Monografias.com > Etica
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El gran paradigma de sí las ideas y ética protestante influyen en el desarrollo económico moderno




Enviado por MANUEL LLAYIRI



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo del
    artículo
  4. Ética protestante
  5. Diferencias de la concepción
    ética entre los católicos y
    protestantes
  6. La
    Reforma y el ascetismo
  7. Conclusión
  8. Bibliografía

Artículo
científico

Resumen

En la actualidad se documentó una
gran predisposición o tendencia a asimilarlos las virtudes
que profesa la ética protestante como una forma para
desarrollar el capitalismo en un marco de valores

Ese es el motivo por el cual yo recuro al
la obra de Maximiliano Weber la ética protestante y el
espíritu del capitalismo que expone ampliamente sobre este
tema y como material de apoyo las bases dogmaticas del calvinismo
y luteranismo que es de estos autores donde extrae sus
principales fundamentos, este brillante filósofo
plantea:

Primero que existe una interacción
entre la ética puritana y el desarrollo del capitalismo
que guardan una relacionados de que la este tipo de ética
hace aflorar las virtudes se podría decir que de manera
obligada debido a su estricta forma de controlar el
comportamiento de sus partidarios lo que permitiría una
evolución más rápida y fuete de este sistema
económico

Segundo hay unas diferencias innegables
entre la formación ética de los católicos y
los protestantes, los primeros no profesan todo lo que predican
debido a un pésimo control que se debe a la gran cantidad
de feligreses que concurren a esta religión; por el
contrario los protestantes desde sus inicios en la reforma
mostraron una gran cantidad de restricciones en su
comportamiento

Por último al final de este trabajo
encontramos que la postulación de weber puesto en un
contexto actual se muestra descubriremos que el capitalismo tal y
como lo conocemos hoy en dia se desarrolla íntegramente
con las bases de la ética protestante

Introducción

El presente trabajo es el resultado de una
exhaustiva investigación sobre las interacciones entre un
modelo de conducta protestante basado en los principios de la
iglesia calvinista e iglesia luterana y el desarrollo del
capitalismo, es decir las conexiones que existen entre la
ética económica moderna con la ética
racional del protestantismo ascético.

En la actualidad penzamos que el termino
"capitalismo" es como un salvajismo económico donde lo
principal es el afán de lucro. Lo anterior se da en todo
lugar, momento y condición en que el individuo tenga un
afán irracional de enriquecerse.

Por el contrario el capitalismo es la
moderación racional al ya mencionado impulso irracional de
lucro que se basa en un cálculo de capital, mediante el
cual se estiman los modos de producción de más
capital, de tal manera que se obtenga un beneficio mayor al
invertido en el proceso adquisitivo.

Para nosotros un acto de economía
capitalista significa: situación que hace que las personas
busque el máximo beneficio con el mínimo consumo de
recursos acto que se consigue en el mercado de libre
comercio.

Para Weber el capitalismo ha existido
siempre en todas las culturas y en todos los tiempos, así
que para él, el problema central no es el capitalismo como
tal, sino el origen del capitalismo industrial burgués con
su organización racional del trabajo libre.

Este trabajo está organizado,
escribiendo primero una síntesis del libro de Max Weber
resaltando los capítulos que mayor implicancias tienen con
respecto al tema ética y el capitalismo en una segunda
parte en la cual nos embullamos en el tema estrictamente de
ética protestante y reforzando el tema con los enfoques
del dogma calvinista y luterana de ahí tocamos una
comparación entre la ética católica y la
ética protestante debido primordialmente a que en el dogma
de la iglesia católica indica que todo lo material es
subjetivo y nada importante porque, porque cuando llega el
momento de la llegada de nuestro Señor Jesucristo lo
único que quedara es lo espiritual, por el contrario desde
la reforma del protestantismo el control de sus seguidores asido
más rigurosa haciendo que desarrollen virtudes
como:

y para finalizar poner la tesis de Weber en
un contexto actual demostrando que imponiendo un estilo de
conducta puritana a la mal formada economía moderna
lograríamos un capitalismo con bases éticas
firmes

Desarrollo del
artículo

SINTESIS Y ANALISIS DEL LIBRO" La
ética protestante y el espíritu capitalista" (por
capítulos)

Para Max Weber se le hizo notorio que el
90% de los partidarios del protestantismo tenían una
participación mayor en la posesión de capital, en
la dirección empresarial y la adquisición de los
más altos puestos de trabajo en las empresas industriales
y/o comerciales más grandes, en contrastes con otras
religiones.

Lo anterior sucedía donde el avance
del capitalismo en la época de su mayor auge tuvo poder
para organizar a la población en capas sociales y
profesionales de acuerdo con sus necesidades.

En el siglo XVI gran parte de los
territorios más ricos del Reich, más favorecidos
por la naturaleza y con un mayor desarrollo económico, se
habían convertido al protestantismo.

Al parecer las tendencias económicas
no dependen de las religiosas, sino al contrario, ya que la
ruptura con el tradicionalismo económico parece ser un
momento excepcionalmente favorable para que le espíritu se
incline a la duda ante la tradición religiosa y acabe por
revelarse contra las autoridades tradicionales (la
reforma).

Con la anterior reforma no se eliminaba el
poder eclesiástico únicamente, más bien la
sustitución de la forma actual por otra más
estricta.

Esta transformación no solo afecto a
la vida económica, afecto también a la
educación: la mayoría de de los protestantes
estudiaban profesiones de tipo industrial y comercial; mientras
que los católicos preferían las de tipo humanista,
lo que significo una menor participación de los
católicos en la vida capitalista y en los trabajos de la
industria moderna.

Los protestantes en cualquier
situación (opresores u oprimidos, como mayoría o
minoría) han demostrado una tendencia al raciocinio
económico, tendencia que no se da en los
católicos.

Un escritor contemporáneo de Weber
creyó haber explicado las tendencias económicas de
las dos confesiones religiosas de la siguiente manera: Un
católico prefiere llevar una vida tranquila y bien
asegurada a pesar de no tener buenos ingresos; el protestante en
cambio, prefiere el peligro a cambio de honores y riquezas. Weber
desmiente lo anterior comparando los protestantes de un
país con otro (Alemania y Francia) y a los
católicos de la capa inferior con los de la capa
superior.

Weber encuentra una supuesta virtud
capitalista del sentido de negocios y una forma de piedad
intensa, que impregna y regula todos los actos de la vida
protestante. Esta característica es hallada en mayor
medida en el calvinismo. Esta piedad tenía una
conjunción con el desarrollo y éxito
comercial.

Ahora solo basta abandonar las vagas
generalidades en las que nos hemos movido y penetrar en los
idearios religiosos que se han traducido históricamente en
la religión cristiana; para repudiar a la incógnita
de que si ¿habrá o no relación entre la
mencionada piedad y el desarrollo económico?

  • b.  El espíritu del
    capitalismo.

No es posible definir
específicamente al espíritu del capitalismo porque
estaríamos definiendo una individualidad histórica
con esto quiero decir que el significado se compondría de
distintos elementos y conexiones de la realidad
histórica.

Weber hace referencia a Benjamín
Franklin con varios supuestos del espíritu del
capitalismo, pero no hace más que eso (supuestos), son
solo normas de conducta ante una sociedad capitalista, conceptos
tales como honradez, prudencia y puntualidad; tan solo sirven
para ganar prestigio. Franklin no predicaba la ganancia como un
medio de satisfacer las necesidades del hombre, sino como el fin
de su vida.

El supuesto enemigo del capitalismo
según la ética protestante y el espíritu
del capitalismo
es el tradicionalismo al que están
sujetos los trabajadores, pues el trabajador no se pregunta
cuánto dinero puede ganar trabajando al máximo,
sino cuanto trabajo hace falta para ganar una cantidad suficiente
para cubrir sus necesidades.

Tradicionalismo: lo que el hombre quiere
por naturaleza no es ganar más dinero sino vivir pura y
simplemente, como siempre ha vivido y ganar lo necesario para
seguir viviendo.

La motivación que ha ocupado el
capitalismo desde sus inicios para la productividad de los
trabajadores es la de pagar poco, de esta forma motiva al obrero
a trabajar para alcanzar cierta cantidad de dinero. Con esto no
solo se obtiene una mayor ganancia, sino que también se
invierte menos capital (mayor rentabilidad de los medios de
trabajo). Pero desde el punto de vista comercial el salario bajo
como base de desenvolvimiento capitalista fracasa siempre que se
trata de conseguir trabajos que exigen un trabajo cualificado
(intelectual); en estos caso, el salario bajo no es rentable y
causa efectos contarios a los pretendidos.

También los empresarios capitalistas
se veían afectados directamente por el tradicionalismo en
sus formas de producción. Podría decirse que el
espíritu del capitalismo animaba a los empresarios, pero
mantenían la forma tradicional de llevar el negocio con
sus respectivas ganancias tradicionales. Pero estos fueron
atacados por el proceso de racionalización y se
empezó a aplicar la frase: quien no asciende, desciende.
En la industria y el comercio, y los que se aferraron al viejo
estilo limitaron su plan de vida, mientras que el resto
comenzó a ahorrar para enriquecerse.

Según Weber el tipo ideal de
empresario capitalista es el de aquel que aborrece la
ostentación, el lujo inútil y el goce consciente de
su poder; le repugna aceptar signos externos del respeto social
que disfruta, por que le son incómodos. Nada de su riqueza
lo tiene para su persona; sólo posee el sentimiento
irracional de cumplir buenamente en su
profesión.

El orden económico capitalista
requiere esta entrega a la profesión de enriquecerse; y ya
no requiere apoyarse en la aprobación de los poderes
religiosos.

El raciocinio económico es un
concepto histórico lleno de contradicciones; así
pues investigaremos a la forma de vida y pensamiento racional que
dio origen a la idea de profesión y al dedicación
irracional del trabajo profesional que es un elemento de la
civilización capitalista.

  • c. Confesión luterana de
    la profesión.

Para los luteranos, así como para
las demás religiones de carácter protestante, la
profesión (beruf), es una reminiscencia religiosa: la idea
de una misión impuesta por dios.

Tanto el sentido literal como la idea nueva
de la profesión fueron causa de la reforma; ya que la
conducta moral reformista siente como un deber el cumplimiento de
la tarea profesional en el mundo. Tal era el sentido sagrado del
trabajo, lo que engendró el concepto
ético-religioso de la profesión, concepto que
resume el dogma común de todas las confesiones
protestantes.

Para los protestantes dios no reconoce la
superación de la moralidad terrena, sino el cumplimiento
en el mundo de los deberes que a cada quien impone y por lo cual
se convierte para él en profesión.

Para Lutero existe una idea que al mismo
tiempo es profana y religiosa del trabajo profesional como
manifestación del amor al prójimo.

Para Adam Smith la obligación del
trabajo obliga a cada quien a trabajar para los
demás.

Lutero se basa en la biblia para darle
significación a la profesión (en especial del
antiguo testamento); de donde toma una idea religiosa
análoga: que cada quien se preocupe por atender su
alimentación, y que los herejes se encarguen de ganar
dinero; tal fue el sentido que le dio a todos los pasajes que
hablan de un oficio o profesión.

En medida que Lutero comienza a estimar en
más al trabajo profesional, y se perfila en mayor medida a
la idea de que el ejercicio de una determinada profesión
concreta es como un mandamiento que dios dirige a cada uno,
obligándole a quedarse en la situación en que dios
lo coloco.

Los fundadores reformistas no tenían
como fin de sus trabajos o actividades el espíritu del
capitalismo, tampoco consideraron la aspiración a los
bienes materiales como un valor ético, o como un fin en
sí, ni dieron importancia primordial a los programas de
reforma moral. Lo único que los movía era la
salvación humana.

El espíritu del capitalismo (del
capitalismo actual) solo se pudo crear gracias a la
reforma.

  • d. Los fundamentos religiosos
    del ascetismo laico.

Los representantes religiosos del
protestantismo ascético son: el calvinismo (doctrina
religiosa protestante, basada en las teorías de Juan
Calvino), el pietismo, el metodismo (doctrina religiosa que se
caracteriza por la rigidez de sus principios y la defensa de la
oración personal frente a las formas de culto
pública y oficial) y las sectas nacidas del movimiento
bautizante.

Según los calvinistas el hombre esta
condenado a recorrer solo su camino hacia un destino ignorado,
que ha sido preescrito desde la eternidad, para así poder
conseguir la felicidad eterna. El trabajo social del calvinista,
en su acepción más simple desprovista de
connotaciones contemporáneas, en el mundo, se hace gloria
de dios; y lo mismo ocurre con la ética profesional. Por
lo tanto, su primera manifestación es el cumplimiento de
las tareas profesionales impuestas por la ley natural, con un
carácter objetivo e impersonal. El desconocimiento del
dualismo entre el individuo y la ética, a pesar de que
éste pone al individuo a solas consigo mismo en lo que a
cuestiones religiosas se refiere; ahí radica la fuente del
carácter utilitarista de la ética calvinista y de
los más característicos aspectos de la
concepción profesional del calvinismo. Esta religiosidad,
de marcada tendencia mística, no solo es perfectamente
compatible con su sentido marcadamente realista, sino que incluso
puede constituir su más firme apoyo por su
incompatibilidad con las doctrinas de carácter
dialéctico.

El calvinista no acepta una afectiva
penetración de lo divino en el alma por su absoluta
trascendencia de dios sobre lo creado. El hombre debe asegurarse
su estado de gracia sintiéndose como recipiente o como
instrumento del poder divino (obrar ascéticamente como en
el calvinismo). El dios del calvinista no exige de sus fieles
tales o cuales buenas obras, sino una santidad al obrar elevada a
sistema; así, el penitente posee una regla segura con la
que sabe a que atenerse exactamente, y por la cual orienta y rige
toda su vida. Prudente, alerta y precavido, vive con arreglo a la
ley.

El ascetismo puritano trabaja por capacitar
a los hombres en la afirmación de sus motivos constantes
(que eran los mismos que el ascetismo les inculcaba) frente a los
afectos. Lo que pretendía era educar al individuo como una
personalidad, para que así éste pudiera llevar una
vida alerta, clara y consiente. La consecuencia de esta
metodización (de la conducta ética), que
había sido impuesta por el calvinismo era una
cristianización de toda la existencia.

El valor específico de la
confraternidad radica e actividad de la vida cristiana en la
misión y el trabajo profesional; no debe de verse en este
factor sentimental lo especifico del pietismo frente al
luteranismo, pero, en comparación con el calvinismo, el
grado de realización de la vida era mucho menor. En
conjunto, la evolución del pietismo se orientó en
el sentido de una creciente acentuación del factor
sentimental. Las virtudes que cultivan el pietismo eran distintas
de las que podía provocar el funcionario, empleado,
trabajador o artesano o el patrono de sentido patriarcal con
sencillez grata a dios; el calvinismo parece mucho más
cercano al frío espíritu jurídico y activo
del empresario burgués capitalista.

Los efectos que en la vida económica
la idea puritana de profesión han sido analizados con los
varios elementos que, en conjunto, existieron y actuaron en todas
las confesiones religiosas ascéticas, en eso consiste la
razón de la penetrante acción económica de
las minorías protestantes ascéticas, no de las
católicas. el ascetismo cristiano se lanza al mercado de
la vida, cierra los claustros y se dedica a impregnar con su
método esa vida, a la que transforma en vida racional en
el mundo

  • e. La relación entre la
    ascesis y el espíritu capitalista

Será el análisis de escritos
inspirados en la práctica de la cura de almas, de diversos
autores, para encontrar las conexiones entre las ideas religiosas
del protestantismo ascético y el espíritu
fundamental de la actividad económica; reparando en
especial en Richard Baxter, que bebió de las fuentes del
calvinismo, y máximo exponente del puritanismo
inglés, por su consecuente idea de la profesión. La
ociosidad es moralmente reprobable, placiéndole a Dios el
cumplimiento de su voluntad a través de la
profesión, un fin prescrito por él, que ni
aún con la abundancia y riqueza se está exento de
su cumplimiento por ser un precepto divino. De una
profesión especializada se desprende una vida ordenada, un
carácter metódico de la ascesis que incluso, a
diferencia de Lutero, justifica el cambio razonado de trabajo,
que será considerado grato por Dios si es
éticamente aceptado, bueno para la comunidad y sobre todo
provechoso.

El ascetismo racional protestante se
oponía al goce despreocupado de la existencia, la
ostentación de la riqueza, la diversión y a la
pérdida de tiempo, propia de la sociedad
monárquico-feudal, a la superstición y al modo
irracional de comportamiento, pero al tiempo legalizaba el
afán de lucro so pretexto de precepto divino.

En la cadena de producción son
reprobables al igual, conductas desleales y afán de lucro
por el lucro que es en sí mismo una tentación. El
concepto de la nueva vida; abnegación por el trabajo
profesional como fortalecimiento de nuestra fe
representará el espíritu del
capitalismo.

Consecuencia lógica de cercenar el
consumo y el lucro por el lucro es la acumulación de
capital en forma de ahorro cuyo fin más lícito
sería la inversión que, según donde lo
enmarcamos, acumulaban fincas rústicas o desarrollaban la
agricultura como importante actividad económica, siendo
por ese orden el proceso seguido en Inglaterra. Estos ideales de
vida; el nuevo hombre económico, fracasó al otro
lado del atlántico, donde el puritanismo dominante no
resistió la dura prueba de las tentaciones de la
riqueza. Patente es que en todas las religiones, la
secularización de la riqueza ha sido uno de sus grandes
escollos, y fuente de las reformas iniciadas.

Profesión, es al igual la del
trabajador, incluso con sueldos bajos y que la vida no ha
brindado mejores oportunidades, como la del enriquecimiento del
empresario. Según Baxter, la ilustración
dejaba atrás al puritanismo, no necesitando el capitalismo
resurgido de lazos religiosos algunos, siendo el deber
profesional una concepción ahora secularizada y creada
desde la religiosidad. Quizás esto no lleve a una nueva
era de especialistas sin espíritu, hombres
vacíos.

Pero el sentido histórico que debe
prevalecer en nuestro estudio debe conducirnos a nuevos problemas
aún por sondear. La influencia que pudo tener el
racionalismo ascético en el funcionamiento de los grupos
sociales, su

salida desde la oscuridad del convento a lo
mundano, su relación con el humanismo, que no era
racionalismo puro, en el desarrollo del empirismo
filosófico
, y su evolución histórica
hacia su disolución, representada en el
utilitarismo; contemplando así el verdadero
alcance cultural del protestantismo ascético

Nada desdeñable sería
estudiar ahora los condicionantes o influencias que la cultura y
la sociedad hicieron forjar ese ascetismo protestante que
provocó, moldeó y originó el actual
espíritu del Capitalismo.

Ética
protestante

La Ética Protestante, también
llamada ética del trabajo es un código moral basado
en los principios del ahorro, disciplina, trabajo duro e
individualismo. El adjetivo Protestante se explica por el
hecho de que en la religión Protestante estas cualidades
se vieron especialmente alentadas, sobre todo en aquellas
denominaciones basadas en los principios del Calvinismo. Quienes
principalmente formularon el concepto de Ética Protestante
fueron Max Weber, sociólogo y filósofo
político alemán y Richard H. Tawney historiador
inglés.  Ambos vieron una estrecha relación
entre la Ética Protestante y el surgimiento del
capitalismo.

La Iglesia católica Romana estuvo
tan estrechamente ligadas a la vieja aristocracia terrateniente
que provocó que la nueva clase media emergente tendiera a
irse hacia las nuevas sectas Protestantes

La idea de la Ética Protestante ha
tenido una influencia sustancial desarrollo económico del
siglo XXI. Por ejemplo, algunos han visto el nacionalismo y el
socialismo como éticas seculares que han afectado tipos de
desarrollo económico. Otros teóricos se enfocan en
que la declinación relativa del capitalismo en Estados
Unidos y Gran Bretaña  es resultado, afirman, del
deterioro en la Ética Protestante entre la gente en esos
países.

Martin Lutero (1483-1546)

Martin Lutero inicia su carrera
filosófica cuando ingresa en 1505 al monasterio agustino
de Erfurt. En 1507, con 24 años, fue ordenado sacerdote y
tres años más tarde viajó a Roma
dónde sufrió una gran desilusión por la
mundanalidad en que había caído la capital del
cristianismo. De regreso a Alemania se doctoró en
teología en 1512 y comenzó a dar clases en la
universidad de Wittenberg.

En 1517, motivado por la venta de
indulgencias promovida por el monje dominico Johann Tetzel, dio a
conocer sus famosas "95 Tesis" (que, dicho sea de paso,
probablemente nunca se clavaron en la puerta de la iglesia de
Wittenberg). Por medio de ellas, desafió varias
enseñanzas de la Iglesia Católica, en especial la
naturaleza de la penitencia, la autoridad del Papa y la utilidad
de las indulgencias.

Una de las bases principales de la doctrina
creada por Lutero es que Dios no juzgaría a los hombres
por las buenas obras sino por la fe. Esto es lo que se
conocería como la "justificación por la fe". De
hecho, el luteranismo ( y buena parte del protestantismo) se basa
en cuatro fórmulas principales:

1)- La sola gracia: La salvación es
exclusivamente una gracia de Dios.

2)- La sola fe: La fe es lo único
que, mediante la gracia de Dios, nos salva. Las buenas obras,
incluidos los ritos eclesiásticos y cualquier otro tipo de
esfuerzo humano, no son la causa de la salvación del
hombre.

3)- La sola Escritura: La única
fuente de revelación y norma de vida son las Sagradas
Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento. El luteranismo
considera como Antiguo Testamento sólo al Canon
Hebreo.

4)- Sólo Cristo: El único
fundamento de la fe es Cristo y es el único mediador entre
Dios y los hombres.

Juan Calvino 1509 – 1564

Jean Cauvin o Calvin, fue un teólogo
y reformador protestante, probablemente el más importante
de todos ellos o, al menos, el que mayor y más amplia
influencia ejerció sobre el protestantismo como
movimiento. Al igual que Lutero, fue educado en el catolicismo,
realizando estudios de Teología, Humanidades y Derecho.
Con poco más de veinte años se convirtió al
protestantismo, al adoptar las tesis principales de Lutero tales
como negación de la autoridad de la Iglesia de Roma,
hegemonía del texto bíblico, y la doctrina de la
salvación a través de la fe y no de las
obras.

Debido a su postura tuvo que abandonar
París en 1534 y buscar refugio en Basilea (Suiza). En 1536
publicó Las instituciones de la religión
cristiana
dónde sistematizó la doctrina
protestante. El mismo año se estableció en Ginebra.
No obstante, apenas dos años después, las
autoridades de la ciudad lo expulsaron por el exagerado rigor
moral que había tratado de imponer a los
habitantes.

Sin embargo, en 1541 los ginebrinos lo
llamaron de regreso. Habiendo aprendido la lección de su
anterior estadía, Calvino no se limitó a predicar
sino que asumió un verdadero poder político
borrando de hecho la frontera entre la comunidad religiosa y la
civil.

Un Consistorio de ancianos y de pastores
vigilaba, reprimía y castigaba con severidad las conductas
para adaptarlas estrictamente a la que se suponía que era
la voluntad divina.  Se prohibió y se
persiguió el adulterio, la fornicación, el juego,
la bebida, el baile y las canciones consideradas obscenas. La
asistencia regular a los servicios religiosos se hizo
obligatoria. El culto se simplificó, quedando reducido a
la oración y a la recitación de salmos en templos
extremadamente austeros sin altares, santos, velas ni
órganos. El disenso fue imposible: Calvino hizo quemar en
la hoguera a Miguel Servet, en 1553, por considerarlo
hereje.

La lucha por imponer todas estas
innovaciones se prolongó hasta 1555, con persecuciones
sangrientas, destierros y ejecuciones. Después de ello,
Calvino reinó como un dictador, convirtiendo a Ginebra en
uno de los más importantes centros de irradiación
protestante de Europa.

El calvinismo superó pronto en
influencia al luteranismo que, en la práctica,
quedó confinado al Norte de Alemania y a los países
escandinavos. El calvinismo se convirtió en la base del
protestantismo dominante en Suiza, en Holanda, entre los
hugonotes franceses, los presbiterianos escoceses o los puritanos
ingleses que después emigraron a los Estados Unidos. Otras
comunidades importantes de tendencia calvinista surgieron en
países como Hungría, Polonia y Alemania. Fuera del
ámbito del luteranismo propiamente dicho,
prácticamente todo el resto del protestantismo ha estado y
en gran medida sigue estando, en mayor o en menor grado bajo la
influencia del calvinismo.

De hecho, los caminos del luteranismo y del
calvinismo se separaron decididamente, entre muchas otras cosas,
por una innovación teológica creada por el propio
Calvino: la doctrina de la predestinación. Según la
misma, Dios tiene decidido de antemano quiénes se
salvarán y quiénes se condenarán. Esta
suprema decisión divina sería, según
Calvino, completamente independiente de cualquier acción
de la persona, es decir: está más allá de su
comportamiento y hasta más allá de la propia fe. De
acuerdo con la doctrina calvinista el hombre se salva si y
sólo si ha sido elegido por Dios para ser salvado. Si no
es un "elegido", no importará lo que haga en la vida, no
importará la cantidad de buenas obras que realice, ni
importará tampoco la profundidad de su fe: estará
condenado sin remedio porque, según Calvino, así lo
ha dispuesto Dios desde toda la eternidad.

Diferencias de la
concepción ética entre los católicos y
protestantes

  • Para el católico el trabajo
    es un castigo de Dios, como consecuencia del pecado
    original.

  • Para el protestante el trabajo es
    fundamental para el hombre, se honra a Dios a través
    del trabajo diario.

  • Para el católico el dinero
    es un medio para obtener mejores condiciones de vida,
    situaciones pasajeras, vivir mejor, comer bien, vestir
    mejores ropas, etc.

  • Para el protestante el dinero es un
    medio sólo para vivir de forma correcta, se tiene que
    evitar el despilfarro, es un pecado la vanidad y sólo
    se utiliza aquello indispensable.

  • El católico al tener un
    ingreso económico lo gasta, lo despilfarro en muchos
    casos.

  • El protestante lo ahorra, aumenta
    el capital.

  • Los católicos
    enseñaban a sus hijos una Educación
    humanística.

  • Los protestantes educaban a sus
    hijos en el área del comercio, del negocio y la
    creación de tecnología
    industrial.

  • El católico llega a Dios a
    través de la Iglesia, los sacerdotes son los
    encargados de llevar la palabra en forma correcta, no existe
    la libre interpretación.

  • El protestantismo se basa
    fundamentalmente en un invidualismo religioso, el cual es
    personal y sólo en la medida que el individuo
    comprenda y tenga fe en Dios se llega a Dios.

La Reforma y el
ascetismo

En la actualidad, en medio de una
época que rinde culto a lo pernicioso, se hace
difícil comprender el poder del ascetismo.

En términos simples, el ascetismo es
una disciplina mediante la cual se busca poner la parte material
del hombre, su cuerpo y todo lo que con él se relaciona
férreamente bajo el control de su parte inmaterial, su
alma, su espíritu, su mente o lo que bajo su equivalente
se entienda en las diferentes religiones o
filosofías.

Esta disciplina, al hombre moderno le
parece innecesaria y, en todo caso, arbitraria y hasta cruel. Sin
embargo, la "lógica" fundamental que existe detrás
del ascetismo es prácticamente la misma que la detectable
detrás de ese fisicoculturismo que hoy se halla tan de
moda y que puede resumirse en la conocida frase de "la
función hace al órgano". En efecto, la
práctica intensa y sistemática de un deporte o de
un ejercicio físico, templa y desarrolla el cuerpo al
punto de hacerlo capaz de obtener logros que, para la persona
común, resultan verdaderas proezas. Sucede que lo mismo es
aplicable a la práctica sistemática e intensa de un
ejercicio espiritual, mental o intelectual. A lo que apuestan las
escuelas ascéticas es a que, venciendo las necesidades
materiales del cuerpo y ejercitando intensamente las capacidades
espirituales, se obtiene la posibilidad de acceder a una
elevación espiritual extraordinaria con la subsiguiente
posibilidad de obtener dones y capacidades que no están a
disposición de los mortales comunes.

El ascetismo, por lo general, ha sido
relacionado con la religión. Es un error ya que no es
propiedad exclusiva ni de las religiones ni, mucho menos, de
algunas de ellas en particular. Se ha practicado, por de pronto,
en las más variadas culturas y en las más diversas
épocas. Existieron escuelas ascéticas
filosóficas, como por ejemplo la de los estoicos en Grecia
y en Roma. El budismo lo ha incorporado como una de sus normas
básicas, especialmente en sus versiones más
estrictas. Existe en el Islam expresada a través de la
mística del sufismo. En la Iglesia Católica, la
ascesis, registra varias escuelas siendo las principales la
dominica, la franciscana, la agustina, la carmelita y la
jesuita.

En este texto, Max Weber se refiere al
ascetismo protestante, una de cuyas características es el
haberse inspirado, directa o indirectamente, en las escuelas
ascéticas católicas pero arrancando – casi
literalmente – la práctica ascética de la
intimidad del monasterio o de la Orden para volcarla al mundo
laico y a la vida mundana. Con ello, lo que originalmente fue
pensado como un ejercicio y una disciplina practicadas lejos del
mundo y en forma individual, terminó tratando de ser
practicado como norma de vida cotidiana aplicable a todo el
conjunto social.

Si esta orientación ascética
hubiese sido la única característica diferenciadora
del protestantismo, probablemente sus efectos, con ser
importantes, no hubieran llegado a ser ni la mitad de relevantes
de lo que, de hecho, fueron. Weber halla que el protestantismo en
general y la ética del ascetismo mundano en particular
constituyen una de las fuerzas impulsoras del capitalismo (y no
la causa del surgimiento del capitalismo como algún
lector superficial de Weber ha cometido el error de interpretar).
Existe – y Weber lo demuestra – un nexo entre el
protestantismo ascético y el capitalismo. Pero la
evolución de esta tendencia, por si sola, muy
probablemente no hubiera podido prevalecer de no hallarse
asistida por otro ingrediente esencial: la doctrina de la
predestinación aportada por el calvinismo.

Lo menos que puede decirse de esta doctrina
es que resulta siniestra. El sólo pensar que ya al momento
de nacer estamos condenados o salvados, más allá de
lo que hagamos o dejemos de hacer en la vida, sencillamente
produce escalofríos. Es algo que no se condice ni con el
libre albedrío y su correspondiente responsabilidad
personal, ni tampoco con el principio de la justicia divina.
Mucho menos se compatibiliza con la imagen auténticamente
cristiana del Dios Padre predicada por Jesús de Nazaret,
y, en todo caso, revierte bastante fuertemente al Jehová
del Antiguo Testamento.

Pero el efecto más angustiante de la
predestinación es que, por fuerza, instaura en la persona
la compulsión a "verificar" o "comprobar" si es o no un
"Elegido". Por más vericuetos
filosófico-teológicos que se le agreguen a la idea,
en lo básico todo se resume a pensar que, si todo depende
de una soberana decisión divina y las buenas obras no
sirven para nada, considerándonos "Elegidos" las peores
acciones son hasta un lujo que cualquiera de nosotros se
puede dar. Por supuesto que las buenas personas no
pensarán así. Pero las malas y las muy malas
fácilmente encontrarán en esto la semiplena
justificación para sus peores actos. Porque, si soy un
condenado: ¡qué más da! El infierno ya me
está garantizado de todos modos, así que mi
única posibilidad es pasarla lo mejor posible sobre esta
tierra al precio que sea y a costas de quien sea. Pero si tengo
éxito en mis proyectos y adquiero una alta posición
social, muy probablemente sea un "Elegido" porque, de no ser
así, Dios no me premiaría con el éxito. En
el fondo, se trata de un maquiavelismo puro elevado a la
categoría de religión: de un modo o de otro, el
éxito lo justifica todo.

El tremendo efecto que esto tuvo sobre la
cultura de Occidente resulta hoy difícil de apreciar. La
religión ha perdido su importancia en nuestras vidas al
punto que hoy, desde una perspectiva de varios siglos, muchas de
las feroces y a veces hasta sangrientas disputas
teológicas nos parecen injustificables. Pero, con todo, lo
que también hemos perdido es la noción de lo que
realmente estuvo en juego en aquél momento más
allá de las ambiciones personales y las eternas cuestiones
de poder con lo cual, por fuerza, ya no sabemos establecer un
nexo entre los acontecimientos de los Siglos XVI y XVII y el
Occidente actual.

Y por sobre todo, de lo que no tenemos
conciencia es de algo que Hilaire Belloc señaló con
mucho acierto: una herejía nunca es algo inocente. Muy
pequeños cambios en la fe de las personas, muy
pequeñas modificaciones en aquello que las personas creen
profundamente, al final terminan produciendo enormes cambios en
toda una civilización. En esencia, se trata del principio
fundamental de la moderna Teoría del Caos: en determinados
sistemas, pequeños cambios en las condiciones
iníciales conducen a enormes discrepancias en los
resultados.

Nuestras sociedades actuales son el
resultado de un proceso. Investigar y profundizar nuestro
conocimiento acerca de los orígenes de ese proceso nos
permitirá al menos entender de dónde provienen las
características esenciales de la civilización en la
cual vivimos y con cuyos defectos, muchas veces, no estamos para
nada conformes.

Y, con tan sólo un poco de suerte,
ese conocimiento del origen de nuestros defectos quizás
nos provea también de herramientas para superarlos y
eliminarlos.

Conclusión

Max Weber busca una relación entre
la ética económica tratando de demostrar la
influencia de la ética protestante sobre la
economía, en la actualidad se ve que aquellas sectas
puritanas son muchos más rígidas y astrictivas en
el control del comportamiento de sus partidarios lo que provoca
que asimilen mejor virtudes como el respeto, puntualidad,
honestidad, un amor por el trabajo, un sentido de ayuda social,
raciocinio económico, ect. Otra religión paralela a
la protestante es la iglesia católica y aunque ambas
religiones pertenecen al cristianismo tienes apreciaciones muy
distintas sobre algunas cosas como el capitalismo y el desarrollo
económico

Poniendo las actitudes protestantes basadas
en virtudes, en una balanza con el comportamiento de los
católicos, que valgan verdades tienen una actitud
desmedida, irracional, hedonista ,con un gran sentido de
insatisfacción que lo único que busca es una vida
cada vez más simple, sin muchas complicaciones, con
aspiraciones de superación prácticamente nulas,
pero hay que reconocer que no podemos generalizar debido a que
hay respetables excepciones, estas actitudes poco deseables
harian una gran diferencia en nuestra comparación
ética. Pero regresando a las interacciones entre la
ética protestante y el desarrollo del capitalismo, en la
actualidad las empresas buscan a personas con un perfil
ético basado en principios del protestantismo para puestos
gerenciales y de alta dirección, porque se conoce que
tienen los valores morales bien enraizados en su conducta. Es por
esta razón que comparto la opinión de este gran
autor alemán Maximiliano Weber que los comportamientos y
actitudes basados en valores que profesa la ética de la
iglesia protestante ayudan al desarrollo del
capitalismo

Del articulo leído saque otra muy
importante deducción que la doctrina protestante no
restringe o prohíbe la riqueza, Weber cuenta que los
calvinistas no hacían ostentación de sus riquezas,
gastándolas en tierras u objetos de lujo sino al contrario
(todos vestían de forma modesta) y los beneficios los
reinvertían continuamente generando así un
círculo virtuoso y esta es otra razón para
reafirmar mi posición es favor a la postulación de
Weber, que dice que la ética protestante es parte
fundamental para el desarrollo de una economía teniendo
como objetivo primordial el desarrollo del hombre pero sin
descuidar el aspecto economico .

Bibliografía

-CAMPBELL Tom (1985).Siete teorías
de la sociedad. Madrid. Oxford University Press.

-MC Salvat (2004). La Enciclopedia.
Madrid.

-YEPEZ Rene (2009).Ciencias
Sociales/Resumen y análisis del libro "ética
protestante y el espíritu del capitalismo" MAX
WEBER.

-ALCOBERRO Ramon.
http://www.alcoberro.info/weber.htm. Universidad de
Gerona.

-ELWELL Frank W.
http://www.faculty.rsu.edu/~felwell/Theorists/Weber/Whome.htm.
Universidad RSU de Oklahoma

 

 

Autor:

Villaverde Jahuira Brayan

Enviado por:

Manuel Llayiri

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter