Un ensayo de teología supraconfesional para masones latinoamericanos
Un ensayo de teología supraconfesional para masones
latinoamericanos – Monografias.com
Un ensayo de teología
supraconfesional para masones latinoamericanos
Ante cierta confusión de los espíritus en
el mundo contemporáneo, y en particular, entre quienes
simpatizan o están afiliados a la Hermandad
Masónica de habla hispana, se hace necesario puntualizar
algunas cosas que permitirán reorientar las posiciones de
muchos hermanos y honestos buscadores de la Verdad.
Recordemos en primer término, que la palabra
Teología fue utilizada por Aristóteles y otros
grandes filósofos para señalar el campo de estudios
que se refiere a Dios y a los dioses. Y que éste mismo
filósofo indicaba que Dios era el Primer Motor
Inmóvil del Universo, y también que Dios es la
Inteligencia Infinita en la cual nuestro espíritu se
sumerge en contemplación.
Otros filósofos nos dirán que Dios es el
Nous, o la mente suprema. Otros como Plotino, nos
enseñarán nociones acerca del Uno, que emanó
de si a la Mente Universal, y luego al Alma Universal, y
finalmente a la Materia del universo. Sin embargo, a pesar, y en
contra de la interpretación racionalista común que
se le hace a la filosofía griega, la mayoría de
estos grandes, incluidos, Pitágoras, Empédocles,
Platón, Plutarco, Zenón de Citio, Apolonio de
Tiana, Atenágoras, Parménides, etc: son
también MISTICOS, es decir, buscan y logran una
visión de Dios con el Ojo único de su
espíritu. Eso significa la palabra griega TEORIA
(teos=Dios), UNA VISION DE DIOS, DE LOS DIOSES Y DEL UNIVERSO, en
su acepción primitiva, no en su interpretación
modernista.
Por lo tanto, estos filósofos antiguos no
están lejos de lo que los Judíos, los Cristianos y
los Musulmanes consideran como Profetas, o más
correctamente Nabís o Videntes. Sea dicho de paso, que las
antiguas escuelas de misterios, como las conocidas como Misterios
de Eleusis y los Misterios Orficos, pretendían no solo
efectuar ritos agrarios y de representación de ciclos
cósmicos naturales, sino que poner al adepto en contacto
directo con seres superiores y realidades hiperfísicas,
con los Dioses mismos. Lo mismo pretende hacer Pitágoras
con sus discípulos, recordando el contenido de los Versos
Aureos. Lo mismo pretenden los adeptos de los misterios de Isis y
de Osiris, según nos testimonia Plutarco, quien,
además de filósofo pitagórico es sacerdote
de Apolo.
Posteriormente, los líderes del mundo cristiano
emergente, los padres de la Iglesia, al enfrentarse con la
filosofía griega, se apropian del vocablo teología,
para exponer una síntesis razonada de su fe. Una fe que no
nace de la nada, sino que, al igual que las doctrinas
espiritualistas griegas anteriores, nace de EXPERIENCIAS DIRECTAS
EN LA LUZ DIVINA, obtenidas por Cristo, los apóstoles, y
los profetas. Las cuales deben ser ordenadas, sistematizadas y
enseñadas como doctrinas o dogmas en beneficio de quienes,
por diversos motivos, no pueden tener acceso a dichas
experiencias místicas supraconscientes. De allí
surge la necesaria comprensión de que la enseñanza
dogmática de las iglesias, cualquiera que fuere su nombre,
surge de la caridad y de la consideración a las
limitaciones humanas, y no con el ánimo de esclavizar o de
oscurecer el espíritu humano.
Lo mismo sucede en el Budismo, en el Hinduismo, en el
Taoismo. Pero el que persevera en la meditación y en la
oración, y obedece las reglas de la rectitud moral, tarde
o temprano tendrá la bendición de ver, con sus
propios ojos interiores, las realidades trascendentes luminosas
que le han sido enseñadas como dogmas de fe. Esa es la
convicción gnóstica de la masonería y de
otras instituciones espirituales, rosacruces, herméticas,
kabalísticas, sufíes, yóguicas,
monásticas contemplativas, etc, a través de los
siglos.
