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Bioética y el trabajador social



  1. Introducción
  2. La biótica
    en trabajo social
  3. El trabajador
    social y/o asistenta (e) social
  4. Análisis de
    la situación
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Introducción

Siempre desde el inicio de la humanidad se ha plasmado
en la vida social de los hombres la ayuda por el prójimo;
Los orígenes remotos del Trabajo Social se suelen situar
en los procesos de ayuda recíproca y asistencia mutua,
más o menos formalizados, que se han producido a lo largo
de la historia.

El presente trabajo trata de propone una
reflexión sobre el trabajo diario de las trabajadoras
sociales bajo la mirada de la Bioética; esta basado en dos
pilares básicos, uno es los cambios de actitud que
atraviesan los hombres que viajan por el camino de la
Bioética y asimismo la relación que existe con la
trabajadora social, esto los convierte en un binomio perfecto que
le permite cambiar el paradigma que existe entre salud-paciente y
familia. Cuando se trata a diario con esta triada. El trabajo
social es una de las profesiones que lleva este trabajo desde sus
comienzos y posee las herramientas necesarias y una
comunicación de calidad.

Se analizan los principios de Beneficencia,
Autonomía y Justicia, pilares de la Bioética,
relacionándolos con la experiencia profesional y otorgando
una perspectiva esperanzadora que destaque la posibilidad de
cambiar nuestras acciones haciéndolas más humanas.
Esto favorecerá tanto a los usuarios como a nosotros, pero
especialmente beneficiará a la comunidad donde nos
insertamos.

Si ayudo a una sola persona a tener
esperanza,

no habré vivido en vano.

Martin Luther
King[1]

La biótica
en trabajo social

La Bioética Social, molda al profesional; quien
transita seriamente por sus vías es la misma persona tanto
en su intervención profesional, como en su vida personal.
Aprendes a tener una profunda reflexión crítica
frente a dilemas éticos, que no los veías como
tal.

El término "bioética" tiene una
raíz griega: "bios" (vida) y "éthnos"
(ética). La acuñación de este término
denota su campo de estudio: la reflexión ética
sobre la vida humana. Van Rensselaaer Potter es calificado como
el primero en emplear el término bioético en su
obra "Bioethics: Brindge to the future" (1971). Potter emplea
este el término bioética con la finalidad de
mejorar la calidad de la vida.

"La ética sostiene la igualdad de todos los seres
humanos, a igual que los derechos universales, recurriendo al
concepto de justicia como un esquema social de equidad. En
efecto, el valor moral de todos los seres humanos es el mismo,
pero no significa que todos son iguales. De hecho, el concepto de
persona y respeto por el otro se basa precisamente en la
singularidad de cada individuo"[2].

La bioética es la reflexión
sistemática sobre la conducta humana en el campo de la
vida y de la salud, a la luz de los valores y principios
éticos. La visión específica que distingue
la bioética de otras ciencias es constituida por la
perspectiva ética que plantea el interrogante por el
sentido humano.

El urgente desafío de la "bioética"
consiste en una defensa de la vida humana, entendida como una
totalidad; a la vez, tiene que emprender el camino de un
discernimiento ético, capaz de evitar dos extremos:; una
actitud reaccionaria frente a las innovaciones o una
aceptación ingenua y acrítica frente a todo lo
nuevo.

La realización de la persona humana, o como se
suele decir en filosofía "ser en devenir", y la
construcción de una comunidad justa y humana son dos polos
inseparables.

Los fundamentos de la Bioética establecidos en el
Informe Belmont[3](1979) están plenamente
relacionados con este principio de autodeterminación que a
su vez está vinculado al concepto de autonomía. Los
principios básicos que, se establecen en dicho informe son
los siguientes:

  • El respeto a las personas, que acoge dos principios
    básicos: autonomía de los individuos y
    necesidad de protección de esta autonomía a
    personas que puedan tenerla menguada.

  • El principio de beneficencia. La actuación
    médica busca siempre el beneficio del
    paciente.

  • El principio de justicia. Referido a la correcta
    asignación de recursos.

