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La destrucción de Europa




Enviado por Bruno Capasso



Partes: 1, 2

  1. Rusia
  2. Inglaterra
  3. Europa

La Civilización Occidental
es el fruto del devenir histórico de la
Cultura Gótica europea (10)

El nacimiento de esta Cultura
Gótica
marcó el inicio de la Edad
Media
, el cual se caracterizó por las luchas de las
tribus germanas entre sí para afirmarse como Naciones, por
la falta de nexos entre sometidos y dominantes, separados por sus
lenguas, sus religiones, sus costumbres y su Derecho, y
por el eclipse de la Civilización Romana en
Occidente.

Los pueblos germanos, jóvenes y
valerosos, se repartieron los restos del Imperio de Roma; de un
tronco étnico-cultural común, formaron sin
embargo diferentes nacionalidades y lucharon sin descanso hasta
que solo sobrevivieron los más fuertes. Así, los
visigodos se establecieron en Hispania, los
francos en las Galias, los ostrogodos
en Italia, los anglosajones en
Britania (en tanto otras tribus se propagaron hasta los
confines mas lejanos del Imperio, como ser los
vándalos, que penetraron en
África para luego perderse en la historia) La
Europa inmediatamente posterior a la caída del Imperio de
Roma quedó de este modo constituida por las Naciones
surgidas de las tribus germánicas, sus reyes electos y su
Derecho. Mas este Derecho Germánico no
tardó en colisionar directamente con el Derecho
Romano,
el cual aun subsistía en el último
vestigio viviente de las ruinas de Roma: la Iglesia. Este choque
frontal entre Derecho Germano y Derecho Romano
se debe a que uno y otro son producto de Cosmovisiones
opuestas. El Derecho Germano antepone a la
Comunidad por sobre el individuo, en tanto el
Derecho Romano antepone al individuo por sobre
la Comunidad; el primero se caracteriza por el Bien
Común
, basado en la justa distribución de la
propiedad de la tierra, las herramientas y el trabajo; en cuanto
el segundo se caracteriza por el interés
individual,
basado en la explotación del hombre por
el hombre y la apropiación de los bienes y el capital por
parte de unos pocos en desmedro de los muchos. El Derecho
Germano
se corresponde al estadio histórico
cultural, la palabra Cultura viene de
"cultivar", es decir: responde a una Cosmovisión
agraria y productiva, arraigada al suelo; en tanto el Derecho
Romano
se corresponde a un estadio histórico
civilizado, la palabra Civilización
viene de "civil", que significa "ciudadano", es decir, responde a
una Cosmovisión urbana y comercial, por lo tanto
cosmopolita y de rapiña. Estos dos mundos chocaron al caer
el Imperio Romano, a tal punto que los germanos no habitaron las
ciudades rendidas a sus pies, ya que las despreciaban desde lo
anímico. Las ciudades, asoladas, saqueadas, abandonadas,
solo quedaron habitadas por el clero. La Iglesia tenía a
su vez enorme cantidad de latifundios, sobre los cuales
esgrimía sus pretensiones posesorias basándose en
la antigua legislación romana. Esto dio inicio al
conflicto entre los dos Derechos y la lucha entre el
poder eclesiástico y secular.

¿Cómo hizo la Iglesia para
poder sobrevivir en un mundo que se había derrumbado? Sin
duda por la conversión religiosa de los
"bárbaros". Pero esta conversión
religiosa, lejos de lo que comúnmente se cree, fue
realizada más que nada por la espada.

Los primeros en convertirse fueron los
reyes, no por hambre espiritual, sino por ambición
personal. Atrás habían quedado los tiempos en que,
electos por el "Thing", no eran más que
"primus inter pares". Ahora los reyes se abocaban a
consolidar el poder de sus Dinastías, por lo que
se aliaron a la Iglesia congeniando intereses, coincidiendo en la
imposición del Derecho Romano como instrumento de
sometimiento. Nace de este modo, de la amalgama de ambas
Cosmovisiones, la Europa romano-gótica,
es decir, el Medioevo propiamente dicho.