Además, muchas doctrinas religiosas son "fijadas"
o convertidas en dogmas que deben ser aceptados por la fe, en
momentos históricos de crisis espiritual, cuando se
observa que la alta calidad de las experiencias místicas o
gnósticas de las primeras épocas de
propagación de una determinada religión se van
debilitando o degradando, y se teme que el acceso a ese plano de
luz y de verdad ya no sea posible para las mayorías.
Así los últimos representantes de una
enseñanza viva y potente intentan salvar ese
depósito de revelación por algún tiempo,
hasta que un nuevo impulso del Espíritu haga a los hombres
capaces de un acceso directo a esas verdades.
No existe, por tanto, en el origen de las cosas
teológicas una mala intención o un mal
propósito en la redacción de fórmulas
dogmáticas. Lo que no impide que en el curso de la
historia, por la influencia de las pasiones y de las ambiciones
humanas, se pueda instrumentalizar el dogma y la salvación
prometida en los textos sagrados para fines innobles de
esclavitud humana. Pero el principio original es el vale, no la
perversión posterior.
Ahora bien. Antes de que el dogma sea fijado, los
videntes, los iniciados, o los maestros iluminados y sus
discípulos, cuentan oralmente las historias de sus
experiencias sagradas con Dios, y escriben textos inspirados
donde se consigna que fue lo que sucedió, interna y
externamente, respecto de algún particular encuentro con
Dios o con alguna entidad sobrenatural. Recordemos por ejemplo,
las experiencias de Abraham, narradas en el Génesis. O las
de Moisés en el Sinaí, o las de Noé, o las
de el Rey Ezequías y las visiones del Profeta
Isaías, los sueños de Salomón, las visiones
apocalípticas de San Juan. Y cientos de otras narraciones,
piadosamente guardadas e interpretadas por una minoría
consciente del pueblo de Israel.
Justamente así nace la llamada Teología
Cristiana, en el seno de la minoría intelectual denominada
como los padres apostólicos y de los padres de la iglesia,
ciencia sagrada que se define como un estudio racional de los
textos de la revelación, ayudado por los conceptos de la
filosofía griega que le sean compatibles.
En los primeros siglos la teología
judeo-cristiana se vincula poderosamente al Platonismo y al
Estoicismo, que le son afines. Más tarde, desde el
año 1200 en adelante, por influencia de los escritos
teológico-filosóficos de Averroes y de
Maimónides, la teología cristiana se apoya en los
criterios de Aristóteles. Ese es el inmenso trabajo que
asumen Santo Tomás de Aquino y su escuela.
Y también, por esa misma época nacen en
Europa los movimientos kabalísticos, a partir de la
publicación del famoso libro del Zohar, del Bahir, y otros
famosos documentos de la mística judía, lo cual no
deja de influir en autores del mundo intelectual creyente, que
termina uniendo momentáneamente (por unos dos siglos, el
s. XVI y XVII) a la teología con la
kábalah.
Así surgen el Abad Jean Trithemius, Pico de
Mirándola, Juan Reuchlin, Henrich Cornelius Agrippa,
Giovanni Agostino Panteo, el cardenal Gilles de Viterbo, Michael
Maier, Roberto Fludd, etc. Y estas doctrinas
teológico-cabalísticas, o gnósticas-judeo
cristianas no sólo penetran en la iglesia católica,
sino en el seno de la iglesia luterana (es el caso de Juan
Valentin Andrea y la Fama Fraternitatis) y en la anglicana, y
naturalmente en el seno de la masonería inglesa y
escocesa.
A la masonería operativa de los siglos 16 y 17
estas influencias espirituales la sorprenden en plena faena de
transformarse en Masonería Especulativa. Y le aportan
conceptos teológicos que refuerzan y modifican en parte
las enseñanzas católicas que ya traen desde la edad
media. Así nace la leyenda de la Palabra Perdida, tomada
de la supuesta pérdida de la correcta pronunciación
del nombre de Yahové que sufrieron los judíos a
través de los siglos, según narra Maimónides
en La Guía de los Descarriados, también llamada la
Guia de los Preplejos. Esta supuesta pérdida de aquellos
secretos se personifica en la muerte prematura del Maestro
Arquitecto del Templo de Salomón, Hiram Abí; hecho
que justifica la aparición de Palabras y signos que
sustituyen a los auténticos, ya que el maestro se
negó a entregarlos a sus asesinos, llevándoselos a
la tumba.
En las logias escocesas y en las del real arco se
introducen estas enseñanzas
teológico-cabalísticas, y se estructura un
sólido conjunto de ideas y de símbolos que unifican
los conceptos de Dios de la Biblia, con las doctrinas de
Pitágoras y las de la cábala.
Así tenemos, por ejemplo, la importante
relación que estas logias establecen entre el nombre de EL
SADAY, o Dios Todopoderoso, en hebreo, de valor gemátrico
345, con las cifras 3-4-5 de los lados del triángulo
rectángulo de Pitágoras.
El = 31 , + Saday = 314 hacen 345.
Así mismo, es en esta época en la cual las
logias anglosajonas comienzan a usar la letra G entre la escuadra
y el compás, o la G dentro de la pentalfa, y el ojo de
Dios dentro del triángulo.
Esta letra G no sólo les recuerda a estos
antiguos hermanos la G de la geometría, o la G de la
Gnosis, sino que les indica la presencia de Dios en medio de sus
ceremonias, pues la G es la inicial de God, Dios en
inglés. Y como ya saben nociones de cábalah, ese
Nombre de God les sirve para encubrir y al mismo tiempo
representar la primera letra del Tetragrama, de "Yod" del nombre
de Yahove revelado a Moisés. No hay duda además,
que existe una semejanza fonética entre "YOD" y
"GOD".
Y para rematar el concepto, y no dar a dudas de su
elevada significación, esa G es un recuerdo de un
importante dato numerológico y teológico
simultáneo. La G recuerda a la letra Gamma
mayúscula, que vale 3 en la numerología griega, lo
mismo que Guimel en la numerología alfabética
hebrea. Ese TRES nos conecta con la Santísima Trinidad y
con el Delta. Pero, por una maravillosa sincronía esa
letra Gamma mayúscula tiene forma de escuadra. ( G ).
Desde luego que este es uno de los motivos por los que el V:.M:.
sentado al oriente tiene como insignia una escuadra, es decir,
una Gamma mayúscula. ( G ).
Un Dios Todopoderoso que es Uno y es Tres, que es Yod ,
God, Gamma y Escuadra. El Gran Geómetra del Universo cuya
plomada atraviesa el universo y que es el axis mundi desde la
estrella polar como Cenit hasta el otro extremo del cosmos como
nadir. Y con la sabiduría de los siglos, esa gamma
mayúscula en forma de escuadra es también la imagen
parcial del triángulo rectángulo y la imagen de los
pies de los hermanos masones puestos al orden dentro del
templo.
Y como nada es accidental en los misterios
masónicos, esa letra G del mundo anglosajón es LA
SEPTIMA LETRA de su alfabeto, y también es la
séptima del alfabeto latino, por lo tanto es un emblema
del número siete, el gran número virginal de los
pitagóricos, la imagen visible del Uno invisible,
proyectado en el tiempo. El número de Atenea, la diosa de
la sabiduría. Y la palabra MINERVA tiene siete letras por
eso mismo.
Este siete de la letra G nos lleva nuevamente a la
estrella polar y al axis mundi. Los antiguos masones escoceses
nos dicen que El Gran Arquitecto del Universo, o EL SADAY mora en
la Estrella Polar, y que esta estrella es la principal de las
siete estrellas de la constelación de la osa menor en la
bóveda celeste del hemisferio norte. Cada noche, y por
todo el año los masones ven en el cielo cómo las
seis estrellas de esta famosa constelación polar giran en
torno de la estrella alfa de esa conformación. Seis giran
en torno de Una que permanece inmóvil. Por eso la estrella
polar será considerada como la sede propia del Supremo
Dios INMUTABLE que gobierna el universo, o el punto de
manifestación del Gran Motor Inmóvil, la Causa
Primera.
Es decir, Una G en el centro de una estrella de seis
puntas que se pone en los templos masónicos en el centro
de la bóveda celeste, en lo alto de los templos, por
encima del ara, y se cuelga de allí un cable o cadena en
cuyo extremo resplandece la luz eterna, la luz de Dios o de God,
o la Luz del Yod, la primera letra del nombre de Dios de los
hebreos. Ese cable o cadena es imagen de la Plomada
Cósmica que sirve de eje giratorio al mundo universo, y
que es sostenida por la mano o la voluntad todopoderosa del
Sublime Arquitecto, por el Ser Absoluto desde el plano de la
eternidad, es decir, por encima del tiempo.
