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Propuestas Metodológicas para el tratamiento a la figura de Celia Sánchez



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Acercamiento a la vida y obra de Celia
    Sánchez Manduley
  4. Reflexiones teóricas sobre los museos y
    su accionar con la escuela en la formación de las
    nuevas generaciones
  5. Propuestas Metodológicas para el
    tratamiento a la figura de Celia Sánchez
    Manduley
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Bibliografía

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Resumen

El estudio de las personalidades y hechos de la
localidad es una necesidad de primer orden, por lo que representa
para el presente y el futuro del país y constituye una
tarea priorizada para la Revolución y, en
específico, para el sector educacional.

La presente investigación "Propuestas
metodológicas para el tratamiento a la figura de Celia
Sánchez Manduley como paradigma en la formación de
las nuevas generaciones" tiene como objetivos: Ofrecer propuestas
metodológicas que contribuyan a un adecuado tratamiento a
esta figura y fortalecer el vínculo museo-escuela mediante
la aplicación de las mismas

Los aspectos esenciales en que centró el
cumplimiento de los objetivos fue un proceso de indagación
y estudio sobre el tratamiento a esta figura por las escuelas del
territorio el cual consideramos que no fortalece el conocimiento
de los elementos esenciales de su vida y obra como ejemplo de
mujer que supo llevar en sí las verdaderas cualidades que
debe poseer un revolucionario de estos tiempos.

El sustento de esta investigación se obtuvo a
partir de la utilización de métodos teóricos
y empíricos los cuales posibilitaron la
interpretación de los datos encontrados y obtener
información sobre nuestro objeto de estudio.

La autora considera que posee una gran utilidad ya que
puede ser aplicada en todas las escuelas del territorio, poniendo
al estudiante en contacto con una de las más importantes
fuentes del conocimiento histórico: la Casa Natal de Celia
Sánchez Manduley, lugar lleno de significaciones
históricas, políticas, morales, culturales y
humanas. Además constituyen estas propuestas una
vía para encaminar el trabajo coherente y
sistemático entre la escuela y el museo en función
de la formación de las nuevas generaciones.

Introducción

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La sociedad contemporánea, coloca ante el ser
humano el inmenso reto de su supervivencia y junto a esto, el de
la defensa y preservación de todo lo creado durante
milenios. De ahí, la necesidad de conjugar el
análisis científico con una concepción
humana, como condición necesaria del perfeccionamiento del
proceso de formación de las nuevas generaciones que
desempeñarán un papel fundamental en el desarrollo
futuro de la humanidad.

Asumir el reto desde Cuba exige tener en cuenta la
historia de la formación y desarrollo de la nación
cubana. Nuestra historia recoge en páginas inolvidables
hechos y hazañas, acciones y desiciones, combates y
batallas, encuentros y despedidas, en los que se fue delineando
unas veces, de forma violenta y otras, tal vez, más
serenamente, la nueva realidad, cuya propia existencia se
constituía en un desafío.

En el decurso de la sociedad cubana actual, cobra gran
significación, entonces, la búsqueda de resortes
que conviertan a la juventud, a la hombre del presente futuro, en
celoso defensor de lo ya alcanzado, en honesto transformador por
lo aún irrealizado, en consciente constructor de una
sociedad más humana.

Es por ello, que entre los retos que hoy tiene ante
sí la humanidad, está la posibilidad de transformar
al mundo para hacerlo más humano. De ahí, que es
necesario que las nuevas generaciones se forjen desde el presente
como creadores de una sociedad donde la solidaridad, el amor, la
justicia, la dignidad alienten su accionar. Ellos serán
los verdaderos protagonistas de la consolidación de la
obra revolucionaria, fundada en los más altos valores
alcanzados con la contribución de muchas generaciones de
cubanos.

En este sentido, nuestro Comandante en Jefe,
caracterizado por una riqueza en su proyección
ética que nos lleva a la idea del Hombre Nuevo del que nos
hablara el Che, expresó:

"(…) estudiar la historia y estudiarla a
fondo es quizás el único instrumento más
extraordinario de que dispongamos para trasmitir valores,
sentimientos patrióticos, sentimientos revolucionarios,
sentimientos heroicos.

Necesitamos ejemplos, necesitamos paradigmas, y en
nuestra historia tenemos un caudal inagotable de
valores."

Lo expuesto anteriormente permite comprender el alto
potencial formativo humanista que posee la Historia de la Patria,
brindando infinitas posibilidades de incalculable valor para la
formación de las nuevas generaciones. Además,
refuerza el potencial político e ideológico de esta
ciencia y su contribución a la formación de la
personalidad comunista, lo cual le viene dado entre otros
factores, por el estudio de las tradiciones patrióticas de
nuestro pueblo, los valores de nuestras más relevantes
personalidades, la continuidad de nuestros procesos de lucha por
la independencia, hasta llegar a la Revolución
socialista.

Enseñar Historia, si de contribución al
mejoramiento humano se trata, es situar precisamente la esencia
humana de esta disciplina en el centro de nuestro quehacer.
Porque la historia la hacen los hombres inmersos en sus
relaciones económicas y sociales con sus ideas, anhelos,
sufrimientos, luchas; con sus valores morales, sus defectos, sus
contradicciones, sus triunfos, sus reveses, sus sueños. La
historia es el registro de la larga memoria de la
humanidad.

Lo señalado implica comprender, que hoy como
nunca antes, se hace imprescindible transmitir las más
diversas formas de la cultura que ha sido capaz de crear y
preservar el hombre a través de los siglos, aspecto en el
cual, se considera, desempeñan un papel de extraordinaria
importancia los museos y las instituciones culturales de forma
general. De ahí que es esencial realizar un acercamiento a
las raíces de nuestra nación, tomando como punto de
referencia el estudio de relevantes figuras históricas que
con su accionar se convierten en posibles metas a alcanzar al
promover un estilo de pensamiento y actuación en
función de la transformación de la
realidad.

En este sentido se destaca el trabajo que viene
realizando el Museo Casa Natal de Celia Sánchez
Manduley
en la formación de las jóvenes
generaciones, partiendo del estudio de esta gran mujer que supo
llevar en sí las cualidades que debe caracterizar a un
verdadero revolucionario de estos tiempos. Y es, que cuando
hablamos de ella tenemos que hacerlo en presente, porque su
principal contribución a la Revolución es su
presencia. Fue alma y sensibilidad del pueblo, combatiente y
luchadora ejemplar. Con su ejemplo de sencillez, austeridad y
entrega contribuyó como nadie al desarrollo de una
conciencia y una forma de vivir y actuar para las nuevas
generaciones. Defendió extraordinarios valores que
serán siempre un legado para los jóvenes a quienes
les corresponde la histórica misión de lograr la
continuidad de nuestro proceso revolucionario.

Son estas las razones, entre muchas otras, las que
motivan y alientan al equipo técnico de la Casa Natal de
Celia Sánchez Manduley, a concebir diversas acciones
culturales dirigidas a fomentar un ambiente educativo, a partir
del estudio de esta figura, que sirva de base para el cultivo de
valores como la honestidad, la honradez, la solidaridad, la
responsabilidad, entre otros, en medio de este complejo y
contradictorio presente. Entonces, nuestro trabajo está
encaminado al desarrollo de una personalidad en la que se integre
lo racional y lo emocional, lo cognitivo y lo afectivo, como
expresión de la unidad de la inteligencia con los
más nobles sentimientos humanos sobre una amplia cultura
que le de instrumentos necesarios para desarrollarse. Este es
nuestro gran desafío.

Sólo así estaremos en condiciones de
buscar solución a una problemática detectada: el
insuficiente tratamiento metodológico a la figura de Celia
Sánchez Manduley por las escuelas del territorio como
personalidad relevante de la historia local, lo cual se aprecia
en el poco conocimiento de esta figura por los estudiantes del
municipio

Partiendo de los análisis realizados en la
investigación se plantean como objetivos:

-Ofrecer propuestas metodológicas que contribuya
a un adecuado tratamiento a la figura de Celia Sánchez
Manduley como paradigma en la formación de las nuevas
generaciones.

– Fortalecer el vínculo museo-escuela mediante la
aplicación de estas propuestas
metodológicas.

El problema científico reside en:
¿Cómo contribuir a un adecuado tratamiento de la
figura de Celia Sánchez Manduley por las escuelas del
territorio, como paradigma en la formación de valores en
las nuevas generaciones?

Se utilizaron como métodos teóricos en la
realización de la investigación los
siguientes:

  • Histórico-lógico, análisis
    síntesis e inductivo-deductivo. Los mismos
    posibilitaron la interpretación de los datos
    encontrados, nos permitieron explicar la trayectoria real de
    los fenómenos y acontecimientos en el decursar de su
    historia, profundizando en las relaciones esenciales y las
    cualidades fundamentales de estos procesos.

Como métodos empíricos se encuentran los
siguientes:

  • Observación científica, la entrevista
    y la revisión documental: se utilizaron para obtener
    información sobre nuestro objeto de estudio, constatar
    las opiniones y criterios de los profesores relacionados con
    la aceptación y la satisfacción por las
    actividades desarrolladas y la contribución a la
    formación de las nuevas generaciones. La
    Revisión de documentos se utilizó en el
    análisis de programas, orientaciones
    metodológicas, para apreciar las orientaciones sobre
    el tratamiento a esta figura histórica, así
    como las características psicopedagógicas de
    los estudiantes.

Es importante destacar que no se cuenta en la
institución ni en el municipio con otras investigaciones
relacionadas con esta temática, pero la necesidad actual
de buscar soluciones coherentes entre la escuela y el museo en el
tratamiento a la figura de Celia constituye hoy una prioridad
para todos. De ahí que se realizaran consultas
bibliográficas de destacados autores entre los que se
destacan: Horacio Díaz Pendás, Esther Báxter
Pérez, Mercedes López López, entre otros,
así como la revisión de Programas y Orientaciones
Metodológicas, fundamentalmente, de sexto
grado.

Las propuestas metodológicas ofrecidas en la
investigación tienen una gran aplicación
práctica no sólo para el museo, sino para el sector
educacional potenciando el trabajo con la historia local,
explotándose las mismas en actividades extraclases,
ponencias

investigativas, preparación de matutinos,
paneles, etc. Además, fortalece el accionar coherente
entre la escuela y el museo en función de la
formación de las nuevas generaciones.

La novedad científica reside en el estudio y
concepción de propuestas metodológicas encaminadas
a lograr un trabajo unificado entre el museo y la escuela en el
tratamiento a una figura relevante de la historia local, lo que
es hoy una prioridad para el sector educacional, pues contribuye
a desarrollar en la joven generación elementos positivos
de la personalidad preemitiéndoles asumir una vida
responsable ante el presente y complejo panorama a nivel nacional
e internacional. Además, fomenta el logro de la
formación humanista dirigidas a la integralidad del
conocimiento, al cultivo de la sensibilidad y al desarrollo de un
estilo de pensamiento y actuación en función de la
transformación de la realidad.

Desarrollo

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Capítulo 1

Acercamiento a la
vida y obra de Celia Sánchez Manduley

El pensamiento de las personalidades históricas
está estrechamente vinculado a las actividades, acciones
que ellas realizaron y defendieron. Un ejemplo de ello lo
constituye Celia Sánchez Manduley.

Nació el 9 de mayo de 1920 en el poblado de
Pueblo Nuevo, Media Luna, lugar escogido por el Dr. Manuel
Sánchez Silveira y Acacia Manduley Alsina para establecer
su hogar.

El 16 de octubre de ese mismo año, sería
inscrita en el Registro Civil del Juzgado Municipal de Vicana
bajo los nombres de Celia Esther de los Desamparados, escogido
este tercer nombre, sin duda, por haber nacido al día
siguiente de la fiesta religiosa de Nuestra Señora de los
Desamparados.

El contexto histórico en que vio la luz Celia era
algo que ya anunciaba su propia personalidad: la bien llamada
"década del despertar de la conciencia
nacional".

Se desarrolló en un contexto de dicha infantil en
el que tuvo extraordinaria importancia la formación
familiar que recibió exenta de dogmatismos- religiosos o
de cualquier otra índole-, de convencionalismos,
prejuicios y rigideces, y en la que tuvo mucho que ver la
personalidad de su padre, hombre de ideas liberales avanzadas,
benefactor social que amó profundamente a su
patria.

Entre los rasgos más sobresalientes de su
personalidad, característicos desde la infancia, se
encuentran su reconocido valor personal y el amor hacia los
más humildes. La formación familiar y el medio en
que nació y vivió hasta bien entrada en la
adolescencia, fueron terreno propicio para el cultivo de la que
quizás fue su cualidad más hermosa. Sus padres
establecieron su hogar en un barrio de trabajadores humildes,
decisión de trascendental importancia en la
formación de los sentimientos y la visión de Celia
acerca de la igualdad de los hombres. Pueblo Nuevo y su ambiente
fueron, sin duda, formidable escuela para la futura
revolucionaria

A Celia hay que situarla como genuina
representación popular de la etapa en que Fidel y nuestro
pueblo cambiaron el curso de la historia de América y
ayudaron de modo decisivo a la transformación
revolucionaria del mundo.

Para medir quien fue Celia baste subrayar que
será imposible escribir la historia de Fidel Castro, sin
reflejar a la vez la viada revolucionaria de Celia Sánchez
Manduley.

Desde el momento mismo del desembarco del Granma hasta
el mismo instante de su muerte, su trabajo junto a Fidel es uno
de los hechos más tiernos, humanos, hermosos y
revolucionarios de toda la historia de Cuba. Fue ejemplo de
lealtad política e ideológica
insuperable.

Excepcional combatiente revolucionaria, considerada un
valioso puntal del movimiento 26-7, con grandes dotes
organizativas y una gran capacidad ejecutiva que la fue
convirtiendo en el principal enlace entre la Sierra y el
Llano.

A su valor personal se unía la sencillez, la
modestia y una exquisita delicadeza femenina.

La labor organizativa realizada en zonas de Manzanillo,
Pilón y Niquero antes del desembarco, la vasta red
clandestina que allí había, unidas al trabajo
exitoso que condujo a la operación de llevar a la Sierra
un destacamento armado, son tres hitos importantes por los que
empezó a entrar con personalidad propia en la historia de
la Revolución.

En el ejemplo de su conducta y en el conocimiento cabal
de sus virtudes, está una de las mejores enseñanzas
de que hoy disponemos para superar nuestras debilidades y
enfrentar nuestras responsabilidades que tenemos como
revolucionarios.

En su carácter se integraron la energía,
la alegría de vivir, el cariño, el afecto con la
más rigurosa exigencia en los principios y el trabajo
revolucionario. También era una creadora, en aras de
construir, de hacer una obra de beneficio colectivo para dejar
una huella duradera de la historia. A su sentido humano y a su
sencillez se unía un sentido de lo hermoso, exaltando la
belleza cubana.

Apasionada a la historia. Organizó un gran
archivo histórico donde se conservan valerosos documentos
de la Revolución y de Fidel. Así las nuevas
generaciones dispondrán de una amplísima
documentación acerca de nuestra identidad.

Defensora apasionada del papel de la mujer en la
construcción del socialismo, impulsora de las
legislaciones de seguridad social para la mujer trabajadora
así como su incorporación al estudio, al trabajo y
la defensa del país.

Sentía la lucha de liberación nacional de
América Latina y el Caribe como algo muy íntimo.
Sufría con la miseria de otros pueblos y con los
atropellos que el imperialismo cometía en cualquier
área del mundo: para sus sentimientos revolucionarios no
había fronteras

Esa fue Celia, grande en su abnegación heroica,
en su lealtad incondicional al líder de la
Revolución, en su identificación con el pueblo, en
su amor a la Patria; pero grande sobre cualquier otra virtud en
su Modestia y Sencillez.

Recordarla significa abrirnos el corazón y
mostrar un pedazo de la historia que es parte viva y sentida de
cada hombre y mujer del pueblo. La huella que ha dejado entre
nosotros no se podrá borrar jamás.

Ella nos da fuerza, nos alienta y nos impulsa en estos
momentos difíciles que vive Cuba, América y el
mundo.

Por las razones expuestas anteriormente, podemos afirmar
que si la personalidad de un joven cubano debe contener los
valores más auténticos de la cubanía, la
conciencia y la cultura nacional, donde la historia, las
tradiciones patrióticas y el amor a la Patria ocupen un
lugar significativo, entonces no podemos cejar en el
empeño de profundizar en el estudio de la vida y obra de
Celia Sánchez Manduley.

Celia en la
Educación.

La autora del presente trabajo ha querido hacer una
valoración aparte de la labor de Celia en la
Educación, por ser ésta una de las esferas en que
más contribuyó y en la que hoy se necesita
proyectar una acción más coherente para el
tratamiento a su figura por el legado tan imperecedero que nos
dejó.

Celia fue un pilar importante en la organización,
desarrollo y consolidación de los planes educacionales
cada vez más vastos y ambiciosos de la
Revolución.

Lo que nación con los primeros niños
traídos a Cojímar, se convirtió al final en
las escuelas en el campo, las escuelas vocacionales, los centros
tecnológicos, las escuelas formadoras de maestros, la
universalización de la enseñanza, las becas
universitarias, la educación de adultos y el inicio de la
batalla por el sexto grado.

Desde los primeros días después del
triunfo de la revolución niños procedentes de la
Sierra-hijos o familiares de mártires y colaboradores del
Ejército Rebelde- son traídos a estudiar a La Haban
por Celia. Allí comienzan a recibir educación y
atención médica. Celia los atiende directamente y
los fines de semana los lleva para su apartamento de la calle 11
en el Vedado. Les inculcó rectitud y disciplina,
veló por sus estudios, estuvo al tanto de sus
calificaciones y la promoción al fin de curso. Hoy muchos
han terminado estudios universitarios o técnicos, pero
todos siguen guardando el cálido recuerdo de aquella en
quien tuvieron una segunda madre, a la que quisieron como tal y
que los quiso como hijos.

Celia trajo también un grupo de niñas de
la Sierra a estudiar y vivir en La Habana. Al igual que los
varones fueron encaminando sus vidas, casi todas alcanzaron
títulos universitarios y algunas trabajan en diversas
dependencias del Consejo de Estado.

Como parte de los planes de desarrollo social da le
Ciénaga de Zapata, por iniciativa de Fidel inicia en 1960
un plan de becas para niños cienagueros del que se hace
cargo Celia. Estos se instalan en viviendas que pertenecieron a
burgueses y ladrones del tesoro público que habían
abandonado el país al triunfo de la Revolución. La
presencia de Fidel y Celia fue frecuente en los primeros tiempos,
pues una de las principales preocupaciones era la
adaptación de ellos a las condiciones de la ciudad. De la
Ciénaga también vinieron muchos muchachos muchachas
a capacitarse en gastronomía, peluquería,
mecánica y muchos otros oficios. Celia fue la encargada de
atender directamente las necesidades de los
jóvenes.

Junto con estos y otros planes iniciales de becarios,
trabajó Celia intensamente en los preparativos de la
Campaña de Alfabetización, en su desarrollo y
culminación en 1961.

Otra de sus tareas fue la organización,
creación de condiciones y atención al plan surgido
por Fidel de becar en La habana a 20 mil hijos de campesinos y
obreros agrícolas de las zonas más apartadas del
país. Esto niños fueron conocidos como los
"mayitos", alojados en antiguas residencias burguesas del reparto
de Miramar.

En todos estos planes estaba presente la
preocupación de Celia. Brindó atención al
desarrollo educacional no sólo porque se trataba de una de
las prioridades de la revolución, sino también
porque esa atención era consecuencia y reflejo de una de
los rasgos más evidentes de su personalidad: su amor por
los niños y su interés por los
jóvenes.

Para Celia no había mayor regocijo que conversar
con un niño o estar rodeados de ellos. En sus encuentros
con ellos se podía percibir fácilmente el caudal de
ternura y cariño que era capaz de prodigarles.

Uno de los momentos más emocionantes de su vida,
fue el día que la Organización de Pioneros le
entregó el carné que la acreditaba como su
Presidenta de Honor, por ser una de las más ardientes
impulsoras del desarrollo de la misma.

No menor era la atención que dedicaba a la
juventud. Solía decir que la medida de la
Revolución estaba en sus jóvenes. De ahí el
afán pro estar muy la tanto de sus proyecciones, gusto,
intereses y preocupaciones. También salía al paso
enérgica ante cualquier manifestación de
deformación o extravagancia, era muy cuidadosa en el
análisis de las posibles deficiencias en el trabajo
político e ideológico que pudieron haber
contribuido a ella.

Una vez referidos estos aspectos que nos demuestran la
dimensión de la personalidad de Celia es necesario
preguntarse: ¿Qué nos toca hacer en estos momentos
tan difíciles que vive la Patria y el mundo para
conquistar un mundo mejor y posible? La respuesta no puede ser
otra: estudiar la vida y la obra de quien tanto dio y se
entregó incondicionalmente por esta Revolución, con
todos y para el bien de todos.

Capítulo: 2

Reflexiones
teóricas sobre los museos y su accionar con la escuela en
la formación de las nuevas generaciones

Para concebir las propuestas
metodológicas de las actividades, es necesario reflexionar
sobre algunos aspectos relacionados con el concepto de museo y
sus peculiaridades:

En el Diccionario Larousse se define como museo a un
"lugar en que guardan los objetos de las ciencias o las artes".
Pero el museo no es una "pecera" donde se conservan objetos
relevantes o interesantes, sino que es un vehículo
estimable para la formación científica –
materialista de las masas y, entre dichas razones la indiscutible
misión histórica de lograr la conjugación de
elementos que propaguen los valores de la cultura material y
espiritual, a través de la imagen y su análisis e
interpretación, desempeñándose como centro
colector, conservador, investigador, organizador y explotador de
los bienes culturales.

Esta misión histórica va en paralelo con
el concepto de museo que da el ICOM:"Institución
permanente sin fines lucrativos al servicio de la sociedad y de
su desarrollo, abierta al público. Realiza búsqueda
relativa a los testimonios materiales del hombre y los expone
sobre todo para fines de estudio, educación y cultura.
Siendo así los museólogos no deben ofrecer a
nuestros estudiantes y público en general una muestra
superficial de imágenes, símbolos y textos, pues el
museo de historia no debe verse simplemente como un
almacén abierto de cosas llamativas por sus rasgos
exteriores, pues la exterioridad por sí misma carece de
valor para el conocimiento de las huellas del pasado y de su
herencia. Esa exterioridad es más bien por donde penetra
la puerta hacia la esencia del contenido histórico, por
eso en buena medida un mundo poblado no tanto de objetos
históricos como de significaciones históricas,
políticas, morales (…), en esencia,
humanas.

Los museos, incluidos entre las instituciones que tienen
definido el perfil de trabajo como centros de educación
permanentes, a los que debe promoverse un público
heterogéneo que comprenda niños, jóvenes y
adultos con la finalidad de darles a conocer y apreciar los
valores que se conservan y exponen, poseen características
excepcionales para desarrollar actividades colaterales que
promuevan la afluencia de público, a través de los
focos de animación cultural. Por las razones expuestas,
los museos deben llevar a cabo actividades con el fin de lograr
una optima calidad y organización, animadas de forma
ligera y fluida que mantenga el interés del
público, incorporando charlas, conferencias, juegos sobre
tópicos relacionados con su contenido.

La función de un museo es la de investigar,
conservar, presentar y, sobre todo, formar y educar. Es un
vehículo para la formación científico
materialista de las nuevas generaciones. Ellos constituyen ese
fundamento de riquezas materiales y espirituales que nos
identifican como grupo o sistema social, como nación y
como cultura, y que a su vez forman parte del patrimonio
mundial.

Los museos son instituciones culturales, dentro de los
cuales existen diversas líneas de trabajo. En el caso de
la línea de carácter educativo, contribuyen
considerablemente a que nuestros niños, adolescentes y
jóvenes se adentren en el conocimiento de nuestra
historia.

En este tipo de institución se pueden apreciar
fotos, objetos, piezas, documentos, los que deberán estar
dispuestos de manera que estimule al observador al
análisis de estos y de esta forma se apropie del
conocimiento, comprendiendo con ello lo útil que ha sido
su visita en la elevación del nivel cultural.

Los testimonios materiales del museo permitirán
una mejor apropiación y consolidación de los
contenidos por parte del alumno. También
facilitarán su actividad creadora a la vez que aumente su
sensibilidad hacia aquellas situaciones que a través de la
historia el hombre ha enfrentado y dado solución con su
inteligencia y arrojo, haciendo de esta forma que el proceso
educativo sea cada vez más consciente, objetivo y
completo, permitiendo, por tanto, la identificación con
nuestro patrimonio nacional y el actuar responsable en
función del desarrollo de nuestro país.

El Museo es fuente de enseñanza y punto de
partida de investigaciones no sólo vinculadas al objeto
mismo o a un determinado período histórico, sino
que posee un carácter mucho más amplio. Al museo
acuden estudiantes de las disímiles especialidades y
niveles de enseñanza que se nutren de su
información para realizar estudios de diversa
naturaleza.

Las colecciones de los museos son como
fuentes primarias de conocimiento, un vehículo
idóneo e insustituible para la investigación.
También en su papel educativo y pedagógico se ha
trabajado en la investigación vinculada al museo,
así como en otros aspectos psicológicos
sociológicos, como el análisis y comportamiento del
público visitante.Entre las normativas de los museos en la
actualidad ocupa un significativo papel el de ser
partícipe del desarrollo cultural que han de adquirir los
miembros de la comunidad, espacio en el cual han de
desempeñar una adecuada función integradora,
trazando estrategias que le permitan hacer extensivas sus
muestras a toda la comunidad, potenciando con ello un proceso de
animación sociocultural que estimule la creación y
participación de los miembros de la sociedad en las
más diversas formas culturales que forman parte de su
patrimonio cultural. Una de las vías para el
cumplimiento de la función educativa de los museos se
manifiesta a través de la exposición donde juega un
papel importante el museólogo que incide en la
ampliación de los conocimientos. El técnico de
Museo a través de las visitas explica el contenido de las
salas de exposiciones haciendo énfasis en los elementos de
mayor significación y resalta las piezas que por su
relevancia necesitan de una explicación más amplia
y detallada resaltando sus valores históricos,
científicos o culturales.

Los museos ponen al servicio de la sociedad
y su desarrollo toda la labor científica que realizan,
colaborando en estrecha relación con las instituciones
educacionales analizando las posibilidades de utilización
para la introducción, motivación, afirmación
y aplicación de nuevos conocimientos en los planes de
estudio. También brinda apoyo a las instituciones
culturales del país para alcanzar grados superiores en el
nivel científico, técnico y cultural de nuestros
pobladores.En los museos se organizan diferentes actividades
culturales como centro educacional. Conocemos que aún no
explotamos todas las potencialidades que tienen los museos en
Cuba, además, porque es esta una vía para que el
alumno se vaya incentivando de manera personal hacia otros
aspectos que dentro él nunca antes habían cautivado
su atención y que tanta importancia revisten para su
formación.

En la enseñanza de la historia y, en especial, en
el estudio de relevantes figuras desempeñan un importante
papel que no es desconocido para nadie, pues él contribuye
a la comprensión del contenido histórico y
cultural. Sin embargo, la utilización de esta forma de
organización aún no se ha convertido en algo
sistemático en la escuela cubana.

A la escuela le corresponde el papel protagónico:
de desarrollar el trabajo educativo en función de la
comunidad y sus instituciones, incluyendo el museo que, mediante
la realización de sus actividades contribuye a la
formación de valores, ideales y normas de conducta. La
escuela y el museo forman parte de un armónico sistema de
influencias pedagógicas-culturales.

Los profesionales de la educación cubana desde el
sistema de enseñanza , han de aprovechar todas las
potencialidades que estos ofrecen, con el propósito de
hacer un profundo trabajo educativo y de instrucción en
sus estudiantes desde las edades más tempranas,
contribuyendo así a la formación de las nuevas
generaciones como personas desarrolladas en todas sus
potencialidades, poseedoras de una vasta cultura, que le permita
enfrentar los retos que tienen ante sí, para lo cual se
hace necesario propiciar la participación masiva,
sistemática y protagónica, de niños,
adolescentes y jóvenes, en un amplio y variado movimiento
cultural con sentido estético y ético, lo que
posibilitará lograr de manera eficiente la
formación de una cultura general integral en los educandos
como máxima aspiración de la sociedad socialista,
potenciando el vínculo escuela-instituciones, para
propiciar el acercamiento de los estudiantes a nuestros valores
patrimoniales más autóctonos a partir del
conocimiento histórico cultural y los elementos que nos
identifican como nación.Es importante destacar que el
resultado del aprendizaje del conocimiento histórico, con
el auxilio de los museos, traducirá las ideas que
intuitivamente se adquieren en valores educativos, que modifiquen
y mejoren a los educandos. Existe aquí una
intención formativa cuando se refiere a provocar vivencias
que sean productoras de ideas, que dejen huellas, que favorezcan
el juicio histórico y no se limite a la simple
memorización.

El museo es el escenario cultural idóneo para
enseñar a observar, a descubrir, a "leer" en los mudos
testigos del pasado.

Al respecto, expresó nuestro Héroe
Nacional: "Ya las Exposiciones no son lugares de paseo. Son
avisos: son lecciones enormes y silenciosas: son
escuelas.

Pueblo que nada ve en ellas que aprender, no lleva
camino de pueblo"

En este pensamiento martiano se refuerza la idea que es
necesario el conocimiento de la historia, de sus valores y sus
raíces. ¿Qué sería de nuestro pueblo
y, en especial de las nuevas generaciones, sino estudiaran,
conocieran y defendieran los principios y las convicciones por
las que lucharon muchas generaciones de cubanos? La realidad que
vivimos exige nuevos retos para formar al hombre del hoy sin
olvidar el mañana, siempre partiendo del origen y
desarrollo de nuestra nación cubana, poseedora de un
genuino código de valores que identifican lo mejor de la
vida, la historia, y las tradiciones
patrióticas.

Es por ello que el Museo Casa Natal de Celia
Sánchez Manduley tiene dentro de sus prioridades de
trabajo, realizar una labor sistemática, coherente,
participativa y dinámica para contribuir a la
formación de las nuevas generaciones, teniendo en cuenta
que éstos deben contener los valores más
auténticos de la cubanía, la conciencia y la
cultura nacional, donde la historia, las tradiciones
patrióticas y el amor a la Patria ocupen un lugar
significativo.

Todo intento de focalizar este proceso de
formación de las nuevas generaciones en nuestro quehacer,
requiere penetrar en el mundo interior del sujeto que se educa,
trabajar y desarrollar sentimientos de identidad y pertenencia
con el medio que les rodea, aprender a defender lo que es suyo y
les pertenece.

En este sentido, se hace necesario reflexionar sobre
algunos elementos esenciales relacionados con este proceso el
cual tiene como objeto la formación integral y
armónica de la personalidad, en esta integralidad se tiene
en cuenta el lugar central y el papel que desempeñan los
valores en este proceso formativo, al que por su complejidad se
le debe prestar una atención especial y un tratamiento
intencional, con la precisión de los métodos,
procedimientos, vías, medios, entre otros que se
requieren

José Martí: "La exposición de
Boston", La América, New York,agosto de
1883,O.C.,t.8,p.351

Este proceso se desarrolla atendiendo a determinados
presupuestos:

Históricos-Culturales: tienen como fundamento la
historia de la nación cubana. Además, refieren a la
cultura a la que pertenece, las tradiciones, las
costumbres.

Contextuales: Comprenden el momento histórico-
concreto que se vive.

Individuales: refieren a la trayectoria como ser humano,
lo que le aportó la familia.

Es importante en el mismo atender a sus
componentes:

  • El cognoscitivo: que comprende todo lo referido al
    conocimiento, experiencias, creencias, pensamientos y dominio
    consciente que el sujeto tiene del objeto o situación
    de la realidad. Es el componente informativo. Para ello es
    necesario lograr una comunicación lo suficientemente
    efectiva y afectiva para una comprensión clara y
    asequible.

  • El afectivo-emocional: implica el sentimiento como
    motor impulsor de la acción. Representa la
    satisfacción, emoción, preferencia que influyen
    en la valoración realizada por el sujeto acerca de un
    objeto con el que interactúa.

* Componente conativo: es la manifestación
externa, práctica y observable en actuaciones del
sujeto.

Los métodos que contribuyen a la formación
de valores son inherentes al quehacer de las funciones
socializadoras, tanto de la familia, como la escuela y la
comunidad. Estos métodos inciden de forma
simultánea en la actuación, en las vivencias,
experiencias, así como en el elemento más interno
del sujeto, en el plano racional y en lo emocional o esfera de
los sentimientos.

Estos métodos ubican en el centro de su
atención al ser humano, a partir de que el sujeto descubra
y haga suyas determinadas exigencias histórica-sociales de
su contexto macrosocial o de su micromedio más particular,
donde incluye el seno familiar, la escuela y la comunidad, por
medio de los cuales se abre una visión más general
hacia el sentido de la nacionalidad, la Patria, la humanidad, el
mundo y el universo,y su lugar en relación con todo ello,
contribuyendo a la formación de valores

Dentro de estos métodos se encuentran:

  • La observación sistemática de
    actitudes y comportamientos.

