- Los
cinco motores. - Ámbito
Jurídico. - Ámbito
Ideológico. - Ámbito
Económico. - Segunda
dirección de los Motores. - La
Centrifugadora.
1. Los cinco
motores.
Los cinco motores de arranque marcan el inicio de la nueva etapa
del Proceso Revolucionario. Finaliza la Transición (solo
nominalmente ya que la confrontación entre reforma y
revolución no acaba todavía) y comienza, a partir
del 10 de enero del 2007, la Traslación; es decir, el
tiempo de transferir y cimentar el poder político y
económico en las estructuras orgánicas del pueblo.
Es el momento que da inicio formalmente a la conversión
del gobierno en instrumento del pueblo.
Digo que la Transición no acaba todavía pues no ha
finalizado la confrontación de los sistemas
políticos que siguen en pugna. La reforma, cuya
expresión es la democracia representativa, no ha muerto.
Es la práctica del Estado burocrático soportado por
las leyes capitalistas que regulan el mercado. Leyes procreadoras
de una cultura alienante, materialista, consumista,
pragmática y rivalizadora. Pero, no solo es el modelo del
Estado reformista lo que estimula la alienanción, lo son
también los medios de intermediación de la sociedad
como, por ejemplo, los partidos políticos, la iglesia, los
gremios profesionales, las asociaciones mercantilistas, la banca,
el magisterio. La reforma se confronta con la revolución,
que busca el cambio de estructura (relaciones de
producción, sociales y de poder) cuya esencia es la
transferencia de la toma de decisiones a la comunidad organizada.
Esto es el poder popular, el cual aún no se ha logrado.
Los intentos revolucionarios de las etapas y fases anteriores han
permitido avances, progresos, evolución limitada, pero sin
derrotar de manera definitiva a la reforma. La
confrontación sigue activa. De allí que, la nueva
etapa de Traslación tiene que liquidar los residuos del
poder reformista y los elementos culturales del pragmatismo
corruptor.
(La Traslación sigue a la Transición. Ambas etapas
del Proceso se conciben como espacios temporales generadoras de
los hitos de la Revolución. Un hito demarca el momento que
indica el fin de un tiempo y el inicio del otro. La sumatoria de
momentos constituye una fase y la agrupación de
éstas, las etapas. Por lo que podemos identificar que los
espacios temporales de la revolución lo forman los
momentos, las fases y las etapas.
Tiempos generados por las coyunturas que ocurren en la estructura
de la sociedad venezolana. Las coyunturas, sabemos, se engendran
de manera espontánea por la conjunción de las
variables sociopolíticas que produce el colectivo nacional
en su accionar cotidiano. Por lo tanto, estos espacios temporales
no son predecibles ni planificadas. La ciencia y la racionalidad
humana pueden establecer aproximaciones de los tiempos, pero
jamás determinar la exactitud de la realización
puntual de los fenómenos sociales.
De allí que, la duración de los espacios temporales
para alcanzar la consolidación plena del Proceso, se basa
en estimaciones y predicciones probables. Lo que no significa que
se deja todo evento revolucionario a la discrecionalidad del
actor social. Aquí es donde entra la sabiduría, el
talento y la intuición racional y espiritual de quien
lideriza el Proceso. No solo por sus dones naturales, sino por la
posesión de conocimientos múltiples y precisos que
permiten vislumbrar la marcha, los caminos y las trochas por las
cuales se direcciona la evolución de la sociedad.
Tomamos, entonces, el hito establecido por el Presidente para
demarcar el fin de un tiempo y el comienzo de otro, como parte
del Proceso constante que engendra la Revolución. Denomino
a ese hito tal como lo dije, la Etapa de la Traslación, la
cual tiene como punto de partida su primera fase, a la que el
Presidente llamó la del Arranque del Socialismo. Su inicio
lo determina la puesta en marcha de un conjunto de acciones
jurídicas, políticas y educativas orientadas al
cambio de la estructura reformista del Estado y su cultura.
Acciones que se ordenan en los llamados motores de arranque. El
Presidente señaló los cinco motores del gobierno
para profundizar la revolución y trasladar el poder a las
comunidades organizadas. éstos son: (i) la ley madre de la
revolución para obtener poderes especiales y así
crear las leyes que cambien la estructura reformista del Estado
Nacional actual; (ii) la reforma socialista constitucional, (iii)
la educación popular, lo que demanda un programa
permanente destinado a generar los nuevos valores, principios y
preceptos que den la base de sustento a la cultura que exige el
socialismo; (iv) la nueva geometría del poder nacional en
sus tres dimensiones: distancia, volumen y extensión para
la aplicación simétrica del poder (división
político-territorial); y, (v) la explosión
revolucionaria del poder comunal para convertir el Estado
Burocrático en el Estado Social-Comunal (Ver
gráfico 1).
La etapa de Traslación, en su primera fase de arranque,
acelerará la construcción del Socialismo del Siglo
XXI. Debemos saber y, por lo tanto, convencernos que todo lo que
viene ocurriendo en Venezuela de sacudimiento de lo establecido
(viejo orden político), de ruptura con el statu quo del
"stablishment" oligárquico (grupos de élites
poderosas que dominaron la IV República cuyas
ramificaciones se extienden hasta la etapa de
transición del Proceso Revolucionario), de cambio de
paradigmas (reforma por revolución), todo lo que estamos
presenciando y protagonizando en esta era universal de Venezuela
y toda la humanidad, todo ello va en dirección de la
creación de un nuevo sistema cultural que pueda fecundar a
un nuevo ser. Esta es una de las metas a alcanzar por la
Revolución Bolivariana; en donde los asuntos
políticos, la composición social y la estructura
productiva-económica puedan establecerse bajo nuevas
leyes, concepciones, normas, valores y principios sin conflicto
ni contradicciones.
2. Efectobi-direccional de los
motores.
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