Su figura más descollante,
Carlomagno, se encargará de imponer el
cristianismo a casi toda Europa mediante la guerra, el terror y
el exterminio. Al final de su reinado nace la institución
del vasallaje y el feudalismo; y la Iglesia, por su parte, no
solo había asegurado su supervivencia, sino también
su casi total preponderancia. Se lanza entonces la Iglesia a la
conquista absoluta del poder terrenal en Europa, con la
ambición de reinstaurar el Imperio romano cristiano, lo
cual desata la denominada "guerra de las investiduras",
larga y sangrienta, al mismo tiempo que sus dominios son asolados
desde el norte por los vikingos y desde Hispania y el
mediterráneo por los musulmanes. Vence esta guerra "de
las investiduras"
momentáneamente la Iglesia y en una
movida sumamente hábil, para asegurar su primacía,
se deshace de las castas guerreras, sobre todo la más
peligrosa de ellas: la caballería franca,
enviándolas a las cruzadas. Duraran las cruzadas dos
siglos, cuyo resultado final será un fracaso que
traerá a la Iglesia un gran desprestigio por el hecho de
haber salido de las mismas sumamente enriquecida y poderosa, lo
cual lleva al rey francés Felipe IV "el hermoso"
a eliminar su dominio, para lo cual suprimió su poder
bancario-financiero al destruir la Orden de los
Templarios
y trasladar la silla pontificia a la ciudad
francesa de Aviñón, creando un cisma que
pondrá fin a las ambiciones de dominio total secular por
parte del poder eclesiástico. Sobre la Orden
Templaria
es importante destacar que antes de ser esta
destruida, logró enviar varias embarcaciones, con gran
parte de sus tesoros, a Inglaterra. Fueron los templarios los
primeros en constituir una Banca Trasnacional Privada,
poderosa y perfectamente organizada, por lo que no es este un
hecho menor. Entretanto los godos españoles
avanzaban imparables en su reconquista de la península
ibérica, los vikingos habían ya fundado
Rusia en el siglo IX y conquistado Inglaterra en el siglo XI. Es
de este modo que se fijarán los trazos básicos del
mapa geopolítico sobre el cual luego confrontará
Occidente y, con él, el mundo. Este mapa
geopolítico de Occidente hay que graficarlo pasando por
alto lo puramente geográfico, ya que desde la
geopolítica no se puede bajo ningún punto
considerar a Inglaterra parte de Europa; y con respecto a Rusia:
se trata de un país tándem, mitad europeo
mitad asiático, que puede ser proyección de Asia
hacia Europa o de Europa hacia Asia o nexo entre ambos (de la
posición que tome dependerá el futuro del mundo, es
Rusia el "Heartland", el Pivote Geográfico de
la Historia,
tema central de la Geopolítica, ya que
quien domine este punto, dominará el mundo; sobre este
tema me explayaré en los capítulos que
siguen.Teniendo estos factores en cuenta, el mapa
geopolítico de Occidente (sobre el cual luego se
trazará el mapa geopolítico del mundo)
quedará definido por los siguientes tres bloques, a saber:
Rusia, Inglaterra y la Europa romano-gótica
(11)

Rusia:

Los
vikingos que penetraron por el Volga hasta el Mar Caspio
conformaron la temible "Guardia Varega" del ya decadente
Imperio Romano de Oriente (o Imperio
Bizantino
), logrará Bizancio gracias a ellos
sobrevivir por algunos siglos más en el
Mediterráneo Oriental. Tomaran de Bizancio estos
vikingos su
religión, su alfabeto y su estructura
gubernamental y, con ellos, amalgamándolos con los pueblos
eslavos que dominaban, determinarán los
caracteres culturales de Rusia. Establecen su capital en Kiev,
desde donde proyectaran sus primeras expediciones de conquista.
Serán luego invadidos por los mongoles por dos
siglos, tras los cuales logran expulsarlos,
estableciéndose en Moscú, tiempo por el cual cae
finalmente Constantinopla en manos de los turcos otomanos, por lo
que los reyes de Rusia, considerándose legítimos
herederos de Bizancio, tomaran el título de Zares
("Zar" es vocablo derivado de "César") y
se erigirán en bastión de la cristiandad
en Oriente. Seguirá a esto un periodo de
consolidación nacional y expansión territorial,
tanto al Este como al Oeste. Al Oeste
confrontaran duramente con los Caballeros
Teutónicos
(quienes los frenarán y
fundarán Prusia) y los lituanos (a quienes logran
someter a vasallaje), en tanto hacia el Este Ivan IV
"el terrible" aprovechará la decadencia de los
tártaros para conquistar muchos de sus kanatos.
Tras un periodo de crisis palaciegas acompañadas de
revueltas populares asume la corona la dinastía
Romanov, la cual tendrá en el Zar Pedro
I "el grande" su más destacada figura, quien
occidentalizará en gran parte a Rusia,
saneará y hará eficiente su administración,
nacionalizará la Iglesia, creará un poderoso
Ejército, obtendrá gran cantidad de territorios
hacia Occidente y será entronizado "emperador de todas
las rusias";
al zar Pedro I seguirán otros
Romanov que lograrán conquistar el Asia
central y expandirse hasta nada menos que Alaska, la cual
será luego vendida a los EE.UU., quedando el límite
oriental del Imperio de Rusia fijado en Vladivostok. Para el
año 1914 Rusia dominaba Finlandia, Polonia y se
extendía su límite occidental hasta Odessa en el
Mar Negro, dominaba todo el Cáucaso y todo el Mar Caspio y
se extendía hacia el más lejano Oriente hasta el
Océano Pacífico, sobre la península coreana,
frente a las Islas del Japón. Era sin dudas el Imperio
Continental
más grande del
mundo.

Inglaterra:

Así como los vikingos pusieron
en Rusia los cimientos para la conformación del
Imperio Continental más extenso de la
tierra, lo
propio hicieron en lo que se refiere al Imperio
Oceánico
más grande que haya conocido la
historia. Este hecho es paradójico y llamativo:
los dos polos geopolíticos más extremos y
enfrentados fueron erigidos en sus fundamentos por los hijos de
un mismo pueblo de aventureros, guerreros y navegantes, salidos
de las mismas misteriosas brumas hiperbóreas.
Hasta el año 1066 las Islas Británicas jugaron un
papel intrascendente en la geopolítica de Occidente. En
épocas del Imperio, hacia el siglo V, los romanos las
habían abandonado para defender otras posiciones
más importantes, por lo que la población
autóctona entró de inmediato en guerra interna. Los
habitantes romanizados que allí quedaron pidieron
ayuda a los germanos sajones que a dicha isla solían
viajar en plan de piratería y comercio, los cuales
contestaron al llamado no en son de aliados sino en franca
invasión, forzando a quienes los habían convocado a
refugiarse en las alturas de Gales. Siete reinos lucharon por la
preeminencia hasta que se unifica la corona bajo el reinado
sajón de Egberto (primer rey de Inglaterra). Durante el
reinado de esta dinastía sajona se cristianiza a la
población de las Islas, las cuales son invadidas en 1066
desde Francia por el vikingo (cristianizado) Duque de
Normandía Guillermo "el conquistador", que
desembarca al mando de 60.000 hombres y se hace nombrar rey tras
vencer a los sajones en la batalla de Hastings. Bajo su reinado
Inglaterra recibirá un gran impulso, sus más
importantes basamentos serán fundados, se someterá
y organizará la nobleza, se unificará su lengua,
avanzará la cultura y se perfeccionará la
administración. Pero lo más importante a destacar
es que este rey normando será quien marcará a fuego
el inconfundible carácter mercantilista de Inglaterra. El
eminente historiador y economista alemán Werner Sombart
explicó en sus obras de manera harto documentada el papel
sobresaliente e innovador de los vikingos normandos en el
nacimiento del capitalismo moderno. Para tener de esto una idea,
baste decir que el normando conquistador de Inglaterra, Guillermo
I, fue también el inventor del cheque y la
contabilidad moderna. Y es que los vikingos
además de intrépidos navegantes, temibles guerreros
y consumados piratas, fueron también muy hábiles
economistas. Esto, sumado a la proyección
geopolítica natural de las Islas Británicas mas el
devenir de toda una serie de sucesos históricos
posteriores, como ser la llegada de los banqueros de la Orden
de los Templarios
primero y de los judíos
después, harán de Inglaterra el país
capitalista-imperialista por excelencia. Ya en una fecha tan
temprana como 1258, mediante las denominadas "provisiones de
Oxford",
se da origen a las instituciones liberales que aun
están vigentes en las Islas Británicas, la
cámara de los lores y la de los comunes
quedan definitivamente constituidas en el 1300. Tras esto
dará inicio Inglaterra a sus constantes intervenciones en
Europa (comenzando por la guerra de los cien años contra
Francia); fundará su poderío marítimo; se
debatirá en luchas internas por la preeminencia entre la
monarquía y los nobles, de las cuales siempre
saldrán fortalecidos los últimos (que
constituían además estrecha alianza con la naciente
burguesía); creará su Iglesia nacional Anglicana;
se unirá con Escocia bajo la dinastía de los
Estuardo, a quienes luego quitara del trono mediante la dictadura
del fundamentalista puritano (y sanguinario) Lord Oliver
Cronwell, el cual allanara el terreno para el advenimiento del
Poder Mundial anglo-sionista con la creación del Banco
de Inglaterra
en 1694 y el inmediatamente posterior
establecimiento del reinado de la casa de los Hanover (la cual
rige hasta hoy), a partir de lo cual Inglaterra destruirá
o someterá a todas las demás casas reales de
Europa, se adueñará de Irlanda, allí por
donde pase generara "revoluciones" y caos para su beneficio,
conquistará el Imperio Universal Oceánico mas
grande que haya visto la historia, impondrá el capitalismo
en el mundo y dominará la economía del orbe
mediante la usura y la creación de dinero desde la
nada.

Europa:

  • a) La Potencia
    española:
    1492 es el año en que
    España echa a los moros y comienza la conquista de
    América, dos hitos que cambiaran la historia del
    mundo. No es raro entonces que se eleve como potencia de
    Europa, disputando el lugar a Francia. El tercer factor de
    poder en Europa es la Iglesia Católica; por lo que
    España se enfrenta con Francia en Italia por el
    dominio de esta. Vence allí España y su
    primacía se hace indiscutible. Dada su
    geografía peninsular, la proyección
    geopolítica española es doble: continental y
    marítima. Partiendo de esto, pudo España haber
    repetido una expansión mediterránea similar a
    la del Imperio romano, pero quiso el destino que en aquel
    tiempo el Mar Mediterráneo estuviese fuertemente
    dominado por los turcos, por lo que España, al buscar
    otras rutas hacia la India, se lanzó sin quererlo al
    descubrimiento y la conquista del mundo. En esta heroica
    empresa, protegida de Francia muy levemente por la cadena de
    los Pirineos, se vio obligada a realizar también en
    parte su proyección continentalista. No se
    limito a las intrigas en el resto de Europa (como los
    ingleses), sino que fue a dominarla. Lo logró por un
    siglo bajo el reinado de los Habsburgo Carlos I (Carlos V del
    I Reich) y su sucesor Felipe II, ambos de una gran
    competencia, extraordinarios estadistas a la altura de las
    circunstancias. Durante este periodo España
    será el Imperio más poderoso del mundo. Domina
    a Francia y al Imperio Germánico. Domina a la Iglesia.
    Domina ultramar. Pacifica en gran parte al
    Mediterráneo tras vencer a los turcos en Lepanto.
    Realiza las más audaces aventuras en América.
    Funda Naciones. Circunvala el mundo por primera vez. Se
    adueña de riquezas nunca vistas. Ante esto Inglaterra
    intrigará, pondrá en marcha su estrategia de
    división de Europa mediante el complot, fomentara
    cruentas revueltas religiosas y lograra levantar Flandes. Se
    aliara con Francia contra España. Acosara a los
    navíos españoles con la piratería.
    Carlos I plantea entonces, por primera vez, la necesidad de
    la unificación continental europea;
    adelantado en el tiempo, planifica legar a su heredero las
    dos coronas, es decir: unidas, la de España y la del
    Imperio Alemán; pero la tajante oposición de
    los príncipes, las guerras de religión y las
    intrigas británicas echan por tierra su visionario
    proyecto; será este un punto de inflexión. A
    pesar de todo su sucesor Felipe II logra durante su reinado
    elevar a España a sus más altas cumbres, casi
    llevándola al Imperio del Mundo al intentar
    conquistar Inglaterra con su Armada Invencible, pero
    era ya demasiado: como si hubiese hablado la mismísima
    Providencia, a su magnífica Escuadra se la
    tragó el Mar en furiosa tempestad. La doble
    proyección que el destino había impuesto a
    España: continental y
    oceánica a la vez, era una empresa de
    imposible realización (no hay en la historia ejemplo
    de algo semejante). Esta situación terminó por
    condenarla. Tras la muerte de Felipe II comenzará el
    largo camino de su decadencia, el poderío
    español se sostendrá aún durante casi
    dos siglos únicamente a base del esfuerzo de sus
    intrépidos Tercios y aguerridos
    Capitanes, pero su extraordinario valor fue en vano
    y solo logró prolongar la agonía: la suerte de
    la Civilización Española ya estaba
    echada. España cayó, mas su legado fue
    inmenso.

  • b)  La Potencia
    francesa:

Más o menos por los mismos
años en que España echaba a los musulmanes de su
tierra y comenzaba así su camino hacia al poderío;
en Francia se daba algo extraordinario en la historia: una
doncella, de nombre Juana de Arco, capitaneaba
ejércitos y los llevaba a la victoria. Fue así que
Francia logró expulsar de sus tierras a los ingleses,
consiguiendo de este modo reunificarse tras cien años de
cruentas guerras, tanto internas provocadas por el invasor como
externas contra el invasor mismo. Así es como se da el
caso de que al elevarse España como potencia lo hace
también Francia. Esto lleva a que ambos reinos pugnen por
la primacía en Europa, luchas de las cuales saldrá
victoriosa España. Tras estas primeras e infructuosas
conflagraciones, Francia será terriblemente azotada por
las guerras de religión surgidas desde el norte europeo,
las cuales la sumergirá y desangrará en la
anarquía durante más de cincuenta años.
Finalizada esta etapa de caos y muerte, sube al trono
francés la Casa de Borbón y se restaura la
autoridad real, que con Luis XIII y su portentoso ministro
Richelieu adquiere carácter de absolutismo,
iniciándose así el periodo de engrandecimiento de
Francia. En el exterior intervendrá en la última
etapa de la guerra de los treinta años y
favorecerá las sublevaciones de Cataluña y Portugal
en contra de España. Al morir Richelieu, ocupará su
lugar el cardenal Mazarino, no menos capaz, que junto a
Inglaterra dará el golpe final a la preeminencia
española en Europa, al imponer los tratados de los
Pirineos
y, sobre todo, de la paz de Westfalia; lo
cual allanará el terreno para el advenimiento de la
era dorada de Francia con el reinado de Luis XIV. Este
monarca, denominado "Rey Sol", se rodea de fastuosidad y
traslada su corte a Versalles, donde hace construir un
magnífico palacio. Controló Luis XIV con mano de
hierro tanto la religión como la economía.
Expulsó de su tierra a jansenistas y
calvinistas. Organizó y disciplinó un
numeroso y poderoso ejército, y hacia el exterior
inició una serie de anexiones. Frente a esto Inglaterra no
tardó en conspirar en su contra formando diversas alianzas
para combatirle, tras lo cual impuso el tratado de
Riswick
, por el que debió restituir casi todos los
territorios que había ocupado. Al morir el rey
español Carlos II interviene Francia en la guerra de
sucesión española,
imponiendo en la corona de
España la Casa de Borbón, lo cual fue para Francia
sin duda una enorme victoria. La corona británica
desatará entonces contra los borbones una guerra
total, ya que la unión de Francia y España
representaba para ellos el mayor de los peligros. Tras varias
guerras con los ingleses, perderán los franceses la Isla
de Terranova y otras posesiones en Norteamérica.
Promoverán los británicos entonces la
destrucción completa de los borbones, para lo
cual se valdrán de la masonería a su
servicio. Será mediante esta sociedad secreta que
se subvertirá el orden en Europa, llevándola al
caos de la revolución francesa, la cual
decapitará literalmente a la corona de Francia,
elevará a la burguesía pro-británica y, a la
larga, provocara que España pierda sus colonias. Fue
así que los ingleses, en magnifica operación
conspirativa, se aprestan a someter al continente europeo. Pero
he aquí que sucedió lo de siempre, a la
acción siguió la reacción y Francia, esta
vez ya no como Reino sino como Nación, se elevó aun
más poderosa que antes. Sucedió que los
nacionalistas jacobinos se impusieron al régimen
del terror impuesto por los agentes al servicio de la
corona británica (un hecho que no suele citarse es que
Robespiere y los suyos fueron guillotinados bajo el cargo de ser
antifranceses), y con el 18 brumario se
elevó Napoleón Bonaparte. Este genio militar,
surgido del nacimiento mismo del Estado-Nación,
no tarda en darse cuenta que el peor enemigo de Francia (y, con
ella, de Europa) es Inglaterra, por lo que retoma el camino
entrevisto por Carlos I de España: la
unificación continental
. Así, del nacionalismo
jacobino y de la necesidad geopolítica de Europa surge el
Imperio que, con el liderazgo de Bonaparte, se transforma en
pesadilla para Inglaterra. Cambia entonces la corona
británica de dirección y forma alianzas con todas
las demás coronas reinantes de Europa, el objetivo:
destruir al expansionismo francés. Napoleón sabe de
esto y, verdadero rayo de la guerra, derrota a los
ejércitos coaligados en Austerlitz, en Jena y en
Friedland, sometiendo así al Imperio Germánico, al
cual disuelve para con sus provincias conformar la Liga del
Rin
. Fija entonces Gran Bretaña su centro
conspirativo en España, mas precisamente en Cádiz,
que se transformara en un nido de logias masónicas (de
entre las cuales saldrá el futuro libertador de
América
José de San Martin) desde donde se
conspirará contra Francia. Ni lerdo ni perezoso,
Napoleón invade entonces España, y justamente
frente a las costas de Cádiz jugará la misma carta
que más de dos siglos antes jugó Felipe II:
destruir el poder naval británico; pero Villeneuve no era
en el mar lo que Napoleón era en tierra, y la escuadra
franco-española cayó derrotada ante la
británica de Nelson en la batalla de Trafalgar. A partir
de esto Napoleón queda encerrado, su Imperio bloqueado, al
oeste por el poderío naval británico y al
este por los rusos, que estaban aliados a Inglaterra. Es
por esto que Bonaparte es forzado a invadir Rusia, lo cual
realiza en 1812 con resultados desastrosos. Sera a partir de
dicha derrota que los aliados avanzaran imparables hasta
París, y Napoleón, caída su estrella,
será forzado a un exilio del cual volverá un
año después para recuperar su Imperio por solo cien
días, al ser nuevamente derrotado en Waterloo gracias a la
conspiración británica. Abdica entonces
Napoleón y se rinde a los ingleses, estos lo extraditan a
la Isla de Santa Elena, donde vivirá encerrado por varios
años hasta que lo asesinan con veneno. Francia desde
entonces quedará sometida al Imperio Mundial
anglo-sionista hasta el día de hoy. El único breve
interregno que hubo en esta constante dominación
de Inglaterra sobre Francia lo constituyó el gobierno de
Charles de Gaulle, gobierno sobre el cual el Poder Mundial
desató el "mayo francés" (las revueltas
progresistas de 1968), provocando así su
caída.

  • c) La Potencia
    alemana:

Con la caída de Napoleón I se
disolvió la Liga del Rin y se la sustituyó
por otra que incorporaba al Reino de Prusia y el Imperio de
Austria bajo en nombre de Confederación
Germánica.
No tardó en reaparecer la rivalidad
entre Austria y Prusia por la preeminencia sobre las naciones
alemanas, por lo que nuevamente estalló la guerra, en la
cual Prusia se alzó definitivamente con la victoria tras
la batalla de Sadowa (1866). Queda entonces la
Confederación Germánica bajo la
hegemonía de Prusia, la cual le da un impulso notable.
Esto provocó el recelo inmediato de la corona
británica, que previsoramente acababa de entronizar como
"emperador" de Francia a Napoleón III (apodado "el
pequeño"
por Victor Hugo) para así
contrarrestar el exponencial crecimiento del poderío de
Alemania y evitar cualquier tentativa suya de unificación.
Es importante recalcar este punto, ya que sobre el mismo no
suelen hacer referencia los historiadores: la denominada
"insurrección proletaria" de 1848 en Francia
(exactamente el mismo año en que Marx y Engels largaban
desde Londres su "manifiesto comunista") fue en realidad
obra de la corona de Inglaterra. Tras el caos provocado por la
revuelta y ser (vía golpe de Estado) coronado "emperador"
Napoleón III, lo primero que este hace es alinearse con
Inglaterra en la guerra de Crimea. Prusia por su parte
contaba con un estadista excepcional, el "canciller de
hierro"
Otto von Bismarck, quien supo sortear con
extraordinaria habilidad todas la coaliciones y estratagemas que
Inglaterra puso en contra de Prusia. Gran Bretaña entonces
presiona a Francia para que acabe de una vez con Prusia, por lo
que Napoleón III le declara la guerra en 1870, pero se
levanta toda Alemania en su contra y el que termina acabado es
él. Prusia se alza con una rápida victoria, ocupa
Paris y allí mismo proclama el nacimiento del II
Reich
(para esto Napoleón III ya se había
exiliado a Inglaterra, donde residiría hasta su muerte).
La unificación de Alemania ya era un hecho. El rey
Guillermo de Prusia es proclamado Kaiser Guillermo II.
Durante su mandato Alemania se convirtió en la principal
potencia de Europa: poseía un muy bien organizado
ejército y una considerable fuerza naval (el
Kaiser solía decir, intimidante: "cuando
hablo, hablo yo y mis cuarenta ejércitos
"); se
había convertido Alemania también en una potencia
colonial, adquiriendo extensos dominios en África; pero lo
que más alteraba a Inglaterra era su geométrico
crecimiento industrial y comercial, lo cual amenazaba su
primacía en el mundo. Todo este cóctel
hizo que Inglaterra aplicara sobre Alemania (y el imperio
austrohúngaro) la misma estrategia "de pinzas"
que anteriormente había aplicado sobre Carlos V y
Napoleón Bonaparte, y desató sobre ella, aliada con
Francia y Rusia, la Primera Guerra Mundial. La "chispa"
que desató la hecatombe también fue obra
británica, ya que el joven serbio que asesinó al
Archiduque de Austria pertenecía a la sociedad secreta
"mano negra", la cual era manejada desde Londres. La
conflagración fue total, entrando en el conflicto todas
las potencias más importantes de la época. Fue esta
la primera guerra de masas; los frentes, estáticos,
hicieron de ella una carnicería. Los muertos se contaron
de a millones, se usaron gases venenosos y todo tipo de armamento
para el asesinato masivo. El resultado fue la derrota total de
las potencias centrales, provocada sobre todo por las constantes
huelgas y rebeliones bolcheviques en su retaguardia. Rusia se
había echo ya comunista, y sobre Alemania se aplico el
tremendo Tratado de Versalles, que la reducía a
la esclavitud. Con este tratado Europa quedaba también
balcanizada, con el cercenamiento de muchas naciones y la
invención de nuevos países, todo esto sin duda
según el interés anglo-sionista de
dominación. Las imposiciones de Versalles fueron
tan desmedidas, antojadizas e injustas que Europa entera entro en
caos (Wilson, al referirse al tratado, dijo: "veo por lo
menos veinte guerras allí
"). Como consecuencia de la
anarquía provocada por la debacle, la desocupación
y la miseria, varias revueltas bolcheviques declararon el
nacimiento de algunas repúblicas comunistas en
Alemania. El pueblo endurecido desmovilizado de las trincheras,
sintiéndose traicionado, arremetió al volver sin
miramientos contra los "emboscados" bolcheviques.
Así, muchos grupos paramilitares se formaron para dar
cuenta de los rojos. En Italia, a pesar de haber salido
"vencedora" de la guerra, también pasaba lo mismo. Los
comunistas habían decidido aprovechar el caos de posguerra
para apoderarse de Europa. El viejo orden liberal tambaleaba en
todo el continente en su carencia de respuestas a la
problemática social. Así es como nacen, como
reivindicación nacionalista popular y socialista, como
tercera fuerza equidistante de izquierdas y derechas, el
Fascismo en Italia y el Nacionalsocialismo en
Alemania. Tras larga y enconada lucha política, Hitler
asume el poder en Alemania democráticamente, por el voto
popular. No tarda en asumir plebiscitariamente plenos poderes,
con los cuales conforma el III Reich. Realiza de forma
más bien pacífica una Revolución total,
basándose en el mitema socializador de la raza.
El Nacionalsocialismo, profundamente "antisemita", echa
a los judíos de todos los cargos gubernamentales, los
separa también de la prensa, de la educación, de
los juzgados y de las grandes empresas. Nacionaliza la Banca y la
emisión monetaria, tras lo cual destina enorme cantidad de
créditos para la construcción de obras
públicas, viviendas, autopistas, etc., eliminando
así la desocupación. Ya con una popularidad
completamente avasallante, refrendado plebiscitariamente por
prácticamente la totalidad de su Pueblo, realiza el
Anschluss (reunificación con Austria),
remilitariza la Renania, restablece el Servicio Militar
Obligatorio y lleva a cabo un intenso rearme (al igual que
hacían todas las otras potencias, ya que desde el fin de
la primera guerra mundial no era secreto que habría una
segunda), recupera la región de Memel, incorpora los
Sudetes (región de población
mayoritariamente alemana), desintegrando así
Checoslovaquia (creación del Tratado de
Versalles
), crea el protectorado alemán de Bohemia y
Moravia y, finalmente, reclama a Polonia la unión de
Danzig (separada tras la PGM) con Alemania. Polonia,
habiéndole Inglaterra prometido defenderla si era atacada,
se niega de plano. Esto desatará la guerra más
catastrófica de la historia del mundo. El III
Reich
invade Polonia y con su Blitzkrieg la derrota
en cuestión de semanas. Inglaterra y Francia declaran la
guerra a Alemania pero aun no se mueven. Alemania se adelanta a
Inglaterra y ocupa Dinamarca y Noruega, tras lo cual, en guerra
relámpago invade a Francia en una operación militar
perfecta, venciéndola en muy poco tiempo. Antes de
desatarse la guerra Alemania había logrado acordar con la
U.R.S.S., con la finalidad de no tener que pelear en dos frentes,
un pacto de no agresión. La U.R.S.S., desde la muerte de
Lenin, estaba en poder de Stalin, el hombre que arruinó
todos los planes que el Poder Mundial tenia con respecto al
comunismo y el papel que debía jugar en el mundo. Para
1940 (año de la invasión alemana a Francia) Stalin
lograba dar muerte a Trosky, por medio de un sicario, en
México. En los "30, Stalin ya había purgado de la
nomenclatura soviética a millares de dirigentes,
oficiales militares y comisarios políticos ligados al
Poder Mundial Sionista. Cayeron así ejecutados,
por orden directa de Stalin, los más famosos y poderosos
carniceros del régimen: Zinoviev, Kamenev, Radek,
Eukharin, Yagoda, Zelensky, Lev Levin, Olberg, etc.,
además de gran parte de la alta oficialidad de su
ejército, el cual quedo así diezmado. Esto Hitler
bien lo sabía, ya que fue por orden suya que el servicio
secreto alemán al mando de Heydrich había hecho
llegar a Stalin las pruebas que comprometían a quienes
luego serian eliminados por alta traición. Todo
esto hizo que Hitler hiciese un mal cálculo,
basándose en el enfrentamiento que había entre la
U.R.S.S. (desde la llegada de Stalin al poder) y el Imperio
anglo-norteamericano sionista. Esto le hizo pensar que tras sus
apabullantes victorias en Europa, podría pactar una paz
sustentable con Inglaterra. De hecho Hitler ofreció a Gran
Bretaña reiteradas veces un armisticio donde no se le
exigía absolutamente nada. Consideraba Hitler que los
intereses de Inglaterra en el mundo no tenían por que
chocar con los intereses de Alemania en Europa, que podría
así establecerse un nuevo "status quo" y,
sabiendo que Inglaterra temía a Stalin, pensó que
se avendría a aceptar. Ese fue el peor de sus errores.
Para cuando hizo Hitler todos estos ofrecimientos tenia al grueso
del ejército ingles al alcance de su mano, pero los
ingleses le dieron a entender que aceptarían y, para no
humillarlos, los dejo ir en Dunkerque. Este error pesaría
muy fuerte en su posterior derrota. Pero sucede también
que Hitler no tenia muchas alternativas con respecto a
Inglaterra, por lo que se dejo engañar a causa de su
necesidad de un "sí" como respuesta. Hitler
jamás tuvo en realidad los medios necesarios para la
invasión de Gran Bretaña, su flota era
decididamente inferior. Planificó por un tiempo un
desembarco aéreo, pero visto el resultado negativo de la
batalla aérea de Inglaterra, desistió. De este modo
quedó el también en la misma situación que
sus antecesores en Europa: Felipe II de España y
Napoleón I de Francia, es decir: encerrado en una guerra
de dos frentes. Stalin por su parte contaba con que las potencias
occidentales se destruyeran mutuamente en la guerra, mientras
afilaba su daga. En la frontera soviético-alemana Stalin
realizo la acumulación de ejércitos más
enorme de la que haya registro en la historia. A su vez tanto
Inglaterra como USA habían girado en redondo con respecto
a Stalin y, considerándolo un "mal menor" que Hitler, lo
abastecieron de gigantescas cantidades de armamento, aviones,
tanques, matricería, químicos y materiales raros
para la industria de guerra, dinero, información, etc.,
(esto es algo que el mismo Churchill declaró luego de la
guerra en sus memorias). Hitler sabía que solo era
cuestión de tiempo para que Stalin se le echase encima,
además en esa situación de encierro estaba
completamente ahogado por la falta de suministros (sobre todo
petróleo) por lo que terminó repitiendo exactamente
lo mismo que Napoleón, y el 22 de junio de 1941
invadió Rusia, desatándose así la batalla
más descomunal de la historia humana. Ese año,
1941, entrarían también en la conflagración
Japón y los EE.UU., globalizándose así la
guerra en forma completa, el planeta ardió en llamas. En
Rusia, pelearían también, junto a los alemanes,
millones de europeos de todas las nacionalidades, de los cuales
más de seiscientos mil formaron parte de las Waffen
SS.
La guerra en Rusia tuvo el sentido de una cruzada
europea contra el comunismo.
Si bien estuvieron muy cerca de
vencer, el resultado final para Alemania y Europa fue una derrota
total y calamitosa; mientras peleaban en el Este, al Oeste sus
ciudades fueron salvajemente bombardeadas por ingleses y
norteamericanos causando la muerte de millones de civiles, en su
mayoría mujeres y niños. En Japón los EE.UU.
arrojaron dos bombas atómicas sobre ciudades indefensas,
sin necesidad militar alguna, arrasándolas por completo.
Tras la guerra, más de cincuenta millones de seres humanos
habían dejado de existir, no menos de ocho millones mas se
agregaron a la lista de muertos en la inmediata posguerra a causa
del hambre y las secuelas. La mitad del continente europeo
caería esclava del infierno comunista, en tanto la otra
mitad seria avasallada por Imperio anglo-norteamericano sionista.
Fue la más catastrófica de todas las
conflagraciones que hayan existido.

Como puede verse, el drama de Europa radica
en su incapacidad para unirse contra el Imperio Mundial
Atlantista.

Inglaterra primero, e Inglaterra y los
EE.UU. después, se encargaron siempre de mantenerla
dividida. Esto no les costo mucho teniendo en cuenta la
diversidad nacional, lingüística y cultural de los
Pueblos que conforman a Europa. Esta diversidad parte desde su
misma conformación a partir de la caída del Imperio
de Roma y el reparto del mismo por parte de las tribus germanas,
las cuales por su Cosmovisión eran contrarias a todo
centralismo. Es del devenir histórico de estas tribus y
sus reyes que surgieron las dinastías y naciones
europeas.

Si bien es cierto que la diversidad europea
fue la que hizo de su Cultura la más rica, también
fue esta diversidad la que condenó a Europa a la lucha
fraticida. A esto se debe que todos los intentos de
unificación continental fuesen llevados a cabo por la
fuerza.

Las marcadas diferencias
lingüísticas e históricas de los diversos
Pueblos europeos hicieron que sus Naciones luchasen entre
sí por la primacía.

Primero fue España, luego fue
Francia, por último Alemania, las potencias que mediante
la fuerza militar quisieron unificar a Europa; obligadas a pelear
en dos frentes de manera simultanea, al Oeste contra el poder
oceánico anglosajón y al Este contra el poder
continental eslavo, todas fracasaron. Observando un mapa podemos
notar que el continente europeo conforma una enorme
península; como tal, su proyección
geopolítica es doble: marítima y territorial, pero
esto no significa que puedan tomarse ambas a la vez. No hay
ejemplo en la historia de algo semejante, ni tampoco lo
habrá nunca, porque es imposible ser una cosa y otra al
mismo tiempo.

Puestas así las cosas, España
se proyectó hacia el Océano, y si bien Carlos I fue
el primero en avizorar la importancia de una Europa unificada, su
política con respecto a ella no pudo pasar del mero
"control" de la misma como "patio trasero" (del mismo modo que
hace hoy EE.UU. con respecto a América) al que
había que mantener en orden para que no lo estorbase en su
conquista del mundo, el error que cometió España
fue intentar contener a Europa lanzándose sobre ella del
mismo modo que se lanzó sobre el océano: esto la
agotó en hombres y en medios (lo ingleses, en cambio, para
controlar a Europa siempre se valieron de intrigas, haciendo
pelear a los europeos entre si antes que meterse ellos
directamente). Francia, por su parte, en su historia como
principal potencia europea pasó de una proyección
oceánica con los Borbones a una continental con
Napoleón; con los Borbones Francia no tenia
amenazas en el continente (España ya se había
derrumbado y Alemania no existía como Estado unificado)
por lo que se lanzó al mar, en tanto que con
Napoleón, ya habiendo sido la proyección
marítima francesa anulada por Inglaterra, se lanzó
hacia el continente, logrando dominarlo, hasta que fue hacia el
Este para acabar con la ultima amenaza: Rusia, donde Bonaparte
cayó derrotado. Alemania en cambio siempre tuvo una
proyección continental, y así como Carlos I tenia
su "patio trasero" hacia el Este, Alemania lo tenia hacia el
Oeste; nunca Alemania osó disputar el océano a Gran
Bretaña, de hecho no es su proyección natural, tuvo
algunas aventuras coloniales, es cierto, pero estas no más
que como linde de su influjo territorial orientado hacia el Este;
su guerras occidentales siempre fueron para Alemania guerras "a
retaguardia", su vanguardia siempre fue Oriente.

Como podemos ver, desde el siglo XV Europa
estuvo "atenazada" entre dos fuerzas convergentes: el
Atlántico y Asia. Tras la Segunda Guerra Mundial
cayó derrotada ante ambos poderíos y fue dividida,
quedando su parte occidental bajo el poderío
atlántico y su parte oriental bajo el poderío
asiático. Esto duró cuatro décadas, y ahora,
tras la caída de la URSS, toda Europa quedo bajo el
dominio atlantista.

Partes: 1, 2

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