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Correlación entre el IAFHA Y EL IMC en adolescentes (página 2)



Partes: 1, 2

• Aumenta la fuerza del músculo y los
tendones. Dicha tonificación sirve de protección a
las articulaciones próximas, atenuando su vulnerabilidad y
degeneración.

• Mayor contenido de proteínas
contráctiles y metabólicas, y disminución de
grasa intramuscular, lo que incide en la composición
corporal, ya que provoca un aumento del peso magro y una
disminución del peso graso corporal.

• Mayor elasticidad muscular, consiguiendo una
mayor amplitud de movimientos y evitando lesiones
musculares.

• Mejora la transmisión del impulso nervioso
a la unidad motora, por lo que puede mejorar el tiempo de
reacción y la rapidez en la contractibilidad
muscular[26]

c) Influencia psicológica producidas por la
práctica de actividades
físico-deportivas

La consideración de la salud como fenómeno
global exige un análisis profundo de todos los factores
que aseguran adecuados niveles de bienestar y calidad de vida.
Entre estos factores, además de los efectos
fisiológicos y morfológicos del ejercicio
físico, es necesario adentrarnos en el mundo de los
sentimientos y las emociones, planteándonos si es posible
una cierta influencia de la actividad física

en el plano psicológico y social.

Sánchez Bañuelos (1999), citando a Biddle
(1993) señala que los estudios realizados sobre los
efectos del ejercicio en la salud psicológica en
niños y adolescentes son muy escasos y, por otro lado,
requieren la solución de una serie de problemas de
naturaleza metodológica. No obstante, y de forma
intuitiva, si la práctica de actividad física bajo
formas jugadas permite a los niños disfrutar de momentos
de expansión y liberación de las tensiones, es
posible asociar al ejercicio físico y deporte valores
emocionales positivos que influyen en la salud psicológica
del sujeto que practica[27]

Tercedor (2001) afirma que la práctica correcta
de actividad física está asociada a beneficios
psicológicos, disminuyendo estados de ansiedad y
depresión, mientras que presenta una relación
positiva con la autoestima, bienestar mental y percepción
de la propia capacidad. Señala que los estudios realizados
hasta el momento establecen una relación directa entre la
práctica de ejercicio físico y las mejoras en los
estados de ánimo y disminución de los niveles de
ansiedad y estrés. Así mismo, parece que el
ejercicio más adecuado es aquel que posee bajos niveles de
intensidad y se realiza de forma sistemática, siendo los
sectores más beneficiados aquellas personas de baja
condición física, las mujeres y las
personas

mayores [28]

Se han señalado una serie de mecanismos
biológicos y psicológicos como posibles causas de
la interacción del ejercicio físico en los aspectos
psicológicos:

Mecanismos de carácter
biológico

• Incremento de la temperatura corporal que provoca
un efecto tranquilizante.

• Reducción del potencial nervioso muscular,
circunstancia que favorece la liberación de
tensiones.

• Liberación al torrente sanguíneo de
ß-endorfinas, provocando una sensación placentera al
finalizar el ejercicio.

Mecanismos de carácter
psicológico

• Aumentos de la sensación de competencia,
control y autosuficiencia provocados por la mejora de la
condición física general.

• La práctica de ejercicio supone una forma
básica de evasión de pensamientos, emociones y
conductas desagradables, proporcionando disfrute y
distracción.

• La práctica de ejercicio genera un
refuerzo social en los practicantes que conduce a estados
psicológicos mejorados.

• El ejercicio físico es un agente que
compite con estados negativos de ansiedad y
depresión.

Para que el ejercicio físico conlleve mejoras en
el estado psicológico general del sujeto, es preciso que
dicha práctica sea atractiva y motivante. La
condición de disfrutar con la práctica de ejercicio
físico está directamente asociada a la exigencia de
cierto grado de competencia motriz. Con esta condición
cubierta, el sujeto se sentirá en la práctica
útil y autosuficiente, dando como resultado sensaciones de
bienestar y de mejora en la autoestima, que tenderán a
producir adherencia en la actividad.

Debemos orientar a los escolares hacia aquellas
prácticas donde se sientan competentes y disfruten de las
mismas, instaurando la actividad físico-deportiva como
hábito que permita una mayor interacción en el
entorno social que le rodea.

