¿La literatura es el arte de la
palabra? ¿Pero la literatura es sólo la suma
de sonidos y vocablos? ¿Es tan sólo el hecho
de hablar?
La aliteración, como sabemos, es un especial
tratamiento sonoro que se integra en la obra literaria. La
literatura es más que los sonidos y las
palabras.También es más que su transcripción
escrita. La literatura está a un nivel más alto.
Además del código
de la lengua en
sí, la literatura posee una serie de códigos que le
son propios. Lo mismo pasa con el guión
cinematográfico, que posee sus propias
bases.
En la base de todo método de
composición o construción guionística
se une una serie de elementos fundamentales: el personaje, la
acción
y el conflicto, que
se entrelazan en sus definiciones,y forman la base de la estructura
dramática. Ahora tomémonos el trabajo de
revisar cada uno de estos elementos por separado.
El
personaje
Las diversas exploraciones en torno al problema
de la construcción del personaje, en una pelicula
de ficción, se orienta alrededor de un eje en cuyos polos
se sitúan:
1. Una visión básica del personaje que lo
constituye en recipiendario de atributos o cualidades (es decir,
el personaje definido por su ser, que se va completando o
rellenando según los datos de su
biografía,
de sus aspectos físicos o sus datos psicológicos
más o menos estáticos).
2. Una visión dinámica del personaje que se lo entiende
como un conjunto de actividades, de transformaciones unificadas
en una representación, generalmente
antropomórficas, que cobra sentido y provee
significaciones en la medida en que representa un
hacer.
Si damos una ojeada a los manuales de
escritura del
guión podemos notar que tal concepción
se reparte en ellos sin demasiada autoconciencia: si acaso, un
mayor énfasis en los aspectos dinámicos en los
libretistas norteamericanos y cierta confesada
preocupación por los personajes en los europeos, es una
muestra
de divergencia entre dos corrientes dramáticas
distintas.
No obstante, una relativa homogeneidad en las
metodologías, coloca el énfasis en ciertos
elementos de construcción: la biografía del
personaje, el diseño
de su "crecimiento" la formulación de sus motivos y sus
intenciones, etc.
Por ejemplo, Lajos Egri sostiene que el diseño de
la biografía cobra proporciones de exhaustividad, es
decir, el quiere un escritor capaz de conocer a su
personaje a la manera de Ibsen, de listar, en una suerte de
análisis inconsciente, todas y cada una de
las cualidades relevantes en el plano "fisiológico",
sicológico y social y que conforman lo que el autor
llama tridimensionalidad del personaje.
Otros autores como Swain prefieren una
cualificación limitada a los requerimientos de
la acción: la impresión dominante,el punto de
vista,la actitud
dominante, los intereses y lo que se denomina el climax, todas
están entrelazadas en la esfera de las acciones
posibles. La biografía no va más allá del
plano de la manifestación particular e individual del
personaje.
Field -posiblemente el más popular guionista
norteamericano- relega esta construcción biográfica
del personaje a la acción en forma contundente: el
personaje es lo que hace. Su interior es todo lo que suponemos
que le ha acontecido antes del tiempo
presente, narrado en la película y que conforma su
carácter actual.
Su exterior es lo que se cuenta en el
presente particular e individual del personaje y se revela, casi
exclusivamente, a través de la
acción.
Los demás aspectos, vinculados a la
composición del personaje, están ligados a la
acción dramática: motivación, intención y objetivo, para
Vale; condición, aspiración, realización en
Cucca; condiciones sociales, fuerza de
voluntad.
3.- En lo que se refiere a presentar una sola
línea de pensamiento o
de producir dialogos personales, el personaje debe ser coherente,
es decir, conservar una identidad (un
carácter) en el decurso de sus transformaciones menores;
debe crecer y modificarse a través de la obra, debe
estar caracterizado por los rasgos distintivos que
conforman sus diálogos y sus acciones que lo
diferencian del resto de los personajes; debe finalmente llenarse
de una fuerza de voluntad tal que sea capaz de llevar la
acción hasta sus últimas
consecuencias.
La
acción
El aspecto más notable en relación al
concepto de
acción, tal y como se recoge de la lectura de
los manuales de dramaturgia, se inscribe en la siguiente
paradoja: el término acción es quizás el
más nombrado, y sin embargo, el que menos rigor
merece en su tratamiento. El crítico y el lego, por lo
demás, en el ejercicio de su evaluación
inmediata de un film. El término de acción
dramática constituye poco menos que un comodín, con
el que se designa una cualidad de la narración,
cuya "aparición" parece intuitivamente
indudable.
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