"El último caso del inspector" de Luis Rogelio
Nogueras. Análisis estilístico –
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"El último caso del inspector"
de Luis Rogelio Nogueras. Análisis
estilístico
"El estilo del enunciado resulta de la selección
de los medios de expresión, determinada por la naturaleza
y las intenciones o la situación del sujeto hablante o
escribiente, y de su composición. La selección de
los medios de expresión y su composición
constituyen el estilo, y este a su vez está determinado
por los factores estilísticos, individuales o subjetivos y
objetivos." (Dubsky, 1975)
Hay muchos factores que pueden determinar la diversidad
estilística de un texto:
Epocal, geográfico.
Social (diastrático): culto o elevado,
estándar, popular, vulgar.Situacional (diafásico): formal e informal,
un mismo hablante puede recurrir al empleo de elementos de
los diversos registros en dependencia de la situación
de comunicación.Funcional: determinado por la función que
realiza el texto de acuerdo con la esfera de actividad que se
enmarca. Puede ser científico, periodístico,
publicitario, artístico, conversacional,
jurídico y administrativo.
Para Shishkova y Popok (1989) existen cuatro estilos
funcionales: el científico, el oficial, el publicista y el
literario; sin embargo para Dubsky estos cuatro estilos son: el
coloquial familiar, el coloquial formal, el escrito formal y el
estilo artístico.
El estilo literario ocupa un lugar muy importante dentro
de todo el sistema de los estilos funcionales, pues es justamente
en este donde el autor intenta crear todo un mundo nuevo, propio
y a través del cual puede exponer su visión muy
particular de la realidad. El abarca la esfera del arte de la
palabra, pues no se limita a expresar un hecho, sino que debe,
además, despertar diferentes emociones y sentimientos en
cada lector, influyendo así en cada ser humano; es
subdividido en prosa: el estilo propio de los cuentos, novelas,
ensayo, fábulas, entre otros; en poesía, donde
aparecen géneros como la lírica, la sátira,
política, heroica; y la dramaturgia.
Los rasgos que caracterizan este estilo son:
Su función estética y comunicativa,
esta última es la que lo acerca a los otros estilos
funcionales.Tiene un lenguaje aparte pues el autor se comunica a
través de imágenes y no de conceptos. Las
palabras tienen un valor metafórico, simbólico,
tropológico, polisémico.Incluye los elementos que están fuera de la
norma literaria: dialectismos, barbarismos, jerga, como una
forma de apelar a las emociones del lector y para apoyar la
formación de las imágenes
correspondientes.Constituye una forma especial de la
comunicación, determinadas por tres particularidades
esenciales:
la emisión de la información: no
está determinada por una situación concreta,
pues el escritor no escribe para un lector determinado en una
saturación determinada.la forma de emisión: la obra literaria se
diferencia de los otros estilos, porque la literatura posee
sus propios géneros.la recepción de la información: se
realiza sin interlocutor y puede mediar entre el emisor y el
receptor un largo período de tiempo.
La distribución de las partes de la
oración puede ser muy particular y a veces
transgresora.
Por su parte Dubsky (1975: 57) considera que "el estilo
funcional artístico expresa la imagen de la realidad o la
intención del autor de manera artística, utilizando
para ello medios de expresión específicos
combinando o componiendo dichos medios según el
plan".
Algunos autores debido a la multilateralidad y
variabilidad de este estilo lo subdividen en artístico
lingüístico y artístico literario, este
último al ser muy amplio y estar determinado por muchos
factores extralingüísticos no puede ser objeto de
estudio de la estilística
lingüística.
El estilo artístico tiene como rasgos
fundamentales:
La multiformidad del plano
semántico.La determinación de las unidades
léxicas con respecto a lo expresado y a la integridad
del enunciado, por la estructura de la obra de arte y por sus
actualizaciones.La claridad del enunciado es determinada por la
estructura de la obra.
Y entre las principales tendencias
encontramos:
El predominio del factor subjetivo.
La especificidad de la función de
realización de las imágenes
artísticas.La variabilidad y necesidad de renovar el
estilo.La riqueza de medios de expresión
utilizados.
Para Azorín un buen estilo se logra siguiendo
cuatro reglas básicas: poner una cosa después de
otra y no mirar a los lados; no entretenerse, no amplificar; si
un sustantivo necesita de un adjetivo no lo cargarlo con dos,
pues el mayor enemigo del estilo es la lentitud.
A parir de estas características del estilo
artístico o literario intentaremos acercarnos a la obra de
un escritor cubano contemporáneo que ha legado a nuestra
literatura una vasta obra que transita desde la poesía
conversacional hasta la novela policial, hasta guiones
cinematográficos. Nos referimos al escritor Luis Rogelio
Nogueras (1944 – 1985).
La poesía de Nogueras se enmarca en un periodo
que podría considerarse como de auge en la poesía
conversacional en Cuba, vista esta como el arraigo de un nuevo
prosaísmo que aprovecha las conquistas expresivas de la
vanguardia y que tiene sus antecedentes en los años
cuarenta del siglo XX con textos de Virgilio Piñera o
Eliseo Diego y es representativa de las corrientes descritas por
Octavio Paz como las conformadoras de nuestra contemporaneidad
poética: la poesía de la imagen insólita y
la poesía prosaísta.
El poema "El último caso del
inspector" pertenece al poemario de igual nombre, un
poemario sugerente, que toma su título de una posible
novela policial y que cierra con una pieza maestra como puede ser
"Eternoretornógrafo" donde la idea de la eternidad de la
poesía, de que los poetas repiten la inmortal
poesía de siempre puede dar fe de su virtuosismo como
poeta, narrador, soñador, creador.
"El último caso del
inspector"
El lugar del crimen
no es aún el lugar del
crimen:
es sólo un cuarto en
penumbras
donde dos sombras desnudas se
besan.
El asesino
no es aún el asesino:
es sólo un hombre
cansado
que va llegando a su casa un día
antes de lo previsto,
después de un largo
viaje.
La víctima
no es aún la
víctima:
es sólo una mujer
ardiendo
en otros brazos.
El testigo de
excepción
no es aún el testigo de
excepción:
es sólo un inspector
osado
que goza de la mujer del
prójimo
sobre el lecho del
prójimo.
El arma del crimen
no es aún el arma del
crimen:
es sólo una lámpara de
bronce apagada,
tranquila, inocente,
sobre una mesa de caoba.
El poema de Luis Rogelio Nogueras aunque por su forma y
estructura podría enmarcarse dentro del género
poético, semánticamente podría ser
perfectamente un texto narrativo, donde cada estrofa presenta su
propio tema clausal que se relaciona con un hipertema. Este
hipertema: el asesinato, pertenece al
género policial apoyado en sintagmas claves como:
la escena del crimen, el asesino,
la víctima, el testigo de
excepción y el arma del crimen
que funcionarían como tema y un cuarto en
penumbras, un hombre cansado, una
mujer ardiendo, un inspector osado y
una lámpara de bronce apagada, tranquila
inocente, que constituirían los remas.
Resalta el contraste que se establece entre el uso de
los artículos determinados en los temas con el uso de los
artículos indeterminados en los remas, en cuanto a su
aspecto morfológico, así como el contraste que se
establece entre el sintagma arma del crimen:
instrumento violento, destinado a atacar, cercenador de vida, con
el sintagma lámpara (dadora de luz)
de bronce apagada, tranquila,
inocente.
Otro recurso estilístico es el uso del adverbio
de tiempo aún en función
prospectiva precedido por el adverbio de negación
no: El lugar del crimen no es aún
el lugar del crimen, para dar la idea de una historia
contada antes de sucedida, esta estructura sintáctica se
repite en las cinco estrofas que conforman el poema. El adverbio
de modo sólo: es sólo un
cuarto en penumbras, ubica la historia en el tiempo
presente.
Aunque las 13 formas verbales que aparecen en el poema
están en presente del modo indicativo, en 3ra persona, por
lo tanto el narrador no es uno de los personajes, diríamos
que es omnisciente, hay dentro de la trama narrativa una
alusión al futuro, dada, como se había expuesto
antes, por el uso del adverbio de tiempo
aún. El lugar del crimen / no es
aún el lugar del crimen: / es solo un cuarto en penumbras
/ donde dos sombras desnudas se besan.
Las oraciones que conforman la estrofa anterior son
tres, dos oraciones de predicado nominal, yuxtapuestas, con el
verbo ser atributivo y una subordinada con el verbo
reflexivo besarse como núcleo; la segunda
oración atributiva tiene el sujeto elidido, ya que es el
mismo de la primera y la estructura sintáctica de esta
primera estrofa podría representarse
así.
SNS + SNP (verbo atributivo)
SNS (elíptico) + SNP (verbo atributivo) +
(oración subordinada)
Esta misma estructura se repite en las estrofas 1ra, 2da
y 4ta, pero las estrofas 3ra y 5ta, solamente están
conformadas por dos oraciones atributivas, yuxtapuestas entre
sí, con la siguiente estructura:
SNS + SNP (verbo atributivo)
SNS (elíptico) + SNP (verbo
atributivo)
En el texto aparecen un total de 13 formas verbales, 10
veces la FV es, presente del modo indicativo, 3ra
persona del singular, se besan, FV reflexiva y
recíproca, presente del modo indicativo, 3ra persona del
plural, va llegando, perífrasis (IR +
gerundio) en presente del modo indicativo y 3ra persona del
singular y la FV goza, presente del modo
indicativo, 3ra persona del singular. Estas formas verbales van
marcando la historia en las diferentes etapas de la trama y
aluden indiscutiblemente a los personajes de la misma. La FV
es representa al lugar, al asesino, a la
víctima, al testigo y al arma homicida, va
llegando perífrasis que indica acción,
movimiento, solamente se refiere al asesino; el reflexivo
recíproco se besan tiene como sujeto a la
víctima y al testigo, sin embargo es significativo que la
FV goza solo hace referencia al testigo que
coincide con ser precisamente El Inspector.
El texto narra sin dudas una historia donde verbos de
acción como se besan, va
llegando o goza le dan un dinamismo a la
trama, que trasgrede el dinamismo propio de la poesía,
(esta tiende a ser más personal e intimista) y nos sumerge
en un suceso policial donde aparecen todos y cada uno de los
elementos que integran cualquier texto de este tipo: el lugar
del hecho, la víctima, el victimario, el testigo, el arma
y el móvil; y como una forma propia de anticiparnos
el tema el título de este poema es "El
último caso del inspector", título propio
de una novela policial, donde se reconoce el magisterio de este
poeta y narrador cubano; El inspector, elemento clave dentro de
todo texto policial, aquel que debe encontrar al asesino, ubicar
el arma homicida, analizar la escena, aparece aquí en su
último caso, porque en esta narración
poética el inspector, es el testigo de
excepción, el inspector es una de las dos
sombras que se besan, es el que goza de la mujer
del prójimo (de un hombre cansado / que va
llegando a su casa un día antes de lo previsto /
después de un largo viaje) y para el inspector
osado, será sin dudas, su último caso.
BIBLIOGRAFÍA
1. Castagnino, Raúl (1987): "El
análisis literario", en: Selección de
lecturas para redacción. La Habana, Ed. Pueblo y
Educación.2. Colectivo de Autores (1995) "El cisne
salvaje. Homenaje a Luis Rogelio Nogueras". La Habana.
Editorial Letras Cubanas3. Dubsky, Joseph (1987): "Introducción
a la estilística de la lengua", en:
Selección de lecturas para
redacción. La Habana, Ed. Pueblo y
Educación.4. Nogueras, Luis Rogelio (2005)
Antología poética "Hay muchos modos de jugar".
La Habana. Editorial Letras Cubanas.5. Shishkova, T.A. y J. K. L. Popok (1989):
Estilística funcional. Minks, Vishaya
Skola.
Autor:
Ivonne Díaz Chales
Evento: Taller de reflexión.
ISP "Enrique José Varona"
Instituto Superior de Arte.
Departamento de Estudios
Lingüísticos.