Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La teoría de la acción comunicativa de Jünger Habermas



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La
    teoría de la acción comunicativa de Jünger
    Habermas en el contexto de la educación y
    socialización mediante la acción
    comunicativa
  3. Propósitos de la teoría de la
    comunicación
  4. Las
    acciones comunicativa en el ámbito de la acción
    en general
  5. La
    dinámica comunicativa y las condiciones socializadoras
    de las escuelas
  6. Socialización y comunicación: la
    trascendencia al mundo de los significados
  7. La
    escuela centro de la socialización y el
    aprendizaje
  8. Consideraciones generales
  9. Bibliografía

EN EL CONTEXTO DE LA

EDUCACIÓN Y SOCIALIZACIÓN
MEDIANTE LA ACCIÓN COMUNICATIVA

Introducción

En este trabajo examino el significado de la
teoría del actuar comunicativo de Jürgen Habermas
para la explicación de los múltiples y a la vez
variados procesos sociales que transcurren en las sociedades
modernas. El sistema teórico habermasiano ofrece las
categorías precisas para la realización de un
análisis empírico explicativo de las estructuras
sociales existentes que permite la estrecha vinculación
del nivel macro- estructural con el de las acciones directas
entre personas. En este marco me centro en las condiciones
socializadoras de las instituciones educativas modernas, que son
especialmente susceptibles de ser analizadas desde un punto de
vista teórico- comunicativo que interrelaciona el plano
estructural con el de las relaciones intersubjetivas,
adscribiendo a los sujetos las capacidades necesarias para unas
intervenciones activas, tanto en el nivel estructural como en el
del contexto vital.

Hago el intento de hacer una revisión
esquemática de los propósitos de la teoría
de la comunicación, en que su contenido y
exposición de uno de los conceptos más relevantes
para la ciencia social, es el concepto de acción
comunicativa en la vida social. En este contexto se transforma
para Habermas el principio explicativo de una teoría de la
sociedad fundada en una teoría del lenguaje y en el
análisis de las estructuras generales de la acción.
El rasgo característico de los seres humanos será
la racionalidad manifestada objetivamente en el
lenguaje.

En este escrito realizo el esfuerzo por explicar la
teoría Habersiana en el tejido de la dinámica
comunicativa y las condiciones socializadoras de las escuelas. En
que las acciones educativas se conciben como procesos
específicos de socialización enmarcadas en el
contexto de las interacciones simbólicamente
mediadas.

La teoría
de la acción comunicativa de Jünger Habermas en el
contexto de
la educación y socialización mediante
la acción comunicativa

EL ACTUAR COMUNICATIVO

En la teoría de la acción comunicativa,
Habermas pretende ofrecer una teoría crítica de la
sociedad que sigue la tradición
crítico-epistemológica frankfurtiana. Nos
plantea:«La teoría del actuar comunicativo no es una
metateoría, sino el comienzo de una teoría de la
sociedad que intenta identificar sus criterios
críticos.

Entiendo el análisis de las estructuras generales
del actuar orientado en la comprensión, no como una
continuación de una teoría epistemológica
con medios distintos»1. De acuerdo a lo explicitado,
Habermas aclara su interés rector situando su nivel de
análisis en el plano teórico. Diferencia entre
metateoría y teoría de la sociedad. La
teoría del actuar comunicativo no es, por tanto, una
teoría epistemológica, sino que se corresponde con
lo que denomina Robert Merton una

«general theory», distinguiéndola, de
las «middle range theories»2. Éstas
últimas se

refieren «a aquel tipo de discursos que intentan
comprender y explicar el comportamiento humano en relación
con el contexto institucional»3, aplicando la

definición que da L. Rodríguez
Zúñiga en lo concerniente a esta cuestión.
Para dicho autor una teoría sociológica tiene un
alcance más restringido que las teorías sobre la
sociedad, que se mueven en un terreno teórico más
abstracto y más general.

Monografias.com

1 Véase HABERMAS, J. (1981). Theorie
des Kommunikativen Handelns. Frankfurt: Suhrkamp, dos tomos,
aquí p. 7, tomo I

2 MERTON, R. (1968). Teoría y
estructuras sociales. México: Fondo de Cultura
Económica.

3 RODRÍGUEZ ZÚÑIGA, L.
(1988). «El Desarrollo de la Teoría
Sociológica». En CAMPO, S. del (1988). Tratado de
Sociología, tomo I, p. 19-20.

Manteniéndonos en esta línea de
argumentación, parece lógico que las teorías
de la sociedad puedan integrar a su vez teorías
sociológicas que aluden a fenómenos singularmente
constatables, se basan en «enunciados claros» y
«verificables »4. La teoría del actuar
comunicativo de Jürgen Habermas tiene el rango de una
teoría de la sociedad y aspira, por consiguiente, a un
análisis teórico-general de la sociedad moderna,
hecho que, no excluye en absoluto que pueda dar lugar y asimismo
incluir «teorías de objeto»5
acerca de los múltiples aspectos particulares,
empíricamente verificables en sentido
metodológico estricto. Fundamentado en el mencionado
estatus teórico, Habermas se ocupa, en primer lugar, de
una elaboración crítica del concepto de
«racionalidad comunicativa », que se opone a las
reducciones «cognitivo-instrumentales de la
razón».

