- El
Stress: su manejo en una sociedad de
transición. - Motivación y
Productividad: ganar o lo que me gusta vs. ganar con lo que me
gusta - Crisis e
integración: gran riesgo, gran oportunidad
Con el advenimiento de la tecnología y la era
contemporánea, el mundo humano sufrió radicales
cambios. En los últimos tiempos, las nuevas tendencias
económicas, organizativas, conceptuales, nos alcanzan a
todos. Todo cambio genera
una respuesta de stress (alarma
inespecífica). Que tal respuesta sea de eustress o destres
dependerá fundamentalmente (si el estímulo que la
genera es de índole psicosocial) del modo en que sea
interpretado por el propio individuo.
La motivación es la fuerza
inherente a la persona que la
impulsa y mantiene en la tarea. La tarea debe satisfacer los
niveles superiores de la pirámide de Maslow para
hallarse la persona que la realiza en el Area de Optimo
eustress.
La productividad es
la resultante del manejo de los elementos de producción: trabajo,
materiales y
capital. Un
manejo racional y eficiente de estos se traducirá (o
tenderá a traducirse) en un aumento y/o mayor eficiencia de la
productividad.
Los cambios por los que la sociedad
(planetaria) está pasando incluyen un cuestionamiento de
los valores
que nos guían. En toda crisis
transicional los niveles más altos
(Autorrealización) tienden a ser dejados de lado debido a
varios factores: dificultades a corto plazo en los niveles
inferiores (Biólogos, Seguridad),
crisis en los grupos de
identidad como
la familia
(Pertenencia), la creciente competitividad
(status), con lo cual objetivos
válidos a largo plazo son vistos como algo incierto. Sin
embargo, son imprescindibles para satisfacer las necesidades
más Hondas del ser humano.
En cierto estudio sobre productividad, se comprobó que
los factores que más peso tenían en el éxito y
desarrollo de
una empresa
eran los humanos, a saber: el grado de satisfacción
personal,
tanto del cliente (con un
buen servicio,
desde el momento inicial del contacto hasta el seguimiento
posventa) como de los integrantes de la empresa
(identificándose con la empresa y
considerándose parte importante y útil dentro de
ella).
Por otra parte, podemos extrapolar las tendencias en
diferentes áreas, psicológica, social,
tecnológica, económica (hasta política!?) y
observar que todas tienden a la complementariedad e
interrelación. En física tenemos la
búsqueda de la corroboración de la Teoría
Unificada, en la que se postula que las cuatro fuerzas
fundamentales (electromagnética, nuclear fuerte, nuclear
débil y gravitatoria) no son sino aspectos diferentes de
una misma "Superfuerza". Sabemos que ningún quehacer
humano desarrollado unilateralmente y en exceso (respecto de los
restantes) será positivo a largo plazo. Un ejemplo: la
tecnología avanzada, en manos de una mente ignorante y/o
fría, despersonalizada no contribuirá a un mejor
desarrollo
social.
En esta presentación se discutirán todos los
items arriba mencionados, sugiriendo algunos principios
prácticos para la aplicación laboral cotidiana
en 3 áreas: la oficina, ventas y
administración/dirección, haciendo hincapié en el
factor humano.
1. El
Stress: su manejo
en una sociedad de transición
Con la complejización de la sociedad humana en todas
sus áreas, desde la tecnología hasta la
psicológica, hemos quedado desfasados de nuestras propias
vidas. Actualmente es necesario capacitarse en casi cualquier
cosa, antes de poder
realizarla en forma eficiente; siendo el grado de capacitación necesario bastante alto y
exigente (hay mucha competencia y
exigencia). El hecho en sí de necesitar un alto grado de
capacitación puede y de hecho es un importante generador
de stress.
Esto se debe a la oportunidad que está teniendo la
civilización contemporánea de avanzar no solo en lo
tecnológico, sino también en lo humano.
Esta oportunidad tiene como base varios elementos: el
desarrollo de los medios de
comunicación, el avance de las ciencias
psicológicas; el acrecentamiento de una conciencia
global, solidaria a todo nivel (se observa aún a nivel
político y económico, como la Comunidad
Económica Europea). Por otro lado, la
concientización cada vez mayor acerca de amenazas globales
para la humanidad: desastres ecológicos, medios de
destrucción masiva nunca antes a disposición del
hombre, etc.
Entonces estamos en presencia de una muy interesante etapa: la de
integrar en un nivel de funcionamiento armónico todas las
actividades humanas. La capacidad de funcionar en un nivel
integrativo superior, es lo que considero el verdadero
desafío para la humanidad, una suerte de salto cualitativo
de la conciencia humana a gran escala. Como toda
cosa nueva, es necesario aprender cómo funciona, y esto
representa tiempo y
esfuerzo. El stress debido a la necesidad de adaptarse a un mundo
nuevo, es la fuerza que será beneficiosa o nefasta
según como se la encare. Si el individuo se deja abrumar
por las exigencias cada vez mayores de su entorno inmediato
(competitividad, problemas
económicos, multiplicidad de estímulos distintos y
todos igualmente importantes), probablemente su organismo, el
cual no está biológicamente preparado para
enfrentar los stressores psicosociales, sucumbirá. En
cambio, si tal individuo comprende que su salida está en
alcanzar un nivel integrativo superior, donde pueda manejar la
complejización de su vida en forma eficaz,
encontrará en esta situación una fuente inagotable
de desafío positivo y motivante para su crecimiento y
desarrollo psicosocial, un aspecto que está esperando por
nosotros desde hace tanto tiempo.
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