- Repercusión
del hábito de fumar sobre el aparato
cardiovascular - Enfermedades
vasculares periféricas: - Conclusiones
- Referencias
bibliográficas
Resumen
Nos propusimos revisar la literatura más
actualizada, para dar a conocer la magnitud de este nocivo
hábito, alarmados ante la terrible realidad de saber que
el tabaco causa 1
muerte cada 10
s, según un informe publicado
recientemente por la
Organización Mundial de la Salud. El tabaquismo
provoca 3 500 000 muertes anuales y ocasiona enfermedades
cardiovasculares y cerebrovasculares. El objetivo de
esta revisión bibliográfica es realizar una
actualización de este tema, haciendo mayor énfasis
en la repercusión del hábito de fumar en el aparato
cardiovascular. Como resultado de esta revisión
encontramos que el hábito de fumar constituye un factor de
riesgo de
enfermedades
cardiovasculares, donde las lesiones ateroscleróticas se
presentan en un porcentaje elevado de los pacientes que fallecen
por esta causa, y es a su vez, factor importante en la
aparición de otras enfermedades, como son: la hipertensión arterial, la
cardiopatía isquémica y las enfermedades
cerebrovasculares.
Palabras clave: Tabaquismo, hipertensión,
ateroesclerosis.
El tabaquismo se encuentra dentro de las epidemias del siglo
xx y lo que ya va del xxi, comparable con el terrorismo, y
tanto o más tenebroso, aunque simule ser un hábito
elegante. Si recordamos el atentado y destrucción de las
Torres Gemelas en EE.UU. se puede graficar la magnitud del
daño,
ya que esa destrucción produjo aproximadamente 10 000
víctimas y grandes perjuicios económicos que
paralizaron al mundo. El tabaco se calcula que provoca en el
mundo 10 000 muertes por día, más de 3 500 000
muertes por año y también grandes daño a la
salud y a la economía, de manera que mantener el
consumo de
tabaco como un producto libre
y legal le cuesta al mundo, tanto como una destrucción
diaria de las Torres Gemelas.1
Numerosos estudios clínicos, epidemiológicos y
de laboratorios realizados en los últimos 50 años,
han demostrado que el hábito de fumar es tan perjudicial
para la salud que en la actualidad constituye unas de las
prioridades a combatir por todos. Es obvio que el hábito
de fumar es un problema de salud del cual no está excluida
Cuba. En
muchos países, tanto desarrollados como subdesarrollados,
el tabaquismo es la principal causa evitable de enfermedades, y
que provoca más muertes prematuras que las que ocasiona en
su conjunto el SIDA, la
drogadicción, el alcoholismo,
los accidentes del
transito, los incendios y
los suicidios. Nuestro país tiene el triste privilegio de
hallarse en el tercer lugar de los países del mundo que
muestran cifras elevadas de consumo de
tabaco.2
Los primeros estudios no se publicaron hasta el último
tercio del siglo, mereciendo mencionarse por su
repercusión el Menezota Busines Men Study y el
Framinghan Study. Este último estableció la
conocida relación dosis-efectos (cada 10 cigarrillos
diarios representa el 18 % de incremento de la mortalidad en
hombres y el 31 % en mujeres). Surgió en estos estudios
pioneros el término factor de riesgo que se
utilizó por primera vez en 1961.3
Se considera fumador regular a toda persona que haya
fumado tabaco diariamente, independientemente de la cantidad,
durante por lo menos el último mes. En la mayoría
de los países desarrollados los fumadores representan el
30-60 % de la población masculina y el 20-30 % de la
femenina. Cuba se halla en la actualidad entre los de mayor
consumo per cápita de cigarrillos (más de 2
500 cigarrillos/habitantes/año), y ese comportamiento
es similar al de los países europeos con mayor
prevalecía del hábito tabáquico, pues entre
los adultos fuma el 40 %, y en el grupo de los
adolescentes,
a los 15 años alrededor del 52 % fuma regular u
ocasionalmente.4
Las enfermedades cardiovasculares causan aproximadamente una
cuarta parte de todas las muertes en el mundo. Su importancia en
la sociedad
contemporánea es atestiguada por el número casi
epidémico de personas afectadas, en especial, cuando el
número se compara con los informes
anecdóticos de su ocurrencia en la literatura
médica antes de este siglo.
Repercusión del
hábito de fumar sobre el aparato
cardiovascular
La problemática del consumo de tabaco en el
ámbito mundial constituye un aspecto de vital relevancia
para todos los países, particularmente para aquellos que
son productores. Fumar se encuentra arraigado en las costumbres y
cultura de la
población. Cuba, por consiguiente, es uno de ellos, ya que
se considera un país de fumadores. Es por esto que se hace
difícil un cambio de
comportamiento si tenemos en cuenta que son necesarias 2
premisas: la primera está dada porque problemas
globales requieren estrategias
globales para su solución; y la segunda, se refiere a que
tiene que existir disponibilidad social para aceptar el cambio.
Tratando de solucionar la primera, los países miembros de
la OMS, a la cual pertenecemos, están enfrascados en la
realización del I Convenio Intergubernamental, que recibe
el nombre de "Marco para la Lucha
Antitabáquica."5-7
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