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La etapa revolucionaria de León Morales




Enviado por León Morales



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    La etapa revolucionaria de León Manuel Morales –
    Monografias.com

    La etapa revolucionaria de León
    Manuel Morales

    (Autobiografía Parte
    III)

    Monografias.com

    Pensamiento:

    "…La gloria no está en
    ser grande sino en ser útil…"

    Simón Bolívar y
    Palacios

    Libertador de La Florida, Nueva Granada,
    Venezuela, Ecuador, Perú y Panamá

    Fundador de Bolivia

    Carayaca, 5 de julio del
    2.011.

    "LA ETAPA REVOLUCIONARIA DE
    LEÓN MANUEL MORALES"

    Escribir esta fase de mi vida personal es de gran
    importancia, ya que fue cuando pude entender mi papel ante la
    sociedad y mis semejantes, en donde comprendí que en mi
    patria había una lucha de clases entre ricos y pobres,
    opresores y oprimidos, explotadores y explotados y que estaba
    relacionado con la contradicción capital
    trabajo.

    Esos grandes cambios los experimenté desde
    niño en Catia la Mar, cuando pude visualizar el proceso
    revolucionario que miles de jóvenes venezolanos llevaron a
    cabo durante la década de los años sesenta del
    siglo pasado y que en mi primer trabajo relacionado con mi
    autobiografía di a conocer fehacientemente con lujo de
    detalles.

    Yo creo que en mi etapa infantil como alumno que fui en
    la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" entre 1.957
    y 1.959, sirvieron para ir amoldado en mi conciencia que nuestra
    patria vivía una dictadura que estaba siendo atacada por
    las diferentes fuerzas políticas que adversaban al
    gobierno del general Marcos Evangelista Pérez
    Jiménez
    en esos tiempos.

    En aquellas viejas instalaciones de esa escuela dirigida
    en ese tiempo por la maestra Josefina López
    había educadores que ejercían su magisterio
    solapadamente y con grandes temores ante la actitud siniestra de
    quienes dirigían la Seguridad Nacional (SN) en esos
    aciagos días.

    Lo que siempre me llamó la atención fue el
    valor temerario que en esos momentos esgrimía el maestro
    Santiago Martínez quién era un viejo
    militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV)
    y que valientemente vendía sus periódicos de
    Tribuna Popular, a veces burlando a los enemigos
    políticos de aquellos tiempos.

    Claro está, ese maestro era gran amigo de mi
    padre Santiago Francisco Sánchez Aranguren,
    quién daba clase en esa escuela en horario nocturno, en el
    entendido de que él pertenecía a la vieja guardia
    del partido Acción Democrática
    (AD).

    El maestro Santiago Martínez llegó a ser
    director en la Escuela Nacional Rural "Tarma" en el pueblo
    de igual nombre y que es mi lar natal, hasta que lo relevó
    del cargo un maestro que antecedió al maestro Nerio
    Cáceres
    , nativo del pueblo de Naiguatá y
    actualmente jubilado de la docencia.

    Debo reconocer, que ese maestro tuvo gran incidencia en
    la vida política de mi tío José Basilio
    Sánchez Aranguren
    egresado de la Escuela Normal
    "Miguel Antonio Caro" en Catia – Caracas y
    quién daba clase en 6º grado en la Escuela Municipal
    Graduada "Miguel Suniaga". Claro está, mi
    tío José Basilio llegó a ser miembro del PCV
    y entre la juventud de la época distribuía los
    periódicos de su organización política y
    revolucionaria.

    En infinidades de momentos, la Tribuna Popular estuvo en
    mis manos, pero me costaba entender sus escritos y lo que
    expresaban hacia los sectores que luchaban por dar al traste con
    el gobierno dictatorial de turno.

    Inclusive, en muchas ocasiones vi llegar a nuestra casa
    en el callejón "Arcaya" de Pariata a maestros como
    Tomás Gómez, quién nunca se pudo
    graduar en la normal. Sin embargo ejerció el magisterio
    por muchos años en diferentes escuelas del litoral
    central, fundando un instituto de enseñanza mercantil
    llamado IDEM en Maiquetía.

    Otro de los maestros fue Omar Higuera
    quién militaba en Acción Democrática
    (AD) y había sido secretario privado del Dr. Leonardo
    Ruíz Pineda
    . Habiendo sido el compositor del
    villancico "Tucusito, tucusito", a quién mi difunta
    abuela Catalina Aranguren Bravo de Sánchez
    le tenía gran aprecio y estima.

    Entre esos grandes preceptores públicos estaba el
    maestro Navas Coronado nativo del pueblo de Pampanito en el Edo.
    Trujillo, quién años después murió
    entre los educadores que murieron en el salto "La
    Llovizna
    " en Guayana en 1.961.

    Ahora bien, en la Escuela "Miguel Suniaga"
    habían maestros que tenían preferencias
    políticas por la dictadura de turno, entre ellos estaban
    la maestra Edith de Aguilar y su esposo quienes
    tenían grandes diferencias con mi tío José
    Basilio desde el punto de vista ideológico y de
    clase.

    Si más no recuerdo, creo que la maestra Edith
    daba clases en segundo grado y su esposo en cuarto grado,
    mientras que mi tío se desempeñaba muy bien en
    sexto grado. Ellos generaron una provocación que pudo
    haber traído males de índole político en
    contra de mi tío José Basilio, cuando la maestra
    Edith de Aguilar se atrevió aplazarme sin motivo alguno
    aparente, alegando que yo no estaba bien para pasar de segundo al
    tercer grado de primaria.