Los chinos taoístas también afirman que la
estrella polar es la morada del Padre Supremo, o de
T´ai-yi, o de lo que los adeptos de tao denominan LA GRAN
UNIDAD. Justamente esa Unidad es Dios para los pitagóricos
y para los judíos kabalistas, y para todos los creyentes
del Dios de la Biblia, el Creador del Universo.
Por eso existen profundas razones teológicas para
dibujar una G entre la Escuadra y el Compas, o lo que es lo
mismo, entre el cielo y la tierra. O bien la G en el centro de la
pentalfa o la G en el centro de la hexalfa. Es Dios o es la Yod
en el centro del macrocosmos y en centro del microcosmos. (La
pentalfa es el símbolo del hombre o microcosmos y la
hexalfa lo es del macrocosmos o del universo externo).
También podemos agregar, para captar la enorme
importancia de esta vinculación de Dios con el Yod para
las escuelas esotéricas medievales, que en la Divina
Comedia, en el capítulo 26 de la tercera parte, acerca del
cielo, Dante nos dice por medio de nuestro padre Adan, QUE EL
PRIMER NOMBRE DE DIOS FUE "I", en el paraíso, en el mundo
primordial, antes de la caída. Y que tras la caída
el Señor se pasó a llamar "EL". Justamente la letra
"i" es lo mismo que Yod. Letra que tanto en griego como en hebreo
vale 10, cifra que simboliza el centro y la periferia, el punto
dentro de la circunferencia, lugar simbólico o espiritual
donde un masón perdido o extraviado siempre se
podrá encontrar. Es decir, en Dios, en el centro divino de
su ser.
Además, el Dante es muy inteligente, pues al
hacernos leer ese dato sobre la divina "i" o sobre el "yod" lo
pone en el capítulo 26, porque justamente todos los
estudiantes de kabalah saben que 26 es la suma de las cuatro
letras del nombre de Dios, Yod he vau he, es igual a 10 + 5 + 6 +
5 = 26. O Yahové, o Yehova. Dante Alighieri lo hace
así porque es miembro activo y dirigente de una hermandad
iniciática del siglo XIV llamada FIDELI
D´AMORE.
Todo esto no es ajeno al simbolismo que es revelado a
los profetas del pueblo hebreo. El profeta Amós, por
ejemplo nos transmite en el capítulo SIETE de su libro lo
siguiente: HE AQUÍ EL SEÑOR ESTABA SOBRE UN MURO
HECHO A PLOMO Y TENÍA EN SU MANO UNA PLOMADA DE
ALBAÑIL. YAHOVE ENTONCES ME DIJO: QUE VES, AMOS? Y dije:
UNA PLOMADA DE ALBAÑIL. Y EL SEÑOR DIJO: HE
AQUÍ YO PONGO UNA PLOMADA DE ALBAÑIL EN MEDIO DE MI
PUEBLO; NO LO TOLERARE MÁS.
Es decir, el Dios Masónico de Israel no
soportará más desviaciones de su pueblo respecto de
la ley divina revelada por Moisés. Los ciudadanos de
Israel que no quieran ponerse a plomo con la ley de Dios
serán destruidos, pues sus piedras personales no pueden
entrar en el muro, a causa de sus irregularidades.
¡Qué mensaje más masónico!
Y el profeta Isaías no es menos cuando en el
capítulo 40, vers. 12 dice: ¿Quién
MIDIÓ LAS AGUAS CON EL HUECO DE SU MANO, Y LOS CIELOS CON
SU MANO, CON TRES DEDOS JUNTÓ EL POLVO DE LA TIERRA, Y
PESÓ LOS MONTES CON BALANZA Y CON PESAS LOS COLLADOS?… y
más adelante dice, en el versículo 22: EL ESTA
SENTADO SOBRE EL CIRCULO DE LA TIERRA… EL EXTIENDE LOS
CIELOS COMO UNA CORTINA, LOS DESPLIEGA COMO UNA TIENDA PARA
MORAR. Justamente en sanscrito la palabra Brahma (el Creador)
significa EXTENSIÓN, EL QUE EXTIENDE EL ESPACIO O EL
CIELO. Y confirmando la misma doctrina, el profeta
Jeremías, en el capítulo 10, vers. 12 y 13 agrega:
EL QUE HIZO LA TIERRA CON SU PODER, EL QUE PUSO ORDEN EN EL MUNDO
CON SU SABER, Y EXTENDIÓ LOS CIELOS CON SU
SABIDURÍA. A SU VOZ SE PRODUCE MUCHEDUMBRE DE AGUAS EN EL
CIELO, Y HACE SUBIR LAS NUBES DE LO POSTRERO DE LA TIERRA, HACE
LOS RELÁMPAGOS CON LLUVIA Y SACA EL VIENTO DE SUS
DEPÓSITOS.
No en vano, entonces, en los rituales masónicos,
hijos de la teología bíblica, el Venerable Maestro
levanta su antorcha encendida y dice: SU SABIDURÍA ES
INFINITA. Y los Vigilantes agregan: SU FUERZA ES OMNIPOTENTE, y
SU BELLEZA RESPLANDECE POR TODO EL UNIVERSO.
Ahora se hace necesario analizar otros elementos
teológicos del ritual masónico, de gran
importancia. Uno de ellos es el primer versículo del
Evangelio de san Juan.
EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO, Y EL VERBO ERA CON DIOS, Y
DIOS ERA EL VERBO.
Que nadie se sorprenda por la frase Y DIOS ERA EL VERBO,
pues así dice y así se ordenan las palabras en el
texto griego. Dios es el sujeto de la oración, y "era el
verbo" es el predicado, no al revés. Ese énfasis es
importante para san Juan y para nuestros antepasados, pues nos
informa que DIOS MISMO ES QUIEN SE HACE PALABRA CREADORA O LOGOS,
o dicho de otra manera, DIOS MISMO SE HACE RAZON DEL UNIVERSO Y
SE HACE RAZÓN DEL ESPIRITU DEL HOMBRE. Pues en EL estaba
la Vida y la esa Vida es la luz de los hombres.
Para los kabalistas antiguos y modernos DIOS ES PALABRA,
ES EL VERBO, ES PENSAMIENTO INFNITO EXPRESADO COMO PALABRA. PARA
ESOS SABIOS JUDIOS ESOTERICOS EL UNIVERSO ENTERO ES PRODUCIDO POR
LA PALABRA DIVINA, POR LA VIBRACIÓN DE LAS 22 LETRAS DEL
ALFABETO HEBREO, ALFABETO NO ACCIDENTAL, SINO DE ORIGEN
DIVINO.
Eso no se demuestra solo acudiendo a fuentes cristianas
de entendimiento teológico, siguendo las palabras de san
Pablo en la Epístola a los Hebreos 11,3 , donde dice: POR
LA FE ENTENDEMOS HABER SIDO CONSTITUIDO EL UNIVERSO POR LA
PALABRA DE DIOS, DE MODO QUE LO QUE SE VE FUE HECHO DE LO QUE NO
SE VEÍA.
Sino que se demuestra acudiendo al mismo Antiguo
Testamento, por ejemplo al salmo 33,6 , donde dice: POR LA
PALABRA DE DIOS FUERON HECHOS LOS CIELOS, Y TODO EL
EJÉRCITO DE ELLOS POR EL ALIENTO DE SU BOCA, sintetizando
el contenido del Génesis 1 completo. Y desde luego que
para san Juan este verbo divino es la Persona de Jesucristo, la
Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que se hizo
hombre, tal como dice el versículo 14 del mismo cap. 1 del
Evangelio de Juan, Y EL VERBO CARNE SE HIZO. (nuevamente recurro
al texto griego, ya que no es lo mismo traducir Y EL VERBO FUE
HECHO CARNE, que decir EL VERBO CARNE SE HIZO, como dice con
énfasis el original griego.)
He aquí un ícono masónico de Cristo
como Gran Arquitecto del mundo. Su contenido es precisamente lo
que quiere decir el Génesis y el capítulo uno del
Evangelio de san Juan.
Sin embargo, cometen un error masónico quienes
creen que han de respetar y estudiar sólo los
versículos mencionados en los rituales. No. Esas palabras
solemnes son desde luego buenos resúmenes de doctrinas
trascendentes, pero no basta eso para entender los misterios de
la masonería. Por ejemplo, la primera Epístola de
san Juan es la coronación de las grandes doctrinas de la
masonería. En dicha carta, en el versículo 5 del
capítulo 1 dice: …DIOS ES LUZ Y NO HAY NINGUNAS
TINIEBLAS EN EL.
Es decir, Dios es, tal como dicen los adeptos de la
kabalah: AIN SOPH AUR, es decir, LA NO COSA QUE ES LUZ INFINITA O
LUZ ILIMITADA. Y el Evangelio de san Juan cap. 8,12 Jesús
nos dice, en la misma línea teológica anterior: YO
SOY LA LUZ DEL COSMOS, EL QUE ME SIGUE NO ANDARA EN TINIEBLAS,
SINO QUE TENDRA LA LUZ DE LA VIDA.
Y esa misma Epístola dice, en su cap. 4,16 define
a Dios, afirmando que DIOS ES AMOR, Y QUE EL QUE PERMANECE EN EL
AMOR PERMANECE EN DIOS Y DIOS EN EL. Una excelente doctrina que
los masones sinceros tratan en todas las latitudes del mundo de
practicar y vivir.
Retornando a la doctrina del Verbo de Dios, o mejor
dicho de la Divinidad que es Verbo o Palabra creadora y
vivificante del cosmos, debo hacer notar que es una
enseñanza que no tiene nada de sectario, o de parcialidad
religoosa. Es una enseñanza universal o transversal a la
mayoría de las religiones del mundo. Para demostrarlo
copiaremos varias citas textuales del Evangelio del Gurú
Nának, fundador de la religión Sijs, en la India,
en el siglo XVI. (Estractos del libro Adi Grant, la Sagrada
Escritura de los Sijs.)
Selección de textos del JAP-JI.
EN EL PRINCIPIO ESTABA EL SER VERDADERO….EL
PRESIDE EL COMIENZO DE CADA ERA, SIEMPRE FUE, ES Y
SERÁ.
POR SU VOLUNTAD TODO FUE CREADO, TODAS LAS FORMAS, TODAS
LAS COSAS….
VERDADERO ES EL SEÑOR, Y VERDADERO SU SANTO
NOMBRE.
EL NO PUEDE SER MOLDEADO POR FORMA ALGUNA PUES ES EL
CREADOR DE LAS FORMAS.
QUIENES LE ADORAN GANAN SU COMPASIÓN, PUES EN SU
BOCA VIBRA EL SONIDO ETERNO DE SU PALABRA. EL ES LOS VEDAS Y LAS
DEMÁS ESCRITURAS….
ESCUCHANDO SU PALABRA FUERON CREADOS LOS DIOSES Y LOS
SANTOS.
ESCUCHANDO SU PALABRA FUERON CREADOS LOS SIETE
CONTINENTES, LOS SIETE CIELOS Y LOS SIETE PARAISOS FUERON
FORMADOS.
ESCUCHANDO SU PALABRA EL HOMBRE ALCANZA LA
SABIDURÍA Y LA MUERTE CESA DE EXISTIR.
OH, NANAK, TAL ES EL PODER DE LA PALABRA.
ESCUCHANDO SU PALABRA, BRAHMA, ISAR, E INDRA FUERON
CREADOS.
ESCUCHANDO SU PALABRA, LA VERDAD, LA DICHA, Y EL DIVINO
CONOCIMIENTO SON ALCANZADOS. OH, NANAK, QUIEN DE VERDAD LA
PALABRA ESCUCHA NO VOLVERÁ A RENACER.
TODA LA CREACIÓN ES UNA MANIFESTACIÓN DE
TU PALABRA.
GRANDE ES EL SEÑOR Y SU SANTO NOMBRE, PUES DEL
ALIENTO DE SU PALABRA SURGIÓ LA
CREACIÓN.
EXISTEN MILLONES DE MUNDOS MÁS ALLA DE LOS
CIELOS; BUSCANDO SUS CONFINES EL HOMBRE TUVO QUE DESISTIR. EL ES
INCONMENSURABLE, ASI LO PROCLAMAN LOS VEDAS, Y EN EL CORÁN
ESTA ESCRITO; LA REALIDAD ESTÁ MÁS ALLÁ DE
LAS FORMAS, ES UNA EN SI MISMA.
