto de vista
psicológico. Desde el punto de vista jurídico,
tiene que existir la intención del agresor de dañar
a su víctima.

La amenaza se distingue de la agresión, pero es
una forma de agresión psicológica. Cuando la
amenaza es dañina o destructiva directamente, entra dentro
del campo de la conducta criminal, que es penada por la
ley.

El maltrato psicológico es un anuncio de
violencia física, pero, muchas veces es peor, ya que su
anuncio es una amenaza suspendida sobre la cabeza de la
víctima, que no sabe qué clase de agresión
va a recibir y vaya o no acompañada de esta, actúa
en el tiempo. Cuanto más tiempo persista, mayor y
más sólido será el daño.

No se posible hablar de maltrato psicológico
mientras no se mantenga durante un plazo de tiempo. Un agravio
puntual, el menosprecio, una palabra o una mirada ofensiva,
culpabilizadora, son un ataque psicológico, pero no lo que
entendemos por maltrato psicológico.

Para que el maltrato psicológico se produzca, es
preciso, por tanto, tiempo. Tiempo en el que el verdugo asedie,
maltrate o manipule a su víctima y llegue a producirle la
lesión psicológica. Esa lesión, sea cual sea
su manifestación, es debida al desgaste. La violencia, el
maltrato, el acoso, la manipulación producen un desgaste
en la víctima que la deja incapacitada para
defenderse.

Por sus características las formas de maltrato
psicológico pueden agruparse en tres
categorías:

– Maltrato pasivo:

Falta de atención hacia la víctima, cuando
ésta depende del agresor, como sucede con los ancianos en
cualquier situación de dependencia de la víctima
respecto al agresor. Un ejemplo lo constituye el abandono
emocional, senescentes abandonados por sus familias en
instituciones y jamás reciben una visita, una llamada o
una caricia.

– Maltrato activo:

Trato degradante continuado que ataca a la dignidad de
la persona. Los malos tratos emocionales son los más
difíciles de detectar, porque la víctima muchas
veces no llega a tomar conciencia de que lo es. Otras veces toma
conciencia, pero no se atreve o no puede defenderse y no llega a
comunicar su situación o a pedir ayuda.

– Acoso Psicológico:

Violencia que se ejerce sobre una persona, con una
estrategia, una metodología y un objetivo, para conseguir
el derrumbamiento y la destrucción moral de la
víctima. Acosar psicológicamente a una persona es
perseguirla con críticas, amenazas, injurias, calumnias y
acciones que pongan cerco a la actividad de esa persona, de forma
que socaven su seguridad, su autoafirmación y su
autoestima e introduzcan en su mente malestar,
preocupación, angustia, inseguridad, duda y
culpabilidad.

Maltrato Espiritual

Toda conducta que implique desconocer los valores
religiosos, estéticos, culturales y políticos del
anciano, así como interferir en el libre ejercicio de los
mismos.

Maltrato Social

Todas las acciones que propendan al no reconocimiento
del anciano como figura de valor, ejemplo: no ceder el puesto en
el ómnibus, no ayudarlos a cruzar la calle, excluirlos, no
tener en cuenta sus gustos en los programas, etc.

Maltrato Financiero-material

Todo uso inadecuado de los recursos de un anciano para
beneficio de otro. Ejemplo: utilización indebida de su
pensión, obligarlo a firmar documentos sin su
consentimiento por no estar capacitado mentalmente para hacerlo,
proporcionarle una atención suboptima en su propio
domicilio.

Maltrato Societario

Se refiere a falta de adecuadas políticas
sociales y de salud, mal ejercicio e incumplimiento de las leyes
existentes, y presencia de normas sociales, comunitarias y
culturales que desvalorizan la imagen del adulto mayor, que
resultan en perjuicio de su persona y se expresan socialmente
como discriminación, marginalidad y exclusión
social.

Violencia estructural

En la configuración arquitectónica de la
mayoría de las casas donde viven los mayores, no se tiene
prevista ni la adaptación ni la seguridad que posibiliten
la autonomía de la vida.

Negligencia

Partes: 1, 2, 3

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