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Plan estratégico de desarrollo sostenible para Santo Domingo (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Se procura en esta segunda dimensión una
superación no sólo en el Estado, sino
también en la sociedad, en la cual persisten ideas y
conductas políticas en las que el Estado y los gobernantes
se apoyan para justificar sus errores, su incapacidad y sus
ineficiencias: las irregularidades de costumbre, la
concentración y personalización del mando, el
favoritismo, la hipertrofia burocrática, el verticalismo
excesivo y la exclusión social, etc.

Un aspecto crucial en la reforma al Estado a emprender,
es definir claramente los objetivos que se persiguen con la
misma. Así, podemos resumir como los objetivos generales
de la reforma del Estado en la República Dominicana, los
siguientes:

1) Inducir una nueva cultura política y social
dirigida a superar el autoritarismo, el centralismo, la
ineficiencia burocrática y la corrupción que aun se
manifiestan en la vida política y la administración
del Estado.

2) Definir y formular políticas claras, globales,
sectoriales y sub-nacionales sobre la reforma del
Estado.

3) Contribuir a establecer una nueva Constitución
política, que distribuya racionalmente las competencias y
deberes entre las diferentes instancias del poder público
y los distintos sectores y demarcaciones territoriales de la
sociedad.

4) Crear mecanismos institucionales que hagan efectivo
el libre ejercicio de los derechos políticos,
económicos y sociales de todos los ciudadanos por
igual.

5) Perfeccionar el sistema electoral para que los
dirigentes políticos sean cada vez más la fiel
representación de la voluntad de la
nación.

6) Garantizar la progresiva democratización,
capacitación y transparencia de los partidos y
agrupaciones políticas.

7) Conformar un verdadero estado de derecho para toda la
población.

8) Reducir la macrocefalia y la dispersión
organizacional que prevalecen en el gobierno central.

9) Descentralizar progresivamente la función
pública, transfiriendo más recursos y atribuciones
a los niveles subnacionales de autoridad y a la sociedad
civil.

10) Reorganizar, simplificar y hacer más eficaz y
transparente la administración pública, con la
ayuda de las ciencias de la administración y de las
modernas tecnologías informáticas.

3.3.2 REFORMAS IMPLEMENTADAS

A partir de esos objetivos generales, el Consejo
Nacional de Reforma del Estado ha definido como metas
específicas a alcanzar durante la presente
administración 2000-2004, las siguientes:

  • A. Las reformas
    políticas

a) La Reforma Constitucional

b) La Reforma en los Partidos y Agrupaciones
Políticas VII Congreso Internacional del CLAD sobre la
Reforma del Estado y de la Administración Pública,
Lisboa, Portugal, 8-11 Oct. 2002

c) Las Reformas Político-Electorales

d) Las Reformas Legislativas

e) Las Reformas en el Congreso Nacional

f) Las Reformas en la Justicia

g) La Reforma y Modernización Policial

h) Las Reformas en las Relaciones Exteriores

  • B. La descentralización del
    estado

  • C. Las reformas de la administración
    pública

  • D. Las reformas
    económicas

a) La Reforma Financiera

b) La Reforma en la Agropecuaria

c) La Reformulación de la Política
Minera

E. Las reformas sociales

a) Las Reformas en la Salud

b) Las Reformas en el Sistema de Seguridad
Social

c) Las Reformas en la Educación

d) Las Reformas del Sector Cultural

e) El Desarrollo de la Protección de los Recursos
Naturales y Medio Ambiente

f) Las Reformas en el Régimen de Agua

g) La Reforma en la Política hacia la
Comunidad

h) Estrategias de Desarrollo Urbano

i) La Reforma en el Sector Transporte

3.4 MODERNIZACIÓN DEL ESTADO

De acuerdo a Kingdon (1995), para que un problema social
se transforme en una política pública debe abrirse
una "ventana de oportunidad", en la cual confluyan tres
corrientes, la de los problemas (percepciones sociales de la
ciudadanía y actores sociales relevantes), la de la
política (correlaciones de poder), y la de las
políticas públicas (soluciones
tecno-burocráticas a las problemáticas
planteadas)[37].

En la República Dominicana, durante el periodo
2004-2008 se verificó un ambicioso proceso de reforma del
marco legal que norma los principales sistemas transversales de
gestión financiera, presupuestación,
planificación y recursos humanos del Gobierno Dominicano.
En total se han modificado o aprobado unas 12 leyes, con sus
respectivos reglamentos operativos, a saber:

a. Ley Orgánica de la Secretaría de
Economía, Planificación y Desarrollo.

b. Ley Orgánica de la Secretaría de
Hacienda.

c. Ley que regula el sistema nacional de
planificación e inversión publica.

d. Ley Orgánica de Presupuesto.

e. Ley de Compras y Contrataciones.

f. Ley de Crédito Público.

g. Ley de Tesorería.

h. Ley de Control Interno.

i. Ley del Sistema Integrado de Administración
Financiera del Estado.

j. Ley de la Función Pública y de la
Secretaría de Administración
Pública.

k. Ley de Autonomía de la Dirección
General de Aduanas.

l. Ley de Autonomía de la Dirección
General de Impuestos Internos.

La respuesta a la crisis financiera del 2002-2004 fue
encabezada por la nueva administración del Presidente
Fernández, quien asume el gobierno en agosto del 2004. La
respuesta fue doble, por un lado mejorar las finanzas
públicas mediante dos reformas tributarias. Por otro lado,
recuperar la confianza perdida de los agentes económicos a
través de la firma de un acuerdo stand-by con el Fondo
Monetario Internacional, el cual incluía condicionalidades
de desempeño macroeconómico y de índole
institucional. Dentro de las últimas se incluía la
modificación del marco legal de la gestión
presupuestaria, financiera y de planificación. (BCRD 2005)
El 75% del paquete legislativo anteriormente mencionado estaba
incluido dentro de las condicionalidades del acuerdo con el FMI
como criterios de desempeño estructural, y el gobierno
dominicano debía dar cuenta periódica de los
avances alcanzados. Si nos concentramos en las modificaciones de
los sistemas transversales de gestión pública
(recursos humanos, administración financiera,
planificación, presupuestación y control) dicho
porcentaje se eleva a 90% (BCRD 2007)

La implementación y sostenibilidad de las
reformas

Los modelos tradicionales de política
pública asumen la etapa anterior de toma de
decisión como el núcleo del ciclo de
políticas, relegando la etapa de implementación a
una dimensión meramente logística o administrativa
que puede delegarse en personal jerárquico de segundo
nivel.

Un aspecto fundamental en esta fase es la
distinción entre reformas que se desarrollan
primordialmente en la esfera pública, y aquellas que lo
hacen en la esfera burocrática
intra-gubernamental.

Los cambios institucionales describen las
características siguientes:

  • a) No se tiene un impacto directo en amplios
    segmentos poblacionales.

  • b) Los efectos de la reforma no son
    fácilmente percibidos por el público, sino por
    los actores internos gubernamentales.

  • c) Los riesgos y potenciales beneficios son
    más bajos que si la reforma se efectuase en la arena
    pública. No se pone en juego la legitimidad o
    estabilidad del régimen, ni la
    gobernabilidad.

  • d) Los costos y beneficios se concentran en
    actores y organismos intra-gubernamentales, generando
    importantes transferencias de poder dentro de la
    burocracia.

  • e) Requieren alto experticio técnico y
    administrativo.

  • f) El marco temporal es relativamente largo, lo
    cual genera retos gerenciales y abre la posibilidad para
    acciones de oposición activa, resistencia pasiva y
    sabotaje clandestino.

3.5 GENERACION DE EMPLEOS

Probablemente la más importante de las
capacidades humanas es la de generación de ingresos
propios. La libertad humana no puede ser compatible con una
situación en la que las personas no sean capaces de
satisfacer sus necesidades fundamentales o cuando para
satisfacerlas quedan en una situación de dependencia, bien
sea de la asistencia pública o de las relaciones sociales
primarias. Por lo tanto, para la población en edad y en
condiciones de trabajar, el empleo es el creador de capacidades
por excelencia.

Al igual que otras capacidades, tener un empleo que
permita ampliar las libertades de una persona depende tanto de
las condiciones personales de quien busca trabajo como de sus
niveles de educación y salud, así como de factores
externos (lugar en que se nace, nivel de actividad
económica, etc.)

El Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste, Santo Domingo
Norte y Boca Chica tenían un desempleo promedio durante
2006 superior a la media nacional (16.2%), mientras que Santo
Domingo Este y Santiago tienen un desempleo inferior a la
media.

En todos los municipios, el desempleo femenino supera
más del doble el desempleo masculino, con excepción
de Santo Domingo Norte, que es 3.10 veces.

Las Zonas Francas

El Censo 2002 registraba 163 mil personas que trabajaban
en zonas francas y para el mismo año el Consejo Nacional
de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) reportó 170
mil, cifras de magnitudes similares.

Según el Censo 2002, un 5.2% de las personas que
trabajaban estaban ocupados en las zonas francas del país.
De ese total, un 35% estaba en Santiago, un 14.3% en el Distrito
Nacional; entre un 10% y un 11%, en San Pedro de Macorís y
San Cristóbal, y alrededor de un 7% en La Romana y La
Vega. Estas seis provincias absorbían el 85% del empleo
total de zonas francas del país.

El peso del empleo directo de zonas francas al interior
de la provincia era diferente. En Santiago, San Pedro de
Macorís y La Romana era superior al 14%; es decir, el
empleo de zonas francas tenía una incidencia que era casi
tres veces más importante que el promedio nacional. En San
Cristóbal y La Vega, el empleo de zonas francas era un 60%
superior al promedio del país, y en el Distrito Nacional
era menos de la mitad, aunque en términos absolutos estaba
en segundo lugar, después de Santiago.

Entre el año 2000 y 2006, el empleo de zonas
francas pasó de casi 197 mil a poco más de 148 mil,
lo que significó pasar de 6.5 ocupados en zonas francas
por cada 100, en el 2000, a 4.3, en 2006. Se perdieron en total
48,500 empleos. El 80% de la pérdida se concentró
en cuatro provincias:

• Santiago, que acumuló el 28% de la
pérdida total en los seis años, lo cual
significó más de 13 mil empleos menos, llevando el
nivel de empleos directos de las zonas francas en 2006 a un 22%
por debajo del que tenía en 2000. El registro de las
pérdidas de empleos indica que los años de mayor
intensidad de pérdidas fueron 2001, 2005 y 2006,
según el Consejo Nacional de Zonas Francas de
Exportación (CNZFE).

Las estadísticas de empleo y desempleo que recoge
el Banco Central en la Encuesta de Fuerza de Trabajo muestran que
la tasa de desempleo del municipio de Santiago en 2006 era de un
13.3%, más baja que el promedio nacional de ese año
de 16.2%. Según estas cifras, la fuerza de trabajo total
del municipio ronda las 300 mil personas, de las cuales casi 40
mil estaban desempleadas y de ellas, 23 mil eran cesantes.
Durante el año 2006, el desempleo aumentó un 0.7%
entre abril y octubre, lo que significó una pérdida
de 3,500 empleos, en términos absolutos, en esos seis
meses.

En síntesis, las cifras del CNZFE y del Banco
Central, si bien reportan un aumento del desempleo no reflejan
las magnitudes que se han venido denunciando públicamente
de 30, 40 y hasta 50 mil empleos. Aquí cabrían dos
hipótesis: que los instrumentos estadísticos del
Banco Central y el CNZFE son deficientes y no captan la magnitud
del desempleo en toda su intensidad o que estamos en presencia de
un problema real, acrecentado por el capital social de la
región Norte del país. Sin embargo, la respuesta a
esta disyuntiva requiere más investigación que
escapa a los límites de este informe.

• La Romana perdió más de 10 mil
empleos en total, que representa el 21% de las pérdidas
totales, lo que significó bajar el nivel de empleos
durante 2006 al 40% del que tenía la provincia en el
año 2000[38]

En términos relativos, la pérdida de
empleos de zonas francas en esta provincia ha sido mucho
más intensa que en Santiago; sin embargo, la capacidad de
movilización social ha sido menor.

• En San Pedro de Macorís las
pérdidas fueron ligeramente más bajas en
términos absolutos, lo que implicó bajar el nivel
de empleos al 60% del que se tenía en 2000.

• La Vega fue el cuarto gran perdedor de empleos:
casi la mitad de lo que tenía en el año 2000.
Finalmente, otro grupo de provincias registró
pérdidas marginales de empleos. Por su parte, el Distrito
Nacional, Montecristi, Hato Mayor registraron una leve ganancia
de puestos de trabajo.

Las provincias del turismo

En 2006, República Dominicana contaba con 63.3
mil habitaciones y 695 hoteles repartidos en toda la
geografía nacional. Sin embargo, el 72% de los hoteles y
el 68% de las habitaciones estaban concentrados en dos
provincias: La Altagracia y Puerto Plata.

Entre 2002 y 2006, el número de habitaciones
aumentó en 8.6 mil. La provincia La Altagracia
concentró el 76.5% de las habitaciones nuevas y Puerto
Plata, el 12.4%. En el mismo período San Pedro de
Macorís perdió el 8.3% de sus habitaciones y
Samaná ganó el 7.9%. Es decir, las dos primeras se
consolidan como los principales polos de desarrollo
turístico, mientras que Samaná se convirtió
en un polo emergente y San Pedro de Macorís en uno que se
desvanece.

Para los fines de este informe solamente consideraremos
a La Altagracia y Puerto Plata como provincias turísticas.
Éstas ocupan una extensión equivalente al 10% del
territorio nacional, con una población que representa el
5.8%, siendo La Altagracia la segunda provincia en
extensión del país, con un territorio 62%
más grande que el de Puerto Plata; pero con una
población menor, equivalente al 58% de esta
última.

ACCIONES GENERALES PARA LA CREACIÓN DE
EMPLEO

Acciones positivas

  • Hacia los principios comunes de la
    flexiguridad

  • Promover la solidaridad entre las
    generaciones

  • Asociación para el crecimiento y el empleo:
    programa comunitario de Lisboa

  • Programa comunitario para el empleo y la solidaridad
    social (PROGRESS)

  • Política de cohesión en apoyo del
    crecimiento y el empleo

  • Fondo Social Europeo (FSE): 2000-2006,
    2007-2013

  • Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER):
    2000-2006, 2007-2013

Lucha contra el desempleo y el trabajo no
declarado

  • Intensificar la lucha contra el trabajo no
    declarado

  • Modernizar los servicios públicos de
    empleo

  • El trabajo no declarado

  • Inmigración, integración y
    empleo

  • Modernización de los sistemas de
    protección social para hacer que el trabajo sea
    rentable

  • Reestructuraciones y empleo

PROMOCIÓN SECTORIAL DE LA CREACIÓN DE
EMPLEO

Creación de empleo a través de la
política de empresa

  • Acceso de las empresas a la
    financiación

  • Acompañar los cambios estructurales: una
    política industrial para la Europa ampliada

3.5.1 RIQUEZAS Y BIENESTAR

Riqueza

En líneas anteriores hemos denominado a la
totalidad de los bienes de que dispone una persona su
posesión de bienes y hemos designado a la totalidad de los
bienes económicos de que dispone un sujeto
económico como su riqueza. Por consiguiente, no pueden
considerarse como partes de su riqueza los bienes no
económicos de que dispone un sujeto o agente
económico, ya que no son objeto de sus
actividades.

Hemos visto también que bienes económicos
son aquellos cuya cantidad disponible es menor que la necesidad
que se tienen de los mismos. Así pues, la riqueza
podría también definirse como "la totalidad de
aquellos bienes de que dispone un sujeto económico, cuya
cantidad es menor que la necesidad de los mismos. Por
consiguiente, es una sociedad en la que pueda disponerse de todo
tipo de bienes en cantidades siempre superiores a su necesidad no
habría ni bienes económicos ni "riqueza". La
riqueza es, pues, una medida para el grado de plenitud con que
una persona que desarrolla su actividad económica en
igualdad de situación con otras puede satisfacer sus
necesidades. Pero no es una medida absoluta, porque el supremo
bienestar de todos los individuos de una sociedad se
alcanzaría cuando las cantidades de bienes disponibles de
esta sociedad fueran tan grandes que nadie necesitara poseer
riquezas.

Estas observaciones podrían contribuir a la
solución de un problema que, en razón de las
aparentes antinomias de que adolece, es muy adecuado para
suscitar desconfianza sobre la exactitud de los principios
básicos de nuevas ciencia. Ya se ha aludido antes al hecho
de que una continua multiplicación de los bienes puestos a
disposición de los agentes económicos
acabaría por despojarlos de su carácter
económico, de modo que las partes constitutivas de la
riqueza tendrían que ir disminuyendo continuamente.
Surgiría entonces la auténtica contradicción
de que una continuada multiplicación de los
objetivos-riqueza tendría como consecuencia inevitable la
disminución de estos mismos objetos.

Bienestar

El PBI no es la única forma de medir el bienestar
en una sociedad. Veamos dos medidas que pueden servir como
indicadores de bienestar en una economía:

  • Nivel de empleo y reducción del
    desempleo

  • Distribución uniforme del ingreso y
    reducción de la pobreza

  • Cada una de estos indicadores tiene un significado
    especial.

Reducción del desempleo

La reducción del desempleo es una cuestión
de difícil solución. Si vemos que la
tecnología en muchas sociedades lleva a la eficiencia de
la maquinaria y equipo, reduciendo los requerimientos de la
participación humana en los procesos productivos, esto ya
señala un ambiente favorable al incremento del
desempleo.

La reducción del desempleo no depende en forma
directamente proporcional del nivel del PBI. Por el contrario,
los eventos que llevan a incrementar el PBI pueden estar
asociados al incremento del desempleo. El economista
norteamericano John Kenneth Galbraith llama la atención
sobre esta importante cuestión. Galbraith también
resalta la idea de que el mayor consumo no genera bienestar en
forma proporcional, por lo que sugiere el diseño de nuevos
estilos de consumo que sean menos veloces, pero más
cuidadosos. Indica galbraith que los nuevos estilos de consumo
pueden servir para reducir el problema de desempleo. Para ello,
no obstante, se requiere la fundamental participación del
Estado.

Bienestar es el sentir de una persona al ver satisfechas
todas sus necesidades en materia fisiológica,
psicológica y físico-psicológica, en el
presente, así como contar con expectativas alentadoras le
sustenten en su componente aspiracional. Los anhelos a futuro, y
la posibilidad de poderlo realizar en el inmediato, corto y
mediano plazo, son de vital importancia en dicho
sentir.

Bienestar social -visto lo anterior-, se traduce en la
saciedad que experimentan los individuos que componen una
comunidad en materia de sus necesidades –desde las
más vitales, hasta las más superfluas-, así
como la prospectiva aspiracional y su factibilidad de
realización al menos en un lapso que les es
admisible.

El bienestar social, parte del bienestar
económico el cual tiene que ver con la forma en que se ha
dado el reparto económico en una comunidad, y la
retribución o remuneración tanto al trabajo
realizado, como a los riesgos que toda empresa económica
involucra. Así, el bienestar económico suple las
necesidades patrimoniales de los individuos y es garante de la
perpetuidad del "confort" de los mismos en el ámbito de la
herencia del mismo, y las mejorías que implican los
anhelos de estos.

No se debe confundir la acepción de "bienestar
socio-económico" con el de "confort". El bienestar
económico, es con base al "sentir" de las personas en
relación a su situación patrimonial,
remuneración laboral, expectativas de vida,
apreciación de justicia e impunidad (estado de derecho),
accesibilidad a servicios públicos, condición
social, entre otros aspectos. El confort sólo es la
comodidad que brinda la sola situación patrimonial. La
comodidad doméstica
(conformidad)[39].

Tradicionalmente los economistas han querido medir el
bienestar económico a través de la manera justa o
injusta en que se da la distribución del ingreso. El
reparto económico está en íntima
relación con la distribución de la riqueza. Por lo
mismo, más que de la distribución del ingreso, se
debe hablar del reparto económico, como un aspecto
relevante para medir el bienestar económico, y con ello,
en parte el bienestar social.

"Bienestar Social" es un término del bagaje
económico que denota algo más que la abundancia de
bienes y servicios a la que tiene acceso una comunidad. El
aspecto más relevante que debe ser considerado con
relación a esto, es el aspecto de la justicia y justeza
distributiva (esta última entiéndase como la manera
adecuada de la distribución), en materia de la riqueza
económica existente. Por lo mismo, este término
denota una situación que tiene que ver tanto con aspectos
patrimoniales, como de interacción social y estado de
derecho.

3.5.2 CRECIMIENTO ECONÓMICO

Es un concepto relativamente nuevo dentro de la historia
humana. El crecimiento del PIB por años fue muy bajo por
lo que no se tomo a consideración en los pensadores de la
época. Fue hasta después de 1800 que el PIB per
capita podía cambiar el nivel de vida en tan solo una o
dos generaciones.

Las tasas de crecimiento difieren entre naciones y una
variación en la misma en el periodo de un año tiene
gran impacto sobre el nivel de ingreso per capita en un periodo
prolongado.

Cuando un país tiene una tasa de crecimiento en
su PIB de X% anual toma 70/X años duplicar el
ingreso.

El crecimiento de los ingresos se puede dividir en dos
categorías principales: crecimiento por aumento de las
rentas (capital, trabajo) y aumentos de productividad (las nuevas
tecnologías). A largo plazo, el progreso
tecnológico es necesario a fin de mejorar los niveles de
vida, ya que no es posible aumentar las rentas indefinidamente
mediante el trabajo, y el intento de añadir capital al
proceso de producción constantemente topará
necesariamente con amortizaciones marginales en
disminución (véase fundamentos de teoría de
la producción).

El ritmo o tipo de crecimiento económico puede
tener importantes consecuencias para el medio ambiente (el clima
y el capital natural de los ecosistemas). La preocupación
por los posibles efectos negativos del crecimiento sobre el medio
ambiente y la sociedad ha llevado a ciertos sectores
científicos a defender niveles de crecimiento menores, de
donde viene la idea del crecimiento económico y los
partidos verdes, que piensan que las economías nacionales
son parte de una sociedad mundial y de un sistema
ecológico global, por lo que no pueden explotar su
capacidad de crecimiento natural sin dañarlos.

El científico canadiense David Suzuki
afirmó en los años 90 que los ecosistemas
sólo pueden soportar un crecimiento anual de entre un 1,5
y un 3 % anual, y que por lo tanto cualquier intento de
conseguir mayor rendimiento por parte de la agricultura o los
bosques necesariamente acabará por canibalizar el capital
natural del suelo o los bosques. Hay quien piensa que este
argumento se puede aplicar incluso a las economías
más desarrolladas. Los economistas convencionales opinan
que las economías avanzan gracias a los avances
tecnológicos, por ejemplo: ahora tenemos ordenadores
más rápidos que hace un año, pero no
necesariamente un número mayor de ordenadores.
Quizá nos hayamos librado de las limitaciones
físicas apostando más por el conocimiento que por
la producción física.

Por otra parte es un hecho histórico que en los
últimos dos siglos el crecimiento económico ha
presentado fluctuaciones y crisis cíclicas en todos y cada
uno de los países y en el ámbito internacional.
Todo auge económico conduce finalmente a la
recesión y la crisis, la cual termina por abrir las
condiciones para la reactivación, que a su vez despeja el
camino para un nuevo auge. El ciclo económico estudiado
por Clemente Juglar, Karl Marx, Wesley Mitchell, Josepf
Schumpeter, Nikolai Kondratieff y otros notables economistas, es
una realidad sin tener en cuenta la cual es imposible cualquier
estimación seria sobre el crecimiento
económico.

La medida del crecimiento económico es usualmente
utilizada para medir los resultados económicos de un
país en un período de tiempo.
Implícitamente, se supone que un elevado crecimiento
económico es beneficioso para el bienestar de la
población, es decir que un elevado crecimiento
económico sería un resultado deseado por las
autoridades políticas y por la población de un
país.

La utilización de la medida de crecimiento
económico como medida del incremento del bienestar
arrastra todos los problemas que surgen de considerar al producto
interno bruto como medida del bienestar. El producto bruto
interno es el valor real de los bienes y servicios finales
producidos en una economía. En términos per
cápita, (ver: producto interno bruto per cápita) es
considerado como una medida de bienestar. Sin embargo, esta
medida es limitada, por un lado, por problemas de
medición, ya que, por ejemplo, no incluye algunas
actividades como el trabajo en el hogar o el trabajo en negro. La
magnitud de estas actividades que no son capturadas por la medida
del producto bruto interno varía período a
período y entre países, por lo tanto las
comparaciones inter-temporales e interregionales del crecimiento
económico se ven ligeramente distorsionadas cuando estas
actividades alcanzan magnitudes considerables. Por otra parte, la
medida del producto bruto interno como medida de bienestar
adolece de serias deficiencias conceptuales.

Brevemente se puede mencionar que:

No tiene en cuenta los efectos negativos en el bienestar
de muchas actividades que aumentan el producto interno bruto,
como por ejemplo externalidades negativas (contaminación
ambiental).

No tiene en cuenta la totalidad de los efectos positivos
de actividades que sí mejoran el bienestar (mejoras en la
distribución del ingreso).

No contabiliza aspectos inter-temporales, como por
ejemplo el consumo acelerado de recursos naturales, la
depreciación del capital o el endeudamiento de una
economía, que puede implicar que la generación
actual disfruta de un elevado crecimiento económico a
costa de un menor producto para las generaciones
futuras.

Por estas razones, un mayor crecimiento económico
no representa necesariamente un aumento de bienestar para la
mayoría de la población.

3.5.3 POLÍTICA SOCIAL PARA EL
DESARROLLO

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) ha promovido el concepto de desarrollo humano definido
como el proceso de ampliación de las posibilidades de
elegir de los individuos que tiene como objetivo expandir la gama
de oportunidades abiertas a las personas para vivir una vida
saludable, creativa y con los medios adecuados para desenvolverse
en su entorno social. En México, El Consejo Nacional de
Población (Conapo, 2001) retoma este concepto definiendo
al desarrollo humano como un proceso continuo de
ampliación de las capacidades y de las opciones de las
personas para que puedan llevar a cabo el proyecto de vida que,
por distintas razones, valoran. Este concepto enfatiza la
noción de que el desarrollo no se explica
únicamente con el ingreso de la población y que
esta dimensión no representa la suma total de una vida
humana (PNUD, 1990).

El PNUD desde 1990 ha publicado un informe anual sobre
desarrollo humano que presenta la clasificación mundial de
los países de acuerdo a la medición del
índice de desarrollo humano (IDH).

En las clasificaciones mundiales que se presentan en los
Informes sobre Desarrollo Humano se observa que las posiciones de
los países según el IDH no siempre corresponden con
las posiciones que ocuparían según el PIB per
capita, es decir que utilizar sólo el indicador de ingreso
como reflejo del desarrollo posiciona de manera diferente a los
países en relación a la incorporación de las
otras dimensiones.[40]

El enfoque de capacidades implica manejar una
visión integral del desarrollo que incorpore acciones y
avances simultáneos en los ámbitos de:

• La eficiencia y productividad en función
del aumento de las libertades.

• La equidad, tanto intrageneracional como
intergeneracional.

• El empoderamiento, el cual implica la capacidad y
la decisión de actuar de las personas en forma individual
o colectivamente.

Capacidades esenciales para el empoderamiento:
educación, salud, protección y asistencia social El
resultado combinado será una expansión de las
libertades reales de la gente. En este enfoque no existe una
distinción entre políticas económicas y
políticas sociales, sino que todas las intervenciones del
Estado orientadas a lograr una ampliación del bienestar de
las personas son "políticas de desarrollo". Las
políticas de desarrollo pueden estar vinculadas
directamente con el ámbito económico, social o
institucional, pero todas comparten el mismo objetivo y deben
plantearse de manera interrelacionada.

Esta concepción contribuye a pensar que el
proceso de desarrollo de un país debe ser conducido a
través de una visión unificada, dinámica,
integrada y ajustada a la realidad concreta sobre cómo
deberían articularse los agentes (las personas e
instituciones), los diversos ámbitos (individual,
macroeconómico, financiero, sectorial, local), los
objetivos (generales y específicos en cada ámbito)
y los instrumentos (políticas, normas), para impulsar la
expansión de las libertades y el bienestar de las
personas.

Propósitos de lo social

Las intervenciones en el ámbito de "lo social" se
conciben en base a varios propósitos:

a) Materializar los derechos que poseen las personas en
virtud de su humanidad y que les permiten tener una vida
digna.

b) Contribuir a crear ciudadanía integral en la
medida de que "la ciudadanía de hoy debe acceder
armoniosamente a sus derechos cívicos, sociales,
económicos y culturales, y que todos ellos conforman un
conjunto indivisible y articulado".

c) Mejorar la eficiencia productiva y de
generación de riqueza mediante la creación de
capacidades humanas.

d) Realizar acciones directas y acciones afirmativas
para los grupos más vulnerables.

e) Proteger contra riesgos y vulnerabilidades por
situaciones circunstanciales, tales como las precariedades
económicas, desempleo, enfermedades, discapacidad, muerte
del o la proveedora principal, accidentes laborales, desastres
naturales e inestabilidad macroeconómica, entre
otros.

f) Fortalecer el empoderamiento, la participación
y la institucionalidad, puesto que permiten mejorar la
transparencia, la rendición de cuentas, el acceso a la
información, la descentralización y la
creación de capacidades a nivel local.

g) Contribuir a la distribución de poder y de las
riquezas.

En definitiva, la política social se entiende
como aquellas acciones o intervenciones que sirven de fundamento
para la reestructuración del proceso productivo en la
creación de riqueza y que buscan materializar derechos
universales, impulsar el bienestar, generar la cohesión e
inclusión social de todas las personas en una sociedad
determinada.

3.5.4 SOSTENIBILIDAD
AMBIENTAL

En el capítulo I discutimos cómo a partir
del concepto de desarrollo humano, entendido como la
ampliación de las libertades reales de las personas para
elegir lo que valoran en la vida, este informe desprende tres
dimensiones:

a) La dimensión del poder.

b) La dimensión individual y colectiva de las
capacidades y el empoderamiento.

c) La dimensión local del desarrollo
humano.

La dimensión del poder se explica por la
debilidad del estado de derecho, lo cual implica que el acceso a
las oportunidades está determinado en gran medida por el
poder personal. La dimensión individual y colectiva se
refiere a las capacidades y el empoderamiento, las cuales se
portan individualmente, pero se construyen socialmente.
Finalmente, la dimensión local viene dada por el hecho de
que quienes se desarrollan son las personas, que viven bajo
circunstancias y espacios concretos.

La calidad ambiental es un factor que influye en las
circunstancias cotidianas en que viven las personas. El medio
ambiente no se reduce a los ecosistemas ni a la ecología,
ya que es el entorno que caracteriza y limita el desarrollo de
los sistemas humanos.

La relación entre medio ambiente y
ecología es estrecha, pues los condicionantes
biofísicos y las cadenas tróficas y de
energía que los seres humanos comparten con las
demás especies del planeta influyen directamente en la
capacidad de carga del medio ambiente, convirtiéndolo en
un condicionante del desarrollo.

Desde la perspectiva de la sostenibilidad como una
condicionante para el desarrollo humano, este capítulo
aborda la situación actual del medio ambiente y los
recursos naturales en el territorio dominicano.

Para este informe, el territorio posee ciertas
potencialidades de desarrollo cuyo aprovechamiento
dependerá del modelo económico adoptado y de las
fuerzas sociales que actúan en la zona. El manejo del
medio ambiente puede aumentar o disminuir las potencialidades del
territorio.

Desde una perspectiva local, el desarrollo humano
implica entender el uso del territorio como resultado y
condicionante de la construcción social del espacio. El
medio ambiente condiciona la producción de alimentos, la
salud y la sostenibilidad de la vida como la conocemos. Estas
consideraciones ambientales son el preámbulo necesario
para entender los desequilibrios regionales, el capital social
como mecanismo de construcción de poder local, la
institucionalidad democrática y su relación con
dicho poder.

Algunas reflexiones sobre desarrollo humano y
sostenibilidad

La sostenibilidad, entendida como un problema exclusivo
de equidad entre generaciones, plantea dos cuestiones: primero,
la pertinencia ética de privar a personas pobres del
acceso a los recursos naturales que podrían resolver sus
necesidades inmediatas.

Segundo, generaliza la percepción de que es un
asunto exclusivamente de largo plazo y que no beneficia a las
generaciones presentes. Estos dos problemas tienen su origen,
entre otros factores, en el desconocimiento de las complejas
relaciones que existen en los ecosistemas, las cuales garantizan
la vida como la conocemos hoy.

Por otra parte, la implicación política de
plantear el tema de la sostenibilidad ambiental como un
compromiso a futuro es una de las causas por las cuales hay poca
identificación de la sociedad en cuanto a los beneficios
inmediatos que ésta proporciona en materia productiva, de
salud y de los servicios ambientales en general. Los daños
ambientales afectan tanto a las generaciones futuras como a las
presentes. Son un problema de hoy. La deforestación, la
desertificación, la pérdida de fuentes de agua
aptas para consumo humano, el daño de las playas, las
muertes de los corales, etc., comprometen la capacidad de
producir alimentos, ingresos, mejorar la salud y las condiciones
de vida de la población en el presente.

Para este informe la sostenibilidad ambiental se concibe
como un proceso continuo que debe ser trabajado tanto por y para
las actuales generaciones como por y para las futuras, con
énfasis en los arreglos institucionales y el papel de la
participación de la ciudadanía en la gestión
del medio ambiente y los recursos naturales.

Un antropocentrismo equivocado

El desconocimiento sobre las funciones y servicios que
tienen los seres vivos en el medio ambiente ha dado lugar a un
antropocentrismo equivocado, aunque hasta cierto punto
inevitable. Esto responde a la tendencia del ser humano a
considerarse el centro de todo, pero ésta es una
visión incompleta de la realidad, que no entiende ni asume
las interrelaciones que se dan entre las especies y los
ecosistemas para conformar lo que llamamos medio
ambiente.

Estas interrelaciones son complejas y probablemente
todavía no se conocen cabalmente, pero es un hecho que la
supervivencia de la vida humana está indisolublemente
ligada al mantenimiento de condiciones de supervivencia para las
otras especies que habitan en la tierra.

La falta de institucionalidad

El deterioro ambiental en el país ha sido
resultado de patrones insostenibles de explotación de los
recursos naturales que, si bien han proporcionado beneficios
económicos de corto plazo, han comprometido las
posibilidades de desarrollo de la población en el presente
y el futuro.

Esta situación es consecuencia de la falta de
institucionalidad, de la cultura política y de los
procesos sociales (especialmente políticos y
distributivos) que han sido complacientes con las violaciones de
las normas, sin considerar las condiciones de vida de la gran
mayoría de dominicanas y
dominicanos[41]

Para lograr el desarrollo humano, esto tiene que
cambiar. En el mundo, la velocidad de los avances
tecnológicos, el aumento de la productividad y de la
población han hecho visibles más rápidamente
los impactos ambientales. No hay que esperar generaciones para
ver sus efectos en la calidad de vida de las personas: muchos
recursos renovables se agotan y otros tienen tiempo de vida
limitado.

El cambio climático, la degradación de la
capa de ozono y el deshielo de los cascos polares son una
responsabilidad directamente asociada a los niveles y estilos de
consumo y producción de los llamados países
desarrollados, lo cual reclama respuestas activas de
gestión y cooperación internacional de estos
países. Cabe indicar que los llamados países en
desarrollo, si bien no son los principales responsables del
deterioro ambiental, tienen una cuota de responsabilidad y como
signatarios de muchas de las convenciones internacionales tienen
responsabilidades compartidas, aunque diferenciadas con los
países desarrollados.

Los altos niveles de consumo y producción
provocan la necesidad de ubicar espacios naturales que sirvan de
sumideros a los desechos generados por los actuales patrones de
consumo.

En República Dominicana, los desechos son
manejados y dispuestos inadecuadamente; no se reciclan ni se
incorporan como materias primas de otros procesos.

En el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005, se
constató cómo el modelo de desarrollo del turismo
es un ejemplo claro del manejo inadecuado de los desechos
generados.

Apostar a la tecnología no
resuelve

El desarrollo tecnológico tendría la
capacidad de aliviar los problemas ambientales si pudiera
generarse un capital más eficiente, que garantizara un
bienestar per cápita igual o mayor con los mismos
recursos.

Pese a esta posibilidad, la realidad es que las
tecnologías se desarrollan en un marco social,
económico e institucional de profunda inequidad, que cada
día las hace más costosas e inaccesibles. Las
normas de los derechos de propiedad intelectual dificultan
utilizar la tecnología para aliviar los problemas
ambientales, ya que crean una renta monopólica sobre el
conocimiento.

Por lo tanto, existen relativamente pocas razones para
ser optimistas ante las soluciones que ofrece la
tecnología, puesto que el conocimiento es costoso y
desigual en el mundo actual.

El control del impacto ambiental de las actividades
humanas no es sólo una cuestión de acceso
tecnológico. Está muy relacionado con la
planificación de la política de desarrollo de una
nación, desde infraestructuras hasta la promoción
de determinadas actividades productivas adecuadas a las
características y al potencial ambiental de una
región. Pero va más allá: los impactos
ambientales son acumulativos y, en algunos casos,
globales.

La pregunta implícita es cómo fomentar una
responsabilidad global con respecto a la sostenibilidad, que vaya
más allá del consumo y que piense en la
transferencia de conocimiento y tecnología como medios
para perseguir el desarrollo. Los acuerdos multilaterales
ambientales son un primer paso, pero no son suficientes,
especialmente considerando las limitaciones que existen para
fiscalizarlos.

En resumen, dadas las condiciones actuales de
desigualdad social, económica e institucional, no hay
bases para el "optimismo tecnológico" en los llamados
países en desarrollo.

Las políticas públicas

En el enfoque de desarrollo humano, la libertad
individual tiene que coexistir con las libertades de las
demás personas, de manera que el límite de la
libertad propia es la libertad ajena. Así, el desarrollo
humano implica un proceso que hace a todas las personas
igualmente libres. O sea, que la lógica de la libertad
implica la lógica de la equidad, aunque ser iguales en un
sentido implica ser desiguales en otros. Por ejemplo, la equidad
en el acceso a las oportunidades tiene resultados diferentes en
las personas.

En este sentido, las políticas públicas
deben establecer los límites de las libertades
individuales cuando se trate de garantizar el bienestar y la
calidad de vida de las mayorías en el presente o para
futuras generaciones. Por ejemplo, deben impedir el abuso de
poder de una empresa que contamine y regular el uso del
territorio para evitar que sea más vulnerable a la amenaza
de fenómenos naturales. Este tipo de decisiones
constituyen la base de la política ambiental en una
sociedad dada y se concretizan en los arreglos institucionales e
instrumentos de gestión de dicha
política.

El Estado debe garantizar la equidad en el acceso a las
oportunidades y al capital natural que no se encuentre en todas
las regiones; debe regular las actividades productivas, en
función de las potencialidades biofísicas y de las
necesidades de la población, y debe legislar y fiscalizar
los arreglos institucionales.

En el ámbito local, la acción
descentralizada del Estado debe preservar la coherencia en la
gestión de un territorio (o región), a fin de
preservar la integridad de una política de desarrollo. El
compromiso es político y deliberado en la medida en que
implica la asunción de la eficiencia, la equidad, el
empoderamiento y la libertad como modus operandi fundamentales de
las estrategias productivas y de desarrollo.

CAPITULO IV

Gestión
científica para la modernización del Gran Santo
Domingo

(Distrito nacional y provincia Santo
Domingo)

4.1 DESCRIPCION

4.2 CONCEPTUALIZACION DE MARKETING

4.2.1 Desarrollo Sostenible

4.2.2 Gestión Científica
Moderna.

4.3 PLAN ESTRATEGICO DE DESARROLLO

4.3.1 Desarrollo Económico Sostenible

4.3.2 Bienestar Social Comunitario

4.4 DISTRITO NACIONAL

4.4.1 Aspectos Geográficos

4.4.2 Situación Económica

4.4.3 El Espacio Local y Desarrollo Humano

4.5 PROVINCIA SANTO DOMINGO

4.5.1 Aspectos Geográficos

4.5.2 Situación Económica

4.5.3 Desarrollo Humano

4.1 DESCRIPCION

Organizar un programa de gestión
científica para la modernización del Gran Santo
Domingo, tomando en cuenta el marketing de la ciudad y un
desarrollo sostenible sustentado por un plan estratégico
para la capital dominicana.

4.2 CONCEPTUALIZACION DE MARKETING

Si bien la conceptualización de marketing es algo
moderno y su difusión, legitimación y desarrollo es
relativamente reciente, la relación entre esta
técnica y las ciudades puede que sea de muy larga data, si
se analiza teniendo a la vista el afán de aparentar, de
demostrar opulencia (económica, cultural, estética,
etcétera) y de colocarse por encima de las demás de
su entorno, ha estado siempre, en mayor o menor medida, en el
espíritu de las ciudades. Sin embargo, adoptar el
marketing como un valor estratégico –con la
correspondiente ingeniería en la estructura
administrativa– para el desarrollo de las ciudades,
constituye todavía una novedad real, en muchos
países[42]

El marketing es una herramienta, una técnica que
se ha ido desarrollando notablemente con el paso de los
años, hasta el punto de que no son pocos los que lo
consideran una ciencia, y que es susceptible de ser aplicada en
múltiples áreas. Como toda "herramienta" o
técnica depende de la utilización que se le
dé.

En una época caracterizada por el consumo, el
valor de la imagen, el desarrollo de las industrias de los medios
para masas y el turismo, la influencia y transformaciones
crecientes ejercidas por los flujos económicos y
financieros, no debe sorprender la competencia establecida entre
muchas ciudades. Una competencia que, como casi siempre, ha
tenido a las principales urbes mundiales entre sus primeras
participantes, y a la cual cada vez se van sumando más
jugadores con ganas de pellizcar algo del pastel. La lucha por
ver qué ciudad es escogida como organizadora de un evento
de gran relevancia (Juegos Olímpicos, Mundiales de
Fútbol, etcétera) o la pelea por atraer grandes
inversiones para nuevos mercados, son un claro ejemplo de
esto.

El marketing de ciudades (o "citymarketing", en
inglés) se puede definir como una política activa
integrada por un conjunto de actividades orientadas, por una
parte, a identificar y determinar las necesidades de sus
diferentes públicos, reales y potenciales; y, por otra
parte, a desarrollar una serie de productos y servicios en la
ciudad para satisfacer dichas necesidades, creando y potenciando
su demanda. La planificación estratégica implica un
proceso de cuestionamiento y renovación constante del
funcionamiento de la ciudad, por parte de los ciudadanos y de los
agentes que la gestionan. La planificación
estratégica tiene que favorecer soluciones innovadoras,
tensiones creativas y nuevas formas de pensamiento, para
conseguir el modelo urbano deseado.

Un plan estratégico es un proyecto urbano global
que tiene en cuenta los aspectos económicos, sociales y
territoriales; además, es un proceso continuo de
reflexión sobre la ciudad, sobre cómo es y
cómo desean sus ciudadanos que sea en el futuro. La
planificación estratégica pretende conformar un
modelo deseado de urbe, a medio y largo plazo, que tenga en
cuenta los sectores clave de la misma:

Proyecto económico:

Proyecto social:

  • Bienestar social. Cooperación.
    Cultura. Deportes.

  • Educación. Sanidad.

Proyecto territorial:

  • Arquitectura. Infraestructuras. Medio
    Ambiente.

  • Urbanismo. Vivienda.

La planificación estratégica supone un
proceso de creatividad y aportación de ideas sobre la
ciudad, por parte de los ciudadanos y de sus representantes, que
genera un conjunto de objetivos, de asignación de recursos
y de decisiones tácticas. La planificación
estratégica es un instrumento eficaz y eficiente para la
dirección urbana, que se apoya en una serie de principios
básicos:

  • La participación ciudadana

  • La colaboración y cooperación
    público-privada

  • El debate plural

  • El consenso

  • El compromiso en la acción

  • La unidad en la defensa de los temas
    clave

En la gestión urbana se puede utilizar la
planificación estratégica, teniendo su origen en
una o varias causas que justifican la necesidad de su
implementación:

Una situación de crisis que afecta a la
economía o sociedad local, que esté suponiendo un
importante impacto negativo sobre la competitividad de la ciudad
y sobre el bienestar y calidad de vida de los ciudadanos. La
organización de un evento importante que puede tener un
gran impacto urbano. Una situación de estancamiento en la
ciudad que está frenando sus posibilidades de crecimiento
económico y de desarrollo social. El desarrollo de un plan
de calidad urbana, lo que supone tener en cuenta la
definición y el desarrollo de las estrategias y
políticas locales.

Un planteamiento político de liderar un proceso
de cambio en el modelo de ciudad, apoyado en la
cooperación de los sectores público y
privado.

En este marco es que aparece la necesidad de la
implementación del Marketing Urbano, como expresara
Friedmann: "El Marketing Urbano es visto como una efectiva
herramienta de gestión urbana, como instrumento
fundamental en la estrategia de ciudades, de su competitividad.
Únicamente las ciudades que utilicen las técnicas
del Marketing Urbano como recurso podrán beneficiarse en
esta competencia".

Entendiendo que la razón de ser del marketing es
crear y distribuir valores se puede inferir que la
implementación de planes de marketing aplicados al
ámbito de la gestión de ciudad le permite aumentar
el grado de satisfacción de los distintos públicos
objetivos a través de una mejor oferta de satisfactores;
Fortalecer su situación económica; Mejorar el nivel
de vida de los ciudadanos; Atraer tanto a empresas como a nuevos
residentes. Con la implementación de este tipo de planes
también se logra favorecer al sector turístico, con
el conocimiento de las necesidades y deseos de los posibles
visitantes a los que se podría brindar lo mejor de cada
ciudad; impulsar la esfera de negocios y eventos,
llevándola no solamente a planos nacionales, sino de
índole internacional. De esta forma la ciudad
reuniría una serie de posibilidades reales para darse a
conocer tanto, en su mercado interno, como en el
externo.

4.2.1 DESARROLLO SOSTENIBLE

El término desarrollo sostenible, perdurable o
sustentable se aplica al desarrollo socio-económico y fue
formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe
Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión
Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada
en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha
definición se asumiría en el Principio 3.º de
la Declaración de Río (1992):

El ámbito del desarrollo sostenible puede
dividirse conceptualmente en tres partes: ambiental,
económica y social. Se considera el aspecto social por la
relación entre el bienestar social con el medio ambiente y
la bonanza económica.

Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como
alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si la pobreza
es habitual, el mundo estará encaminado a
catástrofes de varios tipos, incluidas las
ecológicas. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social,
están limitados por el nivel tecnológico, los
recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente
para absorber los efectos de la actividad
humana[43]

Ante esta situación, se plantea la posibilidad de
mejorar la tecnología y la organización social de
forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que
es afectado por la actividad humana.

El desarrollo sostenible es un cambio progresivo de una
economía hacia mejores niveles de vida en un futuro y
atendiendo las necesidades presentes. Por eso decimos que el
desarrollo sostenible integra la economía, la sociedad y
el ambiente (ecología).

La justificación del desarrollo sostenible
proviene tanto del hecho de tener unos recursos naturales
limitados (nutrientes en el suelo, agua potable, minerales,
etc.), susceptibles de agotarse, como del hecho de que una
creciente actividad económica sin más criterio que
el económico produce, tanto a escala local como
planetaria, graves problemas medioambientales que pueden llegar a
ser irreversibles.

El desarrollo sostenible se refiere a la totalidad de
las actividades humanas. Sin embargo, los retos de la
sostenibilidad, son diferentes para cada tipo de sector
económico.

4.2.2 GESTIÓN CIENTÍFICA
MODERNA

La gestión del cambio institucional se basa en el
desarrollo organizacional y el fortalecimiento directivo y
ejecutorio. Para ello se debe instrumentar el trabajo en equipo,
orientando la estructura organizacional a una forma más
horizontal, descentralizada, autónoma y flexible, que
permita la materialización de los nuevos sistemas de
planificación, seguimiento y control de la gestión,
para el establecimiento de un modelo de gestión adecuado y
único. Es necesaria la reconfiguración de la
estructura organizativa y el diseño de documentos
científicos, tecnológicos, jurídicos,
legales y gerenciales de apoyo al nuevo modelo de gestión
necesario, en el cual la innovación, la calidad y la
planificación de los procesos y actividades, son y
serán, los pilares fundamentales para la adecuación
de las condiciones humanas y de infraestructura al cambio que
requiere la institución.

La dimensión de la nueva gestión
institucional se enmarca en las exigencias de una compleja
realidad nacional e internacional, más dinámica,
sistémica, de mayor relación con el entorno y en el
logro de la plena satisfacción de las demandas de los
usuarios.

El proceso de gestión del cambio institucional
obedece a la disposición del Ejecutivo Nacional contenida
en el decreto No. 1980, de fecha 18 de Septiembre de 2002, donde
se crea y se asignan funciones a la Comisión Presidencial
para la reforma y modernización del estado. Este marco de
referencia da la pauta para el desarrollo del proceso de cambio
institucional, sobre todo en lo relativo a la reforma y
modernización del estado.

Desarrollando los dos enfoques estratégicos
expuestos: Investigación & Desarrollo y Funcionamiento
del Modelo Institucional, en los lineamientos que cada uno
contiene, el PESD apunta hacia el logro progresivo de su imagen
objetivo, su políticas y su directrices
estratégicas para el largo plazo. Solo así,
será posible la expresión real de los principios
que orientan y rigen la función y el trabajo de la
institución. Para ello, se hace necesario el diseño
y la ejecución de seis planes estratégicos que
cumplan con la Visión de Desarrollo planteada.

Cada uno de estos definirá la estrategia que
articule y coordine las acciones entre el mediano y el largo
plazos. A continuación se presenta el diseño y la
formulación estratégica para un periodo de 10
años de acción.

EL PLAN ESTRATÉGICO: HACIA EL AÑO
2020.

El PESD debe avanzar hacia su consolidación como
una institución adaptada a las nuevas exigencias
científicas, tecnológicas y gerenciales presentes
en el mundo y florecientes en la ciudad de Santo Domingo,
convirtiéndose en un ente moderno de la nueva
gestión pública dominicana, con capacidad de dar
respuesta rápida y eficaz a los retos que le impone la
realidad agrícola nacional en la actualidad y en el
futuro. Para ello, se requiere del diseño y la
ejecución de objetivos estratégicos, estrategias y
metas para el mediano plazo, en el sentido del cumplimiento
progresivo de la Visión de Desarrollo a diez
años.

4.3 PLAN ESTRATEGICO DE DESARROLLO

Es un verdadero plan de acción, elaborado de
forma participativa, no como una utopía u horizonte
alejado de las posibilidades reales, sino como una guía
dinámica y flexible del trabajo, hacia el desarrollo
integral de cada zona, para los próximos 10
años[44]

Planificar el futuro de cada zona requiere:

  • Conocer la realidad actual

  • Identificar los puntos débiles y puntos
    fuertes: los riesgos, conflictos y atractivos

  • Acordar un objetivo general de desarrollo para cada
    zona: hacia dónde se quiere llegar

  • Determinar las líneas estratégicas:
    los temas claves para pasar de la situación actual a
    la situación deseada. Serán las líneas
    de trabajo más relevantes que apunten directamente
    hacia el logro del objetivo general

  • Definir las acciones del Plan: se trata de las
    medidas o instrumentos concretos a implementar para modificar
    y solucionar las situaciones entendidas como
    problemáticas y potenciar los aspectos
    positivos.

La participación, eje del proceso de
elaboración de los Planes deberá ser un trabajo
colectivo, donde los distintos actores opinen, hagan sugerencias
y propuestas, discutan, acuerden y decidan sobre el futuro,
según sus intereses y necesidades.

Participan las Juntas Locales, Los Concejos Vecinales,
los funcionarios de los Comités de desarrollo., las
organizaciones sociales y gremiales, los trabajadores, los
comerciantes y empresarios, los productores y artesanos, los
vecinos en general.

Los Planes se construyen a partir de una forma de
planificación dinámica y flexible. No son algo
rígido, que después de definidos no admiten
modificaciones, sino que, deben interactuar con los cambios que
se produzcan, hacia un proyecto de futuro compartido.

Las fases para la elaboración de planes
estratégicos de desarrollo se desarrollarán
básicamente en dos fases:

Revisión y actualización de los
diagnósticos zonales.

Formulación de los Planes estratégicos de
desarrollo zonales.

La primera fase, fundamental por ser el punto de
partida, requiere un buen conocimiento de la realidad y un
esfuerzo integrador por parte de quienes son sus principales
protagonistas. Esto dará pie para la formulación de
los diagnósticos zonales. Un mal diagnóstico,
dará como resultado, planes que poco tengan que ver con la
realidad.

Esta fase consiste en la identificación de las
centralidades y de las unidades territoriales en que se
dividirá cada zona para realizar el trabajo. En muchos
casos, implicará la reafirmación de las ya
existentes y en otros, podrá ser necesario, introducir
cambios para readecuarlas a la situación
actual.

La recopilación de información acerca de
cada unidad territorial. Mucha de esta información ya
existe y posiblemente esté dispersa, por lo que se
constituye en una buena oportunidad para agruparla y disponer de
ella de forma ordenada. El resto se recogerá en base a
formularios y según las necesidades y posibilidades de
cada unidad territorial.

La elaboración de diagnósticos zonales. Es
necesario un esfuerzo por visualizar la zona en su conjunto,
integrar los diferentes aspectos que conforman la realidad y las
visiones de los distintos actores.

La segunda fase implica proyectarse hacia el futuro,
creando el eslogan que identifica este proceso "Para seguir
construyendo la ciudad que queremos".

Exige un esfuerzo de discutir y definir la Zona futura
que queremos, a partir de una propuesta creíble y asumible
de cara al horizonte del 2020. Al definir esto, quedaría
formulado el objetivo general del Plan. Para acercarse a su
concreción, es necesario definir líneas
estratégicas en cada una de las siguientes áreas
temáticas: dinámica departamental, calidad de vida
y relacionamiento social e institucional.

Las líneas estratégicas deberán
contemplar los distintos aspectos de la realidad, es decir los
temas específicos. Estos son: disponibilidad y usos del
suelo, infraestructura y servicios básicos,
tránsito y transporte, actividades económicas,
calidad ambiental, bienestar social, proyección cultural,
participación social y desarrollo de los órganos de
gobierno local, relacionamiento y cooperación
público/privada.

Las líneas estratégicas deben oficiar de
orientaciones para el desarrollo de cada zona. Proponemos que se
definan un mínimo de 5 y un máximo de 9
líneas estratégicas.

Por último, se requiere de una definición
de acciones que sean viables en términos de recursos,
plazos y oportunidad, siendo luego necesaria su
priorización en base al acuerdo y negociación entre
los diferentes actores implicados. Debe tenerse en cuenta que
muchas veces, una misma acción, sirve para el logro de
más de un objetivo.

En base a estos elementos, se pretende formular Planes
participativos, que fomenten la interacción entre los
distintos actores, continuando un auténtico proceso de
"aprendizaje social", que consolide una historia en primera
persona del plural: "Para seguir construyendo, la ciudad que
queremos".

4.3.1 DESARROLLO ECONÓMICO
SOSTENIBLE

     La viabilidad del crecimiento
económico se ve limitada por la posibilidad de conservar
los recursos. Para esto es necesario el estudio de los umbrales
máximo y mínimo, dentro de los cuales se pueden
explotar un recurso sin afectar al equilibrio ecológico
que le sostiene, y es responsable de su existencia.

     La riqueza que puede suponer un
recurso no viene, sólo, de la eventualidad de
utilización inmediata, sino de su posibilidad de
utilizarlo a largo plazo de forma sostenible y garantizando su
permanencia.

     Para ello se debe investigar
cuál es la población mínima, o la cantidad
del recurso mínimo, que asegura su regeneración
como especie. Además, hay que determinar qué
importancia tiene esa especie, o recurso, en el equilibrio del
ecosistema y qué función cumple. Tan importante
como asegurarse la renovación del recurso es garantizar la
persistencia del ecosistema que le sostiene, ya que sin él
el recurso desaparece.

     El desarrollo económico
viene, pues, de la posibilidad de utilizar un recurso asegurando
su regeneración y su equilibrio ecológico, y la
creación de una tecnología que haga menos agresiva
la transformación de los recursos, de manera que se pierda
menos peso en el proceso de transformación, utilizando
menos energía o la energía liberada en el propio
proceso de transformación. Cuanto mayor sea la eficacia
del proceso de transformación, y menor el consumo de
energía, mayores serán los beneficios
económicos y ecológicos.     
Existen numerosas industrias que, en el proceso de
fabricación, generan calor, el cual podría
aprovecharse para producir la electricidad necesaria. Es la
cogeneración, en la cual, una planta puede producir la
energía que consume e incluso más.

     Además, sería
necesario crear unas infraestructuras industriales y de
transporte menos agresivas con el paisaje. Todo ello sin
renunciar al desarrollo económico alcanzado. Pero no
debemos olvidar que, si todo el mundo tuviese un grado de consumo
similar al de los países desarrollados, el planeta no
podría, con la tecnología actual, proporcionar
recursos para todos.

     Hay que tener en cuenta, que
muchos de los productos generados por la industria son
difícilmente degradables. Se debe evitar, en lo posible,
que se conviertan en basura. Muchos de los productos utilizados
por la industria, como el papel, el vidrio, las telas e incluso
el plástico, son reciclables. Además, muchas de las
basuras se generan porque los productos tienen un sólo
uso. Cuanto más utilicemos productos de varios usos menos
basuras generaremos. Es el caso de las bolsas de plástico
utilizadas para la compra, cuando hasta no hace mucho se
utilizaron bolsas de tela. La clave es reducir residuos,
reutilizar productos y reciclar lo más posible, en suma,
responsabilidad.

     El mundo en el que vivimos
forma un ecosistema muy complejo que debemos mantener en buen
estado si queremos sobrevivir como especie. Cada vez está
más claro que el comportamiento individual tiene un
impacto decisivo en el medio y en el entorno.

4.3.2 BIENESTAR SOCIAL COMUNITARIO

El bienestar social se le llama al conjunto de factores
que participan en la calidad de la vida de la persona y que hacen
que su existencia posea todos aquellos elementos que dé
lugar a la tranquilidad y satisfacción
humana[45]

El bienestar social es una condición no
observable directamente, sino que es a partir de formulaciones
como se comprende y se puede comparar de un tiempo o espacio a
otro. Aún así, el bienestar, como concepto
abstracto que es, posee una importante carga de subjetividad
propia al individuo, aunque también aparece correlacionado
con algunos factores económicos objetivos.

Se refiere al nivel alcanzado en la satisfacción
de las necesidades básicas fundamentales de la sociedad,
que se expresan en los niveles de educación, salud,
alimentación, seguridad social, vivienda, desarrollo
urbano y medio ambiente.

El bienestar social, en términos
económicos se puede medir en función del incremento
del producto per cápita real; el aumento en la
participación del gasto social respecto al total de
egresos, mejoría en la distribución del ingreso,
aumento del empleo y fortalecimiento en la balanza de pagos; en
el ámbito social se mediría por el incremento en
los niveles de salud, educación, vivienda,
alimentación y erradicación de la pobreza extrema;
desde el aspecto ecológico a través del combate a
la contaminación, reforestación de áreas
verdes y fortalecimiento de la red hidráulica y su
dosificación, entre otros.

4.4 DISTRITO NACIONAL

Monografias.com

En los últimos 40 años, el área
metropolitana de Santo Domingo ha sido intervenida por dos
gobernantes constructores, cuyas influencias han ido modelando el
perfil del área urbana: Joaquín Balaguer y,
más recientemente, Leonel Fernández. En ambos, se
aprecia una tendencia a hacer grandes obras.

En 1988, se realizaron a los desalojos en Villa Juana y
Villa Francisca cuando se construía la Avenida V
Centenario, para rodear la ciudad de la dignidad que necesitaba
para que pudiera servir de escenario a la conmemoración
del Quinto Centenario del Descubrimiento de América. La
aspiración es hacer sencillamente esta ciudad más
hermosa, ya que no es posible hacerla más rica, como
están hicieron otras capitales más poderosas en
preparación del Quinto Centenario del Descubrimiento de
América, que para eso llenaron sus capitales de obras de
arte y edificaciones realmente
monumentales"[46].

La ciudad de Nueva York es maravillosa por sus enormes
rascacielos, largos puentes, túneles subacuáticos,
hermosos parques, tiendas lujosas, negocios exitosos,
galerías de arte, museos fabulosos, grandes teatros,
calles llenas de bullicio y energía, gente de todo el
mundo, trenes subterráneos ruidosos y pizzas
deliciosas.

Esas son expresiones en donde la modernidad y el
progreso de la ciudad se expresan a través de las cosas y
no a través de mejorar las condiciones de su gente. Al
mismo tiempo, son indicadores de las pautas y prioridades de
gobernantes dominicanos que han venido tomando decisiones en su
momento, sin planes explícitos; pero con una noción
clara de la ciudad que ellos querían y en total ausencia
de los gobiernos locales. El problema es que esa forma de
intervenir en la ciudad es parte de una cultura política,
donde el éxito se mide por grandes obras que muchas veces
no recibe el mantenimiento adecuado, y en otras está
ausente la población, que puede quedar segregada. En
cierta manera, es una lógica incompleta en donde la
dignificación de la población se da a través
de las formas que ofrecen imágenes de modernidad, pero sin
contenidos. Es una inclusión simbólica de la
sociedad, mientras permanece social y económicamente
excluida. No es malo mejorar las formas y construir edificios
hermosos, el problema radica en una cultura para quien la
modernidad se queda en los contornos, mientras se deteriora o no
avanza lo suficiente lo sustantivo.

Santo Domingo es, como han dicho algunos, una ciudad
producto de inversiones en infraestructuras del Estado, del
mercado, de la especulación inmobiliaria y con ausencia
absoluta de planificación. Un ejemplo puede ilustrar esta
falta de previsión en el desarrollo de la zona
Metropolitana.

Según el Plan Indicativo de la Zona Metropolitana
de Santo Domingo 2006, elaborado por el Consejo Nacional de
Asuntos Urbanos (CONAU), hace unos 70 años se
construyó el primer alcantarillado sanitario en la ciudad
de Santo Domingo; sin embargo, al día de hoy el 73% de la
población del conglomerado de Santo Domingo no dispone de
alcantarillado sanitario, drenando sus aguas al subsuelo,
utilizando el sistema de sépticos con filtrantes. El 27%
de población restante (entre 700,000 y 900,000 habitantes)
que goza de servicios, envía las aguas sin tratar a los
cursos de los ríos Isabela, Ozama o Haina o al Mar Caribe.
Según el Plan Indicativo, las plantas existentes (13 en
toda el área Metropolitana) podrían dar servicio a
una población no mayor a los 190 mil habitantes, todas
funcionando a la vez, pero la mayor parte se encuentra fuera de
servicio.

Sólo un 10% de las aguas residuales recolectadas
por el alcantarillado sanitario van a una planta de tratamiento,
lo cual no asegura que éstas reciben una depuración
adecuada, por lo que la calidad de las aguas vertidas a cuerpos
receptores no cumple con los parámetros requeridos por las
normas nacionales ni internacionales.

4.4.1 ASPECTOS GEOGRÁFICOS

El Distrito Nacional es una división
político-administrativa especial donde se encuentra la
capital de la República Dominicana y sede del Gobierno.
Solamente tiene un municipio, el cual abarca toda la superficie
del distrito, y su síndico actúa como gobernador
provincial aunque es electo por los habitantes y no nombrado por
el Poder Ejecutivo. Al igual que en todas las provincias, sus
habitantes eligen a un senador.

Fecha de creación de la provincia: La
Provincia de Santo Domingo (no la actual Provincia de Santo
Domingo) fue creada por la Constitución del 6 de noviembre
de 1844. Pasó a ser Distrito Nacional en 1934.

Historia de la provincia

La Constitución del 6 de noviembre de 1844
creó, junto con otras 4 provincias, la Provincia de Santo
Domingo (no la actual Provincia de Santo Domingo) con las comunes
(municipios) Santo Domingo, San Cristóbal, Baní,
Los Llanos, Bayaguana, Monte Plata y Boyá. La Ley No. 355
del 5 de septiembre de 1854 sobre "Administración
Provincial" le dió el nombre de Provincia de Santo Domingo
de Guzmán, nombre que volvió a ser simplemente
Provincia de Santo Domingo en las constituciones y leyes
posteriores.

Las posteriores divisiones territoriales del país
fueron creando nuevas provincias, reduciendo el territorio de la
provincia. Por la Ley No. 391 del 11 de noviembre de 1932
pasó a llamarse Provincia Nacional.

El 7 de septiembre de 1934 se dispuso la creación
del Distrito Nacional; la nueva demarcación quedó
inaugurada el 1 de enero de 1935. Ya que el Distrito Nacional
solamente tendría un municipio, las demás
comunidades del territorio del distrito y que eran municipios,
como San Antonio de Guerra, dejaron de serlo.

El 15 de enero de 1936 fue promulgada la ley que le
cambió el nombre a Distrito de Santo Domingo. Fue
denominada definitivamente como Distrito Nacional por la
Constitución del 1 de diciembre de 1955.

El último cambio fue en el año 2001,
cuando se creó la actual Provincia de Santo Domingo y el
territorio del Distrito Nacional quedó reducido a la
ciudad de Santo Domingo de Guzmán.

Superficie: 104.44 km².

Límites: Limita al norte, este y oeste con
la provincia de Santo Domingo, y al sur con el Mar
Caribe.

Región: Forma parte de la Región X
– Ozama.

Población (2002): 913,540 personas:
430,698 hombres y 482,842 mujeres.3

Densidad: 8,747.0 habitantes/km2.
Porcentaje de población urbana: 100%.

Ciudades principales: (Solamente hay una
ciudad)

Municipio cabecera: Santo Domingo de Guzmán, con
913,540 habitantes (toda la población es urbana);
coordenadas: 18° 29' N – 69° 54' W.

Geografía

No hay montañas en el Distrito Nacional;
solamente hay algunos desniveles de pocos metros

Los únicos ríos importantes se encuentran
en los límites del Distrito Nacional (y de la ciudad de
Santo Domingo de Guzmán). El Río Ozama constituye
el límite occidental de la ciudad mientras que el
Río La Isabela constituye su límite norte. Las
demás corrientes son pequeños arroyos afluentes de
La Isabela, siendo los principales Arroyo Hondo y Arroyo
Manzano.

Clima

El clima del Distrito Nacional es tropical lluvioso de
sabana. La falta de lluvias se nota solamente en el invierno
(febrero y marzo), constituyendo una temporada de sequía
bien definida. Fuera de esta época, llueve regularmente
durante el resto del año.

La precipitación media anual es de 1,393.9 mm. La
temperatura promedio anual en la misma ciudad es de 25.7
°C.

4.4.2 SITUACIÓN
ECONÓMICA

La principal actividad económica del Distrito
Nacional es la comercial, aunque también es importante la
industrial, de comunicaciones y portuaria (sobre todo
turística). Al encontrarse en ella la capital del
país, es muy importante la burocracia
gubernamental.

Turismo: El turismo, tanto nacional como
internacional, es importante debido a que es la capital del
país. La zona de mayor interés turístico es
la denominada Zona Colonial[47]

El Distrito Nacional es una de las entidades municipales
que menos depende de los ingresos de la Liga Municipal
Dominicana. En 2006, el 40% de sus ingresos totales eran propios
y esa fuente ha crecido en los últimos años, desde
un 22% en 2002. Los ingresos propios por habitante en
términos reales (a precios de 2002) se han multiplicado
por 2.66 veces y en términos nominales por casi
seis.

La principal fuente de recursos propios en el Distrito
Nacional son los ingresos por concepto de letreros, vallas,
espectáculos, parqueos, drenajes pluviales, pozos,
moteles, etc., que representan 70% del total. Le siguen los
ingresos que capta la Dirección de Registro Civil (9%).
Hay que señalar que la estructura de los ingresos del
Distrito Nacional se ha modificado sustancialmente en apenas
cinco años.

4.4.3 EL ESPACIO LOCAL Y EL DESARROLLO
HUMANO

Tomar en cuenta el espacio local en la definición
de políticas que impulsen el desarrollo humano es
primordial por diferentes motivos:

  • Primero, el desarrollo humano es un proceso de la
    vida cotidiana de las personas.

  • Segundo, por la naturaleza de las relaciones
    sociales. La sociedad local tiene sus especificidades; los
    nexos entre actores políticos están marcados
    por la cultura, las tradiciones, los lugares de encuentro de
    la población, la cultura política y el
    parentesco. Esto determina un complejo de relaciones,
    formales e informales, entre las instancias de los poderes
    (ayuntamientos y dependencias de los gobiernos centrales) y
    las acciones e iniciativas de participación de las
    organizaciones de la sociedad civil, pasando por las
    relaciones de parentesco.

  • Tercero, los límites del espacio son
    más tangibles, lo cual hace más evidente las
    circunstancias del desarrollo, existiendo la posibilidad para
    la potenciación del poder local participativo e
    inclusivo. La dimensión local permite atender
    determinadas condiciones de forma más eficiente para
    que las personas alcancen la vida que consideran más
    valiosa.

  • Cuarto, el límite tangible del territorio es
    muchas veces el límite del poder político, lo
    cual facilita la posibilidad de exigir cuentas y determinar
    de manera más precisa las consecuencias del ejercicio
    político y gerencial de las autoridades
    locales.

Ahora bien, la dimensión local del desarrollo
humano puede ser un factor positivo o negativo para el
desarrollo. Puede contribuir a fortalecer o debilitar la
integración y la identidad nacional y del Estado. Todo
depende de la forma en cómo se articule la esfera local y
de ésta con la nacional.

4.5 PROVÍNCIAS SANTO DOMINGO

Monografias.com

La población urbana que vive en la provincia de
Santo Domingo y el Distrito Nacional alcanzaba 2.1 millones en
2002. En 42 años se había multiplicado por 5.8
veces, mientras que la población total del país lo
hizo por 2.8 veces.

En las últimas cuatro décadas, esta zona
había sido la de mayor atracción de
población.

En la década del 60, el 87% de la
inmigración neta total del país se dirigió
hacia Santo Domingo y el Distrito Nacional. Ese porcentaje se
mantiene en la década de los 70, pero se reduce
sustancialmente al 53.5% en la década de los 80 y
más aún en la de los 90, hasta un 38.1%. Es decir,
la zona Metropolitana de Santo Domingo dejó de ser un polo
de atracción de la misma intensidad en que lo había
sido en décadas anteriores[48]

Estos flujos migratorios hacia Santo Domingo la han
convertido en la zona de mayor concentración de
población rural desde la década del 80.

4.5.1 ASPECTOS GEOGRÁFICOS

Fecha de creación de la provincia: Esta
provincia fue separada del Distrito Nacional por ley del 16 de
octubre de 2001. Nombrada por la ciudad de Santo Domingo de
Guzmán, capital del país.

Superficie: 1,296.35 kilómetros
cuadrados.

Límites: Limita al norte con la provincia
Monte Plata, al este con la provincia San Pedro de
Macorís, al sur con el Mar Caribe y al oeste con la
provincia San Cristóbal.

Región: Forma parte de la Región X
– Ozama.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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