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La Segunda Guerra Mundial



Partes: 1, 2, 3

  1. Causas
  2. En
    Europa
  3. Transcurso de la guerra en
    Asia
  4. Inicio
    de la guerra en Europa (septiembre de 1939 – mayo de
    1940)
  5. Frente
    occidental (mayo – septiembre de 1940)
  6. El
    Mediterráneo (abril de 1940 – mayo de
    1943)
  7. África subsahariana (julio de 1940 –
    septiembre de 1943)
  8. Frente
    oriental (abril de 1941 – enero de 1942)
  9. El
    Pacífico (abril de 1941 – junio de
    1943)
  10. China
    y el Sureste de Asia (septiembre de 1941 – marzo de
    1944)
  11. La
    batalla del Atlántico (enero de 1942 – febrero de
    1943)
  12. Frente oriental (enero de 1942 – febrero de
    1943)
  13. Frente occidental (septiembre de 1940 – junio
    de 1944)
  14. El
    Mediterráneo (mayo de 1943 – marzo de
    1945)
  15. Frente oriental (febrero de 1943 – enero de
    1945)
  16. El
    Pacífico (junio de 1943 – julio de
    1945)
  17. China
    y el Sureste de Asia (marzo de 1944 – junio de
    1945)
  18. Frente Occidental (junio de 1944 – enero de
    1945)
  19. Frente oriental (enero de 1945 – abril de
    1945)
  20. La
    Guerra acaba en Europa
  21. La
    Guerra acaba en Asia
  22. Participación de América
    Latina
  23. Participación española en la
    guerra
  24. Consecuencias
    históricas
  25. Consecuencias territoriales en el
    mundo

La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado
más grande y sangriento de la historia mundial , en el que
se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje,
entre 1939 y 1945. Fuerzas armadas de más de setenta
países participaron en combates aéreos, navales y
terrestres. Por efecto de la guerra murió alrededor del 2%
de la población mundial de la época (unos 60
millones de personas), en su mayor parte civiles. Como conflicto
mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 (si bien
algunos historiadores argumentan que en su frente asiático
se declaró el 7 de julio de 1937) para acabar oficialmente
el 2 de septiembre de 1945.

Causas

Las causas de la Segunda Guerra Mundial más
inmediatas al estallido de la misma son, por una parte, la
invasión a Polonia por parte de los alemanes, y los
ataques japoneses contra China , los Estados Unidos de
América y las colonias británicas y holandesas en
Asia. La Segunda Guerra Mundial estalló después de
que estas acciones agresivas recibieran como respuesta una
declaración de guerra, una resistencia armada o ambas por
parte de los países agredidos y aquellos con los que
mantenían tratados. En un primer momento, los
países aliados estaban formados tan sólo por
Polonia, Gran Bretaña y Francia, mientras que las fuerzas
del Eje consistían únicamente en Alemania e Italia,
unidas en una alianza mediante el Pacto de Acero.

A medida que la guerra progresó, los
países que iban entrando en la misma (al ser de forma
voluntaria, o al ser atacados) se alinearon en uno de los dos
bandos, dependiendo de su propia situación. Ese fue el
caso de los Estados Unidos y la URSS, atacados respectivamente
por Japón y Alemania. Algunos países, como
Hungría, cambiaron su alineamiento en las fases finales de
la guerra.

En Europa

Durante la elaboración del Tratado de Versalles,
se presentó el problema de la compensación que
Alemania debía pagar a los vencedores. El Reino Unido
obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y
Oceanía (aunque algunas fueron a parar a Japón y a
Australia). Por su parte, Francia, en cuyo suelo se
desarrolló la mayoría de los combates del frente
occidental, recibió el pago de una gran
indemnización y la recuperación de Alsacia y
Lorena, que habían sido anexadas a Alemania por Otto von
Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1870.

En el Imperio ruso, la Dinastía Románov
había sido derrocada y reemplazada por un gobierno
provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de
Lenin y Trotsky. Después de firmar el humillante Tratado
de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a
una guerra civil, que vencieron, creando la URSS en 1922. Sin
embargo, ésta había perdido enormes territorios por
haberse retirado prematuramente de la guerra. Estonia, Letonia,
Lituania y Polonia resurgieron en el mapa a partir de una mezcla
de territorios rusos y alemanes tras el tratado de
Versalles.

En Europa Central, nuevos estados aparecieron tras el
desmembramiento del Imperio austrohúngaro: Austria,
Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia, que además
tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y
a Italia.

En Alemania, la visión popular del Tratado de
Versalles era muy negativa: bajo su cobertura legal se
había desmembrado el país, la economía
alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los
Aliados considerados abusivos, y el estado carecía de
fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por
parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a
expandir su ideario político por la fuerza. Esta
situación percibida de indefensión y represalias
abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a
combatir en territorio alemán, hizo surgir la
teoría de la Puñalada por la espalda, la
idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si
grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país,
lo que hacía aún más injusto el ser tratados
como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel
social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que
pudiera surgir de ellos.

