Superando el conflicto: Una agenda para la construcción de la paz
- La complejidad del
conflicto - El contexto
internacional - Los
tiempos del conflicto - El
post-conflicto: una oportunidad - La
transformación de la violencia - El
conflicto y el sector empresarial - Promoción de
estándares y códigos - Fortalecimiento
institucional local - El
espacio de la reconciliación - Una
agenda para la construcción de la paz
La Fundación Ideas para la Paz (FIP) surge como
resultado de la preocupación de un grupo de
ciudadanos-empresarios por la grave situación del
país y por la poca conciencia y el
escaso conocimiento e
información que la sociedad tiene
sobre los procesos de
paz. También porque en la actualidad es generalmente
reconocido que el sector empresarial está llamado a jugar
un papel fundamental en la resolución de los
conflictos y
en el logro e implementación de los necesarios acuerdos de
paz.
1. La Fundación Ideas para la Paz es un centro de
pensamiento
independiente, apoyado por el sector empresarial, cuya misión es
contribuir con ideas y propuestas a la superación del
conflicto en
Colombia. Desde
sus orígenes en 1999, la FIP ha estado
comprometida con el apoyo a las negociaciones de paz. Esta
seguirá siendo una de sus prioridades: el conflicto
colombiano necesariamente concluirá con una negociación o una serie de negociaciones,
que requerirán la debida preparación y asistencia
técnica si han de ser exitosas.
2. En enero de 2002, los empresarios fundadores de la FIP
suscribieron un "Acuerdo por la Democracia",
que recoge los principios
guías de la Fundación: el apoyo a negociaciones de
paz; el rechazo de toda forma de coerción ilegítima
y de terrorismo; el
respeto por los
derechos
humanos; y la realización de las reformas políticas,
sociales y económicas necesarias dentro del marco del
proceso
democrático y de las instituciones,
que no pueden ni deben renunciar a su legitimidad o a sus
obligaciones.
3. Sin embargo, es cada vez más evidente que el
conflicto en su dimensión político-militar se
encuentra en proceso de transformación. Nuevas formas de
violencia,
más anárquicas y desprovistas de conducción
política,
y nuevos métodos de
coerción se perfilan en el horizonte. Evitar que el
conflicto tome esta dirección es una tarea de la mayor urgencia
para toda la sociedad. Por ello, la FIP se propone ampliar el
espectro de sus actividades para contribuir de manera efectiva y
concreta a la instauración de condiciones de paz y
convivencia en Colombia.
La complejidad del
conflicto
4. El conflicto colombiano sobresale por su complejidad: tres
grupos o
asociaciones de grupos armados al margen de la ley, con
diferentes orígenes y estructuras,
operan en el territorio, rodeados por amplias redes de delincuencia
organizada. Las características de cada grupo cambian como
cambia la geografía nacional.
Hay en todos los casos una fuerte tendencia a la
fragmentación. Idear soluciones
supone entonces una alta capacidad de los gobiernos para
diseñar e implementar políticas. A la vez, existen
limitaciones a la autonomía de acción
del Estado. La solución del conflicto pasa hoy por una
interlocución con diferentes sectores de la sociedad civil,
incluido el sector empresarial.
5. Cualquier esfuerzo por construir condiciones de paz en
Colombia tiene que empezar por dilucidar la complejidad del
conflicto. Ello implica entender la dinámica de los grupos al margen de la ley,
así como el papel que pueden desempeñar diferentes
actores en la articulación de soluciones, sin que por ello
deje de ser el Estado
quien tenga la responsabilidad principal en la conducción
de una política de paz. Implica también precisar
los términos en los cuales se enmarca el debate
alrededor del conflicto y de la paz. Del cuidado en las
descripciones de los fenómenos nacen los consensos que
permiten una solución.
El conflicto colombiano necesariamente concluirá con
una negociación o una serie de negociaciones, que
requerirán la debida preparación y asistencia
técnica si han de ser exitosas.
El contexto
internacional
6. El contexto internacional añade a la complejidad. El
conflicto colombiano no es fácil de interpretar para la
comunidad
internacional, que con frecuencia lo observa por la lente de
experiencias recogidas en otros países. Reconocer las
particularidades del caso colombiano, al igual que los aspectos
que tiene en común con otros conflictos, es fundamental
para identificar necesidades y asegurar la pertinencia de la
cooperación internacional.
7. Por otra parte, los mismos intereses de la comunidad
internacional y sus diferencias pesan sobre su percepción
del conflicto colombiano. Es el caso, por ejemplo, del problema
del narcotráfico, la principal fuente de
financiación de los grupos armados ilegales. A pesar de
que existe un consenso alrededor del papel de los recursos
naturales -legales e ilegales- en la continuidad de los
conflictos actuales y de que en varios casos se han tomado
medidas exitosas (el llamado esquema proceso Kimberley
contra el comercio de
diamantes ilegales), no ocurre lo mismo frente al
narcotráfico. No existe una coherencia de acción y
en la mayoría de los casos los reconocimientos de
responsabilidad compartida se
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