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El oficio del sociólogo, imaginario social / imaginarios sociales y economía y sociedad




Enviado por Carolina Flores Lara



  1. El
    oficio del sociólogo
  2. Imaginario social / imaginarios
    sociales
  3. Economía y sociedad

PARTE I

El Oficio del
Sociólogo

Pierre Bourdieu

1.- ¿En qué radica la dificultad
epistemológica de las ciencias sociales y la deficiencia
de las disciplinas que han abordado la pretensión
cientificista de dar respuesta al fenómeno humano?
Fundamente su respuesta.

La epistemología ("conocimiento", y logos,
"teoría") es la rama de la filosofía cuyo objeto de
estudio es el conocimiento científico, que trata los
problemas filosóficos que envuelven a la teoría del
conocimiento. La epistemología se ocupa de la
definición del saber y de los conceptos relacionados, de
las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y
el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la
relación exacta entre el que conoce y el objeto
conocido.

Se señala en el texto que la mayoría de
los errores en la practica sociología es que existe una
representación falsa de la epistemología de las Cs.
de la naturaleza y de la relación que mantiene con la
epistemología de las Cs. del hombre

Dlthey afirma que no puede pensar en el método de
las ciencias del hombre sino oponiéndole una imagen de las
ciencias de la naturaleza originada en la preocupación por
imitar, por diferenciar, así también el positivismo
se preocupa por imitar una imagen de la ciencias natural
fabricada según las necesidades de esa imitación,
esta grosera equivocación llevó a desarrollar
distinciones forzadas entre los dos métodos para lograr
responder tanto a los deseos piadosos del humanismo, como a
celebrar los redescubrimientos como tales y a entrar en el
positivísimo de la experiencia como copia de lo
real.

Al encarar los problemas específicos que plantea
la transposición a las ciencias del hombre del saber
epistemológico de las ciencias de la naturaleza, corre
siempre el riesgo de parecer una reafirmación de los
derechos imprescriptibles de la subjetividad.

En los conflictos propios de estudio en las ciencias
sociales nos encontramos con la disyuntiva de la objetividad.
Especificamos a través de la lectura de Bourdieu, que la
objetividad en si misma en las ciencias sociales no existe, pero
es deseable tratar de alcanzarla y lograr aproximarnos al
máximo a través de las distintas discusiones en
torno al método, situando el foco de interés en las
alternativas que éste nos propone. Bourdieu señala
que el primer obstáculo epistemológico a enfrentar
es lo que cada individuo ya sabe a priori sobre los
fenómenos y los procesos de lo social. Para enfrentar ese
riesgo de "cegar" la construcción del objeto, perturbar
esa realidad en la que se quiere trabajar, es asi que se propone
la reflexión epistemológica con la finalidad de
lograr la objetividad en su mayor alcance y de esa manera poder
construir y crear el objeto de estudio. A partir de ello se toma
en cuenta la importancia de las nociones de vigilancia y ruptura
epistemológica. La noción de ruptura
epistemológica contiene dos principios generales que
contribuyen a su aplicación, el reconocimiento de los
obstáculos que nos genera el conocimiento social y la
aplicación de las técnicas de ruptura que evitan la
voluntad reproductivista que genera no cuestionarnos a fondo
conceptos a priori dados por obvios en la cotidianidad. Los
obstáculos en el conocimiento de lo social en la ruptura a
superar, son las percepciones del sentido común, el
lenguaje común y las nociones comunes. Para atravesar el
obstáculo del sentido común Bourdieu nos propone
tomar una distancia necesaria del objeto de estudio para
comprenderlo y mirarlo de una manera crítica y romper con
la noción del saber inmediato, rompiendo también
con los presupuestos inconscientes asumidos que nos generan
prenociones. Definimos a través de la lectura las
prenociones como aquellas percepciones de la "filosofía
primera de lo social".

Bourdieu, sugieren tres distintos sesgos en la
práctica sociológica:

1. Basadas en las características
propias del investigador: clase, sexo, etnia.

2. Está ligado a la posición
que el analista ocupa, no tanto en la sociedad en sentido amplio,
sino en el microcosmos del campo académico.

3. El sesgo intelectualista, aquél que lleva a
concebir el mundo como un espectáculo a ser interpretado y
no como conjunto de problemas concretos que reclaman soluciones
prácticas.

2.- ¿De qué manera los planteamientos
de Marx y Durkheim dieron respuestas a la diferencia entre la
naturaleza y la cultura?

La Noción de naturaleza humana es el factor
transcultural, transhistórico, se corre el riesgo de dar
por explicado aquello que hay que explicar o de dar cuenta
sólo de las semejanzas de las instituciones dejando
escapar lo que determina su especificidad histórica o su
originalidad cultural (Lévi-Strauss).

El precepto de Marx que prohíbe eternizar en la
naturaleza lo que es producto de la historia y Durkheim exige que
lo social sea explicado por lo social y sólo por lo
social, esta conserva conserva todo su valir pero a razón
de que exprese no la reivindicación de un objeto real,
efectivamente distinto de las otras ciencias del hombre, ni la
tensión sociológica de querer explicar todos los
aspectos de la realidad humana, no recurrir a un principio de
explicación buscando otras ciencias, sea que se trate de
cuencias biológicas o psicológicas, en tanto los
métodos sociológicos no hayan sido completamente
agotados.

En la perspectiva teórica de Bourdieu se fusionan
la prohibición de Marx de eternizar en la naturaleza todo
aquello que es producto de la historia, semejante al precepto
durkheimiano que exige que lo social sea explicado por lo social
y sólo por lo social y al weberiano que muestra la
esterilidad de la explicación de las especificidades
históricas por tendencias universales. Las tres visiones
confluyen en una cuestión central: el rechazo de todos los
intentos por definir la verdad de un fenómeno cultural
independientemente del sistema de relaciones históricas y
sociales de la cual es parte.

3.- Según Bourdieu, cuáles son los
obstáculos o dificultades que ha debido afrontar la
sociología. Enuncie dos principales y desarrolle sus
argumentaciones con ejemplos.

Debe reconocerse en el texto la existencia en principios
de dos epistemologías distintas y en conflicto:

Una concepción naturalista por parte de Bourdieu,
a la cual se opone el pluralismo teórico que defiende
Passeron. De este modo, el texto aporta tanto a la
comprensión de la epistemología de Bourdieu como a
la de Passeron.

El planteamiento de Pierre Bourdieu en el libro "El
Oficio del Sociólogo expone en forma sistemática
los conceptos fundamentales de ruptura epistemológica y de
construcción del objeto, sostiene la necesidad que las
ciencias sociales tomen la distancias con respecto al sentido
común y los discursos corrientes, ya que lo
específico de su conocimiento debe construir abiertamente
en contra de ese mismo sentido común. Realiza así
una operación fundacional de la ciencia social.

La ruptura epistemológica significa la necesidad
que tiene el investigador, al estudiar un cierto fenómeno
social, de romper con las opiniones del sentido común: las
prenociones, las ideologías, como también con las
propias tradiciones intelectuales en las cuales ese investigador
ha sido socializado. Esa tarea, según Bachelard,
constituye el nuevo espíritu científico (Bachelard
G. El nuevo espíritu científico. La
formación del espíritu científico.
Contribución a un psicoanálisis del conocimiento
objetivo) y se cumple con la vigilancia de la razón, con
la vigilancia epistemológica. Este tipo de vigilancia
permite pasar de un conocimiento menos verdadero a un
conocimiento más verdadero o mejor construido por el
investigador. Además, con tal actitud es posible rechazar
el tipo de empirismo ingenuo para el cual se puede tener un
conocimiento directo, inmediato, del objeto de
investigación.

Para el oficio del Sociólogo; el método
debe plantearse a partir de un buen sistema de hábitos
intelectuales. Los autores de las Ciencias Sociales deben marcar
un límite ante el sentido común y los discursos
corrientes, ya que son los obstáculos dominantes en el
análisis y la construcción del objeto de
estudio.

Retomando un paraje de Alicia en el País de las
Maravillas, recordamos como la pequeña pregunta al gato
hacia donde caminar. El gato responde: ¿a dónde
quieres llegar pequeña?, a cualquier lugar, dice Alicia.
Entonces, contesta el gato, camina, camina y algún
día llegarás.

El método nos marca un camino, pautas, formas de
examinar la realidad y entonces, nos encamina hacia el destino
que nos planteamos conquistar.

PARTE II

IMAGINARIO
SOCIAL/ IMAGINARIOS SOCIALES

BRONISLAW BACZKE

1.- ¿Cuáles son los
problemas semánticos- las formas de designar- que
concurren con la noción de imaginación en el campo
socio-político?

En torno al concepto de imaginario social, Bronislaw
Baczko (1991: 27) alude que "el adjetivo social define una
sentido más limitado al designar dos aspectos de la
actividad imaginante. Por un lado, la orientación de
ésta hacia lo social, es decir, la producción de
representaciones globales de la sociedad y de todo aquello que se
relaciona con ella, por ejemplo de "orden social", de los actores
sociales y de sus relaciones recíprocas (jerarquía,
dominación, conflicto, etc.) de las instituciones
sociales, y en especial de las instituciones políticas,
etc. Por otro lado, el mismo objetivo designa la inserción
de la actividad imaginante individual en un fenómeno
colectivo". El imaginario establecería un parámetro
valorativo de la realidad, en donde los individuos generan
niveles de significación, atribuyendo validez y
significación imaginaria a ciertos aspectos de nuestra
realidad, los que forman la base interpretativa mediante la cual
los sujetos estructuran y desarrollan su vida, dándole
sentido, personalidad y carácter a un modo o estilo
particular que se traduce en formas identitarias variadas que se
manifiestan en expresiones colectivas.

En este proceso de construcción social de
realidad, tiene un lugar de primera importancia el
fenómeno de la imaginación como proceso mental de
creación individual que se manifiesta como social, al ser
compartido y formado en parte por la sociedad, que entrega las
pautas y el capital de conocimientos para establecer las
imágenes que se representan en la mente, en base a las
cuales trabajan elementos compartidos y por lo tanto
socializados. Los imaginarios sociales forman parte de nuestra
cultura, puesto que al constituirse como un nivel interpretativo
de la realidad, generan formas de pensar que se traducen o
reflejan en prácticas objetivas.

Los políticos, son apreciados no sólo en
razón de su competencia, de su energía, de su
firmeza, de su voluntad, etc., sino también en
función de la imaginación política y social
que se le otorga o se le niega.

La asociación imaginación y poder era una
prueba de la paradoja cuando no de la provocación, por el
hecho mismo de que la palabra que en su acepción
común designa una facultad productora de ilusiones, de
sueños y de símbolos, y que ejercía un
especial ligada a la poesía y a las artes, hacia su
irrupción en un terreno reservado a lo "serio" y a lo
"real".

En las ciencias humanísticas, podemos constatar
fácilmente que la imaginación, acompañada
por el adjetivo "social" o "colectivo", también
ganó terreno en el campo discursivo y que el estudio de
los imaginarios sociales se convirtió en su tema,
atestiguaban, que la imaginación está en el poder
desde siempre.

Ponían en evidencia que todo poder, y
particularmente el poder político, se rodea de
representaciones colectivas y que, para él, el
ámbito del imaginario y de lo simbólico es un lugar
estratégico de una importancia capital.

2.- ¿Cuáles serían las
diferencias entre las posturas de Weber y Durkheim en torno a lo
que significa la imaginación y su importancia en la vida
social?

Durkheim pone el acento en las correlaciones entre las
estructuras sociales y las representaciones colectivas,
así como en la cohesión social que éstas
asegurarían; Weber da cuenta del problema de las funciones
que pertenecerían a lo imaginario en la producción
de sentido que los individuos y los grupos sociales dan
necesariamente a sus acciones.

Durkheim estableció las diferencias entre las
representaciones individuales y las representaciones colectivas,
explicando que lo colectivo no podía ser reducido a lo
individual. Es decir, que la consciencia colectiva trasciende a
los individuos como una fuerza coactiva y que puede ser
visualizada en los mitos, la religión, las creencias y
demás productos culturales colectivos.

Durkheim manifiesta que la sociología le
corresponde analizar todo acerca de las representaciones
colectivas.

Max Weber, el Estado no podía, sin embargo,
evitar los emblemas, los signos simbólicos: banderas,
escarapelas, condecoraciones, himnos nacionales, uniformes de las
fuerzas armadas, etc., cuya historia y, en especial, su
desciframiento están lejos de haber sido terminados. Los
movimientos políticos y sociales que acompañan a
este nuevo espacio político necesitan de igual manera sus
emblemas para representarse, visualizar su propia identidad,
proyectarse tanto hacia el pasado como hacia el
futuro.

3.- El imaginario social y el simbolismo cómo
se retroalimentan para proyectar la cohesión y la
representación de una sociedad. Analice un ejemplo que
entrega Baczke de la aplicación histórica del
imaginario.

Backzo, la construcción del símbolo y de
los sistemas de símbolos, que aparecen fuertemente
estructurados y dotados de una notable estabilidad, del mismo
modo que las relaciones entre lo imaginario y las formas
simbólicas, presentan igual cantidad del problemas para
los psicólogos y los sociólogos, para los
semióticos y antropólogos. El historiado se
enfrenta inevitablemente con la ambigüedad notoria del
término símbolo; encuentra a la vez los demasiados
y los demasiado poco en las definiciones, las hipótesis y
los análisis que abundan en las ciencias
humanísticas. Los símbolos designan tanto el objeto
como las reacciones del sujeto hacia ese objeto; que la
función del símbolo no es sólo la de
instituir distinciones, sino también la de introducir
valores y de modelar conductas individuales y colectivas; que
todo símbolo está inscrito en una
constelación de relaciones con otros símbolos; que
las formas simbólicas que van desde lo religioso a lo
mágico, desde lo económico a lo político,
etc., forman un campo en donde se articulan las imágenes,
las ideas y las acciones. Los símbolos más
estables, anclados en profundas necesidades, terminan por
volverse una razón de existencia y de accionar para los
individuos y los grupos sociales, otras tantas condiciones
simbólicas del cambio o de la inercia
históricos.

El que se intercambia con los símbolos, no es la
naturaleza por la convención, pero una convención
por otra, "un término grupal por otro, bajo un principio
estructurante, que puede ser el padre, el ancestral, dios, el
Estado etc." Es el símbolo que permite al sentido
engendrar límites, diferencias, tornando posible la
mediación social, consagrándolo como orden
irreducible a cualquier otra. El itinerario simbólico para
la construcción del imaginario social depende de los modos
de apropiación y uso de los símbolos, los cuales se
refieren a un sentido, no a un objeto sensible. La hoz y el
martillo en la bandera de la extinta Unión
Soviética no aludían únicamente las
herramientas de trabajo transportados para la cadena de
simbolización, formulaban la idea de que el Estado
Soviético perpetraba la alianza de trabajadores del campo
y de la ciudad. De objetos, se tornaron signos portadores de
mensaje ideológico: la bandera como traducción de
la mezcla del socialismo con los intereses de los
trabajadores.

Las instituciones no se reducen a la dimensión
simbólica, pero sólo existen en el
simbólico, pues son legitimadas por significaciones que
traducen nociones de identidad reconocidas y legitimadas por las
comunidades. Interfaz del individual con el institucional, el
símbolo es, según Yves Durand, la "marca del
incesante cambio existente, en nivel del imaginario, entre las
pulsiones subjetivas y asimiladoras y las presiones objetivas
provenientes del medio cósmico y social".

Los sistemas simbólicos emergen para unificar el
imaginario social. Vale decir, establecen las finalidades y la
funcionalidad de las instituciones y de los procesos sociales. A
través de los múltiples imaginarios, una sociedad
traduce visiones que coexisten o se excluyen mientras fuerzas
reguladoras del cotidiano. El real es, pues, sobredeterminado por
el imaginario, y en eso consiste la trascendencia de las
ideologías: ellas expresan las relaciones vividas por los
hombres.

PARTE III

ECONOMÍA Y
SOCIEDAD

MAX WEBER

1.- Explique los fundamentos del autor sobre la
"interpretación" y la "evidencia" en el ámbito de
la ciencia social.

En la primera parte el Weber describe a los conceptos
sociológicos fundamentales, la preocupación por
definir los términos básicos, que luego
utilizará profusamente en su discurso.

Para Weber, "Toda interpretación, como toda
ciencia en general, tiende a la "evidencia". La evidencia de la
comprensión puede ser de carácter racional (y
entonces, bien lógica, bien matemática) o de
carácter endopático: afectiva,
receptivo-artística.

En el dominio de la acción es racionalmente
evidente, lo que de su "conexión de sentido" se comprende
intelectualmente de un modo diáfano y exhaustivo. Y hay
evidencia endopática de la acción cuando se revive
plenamente la "conexión de sentimientos" que se
vivió en ella. Racionalmente comprensibles – es
decir, en este caso: captables en su sentido intelectualmente de
un modo inmediato y unívoco- son ante todo, y en grado
máximo las conexiones significativas,
recíprocamente referidas, contenidas en las proposiciones
lógicas y matemáticas. Comprendemos así de
un modo unívoco lo que se da a entender cuando alguien,
pensando o argumentando, hace uso de la proposición 2 X 2
= 4, o de los teoremas pitagóricos o extrae una
conclusión lógica – de acuerdo con nuestros
hábitos mentales – de un modo "correcto".

Toda interpretación de una acción con
arreglo a fines orientada racionalmente de esa manera posee
– para la inteligencia de los medios empleados – el
grado máximo de evidencia. Con no idéntica
evidencia, pero sí suficiente para nuestras exigencias de
explicación, comprendemos también aquellos
"errores" (inclusive confusiones de problemas) en los que somos
capaces de incurrir o de cuyo nacimiento podríamos tener
una experiencia propia.

A esta clase pertenecen, por ejemplo, muchas acciones
virtuosas, religiosas y caritativas, para el insensible a ellas;
de igual suerte, muchos fanáticos de racionalismo
extremado ("derechos del hombre") para quien aborrece de ello.
Muchos afectos reales (miedo, cólera, ambición,
envidia, celos, amor, entusiasmo, orgullo, venganza, piedad,
devoción y apetencias de toda suerte) y las acciones
irracionales (desde el punto de vista de la acción
racional con arreglo a fines) derivado de ellos podemos
"revivirlos" afectivamente de modo tanto más evidente
cuanto más susceptibles seamos de esos mismos efectos; y
en todo caso, aunque excedan en absoluto por su intensidad a
nuestras posibilidades, podemos comprenderlos
endopáticamente en su sentido, y calcular intelectualmente
sus efectos sobre la dirección y los medios de
acción.

Para Weber, "toda interpretación persigue la
evidencia": es importante constatarlo, pues en sus aseveraciones
muestra que la comprensión de la realidad social tienen
como fundamento la interpretativa, ya que el tipo-ideal es una
ficción útil que no existe como tal en la realidad.
Pero ninguna interpretación de sentido, por evidente que
sea, puede pretender, en méritos de ese carácter de
evidencia, ser también la interpretación causal
válida. En sí no es otra cosa que una
hipótesis causal particularmente evidente"

La finalidad de los tipos ideales la expresa Weber de
modo claro, cuando afirma que "en todos los casos, racionales
como irracionales, se distancia de la realidad, sirviendo para el
conocimiento de ésta en la medida en que, mediante la
indicación del grado de aproximación de un
fenómeno histórico a uno o varios de esos
conceptos, quedan tales fenómenos ordenados
conceptualmente.

2.- ¿Cuáles son los argumentos para
determinar la existencia de una sociología
comprensiva?

La sociología comprensiva no se aboca al estudio
de los fenómenos fisiológicos, biológicos ni
de la interioridad psíquica del individuo (placer,
displacer y estados emocionales). Su propósito es el
estudio de las referencias típicas orientadas por una
acción provista de sentido mentado (subjetivo) y externo
que persigue influir o transformar la conducta de
otro.

Max Weber plantea en su obra Economía y Sociedad
que el método de la sociología "comprensiva" es
"racionalista". Este procedimiento no debe, pues, interpretarse
como un prejuicio racionalista de la sociología, sino
sólo como un recurso metódico; y mucho menos, por
tanto, como si implicara la creencia de un predominio en la vida
de lo racional. Pues nada nos dice en lo más mínimo
hasta que punto en la realidad las acciones reales están o
no determinadas por consideraciones racionales de
fines.

(No puede negarse la existencia del peligro de
interpretaciones racionalista en lugares inadecuados. Toda la
experiencia confirma, por desgracia, este aserto).

Weber, sostiene que el objeto de estudio de la
sociología es la acción social y la
explicación de las relaciones causales que originan su
desenvolvimiento, así como las derivaciones de dichas
acciones sobre el individuo y las asociaciones e instituciones
colectivas fundadas por la voluntad individual de tipo racional.
En tal sentido, para Weber: Debe entenderse por sociología
(en el sentido aquí aceptado de esta palabra, empleada con
tan diversos significados): una ciencia que pretende entender,
interpretándola, la acción social para de esa
manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos. Por
"acción" debe entenderse una conducta humana (bien
consista en un hacer externo o interno, ya en un omitir o
permitir) siempre que el sujeto o los sujetos de la acción
enlacen a ella un sentido subjetivo. La "acción social",
por tanto, es una acción en donde el sentido mentado por
su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros,
orientándose por ésta en su desarrollo.

