Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Comentario al evangelio de nuestro señor Jesucristo (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

De esta tradición es que los fariseos acusan a
Jesús de este no se guía, como tampoco se
guían sus discípulos. Marcos abre un
paréntesis para decirnos las cosas que según la
Tradición era necesario hacer con el lavado. Y es que
estos lavados eran tan importante a la luz de la
Tradición, que los rabinos decían: "Si un hombre
descuida el lavado, será quitado del mundo."

Cuando los fariseos les dicen a Jesús que sus
discípulos no se lavan las manos, le están
diciendo, que corren el riesgo de ser talados de la tierra. Es
por eso que Jesús critica la ironía de estos
puritanos, los cuales prefieren echar a un lado la Ley Escrita,
el Derecho Positivo, para que se cumpla una tradición, un
uso, una costumbre, como dicen los abogados modernos. Y es que la
critica que Jesús lanza contra los fariseos, la lanza
contra el culto exterior, contra el legalismo; porque no, contra
la sequedad espiritual. Jesús la emprende contra la falta
de entrega a la verdadera religión.

El Maestro finaliza haciendo un llamado a sus oyentes
sobre que verdaderamente hace al hombre común o inmundo.
No es comer con las manos sin lavar, lo que contamina, son los
malos pensamientos, las malas conversaciones. De los pensamientos
vienen las acciones; y de las conversaciones la
materialización en conjunto de hacerle daño al
prójimo. Atentar contra el prójimo, en palabras o
acciones, eso si contamina al hombre.

En Tiro y
Sidón

Mateo: 15: 21-28. Marcos: 7: 24-33.

Sin saber las razones, nuevas a primeras, el teatro de
predicación de Jesús fue transformado.
Jesús, que no quería andar por Judea, ya que los
judíos querían poner fin a sus días, detiene
su recorrido por las aldeas de Galilea. Se ausenta de esta
región, y sale del territorio de Israel, y se encamina a
tierras de gentiles. Es probable que saliera de Capernaum, en el
Norte de Israel, con dirección al noroeste, a la estrecha
franja de tierra de Fenicia, entre el mar Mediterráneo y
los montes del Líbano.

Fuera del relato de los dos viajes a Decápolis,
ciudades pobladas de israelitas y por griegos, es esta la primera
y única vez que Jesús en su Ministerio sale de
Israel, para predicar. Para Marcos, este viaje es para
"esconderse". Los evangelistas son simples: "Saliendo de
allí, se fue a las partes de Tiro y Sidón." Si
salió de la costa norte del mar de Galilea, digamos que de
Capernaum, y en este momento se encuentra en Tiro, está a
unos cincuenta kilómetros del lugar de salida; pero si se
encuentra en Sidón, entonces está a noventa
kilómetros, porque Sidón estaba ubicada más
al norte, a unos cuarenta kilómetros de Tiro.

Si nos preguntamos, ¿Por qué salió
de Israel, con destino a esta región? Tendríamos
que responder, que una sola respuesta no es satisfactoria. Son
varias las razones por la cual Jesús abandona
Israel.

Primero: Para descansar un poco. Desde hacia tiempo
quería estar solo, para así poder planear mejor sus
estrategias de campaña.

Segundo: Porque quería salir del alcance de
Agripas, y de los componentes del partido de Herodes. Los
herodianos se habían unido a los fariseos y escribas,
posiblemente celosos de sus éxitos.

Tercero: Por la conducta de sus familiares y parientes
mas cercanos. Sus allegados familiares habían tomado una
forma de conducta agria hacia Él. En un momento quisieron
tomarle por la fuerza para llevárselo con ellos, ya que
decían que estaba fuera de sí.

Otras razones serias serian:

Primero: Porque ya Israel estaba destituido, y era
necesario que el Evangelio fuera entregado a los
gentiles.

Segundo: Jesús estaba quebrantando el muro de
separación que dividía a los judíos y a los
gentiles.

Tercero: Jesús quería quemar las naves.
Quería dejar establecido bien claro, que el mensaje de
salvación debía ser llevado a aquellos que eran
tenidos por inmundo, por pecadores por los maestros
Judíos. Desde ahora en adelante, Él seria el
Maestro de aquellos que los rabinos desechaban.

Es cuando Jesús está establecido, no
sabemos donde, posiblemente en alguna de casa de un judío,
ya que los descendientes de Jacob estaban diseminados en la
región; como también pudo ser en la casa de un
cobrador de impuestos, antiguo amigo de Mateo. Lo importante es
que están alojados en un lugar, desde no sabemos que
tiempo, porque los detalles de los Evangelios, en cuanto a las
actividades de ese año son pocas, es posible que se pasara
varios meses. Jesús quiere pasar de incógnito en su
lugar de retiro.

Cuando creían que estaban pasando desapercibidos,
fue a sacarlo de su silencio y anonimato una mujer, hija del
lugar, cananea de nación y griega de descendencia. La
mujer tenia noticias de los hechos de Jesús, tal vez por
los comerciantes que venían del el sur o por los militares
que habían estado de leva en Galilea. No se sabe como,
pero reconoció a Jesús, y se presentó en el
lugar de alojamiento. Sin muchos preámbulos, la mujer se
lanzó a sus pies, después de haber voceado esta
petición: "Hijo de David, ten misericordia de
mí."

Veamos como es visto este pasaje por dos
comentaristas:

"Cristo no respondió inmediatamente a la
petición de la mujer. Recibió a esta representante
de una raza despreciada como la habrían recibido los
judíos. Con ello quería que sus discípulos
notasen la manera compasiva con que quería que ellos
tratasen una angustia tal, según la manifestó en la
subsiguiente concesión de lo pedido por ella." Esta cita
es El Deseado de Todas las Gentes.

Adam Clarke se expresa diciendo: "Pareció tomar
tiempo para considerar su ruego, y darle a ella oportunidad para
ejercer su fe y manifestar su fervor".

Una nota de Scofield dice: "Cuando la mujer gentil se
dirigió a Jesús llamándolo Hijo de David el
no responde, porque los gentiles no tienen ningún derecho
en Él en ese carácter".

La mujer fue insistente. Al ver que Jesús no le
contestaba, cambió su táctica, y le llama
Señor. Ella insiste varias veces, llegando esta pagana
incluso a ser desagradable con sus acosos; pero la perseverancia
es capaz de producir trigo en el sequedal. Ella logró
llamar la atención que se proponía.

Jesús quiere antes de obrar este milagro
conseguir un doble objetivo: Hacer que la mujer esté
consiente del beneficio que va a recibir por medio de su
petición. Quiere que ella tenga fe en su pedido y en quien
lo va a otorgar. En segundo lugar, quiere que los
discípulos aprendan cual es la forma correcta de obrar, no
como lo hacían los que se llamaban puros y santos. Se es
puro y santo por haber estado todo el tiempo ciego, y alejado de
los necesitados, y que uno llama inmundos. Es como si
Jesús les estuviera sugiriendo: "No soy enviado sino a las
ovejas perdidas de Israel." Se coloca en lugar de un rabino, de
un fariseo, de un doctor de la Ley.

Cuando la mujer se lanza a sus pies, pidiendo socorro,
implorando que le remedien en su causa, talvez el compasivo
Salvador fingió, y se comportó como un maestro lo
hubiese hecho en las calles de Jerusalén, ante un
samaritano. Jesús le dice a la madre desesperada: "No es
bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los
perrillos."

Con esas palabras, los maestros judíos
consideraban que los hijos del Reino eran los descendientes de
Jacob. Solo los israelitas tenían derecho a entrar en el
Reino de los cielos, y solo para ellos eran las bienaventuranzas
del mundo por venir. Solo a los hijos de Jacob se les
daría la bienvenida en el reino del Mesías, los
demás, los no israelitas, no podrían entrar. Todos
los demás se querrían fuera, serian despreciados.
Así es que porque quitar el pan de los hijos, para que los
de fuera se alimentaran.

Antes esas palabras que eran un reproche. Ante esa
enérgica negativa como respuesta a un favor que se pide,
la madre contesta: "Si Señor; mas los perrillos comen de
las migajas que caen de la mesa de sus señores." Estas
palabras son un reconocimiento de verdadera situación en
que se encontraba. Ante ese cuadro, el Amante Salvador dice a la
desesperada mujer: "Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo
como quiere."

A la que mueve montañas, le basta que le siembren
el camino de dificultades. A esa misma fe, que el Señor
reconoció como una grande fe, surtió sus efectos,
que el relato dice: "Y fue sanada su hija desde aquella hora." Su
hija que estaba en cama poseída por un demonio, nos dice
Marcos, cuando la sirofenicia llegó: "Halló que el
demonio había salido, y la hija acostada en la
casa."

JESUS CURA A UN SORDOMUDO, Y DA DE COMER A CUATRO
MIL.

Mateo: 15: 24-39. Marcos: 7: 31-37 y 8: 1-9.

En el último segmento dejamos a Jesús con
sus discípulos en la costa del mar Mediterráneo, la
Fenicia que comprende a Tiro, Serepta y Sidón. En estos
momentos lo encontramos que se dispone a volver a territorio de
Israel, pero con las intenciones de estar lo más alejado
de Herodes en lo que sea posible, por causas bien conocidas y
atendibles. Es posible que suba a Sidón, pase por los
Montes del Líbano, y que llegue al río
Jordán, en la parte más norte. No témenos
bases para decir que descendió en línea recta por
el río, y que luego cruzó las aguas de
Merón, para penetrar en el lago de Galilea, para de este
modo llagar a las costas del centro del mismo lago, en la
región de Decápolis. De estar en Decápolis,
estaría en la Tetrarquía de Felipe.

Es posible que Jesús penetrara en Israel,
después de pasar el Monte Hermón, Cesarea de
Filipo, en la Traconite, las llanuras de Basan, Bethsaida, y
así llegar al lago. Una vez en el lago, se puede visitar
Gerusa, Gamala, Hipo y Gadara. Lo que sí sabemos, es que
es su tercera visita a esta región, por lo que nos dice
Marcos. Esta última visita la hace después de su
regreso de tierra de gentiles, para visitar otras tierras de
gentiles, ya que estas diez ciudades son de población
griega en su mayoría.

Por Mateo sabemos que Jesús curó una
multitud que se agolpó para que éste le diera la
salud. En este tumulto, le presentan a Jesús a un sordo,
que también era tartamudo, ya que la palabra griega que
usa Marcos es "mogilalon." Por la forma en que es traducida esta
palabra al español, es un poco difícil, y muchos
comentaristas bíblicos quieren entrar en detalles, y
traducir o parafrasear el texto. Seremos simplistas: Jesús
curó a este hombre, el cual por el poder sanador de Dios
podía hablar claramente y oír, dos casas que antes
no podía hacer.

Este milagro, es posible que esté ocurriendo
cerca del lugar donde Jesús había alimentado a los
cinco mil hombres, que en aquella ocasión calculamos que
serian unas catorce mil personas, si se incluyen las mujeres y
los niños. Luego sana a una multitud de cojos, ciegos,
mudos, paralíticos y otros muchos enfermos. Es en esta
tierra, donde griegos y otros gentiles: "Glorificaron al Dios de
Israel."

La multitud parece que perseveró con Jesús
unos días, al punto, que las municiones de boca se
agotaron, y en el lugar no había nada para comer.
Aquí se repite la multiplicación de los panes y de
los peces, pero no en las personas de los israelitas. Los
beneficiarios de este otro milagro, son personas extranjeras, y
el registro dice que eran unos cuatro mil; claro está, sin
las mujeres y los niños. Después de operado el
milagro, Jesús subió a la barca, y pasó a
Galilea, al territorio de Herodes Ántipas. Para esto
cruzó el mar de oeste a este, y llegó a la
región de Dalmanuta, a la ciudad de Magdala, ubicada entre
Tiberias y Capernaum.

La unión
de los fariseos y los saduceos para pedir una
señal

Mateo: 16: 1-4. Marcos: 8: 10-12.

Es aquí en Dalmanuta, de frente al lago de
Galilea, donde se reúnen para hacer causa común dos
partidos antagónicos y radicalmente opuestos como los
casquetes polares. No es que las diferencias tan marcadas se
hayan borrado, ni tampoco que su unión haya sido declarada
sin previo estudio y convenios mutuos. Tampoco es que las
diferencias se olvidaran, sino que al tener un enemigo tan
poderoso, sienten celos de ser sustituidos en el sentimiento
popular.

Es la primera vez que nos encontramos con saduceos un
papel activo propiamente dicho. Como tendremos oportunita de ver
mas adelante, los saduceos no eran muy numerosos; pero si eran
influyentes. Al igual que los fariseos, no se pueden precisar el
tiempo en que surgió como partido o secta, o como grupo,
no importa como se les llame. El nombre de saduceos, lo traducen
muchos como proveniente de Sadoc, que significa justo. Hay
quienes afirman, que su nombre se deriva de Sadoc, uno que fue
discípulo de Antígono Sachaeus, en el siglo tercero
antes de Cristo, y de quien los judíos decían que
descendían estos sectarios. Otros remontan su descendencia
hasta el Sumo Sacerdote Sadoc, que ejerció sus funciones
en los días de David y de Salomón, y que fue tan
útil durante la rebelión de Absalón, y que
era hijo de Aquitos.

De la descendencia de este sacadote Sadoc, vamos a
encontrar referencia de ellos varios siglos después, por
lo cual se deduce que tomaron el monopolio de los altos cargos.
Es posible que se mantuvieran por generaciones de generaciones, y
que ese nombre fuera conocido en los días de Jesús.
Su diferencia teológica, con los fariseos era grande, y se
puede decir que eran materialistas. En cuanto a la
política, los saduceos se puede decir que eran
nacionalistas.

Saduceos y fariseos eran contrarios, ya que los primeros
no creían en la Ley Oral, o la Tradición de los
Ancianos. También rechazaban la creencia en los
Ángeles y en los demonios, por lo cual desmentían
la doctrina demoníaca de los fariseos. Tampoco
creían en la inmortalidad del alma, pues decían que
el alma moría cuando el cuerpo dejaba de existir; tampoco
esperaban ninguna recompensa después de la muerte. Como
era deístas, no creían en la inspiración de
la Palabra de Dios, aunque tenían un fuerte apego a los
cinco libros de Moisés. Para los saduceos, la voluntad del
hombre era lo que regia la vida y obra de todo ser
humano.

En términos filosóficos, los saduceos era
epicúreos; y a pesar de ser la mayoría de ellos
sacerdotes, eran incrédulos. Aunque eran un grupo
pequeño, eran sumamente poderosos, y en el Sanedrín
imponían sus criterios. Ernesto Renán dice de ellos
que eran: "odiados del pueblo a causa de sus
riquezas."

Estos grupos, fariseos y saduceos, que eran enemigos
irreconciliables, lo los que se unirán a otro partido o
grupo, y que son los seguidores de Heredes Antipas, para hacer
caer a en sus lazos y perderle.

¿Qué seguían estos hombres? Ellos
aspiraban poco, tanto Marcos como Mateo, dicen que pedían
de Jesús una señal, esto es semeion. Con esta
palabra se designa el poder sobre la naturaleza, sobre sus
enemigos. Es un acto de poder sobre todo lo que nos rodea. Al ver
lo que ocultaba este pedido, que era una especie de propuesta:
manifiesta tu poder, para que de esa manera nosotros podamos
crearnos un juicio sobre tu persona. Permítenos estudias
tu caso.

Pero. ¿Para qué esta propuesta? Muy
sencillo. Para tentarle. Ellos querían ponerle a prueba.
Es por eso que el espíritu de Jesús se conmueve
profundamente y dice: "En la tarde, ustedes dicen: "Va a hacer
buen tiempo, porque el cielo está rojo"; y por la
mañana dicen: "hoy va hacer mal tiempo porque el cielo
está rojo y nublado."

Podemos decir que estas son unas lecciones de
meteorología, que son conocidos por todos los presentes.
Basta con observar el cielo a simple vista, sea de mañana
o de tarde, y ya se tenia una idea de si iba a llover o no. Pero
no eran capaces de entender, como lo hizo Daniel, cuando
leyó lo dicho por el profeta Jeremías, que el
tiempo del fin de la trasmigración ya se había
cumplido. ¿Por qué no comprender que las
profecías de Daniel, ya estaban llegando a su
final?

Si no eran capaces de entender a Daniel, entonces no se
les iba a dar ninguna otra señal, que la del profeta
Jonás. ¿Cuál era la señal de
Jonás? Como Jonás pasó tres días y
tres noches en el vientre del monstruo marino, el Hijo del Hombre
lo iba a estar en el seno de la tierra.

GUARDAOS DE LA LEVADURA.

Mateo: 16: 5-12 Marcos: 8: 13-21

Después de la disputa anterior, en la cual los
saduceos y los fariseos se coaligaron para tentar a Jesús
pidiéndole que delante de ellos manifestara su poder, el
Maestro, en compañía de sus discípulos se
dirigió al lago. En el lago tomaron un barco, y dirigieron
la proa a la región noroeste, hacia Bethsaida, en los
dominios de Felipe, el Tetrarca. Fue en la travesía, que
Jesús le dirigió esta advertencia: "Mirad, guardaos
de la levadura de los fariseos y de la levadura de los Herodes y
de los saduceos."

El partido que estaba integrado por los seguidores de
Herodes Ántipas, desde que llegaron al poder, en tiempo de
Jesús, son los palaciegos, los domésticos de
Herodes, y que a igual que él, son fieles a Roma. Los
herodianos deben su poder a Roma y a Roma sirven. La
sumisión al imperio es la razón de su
distanciamiento con los fariseos, que se oponían hasta al
pago de los impuestos. Por esa razón, los fariseos no
prestaron juramento a Herodes, cuando este asumió el
poder.

Se acusa a los seguidores de Herodes de ser sensuales,
disolutos, y hasta de tener ciertos convenios con los saduceos.
Como fuerza política, no tienen mucha aceptación en
el pueblo; y hasta al mismo Herodes se le acusa de ser un
saduceo. El servicio de Herodes a Roma, no que le sirviera de
buena ganas, sino por conveniencia y provecho. Roma aseguraba la
permanencia en el poder de Herodes, y Herodes les aseguraba a
Roma su permanencia en Palestina.

Conociendo a los fariseos, los saduceos y a los
herodianos, ya sabemos porque es que Jesús les advierte a
sus discípulos que se guarden, se cuiden de la levadura de
ellos. Pero ellos no entendieron a simple vista lo que
Jesús les quiere decir. Es entonces cuando el Maestro les
dice, que la levadura es la doctrina. El hablar en forma de
parábola ni aun a los mismos iniciados en las
conversaciones con Jesús les estaba claro. El símil
les era oculto. Se sabe que la levadura leuda, fermenta; de esa
misma el adoptar un doctrina hace que uno la absorba, y que se
convierta en parte de la forma de pensar y por ende de actuar de
quien la profesa.

Pero nos cave hacernos una pregunta: ¿Qué
significación tenía la levadura para los
israelitas? En el Antiguo Testamento, cuando se nombra a la
levadura, se hace siempre como un sinónimo de
corrupción, de la cosa no natural. Durante una de las
grandes festividades del pueblo de Dios, había que
abstenerse de la levadura, y sacarla de la casa, porque de lo
contrario todo lo que se encontraba en ella estaba contaminado.
Para los israelitas, la levadura era un símbolo del
pecado. Es por eso que para una masa estar leudada, tenia primero
que entrar en estado de putrefacción, de
corrupción.

En el libro del Éxodo 12: 15-20, se dan unas
instrucciones sobre la celebración de la Pascua y de los
Panes sin Levaduras. En esas instrucciones se llega a tal
extremo, que le Ley prohíbe tener este instrumento de
corrupción en el recinto. Es por eso que para la Pascua,
se tenía que limpiar y barrer la casa para asegurarse de
que no se encontrara en ella nada de ella. Si después de
haberse tomadas todas las medidas de lugar, se vía que
pasaba por el suelo un roedor, llevando en el hocico un trozo de
pan leudado, se consideraba que toda la casa estaba inmunda, y el
proceso de limpieza era necesario iniciarlo de nuevo.

Cuando Jesús advierte, que sus discípulos
se deben guardar de la doctrina de los de Herodes, lo hace,
porque estos eran mundanos, sensuales, corruptos. Se
debían guardar de la doctrina de los fariseos, porque
estos eran formulistas y ritualistas. Su culto era exterior, y no
del corazón. La levadura de los saduceos, era una doctrina
materialista, y su escepticismo era perjudicial para la salud del
espíritu.

Hoy, al igual que ayer, los discípulos de
Jesús se deben guardar de toda doctrina corrupta, sensual
y mundana. Se debe correr del ritualismo y del formalismo, que
consiste en las ostentaciones exteriores. El culto cristiano debe
proceder del corazón, y lo que se vea, no debe ser
más que una manifestación del
espíritu.

CURACIÓN DE UN CIEGO EN
BETHSAIDA.

Marcos: 8: 22-26.

Desde el inicio de su Ministerio Publico, Jesús
estuvo muy activo en predicación y operación de
milagros en Bethsaida. Es por eso, que al verse rechazado en esta
ciudad, o pueblo de pescadores, lanza contra ella esos
tétricos ayes, que ya tuvimos oportunidad de oír.
Aunque Él pasó por ella varias veces, todo indica
que dentro de sus muros, en sus calles y plazas, no volvió
a hacer milagros.

Para este entonces sale de los dominios de Herodes con
dirección a las regiones del norte de Israel; pero hace
una escala en Bethsaida. Es en esta ciudad que les traen un cielo
para que le cure. En vista de que los milagros eran la
manifestación del poder de Dios, los cuales avalaban y
daban prueba de que Él era el Mesías, y ellos, los
indignos habitantes de la ciudad les habían rechazado,
ellos que fueron testigos del poder de Dios a través de
Él, no quiso que ellos fueran testigo de otro milagro.
Cuando les traen al cielo, Jesús lo tomó de la
mano, y lo condujo al campo. A solas, sin testigos de la ciudad
incrédula, procedió a escupir en los ojos del
desdichado para suavizar sus palpados; luego tocó con sus
manos los ojos sometidos a las tinieblas.

Después de esta operación, Jesús le
pregunta si veía. El cielo responde en forma afirmativa;
pero que presentaba una pequeña dificultad. Le confiesa
que ve a los hombres, como si estos fueran árboles
andantes. El Divino Medico, vuelve a tocar los ojos del
desdichado, y en esta segunda ocasión todo fue perfecto.
Confesó que veía perfectamente, y a cierta
distancia.

Este ciego no tenia su residencia en la ciudad de
Bethsaida; y esto lo decimos, porque cuando el Maestro lo
despacha a su casa, le encarga que no entre en la aldea.
También le comisionó que no se contara a nadie.
Esta recomendación, de guardar silencio, era porque
rehuía al exhibicionismo, a las manifestaciones publicas.
Veía bien que el mundo corriera tras Él. Solo
procuraba que se recibiera el beneficio del favor hecho, y que se
le diera la gloria a Dios. Las grandes multitudes son mas
ruidosas que reverente; mas fastuosas que humildes.

Era tan grande la falta de respeto de los habitantes de
esta ciudad, era tan poca su devoción, y sobre todo su
ingratitud, que Jesús no quiso que el ciego, que seria un
natural de Seucia, que el Señor, que sus ojos nuevos y
limpios, se manchara al ver a los habitantes de esta ciudad
impía. La ingratitud es pecado. Los ingratos pobladores de
la ciudad condenada por su incredulidad, la que se había
negado a creer, tenia que ser condenada, castigada. Sus ojos no
verían mas un milagro; pero el beneficiario del mismo, no
debía entrar en ella para contar lo que le había
acontecido.

PEDRO REPITA QUE JESÚS ES EL
CRISTO.

Mateo: 16: 13-20. Marcos: 8: 27-30. Lucas: 9:
18-21.

Tenemos razones para creer que Jesús no
entró en Bethsaida, sino que la bordeó, y
continuó con dirección al norte. Su próxima
parada es a unos cuarenta kilómetros. En el recorrido
pasaría por Suecia, las aguas de Merón, el pueblo
de Dan, hasta llegar a Cesarea de Filipos.

A esta ciudad de Cesarea se le había puesto el
nombre de Filipos, para distinguirla de la Cesarea de Palestina,
que se encuentra entre Jope y Dora, en la costa del mar
Mediterráneo. En los días de Jesús, la
ciudad fue reedificada por Herodes el Grande, quien
magnificó la ciudad. La mayoría de los habitantes
eran griegos, y llegó a ser la capital de Judea, y asiento
del poder romano.

La otra Cesarea, la de Filipos, estaba no lejos de Dan,
en el territorio de la tribu de Neptalí, en la
cercanía de los Montes del Líbano, y cerca del
Jordán, en la provincia de Iturea. A la ciudad se le
llamaba Panea, porque tenia una gruta en honor del dios Pan. Pan
es el dios de los cascos caprípedos, cabeza cornuda y
tocador de flauta. La ciudad fue embellecida por Filipos, quien
le dio el nombre de Cesarea en honor de Tiberio César.
Para hacer la distinción de la Cesarea de Palestina,
Felipe unió su nombre al del César, y por eso se
llamaba de Filipos.

Por la descripciones que hemos leído de esa
ciudad, con sus aguas, sus edificios, sus hondonadas, la
elevación del lugar y las nieves eternas del Monte
Hermón, sin duda que era una bella ciudad. Aunque en
territorio de Israel, esta ciudad no era temerosa de Dios. La
influencia del paganismo estaba enraizada en sus moradores. Al
pie del Hermón se encontraba un templo en honor al
emperador romano, el cual era adorado como un dios.

Jesús había predicado en el centro de
Judea, en la Jerusalén, en ambas Galileas, de las cuales
había visitado hasta la más oscura de sus aldeas.
Había hecho varias visitas a Decápolis y hasta
llegado a Fenicia. En estos momentos está en Cesarea de
Filipos, ciudad que posiblemente había visitado cuando
regresaba de Fenicia. Por lo que nos dicen los Evangelios, la
fama de Jesús era conocida en todas las ciudades vecinas.
Es seguro, que a cualquier lugar que fuera, las multitudes le
seguían, y que solo se hablara de Él.

En la aldea más pequeña, en el centro
comercial, en los desolados caminos donde dos personas se
encontraran; hasta en el Templo de Jerusalén, Jesús
era el tema. Los Sábados en las sinagogas, en los palacios
de los hijos de Herodes, en las fortalezas, y hasta en el
bullicioso puerto de Tiro, en el mercado de Sidón,
Jesús seria el tema. En los puestos de pescados de
Capernaum, Damasco e Idumea; donde quiera que fuera, donde la
gente se juntaba, el Maestro Galilea salía a
relucir.

Es en Cesarea de Filipos, después de haber
recorrido la Judea, Galilea, Decápolis e Iturea, que
Jesús pregunta a sus discípulos sobre la
opinión que toda la gente, con las que ellos habían
tenido oportunidad de tratar, que era lo que ellos decían
sobre Él. Era una especie de sondeo de opinión.
Porque no un breve examen antes de entrar a otro
capitulo.

Salieron entonces a relucir las diversas opiniones y
pareceres. Para muchos, entre los cuales hay que incluir a
Herodes Ántipas, Él era Juan el Bautista, que no
hacia mucho, había sido decapitado. Como era uno que se
había levantado de entre los muertos, esa era la
razón por la cual operaba esos milagros y maravillas.
Otros decían que era Elías, el tan esperado
profeta, y que a decir de los fariseos se iba a manifestar para
señalar el camino del Mesías. No faltaban quienes
le compararan con Jeremías o con algunos de los santos
profetas.

Esa era la opinión de los hombres de fuera, del
común del pueblo también. Eso opinaban los que
habían visto sus milagros y oído sus discursos por
los lugares donde Él pasaba. Eso opinaba los que no
habían tenido contactos íntimos con Él.
Porque no decirlo con palabras de Renán, ese el parecer de
los: "Soñadores, piadosos, esenienses, que esperaban
tranquilamente el reino de Dios, devotas personas agrupadas en
tornos del templo, orando y llorando."

Esa era la opinión de muchos insignificantes, los
que a la hora de la Revolución de Judea, Josefo no los
menciona, porque solo sabían emprender la fuga. Y todo
esto estaba bien. El pueblo y lo que no era el pueblo
tenía su opinión sobre Jesús, y
después de todo eran opiniones divergentes; pero
después de todo, todo el mundo tenía su concepto
sobre Él. Era muy seguro, que por la forma de hablar de
Jesús, en un lenguaje tan florido, se dijera que era
Amós; otros opinarían que por la profundidad de sus
enseñanzas bien podía ser Ezequiel. Otro
opinaría, que debido a lo vibrante de su verbo era el
retorno de Isaías; por su devoción lo
podrían haber confundido con Daniel. Como el Maestro
predicaba sobre la hora presente es posible que se dijera que era
Malaquías

Quien cuantas cosas se dijeran sobre su persona, hasta
se pudo haber dicho que era Jonás. Al igual que en los
días de hoy, son tantas las cosas divorciadas de la verdad
que se dicen en torno a Él; pero ¿Y los
discípulos, que opinaban? Es Pedro, el incestuoso, el que
toma la palabra y hace su gran confesión, la
confesión de la Historia: "Tú eres el Cristo, el
Hijo del Dios Viviente."

Los entendidos en la lengua griega, dicen que estas
palabras tienen una fuerza interna que impresionan por su
profundidad. Las palabras son dichas en nombre del grupo. Estas
son las ideas y el concepto que todos ellos tiene sobre su
Maestro, después de haberle tratado y conocido
íntimamente. Ellos están convencidos de que
Jesús, el carpintero de Nazaret, es el Mesías, el
Ungido, el Cristo, el Hijo del Dios Viviente. Creen que
Él, es el que estaba en el principio con Dios.

Nadie que confiese que Jesús es el Hijo de Dios
puede quedarse sin su recompensa. Es el mismo Dios que nos
invita, es Él que pone en nosotros ese deseo de que nos
glorifiquemos al mencionar ese glorioso titulo. Las palabras de
Mateo, tocante a lo que Jesús dice de Pedro es algo que ha
dividido las opiniones, creado controversias y marcado muchas
diferencias. El texto griego seria muy útil y
aclararía mucho; pero si le vemos de manera simplista,
esto es lo que escucharíamos:

"Tú eres Pedro (petros, piedra, fragmento de
roca) y sobre ésta piedra (petra, roca) edificaré
mi iglesia."

Nos preguntamos: ¿Cuál es la roca?
¿Es Jesús? ¿La confesión de Pedro?
¿Pedro mismo?

Creemos que la roca es Jesús. Si decimos que la
roca es la confesión de Pedro, al decir que Jesús
es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente, y sobre esa roca firme,
sobre ese fundamento es que la iglesia se ha de levantar;
también lo creemos.

Sobre que está fundada la iglesia desde los
apóstoles hasta el presente ¿Sobre Pedro o sobre
Cristo? Quien diga que sobre Pedro se equivoca. La iglesia
estuvo, está y estará fundada sobre
Cristo.

Jesús
predice su
muerte y su resurrección

Mateo: 16: 21-28. Marcos: 8: 31-38 y 9: 1. Lucas: 9:
22-27-

Anterior a su llegada a Cesarea de Filipos, Jesús
había anunciado a sus discípulos que le conveniente
morir; y en mas de una ocasión, a los escépticos,
les había dicho que iban a tener de Él una
señal, y era la del profeta Jonás. En este momento,
Jesús está solo en compañía de sus
discípulos; no hay extraños en medio de ellos, es
por eso, que todo lo que les pueda decir, lo puede hacer en forma
franca, clara y llana. También los discípulos no
necesitan explicación; o en éste caso, Jesús
habla de una manera que no necesita esfuerzo
interpretativo.

Como el Maestro cree conveniente una conversación
franca, les empieza a aclarar punto por punto lo que Él
tenía que padecer y sufrir. A decir de Marcos,
Jesús fue enfático y claro en lo que dijo.
Quería que ellos no tuvieran dudas en lo concerniente a
sus sufrimientos.

Es una verdadera lastima que la conversación
privada de Jesús con los suyos se haya perdido casi en su
totalidad. Para conocer mejor el pensamiento y el habla coloquial
de Jesús, debemos recurrir siempre a Juan, cuando es
posible. Los Evangelios nos dicen que Jesús dijo que tenia
que padecer y : "ser reprobado por los ancianos, de los
príncipes de los sacerdotes, y de los escribas…"
Decía además que tenia que ser muerto, aunque iba a
resucitar, a la vez que apuntaba con claridad: "después de
tres días."

En esa misma ciudad, Jesús les pidió a sus
discípulos que le dejaran el parecer de la gente del
pueblo. También escuchó el parecer de ellos mismos,
y todo iba bien; pero es ahora, cuando la conversación
más se ha desarrollado, que Jesús empieza su
opinión sobre Él mismo. Al oír lo que el
Maestro dice, quien había hablado en nombre del grupo,
entra en franca contradicción con Jesús. Considera
que la forma de pensar de Jesús no es correcta, y empieza
a juzgar mal su forma de hablar y de obrar. Podemos decir que
Pedro interrumpió al Maestro. Mateo, que estuvo presente,
dice que era como si Pedro le dijera: Maestro respétate,
ten mas estima de ti, como que es que tiene que pasar todas estas
cosas. Esto no te debe pasar nunca.

Es en este momento que Jesús le dice a Pedro que
es un representante de Satanás. Pedro le está
siendo un adversario, un contradictor. Aunque Pedro era una
especie de vocero en muchas ocasiones, en este momento
está mostrando que la idea que él tenia del
Mesías era muy distinta a lo que Dios decía sobre
el Ungido. Pedro quiere que el enviado de Dios cambie de modo de
pensar. No quiere que muera en la forma que Jesús lo ha
predicho; quiere que venga en su gloria y que aplaste a los
dirigentes de Israel y también al invasor romano. Con esa
forma de pensar, Pedro es una piedra en medio del camino, es un
muro que impedía transitar por la ruta trazada por
Dios.

Con esto podemos concluir, que aquellos que
habían estado con Jesús por tanto tiempo; los que
habían oído sus palabras y visto sus milagros, solo
aspiraban a un Mesías de vida terrenal. Los
discípulos de Cristo, querían a un Cristo a su
manera, no al Cristo de Dios. El que tenía que padecer y
sufrir para alcanzar la palma de la victoria y el laurel de la
gloria no era el Mesías que ellos esperaban.

Cristo claramente les hace saber, que sus
discípulos no son llamados a discutir con Él. el
verdadero discípulo no quiere ni aspira a que Dios cambie
sus planes. El discípulo solo aspira a obedecer, a
plegarse a las condiciones exigida por el Maestro. El verdadero
discípulo no busca que Dios piense como él, sino a
él pensar como Dios.

Marcos nos dice, que después de la reprimenda,
Jesús: "llamando a la gente con su discípulos, les
dijo: Cualquiera que quiere venir en pos de mi niéguese a
si mismo…" Este es el gran llamado del Evangelio. Es
aquí donde el Señor invita a todo cristiano a
renunciar a su ego, a su yo, para unirse a Él y vivir su
vida.

Esta invitación requiere:

1. "Cualquiera que quiere…" Lo primero que pide y
exige a aquellos que deseen ser salvos, es que tengan una
voluntad libre, sin ataduras ni impedimentos. Cualquier vicio en
el consentimiento o violencia en la voluntad hace nulo todo
contrato. A Jesús se le ha de seguir por voluntad propia,
porque ha escuchado la voz que invita a seguir al
Maestro.

En la vida cristiana, para seguir a Cristo, es necesario
presentarse libre, voluntaria e intencionalmente detrás de
Él. Kiekergaad dice que uno debe presentarse ante Dios
completamente desnudo. No es valido, el que es arrastrado a
seguir a Cristo. El único lazo debe ser el del amor.
Jesús no fuerza a nadie, por eso les vemos en el
Apocalipsis diciendo: Si alguno viene a mí.

2. "Niéguese a sí mismo." La renuncia debe
ser a uno mismo, y de ser necesario, hasta a la propia vida. Es
una invitación a quemar las naves. De la misma manera que
Hernán Cortez mandó a horadar las naves en la costa
mexicana, para que sus hombres no pudieran regresar a Cuba, los
cristianos deber cortar las amaras que les unen al mundo. Solo el
que se desprende del mundo, puede estar unido con
Cristo.

3. Jesús pide una sumisión incondicional.
Lo que Jesús demanda es una entrega sin termino medio:
"Tome su cruz."

Esto es un anuncio de que todo aquel que quiera vivir
como Jesús vivió, también debe padecer lo
que Jesús padeció. Es necesario beber la copa que
Él bebió, ya que para eso fue llamado. Todo
condenado a morir crucificado, debía llevar su cruz al
lugar de la ejecución.

En el poema alegórico de Bunyan, encontramos que
Cristiano, al ponerse el sol, llegó a la casa que
había edificado el Señor del Collado, y como
había perdido el certificado, tuvo que desandar el camino
de las dificultades, pues de lo contrario no podía tener
entrada. Lo mismo sucede con el cristiano que no tome su cruz. El
camino que ha recorrido no lo conducirá al encuentro con
su Señor.

4. fidelidad. El Señor le dice: "Sígame."
Esto es un mandato imperativo. Cuando el Señor llama, no
hay lugar para excusas. Es necesario estar preparado, como el
antiguo pueblo de Israel, el día de su salido de Egipto,
listo para la marcha. Al escuchar la voz de Dios se debe
obedecer, porque es un llamado a salir de la cautividad, y ser
conducido al país que fluye leche y miel.

Jesús les recuerda a los discípulos, que
solo hay vida verdadera en Él. no podemos ver que el mundo
nos sonría, solo hay vida en Jesús. Hoy el
cristiano debe tener una visión aguda, y al igual que
Moisés, es necesario ver al Invisible. En medio del
tumulto de las ciudades, de la quietud del campo, del lucho del
enfermo, del murmullo de los vecinos, nuestros oídos,
deben oír el llamado, que cual silbo apacible nos invita a
seguir. El que escucha esa voz, y le sigue, puede estar seguro
que será conducido a la felicidad eterna.

Todo seguidor de Jesús debe identificarse con
Él. no de debe ni puede sentir vergüenza del su
nombre sublime y de su doctrina de vida. La gloria que el
Señor anuncia a sus discípulos, es la misma que ha
de ser nuestra. Aunque tambaleemos en el camino, su diestra es
potente para sostenernos, y que podamos ver su rostro, como el
día de la transfiguración.

LA TRANSFIGURACIÓN.

Mateo: 17: 1-13. Marcos: 9: 2-13. Lucas: 9:
28-36.

Antes de penetrar por el pórtico de la
Transfiguración de Nuestro Señor, debemos declarar
nuestra incompetencia; claro está, desde el inicio de este
trabajo, sabíamos que era demasiado para nosotras fuerzas,
y también porque no nos consideramos dignos de
tamaña empresa. Pero cuando el ser humano, finito, pecador
y tan limitado como es en sus conocimientos, llega a la
Transfiguración, y la manifestación de la
Divinidad, la Teofanía de Jesús, no puede ni debe
sentirse digno de semejante contemplación. El temor y el
temblor que siente el hombre ante semejante visión, debe
sobrepasar al lo que sintieron los testigos presénciales
en la montaña, a la vista del Maestro.

Penetraremos a este relato por parte.

1. ¿Cuándo sucedió la
Transfiguración? Mateo y Marcos nos dicen que seis
días después de Jesús haber anunciado su
muerte; Lucas dice que ocho días después. Clarke
viene a solucionarnos este problema de las diferencias de fechas.
Para él, Mateo y Marcos cuentan los días pasados
desde el incidente anterior, esto es cuando predice su muerte, y
Lucas computa el día del anuncio de su muerte, mas los
seis días siguiente con el día de la
Transfiguración.

La forma de Lucas computar estos días es a lo que
nosotros llamamos un plazo franco. Un plazo franco en el argot de
los abogados, es cuando no se cuenta ni el día de la fecha
de inicio, y el día de la fecha final. A esos días
se les llama día A Quo y A Qua. Un plazo franco de seis
días, tiene ocho días.

Por la lectura de Lucas podemos determinar que la
Teofanía ocurrió durante la noche; aunque no
podemos determinar si se inició a la puesta del sol y se
extendió por todo la noche.

2. ¿Dónde ocurrió este sagrado
momento? Existe una antiquísima tradición que dice
que ocurrió en el Monte Tabor. Este monte se encuentra a
unos setenta y cinco kilómetros de Cesarea de Filipos, en
Galilea. Si se baja por el lago, se encuentra a trece
kilómetros, entre Zabulón e Isacar, en los dominios
del rey Herodes Ántipas.

En nombre del Tabor es rechazado por muchos, debido a la
distancia que se encuentra; otros creen negarle con mas firmeza,
cuando dicen que en las alturas del mismo monte se encentraba la
población de Itabyrum. Los que niegan que sea Tabor, dicen
que es imposible, por estar muy al sur del lago; pero parece que
no es suficiente lo de la ciudad construida en su cima, ya que
Itabyrum se construyó en los días de Josefo, el
cual fue posterior a Jesús. En cuanto a la
ubicación al sur, nos preguntamos: ¿Qué
importa que esté al sur o al oeste, Dios no se puede
revelar por eso?

Para los que objetan los setenta y cinco
kilómetros, nos preguntamos, ¿no tenia Jesús
seis días de camino? ¿Cuántos
kilómetros se caminaba en un día? En los tiempos
bíblicos, en un día, lo más que se caminaba
eran veinte kilómetros, y como es seguro que el
Sábado lo pasaría Jesús con los suyos en una
sinagoga, nos quedan cinco días. Durante esos cinco
días, caminando un mínimo de quince
kilómetro diario, nos da la distancia y el tiempo para
llegar a Tabor.

¿Y si fue el Monte Hermón? La
opinión mas socorrida hoy en día, es que la
Transfiguración fue en el Hermón. La razón
es que este monte no está muy lejos de Cesarea; mejor
dicho, la ciudad fue edificada al pie del Monte. Este monte es la
eminencia más alta de toda Siria, en el
Antilíbamo.

Ahora debo hacerme otra pregunta, ¿y las nieves
eternas que coronan las sienes de los elevados picachos? Nos
parece que el Señor no subió esa noche por sus
elevaciones. El Hermón es un monte difícil de
ascender, y de noche seria mas, y lo que es peor, el frió
seria un impedimento para pasar la noche.

¿Y los montes menores? En este caso es muy
probable que fuera una de esas pequeñas eminencias, aunque
el texto griego de Marcos dice que eran una alta montaña.
Todo parece indicar que es difícil determinar, en un
país montañoso, cual fue el lugar donde el
Señor se transfiguró delante de los tres
discípulos, y recibió la visita de los mensajeros
celestiales. No tenemos detalles tampoco de la
conversación sostenida, recordemos que Juan, que fue
testigo presencial, no escribió nada sobre el sublime
incidente.

3. ¿Qué es la Transfiguración?
Tanto Mateo como Marcos, usan una palabra griega para este caso,
metamoufote. Esa es la palabra que hemos castellanizado como
metamorfosis, y que no es usada por Lucas, porque este habla del
brillo que irradiaba la ropa. Debemos entender por metamorfosis,
un cambio, una transformación, y eso fue lo que los
discípulos vieron. El Maestro se convirtió en un
ser de luz. Los Evangelios dicen que Jesús se
transformó en cuanto a su naturaleza; las ligaduras
humanas que retenían a la Divinidad, fueron rotas, y le
dio paso a la naturaleza original.

La gloria del Santo de Dios trascendió a
través de la carne, para que sus tres atónitos
discípulos pudieran contemplar una primicia de lo que era
Él en el Cielo, y lo que será en su reino por
venir. Por medio de la transfiguración, se verifica la
Teofanía de aquel que estuvo en el principio con Dios, y
que dio a conocer a los hombres por medio de su
encarnación, cuando la gloria del Cielo vino a
tabernacular entre los mortales. Fue la Transfiguración,
que la gloria celestial revistió la persona de
Jesús. La Transfiguración, es el regalo de Dios,
para que los hombres puedan ver su gloria sin gustar la
muerte.

4. ¿Qué enseña la
Transfiguración? En la Transfiguración se
presentaron Moisés y Elías delante de Jesús.
Moisés es el representante de la Ley; Elías es el
representante de los profetas. A Jesús lo veremos como al
Evangelio. La Transfiguración es el tributo de la Ley y
los Profetas al Evangelio.

En la Transfiguración, Moisés representa a
los justos que murieron, y que luego serán levantados por
Dios. Elías representa a los justos que estarán
vivos, los que no gustaran la muerte. Jesús es el que
levantará a los justos muertos y transfigurara a los
justos vivos. La presencia de Moisés y Elías
representan el cumplimiento, el desarrollo pleno de la antigua
economía en la persona de Jesús como
Mesías.

Moisés y Elías, que son la Ley y los
Profetas, ceden delante del Mesías todas sus autoridades,
para que este crezca, y ellos entren en menguante, al cumplirse
en la persona de Jesús todo lo que ellos anunciaron. La
Ley y los Profetas sellaron sus pactos ya cumplidos, y trataron
con el Mesías, a decir de Lucas, los últimos pasos
que este daría en la tierra para redimir a los hombres,
pues su tema fue en torno a su próxima muerte.

5. ¿Qué sucedió cuando
intervinieron los discípulos? Los discípulos de
Jesús estaban cansados. Es seguro que habían camina
mucho, por eso en medio de la oración se quedaron
dormidos; es por eso, que cuando despertaron, y se encontraron
con la Gloria de Dios que rebosaba el monte se turbaron. Pedro al
ver lo que sucedía, ya que no oyeron sino la última
parte de la conversación de Jesús con sus
invitados, que se le ocurrió la feliz idea de construir
las tres tiendas, para que ellos se quedaran.

¿Por qué quería Pedro que ellos se
quedaran y hasta alegó de que era bueno de que ellos
estuvieran allí?

1. Porque Pedro pensó que una escena de esa
naturaleza debía ser conservada, para ser vista por
todos.

2. Puede que Pedro creyera que Moisés y
Elías se iban a queda para ayudar a plantar el Reino de
Dios en Palestina.

3. También es posible que ellos no tuvieran una
idea clara de lo que estaba sucediendo, y no pensaron que el
Mesías tenía que padecer y perecer.

Cuando los seres humanos, pecadores imperfectos
intervinieron en escena, una nube cubrió la Gloria de Dios
de su vista. De en medio de la nube, la voz que habló en
el Jordán, llena el monte que antes era de luz y dice:
"Este es mi Hijo Amado en quien tengo contentamiento, a Él
oíd."

Es el mismo Dios Todo Poderoso que nos manda a que
oigamos a su Hijo. Los discípulos que tenían gran
temor, quedaron en tierra; pero el que es Dios con el Padre, y
que el Padre había mandado a que le oigan, les tocó
amorosamente, al tiempo que les decía: "Levantaos, no
temáis."

Cual no seria el asombro de los incrédulos
discípulos, cuando se encontraron solo con Jesús en
medio del monte sombrío. Lo que lo discípulos
vieron, tenia que estar en secreto, hasta que el resucitara de
entre los muerto. Estas palabras confundieron más a sus
tres seguidores, los cuales no se imaginaban, que después
de haber visto con sus ojos lo que vieron, les hablaría
ahora de que Él tenía que morir y resucitar. Pero
fueron obedientes, y todo lo guardaron en secreto.

Creo que todos estamos presentes en la
Transfiguración: Los justos muertos, los justos vivos, los
que siguen sin saber porque siguen al Maestro. La multitud que
espera un milagro para juzgar o creer. Los que buscan un
beneficio, los que murmuran. Nadie escapa a la
transfiguración de Jesús en el monte.

JESÚS SANA A UN NIÑO
ENDEMONIADO.

Mateo: 17: 14-21. Marcos: 9: 14-29. Lucas: 9:
37-42.

Cuando en el acápite anterior, cuando hablamos de
los posibles lugares donde ocurrió la
Transfiguración, no dijimos, que podo haber ocurrido en
los riscos cercanos al lago. Un lugar posible, pudo haber sido
cualquier en los alrededores del lago, ya que el milagro que
ocurre inmediatamente, está sucediendo cerca del
lago.

Cuando sucedió la Transfiguración, donde
tres de los discípulos estuvieron con Jesús y
vieron su gloria, los nueve restantes, es posible que no se hayan
entregado a la oración. También estuvieron privados
de la presencia del Maestro. Aunque Jesús no estaba en
medio de ellos, la gente del lugar, y también los
escribas, si sabían que Jesús estaba cerca. Es
posible, que bien temprano en la mañana, un padre de
familia, se presentó con su hijo, para que Jesús le
curara. Como el Maestro no estaba, se lo presentó a los
discípulos, para que echaran el demonio.

Cuando Jesús se presenta ante la multitud, Marcos
nos dice que la gente se "espantó". No sabemos cual seria
la causa de ese espanto; pero no fue porque Jesús llegara
de manera sorpresiva. Pudo haber sido por la gloria de loa noche
anterior, que aun se reflejaba. Lo importante es que la
murmuración y la discusión del ambiente llegaron a
su final. A su presencia, la gente corrió en
dirección al recién llegado, y le
saludaron.

Cuando Jesús vio a los escribas, le
formuló la siguiente pregunta: "¿Qué
disputáis con ellos." Los discípulos es seguro que
estaban corridos de vergüenza, chasqueados. Y Jesús
que sabia de la disputa que se había levantado, en la cual
los escribas habían tomado la mejor parte, por eso los
enfrenta.

Los orgullosos escribas no tuvieron tiempo de ufanarse.
No se habían recurados de su asombro, para decirle a
Jesús cuan incompetentes eran sus seguradores para
practicar un exorcismo. Mateo dice que: "Uno de la
compañía, le dijo: Maestro, traje a ti mi
hijo…" El hombre estaba de rodillas, nos dice Mateo; Lucas
dice que era el único hijo de este hombre. El niño,
dice el padre, era lunático, y tenía un
demonio.

El padre izo un recuento de todo lo que el había
pasado con su hijo. Le imploró, que sí podía
hacer algo le ayudara. La suplica era de misericordia, pues su
hijo se estaba secando, y su temor era que de un momento a otro,
en medio de una crisis, el niño muriera.

Al escuchar las palabras del solicitante, Jesús
lanza un amargo reproche que alcanzó a todos los
presentes: "¡Oh generación infiel y torcida!
¿Hasta cuando os tengo que sufrir?" Una exclamación
acompañada de una doble interrogación. Con las
mismas estaban comprendidos los discípulos, la multitud y
el padre del muchacho. El Señor que tenia dominio sobre la
naturaleza ordenó en forma enfática sobre el
muchacho: "Traédmelo."

Los espíritus no podían recibir la mirada
del Hijo del Dios, ya que les conocían. Ellos
habían sido derrotados en todos los campos donde se
habían enfrentados, comenzando en las Cortes Celestiales,
razón por la cual se niegan a enfrentarse con Él.
El demonio que está en posesión del muchacho entra
en estado de agonía. Sus convulsiones se manifiestan en el
niño, pero son el final del demonio. Al padre ver a su
hijo tendido en tierra, implora de nuevo. El Maestro le dice al
desesperado padre: "Si puedes creer, al que cree, todo es
posible."

Podo lo que se podía pedir, el padre lo
pedía. Bastaba tan solo que creyera en el poder de
Jesús. Jesús conocía la fe del padre, la
cual no era muy robusta, pero estaba en necesidad. Jesús
quería animar su fe, para de esa manera ganar
también al padre por medio del favor que se hacia al hijo.
Es por eso que el padre no vacila un solo momento y exclama:
"Creo," pero no bien termina de pronunciarlo, reconoce su
impotencia, y procede a implorar, mas que con los palabras, con
el corazón: "Ayuda mi incredulidad."

La suerte estaba echada. El padre confiesa su fe
públicamente, delante de la multitud que se agolpa. Los
que fueron testigos de la impotencia de los discípulos, de
los burladores, de los que habían lanzado reproches; el
padre confiesa creer en el Maestro de ellos. Ante esa
confesión, Jesús procede a dar orden al
espíritu atormentador. Le habla con voz fuerte y
penetrante, para que su voz sea bien entendida por el demonio:
"Espíritu mudo y sordo, Yo te mando, sal de él, y
no entre mas en él."

El mismo espíritu que había resistido a
los que fueron apóstoles del Mesías, no tuvo mas
que, estrepitosamente, en su ultimo asilo, porque estaba
condenado a no poder visitar mas ese cuerpo que era su casa, a
salir. Jesús procedió entonces a tomar de la mano
al moribundo niño medio muerto, y a entregárselo al
padre. Al padre que estaba viviendo por la fe, y en la fe del
Hijo del Hombre. Cualquier palabra o gesto de agradecimiento
estaba sobrada. Las bocas de la multitud no estaban cerradas,
estaba abierta de asombro.

Transcurrió cierto tiempo para que Jesús
estuviera a sola con sus discípulos. La
conversación se realiza en casa de Pedro, ya que el
Evangelio de Marcos procede a hablar en primera persona. Es
entonces cuando los nueve que durmieron al pies del monte de la
Transfiguración proceden humildemente a preguntar:
¿Por qué nosotros no lo pudimos echar fuera?" Es
una pregunta hecha con dolor. Habían mordido el polvo de
la derrota. Lo que Jesús procede a decir es valido para
todos aquellos que son sus seguidores: "Este género con
nada puede salir, si no con oración y ayuno."

¿Por qué para la fe nada es imposible? Nos
preguntamos nosotros. Si la fe fuera tan minúscula, que
apenas alcance el tamaño de un grano de mostaza, se pueden
desarraigar los montes y trasplantarlos en el mar. La mostaza a
la que Jesús se está refiriendo no es a la que
nosotros conocemos, que tiene un grano pequeño, no. En
Palestina existe una variedad de mostaza cuyo grano es aun mucho
más pequeño, al extremo, de que es el
pequeño de todos los granos de la
región.

Por medio de la fe, nos hacemos dependientes de Dios.
Por eso no se debe permitir, que nada rompa esa dependencia, que
nada interrumpa la comunicación continua con el cielo.
Para tener fe, debemos abandonarnos en los brazos del
Señor, creer en sus promesas, y creerle a Él.
Nuestra fe, debe ser la fe de Jesús, y la fe en
Jesús.

JESUS ANUNCIA DE NUEVO SU MUERTE Y SU
RESURRECION

Mateo: 17: 22-23. Marcos: 9: 30-32. Lucas: 9:
43-45.

Como apuntamos en el relato anterior, la
Transfiguración ocurrió en algún lugar
elevado, en las cercanías del lago. Luego Jesús se
traslada a Capernaum, que es territorio de Herodes, en el cual
quiere pasar inadvertido por todos. La agitación es mucha,
lo asedian los contrarios, su fama crecía.

¿Por qué quiere pasar inadvertido? Es que
quiere pasar todo el tiempo posible instruyendo a sus
discípulos. No quiere ser molestado por las multitudes.
También puede que quiera no ser notado, por el odio de los
religiosos; como también por Herodes, el cual puede
interrumpir su Ministerio. También es que Jesús no
quiere estar establecido en forma definitiva en ningún
lugar. Por eso se está moviendo constantemente.

Pero por donde quiera que pasara, las multitudes se
agrupaban en torno a Él. La luz no se puede esconder.
Así como los insectos alados buscan la luz, las
multitudes, deseosas de alivios, de pan, de buenas nuevas les
persiguen. El temo de Dios se sentía en todos los lugares
donde la presencia del Hijo se manifestaba. El poder de Dios
obraba milagros. La gente del pueblo al ver la fuerza que obraba
en Jesús se inclinaba tras Él, como la aguja
imantada de la brújula en dirección al polo
magnético.

Es en medio de este estupor, que Jesús, tomando a
los suyos aparte les dice: "Poned vosotros en vuestros
oídos estas palabras: ha de acontecer que el Hijo del
hombre será entregado en manos de hombres, y le mataran."
Estas palabras dicha por el Maestro a los suyos, es para que
ellos le pongan un interés especial. Es la segunda vez que
les anuncia su muerte. Tienen que entenderlo bien claro; no debe
haber lugar a dudas o equivocaciones. Cuando Él
anunció por primera vez su muerte, ellos no entendieron;
pero ahora Juan, Jacobo y Pedro ya sabían lo que iba a
suceder.

A pesar de la advertencia, ellos siguen sin entender.
Lucas dice, como también lo dice Marcos, que esta vez se
entristecieron en gran manera tres discípulos que
pertenecían a su circulo mas intimo; los que estuvieron en
el monte de la Transfiguración, lo que vieron resucitar a
la hija del Jairo, ellos sabían de su próxima
muerte, y de que seria traspasado. Los otros nueve no
tenían idea de lo que sucedería, auque el Maestro
lo anunciara.

Todo tenia que suceder como estaba escrito. Ellos no
estaban preparados, las palabras que acababan de escuchar les
estaban selladas. Pero Dios escribe en forma recta aunque los
renglones de la página estén torcidos. Las
profecías se iban a cumplir, el Hijo del hombre estaba
para ser ofrecido.

El tributo del
templo

Mateo: 17: 24-27

No sabemos que tiempo duró la gira por Galilea,
pero es seguro que fue corta, posiblemente seria un recorrido en
círculos, un reconocimiento del territorio. Mateo dice que
fue en Capernaum, posiblemente en la plaza publica, que vinieron
a Pedro los encargados de cobrar el impuesto del Templo, que se
le instaron de una forma capciosa: ¿Vuestro maestro no
paga las dos dracmas?"

Nos preguntamos, ¿Qué eran las dos dracmas
del impuesto? Este impuesto era una ordenanza positiva, la cual
tenía carácter de obligatoriedad, que el Eterno le
impuso a cada uno de los hijos de Israel. La práctica se
inició en el desierto, y debía ser observada por
toda su posteridad. Las raíces de este impuesto se
encuentra en Éxodo: 30: 12-16.

En este impuesto, tributo o censo, se le imponía
a "…cualquiera que pasare de por la cuenta, de veinte
años arribas…" Era para: "El rescate de su
persona." Y consistía en "Medio siclo, conforme al siclo
del Santuario. El siclo es de veinte óbolos." El dinero
que se tomaba del rescate se empleaba: "Para la obra del
Tabernáculo del Testimonio."

Si nos deslizamos un poco, debemos decir que el siclo
del Santuario, como le llama el libro del Éxodo, no era
una moneda, sino mas bien un peso o medida. Este peso, que
algunos consideran era de unos 274 gramos parisienses, y
según una Tabla de Pesos y Medidas que circula en algunas
Biblias, era el equivalente a 11.4 gramos de plata. Su valor
aproximado era de unos 50 ó 60 centavos de dólar
americano.

La causa de este impuesto era una medida tendiente a
señalar el perdón de los pecados. Era un rescate.
En los días de Jesús, este impuesto se pagada con
dos dracmas, que el equivalente de ese tiempo. Según
Josefo, el cual era sacerdote, el impuesto se cobraba anualmente,
e iba a parar al tesoro del Templo.

Con esta aclaración, podemos decir que este
tributo que se le está cobrando a Pedro, no era un
impuesto civil, peaje o un tributo romano. Era un tributo
religioso y obligatorio que debía ser pagado por todos.
Mateo dice que a la pregunta que le hicieron, Pedro no fue a
consultar a Jesús. Nos dice que fue presto en dar
contesta: "Si." Con esto decía que Jesús si pagaba
el impuesto.

Desde un principio, Jesús había sido
enérgico en cuanto a oponerse a la práctica del
formalismo. Estaba en contra de la tradición de los
rabinos. En este caso, los encargados del tributo tenían
una intención oculta. Si Jesús se oponía al
pago del impuesto, le haría aparecer ante los ojos del
pueblo, como un maestro que quería poner fin, no solo a la
Tradición de los Ancianos, sino también al culto
del Verdadero Dios. Era una prueba de que estaba condenando al
Templo a la ruina, y con el Templo, sus ritos.

El Templo de Jerusalén era la corona del culto
judío. Ellos llamaban a ese lugar: "El Palacio de
Jehová", o "La Casa de Dios." Una acusación en
contra del Templo de Jerusalén era considerada muy grave;
por lo cual, esta de no pagar el impuesto por el rescate,
debía ser tenido como contraria al lugar Santo

Cuando entraron en la casa de Mateo, Jesús llama
a Pedro y le dice: "¿Qué te parece Simón?
Los reyes de la tierra, ¿de quien cobran los tributos o el
censo? ¿De los hijos o de los extranjeros?" La misma Ley
que mandaba a los hijos de Israel a pagar el tributo por su
persona, decía que era para mantener el servicio del culto
Divino; en ella los levitas en general, y los sacerdotes, que
eran levitas, estaban libres de ese pago. Los maestros o rabinos,
en los días de Jesús, tampoco pagaban el impuesto,
estaban liberados. Cuando en ese momento, los encargados del
cobro preguntan por el impuesto de Jesús, le están
negando la categoría de maestro, le niegan el privilegio
de la exoneración del pago.

Jesús no quiere tratar a Pedro ese asunto en
forma frontal, sino que quiere tocar un caso similar, pero que
mantiene una diferencia virtual. En los reinos de la tierra, los
súbditos están en la obligación de pagar
impuesto y contribuciones para el mantenimiento del sistema de
gobierno, y de todos los funcionarios. En los días de los
reyes, con el impuesto se mantenía al rey y su corte,
así como a los hijos del rey y al ejército. Los
hijos del rey no tenían que pagar impuesto, sino que al
contrario, ellos Vivian del impuesto.

Jesús, como Pedro lo había confesado, era
el Mesías, el Rey de Israel. Ellos, sus discípulos,
eran su corte, ellos no tenían que pagar; pero se le
estaba cobrando. En lo relativo al Templo, Él era el
Señor del Templo, el Templo era su Palacio, y sus
discípulos los sacerdotes. Ni Él ni ellos
tenían que pagar para nada el tributo que se
exigía, porque ellos estaban eximidos.

Puede que al cobrarle el impuesto, si Él aceptaba
en pagar, estaba negando su carácter de Mesías. Por
donde viéramos el asunto, era un lazo, una trampa, una
pregunta capciosa que los dirigentes le tendían. Estaban
estrechando el cerco para hacerle perder de cualquier
modo.

Pero Jesús no se negó al pago…pero
tampoco se plegó al pedido que le hacia. Para evitar un
escándalo extemporáneo, le dijo a Pedro: "Ve a la
mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que viere, tómalo,
y abierta su boca, hallaras un estetero, tómalo, y
dáselo por ti y por mi."[2]

Este también es un milagro. Es la fuerza y el
poder de Dios obrando para que de una manera sobrenatural, quede
declarado que Jesús es el Mesías, el Rey de Israel,
el Hijo de Dios. Con el pago, extraído de las
entrañas de un pez, estaba comparado el pago por el
rescate de la humanidad, para lo cual debía entrar a las
entrañas de la tierra.

QUIEN ES EL MAYOR. LA TOLERANCIA. CONTRA EL
SECTARISMO Y DOS PARABOLAS.

Mateo: 18: 1-35. Marcos: 9: 33-55. Lucas: 9:
46-50.

Durante el camino a la casa del narrador del Evangelio
de Marcos, los discípulos se pusieron a discutir sobre
cual de ellos seria el mayor en el Reino que el Mesías iba
a plantar en la tierra. Como ellos no entendieron, que era
necesario que el Siervo Sufriente padeciera en manos de los
hombres, vieron a bien repartirse los cargos, expresando cual
seria el cada uno. Como ellos siempre estaban en
compañía de Jesús, cuando el Reino se
plantara, ellos iban a tener abscesos a ver la cara de Él.
Bastaba con que ellos lo desearan, y estarían en la
presencia del Rey.

Pero no todos podían tener el mismo puesto. No
todos tendrían derechos al mayor honor. Es por eso que
entre ellos entran en disputas, sobre cual seria en primero entre
los primeros. Cada uno haría un despliegue de sus valores,
sus capacidades, la sagacidad y conocimiento. Todos
ponderarían sus cualidades para ser el Primer Ministro del
Reino, el cual mandaría sobre los Secretarios de
Estados.

El celo había hecho su nido en el corazón
de ellos, por lo cual la crítica mas acerba seria dirigida
contra Pedro, Jacobo y Juan, porque estos era el círculo
más concéntrico entre todos los allegados. Es por
eso que, cuando llegaron a la casa, Jesús, que lo sabia
todo, le hizo esta pregunta: "¿Qué diputabais entre
vosotros en el camino?" Y no era que Él no lo sabia, solo
quería que ellos se lo dijeran.

Ninguno de ellos se atrevió a darle ninguna
respuesta. No podían darle ninguna, porque todos estaban
sorprendidos de que Él supiera lo que había
sucedido. Es por eso que al tener ninguna respuesta,
procedió a tomar a un niño, lo atrajo hacia
Él, y les dijo: "Si no volvéis como niños,
no entrareis en el reino de los cielos."

Sobre el significado de estas palabras no se debe
abundar. No es necesario explicar la situación feliz en
que viven los niños; ya que ellos no conocen de odio ni
rencores, de ambición, ni de deseos mundanos.

Para mostrar su apego a Jesús, y la
comunión permanente con Él; y lo que era mas, su
celo, pues no quiere que su nombre sea usurpado, Juan toma la
palabra. Procede a decir que ellos se habían encontrado
con un exorcista que estaba echando demonios en su nombre; y como
ese hombre no era del grupo, se lo impidieron. Como se iba a
permitir que un extraño use de esa forma el nombre de su
Maestro.

Jesús les llamó a la tolerancia. Si en
otra ocasión se encontraban con otro que estuviera
haciendo lo mismo, echando espíritus inmundos en el nombre
de Jesús, no hay porque hacerle esa prohibición. Si
no fuera por la unión espiritual entre el que usa el
nombre y el que concede el poder, el acto no fuera posible. Los
espíritus del mal están sujeto al nombre del
Maestro: y el que invoque ese Nombre con piedad y fe, no
quedará defraudado.

Es mucho lo que se ha especulado sobre quien seria este
extraño personaje, que estaba haciendo la obra de Dios,
sin que se le viera junto a Jesús. Aunque fue mal visto
por los discípulos, por creer que estaba profanando el
sagrado Nombre; porque no conocía la doctrina. Podemos
decir también, que ellos entenderían que era un
espíritu engañador el que los conducía hacer
semejante obra de maravilla. Entre los judíos, y en la
mayoría de los orientales, era común encontrar
hombres que por medio de conjuros, plegaria e imprecaciones
lanzaran a los demonios de los cuerpos donde se encontraban. Se
creía que estos poderes se alcanzaban después de
habar estudiado la naturaleza de los espíritus, el secreto
de las plantas y las piedras. El que poseía estos
conocimientos, los espíritus les estaban
sujetos.

Hay que diga que este hombre era uno de los setenta, el
cual se quedó rezagado. Recordemos que Jesús
despacho un grupo, de los cuales no tenemos conocimientos. No
falta quien diga que este hombre era un discípulo del
Bautista. Pero sea quien fuere, el Espíritu de Dios estaba
con el, y los espíritus malignos les estaban
sujeto.

Es por eso que Jesús les recuerda a sus celosos
discípulos que quien no esté a su favor está
en su contra. También les advierte que el que haga
extraviar a uno de sus seguidores, los cuales son como
niños; porque todo el que ha nacido de nuevo es un
niño, le seria preferible el que se ate al cuello una
piedra de molino de asno, y que se lance al mar. El que hace
extraviar a un hijo de Dios en el camino de la Vida, no solo
cargará con la condenación del descarriado, sino
también con la propia, porque no se puede serrar la puerta
del Reino a alguien, para uno poder entrar.

Recuerdo en mi niñez, que mi padre me
llevó a una tenería. En ese lugar, situado a la
orilla del río Yaque había un molino de asno. El
molino consistía en una enorme piedra circular, y que
pesaría cerca de una tonelada, la cual tenia una abertura
en el centro, el cual estaba atravesado por una barra de hierra,
y unida por una pieza rotativa a un poste de concreto. Cuando el
asno tiraba de la barra, se movía en forma circular, lo
cual permitía que con el peso de la piedra, machacara el
guatapanal (Caesalpina coriaria) que era usada para curar el
cuero de res y hacer la suela y la ocurría.

Me temo que era una piedra de ese tipo, dejaría
anclado a un barco, la cual se ata al cuello de una persona,
daría los resultados que Jesús propone, al que haga
descarriar uno de sus hijos. Tal vez el lector moderno no tenga
idea de lo que es una piedra de molino, pero los oyentes de
Jesús si.

También el Señor expresa que es necesario
que vengan los escándalos…pero lleno de
compasión, procede a lamentarse por aquel que los haga
venir. Ay del que sea causa de tropiezos de los que creen. Ay del
que sea la causa del abandono de la fe y el descarrilamiento de
los creyentes. Ay de los que aparten a los hijos de Jesús
del camino de la luz, y les hagan hundirse en el pecado,
convirtiéndoos en hijos del diablo.

En este discurso de nuestro Señor, hay una
expresión, la cual por ser veraz, he decidido no tocarla,
ya que no esta en nuestro animo entrar en polémicas, en el
terreno de la Baja Critica. Como no queremos crear dificultades o
malos pensamientos; aunque una glosa del Evangelio de Marcos, la
cual es nuestra guía, en el capitulo 9, versículo
44, a dado lugar a un montón enorme de conjeturas y
especulaciones, donde la elucubración de los hombres a
levantado montañas de extensos prolegómenos. Con
solo citar los títulos de los trabajos nacidos del
análisis y explicación de este versículo,
tenemos.

Mateo registra la causa por la cual el Señor vino
a morar con los hombres, la razón por la cual dejó
las Cortes Celestiales. La razón por la cual vino a morar
con los hombres, la recoge el Evangelista con estas palabras:
"Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se
había perdido." Para explicar esta expresión, el
Maestro se vale de una ilustración, en la cual compara a
los hombres, con un rebaño de ovejas. Un pastor tiene cien
ovejas; pero una se le ha perdido. El pastor deja en un lugar
seguro a las noventa y nueve, y sale por los montes y collados;
busca en las hondonadas, sin importarle el peligro que pueda
afrontar. Cuando la encuentra, con ella sobre sus hombros va
donde sus amigos y se alegra sobremanera; teniendo mas gozo por
la oveja perdida y encontrada, que por las noventa y nueve que
siempre han estado apegada a él.

Trata Jesús de inculcar en sus discípulos,
que los problemas y desavenencias que surjan entre los hermanos
en la fe, no se debe dirimir por medio de los escándalos,
y desde un principio hacer a los terceros participes de lo que
está sucediendo. Para evitar los escándalos en la
iglesia, que muchas veces son conocidos por las personas que no
pertenecen a ella, el Maestro establece un procedimiento por
medio del cual, al recorrerse las distintas instancias del mismo,
el problema llega a un final feliz:

1. El primer paso es una acción individual. Entre
el agraviado y el agresor debe haber una conversación, sin
intervención de terceros. Esto se debe hacer en
cumplimiento de Levítico: 19: 17, donde el Señor
dice que: "Ingenuamente reprenderá a tu prójimo."
Este procedimiento, a los ojos del Señor, tiene
preferencia sobre todos los restantes procedimientos que se
puedan llevar a cavo.

En nuestro Derecho Laboral, a este procedimiento se le
llama Preliminar de Conciliación. No se puede pasar a otro
recurso sin haber agotado este primero, de lo contrario el
proceso se caería. Se puede impugnar todo procedimiento
que se lleve a cavo, sin ante agotar este Preliminar. Como el
proceso que se continúe está viciado, se puede
invocar que lo que siga es improcedente, y por lo cual
está mal fundado.

El Señor ordena: "Ve: y reconcíliate entre
ti y el solo." Una vez dado este primer paso, si no ha logrado lo
que se espera, que es el arrepentimiento del agresor, y de de esa
forma se gane al hermano, entonces se continua. Pero lo que se
busca es un acuerdo entre las partes.

2. Si el hermano no obtempera al primer llamado, se debe
recurrir a un segundo recurso: "Toma contigo uno o dos…"
Esto es muy importante. En el Derecho Judío, cuyo
procedimiento era simplista, y donde existía la pena de
muerte, el Testimonio era una pieza clave, determinante e
importante.

En la Ley Mosaica se había establecido en
Deuteronomio: 17: 6:"Por dicho de dos testigo o de tres testigos,
morirá el que hubiera de morir; no morirá por el
dicho de un solo testigo." En vista de que el testimonio recogido
era muy importante, cuando se trataba de asunto de vida o de
muerte, y como el alma del hermano estaba en juego, es necesario
que se recurra a los testigos. Estos testigos deben ser personas
capaces, serias, y conocedoras de la doctrina. Se debe discutir
con el hermano la situación del caso, para que este entre
en razón, y pueda reconocer su error.

Este segundo paso vamos a llamarlo con el nombre que
tienen las naciones que intervienen para dirimir conflictos.
Cuando en el Derecho Internacional, se le pide a una
nación que intervenga, o ella Motus Propio lo hace, se
dice que ha Interpuesto sus Buenos Oficios. Esta es la
función de los testigos que han sido llamados para hacer
cesar el conflicto entre dos hermanos.

Si después del Preliminar de Conciliación,
y de los Buenos Oficios, no ha habido un resultado agradable,
entonces queda un último recurso:

3. Esta es la querella formal: "Dilo a la Iglesia."
Presenta tu caso a la congregación. Que sea conocido por
la junta de la Iglesia.

Por esta puesta en movimiento de los poderes de Iglesia,
el hermano querellante se desapodera formalmente del asunto. Pero
puede suceder que el hermano agresor no haga caso a la junta, en
este caso, se le debe tener como si fuera un gentil o un
publicano.

Aunque se hayan agotado estos tres pasos o recursos, se
debe recordar que en la paso primero, cuando uno reprende al
hermano, el Señor nos ordena: "No aborrecerás a tu
hermano en tu corazón." Recordemos la máxima
empleadas por los abogados: "Es preferible un mal trance, a un
buen pleito." Si la Iglesia cumpliera con estos tres
mandamientos, encontraríamos Iglesias fuertes, sin
chismes, discordias, y sin todas las consecuencias que esto trae
aparejado. Jesús entrega todo el poder a la Iglesia en
conjunto. Propone que si ellos se ponen de acuerdo, las medidas
que se tomen en su seno, el Cielo las ratificara.

Al ver el nuevo procedimiento que Jesús
está estableciendo, en lo relativo al perdón del
hermano, a la piedad, a la tolerancia. Al ver que era una
costumbre entre los rabinos el perdonar solamente tres veces,
Pedro cree revestirse de misericordia, y dice al Maestro, que
cuantas veces Él cree prudente perdonar a su hermano, pera
lo cual usa un número sumamente significativo y perfecto
para los hebreos: "¿Hasta siete?" Pedro cree usar la
mayoría absoluta para este caso. Esta usando el
número de perdón de los rabinos, lo ha multiplicado
por dos, y le ha agregado uno más. Espera tener el
reconocimiento de su Maestro.

En su respuestas, Jesús es mucho mas amplio: "No
te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete." Para
ilustrar esto, le propone una parábola. Es la
parábola del mal siervo, el que negó perdonar a un
deudor insignificante.

En esta parábola, debemos fijarnos que el
Señor dice que la deuda del siervo era de diez mil
talentos. Diez mil es una miríada en griego. Aunque para
nosotros esa cantidad es de mucho valor, tampoco es que sea una
cosa del otro mundo. Si entramos en detalles de su contenido
histórico-económico.

El talento era una medida usada por los babilonios,
judíos, griegos y romanos. Cada país tenía
su propio talento, el cual tenía su diferencia con el de
los otros países, según fuera el peso y la medida.
A esto se debe agregar, según la tabla de equivalencia, la
cantidad varia también en razón de la época
en que se viva, ya que las monedas cambian de valor.

Por creerlo oportuno, copio de un diccionario
bíblico electrónico lo siguiente: "(gr.
tálanton, "talento" [del heb. kikkâr; aram. kakkar;
ugar. kkr, "disco"]; este nombre proviene de la forma de un
talento, que era un disco de metal con un agujero en el centro,
parecido a las arandelas o golillas que se usan en algunos
países de lengua española o española).
Unidad de peso o dinero. No era una moneda en el estricto sentido
de la palabra, sino un peso monetario griego igual a 60 minas; o
sea, 34,20 kg. El Talento babilónico equivalía a
3.600 siclos; pero el Talento hebreo, en conformidad con el
Talento cananeo, consistía sólo de 3.000 siclos
(Ex. 25:39; 37:24; 38:25-27; 2 S. 12:30; 1 R. 16:24; Esd. 7:22;
Mt. 18:24; etc.). El uso figurado del vocablo "talento" deriva de
la parábola de los talentos, según la cual los
siervos los recibieron de acuerdo con su habilidad para hacer
inversiones productivas (Mt. 25:14-30). En Ap. 16:21 la frase
"como del peso de un talento" es una traducción del gr.
talantiaía, que significa literalmente "con el peso de un
talento" ("que pesaban más de cuarenta kilos", DHH). Se ha
calculado el peso del Talento del NT entre 26 y 36
kg."

Para no entrar mucho en detalles, del tiempo que el
siervo debía trabajar, sabiendo que el salario de un
hombre seria una dracma al día, y que el talento pesa
entre 26 y 36 Kilogramos; a sabiendas que un kilo son mil gramos,
y que hoy día una onza de oro tiene un equivalente de mil
doscientos dólares. El cálculo arroja unos cuarenta
mil ochocientos dólares por libra de oro. En cada kilo se
calcula dos libras y dos onzas.

Algo que dice Jesús, y que hace la
parábola más significativa, es que el siervo
debía a su señor una miríada de talentos.
Cuando en griego se habla de una miríada, se está
refiriendo al número mal alto que tiene su contabilidad.
De haber existido un número mayor, el Señor lo
hubiese utilizado. Con estos números, dignos del Arenario
de Arquímedes, el Señor Jesús quiere
inculcar la misericordia y el perdón que debemos tener
para con los que nos ofenden.

LOS SETENTAS SON ENVIADOS.

Lucas: 10: 1-16.

Para este tiempo, el Mesías se esta preparando
para su ultimo recorrido por la tierra de los vivientes. Ha
escogido a setenta hombres, algunos manuscritos numeran setenta y
dos. Setenta y dos seria un número más correcto, y
que seria uno numero equivalente a seis por cada tribu de los
hijos de Israel. Estos enviados tienen la obligación de ir
delante del Maestro, para preparar el camino que Él va a
recorrer.

Con este número se representa a la universalidad
de todos los creyentes, sin importar la nacionalidad de la que
procedieran. Todos estamos simbolizados en este grupo, de
evangelistas que el Señor envía para anunciar
delante de Él el reino que Él que el reino de los
cielos ya está presente. Las instrucciones que tienen, es
parecida con las instrucciones e los doce; pero su misión
es especial. Su viaje ha de ser relámpago. Ellos no
podían detenerse para nada en el camino, ni siquiera para
saludar a aquellos conocidos.

Lucas nos resume la tarea que esos evangelistas
llevaban, de la manera siguiente:

1. Se les advierte que el trabajo era mucho, y el tiempo
y lo obreros muy pocos.

2. La culminación de la obra y de las malas
acciones de este mundo. Sobre esto es primordial, anunciar que el
de Dios ya está entre nosotros.

3. Las condenaciones que caerán sobre aquellos
que se nieguen a recibir el mensaje de la paz. Las ciudades
malditas, las que fueron castigadas con fuego y azufre en el
Valle de Pentápolis, serán tratadas con más
benevolencias que estas, que vieron y oyeron al Mesías, y
no se arrepintieron.

4. Los enviados tenían un mensaje poderoso. Ellos
eran los representantes del mismo Rey, por lo cual: Cualquiera
que lo recibiera, lo estaba recibiendo a Él
mismo.

Todo indica que los evangelistas cumplieron con su
misión. Fueron dignos representantes de su Dios. Ellos.
Por el poder del Evangelio que llevaron, fuimos nosotros ganados
para el Rey que ellos predicaron. Nos cuesta a nosotros, ser
Embajadores de ese Reino para que otros puedan entrar.

Fiesta de los
tabernáculos. Jesús pasa por
samaria

Lucas: 9: 51-56. Juan: 7: 2-9.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter