Nuevas tendencias de la prensa en Galicia: cómo observar la realidad local para innovar en el mercado global
- Introducción: los conceptos
local / global - Panorama general de la prensa en el
mundo - Conclusiones
- Bibliografía
1. Introducción: los conceptos local /
global
Resulta cada vez más evidente la existencia de una
doble y simultánea tendencia da comunicación en este fin de siglo. Hablamos
de lo global y lo local, dos caras dentro del mismo mundo
informativo. Lo local busca su espacio en la proximidad mientras
la tecnología y la economía nos conducen a un escenario que
cada vez tiene menos barreras.
Marshall McLuhan, con su The Gutenberg Galaxy (1962) y
Understanding Media (1964), asentó la idea de la
aldea global y pronosticó un siglo XXI con grandes
transformaciones en la vida y en los medios de
comunicación, mediante a globalización del mundo y de la sociedad.
A pesar de que el debate sobre
la
globalización experimenta su boom en la década
de los noventa, parece más acertada la visión de
quienes que se inclinan a pensar en la existencia de un proceso
más dilatado en el tiempo,
relacionándolo directamente con lo que supuso la
introducción de nuevas
tecnologías en el siglo XIX e inicios del XX,
incluyendo el telégrafo, la radio, la
fotografía
y el film.
La idea de globalidad se constata ahora fácilmente.
Objetos que sólo se podían comprar en el mercado local se
pueden adquirir ahora instantáneamente en cualquier lugar
del mundo. Del mismo modo, antes sólo se podía ser
espectador de los hechos que ocurrían en el propio
ámbito de cada persona. Hoy, las
computadoras y
las telecomunicaciones permiten ser espectadores
universales. Gracias a la
televisión, la radio, las
redes
electrónicas, la telefonía y las autopistas de la información, es posible conocer en un
tiempo real lo que está sucediendo en cualquier parte del
mundo. Pero esto no significa necesariamente que la
globalización es un proceso que debería asociarse
sólo con la emergencia de la industrialización o de
la modernidad en
general (1).
El concepto de
globalización está abierto a numerosos
significados. Alvin Toffler sintetizó a principios de los
ochenta los grandes cambios sociales en oleadas, de manera que
cada una de ellas sepultaba culturas o civilizaciones anteriores
y las sustituía por formas de vida inconcebibles hasta
entonces.
De este modo, consideraba que la primera ola de cambio fue la
revolución
agrícola y la segunda fue el nacimiento de la
civilización industrial. La tercera es la que se
está viviendo ahora. Toffler, además de las
numerosas implicaciones sociales y económicas,
estudió también el impacto de la globalidad.
Decía Toffler que
la tercera ola parece estar engendrando también una
nueva perspectiva que es intensamente local y, sin embargo,
global, incluso galáctica. Por todas partes encontramos
una nueva atención a la "comunidad" y
al "barrio", a la política local y a
los lazos locales, al mismo tiempo que un gran número de
personas -con frecuencia, las mismas que presentan una
orientación más local- se interesan por asuntos
mundiales y se preocupan por el hambre o la guerra que
tiene lugar a diez mil millas de distancia (2).
A otros les interesa más la cultura en un
sentido cercano al utilizado por Raymond Williams (1961) -la
expresión de la experiencia humana diariamente compartida-
y buscan evidencia de convergencia en las cosas en las que la
gente piensa, las maneras de pensar y las maneras en que las
cosas se expresan a través de las prácticas
sociales diarias. Lo que encuentran no es tanto una cultura global
homogeneizada como un mundo en el que, cada vez más, cada
localidad está tipificada por la hibridad cultural y la
heterogeneidad, sujeta a fuerzas transnacionales y globales.
Desde el punto de vista económico, los autores
varían considerablemente en la amplitud de la diversidad
de cosas que incluye, sea positiva o negativa su opinión
sobre ella. La mayor parte de ellos coincide en que tiene que ver
al menos en parte con el alcance global que las corporaciones
transnacionales están alcanzando, y con el carácter internacional y la
interrelación de las economías locales. Algunos
defienden la evidencia de una creciente convergencia cultural,
que tiene su más clara manifestación en los
software y
hardware de los
productos de
los media transnacionales gracias a las telecomunicaciones, la
informática, el cine,
vídeo, televisión, las revistas, los CDs, y la
presencia física
en localidades como tiendas, comodidades (coches, tabaco,
perfumes…) y otros negocios,
bancos o
agencias publicitarias que son claramente reconocibles como parte
de corporaciones gigantes, si no mundiales.
Otros piensan que los contenidos de los productos de los media
globales están determinados por las dinámicas de
marketing
global, y que las economías de escala
están minando los mercados de la
producción cultural local en muchos
países (3).
Obviamente, todos estos procesos
mundiales que se están produciendo tienen consecuencias e
implicaciones en los espacios regionales y locales, hecho que
obliga cada vez más a los media de estos espacios a
reconfigurarse, a reimaginarse a sí mismos dentro del
contexto de un emergente orden global de los medios de
comunicación.
2. Panorama general de
la prensa en el
mundo
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