Introducción
El experimento de los indiscernibles es una posibilidad
filosófica que Danto explora profusamente en la
Transfiguración del lugar común (1981), pero
también, una realidad histórica cumplida con
éxito
por el readymade.
Nos proponemos analizar las consecuencias teóricas que
la indiscernibilidad "entre obras de arte y meras
cosas" real y filosófica, tuvo para algunas definiciones e
indefiniciones del objeto artístico. En particular, nos
referiremos a las críticas dantianas a la teoría
estética y al proyecto
neo-wittgensteiniano.
Por otro lado, evaluaremos cómo enfrenta Danto la
presunta refractariedad del minimal a la condición
de todo arte de ser acerca de algo. Por último,
examinaremos el rol que juega la apariencia en su teoría
del arte, y su tácita subordinación a la interpretación.
I. El experimento de
los indiscernibles
Al comienzo de la Transfiguración…, Danto
ofrece una muestra del
«poder de
acción» del experimento de los
indiscernibles "que con mayor frecuencia aparece ilustrado por el
caso de la Brillo Box de Warhol y la de James Harvey sobre
la que aquella trata" aplicado a la pregunta de qué es el
arte.
Nos pide que imaginemos ocho cuadrados rojos insdiscernibles a
la vista. El primero representa a los israelitas cruzando el Mar
Rojo con el ejército egipcio a la zaga. No obstante,
sólo vemos una mancha roja. Aparentemente el momento
escogido por el artista para la representación es el de la
anegación de la hueste perseguidora en las ominosas y
silentes aguas punitivas. El segundo cuadrado rojo
expresaría el apesadumbrado ánimo de Soren
Kierkergaard luego de la contemplación del primero, del
que ha pensado que es una dramática metáfora de su
propia vida. El tercer cuadrado es un paisaje suprematista
titulado «Red Square». Bajo "o sobre" el mismo
título cae el cuarto ejemplar de la serie que, no
obstante, ha sido ejecutado en otro estilo: a partir de las
más estrictas premisas del arte geométrico
minimalista. Prosigue en esta retahíla monocroma, una obra
llamada «Nirvana»; expresión metafísica
del conocimiento
que el artista tiene de una experiencia improbable al
espíritu occidental. El sexto cuadrado, «Red
Table Cloth», es una pintura de
estilo matissiano. El siguiente, es un lienzo con un fondo rojo;
obra inacabada del maestro italiano Giorgione cuyo título
«Conversacione Sacra» nos dice algo sobre las
pendientes intenciones del autor. Finalmente, tenemos una
superficie roja, que es una cosa o artefacto pintado de rojo,
pero no una obra de arte.
El objetivo que
persigue Danto con esta exposición
imaginaria es mostrar cómo las diferencias
representativas, intencionales, y en última instancia,
ontológicas "los dos últimos cuadrados no son obras
de arte" pueden pasar inadvertidas a un examen visual.
Por ello, una definición de objeto artístico que
busque ser inmune a esta ilusión
óptico-teórica no puede estar apoyada sobre el
reconocimiento perceptual.
El rol del experimento es señalar la inoperancia de
teorías
que reposan sobre una caracterización perceptiva de la
obra de arte. En particular (así lo hace notar M.ª
José Alcaraz), la teoría estética del arte y
las propuestas neo-wittgensteinianas "que reivindican la
noción de «aire de familia»",
se verían afectadas por las conclusiones del experimento.
Ambas asumirían que la naturaleza
artística de un objeto puede establecerse simplemente
observando el objeto en cuestión.
Las propuestas de Morris Weitz y William Kennick,
representantes del proyecto neo-wittgensteiniano en
estética, se caracterizan por negar la posibilidad
"incluso la necesidad" de definir el arte en términos de
condiciones necesarias y suficientes. Se trata, para ellos, de un
concepto
abierto, cuyos miembros no forman más que una
clase con
«parecidos de familia» entre sí, lo que no
impide que desempeñe cierta función
evaluativa.
Por eso, una definición de arte no es necesaria, ya que
hay a nuestro alcance maneras confiables de
identificación, al margen de las definiciones
cerradas y sus presuntas normas de
demarcación.
Por otro lado, al tratarse de un concepto abierto, de
los que según Wittgenstein en las Investigaciones
Filosóficas, no cabe esperar descripciones precisas de
su intensión, sino sólo «aires o
parecidos de familia»; una definición
rígida sería contraria a su carácter laxo.
Pero Danto ha mostrado con el experimento de los
indiscernibles "descendiente artístico del
readymade" que la distinción entre el arte y el
no-arte escapa a la percepción. En la
Transfiguración… argumenta contra el ejemplo
de Kennick, según el cual, un conocedor medio de arte
tendría la competencia
cultural para distinguir de un conjunto de objetos guardados en
un almacén,
los que son arte de los que no. Sin embargo, afirma Danto,
sería fácil imaginar un almacén exactamente
igual que el descripto por Kennick, pero tal que por cada obra de
arte de este almacén, su homólogo en el nuestro no
lo sea, y a la inversa.
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