Vanguardia y utopía social: Pensamiento gráfico, gráfica e ideología en Europa (1918-1934)
Los inicios del siglo XX constituyen una época de
fermento creativo en Europa: es el
tiempo del
surgimiento de diversos movimientos de vanguardia que
en su expresión constituyen el esfuerzo heroico por
transformar la sociedad desde
las nuevas relaciones que participan los procesos de la
producción y la cultura.
El desarrollo
tecnológico, las innovaciones técnicas y
los nuevos lenguajes artísticos abren extraordinarias
posibilidades para la expresión poética,
gráfica, pictórica, escultórica,
cinematográfica y arquitectónica. Las ideas
políticas encuentran en las manifestaciones
y expresiones artísticas un poderoso vehículo.
Arte y
política
se retroalimentan y establecen acaso uno de los diálogos
más interesantes y fructíferos en la historia del
arte moderno y la sociedad industrial.
El marco histórico y social en el que acontecen los
principales movimientos de vanguardia en Europa entre los
años 1918 y 1934 sucede en una de las etapas de la
formación del movimiento
moderno caracterizada por su espíritu revolucionario, su
fe en la producción tecnológica, su fuerte
contenido ideológico y la búsqueda de una respuesta
a las crisis
sociales. Se explora el potencial del campo de la
comunicación como un mundo que abre nuevas y
sorprendentes perspectivas. Pensamiento
gráfico, gráfica e ideología nutren la producción de
las vanguardias estilísticas.
En este contexto, especial interés
reviste el análisis de las técnicas mediante
las cuales se expresan y producen los significados de la
vanguardia y todo lo que a esta se asocia en los inicios del
siglo XX en el desarrollo de pósters de gran formato
producidos masivamente, fotomontajes y diseños cuya
abstracción obedece a la necesidad de su reproducción inmediata y rápida,
empleando tipografías y selecciones de color fuertes y
mensajes cuya totalidad gráfica hacen recordar el precepto
del cineasta ruso Sergei Einseinstein sobre la nueva misión de
un arte sin concesiones que a través de sus imágenes
debía pegar puñetazos a la cara del espectador para
forzar al reconocimiento de una nueva condición
histórica y de la necesidad de una conciencia
política basada en una nueva actitud hacia
la nueva civilización industrial y sus implicaciones para
la revolución social.
Se trata en lo genérico de un nuevo paradigma
artístico, basado en el compromiso de transformar la
sociedad desde los medios del
debate, las
formas de la controversia, los significados de la
provocación o la trasgresión a la estética de los órdenes compositivos
asociados al clasicismo academicista, para oponer su
determinación de modernidad.
Nuevos lenguajes estilísticos donde la belleza es
integrada o definitivamente sustituida por el atributo de la
verdad.
El socialismo en el
arte. El arte y la política. Después de la Primera
Mundial y prácticamente a lo largo del periodo de
entreguerras, hay una crisis profunda y generalizada en la
sociedad europea. Es una crisis social que se acentúa en
la medida en la que crece el desempleo y
la pobreza se
extiende en la creciente y progresiva condición urbana de
regiones y países. La vanguardia puntualiza los rezagos y
los grandes problemas
sociales y señala caminos de desarrollo a partir de su
lenguaje
directo.
El arte gráfico de la vanguardia moderna y el diseño
son atrevidos. Intentan lo que hasta antes era considerado
imposible. Apuestan a la innovación
tecnológica, técnica y expresiva. Crean nuevos
significados y valores de uso
inéditos.
Para renovar al arte, el arte nuevo plantea la
destitución del arte antiguo. La vanguardia establece la
ruptura y la imposibilidad de concesiones. No hay vuelta
atrás. El fermento revolucionario vanguardista abre fuego
contra aquello que considera opuesto a sus objetivos. En
un sentido general, la vanguardia reacciona contra los excesos y
los absurdos de la tradición de la educación
clásica y posteriormente, de lo sucedido en la Primera Guerra
Mundial, sus absurdos, sus excesos, sus fuerzas destructivas.
( 1 )
Puede parecer que de manera reduccionista lo que la vanguardia
propone y difunde es la destrucción del paradigma del arte
clásico o académico para poder
construir un nuevo arte y una nueva sociedad con un fuerte
contenido utópico, pero sus alcances buscan ir más
allá, ser un ámbito de discurso
social para plantear ideas nuevas e ir a fondo y sin miedo, en la
confianza de la era tecnológica cuyos portentos
constituían motivo de orgullo y sobrada sorpresa en su
incorporación a la vida cotidiana. De manera
analógica a lo que la técnica hacía para
la
organización social, el arte plantea nuevas relaciones
simbólicas que buscan transformar el estado de
cosas y promover el cambio social.
Es en este sentido que conecta con la noción de
utopía
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