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La Orientación Profesional Pedagógica hacia el Instructor de Arte graduado



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Conclusiones
  4. Bibliografía

Resumen

En este artículo se ofrecen algunos elementos que
evidencian, el rol que debe desempeñar la escuela, la
familia, la comunidad y el Instructor de Arte en el proceso de
Orientación Profesional Pedagógica hacia el
graduado, por la necesidad de continuar profundizando en su la
labor con las futuras y actuales generaciones de cubanos. Es una
alternativa de la educación, y una posibilidad que brinda
la Revolución en la continuidad de estudios en el marco de
la Tercera Revolución Educacional en el Modelo de la
Escuela cubana actual.

Abstract: This article shows some elements that include
the role that should play the school, the family, the society and
the Art Trainer during the process of Pedagogical Professional
Orientation to the future graduated of Art Trainer, due to the
necessity to continue developing and deepening the formation of
the new generations as an alternative of the education. It is
very important to the future of the Education and a possibility
that the Revolution offers to continue studying in the third
Educational Revolution in the new Cuban School Model.

Introducción

La orientación profesional (OP) es una tarea
priorizada por el Ministerio de Educación (MINED) desde el
triunfo revolucionario, esta se considera una problemática
aún sin solucionar, por tanto, los esfuerzos que hoy se
realizan a tales empeños, están dirigidos a
destacar el papel rector que desempeña la escuela en esta
actividad y a la labor conjunta de maestros y
profesores.

Aunque la década de los noventa representó
un viraje para el país en los planos económico,
político y social, se considera que la OP, y en particular
la orientación profesional pedagógica (OPP)
descendió notablemente, en los que los cambios operados
afectaron la pirámide profesional en casi todos los
territorios del país, fundamentalmente tangible en la
pedagógica.

No obstante, a partir del 2000 comienza un proceso de
rescate en materia de OP que se denominó Tercera
Revolución Educacional, en la que importantes avances
representaron la puesta en práctica de programas y
proyectos de la Revolución en el marco de la Batalla de
Ideas, entre ellas, las Escuelas de Instructores de
Arte.

Precisamente, el 20 de octubre de 2004 en el acto de la
primera graduación de los Instructores de Arte en
Villaclara el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó:
"… El dilema de si serán artistas o no, nos
ha acompañado siempre. Hoy cada vez más es
común escuchar que son artistas de la hermosa
profesión de enseñar arte al pueblo…"
(1)
y a siete años de aquella sentencia, los
centros educacionales se han consolidado y fortalecidos como
instituciones culturales dentro del territorio y en la
comunidades donde están enclavadas.

La labor del Instructor de Arte (IA) se ha proyectado en
los contextos educativos en estrecho vínculo con las
instituciones culturales, la sociedad y la comunidad, se
fortalece el trabajo con la niñez, y la juventud, por
tanto, el IA reaparece en el seno de la sociedad y en el marco
escolar cubano, no de manera incidental como lo venía
haciendo su antecesor, sino directamente en todos los centros
educacionales.

La inserción de estos nuevos profesionales en la
Pedagogía y el magisterio cubano, origina cambios y
transformaciones en las instituciones educativas, a partir de la
reformulación y perfeccionamiento de su labor, para
situarlo a planos superiores desde sus funciones, metas,
objetivos y tareas específicas en el proceso
artístico pedagógico.

Con lo expresado, se contribuye a la educación
cultural de estudiantes y docentes, al mismo tiempo que se
propicia el desarrollo de la OPP del graduado, con la
intención de reafirmar y/o consolidar sus intereses
profesionales.

Como se sabe, los escenarios actuales por los que
transita el IA y los cambios que se operan en los contextos
educativos, son constantes generadas por las transformaciones
educacionales, lo que imprime una singularidad al proceso
educativo, en el que las acciones de una manera u otra limitan y
obstaculizan el accionar cultural, cuando no se tiene en cuenta
el perfil artístico pedagógico del graduado en el
proceso.

Por otra arte, el proceso de OP transita por niveles que
van de lo general, a lo particular y específico, como el
caso de las carreras pedagógicas, sin embargo, el IA por
la función que ejerce como maestro debe ser visto desde
una concepción diferente y con un enfoque artístico
pedagógico acorde con su perfil profesional, para
propiciar un trabajo de OPP de manera que se logre su permanencia
en el sector y en la carrera.

De lo anterior se infiere, que una dirección
acertada entre todos los docentes, directivos y profesionales de
la educación en este proceso de OPP exige un gran reto
para el sistema educativo cubano en correspondencia con las
exigencias actuales, lo que implica no estar ajenos a estos
cambios, que en esencia, generan desarrollo.

Lo expresado, constituyen premisas para la
inserción de este profesional como pedagogo en la esfera
educacional y en la Pedagogía cubana, asumiendo la
necesidad de revitalizar el actual modelo educativo, teniendo en
cuenta lo artístico pedagógico, pues el IA
nació al calor de la Batalla de Ideas y en el marco de la
Tercera Revolución Educacional, vinculado al modelo de la
escuela cubana actual.

Es necesario tener en cuenta, que con la
culminación de estudios del graduado, no finaliza el
proceso de OPP, esto se ha demostrado en investigaciones a nivel
de país, que unido a la experiencia, se infiere la
necesidad de reafirmar los intereses profesionales, lo que
requiere de un sistema de influencias educativas y
artístico pedagógicas para la consolidación
de sus intereses y necesidades profesionales que justifiquen la
permanencia en el sector.

Sin embargo, los estudios sobre el comportamiento de la
OPP se han encauzado siempre hacia el maestro o profesor, pero no
al IA; en el que se ha incursionado poco por lo nuevo de este
profesional (siete años).

En tal sentido investigadores cubanos reconocen
insuficiencias que van en detrimento de este proceso
pedagógico, entre las que se destacan:

  • Falta de compromiso de algunos cuadros, docentes,
    instituciones u organismos u organizaciones.

  • Insuficiente preparación metodológica
    de las actividades y la poca utilización de los
    resultados de investigaciones científicas en esa
    dirección.

  • Las estrategias de trabajo para la OPP deben
    adaptarse a las características, metas y desarrollo
    alcanzado por sus estudiantes.

Por tanto, trabajar en función de la OP y OPP
desde la propia práctica del IA en los escenarios
educativos en que labora como maestro del arte cubano, es punto
de partida para la reafirmación de los intereses
profesionales en el proceso pedagógico de la
OP.

Los autores consideran que el modelo educativo actual no
viabiliza el accionar artístico pedagógico del IA
en los contextos y escenarios escolares, solo se limitan al
trabajo con los talleres de apreciación –
creación o apreciación y creación, en virtud
de su desempeño en las educaciones, o del ámbito
educativo donde labora, la preparación de matutinos,
vespertinos y la ambientación de las instituciones, sin
tener en cuenta su verdadero rol, objetivos, intereses,
motivaciones, metas y tareas específicas, como profesional
y pedagogo del arte cubano.

Actualmente se constatan dificultades que obstaculizan
el proceso cultural del IA en los procesos que se llevan a cabo
para educar a niños, jóvenes y adolescentes, que
afectan sus intereses profesionales, entre ellas:
dicotomías entre organismos e instituciones, entre los que
se encuentran, MINED, Cultura, Unión de Jóvenes
Comunistas y Brigada José Martí y divergencias
entre la teoría y la práctica pedagógica del
IA por diferentes vías: experiencia de los autores en el
proyecto de Instructores de Arte desde su fundación, en
visitas efectuadas a centros educacionales, en conversaciones con
graduados, en observaciones sistemáticas a la
práctica educativa

No obstante con el binomio Profesor e Instructor de
Arte, se pueden diseñar actividades sobre la base de la
concepción y fundamentos del nuevo Modelo escuela que rige
en el Sistema Educacional cubano, y de la experiencia acumulada
en el proceso de Orientación Profesional de investigadores
y pedagogos cubanos, y por supuesto, de la experiencia en el
proyecto de Instructores de Arte.

Actividades concebidas desde la Escuela en el proceso
pedagógico que se da en las diferentes instituciones
escolares para el trabajo con la Orientación Profesional
hacia el Instructor de Arte en la sociedad cubana actual, son
necesarias para los cambios y transformaciones que se operan en
las Educaciones.

Otro aspecto de vital importancia, lo constituye la
motivación profesional del Instructor de Arte, tarea
fundamental de los escenarios educativos para lograr un
profesional con calidad plenamente identificado con su perfil
artístico pedagógica. Esto exige el diseño
de estrategias de intervención que garanticen el
desarrollo de una motivación profesional pedagógica
en los graduados.

A pesar del esfuerzo realizado y de los avances
experimentados se han logrado avances en la labor de los IA en
los escenarios actuales en que transita a raíz de su
constancia y preocupación por lograr formar una cultura
general integral en niños, adolescentes y jóvenes,
entre ellas:

  • Embellecimiento de las instituciones
    docentes

  • Fortalecimiento del trabajo comunitario en el
    entorno donde está enclavada la escuela.

  • Las instituciones docentes se han convertido, aunque
    no todas, en la institución cultural más
    importante de la comunidad.

  • Se ha elevado el nivel de motivación en
    estudiantes y en la comunidad en general.

  • Se han celebrado eventos y se contribuye a la
    creación de grupos culturales en el entorno escolar y
    en la propia institución.

  • Se han desarrollado festivales a diferentes
    instancias, no solo de los Instructores de Arte sino de los
    aficionados al arte.

  • Se han elevado los niveles en la impartición
    de los talleres de apreciación y
    creación.

  • entre otras.

Por tanto, una adecuada Orientación Profesional
Pedagógica de los graduados como Instructores de Arte,
lleva a una sabia decisión en su vida profesional, de
ahí que, todas las estrategias que se busquen sean pocas,
cuando se trata de la generación que tienen en sus manos
el futuro del país.

Por tanto, con actividades que estimulen la necesidad de
reafirmar sus intereses profesionales para contribuir a una
adecuada orientación profesional pedagógica del
graduado, se orienta al sujeto dándole satisfacción
mediante acciones, que permitan incorporase al proceso
pedagógico que se da en la nueva escuela cubana, como un
ente activo.

Las exigencias actuales del desarrollo económico
y social en Cuba requieren elevar la calidad del trabajo unido a
los intereses de los alumnos. Un principio martiano, muy
válido es: "la escuela ha de preparar al hombre para la
vida", pero ella no está sola en este empeño, pues
la familia ofrece los primeros modelos profesionales, la escuela
junto a otras instituciones los desarrolla, los fortalece y los
consolida, de ahí la necesidad de concebir un movimiento
masivo de influencias sobre la Orientación Profesional
hacia las carreras priorizadas del país, en especial,
hacia la de Instructor de Arte.

La escuela se considera la célula fundamental del
Proceso Docente Educativo, donde se desarrolla la
Orientación Profesional Pedagógica y para alcanzar
estos propósitos se debe garantizar un trabajo coherente
que se inicie desde la Educación Primaria, aprovechando
para ello todas la posibilidades que brinda el proceso docente
educativo para trasmitir el amor hacia la profesión con un
sólido trabajo que los lleve a servir en un futuro a la
Revolución incondicionalmente.

La toma de decisiones al elegir esta profesión
para el resto de la vida es importante, pues significa el futuro
de sus aspiraciones, autorealizarse como persona y como ser
social.

Es evidente que, revitalizar y reorganizar el trabajo
con la Orientación Profesional Pedagógica del
Instructor de Arte es necesario, sobre todo adaptarlo a las
condiciones actuales, a las nuevas transformaciones en la
educación, garantizan la atención a la diversidad,
a las diferencias individuales de cada uno de los estudiantes
según sus intereses y necesidades, tanto individuales como
sociales.

Con la labor de los Instructores de Arte se canaliza una
vinculación más directa entre el orientador y el
orientado, aspecto este que ha dado algunos frutos al
país.

Solo desde la Orientación Profesional
Pedagógica y del respeto por la elección de la
carrera se logrará que esta constituya una garantía
para el futuro del adolescente y la escuela. Son las
instituciones escolares las que tienen el encargo social, la que
juega el rol fundamental en este sentido.

Revitalizar el trabajo del Instructor de Arte en el
proceso educativo y cultural cubano es necesario, para adaptarlo
a las condiciones actuales y a las transformaciones en la
educación, lo anterior garantiza que para el futuro la
escuela y la sociedad tengan un gran encargo y un rol destacado
en este sentido.

