- El enredo de las redes
- Bancos y
empresas - El "capital
global" - Flujos y
atemporalidades - Cambios y
permanencias
Se presenta un estudio del reciente ensayo "La era
de la información", centrando la discusión
en el concepto red. Se destacan las
variadas acepciones del término, objetando su
aplicación tecnologista al estudio de los procesos
sociales. Se cuestiona la desatención al papel de la
propiedad en
la caracterización de los flujos informativos. Se debate la
interpretación virtualista de las redes financieras y
productivas, planteando las ventajas de un enfoque basado en la
lógica
del capital.
Se puntualizan los problemas que
presentan las nociones "sociedad-red"
y "economía informacional global". Se polemiza
con las visiones de la "fragmentación del trabajo", que
desconocen los elementos cohesionadores de la actividad de los
asalariados. Se discuten los criterios espaciales y temporales
utilizados para fundamentar la existencia de una "cultura de la
virtualidad real". Se precisa cuales son los principios
básicos del capitalismo
que deben ser tomados en cuenta para avanzar en la
comprensión de los cambios económicos y sociales
contemporáneos.
EL ENREDO DE
LAS REDES
El reciente libro de
Manuel Castells asume el ambicioso proyecto de
conceptualizar las principales características sociales y
económicas de la época actual. Por eso sus
presentadores comparan el ensayo con
la obra de Max Weber
(Giddens) y afirman que será "un clásico del siglo
XXI" (Touraine). El principal aporte del libro es su intento de
análisis totalizador. Presenta una selección
temática muy adecuada de los problemas que debe abordar
la
investigación de la sociedad contemporánea y
ofrece una descripción sólida y original de
cada uno de los aspectos de este análisis.
De los tres tomos previstos ha sido editado en español el
primer volúmen. La caracterización del capitalismo
actual gira en torno de la
noción de red y por eso el sub-título del texto es "la
sociedad red".
Castells define a la red como "un conjunto de nodos
(puntos en que una curva se intersecta a sí misma)
interconectados". Señala que "una nueva morfología
social" de todos los procesos y funciones se
organiza en torno a la red y se conecta a través de los
"conmutadores". Este enjambre constituye el centro del poder en la
sociedad actual.
Las redes enlazan instituciones,
mercados,
organismos, empresas y
medios de
comunicación en un misma "dinámica de flexibilidad" y "lógica
de interconexión". La situación de cada individuo
depende tanto de su "inclusión" en la red, como del lugar
que ocupa en esta estructura.
A través de la red se transmite la
información que sirve para alimentar la generación
del conocimiento.
La "nueva economía informacional" se basa en estos
recursos y a
diferencia del industrialismo, ya no se fundamenta en la
maximización del producto. El
"informacionalismo" se asienta en dos pilares económicos:
la "red financiera" y la "empresa-red". En
la primera se realizan las operaciones
monetarias que abarcan a todo el planeta en tiempo real.
La segunda permite a las corporaciones transnacionales comandar
la actividad productiva, mediante su control de los
enlaces inter-empresarios que vinculan a los proveedores,
los productores y los clientes en
coaliciones y acuerdos tecnológicos. El éxito
de cada corporación depende del tendido de estos sistemas de
interconexión.
La nueva economía informacional es "global" en la
medida que los grandes bancos y las
corporaciones participan de una misma "meta-red"
internacionalizada del capital. Unicamente las empresas que
desarrollan estas redes mundiales son dominantes.
Castells considera que las redes centralizan la
circulación internacional del capital y al mismo tiempo
fragmentan la acción
del trabajo y reducen su influencia al ámbito local. Al
quedar fracturado en actividades calificadas y degradadas, el
trabajo se individualiza y debilita frente al capital. Los
trabajadores taylorizados están siempre al borde de quedar
excluidos de la red y con ello de cualquier participación
en la vida social. La fractura entre el "trabajo informacional y
el devaluado" provoca la segmentación social en los países
avanzados y la desconexión de varias regiones del mundo
del bienestar.
El intercambio directo de la información a
través de la red elimina el distanciamiento
geográfico. Los lugares quedan absorbidos por el flujo de
las comunicaciones
directas y el significado de cada localidad ya no depende de la
contiguidad física, sino de su
ubicación en la red. Como por otra parte las
transaccciones financieras se realizan en segundos, los tiempos
de la empresas se flexibilizan y la jornada laboral se torna
variable, aparece un nuevo tiempo aleatorio, que reemplaza al
orden secuencial y cronológico.
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