En segundo lugar, esboza un concepto bigradual de la
sociedad, el cual enlaza «no sólo
retóricamente» los paradigmas del mundo vital y del
«sistema ». Quiere presentar una «teoría
de la modernidad» que persigue la explicación de las
«patologías sociales». Parte de la
suposición de que los ámbitos vitales
comunicativamente estructurados están sometidos en las
sociedades modernas a los «imperativos de sistemas de
acción independizados y formalmente
organizados»6. La teoría del actuar comunicativo
debe llevar a una conceptualización del contexto social de
vida, que se refiere a las paradojas de la modernidad.

El interés epistemológico de Habermas
reside explícitamente, en la elaboración de una
teoría global que permite un análisis
crítico de la sociedad industrial capitalista moderna con
sus estructuras y mecanismos.

Ajustándose a este objetivo, su aporte principal
consiste en ofrecer una teoría para la dilucidación
de las estructuras y procesos fundamentales que aparecen, a la
vez que dominan, en las sociedades modernas. Su modelo
explicativo intenta interrelacionar los contextos
prácticos de las experiencias humanas con el nivel de las
formaciones

«objetivas» del sistema social, en otras
palabras, pretende reconstruir la interconexión vital
entre el nivel sistémico y el nivel de los contextos
cotidianos. Considero que estos últimos se refieren a los
contextos intersubjetivamente estructurados; aquéllos que
se apuntan en la dinámica de las relaciones directas y
simbólicamente mediadas entre sujetos. Las dos esferas
señaladas, la sistémica y la de las experiencias
vitales, aparecen tanto en la práctica científica
como en la organización de la vida moderna, divididas
entre sí.

El aspecto sumamente definitorio de la sociedad moderna
se encuentra en el tipo de racionalización que rige en
ella, y que corresponde a una implementación cada vez
mayor de una racionalidad instrumental en todas las esferas
sociales, dinámica descrita de forma ejemplar en su
momento por Weber.

Habermas discute los distintos conceptos de racionalidad
y su significado para las acciones humanas, y somete a un
análisis exhaustivo los procesos de racionalización
en el seno de la sociedad y ciencia modernas. Para ello
reconstruye meticulosamente este concepto central de la obra de
Weber, con el fin de contrastarlo en un último paso con el
constructo conceptual del actuar comunicativo. Pone de relieve
que «la burocratización es para Max Weber un
fenómeno clave para la comprensión de las
sociedades modernas […] Weber todavía se
imaginó el quehacer de organizaciones como una especie de
acción racional con respecto a fines a lo
grande».7

Habermas, argumenta cómo en realidad el
núcleo del análisis sistémico ha pasado a un
plano distinto: «El funcionalismo científico social
ya no conecta con la racionalidad del conocimiento de los sujetos
cognoscentes y competentes racionalmente. Para los procesos de la
racionalización social elige el punto de referencia de la
racionalidad sistémica: el conocimiento racionalizable que
se muestra en la capacidad auto-direccional de los sistemas
sociales»8.

Con lo aseverado explica, porqué la teoría
moderna de sistemas ha abandonado el análisis del
«comportamiento racional con respecto a fines» de sus
miembros y asume una perspectiva que distancia el contexto vital
cada vez más del sistema, o bien, lo considera meramente
un elemento del entorno del sistema.

Monografias.com

4 MERTON, R. o. c., p. 19.

5 POPPER, K. (1982).La lógica de la
investigación científica. Madrid:
Tecnos.

6 HABERMAS, J. (1981). o. c., p. 8, tomo
1.

Propósitos
de la teoría de la comunicación

Es conveniente realizar una visión
esquemática de los propósitos de Habermas al
elaborar su teoría de la acción comunicativa, su
contenido y la exposición de uno de los conceptos
más relevantes para la ciencia social, el concepto de
acción. Habermas expone extensamente su concepto de
acción en la vida social en su obra Teoría de
la

Acción Comunicativa 9en la cual explicita en el
Prólogo que esta es una "fundamentación
metodológica de las Ciencias Sociales en una Teoría
del Lenguaje". Por una parte es de interés para el
cientista social como un instrumento teórico para el
análisis empírico de las estructuras sociales, y
por otra para el filósofo del lenguaje como un aporte a la
revisión de los problemas ya clásicos de la
filosofía del lenguaje.

Monografias.com

7 HABERMAS, "Teoría de la
Acción Comunicativa", Taurus, Madrid, 1987.p. 454, tomo
II.

8, HABERMAS, "Teoría de la
Acción Comunicativa", , Taurus, Madrid, 1987.p. 454, tomo
II.

9 HABERMAS, "Teoría de la
Acción Comunicativa", dos tomos, Taurus, Madrid,
1987.

La teoría de la acción comunicativa es
para Habermas el principio explicativo de una teoría de la
sociedad fundada en una teoría del lenguaje y en el
análisis de las estructuras generales de la acción.
El rasgo característico de los seres humanos será
la racionalidad manifestada 'objetivamente' en el
'lenguaje'.

En las páginas finales del segundo tomo Habermas
declara que el propósito de su investigación es
introducir la teoría de la acción comunicativa para
dar razón de los fundamentos normativos de una
teoría crítica de la sociedad. Es, además,
un marco para un proyecto de estudios interdisciplinarios sobre
la racionalización capitalista moderna desde una
perspectiva filosófica.

Las ciencias sociales pueden asegurarse de los
contenidos normativos de la cultura, del arte y del pensamiento
por vía del concepto de razón comunicativa (de una
razón inmanente al uso del lenguaje, cuando este uso se
orienta al entendimiento). Con este concepto vuelve a considerar
a la filosofía capaz de cumplir tareas sistemáticas
y a exigirle ese cumplimiento. "Las ciencias sociales pueden
entablar relaciones de cooperación con una
filosofía que asume como tarea la de realizar el trabajo
preliminar para una teoría de la racionalidad."

Habermas se propone replantear las tareas pendientes
interrumpidas con la Crítica de la razón
instrumental de Adorno y Horkheimer., Afirma que la
filosofía de la conciencia acaba dejándonos en las
manos de la razón instrumental. Se podría afirmar
que Habermas ha "traducido" el proyecto de la Teoría
Crítica de la sociedad desde el marco conceptual de una
filosofía de la conciencia, adaptada a un modelo de
sujeto- objeto de cognición y acción, al marco
conceptual de una teoría del lenguaje y de la
acción comunicativa. El giro lingüístico o
tránsito desde la filosofía de la conciencia al
análisis del lenguaje solamente mantiene el tradicional
empleo diádico de los signos, es decir la relación
entre oraciones y estados de cosas. Para Habermas, en cambio,
será necesario introducir un modelo triádico donde
el análisis del significado lingüístico queda
referido, desde un principio, a la idea de un entendimiento entre
los participantes de la interacción
lingüística sobre algo en el mundo. Este modelo
articulado en términos de teoría de la
comunicación supone un avance adicional al giro
lingüístico experimentado por la filosofía del
sujeto.

Habermas desarrolla una teoría del lenguaje que
abre un camino hacia su aspiración de universalidad.
Allí el lenguaje está al servicio de la
coordinación social, salvando las barreras culturales y
las creencias individuales o de grupos. Al conectar el concepto
de lenguaje con el de sociedad, y este con el de mundo de la vida
como su horizonte contextualizador, se abre la posibilidad de una
teoría del lenguaje que concilie la acción con la
interpretación. Habermas pretende que la noción de
la racionalidad comunicativa está contenida
implícitamente en la estructura del habla humana como tal
y que significa el estándar básico de la
racionalidad que comparten los hablantes competentes al menos en
las sociedades modernas. Esto significa que aquél que
comprende la relación interna entre los requisitos de
validez y el compromiso respecto a dar y recibir argumentos se
está comportando racionalmente. Y no solamente en una
dimensión de relaciones lógicas entre proposiciones
y acciones (coherencia) sino en una dimensión de
relaciones dialógicas entre diferentes hablantes. Esto
también implica que la racionalidad comunicativa es
también una actitud racional específica que los
individuos adoptan hacia otros y hacia sí mismos como una
actitud de reconocimiento mutuo.

"Este concepto de racionalidad comunicativa encierra
connotaciones que, en su esencia se fundan en la experiencia
central del discurso argumentativo que produce la unión
sin coacción y que crea el consenso, proceso en el cual
los diversos participantes logran dejar atrás sus
creencias, primeramente solo subjetivas y, gracias a la
experiencia común del convencimiento motivado
racionalmente adquieren la certeza, simultáneamente, de la
unidad del mundo objetivo y de la intersubjetividad del contexto
en que desarrollan sus vidas." 10

Las acciones
comunicativa en el ámbito de la acción en
general

En su trabajo "Acciones, operaciones, movimientos
corporales"11 intenta distinguir las acciones de los movimientos
y operaciones y en el tomo I de "Teoría de la
Acción Comunicativa"12 busca distinguir las acciones
comunicativas de todas las demás acciones. En el primer
escrito, Habermas distingue entre a) las acciones concretas, b)
los movimientos corporales coordinados con que el sujeto realiza
sus acciones y c) las operaciones que capacitan al sujeto para
sus acciones. Solamente para las acciones Habermas admite que el
sujeto sigue reglas de acción, en el caso de los
movimientos, por ejemplo, levantar un brazo y de las operaciones,
por ejemplo, sacar cuentas, no se puede hablar de reglas de
acción sino de infraestructuras de la acción.
Solamente hay acción cuando seguimos una regla donde el
sujeto sabe que sigue una regla y que en las circunstancias
apropiadas está en condiciones de decir qué regla
está siguiendo. En sentido estricto, 'actuar'
significaría 'cambiar algo en el mundo': las acciones
intervienen en el mundo.

Monografias.com

10 Habermas,Teoría de la
AcciónComunicativa vol. I, pág.28

11 HABERMAS, "Teoría de la
Acción Comunicativa: Complementos y Estudios previos",
Cátedra,Madrid, 1989, pp.233-260

12 HABERMAS, "Teoría de la
Acción Comunicativa", I, Taurus, Madrid, 1987,
pp.122-146

En el segundo escrito, Habermas especifica cuatro tipos
de acción que suelen intervenir en la teoría
social: a) la acción teleológica b) la
acción regulada por normas c) la acción
dramatúrgica y d) la acción comunicativa). Habermas
enfoca su análisis crítico a las acciones
teleológicas. A ellas las llama 'acciones orientadas al
éxito' y las subdivide en acciones 'instrumentales' (si no
son sociales) y 'estratégicas' (si son sociales). En
contraste, las acciones comunicativas son aquellas 'orientadas al
consenso', donde dos sujetos 'capaces de lenguaje y
acción' entablan una relación
interpersonal.

En este contexto, Habermas considera que la estructura
teleológica es fundamental para todos los conceptos de
acción. En todos los demás casos
(dramatúrgico, valórico y comunicativo) se
presupone la estructura teleológica de la acción,
"ya que supone a los actores la capacidad de ponerse fines y un
interés en la ejecución de sus planes de
acción". Una estructura teleológica aparece como
definitoria de las acciones en general: un agente actúa en
la medida que tiene sentido la pregunta ¿por qué
actúa así? y ese agente es capaz de responder a la
pregunta. Habermas presupone la racionalidad en la acción.
Pero esto es válido para todos los tipos de acción,
en la acción teleológica para que cada sujeto
persiga sus metas, en la acción valórica como
acuerdo social sobre normas y tradiciones en vistas de la
integración social, en la dramatúrgica como
relación de un actor con su público, y en la
acción comunicativa como un proceso cooperativo de
entendimiento.

Las acciones comunicativas que debemos
ejecutar, como emitir determinados sonidos (locuciones) que
tienen un significado (tienen sentido), que pertenecen a un
lenguaje que la otra persona entiende y que, en definitiva, me
sirven para entenderme con otro. Tales acciones han sido llamados
actos locucionarios (y que en ocasiones incluyen actos
ilocucionarios y perlocucionarios). Habermas introduce otra
distinción: en ocasiones usamos el lenguaje en vistas a
conseguir fines (acciones teleológicas) y en otras por la
comunicación en sí misma (acción
comunicativa). Esto parece implicar que las acciones
comunicativas no pueden ser acciones ejecutadas en vistas a otros
fines. Habermas es claro al señalar que no se trata que
una misma acción pueda ser descrita como un proceso de
influencia recíproca entre oponentes (acción
estratégica), de un lado, y como un proceso de
entendimiento entre miembros de un mismo mundo de la vida. Sino
que son las acciones sociales concretas las que son o bien
realizadas con actitud orientada al éxito o bien con
actitud orientada al entendimiento. El acuerdo se basa en
convicciones comunes y el empleo del lenguaje orientado al
entendimiento es el modo original y que el uso del lenguaje
orientado a otros fines es "parásito"13. Esta
conclusión la extrae del estudio de la teoría de
los actos de habla iniciada por Austin y continuada por
Searle.14

Habermas distingue los actos de habla de
otros tipos de actos no lingüísticos. Expresa que al
enfrentarnos a una acción cualesquiera que esta sea
podemos preguntarnos qué razones tiene el actor para
llevarla a cabo. Las acciones no verbales pueden ser descritas
desde la perspectiva de un observador como acciones, pero su
interpretación, es decir saber qué intención
tiene el actor para ejecutarlas, no podemos obtenerla por
observación; "antes suponemos un contexto general que nos
autoriza a sospechar tal intención. Pero aún
entonces permanece la acción necesitada de
interpretación". Habermas sostiene que la
acción no nos dice cuales son los planes de acción
del agente. En cambio, los actos de habla cumplen la
condición de darnos a conocer la intención del
agente. Cuando mi profesor me da una orden "entrega tu ensayo",
entonces sé con bastante exactitud qué
acción ha ejecutado: ha expresado esa determinada
orden.

Monografias.com

13 HABERMAS, H2,p.370

14 SEARLE,J. "Actos de Habla",
Cátedra, 1979.

Esto implica que un oyente puede saber por el contenido
semántico de la emisión cómo se está
empleando la oración emitida, es decir, qué tipo de
acción se está ejecutando con ella. Esta
situación lleva a Habermas a concluir: las acciones
teleológicas simples se distinguen de los actos de habla
porque estos últimos se interpretan a sí mismos;
"pues tienen una estructura autorreferencial. El componente
ilocutorio fija, a modo de un comentario pragmático, el
sentido en que se esta empleando lo que se dice".15 Su reverso
también es válido: al ejecutar un acto de
habla se dice también qué se hace. La
expresión tiene la peculiaridad que ejecuta un acto y al
mismo tiempo describe dicho acto. Pero para sacar provecho de
esta peculiar reflexividad del lenguaje natural se requieren
aún dos condiciones: 1.-los hablantes deben compartir una
misma lengua y 2.-"entrar en el mundo de la vida
intersubjetivamente compartido de una comunidad de
lenguaje".16

Los actos de habla se distinguen de las acciones no
verbales no sólo por este rasgo reflexivo consistente en
explicarse a sí mismos, sino también por el tipo de
metas que se pretenden y por el tipo de éxitos que pueden
alcanzarse hablando. En un plano general todas las acciones sean
o no lingüísticas, pueden entenderse como un hacer
enderezado a la consecución de fines, pero como lo que se
busca es la distinción entre actividad teleológica
y acción orientada a entenderse, los conceptos
básicos de perseguir un fin, lograr éxitos y
conseguir resultados de una acción tienen para Habermas un
sentido distinto en teoría del lenguaje y teoría de
la acción "los mismos conceptos básicos son
interpretados de otra manera".

Monografias.com

15 J.Habermas (1990), 69.

16 J.Habermas (1990), 69.

Desde una teoría de la acción podemos
describir la acción teleológica como una
intervención en el mundo objetivo, encauzada a conseguir
una meta, y causalmente eficaz. El plan de la acción
requiere de una interpretación de la situación
donde el fin de la acción viene definido a) con
independencia de los medios b) como un estado de cosas que hay
que producir causalmente, c) en el mundo objetivo. Habermas
sostiene que los actos de habla no caen bajo esta
descripción formal. Ellos son medios (de
comunicación) concebidos con el fin de entenderse donde
este fin se logra sólo si el oyente comprende el
significado de lo dicho y acepta la emisión
(locución) como válida. Esto por otras tres
condiciones: a) Las metas ilocucionarias no pueden definirse con
independencia de los medios lingüísticos empleados
para entenderse. El medio que es el lenguaje natural y el fin de
entenderse se interpretan mutuamente. b) El hablante no consigue
el fin de entenderse de un modo causal, porque el éxito
ilocucionario depende del asentimiento racionalmente motivado del
oyente. Enfatiza que los fines ilocucionarios sólo pueden
alcanzarse cooperativamente, un hablante no puede imputarse a
sí mismo un éxito ilocucionario, y c) el proceso de
comunicación y su resultado no constituyen estados
intramundanos. En el plano de la acción los participantes
aparecen como entidades en el mundo (como objetos u oponentes).
En cambio, como hablante y oyente "adoptan una actitud
realizativa en que se salen al encuentro como miembros del mundo
de la vida intersubjetivamente compartido de su
comunidad de lenguaje"17.

Monografias.com

17 J.Habermas "Pensamiento
Post-Metafísico", Madrid, Taurus,1990, 69.

En resumen, los actos de habla se distinguen de las
acciones por dos características:

1) las acciones comunicativas se interpretan a sí
mismas y tienen una estructura reflexiva; 2) se enderezan a fines
ilocucionarios que no son propósitos a realizar en el
mundo objetivo, sino que se realizan por la cooperación y
el asentimiento del oyente y que sólo pueden explicarse
recurriendo al concepto de entendimiento inmanente al propio
medio lingüístico.

La
dinámica comunicativa y las condiciones socializadoras de
las escuelas

Creo que es de especial interés la
profundización en algunos aspectos de la dinámica
comunicativa para la dilucidación de las condiciones
socializadoras en el interior de las instituciones educativas
modernas.

En este sentido, considero fundamental determinar el
significado del actuar comunicativo para los procesos
socializadores en términos de interacciones
simbólicamente mediadas. Es un hecho que los procesos
educativos tengan lugar en el seno concreto de unas
instituciones, en las cuales se desarrollan en un flujo constante
de interacciones entre educadoras y educadores, por un lado, y
educandas y educandos, por otro.

Estas interacciones se caracterizan por un intercambio
incesante de significados, y por tanto de gestos o
símbolos significantes. Es un actuar social complejo. Los
actos de coordinación sencilla son posibles mediante el
uso de gestos no significantes o bien simples.

Todo actuar reflexivo que se considere consciente de
sí mismo, se encuentra en la necesidad de utilizar
símbolos significantes que han de ser comprendidos de
manera igual por todos los individuos que toman parte en la
interacción, tienen que provocar las mismas ideas y
reacciones y, por tanto, deben contar con un carácter de
«significado común»18. Con estas
características cumple el lenguaje y de forma excelente el
lenguaje común, el cual representa un sistema social de
símbolos significantes. Éstas se consideran como
estímulos que generan en las personas que los utilizan la
misma reacción que en los sujetos a los cuales van
dirigidos19. La interacción simbólica lleva
implícito el uso de símbolos que sean globalmente
reconocidos y que signifiquen lo mismo para individuos distintos.
Al mismo tiempo, deben servir para expresar la generalidad de
relaciones. De este modo, es posible anticiparse a los siguientes
pasos interactivos, y por tanto coordinar las diferentes
actividades.

Es este importante hecho de poder convertirnos en
objetos de nosotros mismos mediante el lenguaje, que hace posible
la anticipación de los pasos interactivos. Mediante el uso
de los signos lingüísticos se hace posible un actuar
humano diferenciado y reflexivo, puesto que el lenguaje facilita
la transmisión simbólica de sucesos y el
pensamiento abstracto no dependiente de actos
concretos.

El lenguaje agrupa, como es obvio, asimismo, los
símbolos no verbales o los signos significantes de otro
tipo, tal es el caso de la música y el arte. En este
sentido se hace evidente que las acciones educativas como
procesos específicos de socialización se
enmarcan en el contexto de las interacciones
simbólicamente mediadas, hecho que alude a otro aspecto
fundamental con respecto a nuestro tema. Los actos educativos en
el contorno institucional presuponen una negociación
constante de significados, significados que ya de por sí
constituyen hechos normativos. Como tales hechos normativos,
dependen de las perspectivas e interpretaciones de los
individuos, por cuyo motivo han de conceptualizarse las acciones
en las instituciones educativas como acciones
comunicativas.

Monografias.com

18 MOLLENHAUER, K. y otros (1978). Die
Familienerziehung.

2ª ed. Munich, p. 92 y 102.

19 MOLLENHAUER, K. y otros (1978). Die
Familienerziehung.

2ª ed. Munich, p. 92 y 102.

Precisamente allí donde unos seres humanos
discuten entre ellos sobre significados, normas y reglas, tiene
lugar un actuar comunicativo, y éste es el caso de las
acciones comunes que tienen lugar en los centros
educativos.

Unas acciones comunicativas se distinguen de actos que
pretenden la consecución rápida de un fin
estratégico instrumental unidimensionalmente
predeterminado. Asumo plenamente la definición
habermasiana que ha dilucidado de forma excelente la diferencia
entre un actuar instrumental-estratégico y un actuar
comunicativo, esto es, ha explicitado en qué se
diferencian actos tales como coger un lápiz, marcar un
número de teléfono, coger la carpeta, encender la
luz, meter la marcha para mover un auto, de actos que persiguen
el acuerdo sobre lo que se va a comer o sobre cuando se van a
realizar los deberes escolares. Las acciones instrumentales
estratégicas y las acciones comunicativas corresponden a
dos formas básicas del actuar humano en el mundo, y
generalmente aparecen entremezcladas en las acciones que
acontecen entre personas y éstas y su mundo exterior, en
consonancia con lo señalado anteriormente.

Habermas se manifiesta de forma muy clara sobre el
significado del actuar instrumental-estratégico y el
comunicativo diciendo: «Las declaraciones sobre el
ámbito fenomenológico de cosas y sucesos (o sobre
estructuras profundas que se manifiestan en cosas o
acontecimientos), solamente se pueden traducir en orientaciones
para un actuar racional causal (tecnologías y
estrategias), y las declaraciones sobre el ámbito
fenomenológico de personas y locuciones (o sobre
estructuras profundas de sistemas sociales) en orientaciones para
un actuar comunicativo (a saber práctico)»20. Estas
últimas palabras son plenamente aplicables a las acciones
educativas; sugieren que éstas, siendo interacciones
sociales, corresponden tendencialmente al tipo de las acciones
comunicativas, representan un actuar intersubjetivo entre
personas como sujetos.

Desde el punto de vista microestructural, el quehacer
educativo se caracteriza por ser un actuar comunicativo cuyo
objetivo principal reside en la autorrealización de los
sujetos. No busca un dominio técnico sobre la naturaleza o
sobre alumnas y alumnos, ni pretende «manipular» a
estos «objetos» de la acción. En la
acción educativa se trata, ante todo, de llegar a un
acuerdo sobre significados y objetivos concretos de cada paso
interactivo, se trata de lograr un entendimiento. Sin embargo,
esto no es impedimento para que en las situaciones educativas
también tenga lugar un actuar racional causal-instrumental
(strategisches- zweckrationales Handeln)21, hecho que acontece
incluso a menudo debido a las exigencias estructurales e
institucionales.