    Yo pienso que él formó muy buenos
    estudiantes, quienes después fueron brillantes
    profesionales en los ámbitos de las ciencias, en la
    educación y el mundo militar, ya que era un hombre de
    aprecio entre las familias Fulnaguera (de origen cubano) y
    Maza (de origen colombiano) en la calle Real de Pariata en
    Maiquetía.

    Luego vivimos la experiencia en la caída del
    régimen perejimenista, fueron momentos en donde hubo una
    gran plomazón que comenzó el 1º de enero de
    1.958 y continuó hasta el 23 de enero de ese
    año.

    La vida democrática del país
    creíamos que comenzaba con buen pie, hasta que comenzaron
    a llegar los exilados políticos y fueron desplazando a
    quienes le habían echado un cerro de bolas aquí en
    nuestra patria.

    Hay que decir, que oficiales como el capitán de
    navío Manuel Ponte Rodríguez y el coronel
    Roberto Casanova conocido como "El Turco" se
    atrevieron pistola en manos a obligar al Contralmirante
    Wolfang Larrazábal a dar el paso para que
    presidiera el nuevo gobierno que después pasó a
    manos del Dr. Edgar Sanabria.

    Los políticos del Pacto de Punto
    Fijo
    crearon su República a su antojo y traicionaron
    los postulados de la Junta Patriótica presidida por el
    periodista trujillano Fabricio Ojeda, generándose
    una serie de alzamientos militares de derecha que no tuvieron
    fuerza suficiente para dar al traste con el gobierno de
    Rómulo Bentancourt en esos tiempos.

    Hechos llamativos de eso tiempos fueron la toma del
    cuartel "Pedro María Freites" en Barcelona y el
    alzamiento del general de brigada Jesús María
    Castro León
    en las fronteras del Táchira con la
    República de Colombia en 1.961.

    En realidad esas insurrecciones militares
    carecían de apoyo popular y partidista, aliándose
    muchos de ellos con los jóvenes que a través del
    Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) se
    desprendían de Acción Democrática
    (AD) y quienes más luego se unieron con los cuadros y
    militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV)
    para darle comienzo a la lucha armada y guerrillera por
    más de tres décadas en nuestra patria.

    Luego me tocó vivir El Carupanazo y el
    Porteñazo en 1.962, como el atentado en la Avenida
    "Los Próceres" en contra del presidente
    Rómulo Bentancourt. Muchas de esas experiencias
    también las viví en la Urbanización
    Páez en Catia la Mar en esos tiempos y que ya he narrado
    en mis trabajos anteriores.

    A mediados de los años sesenta comencé mis
    estudios en el Liceo "José María Vargas" en
    Maiquetía, específicamente en 1.964. Debo indicar,
    que ese era el instituto de educación media más
    importante en nuestro litoral central, al igual que el Licenciado
    "Aranda" en la calle "Los Baños", el cual
    era dirigido por el profesor cubano Rovira Pando,
    quién recogía dinero y recursos para financiar la
    Revolución Cubana.

    Allí teníamos como referencia
    política al "Chino" Leal quién era hermano de mi
    compañera de estudios en segundo año de
    bachillerato, Tirsa Leal, hoy en día abogada de la
    República. Él

    Chino llegó a ganar las elecciones en el Centro
    de Estudiantes de nuestro liceo en 1.965, siendo expulsado por el
    director López Borrego, quién era nativo de
    Cumana en el Edo. Sucre.

    Lo curioso de todo eso, fue que López Borrego
    retiró del liceo al Chino Leal a punta de revolver,
    ya que él era un reconocido dirigente de Acción
    democrática, mientras que el Chino lo era del Partido
    Comunista de Venezuela (PCV). Inclusive, lo inscribió en
    el Liceo Privado "Santiago Apóstol" en
    Maiquetía. Poco tiempo después el Chino Leal fue
    asesinado por los cuerpos represivos del estado por los lados de
    la Urbanización 23 de enero en Caracas.

    Al irse el Dr. Luis Beltrán Prieto
    Figueroa
    del Partido Acción Democrática (AD),
    una vez ganada las elecciones internas y luego desconocidas por
    Rómulo Bentancourt para imponer a su pupilo el Dr.
    Gonzalo Barrios, al crearse el Movimiento Electoral del
    Pueblo (MEP) tuvimos una buena participación en
    nuestro instituto de enseñanza de educación media,
    cuando Saturno Berroterán disidente de AD se lanza
    como candidato por la plancha del MEP al Centro de Estudiantes,
    siendo apoyado por todas las fuerzas progresistas que
    hacían vida política allí.

    La alianza dio como ganador a Saturno
    Berroterán
    , decidiéndose en el Partido
    Comunista de Venezuela ir hacia la vía de
    pacificación a partir de 1.968, reconociéndose la
    derrota militar en la lucha armada que para esa entonces
    librábamos en contra del gobierno del Dr. Raúl
    Leoni Otero
    , desde 1.963.

    Claro está, habíamos perdido buenos
    cuadros y militantes tanto en os partidos revolucionarios que
    estaban en armas como en la Fuerzas Armadas de Liberación
    Nacional (FALN), tales como: Fabricio Ojeda,
    Livia Gouverneur, Argimiro Gabaldón,
    Chema Saher, Italo Sardi, Víctor Soto
    Rojas
    , Alberto Lovera, entre otros y otras.

    En la primera fase de mi vida andariega describí
    mi vida cuartelaría y lo que allí viví,
    pudiendo presenciar muchas de las acciones que se dieron en
    contra del movimiento revolucionario venezolano en esos instantes
    a lo largo y ancho del país.

    Debo acotar, que mi hermano Juan Francisco
    Morales
    si hizo vida activa en la juventud del Partido
    Comunista de Venezuela (PCV) en la Escuela Técnica
    Industrial (ETI) del Oeste en Caracas.

    En las primeras de cambio, yo le adversaba sobre su
    formación ideológica, pero era que en parte no
    comprendía su rol como revolucionario en la lucha de los
    salidos de educación media y técnica sin cupos en
    la Universidad Central de Venezuela (UCV) a mediados de la
    década de los años setenta del siglo
    pasado.

    Hubo un detalle que me hizo comprender como se estaba
    dando la lucha de clase en la República de Chile con el
    gobierno del francmasón y Dr. Salvador Allende
    quién experimentó por vez primera la llegada al
    poder de la Unidad Popular a través de un proceso
    electoral, que de hecho no era garantía posible para
    producir con profundidad los cambios que a bien clamaban las
    masas populares en esa nación sudamericana.

    Yo recuerdo que cuando las fuerzas fascistas de la
    extrema derecha militar y política chilena tumbaron al
    gobierno del Dr. Salvador Allende el 11 de septiembre de
    1.973, para esa entonces, yo pertenecía a una iglesia
    protestante llamada Ejército de
    Salvación (The Salvation Army), la cual estaba
    dirigida en nuestro país por un ciudadano chileno nacido
    en el Paraguay llamado Luis Enrique Lalut, quién
    dentro de esa estructura ostentaba el grado de
    capitán.

    Allí yo tenía el grado de sargento de
    bienvenida y nuestra iglesia la teníamos en la entrada de
    Piedra Azul en El Rincón de Maiquetía. Debo
    indicar, que me salió trabajo para irme a trabajar a bordo
    de las unidades flotantes de ultramar de la empresa
    Compañía Anónima Venezolana de
    Navegación (CAVN) y me vi en la necesidad de
    pedirle al capitán Luis Enrique Lalut que me diera un
    documento que yo lo pudiese mostrar en nuestras iglesias en los
    países de Europa que visitara en esos tiempos y de esa
    forma me atendieran como hermano que era en nuestra
    institución.

    En verdad no sé por qué motivo hablamos
    sobre la caída del Dr. Allende y yo me solidaricé
    con el presidente mártir, cuando de manera extraña
    el capitán Lalut se ofuscó y actuando como un
    hombre de pensamiento extremista de derecha justificó el
    golpe de estado y la muerte del presidente Allende.

    Yo salí a navegar en la Motonave "Caracas"
    el 20 de enero de 1.973, con destino al puerto de Cartagena y
    después de pasar por Barranquilla y Santa Marta partimos
    para Europa. Estando en Bélgica conocí en un bar
    del puerto de Amberes a un personaje quién vivía
    del chuleo y trabajaba en una plataforma inglesa en el Mar del
    Norte, su nombre y apellido era Carlos
    Casselli
    .

    Carlos Casselli era confidente de la DINA chilena
    en toda Europa, ya que él indicaba los movimientos de
    todos los hombres y mujeres de la izquierda chilena que estaban
    exilados en esos países, en pocas palabras fue un vulgar
    pajuo.

    Ese individuo con el tiempo llegó a ser miembro
    de la selección de futbol de su país, y lo
    precisamos en esos andares, ya que en el puerto de Le H"avre en
    Francia siempre venía a bordo un disidente chileno
    quién jugaba un papel preponderante en las grandes
    movilizaciones que se hacían en los países de
    Europa.

    En muchas ocasiones hablamos con ese mártir de la
    revolución chilena, quién en más de una
    ocasión llegó a comer con nosotros, mientras el
    buque estaba surto en ese puerto francés. En un viaje de
    regreso fuimos sorprendidos por el asesinato de ese amigo
    chileno, llevado a cabo por agentes de la DINA en Francia, siendo
    su delator el futbolista Carlos Casselli.

    Todas esas cosas despertaron en mi grandes
    interrogantes, pero lo que me llamaba la atención era la
    diferencia de clase existente a bordo de nuestras unidades
    flotantes entre lo que llamaban personal de oficiales y el
    personal subalterno, en donde hasta en la atención
    había una gran distancia, el trato no correspondía
    al que se les tenía que dar a unos trabajadores, sino que
    habían criterios muy marcados de índole
    militarista.

    Los oficiales eran atendidos por mesoneros tanto en las
    comidas como en las limpiezas de los camarotes y tendidos de sus
    camas, en las horas del coffe time gozaban de mejores atenciones
    que los contramaestres, marinos, mecánicos, aceiteros,
    limpiadores, mayordomos, cocineros y camareros, todo era una
    falacia.

    Esas contradicciones eran creadas en la propia
    formación que se les daba a los nautas en la Escuela
    Náutica de Venezuela en Catia la Mar, desde allí
    partían esos males. Pero quienes tenían que
    defender a los trabajadores subalternos a bordo de los 16 buques
    que tenía la CAVN en esos momentos, dirigían el
    Sindicato de Marinos Mercantes, Similares, Conexos y Afines del
    Distrito Federal y Edo. Miranda, todos oriundos de la isla de
    Margarita, siendo el Secretario General Gilberto
    Serrano
    .

    La sede del sindicato la tenían en La Guaira en
    la zona colonial y el secretario de reclamos era
    Hernández Arcay quién anteriormente
    había sido contador a bordo de aquellos viejos buques de
    la empresa, la cual fue fundada en tiempos del general Juan
    Vicente Gómez
    por el general Román Delgado
    Chalbaud
    , muerto en el desembarco del FALKE que se dio en
    Cumaná en 1.928.

    El sindicato estaba compuesto por gente que eran del
    partido Unión Republicana Democrática (URD)
    y Acción democrática (AD). El único y
    extraño caso era el de Hernández Arcay
    quién pertenecía al partido Comunista de Venezuela
    (PCV).

    A esos bandidos del sindicalismo solo lo veíamos
    abordo cuando llegaban los buques de viaje del exterior, en donde
    iban solo a echarse palos o para que le dieran algunas botellas
    de whiskey, chocolates o cigarrillos, o en otros órdenes
    de ideas, chulearse a alguien en los bares en donde
    hacíamos vida por los lados de Maiquetía y la
    Guaira.

    Ellos casi nunca rendían cuentas de su
    gestión, la mayoría de ellos eran trabajadores de
    la empresa, mientras que a Hernández Arcay le
    pagábamos éramos los trabajadores. Yo traté
    de ver como entraba a la actividad sindical como delegado del
    sindicato en los buques en donde laborara, pero no llegó a
    ser así debido a que no tenían referencias sobre
    mí, ya que la mayoría del personal eran
    margariteños, andinos, zulianos y muy pocos
    centrales.

    En una de las elecciones el señor Gilberto
    Serrano
    perdió las elecciones y en lo inmediato
    dividió el sindicato, creando la Unión
    Marítima
    de Venezuela. Y eso trajo como consecuencia
    que estando Hernández Arcay en la oficina del
    sindicato a tempranas horas de la madrugada se le acercó
    un viejo marino mercante quién trabajaba en la industria
    petrolera, saludándole cortésmente y sacando una
    pistola calibre 22 le disparó a ciegas a nuestro
    secretario de reclamos.

    El asesino se dio a la fuga de inmediato, pero fue
    capturado por unos funcionarios de la Policía
    Metropolitana (PM) abajo del edificio. Hernández
    Arcay
    sobrevivió en esos momentos porque se hizo el
    muerto y de inmediato llamó a la oficina de la CAVN en la
    plaza El Cónsul en Maiquetía, en donde
    Neptalí Marcano comisionó a una gente para
    que fueran rápidamente a mirar que había pasado en
    el sindicato.

    Hernández Arcay recibió seis disparos en
    su cuerpo, siendo atendido en lo inmediato en un centro
    médico de La Guaira, pero la bala que más
    daño le hizo fue la que se le alojó en una zona
    cercana a la columna vertebral.

    Luego fue llevado a un apartamento de una de sus
    hermanas en Caracas y meses después falleció ese
    digno dirigente del Partido Comunista de Venezuela (PCV) a
    quién nadie recuerda hoy en día.

    En verdad, su asesino nunca dio una explicación
    sobre su actuación en ese crimen y hasta el presente
    aún no sabemos qué fue de su estancia en
    prisión y lo que fue su vida posterior. Ese hecho me dio
    aliento para ir en busca de algún pensamiento
    político que contribuyeses a cambiar mi vida, ya que la
    lucha de clase la había vivido desde niño en el
    seno de mi propia familia paterna.

    Yo considero que quizás uno de los momentos
    determinantes en mi proceso político individual
    comenzó a gestarse pero sin conciencia de clase, fue
    cuando fuimos abordados en la Motonave "Venezuela" por los
    cuerpos de seguridad francesa en el puerto de Le H"avre en
    1.975.

    En los momentos de la inspección no
    sabíamos realmente que era lo que estaba pasando, sin
    embargo al comandante de nuestra unidad flotante le informaron
    que estaban buscando a un ciudadano de nacionalidad francesa que
    había asesinado a dos agentes de la Surete y un
    confidente en el barrio de Mompartnase en París en esos
    momentos.

    Las autoridades alegaban que el prófugo
    tenía pasaporte de otra nacionalidad latinoamericana. Lo
    interesante de esta situación fue que al regreso de viaje
    a Europa en 45 días aproximadamente, notamos que una
    señora mayor de edad con problemas en uno de sus ojos,
    pero muy linda pese a su edad, llamada doña Elba
    Sánchez
    de Ramírez y su menor hijo
    Wladimir Ramírez Sánchez a petición
    del general de brigada Parilli La Cruz quién era el
    cónsul de nuestro país en esa ciudad, abordaron el
    buque en el puerto de Amsterdam – Holanda, en el momento en
    que zarpábamos hacia Venezuela.

    Tan enigmáticos pasajeros llegaron desde
    Picadilly Street en Londres en overcraff a Amsterdam, ya
    que el general Parilli La Cruz les había
    manifestado que serían retenidos por Scotland Yard
    para tratar de capturar a su hijo primogénito Ilich
    Ramírez Sánchez
    quién había sido
    identificado en Francia como el asesino de los dos agentes de la
    SURETE y del confidente libanés.

    Yo recuerdo que llegaron con muy poco equipaje abordo,
    la tripulación desconocía realmente quienes eran
    esos pasajeros, tocándome a mi tener que serviles las
    comidas y limpiarle el camarote, ya que en esos momentos me
    desempeñaba como camarotero.

    El capitán Fucho Bello y el jefe de
    máquinas José Antonio Gómez "El
    Filosofo" les sugirieron que comieran en la mesas de ellos y de
    esa manera disfrutaban de tremendas tertulias, ya que doña
    Elba era una mujer muy culta e interesante, manifestando que
    ellos eran la familia venezolana con más años
    viviendo en Londres y que la meso-soprano lirica Mórela
    Muñoz
    cada vez que visitaba a Londres iba a su casa y
    pasaba ratos amenos con su hijo Ilich, ya que eran muy buenos
    amigos.

    Nos contó sobre el sonado caso del niño
    Vegas Pérez quién fue asesinado por asuntos
    de drogas en el seno de las familias más pudientes del
    país en esos momentos, ya que ella los había
    conocido en Inglaterra. Ellos eran amigos de la familia
    Márquez Añez y siempre notaron aspectos
    extraños en quienes les visitaban, ya que dejaron de
    hacerlo temiendo ser detenidos por Scotland Yard.

    Las historias y relatos contadas por doña Elba
    son de grato recuerdo durante esa travesía hacia nuestra
    patria, su hijo Wladimir era un imberbe joven de 17 años
    quién hablaba con gran fluidez el idioma inglés,
    mientras que en el puerto de La Guaira la esperaría su
    segundo hijo Lenín.

    Después de varios días de
    navegación arribamos al puerto de El Guamache en la isla
    de Margarita, en donde fue recibida por su amiga Estilita
    Torcart
    , comerciante renombrada en Porlamar quién la
    asistió tanto en ropa como en dinero.

    Al desembarcar en La Guaira fue recibida por su hijo
    Lenín y desde allí se fueron para su residencia en
    Caracas, de esa manera estaban más seguro y protegido de
    cualquier aprehensión de cuerpos de seguridad de otras
    naciones en donde estaba operando o había operado Ilich
    Ramírez Sánchez "Carlos", héroe de
    las luchas de resistencia del pueblo palestino en contra de las
    políticas de agresión por parte del estado sionista
    israelí.

    A bordo de la Motonave "Venezuela" nos dimos cuenta que
    venían tan renombradas personas, fue a través del
    contador del buque, el margariteño Ezequiel
    "Chiquelito" Silva, quién ya listo para zarpar a
    otro viaje a Europa, me hizo la siguiente pregunta:

    ¿Usted sabe quiénes fueron esas personas
    que desembarcaron aquí en La Guaira, amigo
    León?

    Y yo le respondí: "…no,
    contador…".

    Y él me dio la siguiente repuesta: "Esos
    pasajeros que desembarcaron son nada más y nada menos que
    la mamá del Carlos Ilich Ramírez Sánchez
    "El Chacal" y su hermano Wladimir. El que los vino a
    buscar es su hermano Lenín y van rumbo a un apartamento
    que tienen en la California Norte en Caracas.

    Yo creo que en otra parte de mi autobiografía
    describo lo que pasó años después con la
    vida de ese legendario guerrero de la resistencia palestina y
    árabe, después de haber sido entregado hace varios
    años atrás por el gobierno del Sudan en
    África, hoy se encuentra confinado a perpetuidad en una
    cárcel de máxima seguridad francesa.

    Esas vivencias dentro del mundo de la marina mercante me
    llevaron a ir elevando minuciosamente mi conciencia de clase. Y
    lo expreso cuando hubo etapas importantes de mis experiencias
    cuando me tocó navegar en la motonave General
    "Páez" perteneciente a la empresa VENCARIBE,
    con bandera venezolana pero con su base en el puerto de Buenos
    Aires en la República Argentina.

    Lo que pude observar en Brasil, Argentina y Uruguay fue
    el preludio de cómo se desarrolló el Plan
    Cóndor en todos esos países de América
    Latina, en donde una serie de dictaduras militares de extrema
    derecha asesoradas por antiguos nazis alemanes y fascistas
    españoles e italianos sometieron a los sectores
    revolucionarios a prisiones, torturas, asesinatos y a la
    desmembración de sus familias.

    Yo recuerdo que mis papeles los presenté en el
    edificio Potomac en San Bernardino, que fue el mismo hotel
    en donde el comandante Máximo Canales
    secuestró al futbolista argentino-español
    Alfredo Di Stefano. Ya que me habían llamado desde
    la Planta de Arrecifes para que fuera a Caracas a conversar con
    el señor Miguel Cárdenas en las oficinas de
    desarrollo y entrenamiento de la Electricidad de
    Caracas.

    Luego me enviaron a conversar con el señor
    Cruz García quién era superintendente en la
    Planta de Tacoa, la cual se llevó a cabo el 11 de febrero
    de 1.980. Al día siguiente me hicieron el examen
    sicotécnico en Caracas, saliendo bien del
    mismo.

    Pero mi accionar como militante revolucionario tuvo su
    avance fue cuando en ingrese como operador en la Empresa La
    Electricidad de Caracas en Marzo de 1.980. Allí me
    encontré en que habían varios sindicatos con
    denominaciones diferentes, uno dirigido por comunistas del PCV,
    adecos, copeyanos y dos cuadros importantes del partido Bandera
    Roja (BR), otro dirigido netamente por gente de Acción
    Democrática (AD) y un tercero que era el Sindicato de
    Operadores, cuyo asiento principal estaba en las plantas
    termoeléctricas de Arrecifes y Tacoa.

    Debo destacar, que en un principio estaba que
    participaba o no lo hacía, entendiendo que en ese
    sindicato había más elementos revolucionarios que
    en los otros, a pesar de ellos tenían los sindicatos
    mayoritarios, pero el nuestro a pesar de que éramos 150
    operadores teníamos la ventaja que fomentábamos los
    mecanismos de producción en toda la empresa.

    La directiva del sindicato estaba dirigida por dos
    hombres importantes de la Liga Socialista (LS),
    Chuqui, su secretario general, quién era un
    trabajador con más de 14 años de labores en esa
    compañía eléctrica privada y Nectario
    Morales Rojas
    quién se desempeñaba como
    secretario de reclamos, con el aval de que era sobrino del
    capitán de navío Morales Luego, el mismito
    que estuvo comprometido en el atentado que se le hizo al
    presidente Rómulo Bentancourt en el Paseo de La
    Avenida "Los Próceres" en 1.962.

    En ese sindicato había algunos cuadros de
    Acción Democrática (AD) como Lindolfo
    Jiménez
    y un tipo de apellido Hernández. Este
    último a pesar de su militancia adeca era un hombre
    más fiel a sus principios de clase, mientras que Lindolfo
    Jiménez era un individuo capáz de vender hasta a su
    propia madre.

    Cabe decir, que los operadores fueron los trabajadores
    más explotados en esa vital empresa eléctrica
    privada, hasta que el Sindicato de Operadores logró
    cambiar las reglas del juego y en las conquistas laborales se
    logró el tabulador, pasando dichos trabajadores a ser los
    mejores asalariados de la misma.

    Sin embargo, siempre se mantuvo el espíritu de
    lucha hasta se comenzó a trabajar a mediados del
    año 1.980, en el cambio de la junta directiva de ese vital
    sindicato eléctrico. Hay que manifestar que no
    notábamos a ciencia cierta que había una profunda
    crisis política en el seno de nuestra organización
    sindical.

    La situación se puso tensa fue cuando se hizo una
    asamblea de trabajadores en la sede del sindicato portuario en
    Maiquetía en esos tiempos. Allí tratamos de cambiar
    la junta directiva y no se pudo, porque no había el
    quórum reglamentario y eso hizo que el ánimo de
    Chuqui por mantener la organización se viniera abajo, ya
    que Nectario Morales Rojas manifestó que él no
    deseaba ser parte de la junta directiva, pero que se
    mantenía como afiliado del sindicato.

    Allí consideramos que Nectario Morales
    Rojas
    nos había dado un golpe fatal, porque perder un
    dirigente de esa talla nos llevaba hacia un despeñadero
    con consecuencias si se quiere fatal. Yo creo que él se
    desubicó políticamente en ese momento, en el
    entendido que fue ascendido por la empresa a Operador de
    Unidad.

    Con él se hicieron varias conversaciones y en una
    de esas me dijo estas palabras: "…primo, usted es nuevo en
    la empresa, pero yo pienso que usted debe relevarme en el
    cargo…".

    En verdad estaba indeciso si participar o no en el
    proceso de conformación de los nuevos directivos del
    sindicato. Al fin no fui a la asamblea que se hizo en las
    instalaciones del Club en Picure y allí los trabajadores
    asistentes nombraron a los nuevos directivos
    sindicales.

    ¿Cuál sería mi sorpresa?

    Me llegó una llamada telefónica de Chuqui
    en donde me informaba que la asamblea había decidido que
    yo ería su nuevo secretario de actas y correspondencia. NO
    me quedó otro remedio que aceptar la nominación de
    los trabajadores.

    Ya no teníamos al camarada Nectario Morales Rojas
    como directivo sindical, quién había sido el hombre
    más aguerrido en los reclamos que se hacían en la
    empresa, ya no era el hombre de confianza de Chuqui y esa era una
    debilidad que preocupaba mucho para las nuevas discusiones de
    contrato colectivo que se avecinaban.

    En el litoral central se dieron una serie de conflictos
    laborales en diferentes empresas del viejo Departamento Vargas,
    tanto en el mundo aeroportuario (Marriot, Aeropostal) como en el
    puerto de La Guaira y en las mismas tuvimos una destacada
    participación como sindicato clasista y
    revolucionario.

    Luego fuimos a participar en la discusión del
    contrato colectivo con la Empresa en Caracas y se nos presentaron
    grandes dificultades, ya que íbamos en minoría en
    relación a las otras organizaciones sindicales que
    hacían vida en la empresa.

    En el Sindicato de Trabajadores de la Electricidad de
    Caracas que era un bastión con mayoría desclasada
    del Partido Comunista de Venezuela (PCV) dirigidos por Esteban
    Figuera
    y quienes habían dejado en minorías a
    las fueras de Acción Democrática dirigidas por el
    viejo Purroy, contábamos con la ayuda de dos
    dirigentes del partido Bandera Roja (BR), Iván
    Espinoza
    quién había sido recién electo
    secretario de Actas y Correspondencia del sindicato y
    Luís Espinoza quién dejaba esa
    secretaría y pasaba a ser delegado sindical en las
    oficinas de El Marques en Caracas.

    En esa asamblea que se dio en Caracas fuimos dejados a
    un lado ya que nos acusaron de extremistas y no nos dejaron
    participar en las discusiones del nuevo contrato colectivo,
    imponiéndonos los criterios que a ellos les dio en ganas y
    siempre bajo amenazas.

    Claro está, los directivos y asesores de la
    empresa notaron que teníamos una gran debilidad de
    criterio ideológico y de compromiso militante y por
    allí se fueron metiendo para preparar los escenarios para
    darnos el golpe fatal.

    Los directivos sindicales contrarrevolucionarios
    encabezados por los "Comunistas Pesuvecos" bajo la
    conducción de Esteban Figuera en Caracas y los
    adecos en el litoral central dirigidos por Fray
    Ávila
    se confabularon con los directivos empresariales
    y con las influencias que tenían en el Alto gobierno de la
    época incidieron para que la DISIP encubiertamente
    mandara una comisión desde Los Chaguaramos en Caracas con
    expresas órdenes de detener a nuestro Secretario General
    Chuqui.

    Esa detención del camarada Chuqui produjo sosiego
    en nuestros directivos sindicales, algo andaba mal y que nosotros
    internamente no podíamos controlar a bordo. Lo
    extraño fue que a nuestro sindicato llegó a formar
    parte de la junta directiva un individuo llamado Domingo
    Arnal
    , quién extrañamente llegó a formar
    parte de nuestro curso de operadores, casi al final del mismo en
    1.980.

    Y en su elección no nos dimos cuenta que
    él había quedado de primer vocal y que en nuestros
    estatutos decía que el vocal suplantaba a cualquier
    directivo sindical que renunciara o estuviera ausente de sus
    funciones.

    Inclusive, ese individuo venía de ser trabajador
    en la planta Oscar Augusto Machado, fuera de nuestra
    jurisdicción y solapadamente nos los había impuesto
    la gente del Partido Bandera Roja (BR) como uno de sus cuadros
    más avanzados desde el punto de vista político e
    ideológico.

    Chuqui fue llevado a los calabozos de la DISIP en Los
    Chaguaramos, en donde fue sometido bajo amenazas constantes, con
    pretensiones de arremeter en contra de su familia si no
    renunciaba a la secretaria general del Sindicato de Operadores.
    Lográndose la intervención del Dr. José
    Vicente Rangel Vale
    , logramos su liberta a los 15 días
    de su detención.

    Luego nos vino la etapa más funesta de nuestra
    historia sindical, Chuqui en una asamblea de operadores nos
    manifestó que a partir de ese momento dejaba la
    secretaría general y a su vez renunciaba a su cargo de
    fogonero de 1ª en la empresa en donde había laborado
    por 14 años. Y en la misma quedó el nuevo operador
    Domingo Arnal como Secretario General de acuerdo a
    nuestros estatutos.

    Eso generó incertidumbre en nuestros operadores y
    en quienes creían en nuestros principios y formas de
    luchas en todas las estructuras organizativas de las empresas La
    Electricidad de Caracas y Luz Eléctrica de Venezuela, como
    las que había en Guarenas y Yaracuy. Sin obviar a la de
    Valencia, con incidencias en las empresas eléctricas del
    estado venezolano en otras regiones del país en donde
    incidíamos políticamente.

    Siendo Domingo Arnal, secretario general de nuestro
    combativo sindicato, en una ocasión nos fuimos a la casa
    de Jacobo Penso en el año 1.981, en donde
    produjimos algunas propagandas políticas para ser
    introducidas en la empresa. Claro está, él me
    hablaba mucho sobre la muerte del comandante Américo
    Silva
    en el Edo. Bolívar.

    Después decidimos participar en las luchas que
    libraban los Matanceros de Alfredo Maneiro a través de La
    Causa R, organización muy extraña de tinte
    anarquista más de derecha que de izquierda, quienes
    llamaron a encuentro clasista en Ciudad Guayana.

    Decidimos hacer un volante y llevarlo, siendo
    comisionado Domingo Arnal para que lo hiciera y lo reprodujera,
    ya que él era un cuadro del Partido Bandera Roja (BR). Ese
    viaje lo realizamos los dos por autobús, no
    contábamos con recursos suficientes.

    Al fin llegamos frente a las instalaciones de
    SIDOR en Matanzas y allí fuimos informados que el
    encuentro no se haría allí, sino en las
    instalaciones del Sindicato SUTTISS en la redoma de
    Manoa en San Félix.

    Al fin llegamos al sitio y pudimos notar que
    había una total desorganización, ya que no
    habíamos sido recibidos por la gente del Comité de
    Luchas Populares o CLP. En SUTTISS tuvimos que
    bañarnos en unos tambores de agua que habían
    allí apostados y la logística fue de muy mala
    calidad.

    Allí nos encontramos con CARLIN (militante
    del MIR por el Edo. Vargas) y Roger Cedeño
    (militante del Partido Bandera Roja en Vargas. Además
    había sindicalistas de SINTRASCENSORES en Guarenas,
    asistiendo Deborah Puerta por el Sindicato de Aeromozas de
    Aeropostal, entre otros.

    En la noche había un acto político en el
    centro de San Félix, el cual fue saboteado por los cuerpos
    de seguridad del estado venezolano, cuyo orador de orden esa
    noche iba a ser el Dr. Francisco Mieres, especialista en
    materia de hidrocarburos.

    Se produjo una desbandada que al final nos llevó
    a alojarnos en el apartamento del profesor Alejandro
    Arenas
    , educador mirandino con muchos años de
    actividad política en el Edo. Bolívar, siendo
    dirigente de SUMA Magisterio y quién poco tiempo
    después murió asesinado en la Penitenciaría
    General de Oriente en Maturín, conocida como La
    Pica
    .

    Esa noche algunos militantes del partido "Bandera
    Roja
    " (BR) pudimos discutir sobre los avances de nuestra
    organización política en todo el territorio
    nacional y en los lugares en donde teníamos incidencias
    políticas y sindicales. Inclusive, algunos de nuestros
    cuadros importantes murieron en las acciones militares que
    nuestro partido y el frente guerrillero "Américo
    Silva
    " desarrollaron en el oriente del país en
    1.982.

    Las luchas sindicales en el litoral central del antiguo
    Departamento Vargas fueron vitales en todo el proceso de
    descomposición política que vivieron los sectores
    reaccionarios de la clase obrera y la burguesía nacional a
    través de los años venideros. Yo recuerdo cuando
    nos tocó recibir a un concejal de la Liga
    Socialista
    (LS) del pueblo de Marigüitar en el
    Edo. Sucre, a quién hospedé por varios días
    en mi casa, siguiendo instrucciones del joven militante Manuel
    Grillo Aguilar
    .

    En esos días se estaban realizando la camp
    aña electoral de los trabajadores del puerto de La Guaira,
    en donde apoyábamos la candidatura del camarada
    Jesús Vallejo, dirigente nacional de la Liga
    Socialista (LS), la campaña sindical fue muy dura y
    difícil, ya que la DISIP nos perseguía y nos
    agobiaba constantemente.

    Las reuniones las hacíamos en una casa que
    había por la línea del tren que pasaba por la calle
    Los Baños, diagonalmente hacía donde estaba
    la antigua sede de la Escuela Naval de Venezuela. Allí
    concurrían diversos sectores de reconocida militancia de
    izquierda, por el partido "Bandera Roja" estaban Irmen
    Díaz
    (dirigente sindical textilero), Eleazar
    Gómez Chávez
    (dirigente sindical portuario,
    Alexi Camargo (dirigente sindical portuario, proveniente
    de las filas de COPEI) y Keta Stephany (estudiante
    universitaria), por el Movimiento Obrero Independiente
    (MOI) estaba un dirigente sindical y reconocido deportista
    de Naiguatá de apellido Madriz.

    Durante la campaña sindical portuaria recuerdo
    que en una ocasión llegaron a las instalaciones de lo que
    es hoy el Complejo Cultural "Cruz Felipe Iriarte" en
    Maiquetía a buscar al camarada Jesús Vallejo para
    llevárselo detenido, tuvimos que agarrarlo y meterlo en un
    pote de basura, una vez que la comisión se fue del lugar
    se apareció el diputado Jesús
    Martínez
    y lo metimos en la maleta de su carro para
    que se lo llevara para Caracas y de esa manera protegerlo. Ya que
    él era el virtual Secretario General del Sindicato de
    Obreros Portuarios en esas elecciones que se iban a dar en esos
    días.

    El seguimiento de la DISIP estaba siendo dirigida en
    contra de nosotros por un joven de apellido Yánez, nativo
    de Carayaca, quién hacía poco tiempo atrás
    había sido expulsado de la Escuela Náutica de
    Venezuela en Catia la Mar.

    En una ocasión, cuando teníamos a las
    masas apostadas frente a la plaza El Cónsul de
    Maiquetía, ese agente Yánez nos seguía los
    movimientos con una mirada de pocos amigos, hasta que yo le dije
    a Irmen Díaz la vaina y este le abordó
    frente a la Cámara de Comercio con estas
    palabras:

    ¿Qué coño es lo que te pasa a ti
    con nosotros, nojoda?

    ¿Eres policía o pajuo?

    ¡Retírate o te mando a dar unos
    coñazos!

    Esas elecciones se dieron bajo una total presión,
    ya que todos los cuerpos de seguridad del estado estaban sobre
    nosotros y sobre nuestros jefes políticos en esos
    momentos. Hay que destacar, que un minoritario grupo de
    trabajadores se fueron con plancha propia y no entraron al factor
    de unidad sindical que manifestábamos en esos días.
    Claro está, hubo una gran sorpresa porque no ganamos las
    elecciones sindicales por la bicoca de 38 votos, que fueron los
    que sacaron aquellos compañeros disidentes en esa
    ocasión.

    Jesús Vallejo quedó electo
    secretario de organización, Eleazar Gómez
    Chávez
    salió elegido como Secretario de
    Finanzas, Camargo como secretario de actas y
    correspondencias y Omar León como vocal. La
    correlación de fuerza sindical cambiaba en el puerto de La
    Guaira y eso preocupaba aún más a las fuerzas de la
    reacción en aquellos días.

    Yo recuerdo que en aquellos tiempos contábamos
    con la colaboración de un viejo militantes del PCV
    que formaba parte del Movimiento al Socialismo (MAS) de
    apellido Marcano. Él era nativo de la isla de
    Margarita, pero había participado en la huelga petrolera
    de 1.936.

    Partes: 1, 2

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