Lo cierto del caso es que la bioética como joven
disciplina ha adquirido en los últimos tiempos un cuerpo
doctrinal, que la hace una de las ramas más desarrolladas
de la ética, y su pluralidad, relevancia y pertinencia en
el mundo de hoy la han posicionado en la historia, la
revolución biológica, la ecología, las
transformaciones médico-sanitarias, la conciencia sobre la
autonomía personal, los límites del principio
beneficencia (paternalismo), los cambios institucionales y
políticos y el problema de la justicia sanitaria.
Así mismo, las características básicas la
ubican en el marco de la ética civil, la ética del
cuidado, la ética autónoma o de la responsabilidad
y la ética racional, lo que le permite el abordaje de los
más complejos e intrincados problemas humanos y sociales
del mundo contemporáneo.

Podemos dividir la bioética en una parte general
o fundamental y una parte especial o aplicada. La bioética
general se ocupa de los fundamentos éticos, de los valores
y principios que deben dirigir el juicio ético y de las
fuentes documentales de la bioética (códigos
médicos, derecho nacional e internacional, normas
deontológicas y otras fuentes que enriquecen e iluminan la
discusión, como las biográficas, literarias o
religiosas). La bioética especial se ocupa de dilemas
específicos, tanto del terreno médico y
biomédico como referentes al ámbito político
y social: modelos de asistencia sanitaria y distribución
de recursos, la relación entre el profesional de la salud
y el enfermo, prácticas de medicina prenatal, el aborto,
la ingeniería genética, eugenesia, eutanasia,
trasplantes, experimentos con seres humanos, etc.

Es claro que el enfoque que se dé a la
fundamentación (bioética general)
condicionará las posibles soluciones que se ofrezcan a los
dilemas (bioética especial). Así ocurre con el
rechazo de la eutanasia en un modelo bioético basado en la
búsqueda de la verdad sobre el hombre y en el
reconocimiento y respeto de su especial dignidad, o –por el
contrario- la entusiasta aceptación de la eutanasia en los
modelos relativistas basados en la autonomía absoluta de
la libertad individual.

En ocasiones se habla de bioética clínica
o toma de decisiones. En ella se examinan dilemas nacidos en el
ejercicio asistencial de la medicina, analizándose los
valores éticos en juego y los medios concretos disponibles
para resolver el conflicto de la mejor manera. Si bien el caso
particular presenta matices a considerar y priorizar, la conducta
no debería entrar en contradicción con los valores
utilizados en la bioética en general.

El trabajador
social y/o asistenta (e) social

El trabajo social promueve el cambio social, la
resolución de problemas en las relaciones humanas y el
fortalecimiento y la liberación de las personas para
incrementar el bienestar. Mediante la utilización de
teorías sobre comportamiento humano y los sistemas
sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que
las personas interactúan con su entorno. Los principios de
Derechos Humanos y Justicia Social son fundamentales para el
trabajo social.

El Trabajador Social, se desarrollo como disciplina
desde mediados del Siglo XVIII hasta finales del siglo XIX siendo
los promotores las transformaciones del sistema productivo,
migración del camp a la ciudad, nuevas organizaciones
familiares, en esta nueva realidad social, se pasa de una forma
en la religión y moral a una mirada humanista y
científica para la ayuda social.

Los Trabajadores Sociales, deberán ser personas
comprometidas con la realidad sobre la que actúan,
analíticos y reflexivos, a la vez que creativos y
eficientes en la formulación de estrategias profesionales
de abordaje de las diferentes necesidades sociales.

Los Trabajadores Sociales, muestran un buen nivel de
implicación en los procesos relacionados con la toma de
decisiones a partir de situaciones relacionadas con la salud y
como estos tienen como principio fundamental de su ejercicio
profesional la autodeterminación, actuando con frecuencia
como mediadores entre las personas vulnerables y sus familias y
los otros profesionales de la salud.

Para el trabajo social el concepto de
autodeterminación significa uno de sus pilares
básicos. El antes mencionado
Biestek[4](1966) define autodeterminación
en tres proposiciones: derecho a la toma de decisiones y libertad
de elegir del usuario, obligación del trabajador social de
respetar este derecho y limitaciones legales e institucionales
que obligan al trabajador social y al usuario.

La función del trabajador social es facilitar la
información a los pacientes y sus familias para que puedan
tomar las decisiones más adecuadas para ellos,
especialmente las relacionadas con aspectos sociales y
situaciones de alta hospitalarias. Defienden que pueden tener una
función de ayuda y de puente respecto a la
información relacionada con los aspectos más
clínicos y/o sanitarios.

Los trabajadores sociales deben actuar con arreglo al
código o directrices de ética vigentes en su
país. Estos códigos, generalmente, incluyen
orientaciones más detalladas de la práctica
ética específica de cada contexto nacional. Las
siguientes orientaciones generales sobre la conducta profesional
se refieren a:

  • a. Se espera que los trabajadores sociales
    desarrollen y mantengan las habilidades y preparación
    necesarias para desarrollar su trabajo.

  • b. Los trabajadores sociales no
    participarán nunca en acciones con fines inhumanos
    tales como tortura o terrorismo.

  • c. Los trabajadores sociales deben actuar con
    integridad. Es decir, no abusar de la relación de
    confianza con los usuarios, reconocer los límites
    entre la vida personal y profesional, y no abusar de su
    posición para beneficios o ganancias
    personales.

  • d. Los trabajadores sociales deben actuar con
    los/as usuarios/as de sus servicios con empatía y
    atención.

  • e. Los trabajadores sociales no deben
    subordinar las necesidades e intereses de los/as usuarios/as
    a sus propias necesidades o intereses.

  • f. Los trabajadores sociales tienen el deber de
    hacer lo necesario para cuidar de si mismos profesional y
    personalmente en el lugar de trabajo y en la sociedad, para
    asegurarse de que pueden ofrecer los servicios
    adecuados.

  • g. Los trabajadores sociales deben mantener la
    confidencialidad de la información sobre los usuarios
    y el secreto profesional. Las excepciones solo estarán
    justificadas por requerimientos éticos superiores
    (como preservar la vida).

  • h. Los trabajadores sociales tienen que asumir
    la responsabilidad de sus acciones ante los usuarios de los
    servicios, las personas con las que trabajan, sus colegas,
    sus empleadores, las organizaciones profesionales y ante la
    ley. Incluso si ello es motivo de conflicto.

  • i. Los trabajadores sociales deben estar
    dispuestos a colaborar con las escuelas de trabajo social
    para apoyar a los estudiantes de trabajo social a acceder a
    unas prácticas de formación de buena calidad
    que les permita mejorar su conocimiento
    práctico.

  • j. Los trabajadores sociales deben promover y
    fomentar el debate ético entre sus colegas y
    empleadores y asumir la responsabilidad de tomar decisiones
    éticamente fundamentadas.

  • k. Los trabajadores sociales deben estar
    preparados para dar cuenta de sus decisiones basadas en
    consideraciones éticas, y a asumir la responsabilidad
    de sus elecciones y actuaciones.

  • l. Los trabajadores sociales deben trabajar
    para generar unas condiciones, en las organizaciones donde
    trabajan y en sus países, donde los principios de esta
    declaración y los de sus códigos de
    ética nacionales (si los hay) sean debatidos,
    evaluados y defendidos.

Análisis
de la situación

En las actividades de la Trabajadora Social comprende
gran diversidad de ámbitos de desempeño (todos
aquellos sectores poblacionales que precisan de una
atención especial): Tercera edad, personas con
discapacidad, personas maltratadas (en especial, mujeres, menores
y ancianos), reclusos, víctimas del terrorismo,
inmigrantes, menores exclusión social, minorías
étnicas, drogodependencias y adicciones, emergencia
social, prostitución, entre otros
ámbitos.

Pero nos preguntamos cual es el rol de la Trabajadora
Social en la Bioética, encaja en este campo, su trabajo es
oportuno y acertado en el sector salud, alivia el dolor y
sufrimiento de los pacientes, informa y orienta al paciente, etc.
Son puntos que debemos tener en cuenta para poder afirmar que la
Trabajadora Social es la comunión de la
Bioética.

En realidad la Bioética nace en el hombre y a su
vez retorna al hombre. El Objetivo principal de formar
profesionales en Trabajo Social es una ética de
protección y ayuda que le permita fortalecer a los
desamparados dándoles las herramientas para defender sus
derechos y obligaciones los que le va ha llevar a ejercer sus
libertades y autonomía.

Para estos desafíos no solamente es conocer lo
que pasa hoy en día con el Trabajo Social

Algunas de estas áreas problema son:

  • a. Existe identidad de la
    profesión de la Trabajadora Social.

Para que esto se pueda hacer realidad es necesario tener
bien claro cual es el objeto de estudio y que es lo que se toma
prestado. Según Gyarmati, el campo especifico del Trabajo
Social "son los problemas que básicamente surgen de las
desigualdades sociales y económicas"[5],
por lo tanto, se podría afirmar que su objetivo es la
interacción frecuentemente conflictiva entre las personas
y su medio social. El tema de la identidad de la profesión
es necesario tener en cuenta ciertos elementos como los valores
de la profesión, el valorar el pasado histórico de
la profesional y reconocer que estos son estáticos, sino
plurales y complejos y que trabaja en realidades cambiantes. Al
hablar de identidad hablamos de formación que abarca una
serie variedades de las ciencias sociales, es importante no solo
la formación profesional sino la formación personal
de cada trabajador social. Refriéndonos al tema de estudio
si existe una identidad de la profesión quizás lo
que falta es clarificarlo o redefinirlo para evitar el ingreso de
otras profesiones.

  • b. El Trabajador Social
    desempeña sus actividades en realidades cambiantes y
    dinámicas.

El trabajador Social ya no puede ser tan lineal sino
más bien complejo que requiere nuevos enfoques que le
sirvan de ayuda en este mundo complejo.

Hay que tener en cuenta que lo simple no resuelve lo
complejo, es decir frente a los problemas complejos el
pensamiento complejo no soluciona en si los problemas pero nos
ayuda a recordad que la sociedad es cambiante así "la
perspectiva de la complejidad reconoce la no linealidad de los
sistemas naturales como de los sistemas
humanos"[6]. Esto a permitido romper la
visión lineal de causa y efecto por una visión
circular de los problemas. Con esta nueva teoría la
realidad social es estudiada en forma natural sin técnicas
de control se sabia que esto era difícil o mejor dicho
imposible de esta manera hacer investigaciones de trabajo social
nos permite entrar en elmundo del sujeto de estudio y no
considerarlo como objeto de estudio, eswto nos permite tener una
visión de totalidad (holística[7]de
la realidad y los problemas sociales.

  • c. ¿Cual seria el perfil
    del Trabajador Social?

En primer lugar, el trabajador social debe estar inserto
en la sociedad globalizada, ya que no se puede estar ajeno a este
proceso, sin querer este proceso de homogeneización o
estandarización cultural nos invade, y a la vez nos
plantea nuevos desafíos tanto en la vida diaria, y por
supuesto también, en el ámbito profesional, exige
estar actualizado e informado

Otro aspecto importante del perfil del trabajador
social, es que frente a la complejidad de los problemas sociales,
se hace necesaria la capacitación permanente del
trabajador social, o sea perfeccionamiento profesional porque
contribuye a un mejoramiento continuo.

Además, de un profesional participativo,
analítico, con capacidad de crítica (constructiva)
y autocrítica, pero que también sea propositivo,
puesto que criticar por criticar sin proponer nada no sirve de
mucho, el trabajador social además debe ser tolerante,
respetuoso frente a lo diverso y en general, frente a las
personas independientemente de su condición, debe estar en
constante renovación (renovación no sólo en
el aspecto meramente teórico, sino que también
adaptarse a los cambios tecnológico. el trabajador social
debe tener claro el porqué de su intervención, debe
ser un facilitador y fortalecedor de las identidades locales, no
debe dejar de lado su papel de educador social, debe recoger la
sabiduría popular.

Por último, debe aportar mayor complejidad a las
situaciones y ver nuevas formas de abordar la realidad más
circulares y menos lineales.

  • d. ¿Cuáles son los
    desafíos del Trabajo Social en este
    contexto?

Primeramente se requiere de un trabajador social que
conozca la realidad local, regional y mundial; esto lo obliga a
estar siempre informado de lo que sucede en su entorno, se le
puede decir estar insertado en la sociedad de la
información globalizada, también el trabajado debe
ser capaz d e crear espacios expresivos y lograr una
participación sustantiva.

Por otra lado, los trabajadores sociales no deben ser
unos implantadores de políticas sociales al no participar
en estas lo cual seria lo ideal pero al menos debe de tener una
postura critica frente a estas, debe de haber un respeto por la
diversidad, ser un facilitador del reconocimiento de las culturas
locales y también recoger lo que es el saber popular, ser
analítico y propositivo y en constante
renovación.

También juega un papel significativo el aspecto
ético, es así que al trabajo social se le asigna un
rol valor y una idea fuerza de suma importancia en la
reconstrucción y rehumanización de la sociedad. Por
este motivo se debe respetar las diferencias entre los
individuos, grupos y comunidades, tratando al mismo tiempo de
conciliarlos en el bien común. El trabajador social, por
lo tanto debe de respetar, reconocer, concientizar y promover el
trato digno a todas las personas considerando sus diferencias y
sus posturas individuales. Creo que el respeto a las personas
debería ser el eje central de la postura ética de
todo trabajador social, ya que esto contribuiría a que la
intervención no sea verticalista, hoy en día se
requiere una intervención desde las bases, o sea, desde
las personas y con las personas. La intervención debe ser
respetuosa de la diversidad, debe además estar actualizada
y contextualizada, se debe tener claro el por qué y el
para qué intervenir, y de esta manera no instrumentalizar
el Trabajo Social.

Conclusiones

Como profesional en Trabajo Social, hay que orientar y
facilitar procesos de cambio en las comunidades referidos a
eliminar los hábitos nocivos, reemplazándolos por
hábitos y estilos de vida saludables y protectores de la
vida; además, hay que asumir una actitud coherente entre
lo que se dice y lo que se hace para que sirva como ejemplo a
quienes nos observan. La vida es única e
irrepetible.

Es indispensable socializar ampliamente en los programas
de formación profesional en Trabajo Social el estudio
juicioso y reflexivo de la Declaración Universal de
Bioética y Derechos Humanos promulgada por la UNESCO el
día 5 de octubre de 2005, como parte integral de la
formación humana en Trabajo Social, y a la vez, como un
homenaje en el marco de la conmemoración de los 60
años de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos por parte de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas
realizada en Washington.

Así concebida, resulta una disciplina con un
fuerte compromiso ético, cuyo sustento teórico
metodológico yace en la noción de Derechos Humanos,
de Justicia y Equidad. Los propósitos del Trabajo Social
se concentran en la transformación social por medio del
desarrollo y aplicación de ciencia y técnica en la
resolución de problemas sociales y en el logro de
objetivos sociales.

Se puede afirmar que es posible la aplicación de
los principios Bioéticos al Trabajo Social por existir
actividades comunes en estas dos actividades el Trabajador Social
es el que vela por los intereses del paciente y se asegura que se
le otorguen sus derechos y autonomía, brindándole
la información y herramientas necesarias para este
fin.

Bibliografía

  • a. Zoila Rosa Franco. EL
    CONOCIMIENTO DE LA BIOÉTICA COMO ÉTICA DEL
    CUIDADO: UN IMPERATIVO PARA LA FORMACIÓN EN TRABAJO
    SOCIAL.

  • b. La Ética en el Trabajo
    Social, Declaración de Principios fue aprobado por la
    Asamblea. General de la Federación Internacional de
    Trabajadores Sociales y de la Asociación Internacional
    de Escuelas de Trabajo Social en Adelaida, Australia, Octubre
    2004.

  • c. EROLES, Carlos: "Los derechos
    humanos: compromiso ético del Trabajador social"
    Espacio Editorial. Buenos Aires 19977.

  • d. La evolución de los
    principios de Trabajador Social. Damián salcedo
    legales.

 

 

Autor:

Lic. Martha Castillo
García

UNIVERSIDAD ANDINA NÉSTOR
CÁCERES VELÁSQUEZ

ESCUELA DE POST GRADO

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MAESTRIA EN SALUD

MENCION : SALUD PÚBLICA

DOCENTE : DRA. Elizabeth Vargas
Onofre

CUSCO – PERÚ

JUNIO 2012

[1] Martin Luther King, 1929-1968. Religioso
estadounidense, premio Nobel de la Paz, uno de los principales
líderes del movimiento para la defensa de los derechos
fundamentales e importante valedor de la resistencia no
violenta ante la discriminación racial.

[2] Kottow, Miguel, Problemas éticos
frecuentes en la atención de la salud, apuntes del
modulo III unidad4 del programa de Educación Permanente
en bioética de la Unesco 2008.

[3] Informe Belmont; trata sobre la
diferencia entre practica e investigación

[4] Rev. Félix Biestek (1912 [1]
-1994) fue un sacerdote y profesor estadounidense que hizo
contribuciones significativas al campo de trabajo social
durante su periodo de expansión después de la
Segunda Guerra Mundial

[5] Gyarmati, Gabriel, “Dilemas y
Desafíos de la Profesión de Trabajo
Social”, 1995, pág.144.

[6] Rosenau, James, “Demasiadas Cosas a
la Vez, La teoría de la complejidad y los asuntos
mundiales”, pág. 81

[7] El holismo (del griego ???? [holos];
todo, entero, total) es la idea de que todas las propiedades de
un sistema dado, (por ejemplo, biológico,
químico, social, económico, mental o
lingüístico) no pueden ser determinados o
explicados por las partes que los componen por sí
solas

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