INTRODUCCIÓN
El 6 de setiembre del 2002 se llevó a cabo la
Jornada Nacional sobre Trueque y Economía Solidaria, donde
su llego a una conclusión entre varias entidades en la
necesidad de abrir un espacio de dialogo, donde su pudieran
escuchar todas las inquietudes y así poder analizarlas con
mayor profundidad acerca de la economía popular de
Argentina.
La historia del trueque en el país es tan breve
como relevante: recién se han cumplido ocho años
desde la creación del primer nodo en Bernal. En un
país donde los procesos sociales se caracterizan por su
velocidad e intensidad, por la complejidad y magnitud de sus
problemas, el trueque no puede ser comprendido sin ser
previamente enmarcado en ese contexto.
El trueque después de mucho tiempo de pasar por
un período de gestación y experimentación,
las redes del trueque alcanzaron una escala inédita ante
la profundización de la recesión y la falta de
dinero en plaza, provocado principalmente por la
inflación, encarecimiento de los alimentos.
La práctica del trueque está indicando
nuevas formas de organización del consumo, por otro lado,
las urgencias masivas de los ciudadanos excluidos priorita la
eficacia inmediata en aras de cubrir condiciones elementales para
la supervivencia.
El Estado comienza a reconocer a estos fenómenos
como actividades no puramente sociales sino económicas, lo
que las hace pasibles de entrar en la mira de los agentes
fiscales. También sobre la cuestión del
cuasi-dinero se buscó incorporar distintos puntos de vista
al análisis.
En las secciones I y IV se trata de los documentos
elaborados por los ponentes y las intervenciones de los
comentaristas y de los participantes. Reconociendo la existencia
de conflictos entre las redes se puede apreciar en las
conclusiones.
I.CONDICIONES
PARA EL DESARROLLO DEL TRUEQUE COMO COMPONENTE DE LA
ECONOMÍA SOCIAL.
Documento base de la jornada Nacional
sobre Trueque y Economía
Solidaria.
1. El trueque como respuesta a la
exclusión social y las contradicciones de su
masificación.
La falta de trabajo asalariado y la dificultad para
colocar bienes y servicios producidos de modo autónomo en
los mercados formales como consecuencia del estrechamiento del
mercado, es una característica de la Argentina de los
últimos años. En su génesis se
encuentra:
· La extranjerización de la
economía.
· La concurrencia de una
producción capitalista que desarrolló formas
competitividad aprovechando las diferencias globales.
· La polarización de la
distribución del ingreso.
· La consiguiente reducción
del poder de compra de clase media.
Como consecuencia, aparece el mecanismo de trueque como
una alternativa a esta situación planteada, presentada
desde su comienzo como una forma de asociación libre,
altamente consciente de valores y de relaciones solidarias, por
medio del cual se forman comunidades de prosumidores que
intercambian sus capacidades bajo la formas de bienes o servicios
producidos y consumidos por ellos.
Desde su creación, se han incorporado a la
actividad de trueque una enorme cantidad de participantes, pero
estimar un número exacto de personas involucradas en este
mecanismo es un ejercicio imposible. Y esto se debe a diversas
razones:
a) No hay registros oficiales de una actividad no
regulada por el Estado.
b) La existencia de varias redes y nodos independientes
que proveen información con criterios diferentes respecto
de los integrantes y que tienen también distintos
requisitos y condiciones para conformar los nodos y considerar
sus integrantes.
c) Los nodos y sus miembros tienen una gran movilidad:
se cierran y se abren, se expanden y se retraen a una velocidad
acorde con la dinámica de los procesos
sociales.
Elementos sobre la génesis y
evolución de las redes de trueque en la
Argentina.
El mecanismo del trueque se ha caracterizado por tener
un carácter multirrecíproco y de no tener una
simultaneidad de las transacciones, como consecuencia de esto, se
generó la conveniencia de emitir una moneda de
circulación restringida al grupo primario o local, valida
sólo para transacciones dentro de la comunidad, que debe
tener como respaldo el trabajo y los bienes y servicios de
él resultante y ofrecidos. Este desarrollo dio lugar a
nuevas reglas:
· Prohibición del
préstamo a interés.
· Evitar la
acumulación
· No utilización fuera de la
comunidad de los denominados "créditos"
· Forma del cuasi-dinero
emitido.
Se conforma una red de nodos de trueque
multirrecíproco, esto como consecuencia, del crecimiento
por adhesión de nuevas personas y familias, como por la
necesidad objetiva de ampliar la complejidad de las capacidades
colectivas para diversificar la oferta y cubrir más
necesidades.
Inmediatamente surgió el problema de que si cada
nodo emitía su propia moneda local, para poder acceder a
los bienes y servicios internodos debía haber
aceptación y equivalencia entre las monedas, pero esto
suponía ampliar el nivel de confianza no solo a cientos
sino a miles de personas. Debido a esto, se propuso, centralizar
la emisión de una única moneda, pero esto
podría tener contradicciones con los
principios morales y el proyecto utópico que
subyacía al movimiento, en su fase inicial.
Unos de los problemas de estas redes de trueque fue el
del acceso a los insumos que los miembros de la red no
proveían para poder producir los bienes, lo que
requería de algunas dosis de dinero de curso legal para
poder adquirirlo. Este problema se agravo al volverse
caótico el desarrollo de las redes por la difusión
masiva de estos mercados alternativos, por la multiplicidad de
iniciativas copiando el sistema.
Por necesidad de determinados grupos, lo que
originalmente pretendió autodenominarse economía
del "no-dinero", introdujo nuevamente el dinero, esto se agudizo
años más tarde, pero tomo más fuerza cuando
la economía de mercado capitalista sufrió las
consecuencias del "corralito" y "la falta de dinero", esto
trayendo como consecuencia cierres de fabricas, inflación
, entre otras cosas. Esto a su vez, aumento el lucro potencial de
quien pudiera disponer de estas formas de moneda para movilizar
personas, trabajos y recursos, entrando o resignificando desde
adentro el sentido original de las redes.
En síntesis, la profundización y
extensión del desempleo y el subempleo, la imposibilidad
de utilizar los ahorros acumulados y la ruptura de cadenas de
abastecimiento y pago del mercado formal, produjeron una enorme
ampliación de la escala. Esto, a la vez que
permitía la participación de nuevos excluidos de la
economía formal, reintrodujo la posibilidad objetiva de
reproducir los mecanismos propios del mercado capitalista, que
tienden a determinar ciertos comportamientos tanto de los agentes
organizadores como de los participantes desde las bases
sociales.
2. Los estudios sobre el trueque en la
Argentina.
Se encuentran, por un lado e inicialmente, los trabajos
de los "actores del trueque": los fundadores de la experiencia y
quienes participan de ella. Son textos escritos desde y para la
experiencia del trueque. En buena medida constituyen materiales
de difusión y capacitación, pero desarrollan
también análisis teóricos,
interpretativos y de estudio y comparación de experiencias
similares en otros países.
Otro conjunto, basado en investigaciones
empíricas, describe las prácticas y
representaciones de los participantes del trueque, los
caracteriza y, apoyándose en estudios de caso, lo
relaciona con la crisis de reproducción de los sectores
medios, con dispositivos y estrategias de supervivencia y nuevas
condiciones de sociabilidad. La mayoría los enmarca en la
historia de la experiencia del trueque en la Argentina y
dimensiona el fenómeno recurriendo a fuentes
periodísticas y a entrevistas con informantes clave, en
general los fundadores.
Las investigaciones empíricas
sobre el trueque.
Si tomamos en cuenta algunos estudios ya realizados
sobre el trueque con trabajos de campos realizados recientemente,
estos no se reconocen entre sí como fuentes, pero surgen
algunas notas en comunes para una mejor interpretación del
trueque en esta coyuntura de la Argentina, qué no hace
más que confirman tendencias que venían siendo
observadas:
a) La fuerte presencia entre sus integrantes de sectores
medios empobrecidos, con graves problemas laborales o
desocupados.
b) El reconocimiento de la distancia que media entre el
discurso de organizadores en especial los "los fundadores" y los
participantes en la actividad del trueque, así como los
diferentes sentidos que adquiere para éstos según
sus condiciones de inserción en la
práctica.
c) Su consideración en términos de
estrategias adaptativas, defensivas o de supervivencia
d) La percepción de la "transitoriedad" de la
práctica del trueque, vivida por los actores como
expresión del estar "adentro" y "afuera" en una sociedad y
un mercado que excluye y segrega
e) Su carácter de refugio ante la
devastación social, pero que es a la vez revalorizada del
trabajo y re-creadora de lazos sociales, intercambios, valores
solidarios y sentido de pertenencia social
f) Los problemas que el trueque enfrenta derivados de la
falta de insumos bienes intermedios y productos básicos, y
debido a la introyección de problemáticas propias
del mercado y la sociedad capitalista que configuran
"desviaciones" de los principios que sustentan discursivamente la
práctica
g) La dificultad de generar por sí mismo
condiciones para salir de la pobreza e incluso de amortiguar la
caída de los sectores medios y la necesidad de articularlo
con otras formas socio productivas y con instituciones
públicas y de la sociedad civil.
a) La potencialidad de las experiencias
"desde abajo" (nodo de
Mendoza).
Patricia Lescaro y Bárbara Altschuler (2002)
estudian experiencias de organización comunitaria en las
cuales incluyen los Clubes del Trueque en Mendoza y la
acción de la Unión de Trabajadores Desocupados
(UTD) de Gral. Mosconi, provincia de Salta. Preocupadas por
indagar el potencial de "desarrollo local desde abajo" de estas
experiencias, y discutir el papel que las políticas
sociales cumplen en su obstrucción o fortalecimiento,
especialmente desde los gobiernos locales, toman como caso un
nodo en Mendoza Capital.
En este estudio se relaciona la actividad del trueque
con otras instituciones. Se indica que se han realizado con el
gobierno acuerdos y convenios de cooperación, y con las
empresas de la zona algunos acuerdos para prestación de
servicios y adquisición de bienes a través de
moneda social (cuasi-dinero).
En términos de las representaciones sobre el
trueque en el caso de Mendoza, las autoras
encuentran que:
"Aparecen juntas valoraciones positivas en
relación con la ayuda económica que aporta la
pertenencia al club y en relación a la
revalorización personal de los participantes como sujetos
productores- consumidores y al descubrimiento, desarrollo y
reactivación de capacidades entre
quienes intervienen en el nodo. De esto se desprenden otros
comentarios aún más cercanos a lo afectivo y
anímico, como los que consideran al club como espacio de
diversión, entretenimiento, ocupación productiva
del tiempo, es decir un lugar en el que se conjugan el ocio y el
trabajo, como una fórmula contra el sentimiento de
angustia y la depresión generada por la exclusión
del mercado formal de trabajo. Este tipo de evaluaciones
generalmente pertenecen a personas que se acercan al club en
situaciones de fuerte presión, inestabilidad o
exclusión económica y social, y que ven en
él, no sólo una estrategia de supervivencia, sino
también un espacio de construcción de nuevos
vínculos, que a su vez hacen posible la continuidad y
expansión del club".
En esta investigación las diferencias internas
son explicadas en términos de la duración e
intensidad de la participación de los actores en la
práctica del trueque:
"Podemos distinguir dos grupos bien definidos a
partir de las opiniones, que están sujetos tanto a la
antigüedad de pertenencia al club como al modo de
reclutamiento. Se advierte la existencia de un grupo de
prosumidores que cumplirían una función de pilares
en la organización, estos participantes son en su
mayoría socios fundadores del nodo o prosumidores con
mayor antigüedad en el mismo. En los comentarios de este
grupo aparece un alto grado de conciencia y compromiso con los
objetivos del club a largo plazo, como la pretensión de
concretar un modo alternativo de producción y consumo, la
puesta en funcionamiento y difusión de valores como la
solidaridad y el cooperativismo. Entre estos participantes se
destacan comentarios que revelan una apuesta al club como el
principio de un cambio a mediano y largo plazo y no como una
salida coyuntural o un paliativo.
"El segundo grupo contiene a participantes de menor
antigüedad (el 50% se incorporó en el último
año), cuya razón principal de inclusión al
nodo ha sido la situación de extrema necesidad,
éstos se vuelcan al club considerándolo como una
salida inmediata. Entre estos participantes se
destacan opiniones que hacen referencia a la actividad
en el club como algo pasajero que puede abandonarse en cuanto se
resuelva el problema del desempleo."
b. Representaciones sociales y
estrategias de supervivencia (nodo "La
Estación", en la ciudad de Buenos Aires)
El trabajo de Myriam Ford y Mercedes Picasso (2002)
recurre también a la metodología de caso. En el
marco de una investigación más amplia consiste en
un intento de aproximación cualitativa al fenómeno
de las representaciones sociales de los trabajadores con
problemas de empleo, el texto considera al trueque como
estrategia de supervivencia y discute su papel desde el punto de
vista de cuál pueda ser su relevancia dentro de la
economía argentina en el nivel macrosocial.
El caso analizado es el nodo "La Estación",
iniciado en Julio de 2001 por un grupo de ex presos
políticos que se organizaron como mutuales bajo el nombre
de "Mutual Sentimiento". La mutual tiene en vista varios
proyectos, todos vinculados con el nodo, como crear un Instituto
de microemprendimientos y organizar un centro de
salud.
Entre las causas que motivaron la llegada al trueque
aparecen como fundamentales la imposibilidad de reinsertarse en
el mercado laboral y la insuficiencia del ingreso para cubrir las
necesidades. En función de los artículos que llevan
a trocar, se distinguen dos grupos:
1. Produce los bienes que trueca y otro que lleva
aquello que "les sobra" y piensa que puede intercambiarlo. Dentro
de los primeros, el trueque se representa como un trabajo en
tanto "ocupa" nuevamente el tiempo de estos individuos y les
permite acceder a determinados bienes.
2. Entre los segundos, el trueque es
vivido como otra estrategia de supervivencia, que implica,
además, un vínculo con otros.
Consideran que el trueque, a la vez que permite a los
actores construir ese estatus sustituto del de desocupado,
también aparece como un sustituto limitado del mercado
formal. Las autoras ponen en duda la posibilidad de convertirlo
en un mercado solidario debido a la existencia de tensiones entre
lo que el trueque "debe ser y lo que efectivamente es", lo que
deviene de su propia naturaleza mercantil. Al respecto
señalan:
"En este sentido nos parece importante remarcar esta
discordancia entre la existencia de un esfuerzo por recuperar la
identidad personal y social perdida y el hecho de que esta
recuperación se trate de hacer efectiva a través de
la construcción de un mercado. Es aquí donde se
produce la escisión entre lo que el trueque es como
espacio social y lo que debería ser desde las
representaciones de los individuos.
"Al tiempo que se plantea la necesidad de recuperar
la solidaridad entre aquellos que han sido privados de todo; se
la busca a través de la recreación de un mercado.
La contradicción entre las representaciones de estos
sujetos y su práctica efectiva se funda en la
internalización –y, por ende, la legitimación
por parte de los mismos en su exteriorización
práctica– de los valores dominantes acerca del
mercado como legítimo distribuidor de premios y
castigos."
c. Estrategias de supervivencia y de
reinserción social y laboral (nodo de
Bernal).
Javier Parysow y Javier Esteban Bogani (2002) analizan
el trueque en términos de estrategias de supervivencia y
de reinserción social y laboral de mujeres pobres de larga
data y de sectores medios empobrecidos, que participan en los
nodos del Club del Trueque "La Bernalesa I" y "La Bernalesa
II" (Red Global del Trueque, Bernal) y se interrogan
sobre los efectos del trueque sobre los procesos de
desafiliación social y laboral en que están
inmersas.
De acuerdo a los resultados emitidos por el estudios y
tomando en consideración algunos testimonios de
entrevistados, estos autores encuentran que el trueque es vivido
como una actividad transitoria.
Si se toma en cuenta los procesos de
desafiliación social, el estudio rescata los aspectos
regenerativos del tejido social que contiene el trueque, no
sólo en lo referido al acceso a bienes y servicios, sino
también a la "dignidad de producir u ofrecer algo propio,
refundar vínculos, posibilitar intercambios sociales, e
incluso constituyéndose, a partir de ello, en un
"antídoto contra el aislamiento y la
depresión":
Junto con ello encuentran, a su vez, casos en donde las
actividades desarrolladas por las mujeres pobres y empobrecidas
implican estrategias de carácter defensivo, que
sólo alcanzan para detener los procesos de
desafiliación social y laboral, acceder a medios de
supervivencia, pero sin lograr salir del contexto de pobreza en
el cual se hallan inmersas.
También registran en el trueque problemas como el
aumento desmesurado de precios o ciertas prácticas
deshonestas, la estafa, el engaño comercial, semejantes a
los hoy predominantes en el mercado formal.
Los estudios del trueque en
términos de procesos y estructura. d. Mercados
Sociales
Claudio Lowy (2000) en su
estudio:
· Enmarca el trueque en el estilo dominante de
desarrollo de los países subdesarrollados, el cual
"margina cultural, social y económicamente" a amplios
sectores de la población. A su vez, genera malestar,
y finalmente "infelicidad", a gran parte de la
población a través de la erosión de los
nexos sociales y familiares, la competencia destructiva provocada
por el tipo de relaciones productivas en que la inserta,
así como por la destrucción del entorno
medioambiental y las tensiones de inestabilidad
producidas.
· Señala la enorme potencialidad
productiva existente en los marginados y aun en los "exitosos-no
felices", la que puede ser reencauzada por medio de la
creación de "mercados sociales", considerados no
sólo como sistemas de intercambio, sino también de
producción, basados en el no uso del dinero de curso
legal. Y donde prevalecen relaciones de equidad y de solidaridad
articuladas con las económicas.
· Considera que los mercados sociales permiten la
satisfacción de necesidades, integran socialmente a
personas hoy apartadas de las instituciones de la economía
formal y abren otras posibilidades aún mayores en
términos políticos y culturales.
e. Las organizaciones populares y el
trueque en cuanto actor sociopolítico.
Nicolás L. Strangis (2002), analizando la Red
Global del Trueque, consideraque el Club del Trueque configura un
nuevo desafío para las ciencias sociales en tanto se ha
"convertido en un fenómeno de extraordinario crecimiento
en un escenario de crisis económica y política". En
ese marco, su trabajo se propone realizar un estudio de tipo
exploratorio "intentando elucidar sus orígenes, su
proyección y su sustento ideológico, de modo tal de
comprender mejor su naturaleza". Para ello, después de
describir someramente algunos aspectos básicos del
funcionamiento del Club del Trueque (CdT), caracteriza el
escenario que permitió su aparición y
expansión como fenómeno social.
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