San Antonio: zona arqueológica

San Antonio: zona
arqueológica

San Antonio es un anexo del distrito de Yarabamba,
formado allá por la década de los sesenta con
pobladores de Sogay. A consecuencia de un gran aluvión
ocurrido en este anexo, su población se vio obligada a
organizarse y comprar los terrenos que actualmente ocupa. La gran
mayoría de la actual población es descendiente de
los antiguos pobladores de este bello y tradicional anexo de
Sogay, quedando muy pocos migrantes de aquella época.

Anexo de San Antonio: zona
arqueológica importante

Una zona poco estudiada de este anexo (S. Antonio) es la
parte alta y los terrenos entre las quebradas de la Zorra,
Hualhuayo y de la Aguada Vieja; terrenos que albergan gran
cantidad de evidencias arqueológicas. Una multitud de
grabados en piedras que aún permanecen ignorados, sin
conocerse.

TRIDIGITOS EN LOS GRABADOS: Posible
presencia de Ñandús en la zona (Alto San
Antonio)

Son escasos los reportes y estudios que versan la
trascendencia de estas zonas. Son lugares arqueológicos
multicomponente, es decir constituidos por variadas
evidencias culturales, y esto es un aspecto de la naturaleza de
los sitios arqueológicos peruanos que debemos destacar. Es
muy probable que no exista en el Perú un sitio con arte
rupestre que se encuentre aislado de un contexto complejo de
asociación arqueológica, lo que quiere decir que
siempre existen otros materiales culturales vinculados al arte
rupestre o viceversa.

Una de las figuras más
importantes de esta zona. (Alto San Antonio)

En la revista "Bodas de Oro de la Villa de
Yarabamba", el Dr. Eloy Linares Málaga al proponer y
explicar el "Primer Circuito Turístico Mínimo"
hacia Yarabamba, nos dice lo siguiente: "… el viaje a SAN
ANTONIO DE SOGAY debe ser rápido con el propósito
de explicar y recorrer el área NUEVA CON PETROGLIFOS
descubierta para la ciencia el Primero de Mayo de 1992 y que se
ubica entre la Quebrada de la Zorra, la Carretera hacia Chapi, al
pie de la cuesta de hornillos y el comienzo de la
peñolería en San Antonio de Sogay; en esta
extensión de 3 kilómetros o más, se han
encontrado, además del arte rupestre en la segunda
modalidad, abundante material lítico trabajado (puntas,
raspadores, perforadoras, tajadores, y abundantes esquirlas),
ello explicaría claramente la presencia de TRIDIGITOS EN
LOS GRABADOS, Ñandús seguramente que abundaron en
la zona hace posiblemente 5000 años a. de nuestra
era".

"Pero hay algo más; entre la Colina de
Hualhuayo y los Cerros Borracho y San Pablo y la propia zona de
petrograbados existe un ANFITEATRO DE ANDENERÍAS
PRECOLOMBINAS ABANDONADAS y por debajo de estas andenerías
reocupadas desde la Colonia por los pobladores de Sogay, la
fracmentería encontrada allí pertenece al grupo
cultural LUPAQ"AJULI de aproximadamente 1300 años D. de
J.C…" (Bodas de Oro Villa de Yarabamba 1943 – 1993,
Pág 33).

Esta misma afirmación la recoge también en
sus Memorias, el Ilustre Yarabambino. Otro que hace suya tal
afirmación es el Arq. Javier E. Flores Herrera en la
revista Del Colegio de Arquitectos de Arequipa (Diciembre 2009
año 1 Nº 2).

Presencia de andenería
pre-inca. (Quebrada de la Zorra)

Podemos decir entonces que, es obvia la presencia de
arquitectura y otros asociada a las piedras con "arte rupestre"
en todo este territorio. Entre estas evidencias, se cuentan
recintos simples, pequeñas terrazas, y quizá
todavía material lítico probablemente
asociado a la producción y uso del arte rupestre del
sitio. Si hubo cerámica en superficie, lo cual es
muy probable también, ésta desapareció
mediante procesos disturbativos, levantamiento y
traslado.

Arte zoomorfo de esta zona. (Alto
San Antonio)

Así también en la zona comprendida entre
la vía hacia Chapi (lado derecho), quebrada La Zorra y
Hualhuayo existen andenerías pre incas, que hasta hace muy
poco estaban en uso (familia Paricahua Condori; esta familia ha
sabido proteger para el posterior estudio y "disfrute" de quienes
se aventuren a visitar estos restos arqueológicos de la
zona). Dichas andenerías se extienden desde la zona de San
Pablo hasta la confluencia de las dos quebradas: la de Hualhuayo
y de la Zorra. Todos estos terrenos tenían el recurso
hídrico de la cuenca del río Sogay. Existe
aún el canal que venía desde la zona de Cambraca.
Este canal iba acompañado de un camino pre-inca que
conectaba a los pueblos vecinos como Polobaya, Pocsi y otros de
la región Moquegua.

Arte rupestre en la confluencia de
las quebradas de la Zorra y Hualhuayo

Además de estos vestigios, hemos podido comprobar
la presencia también de petroglifos diseminados por todo
el terreno. Grandes bloques de diorita, granito y granodiorita
con motivos zoomorfos, antropomorfos y geométricos.
Presencia de tumbas, canales y construcciones precolombinas.
Estos petroglifos tienen similitudes con los encontrados en la
parte alta de San Antonio. Similares también a los
encontrados en la zona de la Quebrada Aguada vieja.

Figura zoomorfa en este
petroglifo. (Quebrada: Aguada Vieja)

Llama la atención también la presencia de
pequeñas terrazas en las salientes de las laderas de los
cerros, a manera de zonas de amortiguamiento, para evitar los
daños de la lluvia a trabajos específicos
realizados en estos lugares (principalmente en el cerro El
Pedregoso). Son recintos circulares de muros de piedra
superpuestas que van asociados a la presencia de grandes piedras
que, en algunos casos, han servido de canteras (cabe la
posibilidad por las evidencias encontradas); o en su defecto a
monolitos de diferentes tamaños.

Una de las piedras más
características de la zona. Donde podemos visualizar
diferente simbología: plantas, animales, humanos, etc.
(Alto San Antonio)

El material Arqueológico existente en toda esta
zona se encuentra debidamente inventariado en: ARTE RUPESTRE
INVENTARIO DEL PERÚ, en la sección "Inventario
Nacional Arequipa": "Petroglifos que conforman una extensa y
nutrida agrupación. Ubicación: Se encuentran al
este del poblado San Antonio. Distrito: Yarabamba, provincia:
Arequipa."

Petroglifo en Alto San
Antonio

Ismael Begazo Quenaya. (Las fotos que se
incluyen pertenecen al archivo del autor).

Autor:

Ismael Begazo