La desmovilización forzosa del ejército
hasta la fuerza máxima de 100.000 hombres permitida por el
tratado (un tamaño casi testimonial respecto al anterior)
dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de
carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de
subsistencia en un país vencido, con una economía
en pleno declive, y tensión social. Todo eso
favoreció la creación y organización de los
Freikorps, así como otros grupos paramilitares. La lucha
de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos
revolucionarios alemanes como la Liga Espartaquista (a veces con
la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades) hizo que
tanto ellos como los segmentos de población que les
apoyaban se fueran inclinando cada vez más hacia un
ideario reaccionario y autoritario, del que surgiría el
nazismo como gran aglutinador a finales de los años 20 e
inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido
en auge, pero siempre minoritario; un intento prematuro de
hacerse con el poder por la fuerza (el Putsch de Múnich)
acabó con varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler
en la cárcel. Es durante ese periodo de encarcelamiento
que escribió el Mein Kampf (Mi lucha),
el libro en el que sintetizó su ideario político
para Alemania.

El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado
con la Gran Depresión de inicios de los 30 hizo que la
débil República de Weimar no fuera capaz de
mantener el orden interno; los continuos disturbios y conflictos
en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad por
parte de sectores de la población cada vez más
amplios. Sobre esa ola de descontento y rencor, el Partido Nazi,
liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento
necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la
nación. Los ideólogos del partido establecieron
racionalizaciones que justificaban todas las ideas que hoy
día resultan controvertidas en su ideario: la
remilitarización era imprescindible para librarse del yugo
opresor de las antiguas potencias Aliadas; la inestabilidad del
país era ocasionada por movimientos sociales de base
extranjera (comunistas) o grupos de presión no alemanes
(judíos), culpables además de haber
apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1918;
además, Alemania tiene derecho a recuperar los territorios
que fueron suyos, así como asegurarse el necesario
espacio vital para asegurar su crecimiento y
prosperidad. Todas estas ideas quedaron condensadas en el
Mein Kampf.

Partiendo de las afrentas reales y comprobables causadas
por el Pacto de Versalles, los nazis lograron racionalizar las
partes más duras de su ideario, de modo que potenciaron,
alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la
sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las
necesidades de su propio programa político, presentando el
militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las
únicas vías capaces de reconducir la
situación. Del mismo modo se justificó la
represión brutal de cualquiera que no pensara del mismo
modo o fuera percibido como un enemigo del estado. Y el clima
existente a causa del Pacto hizo que a la sociedad en general no
le preocupase lo más mínimo el incumplimiento de
cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1932, el NSDAP fue
incrementando su cuota electoral en las elecciones federales,
manteniendo un estilo político igual de bronco y agresivo
que el que practicaba en la calle.

En noviembre de 1932 tienen lugar las octavas elecciones
federales alemanas, en las que el NSDAP perdió algo
más de un 4% de votos, quedando en un 33,1%. Al ser la
lista más votada, y ante la imposibilidad de lograr una
opción de consenso entre las demás fuerzas
políticas, el presidente Hindemburg nombra canciller a
Hitler y le ordena formar gobierno. El 27 de febrero de 1933, un
incendio inexplicable arrasa el Reichstag, la sede del parlamento
alemán. A raíz del mismo, Hitler declara el estado
de excepción. Pronto surge desde el partido nazi la
acusación de que los comunistas son los instigadores de la
quema, y Hitler logra que un Hindenburg ya muy mermado de salud
firme el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo tanto al
partido comunista como a cualquier organización
afín al mismo. Con sus principales enemigos
políticos ilegalizados, Hitler procede a convocar las
novenas elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933,
logrando esta vez un 43,9% de votos y pasando a gobernar, en
coalición con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez
conseguido el poder político, la noche del 30 de junio al
1 de julio de 1934, Hitler se quita de encima a los principales
opositores políticos que aún tenía, tanto de
su partido como de los otros, en la llamada Noche de los
cuchillos largos. Con esta acción de fuerza logró
también el apoyo del ejército y la
industria.

Rápidamente, Hitler restauró en Alemania
el servicio militar generalizado que había sido prohibido
por el Tratado de Versalles, remilitarizó la Renania en
1936 y puso en práctica una política extranjera
agresiva, el pangermanismo, inspirada en la búsqueda del
Lebensraum, destinada a reagrupar en el seno de un mismo
estado a la población germana de Europa central ,
comenzando por Austria (Anschluss) en marzo de 1938 . El
principal objetivo declarado de la política exterior
alemana de la época inmediatamente anterior a la guerra
era, por una parte, la recuperación de esos territorios,
así como del Corredor polaco y la Ciudad libre de
Dánzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos por
Alemania después de 1918. Esas reclamaciones territoriales
constantes constituían elementos importantes de
inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba
abiertamente su restitución, de forma cada vez más
agresiva, con la intención de reconstruir la Gran
Alemania.

El apoyo al levantamiento militar del General Francisco
Franco en España por parte de Italia y Alemania con tropas
y armamento desafió abiertamente al acuerdo de
no-intervención en el conflicto civil (Guerra Civil
Española) de las naciones extranjeras. Hitler había
firmado ya el Pacto de Acero con Mussolini, el único de
los dirigentes europeos con un ideario similar. El apoyo a las
fuerzas franquistas fue un intento de establecer un estado
fascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas
a una futura guerra europea, algo que solo les funcionó a
medias.

