- Introducción
- Definiendo
conceptos - La salud
del adolescente y el deporte - El deporte
en la adolescencia - Bibliografía
Introducción
Mediante la presente monografía, trataré de
investigar la relación existente entre la práctica
deportiva y la adolescencia, sus beneficios y la importancia que
esto tiene para el desarrollo muscular y fisiológico
del individuo. Así mismo se hará hincapié en
la importancia de una buena nutrición desde las edades
tempranas y sobre las enfermedades que pueden llegar aparejadas
con la práctica del deporte si el adolescente no se
encuentra informado.
Definiendo conceptos
Antes de intentar desarrollar el tema "El deporte y la
adolescencia", es necesario establecer una definición
de lo que se conoce como "deporte" y las características
principales del período de adolescencia.
Deporte
El deporte es toda aquella actividad en la que se
siguen un conjunto de reglas, con frecuencia llevada a cabo con
afán competitivo. Como término solitario, el
deporte se refiere normalmente a actividades en las cuales la
capacidad física del competidor son la forma primordial
para determinar el resultado (ganar o perder); por lo tanto,
también se usa para incluir actividades donde otras
capacidades externas o no directamente ligadas al físico
del deportista son factores decisivos, como la agudeza mental o
el equipamiento. Tal es el caso de, por ejemplo, los deportes
mentales o los deportes de motor. Los deportes son un
entretenimiento tanto para quien lo realiza como para quien lo
ve. Aunque frecuentemente se confunden los términos
deporte y actividad física, en realidad no significan
exactamente lo mismo. La diferencia radica en el carácter
competitivo del primero, en contra del mero hecho de la
práctica del segundo. Daremos también la
definición de actividad física, ya que considero es
la que más se adecua a las necesidades de este trabajo. La
actividad física es todo tipo de movimiento
corporal que realiza el ser humano durante un determinado periodo
de tiempo, ya sea en su trabajo o actividad laboral y en sus
momentos de ocio, que aumenta el consumo de energía
considerablemente y el metabolismo de reposo, es decir, la
actividad física consume calorías. Más
adelante se desarrollará con más profundidad esta
temática.
Adolescencia
Ante todo, un adolescente es un Homo sapiens, que
atraviesa una etapa especial de su ciclo de vida. Pero,
¿qué es ser hombre? De acuerdo con la
clasificación biológica, los humanos pertenecemos
al reino Animalia, clase Vertebrata, orden
Primates, familia Homínidos, género Homo,
especie Sapiens. Pero esta definición, de
carácter biológico, es insuficiente a la hora de
definir a la especie humana. Los humanos nos diferenciamos del
resto de los animales por nuestra capacidad de razonar, hablar,
pensar y vivir en sociedad. Además, somos los
únicos que tenemos la inteligencia necesaria para
transformar la naturaleza de acuerdo a nuestras necesidades.
Resumiendo, la diferencia esencial que tenemos con el resto de
los seres vivos es la presencia de cultura.
La adolescencia podría definirse como el período
de la vida de una persona que marca la transición entre la
niñez y la adultez. Desde la etimología, la palabra
"adolescente" proviene del verbo latino adolescere, que
quiere decir "crecer". Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia comienza a los diez
años. Los cambios físicos típicos de este
período suelen darse antes en las mujeres que en los
hombres. Durante la adolescencia, los cambios que se producen,
están relacionados con la inteligencia, la fuerza, la
imaginación, la sexualidad, la búsqueda de libertad
e individualidad y la perseverancia en metas personales.
La salud del adolescente y el
deporte
Las infecciones en el deporte
Distintos tipos de infecciones pueden adquirirse, directa o
indirectamente, a través de la práctica del
deporte. Algunas se relacionan con la actividad deportiva en
sí; otras, en cambio, están asociadas a hechos
vinculados, como el uso de vestuarios, los viajes, y la
utilización del tiempo libre.
Las infecciones más frecuentes son consecuencias de
heridas, lesiones o traumatismos. La causa mayor de traumatismos
no fatales es la actividad deportiva. Muchos de los traumatismos
producen fracturas o heridas que pueden infectarse. Las
bacterias, como los estreptococos y los estafilococos, causan la
mayoría de las infecciones y, en casos excepcionales,
puede aparecer el tétanos, dado que los campos deportivos
están contaminados con esporas de Clostridium
tetani. Para evitar este tipo de complicaciones es
imprescindible lavar profusa y adecuadamente las heridas,
utilizar antibióticos como profilaxis, y revisar las
inmunizaciones contra el tétanos. Si no se hubiera
recibido la vacuna en los últimos diez años, debe
aplicarse rápidamente una dosis de refuerzo. Cuando el
traumatismo se acompaña de sangrados importantes debemos,
además del rápido lavado, tener en cuenta la
situación de la persona afectada, por el riesgo de la
transmisión del Virus de la inmunodeficiencia adquirida
(VIH) o la hepatitis B. Si bien la transmisión de estos
virus es excepcional, puede ser necesaria la profilaxis con
medicamentos, en el caso del VIH y gammaglobulina o vacuna para
la hepatitis B, si el afectado es positivo.
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