Del mismo modo, investigaciones llevadas a cabo con
estudiantes preadolescentes y adolescentes apuntan hacia las
mismas consideraciones, detectándose en los sujetos que
practican actividad física con cierta regularidad una
mejora de la autoestima[29]

En cuanto al bienestar psicológico, entendido
como el estado emocional o afectivo que presenta un sujeto y que
puede oscilar de forma positiva o negativa (Tercedor, 2001), la
investigación señala que la práctica de
ejercicio físico tiende a llevar a la persona hacia polos
positivos y favorables, disminuyendo significativamente los
estados de ansiedad, estrés y depresión, siendo las
mujeres las más favorecidas por dicho
efecto[30]

No obstante, hay estudios contradictorios que no
encuentran asociaciones positivas en dicha relación
(Melnick y cols., 1988). Siguen viéndose con
preocupación las implicaciones que los estilos de vida
inactivos tienen para la salud de las mujeres jóvenes.
Aunque hay un corpus considerable de literatura relacionada con
las mujeres y el deporte, muy poco se sabe acerca de las
opiniones que las mujeres jóvenes tienen sobre el
más extenso ámbito de la actividad
física.

En la actualidad está ampliamente aceptado el
papel que el ejercicio físico tiene en la reducción
del riesgo de fallecimiento debido a enfermedad coronaria de
corazón y otras dolencias. Lentamente, los profesionales
médicos y de la salud han venido a interesarse por el
potencial que el ejercicio físico tiene para la
prevención y para el tratamiento de trastornos mentales,
tales como la depresión y la ansiedad, y también
para mejorar los niveles de bienestar de la población en
general "que por lo demás se encuentre bien". En este
contexto, una mejorada auto-estima suele ofrecerse como mecanismo
clave. En comparación con el efecto del ejercicio
físico en otras áreas de la salud mental, tales
como la depresión y la ansiedad, la literatura sobre la
auto-estima ha sido resumida con mucho menos frecuencia.
Solamente se han realizado dos meta-análisis: uno se
centró en la auto-estima de los
niños[31]

d) Movilidad y promoción social

La investigación en este apartado destaca que
existe una relación directa entre la práctica
deportiva y las aspiraciones a desarrollar estudios
universitarios. Parece existir una movilidad social ascendente
cuando el sujeto se beneficia de las relaciones sociales
adquiridas mediante el entorno social que rodea la
práctica deportiva. Los efectos en la participación
de actividades físico-deportivas se relacionan con una
mejora en el estatus del empleo y el nivel salarial,
circunstancia que se ve influida por otra serie de factores
sociales circundantes.

e) Construcción del
carácter

Los postulados pedagógicos que defienden el
deporte como agente educativo destacan que el efecto socializador
de la práctica deportiva desarrolla actitudes cooperativas
y de solidaridad.

Los gestores encargados de la dirección de las
diferentes secciones de promoción deportiva encuentran en
las actividades deportivas un elemento de atracción
insustituible para crear hábitos de práctica
física en los niños. Sin duda, este fenómeno
es incuestionable; pero se ha de atender a su vez aquellas voces
que reclaman una depuración de la actividad deportiva como
fórmula válida de intervención a nivel
escolar.

Finalmente se puede decir que tanto los profesionales de
la salud como médicos, enfermeros, nutricionistas y
psicólogos así como los profesionales de la
Educación Física ha de reorganizar y reconducir el
verdadero valor que el deporte posee. A través de las
actividades deportivas se pueden ver satisfechas la mayor parte
de las premisas educativas fundamentales necesarias en el
período escolar. El deporte como fenómeno educativo
es un elemento de incalculable valor social, cultural, educativo,
y en gran medida, favorecedor de la calidad de vida y de la
salud). Los impedimentos de una sociedad abocada al
profesionalismo deportivo y al fomento del llamado deportista de
sillón han generado un profundo debate que se establece en
torno a la validez pedagógica del empleo de las
actividades deportivas dentro del contexto
escolar[32]

3.2.4. OCIO, TIEMPO LIBRE Y PRÁCTICA
FÍSICO-DEPORTIVA

a) Ocio y sociedad

El tema del ocio y tiempo libre es tan antiguo como la
historia de las civilizaciones. Durante veinticinco siglos dos
tendencias ha habido principalmente en el estudio del tiempo de
trabajo y del tiempo libre.

El desarrollo de las sociedades contemporáneas
industrializadas y urbanizadas ha creado condiciones
estructurales que han permitido una explosión del ocio y
de las actividades que lo sustentan. La oferta de actividades de
ocio se ha diversificado por razones de preferencia personal y
estilos de vida, de tal manera que el ocio, la recreación,
y su relación con la actividad física se han
convertido en referentes importantes de cualquier estudio sobre
los hábitos de vida en las sociedades actuales.

A través del concepto de estilo de vida se trata
de asumir la influencia de las ideas, los deseos y las
imágenes, y no sólo de los factores
socioeconómicos, sobre los comportamientos de la vida
cotidiana. Es éste el concepto en el que se sitúa
la actividad física como parte del ocio; a través
de ella se busca el bienestar físico y

psíquico de la persona. Por lo tanto, se puede
argumentar que el desarrollo de la cultura del ocio tiene su
explicación en el marco de la plena vigencia de la
noción de estilo de vida en las sociedades
postindustriales.

Desde el punto de vista sociológico, el ocio es
el conjunto de actividades a que puede dedicarse un individuo
voluntariamente, para descansar, divertirse, desarrollar su
información o dar su participación social
voluntaria, después de quedar libre de sus ocupaciones.
Además podemos decir que la actividad física es un
medio excelente para la catarsis y por lo tanto como
liberación de la mente y el cuerpo en nuestro tiempo de
ocio. Siguiendo la idea que expone Puig (2002), el tiempo de ocio
es también un tiempo privilegiado para lograr y sostener
la calidad de vida de las personas y la de su entorno. Y en ese
sentido, puede ser, además, un tiempo de asociación
voluntaria alrededor de temas que preocupan y problemas sociales
que hay que solucionar construyendo, desde las diferencias, un
sistema de vida más
solidario[33]

Sin embargo, Sevegnani (2002) opina que el ocio, de
algún modo neutro, es siempre cómplice del contexto
social, político y económico que lo crea y lo
mantiene[34]

b) El ocio como tiempo libre

Todavía hoy, muchas personas, entre ellas los
investigadores, consideran el ocio como un sinónimo de
tiempo libre. Esta noción nos viene dada por la
modernidad, aunque puede rastrearse en épocas muy
anteriores. En las sociedades modernas encontramos el referente
más directo de la visión actual. El ocio, entendido
así, se asocia al trabajo y es considerado habitualmente
bajo la tesis de la oposición. Sin embargo, el
análisis del tiempo libre demuestra la existencia de
múltiples enfoques que sobrepasan una simplista
relación ocio-trabajo. Así, según
Munné, podemos encontrar cinco tipos de tiempo
libre[35]

  • Tiempo libre es el que queda después del
    trabajo.

  • Tiempo libre es el que queda libre de las
    necesidades y obligaciones cotidianas.

  • Tiempo libre es el que queda libre de las
    necesidades y obligaciones cotidianas y se emplea en lo que
    uno quiere.

  • Tiempo libre es el que se emplea en lo que uno
    quiere.

3.3. ESTADO NUTRICIONAL DEL
ADOLESCENTE

3.3.1. REQUERIMENTOS NUTRICIONALES DURANTE
LA

ADOLESCENCIA

Los adolescentes tienen necesidades nutritivas marcadas
por procesos de maduración sexual, aumento de talla y
peso, aumento de masa corporal y aumento de masa ósea, que
va a convertirlo en un individuo maduro.

Por lo que requiere mayor cantidad de energía y
nutrientes como carbohidratos, proteínas, grasas,
vitaminas, minerales y agua en forma equilibrada o
balanceada.

Las necesidades nutritivas están
lógicamente elevadas en estos años, con altos
requerimientos calórico proteicos, mayores que en
cualquier otras etapas de vida, habiendo correlación entre
el grado de desarrollo físico y un adecuado aporte
alimenticio.

Requerimientos Nutricionales

  • Energía:

Es el nivel de ingesta calórica que compensa su
gasto energético, los requerimientos varían de un
individuo a otro; dependiendo también de: la edad, el
ritmo de crecimiento, el sexo y la actividad
física.

Los alimentos son necesarios como fuente energía
para el mantenimiento de los procesos que sustentan la
vida.

En estas edades las necesidades son superiores a las de
los adultos

  • Proteínas

Las proteínas son macromoléculas de enorme
importancia biológica que intervienen en el crecimiento y
desarrollo de los tejidos y maduración sexual

Los requerimientos proteicos diarios en adolescentes
deben representar el 10% al 15% de total
calórico.

  • Vitaminas

Los requerimientos de vitaminas también aumentan
durante la adolescencia, especialmente los de vitamina B12,
ácido fólico, vitaminas A, C, D y E, tiamina,
niacina y riboflavina[36]

Son sustancias orgánicas imprescindibles en los
procesos metabólicos. No aportan energía, puesto
que no utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no
es capaz de aprovechar los elementos constructivos y
energéticos suministrados por la
alimentación.

  • Minerales

  • Hierro: Existe un aumento de los requerimientos de
    Hierro en ambos sexos durante la adolescencia, en hombres
    esto se debe al aumento de la masa magra y del volumen
    sanguíneo, y en mujeres a las pérdidas
    menstruales. Los alimentos con un alto contenido de hierro
    son las carnes, las aves, los pescados, los cereales
    fortificados y en menor medida algunos vegetales.

  • Calcio: Los requerimientos de calcio aumentan a 1200
    mg/día por el crecimiento óseo y muscular. La
    adolescencia es un período crítico en la
    formación de la masa ósea, por lo que una
    ingesta insuficiente de calcio en esta etapa, es un factor de
    riesgo para osteoporosis prematura. Es común que los
    jóvenes no ingieran suficiente cantidad de leche ni de
    otras fuentes naturales de calcio, por lo que en esos casos,
    es necesario su suplementación.

  • Zinc: Los requerimientos diarios aumentan desde 10 a
    15 mg durante la adolescencia. El zinc es necesario para una
    maduración sexual adecuada y por lo contrario la
    deficiencia de este mineral produce retardo en el inicio y en
    el avance del desarrollo sexual. Los alimentos ricos en zinc
    incluyen las carnes, el pescado, los huevos y la
    leche.

RECOMENDACIONES NUTRICIONALES DIARIAS PARA
ADOLESCENTES

Monografias.com

De: Food And Nutrition Board, Recommended Dietary
Allowances, 10 Th Edition, 1989

3.3.2. EVALUACIÓN NUTRICIONAL

La evaluación del estado nutritivo forma parte de
la evaluación de salud del adolescente y debe
incluir:

  • Encuesta alimentaria

  • Examen físico, incluyendo
    antropometría

  • Evaluación de algunos parámetros de
    laboratorio

El análisis debe ser más exhaustivo frente
a la sospecha de trastornos nutricionales, en presencia de
embarazo, en adolescentes que practican deportes competitivos y
en aquellos que padezcan de alguna enfermedad
crónica.

a) Encuesta Nutricional

La encuesta alimentaria debe ser siempre acuciosa, en
especial si la impresión general orienta a un trastorno
nutricional ya sea por deficiencia o por exceso. En los
adolescentes, es importante consignar el número de
comidas, incluyendo jugos, bebidas, golosinas y extras ingeridos
entre comidas, tanto dentro como fuera de la casa. Es importante
además, estar alerta a la presencia de hábitos
alimentarios inhabituales y a detectar conductas que orienten a
trastornos del apetito. Existen diferentes métodos para
evaluar la ingesta alimentaria: el recordatorio de 24 horas, el
registro de ingesta hecho por el mismo paciente o con la ayuda de
un profesional de apoyo o la encuesta de tendencia de consumo
cuantificada. Un método relativamente seguro es el
registro de ingesta de tres a cinco días que incluya
algún día festivo, ya que considera la variabilidad
de la dieta y elimina la subjetividad de las
encuestas.