Por "relación" social debe entenderse una
conducta plural -de varios- que, por el sentido que encierra, se
presenta recíprocamente referida, orientándose por
esa reciprocidad. La relación social consiste, pues, plena
y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuará
socialmente en una forma (con sentido) indicable; siendo
indiferente por ahora, aquello en que la probabilidad descansa
(Weber 1992,

21).

En la relación social los actos individuales
expresan elecciones conscientes que responden a una necesidad
determinada para lo cual se emplean unos medios
específicos, orientados a la consecución de un fin.
Bajo esta concepción, el individuo participa con su
actuación en la sociedad mediante la interacción
social con el objetivo de alcanzar los fines que satisfagan o den
respuesta a sus necesidades (acción social racional con
arreglo a fines) o a la realización de valores morales
(acción social racional con arreglo a valores). En
resumen, la acción social es creadora del orden social y
de todo lo contenido en éste.

3.- ¿Cuál es la importancia que asigna
Weber a los "conceptos-tipos" en el campo de la
sociología?

"Los conceptos contractivos de la sociología son
típicos – ideales no sólo externa, sino
internamente. La acción real sucede en la mayor parte de
los casos con oscura semiconsciencia o plena inconciencia de su
"sentido mentado". El agente más bien "siente" de un modo
indeterminado que "sabe" o tiene clara idea; actúa en la
mayor de los casos por instinto o costumbre. Sólo
ocasionalmente – y en una masa de acciones análogas
únicamente en algunos individuos – se eleva la
conciencia un sentido (sea racional o irracional) de la
acción. Una acción con sentido efectivamente tal,
es decir, clara y con absoluta conciencia es, en la realidad, un
caso límite. Toda consideración histórica o
sociológica tiene que tener en cuenta este hecho en sus
análisis de la realidad. Pero esto no debe impedir que la
sociología construya sus conceptos mediante una
clasificación de los posibles "sentidos mentados" y como
si la acción real transcurriera orientada conscientemente
según sentido".

El tipo ideal es una construcción abstracta
realizada por el investigador en su gabinete de estudio, en el
cual se resumen las notas esenciales que éste considera
características del fenómeno. El tipo ideal aparece
como una reconstrucción de las conexiones de sentido
utilizadas por el actor, como una reconstrucción racional.
Este modelo le permite interpretar al investigador la
conexión de sentido y explicarla.

Una vez que se ha logrado construir el tipo ideal, se lo
aplica a la realidad, pero la realidad nunca responde exactamente
a tal construcción mental, sino que va a haber
disparidades. El tipo ideal tiene que servir para ordenar
coherentemente la realidad de forma tal de poder interpretarla y
explicarla. El tipo ideal que cada investigador construye puede
ser cuestionado por la realidad misma o por otro
investigador.

El tipo ideal no existe nunca en su estado puro, porque
el tipo ideal es un instrumento organizador de la realidad que
permite explicarla.

Weber dice que cuando él construye un tipo ideal
está construyendo un modelo explicativo que solamente debe
servir para ese determinado aspecto de la realidad y que no
tendría que poder ser utilizado para explicar otro aspecto
diferente de la realidad.

Weber, nos advierte que no hay que confundir el objeto
real con el objeto del conocimiento ("tipo ideal"); es decir hay
que hacer una diferencia entre teoría y realidad, porque
este acto nos permite comprender la pluralidad de la realidad
social. No se trata de ajustar el "tipo ideal" a la realidad,
sino de construir el "tipo ideal" que nos permita ordenar y
constatar los fenómenos sociales, para en un segundo
momento encontrar las diferencias y la diversidad que lo
acompañan. En suma, el tipo ideal busca particularidades y
comparaciones, es decir, intenta equiparar diferencias y
pluralismo.

 

 

Autor:

Carolina Flores

Profesor: José Antonio
Gonzalez

Magister en Ciencias Sociales,
Mención Gestión Directiva Teoría Social y
Ciencias Sociales

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