Romper la barrera que existe en su trabajo, es un
elemento de primer orden en cada uno de los territorios, como
dijera José Martí: " El arte afirma los
pensamientos que expresa, los cuales crecen en el alma, de
tenerlos siempre delante de los ojos es una forma
hermosa.[1]

Conclusiones

En resumen, el Instructor de Arte está vinculado
desde su génesis al contexto histórico social del
momento, asociado a las demandas sociopolíticas respecto a
la masificación de la cultura, que marcaron pautas a lo
largo de la historia de la Educación en Cuba.

El Instructor de Arte, por su formación
especializada, ejerce una función artístico –
pedagógica
, que promueve las manifestaciones
artísticas en escuelas y comunidades apoyándose en
los principios de la educación por el arte, educa
la capacidad de apreciación artística y el gusto
estético de las nuevas generaciones.

Desde lo artístico y lo pedagógico, desde
la relación de ayuda y condiciones de aprendizaje, la
familia y las instituciones culturales del territorio, con plena
convicción e identidad profesional y de acuerdo con las
exigencias del contexto social, aseguran la continuidad de su
labor en la sociedad y en el proceso educativo cubano.

Con estrategias de trabajo, con una dirección
acertada en la Orientación Profesional Pedagógica
hacia el Instructor de Arte graduado, se contribuye al logro de
las metas, objetivos y funciones de este en el seno de la
sociedad cubana, en la reafirmación de sus intereses
profesionales y de su propia identidad.

Bibliografía

  • Castro Ruz, Fidel. (2004). Discurso pronunciado en
    el acto de graduación de los Primeros Instructores de
    Arte. Juventud Rebelde. La Habana.

  • Ceruto Naranjo, Antonio. (2006). Los Talleres de
    creación y apreciación una vía segura
    para la formación vocacional.

  • Colectivo de autores. (2007). Modelo de Escuela
    Secundaria Básica. MINED: La Habana. Cuba.

  • Colectivo de autores. (2009). Seminario Nacional de
    Preparación para el curso escolar 2009 – 2010.
    Pueblo y Educación: La Habana.

  • Corrales Capote, Consuelo, Cruz Ordaz, C. Ismael.
    (2007). La orientación profesional de la familia como
    una alternativa no formal de la educación. (Primera
    Parte). Instituto Superior Pedagógico "Rafael
    María Mendive" de Pinar del Río.
    2007.

  • Martí Pérez, José
    Julián. (1975). Obras Completas, T.7, Ciencias
    Sociales: La Habana. Cuba.

  • Noguera Matos, Juan Luis. (2008). Estrategia
    Educativa para el desarrollo de la motivación
    profesional pedagógica en estudiantes de la carrera de
    Instructores de Arte. Tesis en opción del
    Título Académico de Máster en Ciencias
    de la Educación. Bayamo. Granma.

  • Tamayo Pizarro, Raúl Enrique. (2009). Sistema
    de actividades artístico pedagógicas para
    favorecer la Orientación Profesional Pedagógica
    hacia la carrera de Instructor de Arte en la Educación
    Media Básica. Tesis en opción del Título
    Académico de Máster en Ciencias de la
    Educación. La Habana. Cuba.

 

 

Autor:

MS c. Raúl Enrique Tamayo
Pizarro.

Categoría Docente: Profesor
Auxiliar: UCP ¨Blas Roca Calderío"

Filial Universitaria Pedagógica de
Bayamo. Granma.

MS c. Caridad Fonseca
Aguilar.

Categoría docente:
Instructor.

UCP ¨Blas Roca
Calderío"

Filial Universitaria Pedagógica
Bayamo. Granma.

MS c. Mariana Roblejo
Rego.

Categoría docente:
Instructor.

UCP ¨Blas Roca
Calderío"

Filial Universitaria Pedagógica
Bayamo. Granma.

Lic: René Pedro Castro
González

Categoría docente:
Asistente

Filial Ciencias Médicas Bayamo,
Granma

Universidad de Ciencias Médicas
Celia Sánchez Manduley

Lic: Aleida Aidee Sánchez
Rodriguez

Categoría docente:
Instructor.

Filial Ciencias Médicas Bayamo,
Granma

Universidad de Ciencias Médicas
Celia Sánchez Manduley

[1] Martí José, Obras
Completas, t. 7, pág. 262, párr. 4, lín.
3

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