¡Oh, NANAK! SOLO EL CONOCE CUAN GRANDE
ES….LOS CAMINOS DEL DESTINO SE ESCONDEN EN TU
CORAZÓN. EL ES EL MAESTRO DEL DESTINO, SIN PRINCIPIO NI
FIN.
EL QUE CREO EL DIA Y LA NOCHE, EL QUE DIO VIDA A LAS
BRISAS Y AVIVÓ LOS FUEGOS, EL QUE CREÓ LAS
CRIATURAS Y ESPECIES DIVERSAS, CREÓ TAMBIÉN LA LEY;
POR VUESTRAS OBRAS Y PENSAMIENTOS SEREIS JUZGADOS. DIOS OBRA CON
JUSTICIA; QUIENES RECONOCEN SU GRANDEZA SE POSTRAN ANTE EL, PUES
EN SUS MANOS ESTA EL DESTINO DE LOS HOMBRES. ESTO, ¡OH,
NANAK! SERA SIEMPRE ASI.
EL MARTILLO DEL HERRERO ESTÁ HECHO DE
CONOCIMIENTO Y SU YUNQUE DE DEVOCIÓN; CON EL TEMOR DE DIOS
HACE SOPLAR LOS FUELLES Y CON LA MEDITACIÓN AVIVA EL FUEGO
DEL AMOR. EN EL MOLDE LA HUMILDAD VIERTE EL NECTAR Y EN EL
IMPRIME EL NOMBRE DEL SEÑOR.
ASI ES ACUÑADA LA PALABRA, EN LA CASA DE LA
MONEDA DE LA VERDAD.
Debo hacer notar que Nanak jamás conoció
la Biblia ni a san Juan, pero su espíritu es del mismo
linaje de los profetas antiguos y de los videntes del Nuevo
Testamento. La mayor cercanía intelectual que tuvo con
nosotros fue a través del Coran.
Retornando a las perspectivas teológicas
estrictamente masónicas es conveniente, antes de avanzar
más, una mirada al DELTA LUMINOSO de nuestros
templos.
Este es un Triángulo equilátero que
perfectamente podemos relacionar con la santísima Trinidad
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. O como dice
Francis Bacon en la Nueva Atlántida, EL PADRE, EL VERBO Y
EL ESPIRITU SANTO. Es un estímulo formal para recordar a
todos los ternarios sagrados de las grandes religiones, que no
voy a nombrar ahora. PERO SI DEBO HACER UNA MENCIÓN
ESENCIAL, QUE ES EL PORQUE LOS TEXTOS MASONICOS LO DENOMINAN "EL
DELTA" Y NO CON OTRO NOMBRE.
LA RAZÓN ES QUE LA LETRA GRIEGA DELTA MAYUSCULA
ES UN TRIANGULO EQUILATERO Y AL MISMO TIEMPO TIENE EL VALOR
NUMERICO DE CUATRO. Es decir, en una magistral síntesis,
semejante a la de la letra G, God, y Yod, el delta nos muestra un
símbolo que nos habla de un tres que es, al mismo tiempo,
un cuatro. Es decir, nos habla del nombre de Yahove, o
Yehová. Pues ese nombre de Dios está formado por
cuatro letras hebreas que en realidad son tres: YOD-HE-VAU-HE,
SON TRES, PUES LA LETRA HE ESTA REPETIDA. De esta manera el
famoso Tetragrama sagrado está compuesto sólo de
tres letras. Y como Dios es Luz, el Delta se le denomina como
Luminoso. Y como es el origen del Conocimiento y su meta final,
se le agrega un ojo, el ojo omnisciente de Dios.
Además, esas tres letras hebreas, yod-he-vau,
tienen los valores gemátricos de 10 + 5 + 6 = 21. Es
decir, nos conduce directamente a un nuevo ternario sagrado: 3 x
7 o bien 2 + 1 = 3.
He aquí, pues la sabiduría de nuestros
antepasados, maestros de la kabalah y de la
teología.
Pero eso no es todo. El Delta que es tres y es cuatro,
nos remite, además, a las doctrinas pitagóricas,
pues para esa escuela el cuatro o la tetractis, era el
número sagrado por esencia, tanto, que hacían sus
juramentos poniendo la mano sobre ese símbolo.