El oeste de Checoslovaquia (la región conocida
como los Sudetes) era el hogar de una gran cantidad de
población de ascendencia germana, cuyos derechos,
según el gobierno alemán, estaban siendo
infringidos. La anexión de los Sudetes fue aceptada en
Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia
tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde
el francés Édouard Daladier y el primer ministro
inglés Neville Chamberlain, siguiendo una Política
de apaciguamiento, confiaron en que sería la última
reivindicación de la Alemania nazi. Hitler había
transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle
un conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas
contra habitantes alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y
francesa se debía en gran parte a la reticencia de sus
poblaciones a verse envueltos de nuevo en una guerra a escala
mundial, así como al convencimiento (sobre todo por parte
de ciertos sectores de la sociedad inglesa) de que realmente el
Tratado de Versalles había sido excesivo.

Sin embargo, en marzo de 1939 los ejércitos de
Alemania entraron en Praga y asumieron el control de los
territorios checos restantes. El día siguiente Hitler,
desde el Castillo de Praga, proclamó el Protectorado de
Bohemia y Moravia, a la vez que propició la
aparición del estado títere de Eslovaquia.
También se apoderó del territorio de Memel,
perteneciente a Lituania. El fracaso del apaciguamiento
demostró a las potencias occidentales que no era posible
confiar en cualquier tratado que pudiera firmarse con Hitler,
así como que sus aspiraciones de poder y expansión
no podían seguir siendo toleradas. Polonia y Francia
firmaron un acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1939, que
posteriormente también suscribió Gran
Bretaña.

Por su parte, Alemania y la URSS firmaron el 23 de
agosto del mismo año el Pacto Ribbentrop-Mólotov,
que incluía un protocolo secreto por el que ambas
potencias se dividían Europa central en esferas de
influencia, incluyendo la ocupación militar. El tratado
establecía el comercio e intercambio de petróleo y
comida de la URSS a Alemania, reduciendo así el efecto de
un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña como el que
casi había ahogado a Alemania en la Primera Guerra
Mundial. Hitler pasó entonces a centrarse en la
preparación del futuro conflicto con los Aliados cuando,
como pretendía, invadiera Polonia con el fin de
incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de
defensa entre Polonia y el Reino Unido no alteró sus
planes.

Benito Mussolini se había convertido en
líder indiscutido de Italia durante ese mismo
período de entreguerras. Expulsado del Partido Socialista
Italiano por apoyar la participación de Italia en la
Primera Guerra Mundial, en 1919 fundó los Fasci
italiani di combattimento
, grupo militar integrado por
excombatientes, que reprimían a los movimientos
denominados obreros y al partido socialista; era por tanto
análogo a los Freikorps alemanes tanto en ideario como en
actuación. El fascismo creado por Mussolini
defendía un régimen militarista, autoritario,
nacionalista, que centralizara el poder en una persona y un
movimiento (Partido Nacional Fascista en el caso italiano) y
contrario a las instituciones democráticas. Los fascistas
tomaron como emblema el Facio, antiguo símbolo de poder
entre los romanos, consistente en un haz de varas con un hacha en
el centro.

En estos años los movimientos obrero y campesino
se manifestaron de manera más radical al tomar las
fábricas y las tierras bajo su control, en un intento por
imitar la revolución rusa. Los industriales y
terratenientes, asustados por esta amenaza a sus intereses,
apoyaron económicamente a los Fasci di
combattimento
. En septiembre de 1922 los camisas negras,
como también eran conocidos los fascistas, organizaron una
marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad
de resolver la situación económica. En respuesta,
Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer
ministro. Este empezó a autodenominarse Duce
('Caudillo'), y estableció un gobierno totalitario.
Creó el Gran Consejo Fascista que controló el
Parlamento. Persiguió a los sindicatos, al Partido
Socialista, prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia.
Suprimió las libertades individuales y el derecho de
huelga. Controló los medios de comunicación y solo
permitió propaganda que exaltara el nacionalismo y el
fascismo. También introdujo el militarismo en el sistema
educativo italiano.

Del mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini
defendía el derecho de Italia a la expansión
territorial, de grado o por fuerza. Mussolini comenzó una
gran campaña expansionista conocida como el colonialismo
italiano. Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia,
y conquistó por la fuerza Abisinia y Albania, ignorando
las protestas de la Sociedad de Naciones.