  • La comunicación persuasiva, dialógica,
    de explicación, comprensión, reflexión
    valorativa.

  • Promover un conocimiento activo, participativo,
    aplicativo, con creatividad, independencia y vínculo
    con la realidad.

  • La exhortación a las acciones positivas,
    transformadoras según el deber ser de cada
    situación de comportamiento y compromiso.

  • El estímulo y reconocimiento ante cada
    avance.

  • Tratamiento a la motivación por aprender
    nuevos conocimientos.

La autora del trabajo coincide plenamente con lo
expresado en el Octavo Seminario Nacional para educadores cuando
se plantea que los valores que se consideran fundamentales en la
actualidad y que como todos requieren para su formación un
tratamiento coherente e integrado son: dignidad, patriotismo,
solidaridad, responsabilidad, humanismo, laboriosidad, honradez,
honestidad y justicia. Esto no quiere decir que se abandone la
influencia educativa sobre otros valores que se corresponden con
nuestra ideología.

Refiere además, que es necesario que las
instituciones educativas de la comunidad fortalezcan y extiendan
las actuales experiencias que eleven el papel protagónico
de los niños, adolescentes y jóvenes. Aquí
juega un rol esencial los museos, cargados de significaciones
históricas, políticas, morales, en esencia humanas.
Cada sala o vitrina es un mundo lleno de significaciones.
¿ Qué niño olvidará una
lección de Celia si se le muestra la sala que vio nacer a
esta gran mujer o el primer escenario de sus juegos infantiles?
¿Qué huella dejará en él su Carabina
M-1 con la que tuvo el mérito histórico de ser la
primera mujer que empuñó un fusil en la Sierra
Maestra, o sentirla narrando con voz propia la historia cuando
fue detenida en Campechuela? Son estos algunos elementos donde
podrán apreciar que en el ejemplo de su conducta y en el
conocimiento cabal de sus virtudes como combatiente del Llano,
como guerrillera de las montañas, como símbolo de
valor, constancia, abnegación, laboriosidad, sentido
humano unido a su modestia y sencillez tenemos una de las mejores
enseñanzas para superar nuestras debilidades y enfrentar
nuestras responsabilidades como revolucionarios.

Para lograr lo anterior, como plantea Horacio
Díaz Pendás, se debe contar esta historia con
hermosura y sentimiento, porque historia que no cuenta es como un
canto que no canta. Es necesario lograr una gran influencia
emocional, estremeciendo la fibra más íntima de los
estudiantes si se quiere influir en su formación humana,
espiritual, patriótica y revolucionaria.

Por todo lo expuesto anteriormente, nuestra labor no
puede estar dirigida sólo a los conocimientos, sino que
estos tienen que ir acompañados de elementos que hagan
sentir amor y satisfacción en lo que aprenden y por lo que
aprenden. Es prepararlos en el "saber hacer y el "saber ser" al
dotarlos de herramientas necesarias para que puedan interactuar
con el momento histórico en que le ha tocado vivir y
sentir satisfacción y alegría como individualidad,
como sujeto protagónico del escenario histórico en
que desarrolle su vida.

Capítulo: 3

Propuestas
Metodológicas para el tratamiento a la figura de Celia
Sánchez Manduley

Las reflexiones realizadas en el capítulo
anterior sirven de base para la elaboración de las
propuestas metodológicas así como la consulta a
diversas bibliografías de destacados autores entre el que
se destaca Horacio Díaz Pendás, donde plantea en su
libro "El museo: vía para la enseñanza de la
historia" algunas alternativas metodológicas para el uso
del museo en la enseñanza de esta ciencia. La autora las
considera muy importantes para darle cumplimiento a los objetivos
propuestos en esta investigación, pues a través de
ellas se confeccionaron las propuestas
metodológicas.

Partiendo del criterio de este destacado profesor de que
las alternativas de trabajo con el museo pueden ser diversas son
estas propuestas muy interesantes, pues contribuyen al logro de
un trabajo coherente entre la escuela y el museo en el
tratamiento de los contenidos históricos así como
en el estudio de relevantes personalidades. Además le
aportan un gran beneficio a los estudiantes en la
apropiación de estos contenidos permitiéndoles
participar de manera creativa y dinámica en la
elaboración y consolidación de los
contenidos.

También se toma como base los elementos plasmados
en las Orientaciones Metodológicas de sexto grado cuando
se refieren al tratamiento de esta figura:

Es conveniente que el maestro varíe los
procedimientos para presentar las
personalidades…

La riqueza de información en los hechos y
personalidades pondrá de manifiesto las cualidades del
patriotismo, el amor a la Patria, el sacrifico que implicaba
luchar por ella en aquellas circunstancias.

Partes: 1, 2

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