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Literatura infantil




Enviado por Elizabeth



Partes: 1, 2, 3

  1. Los textos y las
    funciones del lenguaje
  2. La trama de los
    textos
  3. Reflexiones sobre
    la literatura para niños y
    jóvenes
  4. El escenario de la
    literatura infantil: de qué se trata esta literatura y
    por qué importa saberlo
  5. Delimitación
    y alcances del hecho literario. Semejanzas y diferencias
    entre un texto literario y un texto no
    literario
  6. Nuevos
    acercamientos a los jóvenes y la
    lectura
  7. Entre vacas y
    gansos: escuela, lectura y literatura
  8. La literatura
    infantil argentina
  9. Como una
    novela
  10. La poesía
    en la primera infancia
  11. Lo
    fantástico, el lenguaje y la
    poesía
  12. Evolución
    del niño. Angustia y
    fantasía
  13. Introducción. La lucha por el
    significado
  14. Cuentos de hadas
    frente al mito. Optimismo versus pesimismo
  15. Prácticas
    del lenguaje
  16. El teatro de
    títeres como espectáculo para
    niños
  17. El folclore
    literario, fuente perenne de la literatura para
    niños
  18. El cuento de
    hadas
  19. Leer y mirar el
    libro álbum: ¿un género en
    construcción?
  20. Literatura desde
    la cuna: los niños y la literatura desde los primeros
    años
  21. Literatura desde
    la cuna: la literatura y los niños de cuatro a seis
    años
  22. Humor
  23. Bestiario
  24. Poesías

Textos literarios:

  • Cuentos

  • Novelas

  • Obras de teatro

  • Poemas

Los textos y las
funciones del lenguaje

Los textos manifiestan las diferentes intenciones del
emisor: buscan informar, convencer, seducir, entretener, sugerir
estados de ánimo, etc.

  • 1. Función informativa: cumple la
    función de informar, la de hacer conocer el mundo
    real, posible o imaginado al cual se refiere el texto, con un
    lenguaje conciso y transparente.

  • 2. Función literaria: tiene una
    intencionalidad estética, busca crear belleza con las
    palabras. Emplea un lenguaje figurado y opaco. La
    interpretación del texto literario obliga al lector a
    desentrañar el alcance y la significación de
    los distintos recursos usados y su incidencia en la
    funcionalidad estética del texto.

  • 3. Función apelativa: intentan
    modificar comportamientos, como las recetas de cocina o los
    manuales de instrucciones.

  • 4. Función expresiva: manifiestan
    la subjetividad del emisor, sus estados de ánimo, sus
    afectos, sus emociones, como una carta, diarios
    íntimos.

La trama de los
textos

  • 1. Trama narrativa: presentan hechos o
    acciones en una secuencia temporal y causal. El
    interés radica en la acción. Adquieren
    importancia los personajes que la realizan y el marco en el
    cual esta acción se lleva a cabo. La ordenación
    temporal de los hechos y la relación
    causa-consecuencia hacen que el tiempo y el aspecto de los
    verbos adquieran un rol fundamental en la organización
    de los textos narrativos. También es importante la
    distinción entre el autor y el narrador.

  • 2. Trama argumentativa: comentan,
    explican, demuestran o confrontan ideas, conocimientos,
    opiniones, creencias o valoraciones. Tiene tres partes: la
    introducción en la que se presenta el tema,
    la problemática, el desarrollo en donde se
    encadenan informaciones mediante el empleo en estructuras
    subordinadas de los conectores lingüísticos
    requeridos por los diferentes esquemas lógicos, y una
    conclusión. Los conectores y los presupuestos
    son muy importantes en esta trama.

  • 3. Trama descriptiva: presentan
    especificaciones y caracterizaciones de objetos, personas o
    procesos a través de una selección de sus
    rasgos distintivos. Predominan las estructuras yuxtapuestas y
    coordinadas que permiten sujetar el objeto descripto como un
    todo. Los sustantivos y los objetivos adquieren relevancia en
    estos textos, ya que los sustantivos mencionan y clasifican
    los objetos de la realidad y los adjetivos permiten completar
    la información del sustantivo
    añadiéndole características distintivas
    o matices diferenciales.

  • 4. Trama conversacional: aparece en
    estilo directo la interacción lingüística
    que se establece entre los participantes de una
    situación comunicativa. Las formas pronominales
    adquieren relevancia en esta trama.

Reflexiones sobre
la
literatura para niños y
jóvenes

(LIDIA BLANCO)

La lectura debe ser una de las formas de la felicidad.
La literatura es un reflejo de la vida, la vida misma
fotografiada caprichosamente. También es un pacto, un
acuerdo ficcional entre los hombres y un juego maravilloso en el
que unos cuentan y otros creen y sienten aquello que les dice un
escritor.

El autor crea un circuito de comunicación
imaginario en el que no son necesarias las leyes del mundo
real.

Cada momento histórico tiene una literatura que
lo representa, tendencias, estilos que se ponen de moda en forma
arbitraria. Las modas literarias presentan diversas ideas sobre
cómo debe ser un cuento, una novela, una obra de
teatro.