Transcurso de la
guerra en Asia

Inicio de la guerra en Asia (julio de 1937 -septiembre de
1939)

La Segunda Guerra Sino-japonesa comenzó en 1937,
cuando Japón atacó en profundidad a China desde su
plataforma en Manchuria. El 7 de julio de 1937, Japón,
después de haber ocupado Manchuria desde 1931,
lanzó otro ataque contra China cerca de Pekín, la
capital del norte. Los japoneses terminaron de ocupar el norte
rápidamente, pero fueron detenidos finalmente en la
Batalla de Shanghái. Después de combatir alrededor
de la ciudad por más de tres meses, Shanghái
finalmente cayó ante los japoneses en noviembre de 1937, y
la capital del sur, Nankín, cayó poco
después. Como resultado, el Gobierno nacionalista chino
trasladó su sede a Chongqing durante el resto de la
guerra. Las fuerzas japonesas cometieron brutales atrocidades
contra los civiles y los prisioneros de guerra en la Masacre de
Nankín, matando unos 300.000 civiles en un mes. Ni
Japón ni China declararon oficialmente la guerra por
razones similares: Japón deseaba evitar la
intervención de potencias extranjeras, sobre todo el Reino
Unido y los Estados Unidos, que era su primer proveedor de acero
y hubiera debido imponer un embargo en virtud de las Leyes de
Neutralidad vigentes en dicho país; mientras que China
temía que la declaración le granjeara la enemistad
de las potencias occidentales en la zona.

Debido a que la guerra en China se prolongaba más
de lo planeado, los oficiales nacionalistas del Ejército
Guandong reanudaron la lucha por el control de Mongolia y Siberia
con Rusia. En la primavera de 1939, fuerzas soviéticas y
japonesas chocaron en la frontera de Mongolia. El 8 de mayo, 700
jinetes mongoles cruzaron el río Khalka, río que
los japoneses consideraban como la frontera de Manchukuo, pero
los gobiernos soviético y mongol consideraban que la
frontera se encontraba 35 kilómetros más al este.
Las fuerzas mongolas y manchúes empezaron a dispararse, y
en pocos días sus patrones soviéticos y japoneses
habían enviado grandes contingentes militares, lo que
derivó inmediatamente en una lucha, que condujo a una
guerra a gran escala que duró hasta septiembre. La
creciente presencia japonesa en el Lejano Oriente, fue vista por
la Unión Soviética como una amenaza
estratégica importante, y los soviéticos
temían tener que luchar en una guerra de dos frentes, lo
que fue una de las principales razones para el Pacto
Ribbentrop-Mólotov con los nazis. Al final, los japoneses
fueron derrotados decisivamente por los soviéticos bajo el
mando del general Georgi Zhúkov en la Batalla de Khalkhin
Gol.

Después de esta batalla, la Unión
Soviética y Japón estuvieron en paz hasta 1945.
Japón miró entonces hacia el sur para expandir su
imperio, lo que condujo a un conflicto con los Estados Unidos por
las Filipinas y el control de las líneas de
navegación de las Indias Orientales Neerlandesas. La
Unión Soviética se enfocó en el oeste,
aunque dejó un importante número de tropas para
vigilar la frontera con Japón, pero serían
retiradas en 1941.

Inicio de la guerra
en Europa (septiembre de 1939 – mayo de 1940)

El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió
Polonia, usando el pretexto de un ataque polaco simulado en un
puesto fronterizo alemán. La llanura polaca ofrecía
una ventaja para el desplazamiento de los blindados alemanes,
aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran
problemas que hacían más arduo el avance. Alemania
avanzó usando la blitzkrieg ('guerra
relámpago'). El Reino Unido y Francia le dieron dos
días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que
pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino
Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a
Alemania, seguidos rápidamente por Francia,
Sudáfrica y Canadá.

Los franceses se movilizaron lentamente y después
sólo hicieron una ofensiva de
«demostración» en el Sarre, que pronto
abandonaron, mientras que los británicos no pudieron hacer
ninguna acción directa en apoyo de los polacos en el
tiempo disponible (Traición occidental ). Mientras, el 8
de septiembre, los alemanes alcanzaban Varsovia, habiendo
penetrado a través de las defensas polacas.

El 17 de septiembre, la Unión Soviética,
siguiendo su acuerdo secreto con Alemania, invadió Polonia
desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos
mediante la apertura de un segundo frente. La defensa polaca no
aguantaría la lucha en dos frentes a la vez. Un día
más tarde, tanto el presidente polaco como el comandante
en jefe huyeron a Rumanía. El 1 de octubre, después
de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas hostiles entraron en
la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6
de octubre. Polonia, sin embargo, nunca se rindió
oficialmente a los alemanes. Algunas tropas polacas se fueron a
países vecinos. Como consecuencia de la Campaña de
Septiembre, la Polonia ocupada consiguió crear un poderoso
movimiento de resistencia y contribuyó con fuerzas
militares significativas al esfuerzo aliado durante el resto de
la Segunda Guerra Mundial.

Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó
una pausa para reagruparse durante el invierno de 1939-1940,
mientras británicos y franceses se mantenían a la
defensiva. Los periodistas llamaron a este período la
« guerra de broma » o Sitzkrieg
(drôle de guerre, en francés), debido a que
casi no existieron combates. Durante este período, la
Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de
noviembre de 1939, con lo que comenzó la Guerra de
Invierno. A pesar de superar a las tropas finesas en
número de 4 a 1, el Ejército Rojo encontró
que su ataque se volvía muy difícil, lo cual
resultó muy embarazoso y la fuerte defensa finesa
evitó una invasión completa. Finalmente, los
soviéticos acabaron por imponerse y el tratado de paz vio
como Finlandia cedía áreas estratégicamente
importantes en la frontera cerca de Leningrado, así como
en la Carelia. Esto sentó un precedente de flaqueza en el
ejército Rojo, el cual los alemanes se tomaría en
serio para la invasión.

Alemania invadió Dinamarca y Noruega el 9 de
abril de 1940, en la Operación Weserübung, en parte
para contrarrestar la amenaza de una inminente invasión
Aliada de Noruega. Dinamarca no resistió, pero Noruega
luchó. La defensa Noruega fue socavada desde el interior
por la colaboración de Vidkun Quisling, cuyo nombre es hoy
en día sinónimo de "traidor". Tropas del Reino
Unido, cuya propia invasión estaba preparada,
desembarcaron en el norte de Noruega. A últimos de junio,
los Aliados habían sido derrotados y se retiraban,
Alemania controlaba la mayor parte de Noruega, y el
Ejército de Noruega se había rendido, mientras que
la Familia Real noruega escapaba a Londres. Alemania usó
Noruega como base para ataques navales y aéreos contra los
convoyes árticos que se dirigían a la Unión
Soviética con armas y suministros. Los partisanos noruegos
continuarían la lucha contra la ocupación alemana
durante toda la guerra.

Frente occidental
(mayo – septiembre de 1940)

Los alemanes acabaron la Guerra de broma el 10 de mayo de
1940, cuando invadieron Luxemburgo, Bélgica, los
Países Bajos y Francia. Los Países Bajos fueron
arrollados rápidamente y la ciudad holandesa de Rotterdam
fue destruida en un bombardeo aéreo. La Fuerza
Expedicionaria Británica (BEF) y el Ejército
Francés, avanzaron hacia el norte de Bélgica y
planeaban hacer una guerra móvil en el norte, mientras
mantenían un frente continuo y estático a lo largo
de la Línea Maginot más al sur. Los planes Aliados
fueron desbaratados inmediatamente por el más
clásico e importante ejemplo en la historia de la
Blitzkrieg.

En la primera fase de la invasión, Fall Gelb, el
Panzergruppe von Kleist de la Wehrmacht, se
precipitó a través de las Ardenas, una
región con espesos bosques que los Aliados habían
pensado que sería impenetrable para un ejército
mecanizado moderno. Los alemanes rompieron la línea
francesa en Sedán, sostenida por reservistas más
que por tropas de primera línea, para luego girar hacia el
oeste a través del norte de Francia hacia el Canal de la
Mancha, dividiendo en dos a los Aliados.

La BEF y las fuerzas Francesas, rodeadas en el norte,
fueron evacuadas desde Dunkerque en la Operación Dinamo.
La operación fue una de las evacuaciones más
grandes de la historia militar, cuando 338.000 soldados
británicos, franceses y belgas fueron evacuados a
través del Canal de la Mancha en barcos de guerra y
civiles. La ofensiva pudo haber sido más satisfactoria
para los alemanes de no haber sido parada por Hitler para que sus
tropas cogieran aliento, cosa que en particular a Guderian no
gustó nada.

El 10 de junio, Italia se unió a la guerra,
atacando a Francia por el sur. Las fuerzas alemanas continuaron
entonces la conquista de Francia con Fall Rot ('Caso
Rojo'). Francia firmó un armisticio con Alemania el 22 de
junio de 1940, que condujo a la ocupación directa alemana
de París y de dos tercios de Francia, y al establecimiento
de un gobierno títere alemán con sede en el sudeste
de Francia conocido como la Francia de Vichy.

Alemania había empezado los preparativos en el
verano de 1940 para invadir el Reino Unido en la Operación
León Marino. Muchos de los suministros y de las armas
pesadas del ejército británico se habían
perdido en Dunkerque. Los alemanes no tenían ninguna
esperanza de batir a la Marina Real Británica, pero
pensaron que tendrían una oportunidad de éxito si
podían alcanzar la superioridad aérea. Para
hacerlo, tenían que suprimir primero a la Royal Air Force
(RAF). El consiguiente combate a finales del verano de 1940 entre
las dos fuerzas aéreas llegó a conocerse como la
Batalla de Inglaterra. La Luftwaffe tomó como objetivo
inicialmente a los aeródromos y estaciones de radar del
RAF Fighter Command (Mando de Cazas de la RAF). Hitler, enfadado
por los ataques de bombardeo de represalia hechos sobre
Berlín, desvió su atención hacia el
bombardeo de Londres, en una operación conocida como el
Blitz. La Luftwaffe fue rechazada finalmente por los Hurricanes y
los Spitfires, mientras la Royal Navy mantenía el control
del Canal de la Mancha. Así, los planes de invasión
fueron pospuestos indefinidamente.

Después de la caída de Francia en 1940, el
Reino Unido estaba sin recursos económicos. Franklin
Delano Roosevelt persuadió al Congreso de los Estados
Unidos, para que aprobase el acta de Préstamo y Arriendo
el 11 de marzo de 1941, que proveyó al Reino Unido y a
otros 37 países con 50.000 millones de dólares en
equipo militar y otros suministros. El Reino Unido y la
Commonwealth recibieron 34,4 mil millones de dólares.
Canadá realizó un programa similar que envió
4,7 mil millones de dólares en suministros al Reino
Unido.

El
Mediterráneo (abril de 1940 – mayo de 1943)

El control del sur de Europa, el Mar Mediterráneo
y de África del Norte era importante debido a que el
Imperio Británico dependía del tráfico
marítimo a través del Canal de Suez. Si el canal
caía en las manos del Eje o si la Royal Navy perdía
el control del Mediterráneo, entonces el transporte entre
el Reino Unido, la India, y Australia tendría que
efectuarse alrededor del Cabo de Buena Esperanza, un incremento
de miles de millas.

Así, tras la rendición francesa, los
británicos atacaron a la Armada Francesa anclada en el
Norte de África en julio de 1940, por temor a que pudiese
caer en manos alemanas, incrementando así su potencial
naval y dificultando la posición británica. Esto
contribuyó a un distanciamiento en las relaciones
anglo-francesas durante los años siguientes. Con la flota
francesa destruida, la Royal Navy combatió contra la flota
italiana por la supremacía en el Mediterráneo desde
sus fuertes bases en Gibraltar, Malta y Alejandría
(Egipto). En África, las tropas italianas invadieron y
capturaron la Somalilandia Británica en agosto.

Italia invadió Grecia el 28 de octubre de 1940,
desde Albania, entonces ocupada por Italia, pero fue rechazada
rápidamente. A mediados de diciembre, el ejército
Griego avanzó incluso hacia el sur de Albania, ocupando
así en la campaña a 530.000 soldados italianos.
Mientras tanto, en cumplimiento de la garantía
británica dada a Grecia, la Royal Navy atacó a la
flota italiana el 11 de noviembre de 1940. Aviones torpederos
partidos desde los portaaviones británicos atacaron a la
flota italiana en Tarento, un puerto del sur. Un acorazado fue
hundido y se pusieron temporalmente fuera de servicio otros
buques. El éxito de los torpedos aéreos en Tarento,
fue visto con mucho interés por el jefe naval
japonés, Isoroku Yamamoto, que estaba ponderando los
medios para neutralizar a la Flota del Pacífico de los
Estados Unidos. La Grecia continental, cuyas mejores tropas se
habían desgastado en contra de Italia en Albania,
cayó eventualmente ante una invasión alemana desde
el nordeste, a través de Bulgaria.

Las tropas italianas pasaron Egipto desde Libia para
atacar las bases británicas en septiembre de 1940,
comenzando así la Campaña en África del
Norte. El objetivo era la captura del Canal de Suez. Las fuerzas
británicas, indias, y australianas contraatacaron en la
Operación Compass, que terminó en 1941, cuando
numerosas fuerzas australianas y de Nueva Zelanda (ANZAC) fueron
transferidas a Grecia para defenderla del ataque alemán.
Las fuerzas alemanas (conocidas más tarde como el Afrika
Korps) bajo el mando del general Erwin Rommel desembarcaron en
Libia en febrero de 1941 para renovar el asalto contra
Egipto.

Alemania también invadió Creta,
operación importante por el uso a gran escala de las
tropas paracaidistas alemanas. Creta estaba defendida por unos
11.000 griegos y 28.000 tropas ANZAC, que habían escapado
hacía poco de Grecia sin su artillería y sus
vehículos. Los alemanes atacaron los tres aeropuertos
principales de las isla en Maleme, Rétino y Candía.
Después de un día de lucha, no se había
alcanzado ninguno de los objetivos y los alemanes habían
sufrido bajas devastadoras. Los planes alemanes estaban en
desorden y el comandante alemán, el general Kurt Student,
estaba contemplando el suicidio. Durante el día siguiente,
gracias a la mala comunicación y del fallo de los
comandantes Aliados en comprender la situación, el
aeropuerto de Maleme en el oeste de Creta cayó en poder de
los alemanes. La pérdida de Maleme hizo que los alemanes
pudiesen hacer llegar refuerzos pesados transportados en
avión con los que arrollar a las fuerzas Aliadas en la
isla. Sin embargo, en vista de las fuertes bajas sufridas por los
paracaidistas, Hitler prohibió realizar más
operaciones aerotransportadas.

En el norte de África, las fuerzas de Rommel
avanzaron rápidamente hacia el este, poniendo sitio al
vital puerto de Tobruk. Fueron derrotados dos intentos Aliados
por liberar Tobruk, pero una ofensiva mayor a fines de año
(Operación Crusader) rechazó a las fuerzas de
Rommel después de intensos combates.

La guerra entre las armadas Aliada e italiana
cambió decisivamente a favor de los Aliados el 28 de marzo
de 1941, cuando los barcos del almirante Andrew Browne Cunningham
encontraron a la flota principal italiana al sur del Cabo
Matapán, en el extremo sur de la Grecia continental. Con
un coste de un par de aviones derribados, los Aliados hundieron
cinco cruceros italianos y tres destructores, y dañaron al
moderno acorazado Vittorio Veneto. La Marina italiana fue anulada
como fuerza de combate y la tarea Aliada de transportar tropas a
través del Mediterráneo hacia Grecia se vio
facilitada.

El 6 de abril de 1941, fuerzas alemanas, italianas,
húngaras y búlgaras invadieron Yugoslavia, acabando
con la rendición del ejército yugoslavo el 17 de
abril y con la creación de un estado títere en
Croacia y Serbia. También el 6 de abril, Alemania
invadió Grecia desde Bulgaria. El ejército griego
defendiendo la línea Metaxas, fue superado en
número y en capacidad de maniobra por el rápido
avance alemán a través de Yugoslavia y
colapsó. Atenas cayó el 27 de abril, aunque el
Reino Unido consiguió evacuar unos 50.000 soldados,
especialmente a Creta.

La resistencia comenzó en Yugoslavia a mediados
de 1941, centrada en dos movimientos: los partisanos comunistas,
AVNOJ, liderados por Tito, y el grupo realista Chetniks, liderado
por Draza Mihailovic. Los dos grupos paramilitares cooperaron
brevemente en 1941, pero se enfrentaron pronto, cuando los
chetniks asumieron un papel más ambivalente,
poniéndose frecuentemente del lado de las fuerzas de
ocupación, y en contra de los comunistas.

En abril-mayo de 1941, hubo una corta guerra en Iraq que
resultó en una renovación de la ocupación
británica. En junio, fuerzas Aliadas invadieron Siria y el
Líbano, y capturaron Damasco el 17 de junio. Más
tarde, en agosto, tropas del Reino Unido y del Ejército
Rojo ocuparon el neutral Irán, asegurando su
petróleo y una línea de suministro por el sur para
la Unión Soviética.

Al comienzo de 1942, las fuerzas Aliadas en el norte de
África fueron debilitadas al mandar destacamentos al
Lejano Oriente. Rommel una vez más recapturó
Bengasi. Entonces derrotó a los Aliados en la Batalla de
Gazala y conquistó Tobruk, haciendo miles de prisioneros y
apoderándose de grandes cantidades de suministros, antes
de continuar más profundamente dentro de
Egipto.

La Primera Batalla de El Alamein tuvo lugar en julio de
1942. Las fuerzas Aliadas se habían retirado al
último punto defendible antes de Alejandría y el
Canal de Suez. El Afrika Korps, sin embargo, había agotado
sus suministros y los defensores pararon su empuje. La Segunda
Batalla de El Alamein ocurrió entre el 23 de octubre y el
3 de noviembre. El Teniente General Bernard Montgomery estaba al
mando de las fuerzas Aliadas conocidas como el 8º
Ejército. Los Aliados iniciaron entonces su ofensiva y, a
pesar de una dura resistencia inicial de los italianos y
alemanes, triunfaron al final. Después de la derrota
alemana en El Alamein, las fuerzas del Eje efectuaron con
éxito una retirada estratégica hacia
Túnez.

La Operación Torch fue efectuada por los Estados
Unidos, Gran Bretaña y las fuerzas de la Francia libre el
8 de noviembre de 1942, para ganar el control del Norte de
África a través de desembarcos simultáneos
en Casablanca, Orán y Argelia, seguidos unos pocos
días después por un desembarco en Bône, la
puerta de entrada a Túnez. Las fuerzas locales de la
Francia de Vichy opusieron una resistencia mínima antes de
someterse a la autoridad de la Francia libre del general Henri
Giraud. Como represalia, Hitler invadió y ocupó la
Francia de Vichy, mientras Mussolini ocupó Córcega
y la costa azul francesa hasta el Ródano. Las fuerzas
alemanas e italianas, que habían ocupado Túnez,
fueron cogidas en un movimiento de pinza por los avances Aliados,
desde Argelia en el oeste y desde Libia en el este. La victoria
táctica de Rommel contra las fuerzas inexpertas de los
estadounidenses en la Batalla del paso de Kasserine, sólo
pospuso un tiempo la eventual rendición de las fuerzas del
Eje en el Norte de África en mayo de 1943.

En 1943, el Eje casi tuvo éxito en la
supresión de la resistencia partisana yugoslava. Desde
enero a abril, se forzó a las guerrillas a huir hacia el
este, en condiciones invernales sobre el duro terreno de Bosnia,
sufriendo graves pérdidas, y cruzando eventualmente el
río Neretva (Batalla del Neretva), asegurando su puesto de
mando y su hospital. Continuaron hacia el este, incapacitando las
fuerzas chetniks del área, y cayeron en un embolsamiento
alemán casi fatal en el valle de Sutjeska a últimos
de mayo.

África
subsahariana (julio de 1940 – septiembre de 1943)

Italia había ganado el control de Eritrea y de la
Somalia Italiana durante la Repartición de África,
y había tomado Etiopía antes del comienzo de la
Segunda Guerra Mundial durante la Invasión de
Etiopía (1935-36). Estas tres colonias fueron
reorganizadas en el dominio del África Oriental
Italiana.

A principios de 1940, las fuerzas coloniales italianas
consistían en 80.000 soldados italianos y 200.000 soldados
nativos, mientras que las fuerzas británicas en toda la
Somalilandia Británica, Kenia y Sudán solamente
totalizaban unos 17.000. Los italianos primero se desplegaron
para la toma de la Somalilandia Francesa (hoy en día
conocida como Yibuti). Este ataque fue cancelado debido al
colapso del Ejército francés y la formación
del Gobierno colaboracionista de la Francia de Vichy. En julio,
las ciudades en la frontera con Sudán, Kassala y Gallabat
fueron ocupadas por una fuerza italiana de 50.000 hombres, y en
agosto de 1940, el ejército colonial italiano atacó
y tomó la Somalilandia Británica utilizando una
fuerza de 25.000 hombres. Esto le dio a Italia el control de casi
todo el Cuerno de África.

En septiembre de 1940, las fuerzas Aliadas fallaron,
durante la Batalla de Dakar , en la captura de la capital de
Senegal, luchando contra las tropas de la Francia de Vichy que la
defendían; el África Occidental Francesa
permaneció en manos de Vichy hasta los desembarcos de la
Operación Torch en el norte de África en noviembre
de 1942. Aunque en noviembre los Aliados tuvieron éxito en
la Batalla de Gabón, consolidando su control sobre el
África Ecuatorial Francesa para las fuerzas de la Francia
libre.

También en noviembre de 1940, los
Británicos empezaron una contraofensiva desde el
Sudán con solamente 7.000 soldados, atacando Gallabat
ocupada por los italianos, siendo incapaces de tomarla. Sin
embargo en enero de 1941, el ejército italiano
retiró sus fuerzas desde las ciudades fronterizas del
Sudán a un terreno más defendible al este de
Kassala. Con refuerzos adicionales provenientes del
ejército de la India Británica y de
Sudáfrica, la campaña empezó a hacer
progresos. La Somalilandia Británica fue reconquistada en
marzo, y Adís Abeba, capital de Etiopía, fue
capturada el 6 de abril. El emperador Haile Selassie I
volvió a la ciudad el 5 de mayo. Sin embargo, una fuerza
de italianos continuó luchando una guerra de guerrillas en
Etiopía, hasta la rendición italiana de septiembre
de 1943.

Madagascar, como una colonia francesa que era, estaba
considerada territorio enemigo por los británicos desde de
la creación del régimen colaboracionista de Vichy.
Era también la tierra sugerida a la que los judíos
europeos deberían ser deportados, en una propuesta
antisemita conocida como el «Plan Madagascar».
Mientras los británicos controlasen Egipto y el Canal de
Suez, estos planes alemanes eran imposibles, y eventualmente
fueron archivados en favor de una campaña de genocidio,
que se llamó la Solución final. Con la
entrada de los japoneses en la guerra en diciembre de 1941, y la
rendición de Singapur en febrero de 1942, los Aliados
llegaron a preocuparse cada vez más, que Madagascar
pudiese caer en manos del Eje. Por lo tanto, realizaron una
invasión, conocida como la Operación Ironclad en
mayo de 1942. La lucha contra los defensores franceses de Vichy
duró hasta noviembre, estando los franceses respaldados
por varios submarinos japoneses. En diciembre, la Somalilandia
Francesa también fue conquistada por los
británicos.

Después de los desembarcos de la Operación
Torch, el resto de los territorios de Vichy en África
quedaron bajo el control de los Aliados. Con el control del sur
del continente seguro, aparte de la insurgencia italiana en
Etiopía, los Aliados volvieron su atención a otros
teatros de la guerra.

Frente oriental
(abril de 1941 – enero de 1942)

La batalla de Grecia y la Invasión de Yugoslavia
retrasaron la invasión alemana seis semanas
críticas, como posteriormente se puso de manifiesto. Tres
Grupos de Ejército alemanes, junto con otras unidades
militares del Eje, que en total hacían unos 3,5 millones
de hombres, se lanzaron a la invasión de la Unión
Soviética el 22 de junio de 1941. El Grupo de
Ejércitos Norte estaba desplegado en Prusia Oriental y
estaba compuesto por los ejércitos de infantería
18º y 16º y un ejército Panzer, el 4º al
mando de los generales Busch, Von Küchler y Hoepner, todos
bajo las órdenes del mariscal Ritter Von Leeb, apoyados
por la 1° flota aérea del general Koller totalizando
450.000 combatientes del Eje. Sus objetivos principales eran el
asegurar los estados bálticos y tomar Leningrado.
Oponiéndose al Grupo de Ejércitos Norte estaban
tres Ejércitos soviéticos compuestos por 450.000
hombres en un principio, pero con las nuevas movilizaciones se
aumentó el número a 600.000 al mando del mariscal
Voroshilov. Los alemanes lanzaron sus 600 tanques contra el punto
de contacto de los dos Ejércitos soviéticos en ese
sector. El objetivo del 4º Ejército Panzer era cruzar
los ríos Niemen y Dvina, que eran los dos mayores
obstáculos en la ruta hacia Leningrado. En el primer
día, los tanques cruzaron el río Niemen y
penetraron 80 kilómetros. Cerca de Rasienai, los Panzers
fueron contraatacados por 300 tanques soviéticos. Los
alemanes tardaron 4 días en rodear y destruir a los
tanques soviéticos. Los Panzers, cruzaron después
el Río Dvina cerca de Dvinsk.

Partes: 1, 2, 3

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