En actualidad, lamentablemente sufrimos de un alto grado de
contaminación, en el agua, en
la tierra, en
los alimentos y hasta
en el aire que
respiramos. Es virtualmente imposible evitar la
contaminación, ya que hasta se ha encontrado plomo en
los cuerpos de ciertos animales que
viven en los polos.
El 22 de Abril de 1970 se conmemoró por primera vez el
día mundial de la Tierra. En
aquellos días había poca conexión entre la
forma que los economistas medían el progreso y las cosas
que le interesaban a la gente. Había una creciente brecha
entre lo que las estadísticas contaban y lo que realmente
contaba.
Los organizadores del día de la Tierra en diferentes
ciudades protestaron contra la contaminación del aire, los derrames de
aceite, el
yermo desapareciente, las autopistas de 8 carriles que atraviesan
vecindarios, el DDT, el plomo intoxicando a mucha gente y muchos
otros deterioros.
El bienestar humano está ligado más
estrechamente de lo que la mayoría de la gente cree, a los
grandes ecosistemas
terrestres y marinos. Las emisiones de carbono no
deben de exceder a la capacidad de la naturaleza
para quitar el dióxido de carbono de la atmósfera y arreglar
el aire. La tala de árboles
no debe de exceder a la tasa de crecimiento de los árboles
y debe de ser sensible a las necesidades de los complejos
ecosistemas forestales. La pesca no debe
de exceder a los rendimientos sustentables y los hábitats
de desove deben de ser protegidos. La erosión
del suelo no debe de
ser más rápida que la formación del suelo.
El agua no
debe de ser extraída de los mantos acuíferos
más rápido que en lo que se recargan. Todo esto es
cosa del sentido común.
Nuestros abuelos respiraban aire que contenía cerca de
280 ppm de CO2. Nuestro más reciente respiro contiene
alrededor de 370 ppm de CO2. Nuestro aire ya contiene más
CO2 que en cualquier otra época de nuestra historia.
Por otro lado, tenemos a la iatrogenia. La palabra iatrogenia
significa los efectos adversos causados por las acciones del
médico (incluyendo los medicamentos prescritos) y los
procedimientos
quirúrgicos.
Realmente nadie sabe cuántas personas sufren de
reacciones adversas por los medicamentos prescritos. En un
artículo publicado en la revista
médica JAMA, se afirma que en los EE.UU. cada año
ocurren 2,000,000 de reacciones adversas a los medicamentos,
matando a más de 180,000 personas. Esto las convierte en
la cuarta causa de muerte en los
EE.UU., después de las enfermedades
cardíacas, el cáncer y las embolias (JAMA
1998;279:1200-1205).
Otro de los problemas
emergentes dentro la medicina es el
de la resistencia
bacteriana a los antibióticos. Este fenómeno es
cada vez más frecuente disminuyendo las opciones eficaces
contra las infecciones.
Recordemos las palabras célebres que dicen "el germen
no es nada, el terreno es todo". Esto significa que si
modificamos en el medio interno de nuestro cuerpo, tendremos
muchas menos probabilidades de sufrir de alguna
infección.
Desde el punto de vista de la bioquímica, la enfermedad es el resultado
de alteraciones en la estructura
(por ejemplo ADN en
enfermedades genéticas), en la cantidad de ciertas
biomoléculas o en transtornos en procesos
bioquímicos importantes. Esto significa que debemos tratar
de conservar a nuestras biomoléculas (nutrientes) en
niveles óptimos.
El reconocimiento de la importancia de la nutrición por parte
de los médicos, se ha incrementado enormemente, al grado
que en un reporte de la Escuela de
Medicina de Harvard, se recomienda para todos los adultos la
ingesta de un complemento vitamínico. Reconocen que las
cantidades óptimas ayudan a prevenir enfermedades que
amenazan la vida (Fletcher RH et al. Vitamins for chronic disease
prevention in adults. JAMA 287(23);3127-9, Jun 2002).
Una buena combinación herbolaria puede contener
sábila, varios tipos de algas marinas y una planta con un
potente efecto antimicrobiano demostrado, como es el caso del
palo de arco.
Aunque hay más de 100 especies de Tabebuia nativas de
América
tropical, la Tabebuia avellanedae o T. ipe es considerada como el
verdadero LaPacho. Este árbol, nativo de Brasil, puede
elevarse a una altura de 125 pies y tiene flores de color rosa y
violeta que florecen mucho poco antes de que aparezcan las nuevas
hojas. La corteza es la porción del árbol que
generalmente se usa como remedio fitoterapéutico.
Los Indios del Brasil también se refieren al
árbol del LaPacho como Pau d´arco o Ipe Roxo. Han
usado la corteza interna del árbol durante siglos como un
remedio folclórico para una amplia variedad de
aflicciones, incluyendo, la furunculosis, la colitis, la diarrea, la
disentería, la enuresis, la fiebre, malestar
de la garganta, mordedura de serpiente, sífilis,
heridas, cáncer del esófago, cabeza, intestino,
pulmón, próstata y lengua;
úlceras, problemas respiratorios, artritis, cistitis,
estreñimiento, prostatitis, mala circulación y
clorosis.
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