Diez puntos ordenados en cuatro filas. La suma de los
primeros cuatro dígitos es diez. En griego la Iota, o la
letra "i" vale diez. Igual que la yod o la "i" del hebreo, Yod
que es la primera letra del Nombre de Dios, God, en
inglés.
De todo lo dicho y graficado en este ensayo se
comprende, por la un lado, la completa coherencia o concordancia
conceptual interna de los símbolos y ritos
masónicos con una posición teocéntrica de la
vida, del hombre y del universo. Y en segundo término la
absoluta validez de los antiguos landamark, enumerados por Albert
G. Mackey como el N° 19 acerca del reconocimiento de la
existencia de Dios, y del N° 21 acerca del uso del Volumen de
la Ciencia Sagrada ( la Biblia) o de la Ley sagrada (la Torah)
sobre el ara de los templos masónicos. Lo que no impide
usar otros libros sagrados en el caso de ingresos a la hermandad
de personas de otras confesiones religiosas.
Si alguien no acepta o no entiende la presencia de
alguno de esos dos elementos esenciales consignados en esos
ladnmark es evidente que tampoco encontrará comprensible
las doctrinas señaladas respecto al Delta luminoso, o a la
letra G, o al uso de palabras sagradas tomadas de la Biblia, ni
entenderá la búsqueda de la Palabra Perdida, ni el
uso de doctrinas kabalísticas dentro de los talleres
masónicos. Debe estar claro para todo masón que la
Biblia y todo el simbolismo del interior del templo y el
contenido de los rituales son CONCORDANTES, UNITARIOS, o
coherentes.
Y si no lo cree es porque no ha leído con
detención las sagradas escrituras, y si las ha
leído sólo lo ha hecho para encontrar errores y no
verdades profundas.
En ese caso, aunque ingresara formalmente a una logia y
se le llamara Querido Hermano, su espíritu estaría
fuera de la comunión mística deseada por los
grandes maestros iluminados que crearon o estructuraron paso a
paso a esa augusta escuela formadora de seres humanos
esclarecidos que trabajan por la perfección de la
humanidad, y abiertos al Ser trascendente que les dio el ser y la
inteligencia.
Un libre pensador o un agnóstico puede ingresar a
una logia masónica, siempre que crea en algún
equivalente filosófico de Dios. Sea en un Alma Universal,
en una Razón Cósmica, en Una Energía
Consciente Infinita, en una Fuerza Ordenadora del mundo, o en una
inteligencia infinita. Y si no cree debe expresar que desea
avanzar en la búsqueda de una verdad trascendente o llegar
al un conocimiento gradual acerca un misterio existencial que
intuye y que desea comprender con la ayuda de las doctrinas o del
simbolismo masónico. Eso demostraría su humildad de
espíritu y el reconocimiento de que sus actuales
convicciones son temporales, que representan su actual etapa de
evolución espiritual y pueden modificarse en el
tiempo.
Sólo bajo esas condiciones las doctrinas
espirituales, teosóficas o teológicas de la
masonería son inteligibles y útiles. En caso
contrario es mejor para la persona y para la institución
que tal candidato no ingrese a un taller masónico. Los
Antiguos Landmark no son arbitrarios, son coherentes, y
rigurosamente concordantes con las enseñanzas espirituales
o metafísicas de la masonería. De estos landmark
sólo ha demostrado ser contrario a la esencia de la
institución la prohibición de ingreso a las
mujeres. Pero eso ya está siendo cambiado en todos los
países sin afectar a las doctrinas permanentes o al
espíritu de la hermandad.
Dejaremos para otro ensayo las cuestiones
teológicas y kabalísticas referidas a la
construcción del templo de Salomón, a la Nueva
Jerusalén, a resurrección de los muertos y a la
inmortalidad del alma, cuestiones que también forman parte
del tesoro espiritual de la masonería universal y de los
principios esenciales expresados en los antiguos
landmark.
Bibliografía especial consultada:
Fundamentos Masónicos, del Ilustre Hermano
Benjamín Oviedo, de la Gran logia de Chile.
El Evangelio del Gurú Nának, de
José Ignacio Guerra. El Sepher Yetziráh. La Biblia.
Manuales Masónicos de Aldo Lavagnini. Resúmenes de
Patrología, Filosofía Oculta, de
Agrippa.
Autor:
Profesor de Filosofía y
Religión
Fernando Laredo Cárter.