Por experiencia propia, me doy cuenta de que la mayoría
de los médicos convencionales (o alópatas,
término acuñado por el Dr. Hahnemann)
desdeñan el uso de la medicina
homeopática, por que piensan que es una falacia, algunos
piensan que es un placebo y los pocos, se toman la molestia de
estudiarla y descubrir lo que veremos en resumen, en estas
páginas, una medicina eminentemente clínica y con
sus bases científicas firmes.
El descubrimiento y el desarrollo de
la medicina homeopática se le acreditan al Dr. Samuel
Hahnemann (1775-1843), un brillante médico alemán.
Debido a su desilusión e insatisfacción con los
acercamientos médicos de sus días,
desarrolló un sistema basado en
el principio único de "lo semejante cura la semejante".
Este principio se encontró en los antiguos escritos
médicos griegos y existía en la medicina
folclórica alemana de los tiempos de Hahnemann. Su nuevo
sistema de curación, se basó en un descubrimiento
hecho con relación a los efectos de la corteza de la quina
sobre la malaria.
En el tiempo en que
Hahnemann practicaba la medicina, la quina era el tratamiento de
elección para la malaria. Uno de los principales
síntomas de la malaria, son las fiebres intermitentes.
Hahnemann experimentó en él mismo al tomar dosis
múltiples de quina por varios días. Para su
sorpresa, la quina le hizo tener todos los síntomas de la
fiebre
intermitente de la malaria. En otras palabras, el tratamiento
para la malaria reprodujo los síntomas de la malaria en un
individuo
sano. Fue este descubrimiento el que lo hizo que investigara a
través de` varios textos de literatura médica de
sus días para obtener mayor información sobre el principio de lo
semejante. Esto, él lo formalizó más tarde
en un concepto conocido
como la ley de los
semejantes.
Hahnemann razonó que la quina curaba la malaria por que
creaba una enfermedad artificial dentro del cuerpo, similar a la
malaria, la cual, estimulaba los propios mecanismos de defensa
del cuerpo. Tales defensas corporales son activadas por un
principio conocido en la escuela
médica Hipocrática como Vix Medicatrix Naturae. Al
traducirlo, puede referirse como los poderes curativos de la
naturaleza. Si
la quina curaba por el principio de "lo semejante cura lo
semejante" (tratar enfermedades con medicinas
que se sabe, reproduce los síntomas de la enfermedad ),
entonces otras drogas
podrían usarse en la misma forma, una vez que sus acciones sobre
una persona sana, se
hubieran determinado.
En resumen, las 3 leyes
básicas de la homeopatía son; La ley de los
semejantes (similia, similibus curentur), el remedio único
y la dosis infinitesimal.
Desde que Hahnemann inicío sus estudios de cada planta
o substancia sobre individuos sanos, a este proceso se le
conoce como experimentación pura. Como comentario, es
bueno hacer notar aquí que muchos de los resultados
obtenidos de fármacos experimentados en animales, no
pueden aplicarse en igual forma en los humanos.
Cada remedio experimentado produce un cuadro de perturbaciones
distinto, individual, que difiere de las perturbaciones
ocasionadas por otros remedios. Esta serie de perturbaciones
engendradas en los experimentadores por cada remedio
experimentado, y el conjunto de patogenesias o sea la serie de
cuadros de enfermedades artificiales, forma lo que Hahnemann
llamó la Materia Medica
Pura.
Como ya indiqué, una ley fundamental de la
homeopatía, es el uso de un solo remedio (muchos
médicos homéopatas han dejado de ser unisistas),
pero en aquellos tiempos, hace aproximadamente 170 años,
Hahnemann utilizaba dosis altas, casi tan altas como en la
medicina Galénica, lo cual, al producir la enfermedad
artificial, más los síntomas de la enfermedad
natural, causaba un agravamiento muy molesto para el paciente,
por lo que Hahnemann investigó el motivo de esta
agravación y sospechando de la cantidad del remedio
(dosis) , en todos los casos clínicos, comenzó a
disminuirla, notando con asombro que, mientras más
pequeña era la cantidad de la medicina , menos molestias
se presentaban en los enfermos y la curación se lograba
más rápidamente. Hay que recordar las palabras de
Paracelso; "La dosis convierte a un agente venenoso en un agente
curativo".
Ciertas medicinas, aún en simples gotas de tintura,
eran motivo de agravación y meditando sobre ese asunto,
tuvo la idea de diluir una gota de tintura en 99 de alcohol,
teniendo en esa forma diluida la medicina al centésimo; en
esa proporción, aplicada a los enfermos, todavía
acasionaba molestias innesesarias por cuyo motivo, siguió
diluyendo las medicinas en la misma proporción, dos, tres,
seis, diez y hasta 30 veces; con las medicinas diluidas en esa
forma y aplicadas a los enfermos, obtuvo curaciones
sorprendentes. Esto dió origen al descubrimiento de la
actividad de las pequeñas dosis ( dosis
infinitesimal).
Así pues, tenemos que triturar el remedio si es
insoluble o diluirlo si es soluble y eso se llama
potencialización . La trituración sucesiva y la
dilución sucesiva van ocasionando la disgregación
molecular de la sustancia – remedio y van despertando la
actividad o fuerza
reconcentrada en el mismo y la liberación de esta
energía o fuerza, conseguida con las trituraciones y
diluciones, es lo que se le llama potencializar el remedio y esto
sólo lo hace la homeopatía.
Aquí es donde los médicos alópatas tienen
problemas en
aceptar la existencia de esta fuerza, pero esto lo resolveremos
científicamente mas adelante.
La liberacíon gradual de la materia-remedio o
potencialización, puesta en contacto con el organizmo, ya
sea en la experimentación, o en la clínica,
reveló cosas sorprendentes; mientras más grande era
la dilución, mayor era la actividad del medicamento y se
extendía a la esfera psíquica del enfermo. Por eso,
en términos generales, las diluciones bajas se usan para
enfermedades orgánicas y las diluciones altas ( arriba de
la 200 C ) se usan para enfermedades mentales.
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