Otro punto clave es el de la existencia de diferentes
niveles en la comunicación simbólicamente mediada,
ya que el uso de los símbolos significantes permite a la
vez la transmisión de significados sociales generales y de
significados muy particulares. Éstos se generan
reflexivamente en las mismas interacciones. Watzlawick ha
bautizado a este fenómeno como «aspecto de
contenido» y «aspecto de relación».
22

Habermas emplea al respecto los vocablos «aspectos
proposicionales» y «aspectos performativos»23
para señalar que están presentes en cualquier acto
de comunicación humana, siempre y cuando éstas
sean, en definitiva, interacciones simbólicamente mediadas
y no «comunicaciones unidireccionales».

Monografias.com

20 HABERMAS, J. (1975). Zur Entwicklung der
Interaktionskompetenz. Frankfurt.

21 Concepto original manejado por J.
Habermas en sus muy diversas obras aquí
citadas.

22 WATZLAWICK, P. y otros (1983).
Teoría de la Comunicación Humana. Herder,
Barcelona.

Los dos aspectos referidos, eso es, el del contenido y
el de la relación, constituyentes para la
comunicación simbólicamente mediada, tienen una
esencial importancia para el proceso del desarrollo de la
personalidad humana desde una óptica sociológica.
El hecho de que la interacción simbólicamente
mediada permita a la vez la transmisión y
generación de significados generales y particulares indica
que se convierte así en el medio fundamental para el
proceso de la constitución reflexiva y social de la
personalidad humana. Las interacciones simbólicamente
mediadas son las que, facilitando el intercambio de ideas
generales y muy particulares, requieren que todos los implicados
en la interacción educativa participen activamente en la
elaboración y transmisión de los contenidos. No se
trata de una simple posibilidad, sino que es realmente una
exigencia estructural de la comunicación que los sujetos
tomen parte activa en la elaboración y transmisión
de los contenidos. Una simple «reproducción
mecánica» de éstos por parte de educandas y
educandos no corresponde a su condición de ser sujeto de
la interacción, puesto que les hace substituibles por
cualquier otra persona.

En el contexto de las interacciones
simbólicamente mediadas, el sujeto, a través del
esfuerzo por él realizado, se identifica y posee
identidad, por cuyo motivo en el transcurso de estos procesos los
contenidos, las experiencias y lo aprendido se hacen
significativos para él. Cualquier contenido transmitido
recobra significado a nivel de las acciones
comunicativas concretas, y es allí donde los fines no son
simplemente unilaterales. La dinámica comunicativa sugiere
que se trata de un proceso «recíproco».
Así, entendemos que una conceptualización
unilateral técnico- intervencionista de los actos
educativos no contempla la condición reflexiva del sujeto
y su implicación en el actuar educativo; unas acciones
educativas técnico- instrumentales logran, en el mejor de
los casos, una asimilación y una adaptación
«aparente» de alumnas y alumnos a las exigencias
institucionales. En realidad no producen ningún efecto
socializador en términos estrictos, porque no permiten
ninguna asimilación significativa e intersubjetiva de
contenidos. Las relaciones comunicativas son las únicas
significantes para las acciones humanas y las únicas que
involucran al sujeto con su estructura de personalidad, sus
deseos, sus necesidades y sus puntos de vista.

Es fundamental la socialización; o bien para
enriquecer lo que nuestra naturaleza biológica nos
presenta o bien para adoptar una naturaleza que se va dando desde
estas relaciones con el entorno.

Gracias a la socialización que iniciamos en
nuestras familias nos introducimos al mundo simbólico de
las culturas, aprendemos a conocer al otro y la naturaleza de los
otros, no mediante lecciones escritas, diría Savater,24
sino mediante la introducción de nuestra naturaleza humana
y en la naturaleza humana de los demás: de los grupos, de
las personas, de las instituciones y de las organizaciones
creadas por personas e instituciones; gracias a la
socialización, llegamos a constituirnos como seres
humanos.

En consideración a lo anterior, el escenario
inicial de la socialización es el mundo de la vida, donde
aún no existen críticas sobre lo que somos y
llegaremos a ser, pero como dice Habermas25, un mundo donde se
comienzan a dar las bases para todo tipo de racionalidad.
Racionalidad que gesta un conocimiento propio del mundo de la
vida y que es comunicado por medio del lenguaje en todas sus
manifestaciones (verbal, corporal, escrito, artístico); es
la racionalidad de un conocimiento no institucionalizado que nos
permite representarnos y representar a los demás; que es y
hace parte de nuestro ciclo y espacio vital; "conocimiento
comunicado en la escuela formal, pero también en la
escuela de la vida, del barrio, donde nuestros maestros por
así decirlo, fueron nuestros padres, tíos, abuelos,
conocidos, vecinos o cualquier persona que hizo parte de nuestra
formación-educación". Jaramillo 26

Monografias.com

23 HABERMAS, J. (1975) o. c., p. 30 y 33; y
el mismo: (1975) o. c., p. 30-31.

24 SAVATER. Fernando. El valor de Educar. Barcelona:
Ariel, 1997SEITZ, JA. The development or methaphoric
understanding. Implications for a theory of creativity. Abstract.
Internet. 1997.

Socialización y comunicación:
la trascendencia al mundo de los significados

Aunque hablar de socialización es hablar de un
proceso de gran complejidad de la naturaleza humana, en tanto
soporte de los imaginarios y la vida cultural del hombre y la
mujer, es necesario asumirla como el proceso mediante el cual se
logran comprender "las estructuras simbólicas del ser
sí mismo y de la sociedad, en competencias y patrones de
interacción", proceso en el cual, a decir de Habermas, se
afectan los instrumentos del entendimiento desarrollado mediante
la acción comunicativa 27 que hacen posible que ese mundo
externo e interno se dote de sentido y significado.

Monografias.com

25HABERMAS, Jurgen. Teoría de la
Acción Comunicativa. Tomo I. Racionalidad de la
Acción y Racionalización Social; Tomo

II: Crítica de la razón
Funcionalista. 4° Edición. España. Tauros.
1999.

26 JARAMILLO, Luis Guillermo.
Educación para la vida o para el conocimiento. En: Revista
Akademos año 6 Nº 2. Universidad de Caldas. Manizales
Colombia. 2001 p. 23-29.

Desde esta consideración, la socialización
es un proceso dinámico y dialéctico, en el cual, en
palabras de Mead (citado por Habermas),28 se llega al
conocimiento de uno mismo mediante el conocimiento de los
demás y en ese proceso de relación
recíproca, mientras el individuo es introducido en la
cultura y los mundos de significantes y significados sociales,
este, a su vez, incide en la resignificación de estos y
los dinamiza.

Para Fanfani ,29 la socialización debe ser
entendida como un momento de la relación que el hombre
mantiene con la realidad que le es externa, pero a su vez indica
un proceso mediante el cual la realidad (en su dimensión
natural y social) se internaliza en los sujetos, esto es, se
vuelve realidad subjetiva. Si bien la escuela es una
invención de la modernidad, esta sigue ocupando un espacio
de predilección para la forma más rudimentaria de
comunicación, luego se modifica por el lenguaje de las
señales, en el cual se responde según acuerdos
previamente fijados entre los comunicantes y posteriormente se
llega a la gramática y el lenguaje, el cual corresponde a
reglas del habla.

Monografias.com

27 Habermas (op. cit. tomo II, 40), por ejemplo,
inicialmente se comunica con el gesto, que es la

28 En este mismo sentido, Habermas, (Op. cit, Tomo II,
p.52.) considera, a partir del análisis de Mead, que en la
socialización se parte de dos consideraciones
fundamentales: en primer lugar los rudimentos cognitivos y
disposiciones de acción que el niño posee, aspecto
este que es considerado por Vigotski como los aprendizajes
previos, en segundo lugar, las expectativas que el niño
lleva, se generalizan y cobran validez normativa. Mead,
analizaría este proceso desde el juego de roles y el juego
competitivo que realiza el alter y el ego. En el cual se da una
especie de negociación o tensión entre lo que se
quiere y lo normativo.

29 FANFANI Tenti Emilio. Escuela y Socialización.
En: Programa de Maestría en Pedagogías Activas y
Desarrollo Humano.

Módulo II de Desarrollo, elaborado por Carlos
Sandoval C. Manizales junio 2 del 2000. P 101-146.

socialización de los individuos, tanto que
autores como Berger y Luckmann30 la reconocen como un espacio
donde se hace presente "la socialización
secundaria"

Es así como se podría pensar que la
construcción social de la personalidad es ante todo un
proceso que va estructurando unos rasgos, unas
características en la personalidad de cada sujeto las que
definen sus acciones e interacciones posteriores. Estas
características o rasgos, según Castoriadis,31
están constituidas por los imaginarios tanto personales
como sociales.

En tal sentido, la socialización es proceso que
introduce al sujeto en el mundo de los significados y sentidos,
un proceso que lo traslada hacia los mundos imaginarios de las
comunidades y las personas, pero además, la
socialización nunca termina por que depende de la
interacción intersubjetiva que se vive en lo
cotidiano.

En esta misma perspectiva se ubica Habermas, cuando
considera que "el niño desarrolla una identidad como
miembro del grupo social por medio de una reestructuración
simbólica de sus orientaciones de acción y de
disponibilidades de acción" 32 cargando la
socialización y la identidad de un innegable proceso de
resignificación.

Pero esta resignificación no se presenta como
respuesta al entendimiento ideal basado en reglas, ni se basa
únicamente en estructuras simbólicas de ser
sí mismo y la sociedad y en las competencias y patrones de
interacción, sin tocar el saber cultural; por el
contrario, la socialización desde Habermas admite la
resignificación del saber cultural y supone la
acción comunicativa como medio para que esta (la
socialización) tome forma de saber racional; pues es
mediante la acción comunicativa que se llega al
conocimiento y reconocimiento del mundo en sus tres
manifestaciones (como mundo objetivo, como mundo social y como
mundo subjetivo).

Monografias.com

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter