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La pérdida de Constantinopla



Partes: 1, 2

  1. Traslado de la sede imperial del Imperio Romano
    a Bizancio
  2. Enfrentamiento Roma –
    Bizancio
  3. Cisma
    de Oriente
  4. Primeras Cruzadas
  5. Turbulencia en Europa occidental – Avance
    otomano
  6. Pérdida de
    Constantinopla
  7. Epílogo a la pérdida de
    Constantinopla
  8. Las
    revanchas de Europa contra el Imperio
    Otomano
  9. Viena
  10. Anexos
  11. Bibliografía

La caída de esta extraordinaria
capital, en 1453, en poder de los turcos, fue la consecuencia
final de una serie de sucesos que convulsionaron Europa y Medio
Oriente a lo largo de toda la Edad Media Occidental, en algo
más de 1.000 años

(406 – 1453).

Traslado de la sede
imperial del
Imperio Romano a Bizancio

En 323 (dC), Constantino venció a
Licinio en las batallas de Adrianópolis y
Crisópolis, quedando como único emperador del
Imperio Romano.

El Imperio Romano estaba ya relativamente
pacificado al sur de los ríos Rin – Danubio, y del muro de
Antonino (a pocos km al norte del célebre muro de Adriano
en el norte de la isla británica).

Hispania, Britania, Galia, África
(del norte), Egipto, Siria, eran ya provincias romanas, o sea
totalmente integradas al imperio.

Roma entonces apuntó su objetivo a
la rica y fastuosa Persia; por lo que el centro de la guerra de
expansión se trasladó a Medio Oriente.

Ello motivó a Constantino a
trasladar la sede imperial a Bizancio, en 330 dC.

Bizancio era un pequeño poblado,
sobre el estrecho del Bósforo, fundado por los griegos
para asegurar su acceso al mar Negro. Estaba
estratégicamente situado para los propósitos de
Constantino.

Bizancio como sede tuvo toda la
atención imperial y se convirtió en una
metrópoli de gran envergadura. Era un triángulo,
con el mar en dos de sus lados, y se le construyó una
poderosa muralla en el tercer lado. C0mo lo demostró a lo
largo de los siguientes 1.120 años, era
inexpugnable.

A la muerte de Constantino, sus sucesores
le cambiaron el título, por el de
Constantinopla.

En 406 dC comenzaron las invasiones al
Imperio Romano de Occidente, cuando las hordas bárbaras
germánicas cruzaron el Rin.

Roma fue repetidamente asaltada y saqueada,
por lo que quedó reducida a una gran aldea llena de
ruinas, y perdió prestigio en el Imperio. Pero
siguió siendo la sede del Papa, primado referente de toda
la Cristiandad.

El emperador Justiniano logró con su
noble general Belisario la derrota de los vándalos en
África (534), la reconquista de Roma (547) y la derrota
total de los ostrogodos (555).

Toda Italia quedó reunificada, como
provincia de Bizancio, con capital provincial en
Rávena.

Constantinopla fue derivando hacia la
cultura griega.

Bajo el emperador Heraclio (emp: 610 – 641)
el Imperio Romano de Oriente de su original cultura e idioma
latinos, se convirtió en el Imperio Bizantino y
adoptó en los estratos cultos y religiosos el idioma
(lengua y escritos) griego.

Los bizantinos ya no sentían por
Roma, más que un espiritual lazo con el Papa.

Esta paz duró para Constantinopla
menos de 100 años.

Mientras tanto toda Europa fue cayendo bajo
las hordas bárbaras.

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En 638 el califa Omar conquista Palestina y
su capital Jerusalén.

Sus sucesores construyeron la bella
mezquita de la Roca, entre 687 y 691, en su honor
llamada también mezquita de Omar.

Los árabes no se opusieron en
ningún momento a que los cristianos visitaran en
peregrinación y vivieran en las ciudades sagradas para
éstos: Jerusalén, Belén, Nazaret y otras;
con la condición de que pagaran los impuestos aplicados a
todos los no musulmanes.

Sucesivamente toda Italia es dominada por
los lombardos (751), se forman los estados pontificios (el
exarcado de Rávena es donado al Papa por Pipino en 756);
Carlomagno domina Germania y Galia; Sicilia cae bajo los
musulmanes.

En Occidente, a Constantinopla le quedaban
sólo las dos pequeñas provincias de Calabria y
Apulia (en el sur de Italia), y el noreste bajo el
Danubio.

Enfrentamiento Roma –
Bizancio

Para los bizantinos, Roma, el Papa y su
corte pontificia estaban totalmente sometidas a una
situación bárbara e ignorante; por lo cual
el vínculo espiritual se debilitaba día a
día.

En 860, el vicioso y corrompido Bardas,
hermano de Teodora (madre del emperador Miguel IIIº),
encerró a Teodora en un convento, desterró al
legítimo Patriarca Ignacio y designó como Patriarca
a Focio (servil laico, a quién en 6 días
confirió todas las órdenes eclesiásticas
para hacerlo digno de su nueva investidura).

El papa Nicolás I, excomulgó
a Focio.

Focio en respuesta convocó a un
Concilio en Constantinopla, a fin de juzgar al pontífice
de Roma, en los temas controvertidos:

1.- Herejías
dogmáticas:

– Roma sostenía que el
Espíritu Santo procede de Dios Padre y de Dios Hijo, es el
dogma "Filioque".

Bizancio sostenía que el
Espíritu Santo procede sólo de Dios
Padre.

– Roma sostenía que en el
Purgatorio, las almas sufren todas las penas del Infierno,
incluida la del fuego; pero temporalmente.

Bizancio sostenía que en el
Purgatorio, las almas sufren diversas penas, pero no la del
fuego, que estaría reservada al Infierno.

2.- Conflicto jurisdiccional

Los bizantinos consideraban que siendo
Bizancio la ciudad más importante de la cristiandad, no
tenía porque estar subordinada a Roma, sino que
debería ser al revés. Por lo tanto se rechazaba por
improcedente la excomunión del papa
Nicolás.

3.- Arbitrarias imposiciones
papistas:

3.1.- Imponer el celibato a sus sacerdotes
y despreciar a los sacerdotes bizantinos que vivían en
matrimonio.

3.2.- No permitir a los presbíteros
administrar la confirmación, y reservarla en exclusividad
a los obispos.

3.3.- Dejar librado al arbitrio de cada
religioso el uso de barba, que en la Iglesia bizantina era
obligatoria.

3.4.- Obligar a emplear en las
Misas:

– Como pan eucarístico, pan
ázimo (como el que comieron los hebreos en la noche
anterior al inicio del Éxodo). Los bizantinos
sostenían que el pan debía ser el
común que consumían los feligreses todos
los días.

– El latín, propio de los
dominadores romanos de Palestina, en tiempos de Jesucristo; los
bizantinos oficiaban en griego, de reminiscencias menos agresivas
para los cristianos.

El Concilio se reunió en la
basílica de Santa Sofía, en 867. Se
sentenció culpables al papa Nicolás I, a
todo sus antecesores y a todos sus sucesores, y se les
lanzó excomunión eterna hasta que cambiaran de
doctrina.

A fines de 867, fueron sucesivamente
asesinados Bardas y Miguel IIIº , por una conjuración
que entronizó al macedonio Basilio. Éste
encerró a Focio en un monasterio, libró a Teodora y
repuso a Ignacio en la sede patriarcal.

Volvió la paz espiritual entre
Bizancio y Roma.

Pero Bizancio seguía considerando a
Roma bárbara e ignorante.

Mientras tanto tribus turcas
seljucíes provenientes de Asia central, ferozmente
agresivas, llegaban a Siria, se convertían al Islamismo y
predominaban sobre los árabes.

En 1010, los turcos seljucíes
gobiernan en Palestina. Destruyen todas las Iglesias cristianas,
la mayoría de culto bizantino y masacran a sus
fieles.

Constantinopla es impotente en defender a
sus templos y fieles.

Y Roma enfrascada en sus propios problemas
medievales, apenas se entera de lo que sucede en
Palestina.

Cisma de
Oriente

En 1043 ascendió como Patriarca de
Bizancio, el altivo y ambicioso Miguel Cerulario, fanático
antilatino.

En 1052, Cerulario se convenció de
que Roma poco o nada podía hacer en Bizancio,
obligó a todas las iglesias y monasterios de rito latino
de los alrededores de la capital, a adecuarse al rito y
costumbres bizantinas; a los que no aceptaron los
desterró.

Cerulario renovó contra Roma las
acusaciones de Focio y ratificó las sentencias del
Concilio Bizantino de Constantinopla (de 867).

El papa León IXº envió a
Constantinopla a tres legados ilustres, pero Cerulario no los
recibió y expulsó de la ciudad, pues "los
legados venían en plan de dar doctrina y no de
recibirla
".

En 1054, León IXº y Cerulario
se excomulgaron mutuamente.

Los sucesores de Cerulario, apoyados por
los emperadores, continuaron y profundizaron su misma doctrina
bizantina cismática.

En 1060, los normandos reforzados con
lombardos (de Benevento), atacaron los dominios bizantinos del
sur de Italia, y los desalojaron.

Constantinopla está totalmente a la
defensiva frente a los turcos musulmanes, pide auxilio a
Occidente, pero:

Roma considera a Constantinopla una capital
hereje, indigna de ser auxiliada.

El resto de Occidente se debate en el caos
de la Edad Media, y los ignora.

Por diferencias dignas de un Concilio, pero
jamás de un Cisma, por intolerancias irracionales (por las
que el papa Juan Pablo IIº pidió
perdón
), se consumó el Cisma de
Oriente
.

La Cristiandad quedó dividida por el
meridiano 18º E, al este del cual el área
greco-eslava sigue la doctrina Ortodoxa hasta estos
días.

En el área greco-eslava el prestigio
de Constantinopla-Bizancio alcanza su apogeo y su
población los 500.000 habitantes (de lejos la mayor de
Occidente).

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Primeras
Cruzadas

En 1094, el monje Pedro el ermitaño
regresa de Palestina e informa a todo el mundo de las atrocidades
que sufren los cristianos por los turcos que la dominan, y que
desde Constantinopla nadie hace nada por mitigarlas.

El papa Urbano II convoca en 1095, un
Concilio en Clermont (Francia) y allí predica
vehementemente que Dios exige una cruzada de
liberación de los Santos Lugares.

En 1099, la cruzada de los nobles
(Iª cruzada en la que ningún rey intervino
pues estaban en conflicto con el Papa) reconquista Palestina, y
funda el reino latino de Jerusalén, con primer
rey Godofredo de Bouillón.

Este reino vivió permanentemente
jaqueado por los bizantinos desde el norte y los turcos
musulmanes desde el sur.

En 1144, los turcos conquistaron Edesa, al
norte del reino de Jerusalén y sitiaron la capital
latina.

En 1147 se puso en movimiento la
IIª cruzada que fracasó en su intento por
recuperar Edesa. Pero dejó tropa de refuerzo al reino
latino.

En 1187, el sultán kurdo de Egipto,
Saladino (+ 1193) derrota en Hattin al ejército cristiano,
ocupa Jerusalén y sus alrededores. A los cristianos
latinos les quedan sólo las ciudades de Antioquia, Tiro y
Trípoli.

El reino de Jerusalén quedó
extinguido y perdida la Tierra Santa.

Este desastre conmocionó a Europa
que se movilizó para una IIIª cruzada, como
las anteriores al margen de Constantinopla.

Fue liderada por Federico Barbarroja
(emperador del Sacro Imperio Romano), Felipe Augusto (rey de
Francia) y Ricardo Iº corazón de león (rey de
Inglaterra).

Federico se ahogó en un río
antes de llegar a Palestina.

Felipe se enemistó con Ricardo, y se
volvió por mar a su tierra.

En 1192, Ricardo pactó con Saladino
que Europa se abstendría en delante de reconquistar Tierra
Santa, y Saladino promete que los cristianos tendrán libre
acceso a dichas Tierras, pero con el pago de una
entrada.

IVª cruzada

El papa Inocencio IIIº no
aceptó el acuerdo de Ricardo con Saladino y en 1198
ordenó a todos los obispos predicar insistentemente una
nueva cruzada redentora.

Mientras tanto en Constantinopla, Alejo
destronó a su hermano, el emperador Isaac IIº
Ángelo, lo encarceló y cegó. Y se auto
coronó Alejo III.

El príncipe heredero Alejo
Ángelo con toda su familia se exilió a
Suabia.

La IVª cruzada logró reunir (
12.000 expedicionarios (entre guerreros, auxiliares y
prostitutas), liderados por nobles aburridos por la falta de
acciones bélicas en Europa.

Pensaban desembarcar en Egipto, y desde el
sur atacar Palestina; para ello necesitaban transporte
marítimo, se contactaron con Génova, Pisa y
Venecia; sólo esta última aceptó
proporcionarlo. Y a Venecia fueron por tierra.

Los venecianos desde tiempo atrás
deseaban conquistar Zara en Dalmacia; el dux de Venecia
Dándolo y el líder de los cruzados Bonifacio de
Monferrato convinieron en aplazar el pago del transporte, para
los cruzados, Venecia aportaría 10.000 combatientes y 210
galeras, a cambio de la conquista de Zara.

Llegaron a Zara el 8/XI/1202, y el 15 / XI
Zara cayó bajo el dominio de Venecia.

Antes de zarpar rumbo a Egipto, decidieron
invernar en Zara hasta la primavera (de 1203).

A Zara fue el príncipe bizantino
Alejo Ángelo, se reunió con Dándolo y
Monferrato, y les propuso que si le ayudaban a recuperar la
corona de Constantinopla, pagaría a Venecia los gastos del
transporte marítimo de los cruzados hasta Egipto, y
aportaría a la cruzada 10.000 combatientes más
provisiones para todos, hasta Jerusalén.

Dándolo y Monferrato se apresuraron
a aceptar la propuesta.

Ante el peligro musulmán que
avanzaba por el sur, los bizantinos habían reforzado sus
defensas:

– En el perímetro Oeste de 6 km, con
una fosa (A) de ancho 20 m; una primera muralla (D) de 8 metros
de altura y 2 m de ancho, con 80 torres; y una segunda muralla
(F) de 13 metros de altura y 5 m de ancho, con más de 100
torres de 15 m de altura.

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Corte de la fosa y murallas, al Oeste de
Constantinopla

http://www.armas.es/actualidad/articulos/561-Armas/30936-la-gran-bombarda-turca-el-canon-que-derribo-a-constantinopla.html

– Sobre la costa al Cuerno de Oro (brazo de
mar que rodea Constantinopla por el norte), de 13 km, con una
muralla de 12 metros de altura, con 300 torres.

– Cruzando la boca de entrada al Cuerno de
Oro, una cadena de 30 cm de grosor, anclada en ambas costas en
torres reforzadas.

– Sobre la costa al mar de Mármara
no consideraron necesario fortificación alguna, por lo
inexpugnable de sus acantilados.

El 24 de junio de 1203, los aliados
(venecianos + cruzados = 20.000 guerreros en total ), por mar en
210 galeras venecianas, llegaron al Cuerno de
Oro

Alejo III, hábil demagogo,
galvanizó a la población bizantina con argumentos
lapidarios:

– El príncipe Alejo Ángelo
estaba sitiando Bizancio con fuerzas mercenarias, y
seguramente vendería su patria a los papistas
occidentales.

Los habitantes se organizaron para resistir
a muerte.

A mediados de julio /1203, los aliados
occidentales demolieron a cañonazos la torre Galata de la
cadena, sus galeras entraron en el Cuerno de Oro y atacaron,
lograron escalar la muralla que daba al Cuerno de Oro y penetrar
en la ciudad. Degollaron a todos los que se les
opusieron.

Alejo III huyó de Constantinopla con
todo lo transportable del tesoro imperial.

Los bizantinos comprendieron que
habían sido engañados por Alejo IIIº,
vitorearon a los aliados, liberaron a Isaac IIº
Ángelo y entronizaron a Alejo Ángelo como
co-emperador, Alejo IVº Ángelo.

Los aliados habían cumplido con su
parte del convenio con Alejo Ángelo.

Pero las arcas imperiales estaban
vacías. Alejo IVº intentó calmar a los
aliados, para ello, estableció nuevos impuestos, les
entregó tesoros eclesiásticos y les prometió
convencer al clero bizantino de subordinarse al Papa
romano.

Todos resultaron decepcionados, los aliados
porque querían cobrar en oro y de inmediato lo convenido;
y los bizantinos porque se les confirmaba que Alejo Ángelo
tenía la intención de vender su patria a los
papistas.

En enero / 1204, los bizantinos se
sublevaron masivamente, mataron a algunos cruzados y encarcelaron
a Isaac IIº y a Alejo IVº. Los aliados evacuaron la
ciudad y se refugiaron en sus galeras.

Alejo Ducas lideró una
rebelión general, hizo estrangular a Alejo IVº y
degollar a Isaac IIº, y se auto-entronizó como Alejo
Vº Ducas.

Todo había vuelto a foja O; los
aliados con la sangre en los ojos querían cobrarse a toda
costa, y la única alternativa que les quedaba era la de
saquear la ciudad; los bizantinos se dispusieron nuevamente a
resistir a muerte.

En abril/1204, los aliados volvieron a
atacar la muralla que daba al Cuerno de Oro.

Los clérigos de ambos bandos
(católico aliado y ortodoxo bizantino) lanzaban anatemas
contra los rivales y prometían indulgencias plenarias a
los propios.

Alejo Vº vió que la ciudad
caería y huyó llevándose todo lo que
pudo.

El 12 / IV / 1204, los aliados occidentales
entraron y dominaron la ciudad.

Durante más de un mes, la
espléndida Constantinopla fue sometida al más cruel
saqueo, tanto de los bienes imperiales (Santa Síndone,
caballos de bronce con ojos de rubíes, reliquias sagradas,
esculturas, columnas de ónix, etc.) como de todos los
bienes privados de los habitantes (incluyendo violaciones de
mujeres, a mansalva).

Constantinopla quedó devastada,
despojada y destruida.

La orgullosa y magnífica Bizancio
estaba aniquilada.

Los cruzados saldaron su deuda por el
transporte naval, apoyando a los venecianos en la
instauración del Imperio Latino de
Constantinopla
; se entronizó como primer emperador al
conde Balduino de Flandes, apreciado por todos por su buen
carácter.

Los aliados cargaron los despojos de la
expoliación en sus buques y volvieron a tus
lares.

Epílogo a la IVª
cruzada

Constantinopla quedó definitiva y
gravemente debilitada. Y su población aterrada, reducida a
menos de 50.000 habitantes.

Los escultores, pintores, ceramistas,
artesanos del cuero y de la piedra, matemáticos, huyeron a
Italia, Francia y Alejandría.

Venecia obtuvo el dominio completo del
Mediterráneo oriental y del mar Negro, puertas de las
inmensas riquezas de Oriente.

Fue el momento culminante del
efímero apogeo veneciano, pues:

– En 1261, los bizantinos reaccionaron y
expulsaron a los occidentales, lo que extinguió el Imperio
Latino.

– En 1298, Génova y Pisa, que no
podían aceptar la hegemonía veneciana en el Este
del Mediterráneo, se aliaron y derrotaron a
Venecia.

El veneciano Marco Polo, cayó
prisionero de Génova y relató al escribiente
Rusticcello las maravillas que conoció en sus memorables
viajes a Catay (China).

Turbulencia en Europa
occidental – Avance otomano

A mediados del s. XIII, otra tribu turca,
también originaria de Asia central, llegó a la
península de Anatolia, se convirtió al Islamismo y
comenzó a competir con los seljúcies, pero en forma
prudente.

Cuando Osmán (Othman en
turco) asumió el liderazgo de esta tribu (1281-1326), el
enfrentamiento con los seljucíes se franqueó,
predominó Othman que asumió como
sultán, y el movimiento musulmán inició su
historia como Imperio Otomano, que perduró hasta
su derrocamiento en 1922.

Los otomanos se enteraron de la ruina
bizantina, y avanzaron sobre sus territorios; pero eran
concientes de la inexpugnabilidad de sus murallas y de su temible
fuego griego (*), por lo que durante 150 años se
dedicaron a roer el entorno de la gran capital, sin atacarla
directamente.

(*) Fuego griego, era un
semi-líquido desarrollado por los bizantinos en
el

s. VI, de alta viscosidad, muy adhesivo y
fácilmente inflamable, compuesto de brea + azufre +
resina + cal viva + salitre.
Incendiaba todo lo que tocaba y
era inextinguible con agua. Lo usaron principalmente en las
batallas navales.

Fue el arma secreta esencial de la
supervivencia por 950 años de Constantinopla.

Mientras tanto, Europa entraba en un siglo
de gran turbulencia:

– En 1305, Felipe IVº , el hermoso,
rey de Francia, presiona al Cónclave de

Roma para que elija como Papa al cardenal
francés Bertrán de Got, el que asumió como
Clemente Vº.

– En 1309, Clemente Vº traslada la
Santa Sede a Avignon (sur de Francia).

Y sanciona la disolución de la
Orden de los Templarios,
de cuyos bienes se incauta
Felipe.

– En 1326, los otomanos toman
Bursa

– En 1337, los ingleses invaden
Normandía e inician la guerra de los 100
años.

– En 1346, los ingleses derrotan a los
franceses en Crecy. Se emplean por primera vez los
cañones en Occidente.

– En 1348, se inicia la peste
negra
(bubónica) simultáneamente en
Génova y

en Weymouth (Inglaterra), duró 3
años y llevó a la tumba a 25 millones de europeos.
Es en ocasión de esta peste que Bocaccio escribe el
Decamerón, base de la prosa Toscana.

– En 1354, los otomanos cruzan el
Helesponto (act. Dardanelos) y conquistan Gallipoli (act.
Gelibolu).

– En 1356, los ingleses derrotan a los
franceses en Poitiers.

– En 1361, los otomanos toman
Adrianópolis (Ect. Edirne).

Constantinopla está rodeada por los
turcos.

– En 1377, el papa Gregorio XI retorna la
Santa Sede a Roma.

– En 1378, a la muerte de Gregorio, en dos
Cónclaves paralelos, eligen papas:

– En Roma a Urbano VI

– En Avignon a Clemente VII

Queda planteado el Cisma
eclesiástico de Occidente.
Los cardenales, obispos y
prelados, anteponen sus intereses personales a los de la
Iglesia;

se alinean detrás de uno u otro y se
excomulgan mutuamente.

– En 1396, el sultán otomano
Bayaceto Iº (*) derrota a una débil fuerza

bizantina en Nicópolis y pone el
primer asedio directo turco a Bizancio.

Bayaceto pensaba mantener el sitio hasta
que Bizancio cayera en su poder, pero increíblemente la
providencia la protegió. El mongol Tamerlán
venía arrasando desde Samarcanda y cuando llegó a
Anatolia se enfrentó a Bayaceto en Angora en
1402.

Bayaceto fue derrotado, apresado y
ejecutado.

(*) Bayaceto, cuando sucedió a su
padre Murat Iº, en 1389, lo primero que hizo fue hacer
estrangular a su hermanastro Yakub, eliminando así a un
posible rival subversivo. Por ello lo llamaron "el
rayo
".

– En 1409, el Concilio de Pisa depone a los
2 Papas reinantes y elige un nuevo Papa, Alejandro
Vº.

Ninguno de los 3 cede ni abdica, se
excomulgan entre sí, se exacerba el Cisma en
lamentables actitudes que tendrá perpleja a la
feligresía.

– En 1415, los ingleses aniquilan a la
nobleza francesa en Agincourt.

Las ballestas perfeccionadas demuestran su
poder de penetración contra las armaduras de los
caballeros.

– En 1417, el rey Segismundo de
Hungría, apoyado por príncipes y prelados, convoca
al Concilio de Constanza; en el que se deponen a los 3 papas
reinantes y por consenso general se elige Papa a Martín
Vº, con sede definitiva en Roma.

– En 1429, los franceses liderados por
Juana de Arco, liberan Orleans.

Las acciones bélicas en Francia
cambian de cariz, en adelante serán los ingleses los que
de derrota en derrota se irán replegando hasta evacuar
totalmente las tierras francesas, en 1453.

Pero en 1431, los franceses
borgoñones traicionaron y apresaron a Juana de Arco, la
entregaron a los ingleses, quienes la hicieron juzgar por
prelados franceses, por herejía; fue quemada viva en la
hoguera en el mercado de Ruan.

En VIII/1422, el sultán Murad
IIº, con 10.000 soldados volvió a atacar
Constantinopla por el oeste; pero la muralla le resultó
inexpugnable, el fuego griego lo espantó y se
retiró desalentado.

El basileus (título que daban los
bizantinos a su emperador) que asumió poco después,
Juan VIIIº Paleólogo (emp. = 1425 – 1448) era
conciente que a Constantinopla sólo la estaban salvando
sus murallas.

Juan con el propósito de limar
asperezas y lograr el apoyo militar de Europa, pidió al
papa Eugenio IVº reunirse en un Concilio para tratar las
diferencias dogmáticas entre católicos y ortodoxos
y reunificar las iglesias.

El papa Eugenio aceptó,
convocó e inauguró el Concilio en Ferrara, el 8 / I
/ 1438. Al que asistieron:

– El papa Eugenio y el basileus
Juan

– El patriarca de Constantinopla,
José II

– El metropolitano de Éfeso, Marcos
Eugénicos

– El arzobispo de Nicea,
Bessrion

– El metropolitano de Rusia, Isidoro de
Kiev

– y más de 1000
coadjutores.

Todos los cuales tenían sus gastos
pagos por el Papa.

A fines de XI / 1438, la controversia
dogmática no tenía miras de
solucionarse.

Ferrara fue invadida por una epidemia.
Todos huyeron a localidades rurales aledañas; y
cundió la idea que había sido provocada por Dios,
como en Egipto en época de Moisés, por el
empecinamiento general en no acordar la unificación de
las iglesias.

Se trasladó entonces el Concilio a
Florencia, que comenzó a sesionar el 26 / II / 1439; pero
con mucha mejor predisposición de todos.

En VII / 1439, romanos y bizantinos
firmaron (todos menos Marcos Eugénicos) el decreto de
unión,
por el cual:

– Se aceptaban las posiciones romanas en
los temas dogmáticos y jurisdiccionales.

– En los temas formales: pan
eucarístico, barba, celibato, lengua litúrgica,
cada iglesia seguiría su tradición.

El Papa prometió todo el apoyo
militar que pudiera conseguir, no mucho pues el principal reino
de caballeros, Francia, seguía en guerra con Inglaterra, y
estaba muy diezmada. España no existía aún
(Isabel nacería recién en 1451).

A fines de VIII / 1439, el basileus y todo
su séquito embarcaban en Venecia, rumbo a
Constantinopla.

Con ingenua ilusión, el papa Eugenio
escribió al sultán Murad, una carta en la que le
instaba a convertirse al cristianismo, y que lo
reconocería como soberano de todas las tierras a oriente
de Constantinopla; obviamente el fanático turno ni
contestó.

Cuando el basileus Juan y los prelados que
lo acompañaban, llegaron a Constantinopla, fueron
recibidos con general repudio y tildados de traidores por los
monjes ortodoxos exacerbados por el metropolitano Marcos
Eugénicos, feroz cismático.

– En 1441, los turcos invaden
Hungría.

– En 1444, el sultán Murad derrota
en Warna al rey Ladislao IIIº de Polonia, ocupa los Balcanes
y Grecia.

Aprovechando su lejanía, Mahomet,
que venía luchando contra sus hermanastros por la
preeminencia, en Anatolia, depone a su padre Murad y se auto
titula sultán de todos los otomanos. Siguieron en paralelo
hasta 1446, cuando Murad llegó de regreso a Anatolia.
Mahomet tuvo que huir.

– En 1447, muere el papa Eugenio y es
elegido para sucederle el cardenal de Bolonia, Tomas
Parentucelli, que asume como papa Nicolás V (p =
1447-1455).

– En 1448, muere el basileus Juan y le
sucede su hermano Constantino XI Paleólogo (emp.
= 1448- 1453).

Pérdida de
Constantinopla

Constantino es conciente de que hereda una
bomba con la mecha ya encendida; y que necesita toda la ayuda
militar y económica posible.

De lo único que estaba algo
tranquilo, era del agua potable, pues a lo largo de los siglos
anteriores se habían excavado grandes cisternas (que hoy
visitan admirados los turistas), las que estaban llenas "para
cien años
".

Necesitaba cañones, pólvora,
ingredientes para el fuego griego, acumular granos, y
muchas otras cosas, para la defensa y resistencia ante el largo
asedio que preveía.

En 1449, convocó a los magnates de
la ciudad y alrededores, y les pidió apoyo
económico; pero éstos se lo negaron pues la
defensa de la ciudad no era de sus competencias.

– En 1451, Mahomet con más fuerzas
depone definitivamente a Murat, y se corona con el turbante de
sultán. Lo primero que hizo fue eliminar a todos sus
hermanastros. Gobernó hasta su muerte en 1481.

La historia lo llama Mahomet II el
conquistador.

Tres de los actores del drama de
Constantinopla estaban ya en escena.

El 4º y vital actor, el fundidor
Urbano de Transilvania, se presentó a Mahomet a principios
de 1452, y le ofreció sus servicios.

En Adrianópolis (Act. Edirne)
pusieron a disposición de Urbano: hornos, cobre,
estaño, carbón, y más de 1000 operarios.
Fundieron los primeros cañones de calibre 50 cm. Los
probaron y vieron que eran altamente efectivos.

Mahomet admirado le propuso a Urbano que le
fundiera un gran cañón capaz de demoler las
murallas bizantinas.
Urbano se lo prometió,
entusiasmado porque sería la gran obra de su
vida.

Constantino vio que tendría que
enfrentarse con un Turco más decidido y sanguinario que
todos los anteriores.

La única chance estaba en sellar la
amistad de Constantinopla con Roma y lograr así el apoyo
militar de Europa, el 12 / XII / 1452 se reunió en Santa
Sofía con los prelados eclesiásticos y principales
de la ciudad, y les presentó oficialmente el "decreto
de unión
" de las iglesias griega y latina, que se
había firmado en VII / 1439 en Florencia.

La mayoría de los asistentes a la
ceremonia, exaltados lo repudiaron, y manifestaron a gritos que
"preferían someterse a los musulmanes antes que a los
latinos
" y que "es preferible el turbante a la
tiara
".

Asedio a Constantinopla

En I/1453, el gran cañón
estaba fundido. Tenía una longitud de 8 metros, el calibre
de 1 metro, disparaba bolas de granito de 680 kg , con
alcance

de 2 km. Lo pulieron y comenzó su
traslado hasta las murallas oeste de Constantinopla, sobre un
gigantesco carromato tirado por 60 bueyes.

Monografias.com

Gran cañón de Urbano, que
abrió las brechas en las impenetrables murallas de
Constantinopla

En Constantinopla la acción era
febril, iba llegando la ayuda que enviaba el Papa: 3
navíos genoveses contratados, con armas y provisiones, +
el cardenal Isidro con 300 arqueros napolitanos.

Venecia envió 15 navíos con
pertrechos + 800 soldados contratados.

Los genoveses de localidades vecinas se
presentaron con 700 hombres contratados, se pusieron a las
ordenes de Giovanni Giustiniani Longo.

Constantino hizo un recuento:

– Tenía una población de casi
50.000 personas a las que alimentar.

– Y una fuerza de 5.000 bizantinos + 2.000
extranjeros, para defender la ciudad.

– El Cuerno de Oro estaba cerrado por la
cadena

– La costa sobre el mar de Mármara,
estaba bien defendida por la armada bizantina, que
mantenía abierta la vía marítima desde el
Helesponto (act. Dardanelos), por si llegaban más
refuerzos. Pero ya nadie llegó.

Mahomet reunió frente a las murallas
del oeste, que daban a las llanuras,

100.000 muy bien armados soldados, de los
cuales 12.000 eran jenízaros, la élite del
ejército turco, 15.000 eran spahis selectos
arqueros a caballo, 30.000 infantes de línea turcos y
43.000 bashi bazuks, hombres de leva reclutados en
Anatolia, entrenados intensamente en los 12 meses
anteriores.

Frente a las murallas del oeste, se
apostaron 1.200 hombres cada 100 metros, en 2 líneas de
fondo:

– En la primera, los bashi bazuks – 700
soldados cada 100 metros

– En la segunda, los infantes de
línea – 500 soldados cada 100 metros

– Los spahis eran fuerzas
volantes

– Los jenízaros estaban en
reserva

Monografias.com

http://www.armas.es/actualidad/articulos/561-Armas/30936-la-gran-bombarda-turca-el-canon-que-derribo-a-constantinopla.html

A la vista de la fenomenal fuerza de
ataque, los magnates bizantinos corrieron a ofrecer dinero a
Constantino, pero éste consideró que ya era tarde y
les contestó "vayan a morir con su dinero puesto que
no quisieron vivir sin él
".

El 7 de abril de 1453, comenzó el
cañoneo de las murallas, los disparos se mantenían
a más de 3 metros sobre el nivel de la tierra para
permitir a los infantes y bashi rellenar la fosa con troncos de
árboles y piedra.

El cañoneo era demoledor, pero
cesaba al oscurecer pues la falta de luz lo hacía
ineficaz. Durante todas las noches salían los bizantinos
con troncos y canastos de piedras, a rellenar los boquetes
abiertos por los cañones.

El 22 de abril, Mahomet intentó
introducir galeras de guerra en el Cuerno de Oro, pero la
gran cadena se lo impidió (su torre de anclaje en
Gálata, estaba muy bien defendida).

Ordenó entonces a unos ingenieros
italianos que tenía contratados, la construcción de
un camino de madera que rodeara la guarnición de
Gálata; se lo construyeron de 12 km de longitud y 200 m de
ancho. Por ese camino, sobre rodillos, tirados por decenas de
bueyes, trasladaron desde el estrecho del Bósforo al
Cuerno de Oro, 70 galeras, las que en pocos días hundieron
todos los buques bizantinos que allí
encontraron.

Giustiniani y sus genoveses se apostaron
sobre la muralla al Cuerno de Oro, pero eran sólo 7
defensores cada 100 metros, aún así por esa muralla
no entró ningún turco.

Los masivos ataques a las murallas por los
infantes de líneas eran sistemáticamente
repelidos.

Los turcos construyeron una gran torre de
asalto para superar la muralla externa, pero una noche los
bizantinos se la incendiaron. Excavaron varios túneles
para minar sectores de la muralla externa, pero los bizantinos
escucharon los ruidos y de noche las hicieron
explotar.

Mientras tanto el gran
cañón,
con buen criterio, disparaba siempre
sobre el mismo sector y así fue abriendo una brecha de
1.000 metros en el muro que cerraba la fosa, de 600 metros en la
muralla externa y en los últimos días de mayo ya
estaba abriendo una brecha de 450 metros en la muralla
interna.

29 de mayo de 1453

En la madrugada del 29 de mayo de 1453,
Mahomet lanzó un ataque masivo de sus infantes en la
brecha en las murallas, pero también allí
Constantino había concentrado sus cañones y fuego
griego.

Los jenízaros en cambio atacaban los
portones de la muralla interior, con acción alternada de
cañoneo y asalto.

Al mediodía, la suerte de
Constantinopla se volvió adversa.

En la brecha abierta por el gran
cañón,
cayó mortalmente herido
Giustiniani,

los genoveses sin su capitán se
sintieron desolados y se retiraron del frente; los turcos
comenzaron a predominar. Y allí cayó también
Constantino.

Los jenízaros, a su vez, encontraron
el portón Kerkoporta mal atrancado por dentro,
con 3 cañonazos lo abrieron, entraron y con banderas
llamaron a fuerzas de apoyo.

Los turcos entraron en tropel, degollando a
todos los hombres que encontraron a su paso.

Los niños varones fueron apresados,
para ser enviados a los centros de adoctrinamiento con vistas a
fanatizarlos, entrenarlos e incorporarlos a los
jenízaros.

Las mujeres se repartieron entre los
conquistadores, las más jóvenes como concubinas,
las de mayor edad como sirvientas, en una reedición
de

"Las Troyanas" de
Eurípides.

Fue el triunfo de la mejor
artillería contra la ciudad mejor
amurallada.

Epílogo a la
pérdida de Constantinopla

La más espléndida ciudad de
Europa, era denominada Constantinopla por los europeos, Bizancio
por sus orgullosos habitantes y pasó a denominarse
Estambul por los turcos.

La gran basílica de Santa
Sofía fue convertida en mezquita, y sería el
obsesivo modelo de Sinam, el gran arquitecto de
Solimán el magnífico.

Occidente perdió definitivamente el
Helesponto y el Bósforo, por lo tanto el acceso por tierra
al inmenso Este.

Desde Estambul, los turcos se sintieron
invencibles, atacaron Europa por mar y por tierra; Occidente
estuvo a punto de perder todo el Mediterráneo y media
Europa.

Pero Europa reaccionó, se
galvanizaron las voluntades y tomó revancha en dos
batallas bisagras que cambiaron el curso de la historia:
Lepanto en 1571 y Kahlenberg en 1683.

Las revanchas de
Europa contra el Imperio Otomano

No consideramos revancha la conquista de
Granada, en I / 1492, pues fue la culminación de un arduo
esfuerzo iniciado en la victoria asturiana de Pelayo en Covadonga
en 718, y tenazmente continuada luego por los castellanos
.

Lepanto

Selim IIº (hijo y sucesor de
Solimán el magnífico) se empeñó en la
conquista de todo lo que bañaban las aguas del
Mediterráneo; avanzó exitosamente por el norte de
África, y consolidó el dominio de las islas del
Egeo y Mediterráneo oriental.

Pero cuando conquistó Chipre, en
1570, e incursionó en el mar Adriático, en Venecia
cundió el pánico, y ello despertó en
Occidente la conciencia del avance arrollador que estaba
produciendo el Islam.

El papa Pío V hizo un llamado
perentorio a los países con costas en el
Mediterráneo, convocándolos a una nueva
cruzada.

Respondieron España (Felipe II) y
Venecia, los que aliados con la pequeña armada pontificia
formaron la "Liga Santa", que el papa Pío puso al
mando del príncipe español don Juan de
Austria.

Francia y Génova no respondieron
pues mantenían cipayos acuerdos secretos con
Estambul.

Personalmente el papa Pío
diseñó la insignia de la Liga Santa, y se
la envió a don Juan.

Monografias.com

Estandarte de la Liga Santa

Esta insignia, a los pies de
Jesucristo tiene los escudos de los aliados.

El sultán, que tenía
espías en todo el Mediterráneo, se enteró de
las intenciones pontificias y ordenó a todas las galeras
que operaban en el Egeo y en el Adriático, concentrarse en
el golfo de Corinto, que estaba muy bien defendido por 4 fuertes
costeros.

La armada turca principal, al mando de
Mehmet Alí Bajá, quien iba bordo de la lujosa
galera Sultana, zarpó del Cuerno de
Oro.

Partes: 1, 2

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