Los resultados de la encuesta nutricional o del balance
de ingesta deben compararse con los requerimientos estimados del
niño para establecer su adecuación. Es importante
consignar antecedentes socioeconómicos y culturales por su
relación con la disponibilidad de alimentos o con patrones
dietarios específicos. La anamnesis nutricional
proporciona antecedentes de gran ayuda en la evaluación
del estado nutricional, pero por sí sola no permite
formular un diagnóstico[37]

b) Examen físico

El examen completo y cuidadoso (incluyendo desarrollo
puberal) proporciona elementos valiosos para la evaluación
nutricional. En algunos casos, el aspecto general del
adolescente, la observación de las masas musculares y la
estimación del panículo adiposo, permiten formarse
una impresión nutricional, pero ésta debe
objetivarse con parámetros específicos.

Los signos clínicos que orientan a una
desnutrición proteica o carencias específicas
dependen de cambios estructurales a nivel tisular y, por lo
tanto, son de aparición tardía. Pueden observarse
especialmente en la piel y sus anexos, en los ojos y en la boca;
la mayoría son inespecíficos ya que pueden ser
causados por carencias de diferentes nutrientes e incluso
obedecer a factores externos como exposición al
frío o higiene deficiente (Ej.: estomatitis angular,
queilosis).

  • Antropometría

Es la técnica más usada en la
evaluación nutricional, proporciona información
fundamentalmente acerca de la suficiencia de aporte de
macronutrientes.

Las mediciones más utilizadas son el peso y la
talla. Las determinaciones del perímetro braquial y del
grosor de pliegues cutáneos permiten estimar la
composición corporal, y pueden ser de utilidad cuando se
usan en conjunto con el peso y la talla, pero no tienen ventajas
si se efectúan en forma aislada, salvo cuando los valores
son extremos. Deben ser efectuadas por personal calificado,
usando instrumentos adecuados y ser interpretadas
comparándolas con estándares de
referencia.

La Organización Mundial de la Salud recomienda el
uso de las curvas de crecimiento elaboradas por el National
Center for Health Statistics (NCHS), ya que los pesos y tallas de
adolescentes provenientes de grupos socioeconómicos alto y
medio de países subdesarrollados, son similares a los de
adolescentes de países desarrollados con antecedentes
comparables.

-Peso: El peso como parámetro aislado no
tiene validez, debe expresarse en función de la edad y de
la talla.

-Talla

La talla también debe expresarse en
función de la edad y del desarrollo puberal. El
crecimiento lineal continuo es el mejor indicador de dieta
adecuada y de estado nutricional a largo plazo. Es importante
considerar que es un parámetro muy susceptible a errores
de medición, por lo tanto, debe ser repetida, aceptando
una diferencia inferior a 5 mm entre ambas mediciones. Se acepta
como normal una talla entre el 95% y el 105% del standard, lo que
en las curvas del NCHS corresponde aproximadamente a valores
entre percentil 10 y 90 para la edad. En adolescentes con talla
baja se debe considerar siempre el estadio de Tanner, para la
evaluación.

-Índice de masa corporal:El índice
de masa corporal (IMC): [ peso(kg) / talla2(m)] es considerado
como el mejor indicador de estado nutritivo en adolescentes, por
su buena correlación con la masa grasa en sus percentiles
más altos y por ser sensible a los cambios en
composición corporal con la edad. Los puntos de corte
definidos internacionalmente para clasificar el estado
nutricional en adultos (IMC mayor a 30 para diagnosticar
obesidad), no son aplicables para el adolescente que no ha
completado su desarrollo puberal debido a la variabilidad de la
composición corporal en el proceso de maduración.
Existen por lo tanto distintas curvas de IMC para
población de 0 a 18 años y aún cuando
ninguna cumple con las especificaciones de un patrón ideal
ó definitivo, la recomendación actual es usar las
tablas de Must et al. como patrón de referencia. Estas
tablas fueron confeccionadas a partir de datos del National
Center fo Health Statistics (NCHS) de EEUU y por lo tanto,
establecen una continuidad con los patrones de referencia
recomendados para evaluación de población infantil.
Aún cuando el IMC no ha sido validado como un indicador de
delgadez o de desnutrición.

  • IMC mayor al percentil 85 se considera riesgo de
    sobrepeso. Se reserva la clasificación de obeso para
    aquellos adolescentes que además de tener un IMC mayor
    al percentil 85 tengan un exceso de grasa subcutánea
    objetivado por la medición de pliegues
    cutáneos.

  • IMC entre el percentil 5 y percentil 15 requiere
    evaluación clínica complementaria para
    identificar aquellos adolescentes en riesgo
    nutricional.

  • IMC entre percentil 15 y 85 corresponde en general a
    estado nutricional normal.

Dichos valores se presentan en la siguiente
tabla:

Monografias.com

Fuente: Organización Mundial de la Salud
recomienda el uso de las curvas de crecimiento elaboradas por el
National Center for Health Statistics (NCHS) (2000). :
http://www.cdc.gov/growthcharts

Pliegues cutáneos

La medición de pliegues cutáneos es un
indicador de masa grasa y por lo tanto, especialmente útil
en el diagnóstico de obesidad. Los pliegues pueden medirse
en diferentes sitios, la OMS sugiere la medición de los
pliegues tricipital y subescapular para catalogar adolescentes
como obesos o en riesgo de sobrepeso. El pliegue tricipital se
mide en el punto medio entre acromion y olécranon, en cara
posterior del brazo, teniendo la precaución de no
incluír el músculo en la medición. El
pliegue subescapular se mide debajo del ángulo inferior de
la escapula, en diagonal siguiendo la línea natural de la
piel en un angulo de 45° con la columna vertebral. Para
medirlos se requiere de un calibrador ("caliper") especialmente
diseñado, el más difundido es el caliper Lange, y
de un evaluador entrenado.

Perímetro braquial

Debe medirse en el brazo, en el punto medio entre el
acromion y el olécranon, usando una huincha inextensible
delgada. Su uso aislado no ofrece ventajas con respecto a
peso/talla o IMC. Si se usa en combinación con la
medición del pliegue tricipital permite calcular
perímetro muscular y área muscular braquial, que
son indicadores de masa magra. Su principal aplicación
está en la evaluación seriada de adolescentes en
recuperación o en asistencia nutricional, asociado a otros
indicadores.

Conclusiones

PRIMERA: Los niveles de Actividad Física
Habitual en los alumnos de fisioterapia y rehabilitación
del Instituto Superior María Montessori es activa en
39.49%.

SEGUNDA: El Índice de Masa Corporal de los
alumnos de fisioterapia y rehabilitación del Instituto
Superior María Montessori es normal en 41.54% de mujeres y
en 20% en varones.

TERCERA: Existe correlación
estadísticamente significativa entre el Índice de
Actividad Física Habitual y el Índice de Masa
Corporal en los alumnos de fisioterapia y rehabilitación
del Instituto Superior María Montessori, debido a que los
alumnos que realizan actividad física activa y
moderadamente activa en su mayoría presentan IMC normal,
mientras que los alumnos inactivos en algunos casos presentan
sobrepeso u obesidad.

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Autor:

Lic. Mariela Cutipa
Condori

UNIVERSIDAD ANDINA

NÉSTOR CÁCERES
VELÁSQUEZ

ESCUELA DE POST GRADO

Monografias.com

MAESTRIA EN SALUD

MENCIÓN: SALUD
PÚBLICA

SEMESTRE: II – 1

DOCENTE: Dra. Elizabeth Vargas
onofre

JULIACA – PERÚ

2012

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[11] Idem. Op cit. Pág. 58

[12] Behrman, Richard., Kliegman Robert.,
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[29] García Ferrando, M. (2002).
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[30] Tercedor, P. y Delgado, M. (2000). Op
cit.. Pág. 24.

[31] Gruber, J. L (1996) Physical activity
and self-esteem development and children: A Meta-analysis.
American Academy of Physical education Papers, 19, Pág.
99-112.

[32] Rodríguez García, P. L.,
Moreno Murcia, J. A. (2005). Importancia de la
Iniciación Deportiva en el ámbito escolar.
Sistematización del proceso de formación
deportiva. Pág. 20.

[33] Puig, T. (2002). Ocio para el Sentido
Personal y la Asociación Ciudadana. Pág. 62.

[34] Sevegnani de Freitas, P. (2002a).
Recreación en la escuela: una contribución para
la formación humana. Pág. 38- 39.

[35] Munné, F. (2000).
Psicopedagogía del tiempo libre. Pág. 159.

[36] Hodgson María. Evaluación
Nutricional y Riesgos Nutricionales en Adolescentes. (2006).
Pág. 3.

[37] Hodgson María.Op cit. . (2006).
Pág. 4.

Partes: 1, 2
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