En el espacio más secreto de cada ser humano
existe una idea acerca del valor de un libro de literatura porque
la identificación con mundos imaginarios forma parte de la
condición humana.

La literatura es un espacio en el que el lenguaje usa su
mejor ropaje para deslumbrar a un lector, y que su
perduración en tiempos de grandes revoluciones
tecnológicas, expresa la necesidad de defender lo
más íntimo, el vuelo más alto del
pensamiento fantástico. La literatura, cuando es genuina,
humaniza y transforma, como un soplo de aire fresco en una
mañana de neblina.

Si el aprendizaje es feliz no dejarán nunca de
leer. Si en cambio se han cometido errores en la manera de
introducirlos en la educación literaria, el fracaso
será grave, y el abandono de la lectura será el
lastimoso resultado de ese error.

Podemos considerar como literatura infantil y juvenil
aquella en la que puedan observarse rasgos
lingüísticos y temáticos cercanos al universo
infantil y adolescente.

La literatura es para todos pobres y ricos.

Surgieron también formas narrativas hacia lo
educativo y con la intención de transmitir una
visión del mundo, de la religión, del
comportamiento social, de valores humanos considerados
indispensables para la supervivencia de una comunidad. En una
palabra: enseñar la diferencia entre lo bueno y lo malo,
de acuerdo con lo que se considerara como tal en cada grupo
social.

Las antiguas fábulas y leyendas se vinculan con
los mitos, las supersticiones, las ceremonias de vínculos
con lo sobrenatural y lo mágico. Así nacieron
también los cuentos de hadas, brujas, duendes, ogros que
se transmitieron oralmente por siglos. Se transmitieron de boca
en boca y perduran con versiones cambiadas hasta nuestros
días.

La literatura infantil anónima tiene
recopiladores. Las otras nacidas de un autor determinado, tiene
autores, obras editadas, historias que la relacionan con procesos
de integración social y cultural de la infancia a la
sociedad adulta. Las dos formas son legítimas y perteneces
al mismo campo cultural con el mismo destinatario. La diferencia
reside en la intencionalidad de los emisores, la modalidad de los
receptores y las características del contexto en el
circuito autor-lector-obra.

Graciela Montes, aclara que existen defensores de la
verdad o del contenido bueno. Según ellos los cuentos son
para enseñar, deben dejar una lección, dar buenos
ejemplos, no deben ser malsanos, ni tortuosos ni contener yerbas
malas. Pero por otro lado están los defensores del
artificio. Según ellos los cuentos son para entretener,
tienen que ser divertidos, ágiles, maravillosos,
escalofriantes, chisporreantes.

Si una escritura solo trata de explicar un concepto de
una manera racional, se trata de un texto, pero no literario
porque su intención es informar al lector sobre un tema
determinado.

Un buen escritor coloca primero las imágenes, la
palabra poética, trabaja sobre cada expresión hasta
dar con la forma justa. Dice cosas, pero de tal manera que su voz
llega a lo más hondo del corazón humano.

Es importante tener en cuenta tres aspectos para
introducir a los niños a la literatura:

  • 1. El nivel de lengua utilizado por el
    autor
    : los lectores pequeños tienen dificultad
    frente a las oraciones muy extensas, con gran cantidad de
    información apretujada. La complejidad
    sintáctica debe ser progresiva hasta llegar a la
    adolescencia. Si tiene mucha información que lo
    exceden, se producirá un rechazo.

  • 2. Los centros de interés: a los
    bebes les atraen más las historias en las que se ponen
    en juego un personaje infantil y un objeto conocido (una
    pelota, un pájaro) o una figura femenina que pueda
    asociar con su mamá verdadera o sustituta

Los niños de dos o tres años disfrutan ya
de narraciones en las que intervienen más personajes y los
hechos del cuento suceden en espacios que les gusta recorrer como
la plaza, la calesita. Los animales antropomorfos son preferidos
para identificarse y convertirlos muchas veces en sus juguetes,
como los osos, jirafas, perros, gatos, humanizados, parlantes y
traviesos como un niño.

A partir de los cuatro años y durante el primer
ciclo de la escolaridad primaria, se inclinan por los elementos
mágicos o sobrenaturales. Nace la curiosidad por temas
más complejos: el amor en la pareja, la sexualidad, los
nacimientos, las muertes, las aventuras en lugares
extraños, y toda historia en la que los protagonistas se
alejan de la tutela familiar y atraviesas por sí mismos
las dificultades o las amenazas del mundo exterior.

La literatura para niños y jóvenes puede
ser un buen acompañante de los momentos de duelo de la
infancia y la adolescencia, al tiempo que va armando el camino
hacia la literatura de hondura, de mucho cuerpo y forma, la que
indaga cuestiones ideológicas que convocan el pensamiento
y el interrogante nuevo. La literatura juvenil, más acorde
con las posibilidades intelectuales y emocionales de lectores en
formación, resulta un buen estímulo para orientar
la búsqueda de realidades diferentes a las que se suceden
en la vida de todos los días.

  • 3. La ideología presente en el
    texto
    : toda obra literaria contiene en su textura un
    sistema de ideas, una visión del mundo.

El escenario de
la literatura infantil: de qué se trata esta literatura y
por qué importa saberlo

(DIAZ RÖNNER)

La literatura para chicos trata de muchas cosas que
nunca están superpuestas: de las palabras y las
multiformas que cada escrito les otorga. La literatura trata del
lenguaje de sus resplandores en pugna. En pocas ocasiones se
ubica al lenguaje como el protagonista específico de una
obra literaria infantil.

El abordaje de los libros para chicos está
entorpecido por una lectura arquetípica por la que se les
prohíbe a los chicos insertarse en el mundo social y
cultural. Tal arquetipismo se delinea en base a artificiosas
concepciones que los grandes alzan como hegemónicas,
escudándose mayormente en la ambigüedad que el
estadio de la propia infancia conlleva.

  • 1. Primera intrusión: la
    psicología y la psicología evolutiva
    : al
    mirar la literatura infantil desde la psicología
    evolutiva, abreviamos toda escritura que la legitima y
    construye porque desconectamos al sujeto infantil de la
    realidad o entorno en el que está inserto. Lo bien
    hecho, provoca placer, y aquello que es bueno persiste en el
    tiempo. La perspectiva psico-evolutiva es útil para
    determinar un "desde" que edad se sugiere tal o cual
    texto.

  • 2. Segunda intrusión: la
    pedagogía y su exceso
    : un erróneo manejo de
    la pedagogía se torna un pedagogismo infecundo. La
    literatura es un texto verbal establecido en un estatuto
    autónomo, la escritura; y además la literatura
    tiene una pluralidad de significados que el mismo texto
    provee al lector. Este criterio nos aproxima a lo disperso,
    lo inventado y transgresor que todo hecho literario acarrea.
    Hablar del mensaje de un texto literario implica asfixiar la
    multi-variedad que el mismo ofrece, y conduce al
    receptor/multiplicador a manipular una única
    línea de sentido, encajonando el producto en forma
    unidireccional y otorgándole una mono-valencia
    absoluta y comprendida como excluyente.

  • 3. Otras intrusiones no menos importantes
    ¿Atendemos a la ética y a la moral
    ?:
    José Martí dijo lo siguiente: "No decirle a los
    chicos más que la verdad para que no les salga la vida
    equivocada".

  • 4. El último codo de las intrusiones:
    la moralización de las moralidades
    : el discurso
    didáctico que apunta hacia la moral o la moraleja
    engendra verdaderos desconsuelos, ya que desbarata el placer
    por el texto literario para los incipientes lectores. Lo
    literario se subordina a la ejemplificación de pautas
    consagradas que tienden peligrosamente a homogeneizar las
    conductas sociales desde la infancia. Son las instituciones
    las que generan sus propios discursos morales; que no hay una
    única dirección didáctico-moral sino que
    cada institución emite su propio aparato. La
    detección de lo moralizante para los chicos se
    manifiesta en el empleo de cierta lengua y ciertos
    símbolos artificiosos, que repiten los modismos o
    actitudes que los grandes quieren mantener en una clara
    maniobra para seguir vinculados con el tiempo por venir y
    ejercer poder sobre él. La historia, que la literatura
    infantil de tomo moralizador desarrolla y progresa, culmina
    con una "abuenización" donde se levantan los deberes y
    los principios éticos provenientes del sector
    hegemónico, el de los adultos, que quieres así
    proyectarse históricamente.

Delimitación y alcances del hecho
literario. Semejanzas y diferencias entre un texto literario y un
texto no literario

(MARÍA LUISA
MIRETTI)

DELIMITACIÓN
PROBABLE

Un mismo texto puede ser utilizado para
distintos fines. La fuerte influencia de los Formalistas rusos y
sus epígonos han penetrado con fuerza en todas las
corrientes de estudio, focalizando la diferencia en el manejo del
lenguaje como marca distintiva. Al señalar la
desproporción entre significante y significado, observan
que el lenguaje ordinario de uso se alteraba y modificaba,
promoviendo determinados recursos –sonido, imagen, rima,
metáfora- que anunciaban en la obra literaria. La fuerza
de la palabra y la posibilidad del entretejido discursivo inciden
para una posible caracterización, pero tampoco resultan
suficientes.

EL HECHO
LITERARIO

El hecho literario se refiere a la
relación (autor) obra-receptor y sus efectos
transformadores. No apuntamos a la naturaleza de lo escrito sino
a la actitud y a la predisposición de quien decide
acercarse al texto, leerlo y disfrutarlo. Este disfrute o placer
estético nos aproxima al concepto de gratuidad, entendido
como la posibilidad de elegir el medio o la vía para
emocionarnos y cultivarnos con el valor agregado o plus de
satisfacción transformadora. Toda obra es literaria cuando
abandona su carácter de instrumento para transformarse en
un fin en sí misma. Es literaria toda lectura no
funcional, la que satisfaga una necesidad cultural no utilitaria.
Literarios podemos considerar a aquellos textos que permitan la
reproducción de mundos imaginarios por el placer de la
gratuidad.

EN EL CAMPO DE LA
LIJ

La LIJ siempre estuvo condicionada por factores
filosóficos, pedagógicos y culturales. La LIJ
estaba al servicio de la pedagogía y ésta a su vez
intentaba reproducir los modelos sociales requeridos. El avance
de las ciencias, las nuevas concepciones pedagógicas y los
aportes en el campo de la psicología infantil y el
psicoanálisis impulsaron a crear obras literarias con
lenguajes distintos según las edades. Poco a poco el campo
de la LIJ se fue nutriendo de obras y autores que privilegiaron
al niño y al adolescente en su crecimiento interior, su
búsqueda de identidad y autonomía. Junto con la
evolución de las distintas corrientes
psicopedagógicas fueron avanzando en forma
simultánea las corrientes literarias y los nuevos
paradigmas estéticos literarios de la literatura
"mayor".

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE UN
TEXTO LITERARIO Y UN TEXTO NO LITERARIO

Un texto no existe hasta que es interpelado por el
lector. Es el receptor quien le otorga identidad al decidir su
significación, es "quien dice lo que el texto dice", por
lo tanto un texto es la interpretación que le da el
receptor. Todo texto literario ofrece una serie de estrategias
enunciativas que el lector ha de actualizar en el acto que lo
define como sujeto de la lectura. El texto literario se
caracteriza por el tipo de relaciones que mantiene con la
realidad designada. Los textos no literarios encuentran una
correspondencia exacta con el mundo exterior a ellos, los textos
literarios no son portadores de esa correspondencia. Los textos
literarios no se constituyen como una copia o reproducción
de la realidad que existe al margen de ellos. El carácter
polisémico de la literatura permite que cada receptor
desde su horizonte de experiencias elabore hipótesis,
complete los huecos y las indeterminaciones del texto en su viaje
imaginario, del cual saldrá fortalecido porque
habrá interactuado con el texto activamente.

Nuevos
acercamientos a los jóvenes y la lectura

(MICHÈLE PETIT)

Por obra de la lectura los jóvenes pueden estar
mejor armados para participar activamente en su propio destino,
aún en contextos sociales muy desfavorables; que pueden
estar mejor armados para resistir a ciertos procesos de
marginación y para elaborar o reconquistar una
posición de sujeto, en vez de ser solamente objeto en los
discursos de otros. La literatura ayuda a la vida y
alimenta.

El libro debe permitir al lector conquistar la aptitud
de juzgar por sí mismo sin directivas ajenas.

La lectura tiene siempre dos vertientes, marcadas por la
omnipotencia adjudicada al texto escrito y a su vez por la
libertad del lector.

  • 1. Primera vertiente: mucho se ha
    utilizado lo escrito, en forma de trozos cuidadosamente
    seleccionados, para imponer modelos edificantes, e incluso
    para inculcar temor, para someter cuerpos y espíritus,
    para dominar, para incitar a cada uno a quedarse en su
    lugar.

  • 2. Segunda vertiente: los lectores son
    activos, se apropian de esos textos, los interpretan a su
    antojo, deslizando entre las líneas sus deseos y sus
    preguntas: estamos allí ante toda la alquimia de la
    recepción.

Existen tres aspectos sobre la lectura:

  • 1. Primer aspecto: leer ya es un atajo
    privilegiado para tener acceso al saber y a la
    información y eso puede modificar decisivamente
    nuestro trayecto escolar, profesional o social. El saber es
    pensado por los lectores como la llave de la
    libertad.

  • 2. Segundo aspecto: la lectura es
    también un atajo privilegiado para acceder a un uso
    más fluido de la lengua, esa lengua que puede
    constituir una terrible barrera social. Atreverse a tomar la
    palabra o a tomar la pluma, son gestos propios de una
    ciudadanía activa.

  • 3. Tercer aspecto: la mayor o menor
    habilidad para jugar con el lenguaje no anuncia simplemente
    una posición más o menos cómoda en el
    orden social. El lenguaje no puede reducirse al rango de
    instrumento: tiene que ver con nuestra construcción
    como sujetos hablantes. Y escuchando a los lectores se
    alcanza a medir hasta qué punto la lectura puede ser
    un camino privilegiado para construirse a sí mismo,
    para dar un sentido a la propia experiencia, para darle voz
    al sufrimiento y forma a los deseos o a los sueños. Es
    un aspecto a menudo desconocido o subestimado, o derivado
    hacia las lecturas llamadas de evasión o de
    distracción.

El lector elabora un espacio propio donde no depende de
los otros y donde a veces hasta da la espalda a los suyos. Leer
permite descubrir que existe otra cosa. El mismo gesto de la
lectura es ya una vía de acceso a ese territorio de lo
íntimo que ayuda a elaborar o mantener su sentido de
individualidad, al que está unida la capacidad de
resistir.

Entre vacas y
gansos:
escuela, lectura y literatura

(ANA MARIA MACHADO)

Existe actualmente una pregunta que es cómo hacer
para que los chicos lean más. Claro es que no se le puede
obligar a leer; no se puede ordenar a alguien que ame o le guste
algo. La lectura debe vivirse como algo placentero y vital. Lo
que lleva al chico a leer es el ejemplo, y no es algo natural,
sino que es cultural.

En la transición a la adolescencia hay algo que
hace que el joven pierda su ímpetu, y quiera mantenerse en
el mismo nivel de lectura "fácil".

Leer es bueno, útil, importante; se debe
incentivar a los chicos pero a la vez hay que combinarlo con los
dicentes. Pero estos últimos no lees, no viven con los
libros una relación buena, útil e importante, por
lo que no dan el ejemplo y no consiguen transmitir una verdadera
pasión por los libros. Y sin pasión nadie lee de
verdad. Es más un contagio que una
enseñanza.

Cuando los docentes se encuentran frente a una
situación la cual no pueden manejar, tratan a los
niños como gansos, porque le introducen información
solo con el fin de que incorporen mucha información pero
no les interesa si entienden o no; pero también son
tratados en algunos casos como vacas, porque los exprimen para
sacarles un valor agregado.

No se consigue realmente despertar a los jóvenes
a la lectura por medio del ejemplo, o una vez despiertos
mantenerlos interesados a través de la curiosidad. Ejemplo
y curiosidad son dos pies sobre los que debería caminar el
descubrimiento de la lectura.

Libro no es sinónimo de literatura.

Todo ciudadano tiene derecho a poder acceder a la
literatura y descubrir y compartir una herencia humana
común. El placer de leer no significa solamente encontrar
divertida una historia o seguir las peripecias de una trama
atractiva y fácil; además de los placeres
sensoriales que compartimos con otras especies, existe un placer
puramente humano: el de pensar, descifrar, argumentar, razonar,
cuestionar, en fin, unir y confrontar ideas diversas. Y la
literatura es una de las mejores maneras de encaminarnos hacia
ese territorio de refinados placeres.

Todo ciudadano tiene derecho a descubrir qué es
leer literatura, para qué se lee y cuál es el
sentido que eso puede tener en su vida, y sólo entonces
decidir si quiere hacerlo o no. Y todo docente tiene el deber de
hallarse en condiciones de dar al alumno la oportunidad de hacer
este descubrimiento.

Un maestro no es quien siempre enseña, sino
quien, de repente aprende.

La literatura
infantil argentina

(GRACIELA MONTES)

Entretener, enseñar y fantasear, una muy buena
síntesis de lo que sabe argumentar el adulto a favor del
libro infantil.

En la primera mitad del siglo XX los niños
leían Pinocho de Collodi o el Cuore de D"Amicis,
además de leer entre otros, Salgari y Dumas.

Había también revistas infantiles o de
entretenimiento, como la revista Billiken.

Revistas y diarios fueron la lectura
característica de las clases populares urbanas, hijas de
los inmigrantes, en las primeras décadas del siglo.
Allí se publico Cuentos de la selva de Horacio
Quiroga.

En los años 40", Constancio Vigil, empezó
a editar libros para niños. Eran de un estilo
lacrimógeno, bastante en la línea del Berquin de
ustedes los franceses, que a los niños de esta
década no parecía disgustarles.

En la década de los 50" aparecieron los comics,
en lo que se destacaba La pequeña Lulu y Batman.
También había desarrollos historiéticos
locales con temas y personajes muy reconocibles como
Patoruzú, y colecciones de cuentos.

Los autores eran educadores.

Aparecieron los libros ad hoc que respondían paso
a paso a las exigencias curriculares, y escritos en un lenguaje
que seguramente se consideraba prestigioso o hiper-correcto, pero
que resultaba muy poco significativo desde el punto de vista
literario.

La literatura era asociada con la escuela.

La aparición de María Elena Walsh en la
década de los 60" tuvo una enorme importancia, primero
porque venía de la literatura y no de la escuela, y
segundo porque debido a su ascendencia británica, estaba
empapada de una literatura infantil de gran frescura y vitalidad,
como los limericks de Lear. El hecho de que hiciera canciones y
las cantara ella misma con mucho encanto convirtió su
producción en un fenómeno muy popular. Asuntos
propios de la literatura (juegos de palabra, ironías,
encabalgamientos, ritmos, timas, y aliteraciones) se convirtieron
con ella asuntos masivos.

Javier Villafañe fue otra figura interesante,
intelectual y titiritero. Walsh y Villafañe fueron
determinantes.

En la segunda mitad de los 60" aparece Laura Devetach
con una serie de cuentos arraigados en la realidad social,
audaces por su temática y poéticos por su vuelvo. Y
también aparece Elsa Bornemann, que inauguró una
forma de complicidad e intimidad muy novedosa con sus
lectores.

En la época de la dictadura, no se editaban
muchos cuentos nuevos para niños en la Argentina;
además tiempo después los militares obligaron a
quemar gran parte de los libros que se habían
prohibido.

Esta instalación social de una literatura
infantil nueva se debió a vario factores:

  • 1. Un factor se debió a que surgieron
    varios escritores con convicción literario a que
    escribieron textos que resultaron significativos para los
    lectores.

  • 2. Otro factor fue el que hubo muy pocas
    editoriales locales que apostaron con fuerza a esta nueva
    literatura.

  • 3. Otro factor fue la aparición de un
    actor social bastante nuevo: el lector-mediador.
    Bibliotecarios, maestros, padres, libreros, que asumieron la
    defensa de esta nueva instancia literaria no de manera
    institucional sino como algo propio. Se mantenían al
    día, recomendaban o no recomendaban, y tuvieron un
    papel fundamental en la instalación social de los
    textos.

  • 4. Otro factor influyente fue el Plan Nacional
    de Lectura que se puso e marcha en 1985 durante el gobierno
    de Alfonsín y que sirvió para reactivar las
    viejas bibliotecas populares y reanimas la lectura popular en
    todo el territorio.

Entre los logros de la década de los 90" se
podría mencionar el crecimiento sostenido en el terreno de
la ilustración, que tradicionalmente hacia quedado un poco
atrás con respecto a la producción literaria. Y
sobre todo una muy saludable apertura de canales de intercambio
con el testo del mundo y en particular con el resto de
América Latina.

Como una
novela

(DANIEL PENNAC)

  • 1. Derecho a no leer

  • 2. Derecho a saltearse
    páginas

  • 3. Derecho a no terminar un
    libro

  • 4. Derecho a releer

  • 5. Derecho a leer cualquier
    cosa

  • 6. Derecho al bovarismo: el bovarismo es
    esa satisfacción inmediata y exclusiva de nuestras
    sensaciones. Son las sensaciones que re produce la lectura de
    un libro.

  • 7. Derecho a leer en cualquier
    parte

  • 8. Derecho a picotear

  • 9. Derecho a leer en voz alta

  • 10. Derecho a callarse

La poesía
en la primera infancia

(MARÍA ELENA
WALSH)

En el jardín recibe a los niños en la edad
en que parecen más libres y dispuestos a aceptar y
asimilar un sentimiento poético de la vida.

Es preferible que la poesía no forme parte del
temario sino del recreo, que se integre más en el juego
que en la instrucción.

La convicción y el contenido afectivo con el que
el maestro ofrezca la poesía a los niños es otro
factor importante.

La poesía es el juego de la versificación
y la imaginación; eso existe de manera espontánea,
por ejemplo en las comunidades campesinas de algunos
países.

La función primordial de la poesía para
los niños en edad prescolar es proporcionar placer,
alegría, ser en definitiva una modesta forma de
felicidad.

El niño ama especialmente lo que no entiende.
Aprendió a enamorarse muy temprano del simple sonido de
las palabras y en sus posibilidades de juego. Estos juegos
verbales difícilmente puedan ser improvisados; si no
provienen del folclore o de un auténtico poeta.

El disparate es el juego silábico sin sentido
(jitanjáfora). Las situaciones y personajes disparatados
siempre existieron en la tradición de los pueblos. El
llamado disparate, cuando proviene del folclore o de un poeta es
un elemento de doble fondo: actúan sobre él, de
manera casi mágica, influencias subconscientes que le dan
una lógica implacable, como son implacables las leyes
lógicas de la más disparatada imaginación
infantil.

La poesía destinada al niño en edad
preescolar pertenece al reino de la imaginación y del
juego más que al de la didáctica. El reino de la
imaginación no tiene fronteras, los personajes son
naturales de cualquier país.

La poesía para niños es aparentemente
escasa, pobre y poca entre nosotros, pero la maestra jardinera
está en condiciones de incrementarla realizando su
pequeña antología personal, hecha de fragmentos, de
consultas a viejas recopilaciones, tratando siempre de preservar
lo que pertenezca al repertorio folclórico.

El escritor busca una comunicación con sus
semejantes, en general no considera que el niño sea su
semejante, sino su inferior. Entre los literatos se puede
considerar de manera un tanto despectiva la actividad de escribir
para niños.

Poesía no es solo transmisión o
memorización de versos. Es por sobre todo una actitud
frente a la vida, una forma de sensibilidad. Los
espectáculos visuales también pueden conformar o
des-formar en el niño un sentimiento poético de la
vida.

Escribir para niños significa reconstruir,
recoger piezas dispersas de un gran rompecabezas. Reconstruir o
reinventar una tradición rota o fragmentada. Reconstruir
datos dispersos en la propia infancia. Reconstruir la infancia de
los niños actuales amenazados en su inocencia por toda una
sociedad de insensibles, reconstruir de alguna manera la
relación a menudo defectuosa entre padres y niños.
Un verso, una canción puede ser lazos de reunión.
La poesía es, reconstrucción y
reconciliación, es el elemento más importante que
tenemos para no hacer de nuestros niños ni robots ni
muñecos conformistas, sino para ayudarlos a ser lo que
deben ser: auténticos seres humanos.

Lo
fantástico, el lenguaje y la
poesía

(JACQUELINE HELD)

EL APRENDIZAJE DEL LENGUAJE Y EL
GUSTO POR LAS PALABRAS EN EL NIÑO

Cuando un niño muy pequeño,
sumergido en un baño de lenguaje adulto, descubre los
sonidos y poco a poco se los apropia, sus primeros ensayos toman
forma a la vez de aprendizaje, de ejercicio, de juego: el bebe
arrulla, vocaliza las sílabas, las repite sin cesar, se
las canta. El bebe pequeño saborea la sílaba y
más tarde la palabra, la repite sin cansancio hasta
embriagarse, hasta aturdirse.

El niño, mientras no haya sido
normalizado, permanece por completo en este campo pleno y primero
del lenguaje disparatado, desinteresado, en fin, no utilitario.
Los niños más pequeños cantan por sí
mismo las comptines, las transforman, las prolongan.

La infancia es la edad propia del juego
verbal; de la comptine al juego de palabras, el juego de los
sonidos y de los muchos educadores, conciben el aprendizaje de la
lengua como algo serio y normativo.

EL NIÑO Y LA SELVA DE
PALABRAS. IMPORTANCIA DEL BAÑO DEL
LENGUAJE

Al niño le gusta crear palabras
tanto como crear seres a partir de las palabras.

El lenguaje antes de la intervención
normativa adulta se recibe como algo misterioso, por lo tanto
multiforme, plástico. Material para formar, deformar,
construir, reconstruir, hasta el infinito.

Uno de chico quiere a una palabra por su
belleza y la repite hasta el cansancio. Allí quizás
reside el sentido más profundo de la asimilación
entre infancia y poesía. Podemos estar fascinados sin
comprender el sentido literal.

Las palabras representan una sustancia
plástica y maleable a voluntad. Hay palabras que en
algunas combinaciones, perdieron su sentido primitivo cabal,
mientras que por el contrario otras lo conservaron.

LENGUAJE HERRAMIENTA Y LENGUAJE
CREADOR

Existe un lenguaje claro, evidente, simple. Simple con
seguridad debe serlo, porque su cualidad principal será la
de hacer posible todo equívoco, toda ambigüedad, la
de ser inmediatamente comprendido por todos. Es y debe ser
unívoco. Es el lenguaje de la lógica ordinaria que
rige nuestras relaciones cotidianas con los demás.
Lenguaje, además, de la ley científica y de sus
aplicaciones técnicas. Un símbolo corresponde a una
realidad, y a una sola.

La poesía y lo fantástico se sitúa
en el polo opuesto de este uso social del lenguaje, porque la
magia de la palabra nace del uso imprevisto. Palabra totalmente
nueva o palabra surgida de un contexto y de una
significación rutinarios. Lenguaje en marcha a
perpetuidad, que se crea y crea. La palabra da vida, hace existir
personajes atractivos y pintorescos.

La poesía y lo fantástico tienen en
común su pertenencia a esta esfera en la que nos hacen
penetrar y donde la palabra es en sí misma entidad
fantástica: la palabra tiene la pretensión de
representar la totalidad de lo real, despegándose de lo
real, instaurando el margen del más allá, de lo
otro, de lo posible, del espejo, con su entrada y salidas
secretas, como lo testimonian, entre otros, los universos
fantásticos de Lewis Carroll o de Edward Lear. Pasamos
constantemente del plano del lenguaje común al del
lenguaje absurdo, anormal. Y ese lenguaje anormal hace que emerja
otro mundo donde reinan una inestabilidad y un terror deliciosos,
semejantes a aquel en que nos sumerge la entrada en el mundo de
los ogros y las brujas.

Cuando el lenguaje no sirve ya para dar órdenes o
para describir, el color para camuflar, la casa para vivir, la
planta para alimentar, entonces comienzan el poema, la pintura,
el palacio, y el parque.

Evolución
del niño. Angustia y fantasía

(JACQUELINE HELD)

NO TEMAS, SINO
ATMÓSFERA

Los niños no se asustan por el
dibujo de monstruos, a no ser que el adulto insista sobre su
carácter perverso.

Los dragones de Karen Capek no tienen nada
de turbador. Ni los fantasmas o gigantes de Oscar Wilde. Ni las
brujas de Pierre Gripari o los monstruos de Sendak. Porque se ha
creado un clima de humor, de modo que el niño sabe que es
para reír.

Leídos en voz alta o contados,
efectos e impactos muy diferentes según el lector tome un
tono serio e introduzca, al contrario, ese distanciamiento del
humor que hace desaparecer la angustia.

El abuelo o abuela que asustan al
niño diciéndole que se lo van a comer, no asustan
en la mayoría de los casos. Todo está en
función del amor real que entrega al niño que
éste siente muy bien. Función también del
clima de tierno humor.

CRITERIOS DEL ADULTO Y REACCIONES
DEL NIÑO

Por ejemplo el niño dice que el lobo
es bueno porque no se comió la torta.

¿QUIÉN ESTA
TRAUMATIZADO? ¿POR QUÉ?

Toda imagen es traumatizante en la medida en que corta
las angustias de un niño ya perturbado. Toda imagen puede
llegar a ser pretexto de bloqueos en el niño perturbado,
pero muy felizmente, la gran mayoría de los niños
no reaccionan así.

Un niño ya perturbado muy bien podrá ser
trastornado por cualquier objeto cotidiano. Ejemplo dado por
Freud: el motivo de la angustia no es aquí ni la bruja, ni
el lobo, sino el caballo, el caballo de carne y hueso.

Introducción. La lucha por el
significado

(BRUNO BETTELHEIM)

Solamente en la edad adulta podemos obtener una
comprensión inteligente del sentido de la propia
existencia en este mundo a partir de nuestra experiencia en
él. Existen padres que exigen que las mentes de sus hijos
funcionen como las de ellos.

La tarea más importante, y a la vez, más
difícil en la educación de un niño es la de
ayudarle a encontrar sentido en la vida. El niño mientras
se desarrolla, debe aprender, paso a paso, a comprenderse mejor;
así se hace más capaz de comprender a los otros, y
de relacionarse con ellos de un modo mutuamente satisfactorio y
lleno de significado.

Sólo la esperanza puede sostenernos en las
adversidades.

Si se educara a los niños de manera que la vida
tuviera sentido para ellos, no tendrían necesidad de
ninguna ayuda especial.

Los primeros relatos a partir de los que el niño
aprende a leer, en la escuela, están diseñados para
enseñar las reglas necesarias, sin tener en cuenta para
nada el significado. La llamada literatura infantil intenta
entretener o informar, o incluso ambas cosas a la vez. La
adquisición de reglas, incluyendo la habilidad en la
lectura, pierde su valor cuando lo que se ha aprendido a leer no
añade nada importante a la vida de uno.

Lo peor de los libros infantiles es que estafan al
niño, lo que éste debería obtener de la
experiencia de la literatura: el acceso a un sentido más
profundo, y a lo que está lleno de significado para
él, en su estadio de desarrollo.

En toda literatura infantil no hay nada que enriquezca y
satisfaga tanto, al niño y al adulto, como los cuentos
populares de hadas. Los cuentos de hadas enseñan bien poco
sobre las condiciones específicas de la vida en la moderna
sociedad de masas; estos relatos fueron creados mucho antes de
que ésta empezara a existir. De ellos se puede aprender
mucho sobre los problemas internos de los seres humanos, y sobre
las soluciones correctas a sus dificultades en cualquier
sociedad, que a partir de otro tipo de historias al alcance de la
comprensión del niño. Al estar expuesto, en cada
momento de su vida, a la sociedad en que vive, el niño
aprenderá a competir con las condiciones de
aquélla, suponiendo que sus recursos internos se lo
permitan.

El niño necesita una educación moral que
le transmita, sutilmente, las ventajas de una conducta moral, no
a través de conceptos éticos abstractos, sino
mediante lo que parece tangiblemente correcto y por ellos, lleno
de significado para el niño.

El niño encuentra este tipo de significado a
través de los cuentos de hadas. Al ser repetidos una y
otra vez, los cuentos se han refinado y han llegado a transmitir,
al mismo tiempo, sentidos evidentes y ocultos.

LOS CUENTOS DE HADAS Y EL CONFLICTO
EXISTENCIAL

Tanto en el niño como en el adulto, el
inconsciente es un poderoso determinante del
comportamiento.

La creencia común de los padres es que el
niño debe ser apartado de lo que más le preocupa:
sus ansiedades desconocidas y sin forma, y sus caóticas,
airadas e incluso violentas fantasías. Muchos padres
están convencidos de que los niños deberían
presenciar tan sólo la realidad consciente o las
imágenes agradables y que colman sus deseos, es decir,
deberían conocer únicamente el lado bueno de las
cosas.

Está muy extendida la negativa de dejar que los
niños sepan que el origen de que muchas cosas vayan mal en
la vida se debe a nuestra propia naturaleza. Por más que
se quiera inculcar al chico de que los hombres son naturalmente
nuevos, el niño sabe que ellos no siempre son
buenos.

El objetivo del psicoanálisis es el de hacer que
la vida sea más fácil. El psicoanálisis se
creó para que el hombre fuera capaz de aceptar la
naturaleza problemática de la vida sin ser vencido por
ella o sin ceder a la evasión.

Los cuentos de hadas transmiten mensajes de diversas
maneras; que lucha contra las distintas dificultades de la vida
inevitable, es parte intrínseca de la existencia humana;
pero si uno no huye, sino que se enfrenta a las privaciones
inesperadas y a menudo injustas, llega a dominar todos los
obstáculos alzándose victorioso.

Partes: 1, 2, 3

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