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Los grandes equipamientos de infraestructura y su impacto en el medio ambiente (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Otro efecto ambiental producido por las terminales de
transporte es el impacto visual: la gran masa construida rompe
con la imagen e identidad formal del ámbito en el cual
está implantada. Esta intrusión visual se ha
convertido en una constante en todas las ciudades del mundo en
las últimas décadas debido a la tendencia
arquitectónica de ignorar la especificidad de cada ciudad
y proyectar con los mismos modelos en todas partes.

Además del uso exclusivo del suelo y su
segregación y separación física respecto de
otros usos –circunstancia de alteración del medio
ambiente que ya ha sido analizada- el sector transporte en
general produce las siguientes alteraciones al medio
ambiente:

El impacto principal es la emisión de gases
contaminantes, fundamentalmente el dióxido de carbono y,
en el caso de la industria naviera, el azufre. De manera que la
causa última inmediata es que los combustibles que
utilizan son derivados de petróleo y carbón. Se
están haciendo experimentos con combustibles
orgánicos y con generación solar, pero son
todavía incipientes.

De todo el sector transporte, el que se desplaza por
carretera mediante camiones es responsable del 72% de la
energía utilizada y de las emisiones de carbón,
seguida por el transporte aéreo con el 10%, y luego el
marino, ferrocarril y sistema de tuberías. Sin embargo de
los datos anteriores, la industria naviera contamina con azufre,
en un volumen tal que, los 16 barcos más grandes producen
tanta polución de azufre causante de enfermedades del
pulmón, más que todos los vehículos del
mundo.[6]

Ese fenómeno debe ser analizado a partir de la
movilidad mundial, que atraviesa los océanos, los cielos y
la superficie del planeta y que utiliza dichos medios de
transporte. Dicha movilidad es una respuesta a la demanda de
comunicación y de transferencia de bienes y servicios,
entre países y dentro de ellos. La creciente demanda de
comunicación y de comercio es, a su vez, resultado de la
difusión y aceptación dócil en todo el mundo
de concepciones de vida, que se expresan en hábitos de
consumo y se materializan en la compra-venta de objetos. La
concentración de la producción de esos objetos en
pocos polos hace que la movilidad sea intensiva a partir de
aquellos y extensiva en todo el planeta. De manera que
aquí estamos haciendo alusión a las estrategias de
producción de las grandes empresas transnacionales. Si en
la primera revolución industrial (1820-1870)
existía un celo nacionalista extremo que llevó a
impedir la difusión de la ciencia, de la tecnología
y de la consecuente producción en países
determinados[7]desde los fines del siglo XX
aquellas transnacionales más bien buscan instalar sus
factorías en aquellos países que les garanticen
ventajas legales, financieras y de infraestructura que aseguren
una máxima rentabilidad. Otro factor del problema, es
aquel que se refiere a la estrategia capitalista de producir
objetos con obsolescencia programada para que sea necesario
renovarlos continuamente. Pero esos factores causantes del
fenómeno que se analiza son ajenos a la temática de
este trabajo, por lo que nos concentraremos en aquellas causas de
más cercana vinculación con la problemática
ambiental.

Volviendo al tema de la movilidad, la solución
históricamente demostrada, de reducir la movilidad, no
funcionaría en el ámbito mundial, ya que
sería imposible que cada país produzca todos los
bienes y servicios que necesita, además de poco eficiente
y, por lo tanto, mayormente contaminante. De manera que hay que
estudiar los otros factores que forman parte del sistema de
movilidad mundial de bienes y servicios.

Respecto del transporte por carretera, los principales
esfuerzos de atenuación del impacto ambiental han estado
encaminados en 3 direcciones: mejorar la eficiencia de los
motores de combustión interna, la producción de
vehículos híbridos y la de combustibles
orgánicos, a partir del trigo, maíz y caña
de azúcar[8]Las dos primeras alternativas
sin duda contribuirán en algo a reducir la quema de
combustibles fósiles. Respecto de los combustibles
orgánicos, el primer impacto negativo que se advierte es
que el uso de esos productos agrícolas para combustible
rinde mayor rentabilidad que destinarlos a la
alimentación, con lo cual hay mayor escasez de alimentos,
o sea, mayor pobreza e insalubridad en las grandes masas de
población y mayor riqueza concentrada en las empresas de
combustibles.

La producción masiva de combustibles alternativos
no productores de gases de efecto invernadero, está
actualmente en fase de experimentación; una de esas
experiencias es la de Toyota con la compañía
naviera NYK, un proyecto auspiciado por el Puerto de Long Beach,
el cual en su primer barco, el Auriga Leader utiliza 328 paneles
solares para proveer de energía a sus propulsores y a su
red eléctrica.[9]

En la transportación por mar, también son
significativos los esfuerzos de Beluga Shipping, con su SkySails,
que reduce el consumo de combustible y, como consecuencia, las
emisiones. El primero sistema fue instalado en MS Beluga Skysails
en 2007. (Konrad 2010, en Green Transportation for a Green Earth.
Katsioludis, Petros). Otro esfuerzo en esa dirección es el
de Maesrsk con sus barcos "Triple-E" que, por su volumen, pueden
contener 16% más que los barcos actuales, con lo cual
reducen el número de ellos en el mar y hacen un uso
más eficiente de la energía (Dailey, 2011, en Green
Transportation for a Green Earth. Katsioludis,
Petros).

Se está experimentando y poniendo en
práctica medidas de reducción de la
contaminación mediante la disminución del consumo
de combustible, tales como la racionalización y mayor
eficiencia de los recorridos, las cuales, siendo adecuadas apenas
son paliativos temporales.[10]

En el caso de los sistemas de transporte de combustible
por tubería, la afectación al medio ambiente puede
ser mínima, además de las áreas de terreno
usadas con exclusividad, tanto para la implantación de la
tubería en sí, como para el área de
protección, lo cual implica la afectación a los
otros usos y a la movilidad y hábitat de personas y
animales. Si el proceso de planificación es
técnicamente realizado, la construcción es
ejecutada con altos estándares de calidad y el monitoreo
de su funcionamiento es permanente, se podrá evitar,
prever y solucionar oportunamente los eventuales derrames de
combustible, los cuales sí son altamente nocivos para la
vida animal, vegetal, para las aguas superficiales y profundas,
para el aire, los cultivos y la vida de las personas de los
asentamientos aledaños.

En el caso del transporte por ferrocarril, se presentan
dos situaciones, el ferrocarril eléctrico y el movido por
diesel. En el primer caso los impactos al medio ambiente residen
fundamentalmente en la producción de la electricidad
mediante la quema de combustibles fósiles. En el segundo
caso, también el diesel es un producto derivado del
petróleo. En ambos casos la producción de todos los
componentes del sistema ferroviario: rieles, traviesas, balasto,
etc., actualmente se efectúan mediante sistemas
contaminantes. En efecto, la energía que permite la
producción del acero es fundamentalmente carbón
metalúrgico, las traviesas se producen de hormigón,
y el balasto mediante canteras, cuyo impacto se analizó en
el acápite de las vías terrestres.

Otros impactos importantes de la red de ferrocarriles,
en la cual debemos incluir los trenes urbanos subterráneos
o metros, es la ingente y cada vez más creciente
ocupación y uso exclusivo de terrenos para los centenares
de miles de kilómetros de vía, las estaciones,
talleres de mantenimiento y áreas de depósito de
desperdicios y vagones, etc. En el caso de las ciudades, esas
enormes áreas no solamente que deprimen el medio ambiente
por sí mismas, sino que también lo hacen con las
zonas urbanas adyacentes, las cuales pierden valor y se
deterioran, pasando a ser barrios miseria inhóspitos.
Además las instalaciones ferroviarias y de metro se
constituyen en barreras urbanas, segregan una zonas de otras y
afectan a los otros modos de transporte.

En el tema ferroviario, únicamente se cuenta con
nuevas regulaciones normativas (Environmental Protection Agency,
EPA), las cuales apenas serán efectivas a partir del
año 2015.

Sin embargo, no se debe pasar por alto las ventajas del
ferrocarril y metro. Así por ejemplo, el menor tiempo de
desplazamiento y la mayor cantidad de personas transportadas por
unidad de espacio significa menor consumo de combustible que el
transporte por carretera y vía urbana; la baja resistencia
a la rodadura por el contacto rueda de acero – riel de
acero también permite un menor consumo energético
que en el contacto neumático – calzada de asfalto u
hormigón. En trazados rectos y horizontales la resistencia
al avance por tonelada bruta es menor en el ferrocarril que en el
metro, pero en las pendientes la relación es opuesta, a
favor del camión.

4.3. CENTRALES ELÉCTRICAS. Destinadas a la
generación de energía: movidas por carbón,
petróleo, gas natural, agua, viento, mareas,
atómicas, solares.

4.3.1. CENTRALES TÉRMICAS

Respecto de las plantas térmicas de
producción de energía, las políticas de
protección del medio ambiente están orientadas a
reducir las emisiones de CO2 mediante la reducción del uso
de combustibles fósiles.

La causa primaria cuantitativamente más
importante de la emisión de gases de efecto invernadero a
la atmósfera es la producción de energía
mediante la quema de combustibles fósiles, la cual se
produce en los siguientes tipos de plantas:

  • A. Térmicas,

A.1. De carbón,

A.2. De diesel u otro derivado del petróleo
(hasta arenas bituminosas),

A.3. De gas natural,

A.4. De vapor

A.5. De biocombustibles.

A.6. De desechos domésticos, comerciales e
industriales.

B. Hidroeléctricas

C. Nucleares: de fusión y de
fisión.

D. Eólicas,

E. Mareomotrices

F. Solares

G. De hidrógeno

El análisis de las plantas de producción
de energía debe abarcar dos subtemas: la planta
propiamente dicha y el sistema de transmisión. El conjunto
de instalaciones de la planta son, básicamente, el
generador que produce la energía, los elementos
auxiliares, tales como el sistema de enfriamiento; el
almacenamiento del combustible con sus instalaciones de
recepción del mismo; el almacenamiento de desechos, y la
vivienda de los trabajadores.

Respecto de la vivienda de los trabajadores se aplican
las mismas consideraciones ya analizadas al referirnos a los
campamentos de trabajadores de las vías
terrestres.

Los impactos ambientales empiezan –y realmente
pueden ser los más significativos- durante el proceso de
construcción y, puesto que no difieren mucho de la
construcción de carreteras, el análisis de ellas
vale para el presente tema. Evidentemente, en el proceso de
construcción de toda obra el área requerida y
afectada es mucho mayor que la final ocupada por las
instalaciones y su funcionamiento.

Uno de los aspectos específicos de este tipo de
construcciones son las instalaciones para el aprovisionamiento
del agua necesaria para el enfriamiento de los generadores, la
limpieza de las instalaciones y el consumo de los trabajadores y,
luego la disposición final de las aguas grises y negras
resultantes. Esta necesidad puede ser satisfecha, dependiendo de
la disponibilidad y cercanía, mediante la
construcción de canales, acueductos, tuberías y
sistemas de bombeo. En el mejor de los casos y cuando la
planificación ambiental ha sido cuidadosa, se
producirá una reducción del agua originariamente
requerida y necesaria para la vida y reproducción del
ecosistema involucrado, lo cual no es poco ni insignificante. A
ello hay que añadir la disposición final y descarga
de las aguas residuales, que siempre van a arrastrar
contaminantes químicos y orgánicos.

A continuación hay que tener en cuenta las
emisiones atmosféricas. En el caso de las plantas
termoeléctricas, las emisiones son de dióxido de
sulfuro, óxidos de nitrógeno, monóxido de
carbono, dióxido de carbono y partículas con otros
metales.[11] Para el análisis
específico detallado de los impactos debe considerarse
tanto las características técnicas de la planta y
del combustible que emplee, como aquellas del ámbito
geográfico afectado (topografía, vientos,
temperatura, cercanía y naturaleza de los seres vivos de
las inmediaciones (seres humanos, fauna y flora).

Durante el largo período de funcionamiento se
producirá la emisión de efluentes, entre ellos, el
de mayor volumen será el agua de enfriamiento. Si existe
reciclaje el problema será mínimo, pero en caso
contrario, el agua se arroja al ambiente a mayor temperatura lo
cual, obviamente, afectará a la flora, fauna, suelo y
aguas superficiales y subterráneas. En el caso de las
plantas termoeléctricas a carbón, el agua de
enfriamiento, además, contendrá sustancias
químicas y metálicas nocivas. A todo ello hay que
añadir los accidentes y derrames. En el caso de las
plantas cuyo combustible es el petróleo, frecuentemente se
producen derrames del mismo.

El segundo subtema de las plantas de generación
de energía son los sistemas de transmisión de la
energía, y que contienen los siguientes componentes:
líneas de transmisión, derecho de vía,
playas de distribución, subestaciones, caminos de acceso y
mantenimiento.

En el caso del derecho de vía y zona de
protección de las instalaciones, puede tener un ancho de
entre 20 a 500 metros, con lo que se afecta a la posibilidad de
otros usos, tales como el agrícola, además de que,
obviamente se produce la deforestación de esas franjas. A
ese uso exclusivo del suelo se debe añadir el de los
caminos de acceso y mantenimiento y el área de las
subestaciones. En suma, son áreas estáticas de uso
exclusivo que son restadas de los usos productivos y de
conservación y reproducción natural de las
condiciones ambientales, además de la fragmentación
del uso integrado humano y animal previo.

En el proceso de construcción el impacto es mucho
mayor por las áreas necesarias para el transporte y
operación de los equipos y maquinarias necesarias, por el
desbroce mayor de áreas silvestres –en algunos casos
áreas de protección- por la emisión de los
combustibles de las maquinarias, por el ruido, los desechos
producidos y abandonados, el uso del agua pura y el abandono de
las aguas servidas, el uso y emisión a la atmósfera
del cemento necesario para las fundaciones de las torres y
subestaciones, etc.

En las labores de mantenimiento de las líneas de
transmisión se requiere limitar el crecimiento de la
vegetación en el derecho de vía, que se lo hace por
medios químicos o físicos; ambos constituyen
agresiones al desarrollo natural del ecosistema, pero los
químicos más aún y en algunos casos con
efectos irreversibles sobre el suelo, el agua y las cadenas
alimenticias terrestres, la fauna etc.,, peor aún si se lo
hace por medio de aspersiones aéreas
indiscriminadas.

Todas esas construcciones y su funcionamiento producen
efectos ambientales indirectos, como el posibilitar la
accesibilidad y expansión de la urbanización a
estas zonas silvestres o de comunidades
aborígenes.

Las líneas de transmisión, cuando no
están construidas a la distancia mínima
técnicamente dimensionada respecto del hábitat
humano y animal, produce alteraciones a la salud por los campos
electromagnéticos que crean.

Ante todos esos efectos reales y potenciales,
únicamente parece una alternativa razonable de
atenuación la selección cuidadosa de los recorridos
de manera que no atraviesen zonas con las características
de las anotadas.

4.3.2. PLANTAS DE PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
CON QUEMA DE CARBÓN

Merece analizarse como una especificidad de las plantas
térmicas por su papel preponderante entre ellas al que
utiliza la quema de carbón. El carbón se ha
constituido en la mayor fuente de energía, más que
todas las demás sumadas, no solamente en los países
desarrollados que han aumentado significativamente su demanda
sino también en aquellos en vías de desarrollo en
los cuales este combustible es la fuente más barata y
confiable de producción de electricidad. De acuerdo con la
Agencia Internacional de Energía, solamente China y la
India constituirán el 75% de la demanda antes de 2035, y
el carbón se constituirá en la única
más grande fuente de energía antes del
2030.[12] El investigador indica que el
carbón es la más grande fuente mundial de
emisión de dióxido de carbono, con 13 billones de
toneladas por año, comparadas con las 11 millones y 6
millones emitidas por el petróleo y el gas natural
respectivamente; y que la mitad del incremento total de emisiones
de CO2 debidas a la quema de combustibles fósiles entre
2010 y 2035 serán provocadas por el carbón, debido
al aumento de demanda en Asia. De manera que el problema del
clima es un problema del carbón, anota el
investigador.

En el año 2012 los accidentes en las minas de
carbón mataron 2433 mineros solamente en China,
según la Administración de Trabajo Seguro del
gobierno Chino; a los que hay que añadir las incontables
miles de personas afectadas en su salud por la
contaminación del aire y del agua producida por las
plantas de quema de carbón para la generación de
energía.[13]

Los datos de la investigación citada son los
siguientes: en el año 2010 el 30% de la energía
usada en el mundo provenía del carbón, superada
únicamente por el petróleo, con el 34%. En
consecuencia, el autor sostiene que la solución más
efectiva es instalar en las plantas térmicas
tecnología que haga que el carbón emita menos
dióxido de carbono, lo que será más efectivo
para reducir las emisiones que todas las plantas de
energía solar, eólica y geotermal juntas hoy
día. Y que en el futuro se podría lograr que se
queme carbón sin ninguna emisión de dióxido
de carbón a la atmósfera. Que lo que se requiere
para alcanzar ese objetivo es un financiamiento global de los
bancos y de los gobiernos.

Simplemente mejorando el mantenimiento básico y
reemplazando las viejas hélices de las turbinas, pueden
mejorar la eficiencia de las plantas en un 2% y reducir las
emisiones de dióxido de carbón entre 4 a 6%. Si los
porcentajes citados pueden parecer mínimos, se
debería pensar en que si China eleva la eficiencia de sus
plantas en un 2%, las emisiones de todo el país se
reducirían en un volumen casi igual al total de aquellas
anuales del Reino Unido. Las plantas que se están
construyendo en el mundo (llamadas subcriticas) operan a bajas
presiones y temperaturas, por lo que apenas aprovechan el 30% de
la energía potencial del carbón, o sea que se
está perdiendo el 70%. Se puede construir plantas que
quemen carbón a altas temperaturas, con lo cual pueden
logar alrededor de 40 a 41% (llamadas supercríticas); y
las ultra-supercriticas pueden llegar a 42 a 44% de eficiencia.
En el futuro se puede lograr hasta un 50%, hasta llegar a una
tecnología que gasifique el carbón antes de
quemarlo. Si bien es cierto que la construcción de esas
plantas super eficientes costará muchísimo
más, además de la reducción drástica
de las emisiones de CO2, la inversión se recuperará
en el período de vida útil de las plantas. En mi
criterio, de todas maneras, lo que ofrece la tecnología es
apenas una eficiencia del 50%, lo que parece ser muy poco, a un
alto costo y con emisiones menores pero existentes. La esperanza
la pone el investigador citado informando que se están
desarrollando tecnologías para producir electricidad del
carbón sin emisiones. Pero inmediatamente nos cuenta que
la solución es bombear el CO2 al subsuelo; pero no analiza
las consecuencias ambientales en aquel, simplemente evita
emitirlo a la atmósfera enviándolo al subsuelo.
También propone usar el CO2 capturado para revivir
reservorios viejos de petróleo; con lo cual seguimos en el
mismo problema con otros actores. Otra tecnología que
propone es quemar el carbón en sus mismos yacimientos en
la profundidad de la tierra, transformándole en gas, el
cual se lo bombearía a la superficie para producir
electricidad o crear substitutos del diesel. De esta manera la
polución se quedaría bajo tierra.

"Además de las emisiones de dióxido de
carbón y dióxido de azufre, la combustión de
carbón crea montañas de cenizas tóxicas que
son arrastradas por las tormentas y cubren las ciudades con
partículas venenosas".

Las plantas de producción de energía son
responsables del 33% de todas las emisiones de CO2 y NO2 y el 70%
de todas las emisiones de dióxido de azufre en los
EEUU.[14]

En el caso de las plantas generadoras de energía
cuyo calor es producido por gas natural y gas derivado del
petróleo, los principales riesgos son la explosión
y la fuga del gas.[15] También se debe
considerar las partículas en suspensión y el ruido,
como contaminantes ambientales de este tipo de plantas,
además de desperdicios sólidos y peligrosos. Los
principales contaminantes arrojados a la atmósfera son el
dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO),
monóxido de nitrógeno (NO), óxidos de
nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre
(SO2).

Kerzner define el riesgo como la medida de la cantidad y
probabilidad de falla en lograr metas predefinidas. En general,
el considera el "riesgo" como la carencia de conocimiento de un
evento futuro.

La generación de energía en los Estados
Unidos proviene mayoritariamente de plantas termales, las cuales
usan un ciclo de energía de calor para generar potencia,
la cual es convertida en energía eléctrica por los
generadores.[16] En el año 2003 el 89% de
la electricidad consumida en los EEUU fue generada en plantas
térmicas enfriadas por agua; el 9% eran
hidroeléctricas y el 2% de energías renovables y
otros. Más específicamente, en el año 2010
las plantas de carbón constituían el 44,9%, las de
gas natural el 23,8%, las nucleares el 19,6%, las de
petróleo el 0,9%, las hidroeléctricas el 4,5% y las
de energías renovables y otros el 6,3%.[17]
De manera que las plantas térmicas sumaban el 89,2% y el
69,6% de ellas son altamente emisoras de gases de efecto
invernadero.

Adicionalmente a la emisión de gases, las plantas
térmicas usan agua para su
enfriamiento[18]El enfriamiento es producido o
mediante la inyección permanente de agua o por
recirculación. En el primer caso, el agua es tomada de un
cuerpo de agua cercano (tal como un reservorio, río,
océano u otro) mediante un intercambiador de calor y
devuelto a ese cuerpo de agua, pero a una temperatura mayor.
Aunque no se produzca evaporación en el intercambiador,
ésta sí se produce en el cuerpo de agua original
por la mayor temperatura del agua devuelta. En el caso de la
recirculación, el vapor es enviado a una torre de
enfriamiento, el calor extraído es enviado a la
atmósfera y el agua regresa a su función de enfriar
el generador.

El consumo de agua es el total de agua que se evapora
más aquella que se pierde por el uso mismo de ella (por
ejemplo las gotas que son conducidas por el aire que pasa por la
torre de enfriamiento). Esta pérdida debe ser reemplazada
por agua fresca desde la fuente original. Mientras la
inyección permanente emplea más agua, la
recirculación consume más.

Las plantas de generación hidroeléctrica
no consumen agua para su refrigeración, pero la extensa
superficie de agua del reservorio produce una mayor
evaporación que aquella que ocurriría en un
río no represado.

4.3.3. RELACIÓN ENTRE LA PROXIMIDAD DE LAS
RESIDENCIAS A LAS PLANTAS DE ENERGÍA GENERADA POR
COMBUSTIBLE, Y TASAS DE HOSPITALIZACIÓN POR ENFERMEDADES
RESPIRATORIAS

Las plantas de generación eléctrica
movidas por combustible contaminan el aire en mayor medida que
los vehículos ya que son estacionarias, a diferencia de
los vehículos. El movimiento de éstos hace que sus
emisiones también sean dinámicas y más
fácilmente eliminadas del entorno inmediato, mientras que
las de las plantas pueden permanecer si el régimen de
vientos no es favorable.

La demostración de la afirmación anterior
se puede realizar examinando las tasas de hospitalización
por enfermedades respiratorias (asma, infección
respiratoria aguda (ARI) y obstrucción pulmonar
crónica (COPD)[19], de los residentes en
las áreas vecinas a las plantas.

Los resultados de la
investigación[20]indican que entre los
residentes que viven en "ZIP code containing a fuel-fired power
plant" mayores de 10 años de edad hubo incrementos
significativos de 11%, 15% y 17% en las tasas de
hospitalización por asma, ARI y COPD, comparados con
residentes en zonas que no tienen plantas de energía. Pero
que no hubo aumentos significativos en los niños menores
de 10 años. Los residentes en áreas vinculadas a
sitios de depósito de desechos fueron afectados por las 3
enfermedades en los dos grupos de edades; y en el caso de
residentes en áreas con plantas de energía movidas
por combustible y además con sitios de depósitos de
desechos peligrosos las incidencias fueron aproximadamente
añadidas.

Las conclusiones de los investigadores son las
siguientes:

"Nuestros resultados son consistentes con la
hipótesis de que la exposición al aire contaminado
por plantas de energía movidas por combustible y
compuestos volátiles procedentes de sitios de desperdicios
peligrosos incrementan el riesgo de hospitalización por
enfermedades respiratorias"

En el texto de la investigación los
científicos anotan que las plantas de energía
hidroeléctricas, nucleares, eólicas y solares, no
contaminan el aire, pero que las movidas por combustibles
fósiles emiten anualmente millones de toneladas de
contaminantes del aire. Indican que adicionalmente a la
formación y liberación de dióxido de
carbono, liberan dióxido de azufre (SO2), óxido de
nitrógeno (NO), partículas en suspensión
(PM), e hidrocarbonos aromáticos policíclicos
(PAHs); y que también podrían liberar componentes
orgánicos volátiles. Los investigadores explican
que se han encontrado aumentos significativos en las tasas de
hospitalización y emergencias por episodios de asma
debidos a la variación de corto plazo de los niveles de
SO2 proveniente de refinerías de
petróleo.

En otra investigación (Cleaning up coal) se
indica que el punto débil de las plantas
hidroeléctricas son las sequías, que en el
último año en China han reducido la
producción de energía y provocado severos
racionamientos. Y las plantas solares y eólicas producen
rendimientos intermitentes.

4.3.4. CENTRALES
HIDROELÉCTRICAS

En el caso de las plantas hidroeléctricas de
producción de energía, además de su obvia
utilidad, cuando las condiciones de lluvia y caudal así
como la gestión del agua y de la energía lo
permiten, los reservorios hidroeléctricos prestan varios
servicios adicionales, tales como el riego de las áreas
productivas adyacentes, el control de las inundaciones que se
producían en el invierno y que con el reservorio se pueden
atenuar o eliminar; constituir fuente de agua, de
recreación, pesca y navegación deportiva. La
dificultad de este uso múltiple está en que
compiten con el nivel y flujo del caudal que requiere la
gestión del mismo para la producción de
energía. Por ejemplo, para el control de las inundaciones
en época de lluvias, el nivel del agua debe bajar para
tener disponible un volumen para recibir el agua. Es decir que
cada uso requiere un volumen de agua, que debe añadirse al
específico necesario para la producción de
energía.

Lo primero que debe ponerse en evidencia es que la
construcción y operación de una represa
hidráulica y su reservorio constituyen una enorme
irrupción en la naturaleza, un rompimiento de todo un
subsistema ecológico en el que han vivido secularmente y
en una simbiosis múltiple especies de fauna y flora, en
ciertos casos con población humana que, si es aborigen y
milenaria, suele integrarse con la naturaleza sin afectarla. Los
ciclos de crecimiento, reproducción y mantenimiento de
toda la vida son brutalmente cortados, y de manera irreversible,
habida cuenta que se altera el suelo, el subsuelo, la
temperatura, el régimen de vientos y la humedad de un
ámbito territorial muy grande.

Para empezar, se cambia una enorme superficie de terreno
de su uso natural y es inundada permanentemente, con lo cual
mueren las especies vegetales y animales que dependían de
ella, tanto visibles como microscópicas. Durante un tiempo
se producirá una mayor filtración de agua que
aumentará las aguas subterráneas y elevará
la napa freática. El enorme peso del agua alterará
la geología del lugar. El agua captará el calor
ambiental y lo retendrá con lo cual bajará la
temperatura del lugar durante el día, pero subirá
durante la noche, cuando el agua desprende el calor retenido. Es
decir que cambiarán radicalmente las condiciones
ambientales. El espejo de agua reflejará los rayos solares
subiendo el albedo y bajando más aún la
temperatura. Lo anterior hará variar el régimen de
vientos. En los meses soleados se producirá
evaporación del agua aumentando la humedad ambiental y
formando neblina en las primeras horas de la mañana. En
resumen, se produce un cambio total e irreversible de la
ecología del lugar y de un ámbito territorial muy
amplio.

Simultáneamente con lo anterior, la
construcción de la carretera necesaria para la
materialización, funcionamiento y mantenimiento de la
planta de generación de energía atraerá
población, inicialmente los obreros de la
construcción y luego la colonización de las tierras
adyacentes, de manera que el cambio de la ecología del
territorio es mucho mayor que el provocado por la presa y su
reservorio.

En el caso de mi país, el Ecuador, la
construcción de la represa hidroeléctrica Paute en
una zona deshabitada, húmeda y boscosa, provocó la
llegada de campesinos agricultores, los cuales procedieron a
deforestar el área adyacente a la carretera que conduce a
la planta de generación eléctrica para habilitar el
suelo a sus cultivos; esa deforestación alejó la
humedad y las nubes con lo cual se afectó el
régimen de lluvias y actualmente hay meses en los cuales
el nivel del embalse es crítico y hay que racionar la
energía en todo el país. Para colmo, la
deforestación provocó la erosión del suelo y
las aguas del río conducen cada vez más tierra, lo
que reduce el volumen del embalse y obliga a un dragado
permanente del fondo de la presa.

Son mundialmente conocidos los impactos producidos por
la construcción de la presa Gamal Abdel Nasser en Egipto,
que cambió todo el régimen de inundaciones del Nilo
(que fue el sustento y explicación de la existencia de la
gran civilización egipcia) y de la represa denominada de
Las Tres Gargantas, en la República de la China, que
"dejó bajo el nivel de las aguas a 19 ciudades y 322
pueblos, afectando a casi 2 millones de personas y sumergiendo
unos 630 km2 de superficie de territorio chino". Sin embargo de
lo cual, apenas sirvió para satisfacer el 3% de la demanda
de energía de la China.[21]

Los críticos más severos sostienen que los
costos sociales, ambientales y económicos de estas
represas pesan más que sus beneficios y que, por lo tanto,
no se justifica la construcción de las represas
grandes.[22]

El problema de las represas hidroeléctricas es
que su área de influencia ambiental es muy grande,
realmente empieza aguas arriba (por la afectación al
régimen de lluvias que se ha anotado) y termina aguas
abajo, en algunos casos hasta la desembocadura del río; ya
que se alterará el caudal del río más
allá de la presa según los requerimientos
energéticos, cambiando así los ciclos
hidrológicos naturales . Esto último significa que
todas las actividades que dependen del caudal del río se
verán afectadas y toda la ecología cambiará
de manera irreversible: los suelos, su uso y productividad, sea
natural o artificial; la vegetación, fauna, pesca,
temperatura y humedad, y asentamientos humanos.

En algunos países, ante la evidencia de la
magnitud de las afectaciones ambientales se ha indicado que se
requiere un plan de manejo integral de la zona, que contenga
acciones tales como la reforestación, consolidación
de taludes, reconversión de tierras, reasentamiento de
población, etc., pero en la realidad del funcionamiento de
la naturaleza, se requerirá cientos de años para
que ese nuevo subsistema ecológico –en el caso de
ser científicamente correcto- funcione.

Todo lo anterior no puede negar ni ocultar el beneficio
obvio de la producción de energía
hidroeléctrica, cual es la reducción significativa
de las emisiones de gases de efecto invernadero al disminuir la
necesidad de producir energía mediante la quema de
combustibles fósiles.

Como un ejemplo adicional del carácter de
"sistema" que tiene todo el funcionamiento natural, vale
describir el ciclo de beneficios momentáneos de la
inundación de las tierras para la formación del
embalse y sus subsecuentes prejuicios: la descomposición
de la vegetación original que queda sumergida se
transforma en alimento para una posible población de peces
que puede vivir en el embalse, así como para el
crecimiento de hierbas acuáticas, pero en el corto plazo,
se formarán capas vegetales de algas que pueden llegar a
dificultar el funcionamiento de la planta de energía y
provocar pérdidas de agua por la transpiración, lo
cual obliga a permanentes y costosas operaciones de
eliminación de esas algas y tratamiento de las aguas.
Adicionalmente, esas capas vegetales destruirán la pesca y
dificultarán la recreación en la laguna
artificial.

La situación puede ser más negativa en el
caso que no se hayan eliminado los árboles antes de la
inundación, ya que el uso del oxígeno por las
bacterias que descomponen esos materiales vegetales
agotará el oxígeno del agua; esa
descomposición anaeróbica produce sulfuro de
hidrógeno y metano. El primero dañará las
turbinas del generador y matará a los organismos
acuáticos; y el segundo es un gas invernadero y
potencialmente explosivo. Como el agotamiento del oxígeno
ocurre primero en el agua más profunda, que es el nivel de
toma de la misma para el movimiento de las turbinas, esa agua
tiene sulfuro de hidrógeno que, como se ha anotado,
daña las turbinas; además, puede tener un Ph
inferior y menor temperatura que las aguas superficiales y, al
ser expulsada, afectará a plantas y animales aguas
abajo.

En el funcionamiento natural de la cuenca del
río, el limo que arrastran las aguas es fundamental para
las especies y agricultura aguas abajo; con el funcionamiento de
la represa, ese limo se deposita en el fondo del embalse y las
aguas que salen de la planta ya no lo contendrán,
afectando la ecología aguas abajo. En el caso de la
agricultura, esa carencia obligará a la utilización
de fertilizantes, con las consecuencias ambientales y
económicas que el uso de los mismos acarrea.

En referencia a los asentamientos humanos, serán
desalojados los ubicados en el área de inundación,
su reasentamiento provocará disgustos en las áreas
de llegada; los trabajadores de la planta de energía
conformarán un nuevo asentamiento, con las consecuencias
anotadas más arriba respecto de los campamentos de
trabajadores, etc.

De manera que las afectaciones ambientales, sociales y
económicas serán reales –en algunos casos,
graves- e irreversibles en un territorio muy extenso, aguas
arriba, en el sitio del reservorio y la planta, y aguas
abajo.

4.3.5. PLANTAS NUCLEARES DE
ENERGÍA

En la actualidad las plantas nucleares de
generación de energía casi igualan en porcentaje
total de generación a las hidroeléctricas; 13 y 15%
respectivamente. A partir del terremoto y consecuente maremoto
ocurrido en el Japón en el año 2010 que, como
consecuencia de la destrucción de los sistemas de
refrigeración provocó la emisión de material
radiactivo, se desató en el mundo una fuerte
reacción adversa a la energía nuclear. Esa
reacción revivió los temores por similares
accidentes en las centrales de Three Mile Island y Chernobil. Sin
embargo, existen científicos que aseguran que realmente
estas plantas son las más seguras y menos contaminantes de
todas. "A finales de la década de los 90, existen
más de 430 reactores nucleares que producen energía
en 26 países".[23]

De manera similar a las plantas hidroeléctricas,
las nucleares tienen pocas posibilidades de sufrir fallas
catastróficas. Los expertos consideran que, si el
diseño, la construcción y la operación de
las plantas son correctos, los riesgos son mínimos y los
problemas ambientales serán limitados.

Es motivo de optimismo el nuevo diseño de las
plantas nucleares de generación de energía, como la
denominada Pebble Bed Reactor que se está construyendo en
la China[24]la cual tendrá reactores de
grafito modulados a alta temperatura enfriados por gas. En lugar
de las grandes barras de combustible de las centrales
tradicionales, tendrá partículas de uranio
revestidas de gafito pirolítico -que actúa como un
moderador de la radiación– rodeadas de carburo de silicio
a prueba de fuego. Las partículas de uranio, cada una del
tamaño de una bola de billar, estarán contenidas en
un vaso vertical de acero rodeado de paredes de concreto
diseñadas para resistir la fuerza del choque de un
avión o un terremoto. La refrigeración será
provista por helio, que es un gas inerte, y será inyectado
a través de las partículas de uranio como
refrigerante. El helio no está sujeto a explosiones de
vapor, resiste la absorción de neutrones de manera que no
se vuelve radioactivo y no disuelve contaminantes que pueden
llegar a ser radioactivos y contaminar las áreas
circundantes. La planta tiene un sistema pasivo de
refrigeración, lo que significa que, en caso de accidente,
no habrá fundición, el reactor no se
romperá, explotará o arrojará residuos
peligrosos. Los expertos aseguran que la planta es tan segura que
ni los errores humanos ni las fallas de los equipos pueden causar
un accidente que pueden herir a los seres humanos. (¿y
tampoco al ambiente? NdA)[25]

Según la Figura 2 incluida en la
investigación citada, la generación de electricidad
en el mundo está distribuida entre las siguientes fuentes:
carbón 37%, gas 26%, hidroeléctrica 15%, nuclear
13%, líquidos 5%, viento 1,9%, combustible orgánico
1,8% y otras fuentes 0,9%. Esos datos confirman lo que se
indicaba más arriba, de la preponderancia de plantas
emisoras de gases invernadero, lo cual es altamente preocupante,
más aún habida cuenta el crecimiento incontrolado y
explosivo de la población mundial y su insaciable demanda
de electricidad. Al parecer, la importancia de las plantas de
energía renovable se mantendrá mínima en un
tiempo todavía largo, por lo cual –y participando
del optimismo de la autora de la investigación citada, que
es compartido por James Lovelock- el desarrollo de la
energía nuclear es una buena noticia para el ambiente y
para la creciente demanda mundial de energía.

Las ventajas de las plantas nucleares son las
siguientes, siempre según Gioietta Kuo:

  • No emiten gases de efecto invernadero, de manera que
    no contribuyen al calentamiento global,

  • Tienen una alta densidad de producción de
    energía, por lo que requieren de poco suelo para su
    funcionamiento; de manera que dada la escasez de tierra para
    cultivos las plantas nucleares no compiten por la tierra, a
    diferencia de las plantas eólicas, solares y de
    biocombustible,

  • Es ideal para la producción de grandes
    cantidades de hidrógeno, que se necesita para el
    transporte mediante el uso de células de
    combustible,

  • También puede usarse para la
    desalinización del agua del mar.

Permanecen los peligros derivados de la
eliminación de los desechos nucleares.

4.4. SISTEMAS HIDRÁULICOS Destinados a la
captación, conducción, almacenamiento, tratamiento,
y distribución de agua fresca.

La infraestructura de agua potable incluye los
siguientes componentes: represas y reservorios de almacenamiento
en la fuente, tuberías de conducción con sus
franjas de derechos de uso y carreteras correspondientes,
estaciones de bombeo, plantas de tratamiento, tanques y
reservorios en la vecindad de las ciudades, y tuberías de
distribución dentro de estas últimas; amén
de los edificios de maquinaria y vehículos para el
mantenimiento y operación, los edificios de
administración, etc.

El uso del suelo está íntimamente
relacionado con el agua y el aire. Cuando se producen extensas
afectaciones del suelo para la construcción de obras de
infraestructura, se producen modificaciones hidrológicas
que pueden causar inundaciones tierras abajo, baja del nivel
freático, disminución de la recarga de agua
subterránea y alteraciones en los flujos de los arroyos. Y
tanto el uso del suelo como la cantidad, presencia y calidad de
las aguas superficiales y subterráneas interactúan
con la calidad, temperatura y dinámica del
aire.

Toda obra de infraestructura produce afectaciones en los
recursos hidráulicos, no solamente del sitios
específico de su implantación o recorrido, sino de
un área mucho mayor. Tanto la cantidad como,
específicamente, la calidad del agua superficial y
subterránea es afectada, así como el nivel de la
capa freática. Así mismo, esos cambios afectan a la
variedad de usos –de los seres humanos y de las poblaciones
de flora y fauna- que tenían esos dos acuíferos
antes de la construcción, nuevamente, tanto en la
disponibilidad como en la calidad del agua. De manera que, en
síntesis, alteran el sistema ecológico precedente,
uno de cuyos componentes fundamentales era la cantidad y calidad
del agua; y esa alteración es irreversible, no importan
las medidas de mitigación, un sistema ecológico no
se puede reconstruir, puesto que es el resultado de miles de
años de evolución, lo que se logrará con
esas medidas de mitigación no es más que un
paliativo para la destrucción.

Parte de esas afectaciones al recurso agua son las
referidas a la tasa de escurrimiento, debidas a acciones que
reducen la permeabilidad de la superficie de la tierra; y que
provocarán una disminución del nivel
freático, inundaciones más copiosas y frecuentes, y
temporadas de sequía más prolongadas. En el caso de
la agricultura y ganadería, los impactos producirán
disminución de la productividad o, en los casos de grandes
obras de infraestructura que, además de ocupar enormes
extensiones de terreno emiten distintos tipos de agentes
contaminantes, serán inevitables la ruina y
emigración de la población campesina.

  • SISTEMAS DE ALCANTARILLADO: Destinados a la
    captación, conducción, tratamiento y
    disposición final de aguas lluvias, grises y
    negras

"Para completar el ciclo integral dela gua, una vez
consumida ésta, es necesario recoger y transportarla a la
planta de tratamiento y depuración… En las redes de
saneamiento se suelen producir continuos atascos y roturas, que
producen malos olores e
insalubridad".[26]

Para evitar o disminuir esas eventualidades que ocurren
en la red de alcantarillado, es fundamental la calidad del
diseño técnico de la red con todos sus componentes,
el control de la calidad en la construcción, el control
del tipo de vertidos que se arrojan en el recorrido provenientes
principalmente de industrias que utilizan líquidos
corrosivos, y la permanente labor de limpieza y
mantenimiento.

Entre los vertidos contaminantes o corrosivos,
están los aceites y grasas que pueden producir atascos,
los ácidos y vapores o líquidos que al contacto con
el resto de fluidos desprenden vapor o sustancias químicas
que se expelen a la atmósfera por los sifones de las
calles, etc. Son imágenes típicas de ciudades
densamente pobladas los vapores que se expelen desde los sifones
de las calles., y que son respirados por los
transeúntes.

Por ejemplo, la red de alcantarillado de la ciudad de
Madrid conduce conjuntamente por la misma tubería las
aguas negras y grises arrojadas desde las viviendas y
equipamientos urbanos, las aguas lluvias y las
industriales.[27] De manera que el agua de lluvia,
relativamente limpia y que podría ser aprovechada sin
ningún tratamiento, por ejemplo en los tanques de los
inodoros o para regadío de plantas y parques de la ciudad,
es desperdiciada y contaminada. Y se la mezcla con vertidos
industriales que contienen sustancias contaminantes.

En el caso de los vertidos industriales se requiere por
parte de las municipalidades un programa de control de vertidos
y, por parte de las industrias que los producen, la
instalación de separadores de fluentes, trampas de grasas
y, en general, tratamiento de los agentes contaminantes previo a
su vertido en la red pública.

En contra de esas ventajas de construir redes separadas,
se argumentan las siguientes desventajas: el costo, obviamente es
casi el doble, tanto de la red pública como de la red
interna de los edificios; hay que evitar la contaminación
del agua lluvia para evitar que su vertido al cuerpo final no se
fuente de contaminación de éste; que las aguas
pluviales de las ciudades no son limpias sino que acarrean los
contaminantes atmosféricos y del suelo de la ciudad; que
la red de aguas negras no se beneficia de la autolimpieza que
provee el agua lluvia, por lo que debe inyectarse agua limpia en
ella.

Debe evaluarse ventajas y desventajas, tanto
económicas como técnicas, pero siempre
introduciendo la variante de la preservación y
conservación de la pureza ambiental, habida cuenta que las
alteraciones del ecosistema son irreversibles.

Respecto de las aguas lluvias, existen ciudades que
avanzan el la construcción de redes separadas, con un
doble propósito, aprovechar las aguas lluvias sin
contaminarlas con las servidas, y disminuir el volumen de
líquido y la cantidad de contaminantes que requiere de
tratamiento previo a su disposición final.

Uno de los riesgos más serios de los sistemas de
alcantarillado de las ciudades es su obsolescencia. La
mayoría de la extensión de la red, y
fundamentalmente la que sirve a la ciudad central e
histórica, fue construida hace muchos siglos,
diseñada, dimensionada y construida para conducir
exclusivamente aguas grises, negras y lluvias, de un área
reducida y de un número de habitantes también
reducido; con materiales –ladrillo y piedra- y
técnicas de construcción de la época (sin
materiales ni técnicas de impermeabilización,
etc.). En la actualidad se ha intensificado la densidad
poblacional varios cientos de veces y se arroja a la red la
variedad de fluentes indicados. Obviamente es de esperar que se
produzcan atascos, hundimientos (ocasionados por filtraciones que
se han mantenido muchos años y terminan por disgregar la
tierra de la base de los colectores), roturas, etc.

Se han dado casos de contaminación del agua
potable con la servida, cuando estas últimas se han
mezclado con el agua potable por roturas en las tuberías
respectivas; lo que ha ocasionado epidemias en la
población del área afectada.

Esa circunstancia obliga a las municipalidades a poner
en práctica programas permanentes de monitoreo, control,
mantenimiento y reconstrucción de la red antigua,
juntamente con la expansión y control de la
nueva.

Otro de los problemas mayores de contaminación
provocada por la disposición final de las aguas servidas
en el cuerpo receptor, que suelen ser ríos, lagos o el
mar. En unos casos, los ríos que atraviesan las ciudades
van recogiendo las aguas servidas en su trayecto, provocando
obvias situaciones de malos olores y contaminación
ambiental en el interior de la ciudad. En otros casos, por
ejemplo en el Río Támesis en Londres, cuando sube
la marea regresa el agua del río a la ciudad, con su carga
de aguas servidas. La pérdida de oxigeno de las aguas de
ríos, lagos y mar es una consecuencia de haberlos
convertido en receptores de las aguas negras, junto con la muerte
de las flora y fauna marina y fluvial.

Esos efectos van siendo superados mediante la
construcción de plantas de tratamiento de las aguas
servidas previo a su vertido final en los cuerpos
receptores.

Sin embargo de los adelantos en la conducción y
tratamiento de las agua servidas, se mantiene en gran parte del
mundo –especialmente en el medio rural- varios tipos de
eliminación de las mismas que son altamente contaminantes.
El uno es la disposición de letrinas, las cuales, cuando
se construyen cerca de los cuerpos de aguas subterráneas
que son utilizadas por población cercana, las contaminan
provocando enfermedades gastrointestinales. Cuando no se dispone
de red de alcantarillado público pero sí de red
privada se conducen las aguas grises y negras a pozos
sépticos, los cuales necesitan de vaciados
periódicos y, además, también pueden
provocar los problemas mencionados para las letrinas. Y,
finalmente, no terminan de existir poblaciones cuyo única
posibilidad de disposición de todo tipo de residuos y
aguas servidas es arrojarlas directamente a ríos,
quebradas y bosques.

Inclusive en ciudades del mundo desarrollado y en
desarrollo, la velocidad de expansión de las ciudades se
produce a un ritmo que no puede ser igualado por la
construcción de la infraestructura urbana, de manera que
quedan zonas no servidas por ella, en las cuales se ejercen las
precarias prácticas de eliminación de desechos de
las áreas rurales descritas anteriormente.

  • SISTEMAS SANITARIOS: INFRAESTRUCTURA PARA EL
    PROCESAMIENTO DE DESECHOS

En los últimos años, tal vez a partir del
surgimiento de los grupos ecologistas y, simultáneamente,
de la evidencia de que la cantidad de desechos que produce la
humanidad se iba convirtiendo en inmanejable, se ha ido
desarrollando una conciencia de manejar el problema de la
producción de desechos. Antes de que eso ocurriese, en la
mayoría de los países del mundo existía la
práctica de recoger los desechos de las viviendas mediante
camiones recolectores y arrojarlos en extensiones de terreno en
las afueras de la ciudad. De manera que cuando un viajero se
aproximaba a la ciudad sabía que ya se hallaba cerca al
contemplar bandadas de aves carroñeras revoloteando sobre
montañas de basura.

El resultado de esta práctica, en términos
ambientales, era que se producía la descomposición
aeróbica de la basura y los gases resultantes se
emitían a la atmósfera produciendo olores
nauseabundos, mientras que los líquidos se filtraban en el
subsuelo contaminándolo junto con las aguas
freáticas.

Las familias indigentes destinaban algunos de sus
miembros, especialmente mujeres, niños y ancianos, a la
tarea de buscar entre la basura ("minar la basura") para obtener
objetos que pudiesen tener alguna utilidad directa o, mediante un
pequeño proceso de limpieza, pudiese ser vendido a otras
familias igualmente indigentes. Incluso recuperaban comida
desechada por familias y restaurantes que la dilapidaban.
Lógica y desafortunadamente, esas personas no tardaban en
adquirir enfermedades respiratorias, digestivas e infecciosas.
Pero esa actividad les permitía sobrevivir cada
día; a un nivel tal que se formaban casi gremios de
"minadores" que se cuidaban de no permitir el libre acceso a
otras personas a las montañas de basura.

El siguiente paso que pusieron en práctica los
ayuntamientos fue enterrar la basura, mediante la
compactación mecánica de capas de basura y
cubriéndolas con una capa de tierra, en o que se
denominaba "relleno sanitario".

De esa manera, se produce una descomposición
anaeróbica de la basura, con lo cual se obtienen dos
productos beneficiosos: se multiplican los gusanos (lombrices de
tierra) productores de nitrógeno útil para la
agricultura, y se produce biogás, útil como
combustible. Esa práctica permitió a algunos
"minadores" (listos o asesorados por estudiantes universitarios
solidarios), complementar la búsqueda de objetos
aprovechables entre la basura con el acopio de lombrices de
tierra y el uso del biogás en cocinas artesanales para
cocer sus alimentos en el mismo sitio del relleno
sanitario.

Sin embargo de esas mejoras, el lento proceso de
compactación y enterramiento de la basura, junto con la
mezcla de todo tipo de materiales en ella, hacían que
continúen las afectaciones ambientales en el aire, la
tierra y el agua.

El siguiente paso [28]es el de la
separación y clasificación de la basura en el
origen, esto es, en los hogares, básicamente en tres tipos
de residuos: orgánicos; plásticos, metales y
vidrio; y papel y cartón. Los primeros son susceptibles de
ser convertidos en compost, muy útil para la agricultura;
y los restantes dos tipos ya tienen algún nivel de
tratamiento para su recirculación. A continuación
se va difundiendo entre la población la práctica de
la triple "R": reusar, reducir y recircular.

Como se pude apreciar la civilización ha ido
dando pasos positivos para resolver el problema de los miles de
millones de toneladas de desechos que produce diariamente y que,
desafortunadamente, se incrementaron primeramente con el uso del
plástico para los envases; posteriormente por la
práctica de los fabricantes de producir objetos de
obsolescencia programada, lo que significa que se acorta la vida
útil de un producto para obligar a los consumidores a
reemplazarlo en un corto tiempo. Otra de las fuentes de
producción de desechos es el vertiginoso avance de la
tecnología informática, que ha inundado el mundo
con beneficios innegables pero que deja en la obsolescencia a los
aparatos anteriores al cabo de menos de un año de
uso.

Las prácticas industriales desde mediados del
siglo XX han estimulado el aumento de desechos de manera
inaudita, primero fue la introducción del uso del
plástico en los envases, el cual en su mayoría
todavía tiene una calidad tal que su descomposición
dura siglos[29]aunque poco a poco van apareciendo
los plásticos reciclables y de descomposición
más rápida. Luego fue la estrategia de mercado de,
supuestamente, hacer más atractiva la presentación
de los productos, mediante el diseño y fabricación
de envases con tal cantidad de material que algunos cuestan
más que el producto que contienen. Un paquete de 4
galletas o un cuarto de litro de jugo de fruta se entregan en
envases cuya fabricación cuesta más y ocupa
más espacio que los alimentos que contiene.

De manera que si bien se ha ido controlando la
contaminación que provocan los desechos en el suelo, aire
y agua, se ha aumentado su cantidad y el uso de los recursos
naturales para su producción.

En la actualidad se están construyendo
instalaciones destinadas a procesar los residuos y obtener
energía eléctrica y calor a partir de ese
proceso.

Según las informaciones consultadas, actualmente
se ha experimentado éxitos en el procesamiento de residuos
de diverso origen, tales como astillas de madera
–aserrín- desechos comerciales que suelen enviarse a
vertederos y rellenos sanitarios, desechos orgánicos,
plástico, metales ferrosos y no ferrosos y vidrio. En
algunos casos se utiliza digestores anaeróbicos que
producen biogás, a partir del cual se genera electricidad
y, además, se utiliza el agua que ha servido para el
enfriamiento de las turbinas y, como consecuencia ha
extraído el calor de ellas, para la calefacción de
viviendas aledañas a las instalaciones. Una de las planas
más grandes genera electricidad para el consumo de 4000
viviendas.[30]

La información disponible se refiere
exclusivamente a las ventajas del procesamiento de residuos y a
los frutos obtenidos en generación de electricidad y
calor, pero no hace ninguna alusión al combustible
utilizado para producir el fuego y calor necesario para el
procesamiento de los residuos[31]por lo que puede
suponerse que se trata de carbón, gas natural o diesel,
todos combustibles fósiles que generan gases de efecto
invernadero. En ese caso, sin duda que estas instalaciones son
muy beneficiosas para mejorar las condiciones ambientales al
reducir la disposición final de desechos al suelo y agua,
pero mantendrían la emisión a la atmósfera
de gases nocivos por la quema de combustibles
fósiles.

4.7. SISTEMAS DE EXTRACCIÓN DE
PETRÓLEO Y GAS NATURAL: terrestres y
marítimos

4.7.1. EL SISTEMA DE EXTRACCIÓN Y
EXPLOTACIÓN

Los impactos ambientales se producen desde la
búsqueda, exploración, desarrollo y
producción de esos dos recursos naturales mayormente
utilizados para la producción de energía. La
actividad se inicia mediante estudios geológicos y
geofísicos, con exploración sísmica, esta
última comprende cargas explosivas que, lógicamente
provocarán ruido; estas actividades se realizan en
áreas extensas. Luego se realizan estudios detallados en
áreas seleccionadas mediante perforaciones para localizar
y evaluar la calidad y cantidad del petróleo y gas. Las
instalaciones comprenden pozos, bombas, líneas de
recolección y transporte, tanques de almacenamiento y
unidades de procesamiento inicial, además de –en
algunos casos- helipuertos o campos de
aviación.[32]

La habilitación de toda esa enorme área
requerida para el trabajo de la explotación requiere
primeramente el desbroce de la selva. Los árboles
milenarios son cortados y sus troncos trasladados a las empresas
madereras mediante plataformas por las nuevas carreteras
construidas.

Todas esas actividades e instalaciones requieren del uso
exclusivo de miles de hectáreas que, en muchos lugares del
mundo han requerido la expropiación y desalojo de
comunidades nativas. En el caso de mi país, el Ecuador,
varias comunidades indígenas han entablado juicios en
cortes nacionales e internacionales a grandes
compañías de explotación petrolífera
por daños ambientales irreversibles en sus
tierras.[33] [34]

La construcción de carreteras para acceder al
lugar de la explotación con grandes camiones y plataformas
que transportan las enormes maquinarias y tuberías,
generan los siguientes impactos ambientales:

  • El desbroce de la selva en los miles de
    hectáreas del corredor necesario para la carretera,
    desde las áreas pobladas hasta el sitio de la
    explotación.

  • Las carreteras posibilitan la colonización de
    tierras vírgenes. La primera actividad de los colonos
    es el desbroce de la selva primigenia para habilitar la
    tierra para los cultivos; los árboles cortados son
    vendidos a intermediarios de las empresas madereras, que los
    trabajan en el sitio y luego conducen la madera trabajada a
    las ciudades. El resto de la vegetación es quemada,
    liberando dióxido de carbono a la atmósfera de
    la selva tropical. Luego se siembra cultivos
    biológicamente ajenos a la ecología propia de
    la selva, los cuales afectarán a la flora y fauna
    original. Los colonos llevan ganado y mascotas (perros,
    gatos, conejos, cuyes, cabras, etc.) y otros animales como
    roedores, que constituyen poblaciones extrañas al
    sistema ecológico primigenio. Se ha demostrado que el
    suelo de la selva tropical es poco productivo para otras
    plantas que no sean las originales, dado que su fertilidad
    depende de la sombra de los árboles y de los
    subproductos generados por ellos mismos y por la fauna
    originaria que se alimenta de ellos, la humedad y temperatura
    son parte de esa misma ecología y cambian con la
    deforestación; en suma, es un nicho ecológico
    singular y muy vulnerable a los cambios; por esa razón
    los cultivos de los colonos tienen baja productividad y los
    suelos no soportan más que unos pocos ciclos
    productivos. Esa realidad lleva a que los colonos empleen
    fertilizantes, que constituyen otra forma de
    contaminación del suelo, el subsuelo y del
    agua.

  • Posibilitan el acceso a la selva tropical de
    empresas madereras, que obtienen de los gobiernos nacionales
    la concesión de miles de hectáreas para la
    explotación de la madera. Se produce la
    deforestación masiva de la selva. En algunos casos las
    madereras deben reforestar el área explotada pero, tal
    como expone James Lovelock[35]eso es una
    ingenuidad en términos de conservación y
    mantenimiento de la ecología, ya que esta se ha
    formado en miles de años y no puede ser recuperada con
    árboles recién plantados.

  • El intenso tráfico de maquinaria pesada
    provoca contaminación por los gases de los
    vehículos.

  • Un problema social que suele presentarse entre las
    fases de construcción y operación es que la
    primera fase atrae mano de obra con la esperanza o espejismo
    de la oferta de trabajo, generalmente es mayor el
    número de demandantes de empleo que el de empleados
    realmente. Los sobrantes suelen establecerse en las
    cercanías para estar a la expectativa del empleo, o se
    instalan como campesinos agricultores, con las afectaciones
    mencionadas antes. Pero terminada la fase de
    construcción, para la operación solamente se
    contrata a personal especializado, con lo que se produce el
    desempleo de los obreros iniciales, los cuales pasan a
    engrosar el grupo de los
    campesinos.[36]

En el período de la explotación y para el
funcionamiento de la misma, los impactos ambientales más
importantes son los siguientes:

  • La construcción y funcionamiento de los
    campamentos de los trabajadores, cuyos impactos fueron
    analizados en el tema de la construcción de
    vías.

  • Cambia todo el sistema original de escurrimiento del
    agua, así como su volumen y calidad. Con la
    instalación habrá fundamentalmente aguas grises
    y negras que se escurrirán libremente por toda a
    superficie de la instalación.

  • La construcción e instalación de la
    tubería que conduce el crudo y el gas hasta las
    refinerías o puertos de embarque para la
    exportación; en algunos casos estas tuberías
    atraviesan todo el territorio de uno o varios países.
    En parte del recorrido la tubería se instala junto a
    la carretera, pero pronto se aleja de ella, por lo que debe
    desbrozarse otras miles de hectáreas para su
    construcción e instalación, además del
    área necesaria para la seguridad y
    mantenimiento.

  • Un subproducto del petróleo suele ser el gas
    natural. Inicialmente se quema a la intemperie, y son
    características e hitos de identificación de
    las explotaciones petrolíferas los quemadores que
    desprenden CO2, H2S y metano a la atmósfera. Pasado
    algún tiempo se realizan adecuaciones
    tecnológicas para el aprovechamiento del gas y se lo
    conduce por tubería a las refinerías y plantas
    térmicas de producción de
    energía.

  • La perforación y extracción requiere
    el uso y luego la inyección de agua, la cual se la
    obtiene de los ríos, arroyos y lagos cercanos,
    disminuyendo su disponibilidad para los procesos naturales de
    reproducción del hábitat primigenio. Dicha
    agua, ya contaminada con aceites y con el mismo
    petróleo o gas luego es arrojada a las mismas fuentes,
    con las obvias consecuencias para la vida –o,
    más bien, muerte– de la flora y fauna originaria. En
    algunos casos se construyen piscinas de depósito, a
    partir de las cuales se contamina el subsuelo por
    filtración y la atmosfera por arrastre de
    partículas por el viento. Esas aguas contaminadas han
    producido enfermedades en las comunidades aborígenes,
    lo que ha sido reclamado también en procesos
    judiciales nacionales e internacionales.

  • En muchísimas ocasiones, lo cual hace pensar
    que es una consecuencia inevitable de la explotación,
    se han producido derrames de petróleo desde los pozos
    y desde las tuberías. Si bien se ha desarrollado
    tecnología para la limpieza mediante bacterias que
    consumen petróleo o con productos químicos,
    estas apenas son paliativos mínimos para las
    afectaciones a miles de hectáreas de la selva
    tropical.

  • En algunos casos se construyen refinerías de
    procesamiento del petróleo cerca de la
    explotación, con los impactos debidos
    específicamente a ellas.

  • Derrames y explosión de plataformas
    petrolíferas en alta mar. "Derrame de petróleo
    en el Golfo de México, crecen día a día
    los daños causados por la explosión de una
    plataforma estadounidense y su posterior hundimiento. El
    accidente se inició el 20 de abril y once personas
    están desaparecidas. Aparentemente provocado por un
    aumento de presión en el pozo petrolífero, el
    derrame continúa: todos los días, cantidades
    equivalentes a unos 1.000 barriles de crudo se están
    esparciendo en el Golfo de México, y el impacto
    ambiental del accidente tendrá consecuencias
    catastróficas".[37]

  • Toda la modificación de la topografía
    necesaria para la instalación de la explotación
    modifica sustancialmente el régimen hidrológico
    de los humedales, la calidad del agua y la vegetación;
    más aún por las fugas y derrames del lodo de
    perforación y del petróleo.

En el transporte del petróleo y del gas natural
las principales afectaciones al medio ambiente son, entre otras,
las siguientes:

  • Derrames por rompimiento o destrucción de la
    tubería. Estos rompimientos pueden ser provocados por
    defectos constructivos de la obra física o de
    elaboración y suelda de la tubería; por
    deslaves o aluviones provocados por las modificaciones a la
    geomorfología original para la construcción de
    las carreteras o de las mismas tuberías; por
    movimientos sísmicos[38]por atentados
    terroristas, o por personas interesadas en extraer el
    producto.

  • Derrames desde los supertanqueros de
    petróleo, tanto por accidentes como por el lavado de
    los tanques.[39]

  • "No obstante, sólo un 10% del petróleo
    que va a parar al mar procede de accidentes marinos. Otras
    fuentes son la atmósfera, la filtración
    natural, la contaminación de los ríos y las
    escorrentías urbanas, las refinerías de
    petróleo situadas en la costa, las plataformas
    petrolíferas marinas…, las descargas operativas
    de los petroleros…, y otras causas (como el vertido en
    el golfo Pérsico durante la Guerra del Golfo en 1991,
    que se estima en unas 460.000
    toneladas)"[40].

  • Adicionalmente a los mismos oleoductos o gasoductos,
    hay que tener en cuenta que estos requieren en varios puntos
    de su recorrido de estaciones de bombeo y de reducción
    de presión, las cuales también ocupan de manera
    exclusiva varias hectáreas de terreno susceptible de
    producir las mismas afectaciones al medo ambiente que las
    áreas de perforación y
    explotación.

  • En el caso de los oleoductos instalados en el fondo
    del mar, las afectaciones al agua y a la fauna marina son
    obvias, más aún en caso de rotura,
    explosión o filtración. Los organismos
    bénticos, así como la hierba marina y los
    arrecifes de coral suelen ser afectados de manera
    significativa.

4.7.2. MEDIDAS DE ATENUACION Y MITIGACIÓN DEL
IMPACTO AMBIENTAL EN LAS LABORES DE
EXTRACCIÓN

En los últimos años se ha desarrollado una
tecnología más cuidadosa del medio ambiente, que
incluye prospección satelital; perforación en
racimo, con la cual con una sola perforación se puede
llegar a extraer el petróleo desde varios campos;
técnicas de control de la calidad en las distintas
operaciones, mayor capacitación del personal, personal
capacitado para el monitoreo e inspección, reglamentos y
normas de seguridad, alarmas de detección de gas y
protección contra sulfuro de hidrógeno; equipos
automáticos de cierre de los oleoductos y monitoreo de la
presión; maquinaria y equipo humano capacitado para la
prevención y control de incendios; monitoreo de las
emisiones atmosféricas y de la calidad de las aguas
superficiales y del agua freática, etc.

4.7.3. REFINERÍAS DE
PETRÓLEO

Los impactos ambientales de la refinación del
petróleo son provocados por las emisiones de gases, de
partículas, descargas de efluentes y de desechos
sólidos, ruido y olor; los causados por los campamentos de
trabajadores y el impacto visual en el paisaje. El ruido puede
estar entre los 60 y los 110 db.

Los gases que se emiten a la atmósfera incluyen
hidrocarburos, monóxido de carbono, óxidos de
azufre y de nitrógeno. La enorme cantidad de agua que se
emplea para lavar los materiales, enfriamiento, y en general en
el proceso de la refinación, luego es arrojada al
ambiente, contamina las aguas superficiales y freáticas,
el suelo y es la causa de muchas enfermedades en la
población vecina, así como la destrucción
del hábitat.

Todo la contaminación anterior es permanente en
el período de vida de la refinería, pero se
incrementa a niveles de catástrofe en caso de derrames de
materia prima o de los distintos productos derivados o
secundarios; en caso de incendios o, peor, explosión. En
el caso de fugas, filtraciones o derrames menores, estos pueden
pasar inadvertidos, pero como son permanentes contaminan las
aguas freáticas y, cuando existe población vecina
que se abastece de agua de pozos, la aparición de
enfermedades es segura.

Los oleoductos de abastecimiento de materia prima y de
distribución de derivados (poliductos) son componentes
esenciales de una refinería y, como se ha señalado
en el acápite correspondiente, son fuente de riesgo de
contaminación del medio ambiente.

En el caso de las explotaciones de petróleo y gas
en el mar[41]el complejo de instalaciones
–en lo que se diferencia de las explotaciones en tierra
firme- comprende la perforación de pozos desde barcos o
plataformas temporales, unidades sumergibles, y plataformas
permanentes de explotación que incluyen helipuertos,
vivienda para los trabajadores, fuentes de energía,
tanques de almacenamiento, etc.

Todos los riesgos y casos de contaminación en
tierra descritos anteriormente se multiplican debido a que el
agua es un fluido por el cual la contaminación
viajará rápidamente y alberga múltiples
especies de fauna y flora mucho mas vulnerables y delicadas que
las de tierra.

Además de todas las mencionadas, en este caso las
emisiones atmosféricas son producidas por los generadores
a diesel, las emisiones permanentes de gases en el proceso de
explotación y en el transporte y, eventualmente, los
incendios y explosiones y las emisiones de sulfuro de
hidrógeno. Una vez que el petróleo o gas llega a
tierra, las refinerías de petróleo y plantas de
procesamiento de gas y descarga de los buques son otras tantas
fuentes de contaminación. El ruido es un factor permanente
tanto en el mar como en tierra. Pero además, las
plataformas pueden colapsar por defectos de construcción o
sismos, tsunamis o huracanes (estos últimos ocurren todos
los años en el Golfo de México), por choques de
tanqueros o roturas de los oleoductos.

El fondo del mar es afectado por las labores de
extracción de muestras, construcción de las
plataformas y oleoductos, etc., lo que provoca el ascenso de
sedimentos, que pueden contener metales pesados, azufre, sulfuros
y compuestos orgánicos; las aguas son más saladas y
tienen poco o nada de oxígeno.

En el caso de las explotaciones que se ubiquen cercanas
a poblaciones humanas que viven de la pesca, provocarán la
ruina de la economía y vida de las mismas.

4.8. PUERTOS Y BAHIAS

Anteriormente se analizaron los impactos provocados por
el transporte marítimo, de manera que en este
acápite se estudian aquellos ocasionados por los puertos
marítimos.

Los puertos constituyen instalaciones de gran
envergadura en área y volumen; demandan para su
construcción de importantes cambios y transformaciones en
la zona costera y en el mar, movimientos de tierra, desbanques,
rellenos e introducción de materiales y agregados
extraños en la superficie, en el subsuelo y en el fondo
del mar. Además demandan el dragado y eliminación
de los materiales originarios. El impacto más inmediato y
aparente es el cambio de la dinámica original de las aguas
marinas así como en su composición química y
temperatura; y el más obvio es la destrucción de
los hábitats de todas las especies marinas en un
ámbito de influencia que alcanza las aguas profundas y mar
adentro.

Desde la fase de construcción y permanentemente
en la de operación el intenso tráfico de maquinaria
pesada con sus emisiones de ruido, gases, combustibles y aceites,
significará una afectación importante e
irreversible. A ese tránsito en tierra se sumará el
marítimo de toda la flota de barcos, tanqueros y
súper tanqueros, plataformas de contenedores, buques de
crucero, etc. Todos ellos son enormes emisores de contaminantes
al agua y a la atmósfera. Y todo ello en circunstancias de
operación normal; a lo que hay que añadir los
accidentes de derrames y descargas de petróleo y desechos
de todo tipo (incluyendo aguas servidas)[42] desde
los barcos. Además del petróleo en los puertos se
produce el embarque y manejo de materiales peligrosos, tales como
pesticidas, explosivos, gases presurizados, etc., siempre sujetos
a derrames y explosiones.

En algunos casos e produce el denominado "desarrollo"
inducido, con la formación de parques industriales junto o
en la cercanía de los puertos, con bodegas,
fábricas de distinto tipo de productos, etc., y sus
correspondientes asentamientos poblacionales.

Durante todo el período de funcionamiento del
puerto debe realizarse dragado de mantenimiento, para asegurar y
recuperar la profundidad de las aguas requerida para la
aproximación y el acoderamiento de los barcos. Los
materiales provenientes de este dragado son más
contaminantes que los de la operación inicial, debido a
que son contaminados por la operación del puerto y de las
áreas aledañas, tales como bodegas y asentamientos
humanos.

4.9. AEROPUERTOS

Los principales afectaciones al medio ambiente
producidos por los aeropuertos son los siguientes:
contaminación atmosférica producida por los motores
de los aviones y los miles de vehículos que concurren para
el servicio a los viajeros; contaminación acústica
producida por los motores de los aviones y por la frecuencia y
congestión de tráfico vehicular. No debe
despreciarse la contaminación producida por los desechos
de todo tipo, y emisiones de los neumáticos de los
aviones, grasas, pinturas, aceites, etc. (Página 240 de
notas bibliográficas Asignatura 4)

Degradación del suelo: pérdida de la
capacidad de realizar las funciones que le son
propias.[43] El hecho de que la
contaminación del suelo haya merecido menos
consideración que la del aire y agua es que estas
últimas son inmediatamente advertidas, mientras que la
contaminación del suelo tiene un impacto más
retardado, y con secuelas más lentas y persistentes. La
contaminación del suelo conduce también a la de las
aguas subterráneas.

Un estudio de la contaminación de
suelos en los aeropuertos españoles indica que de 35
aeropuertos en que se ha caracterizado los suelos, 22 tienen
suelos no contaminados y 13 sí los tienen
contaminados.[44] La contaminación
mayoritaria proviene de hidrocarburos. Llama la atención
la explicación contenida en este artículo, que
indica que:

"Cuando no es posible un tratamiento con técnicas
económicamente viables se adoptan medidas de
contención de la contaminación para reducir la
exposición a la misma. En último extremo, y en
casos donde no ha sido posible la recuperación del suelo
mediante algún tipo de tratamiento, se procede a la
gestión de las tierras en un vertedero
autorizado".

Llama la atención por cuanto, en mi criterio,
siempre se debería atacar el problema conteniendo la
contaminación reduciendo la exposición a la misma,
y no solamente cuando "no es posible su tratamiento con
técnicas económicamente viables". Además,
parecería que la "gestión de las tierras en un
vertedero autorizado" no es lo más conveniente, en la
medida en que implica simplemente trasladar la
contaminación a otro sitio; desde el cual esta puede
difundirse a suelos aledaños y aguas
subterráneas.

El estudio indica que la contaminación más
importante procede de "prácticas del Servicio de
Extinción de Incendios que se realizaban sobre terreno
natural… y de instalaciones de combustible".

Los gases emitidos por los motores de los aviones son de
efecto invernadero, tales como el vapor de agua, dióxido
de carbono (CO2), ozono (O3),y metano (CH4). Otros gases son
óxido nítrico (NO), óxidos de azufre (SOx) e
hidrocarburos volátiles.[45]

La Organización de Aviación Civil
Internacional ha establecido normas de cumplimiento obligado para
las emisiones de humos, hidrocarburos sin quemar, monóxido
de carbono y óxidos de nitrógeno. Se debe
considerar que el área de afectación es la
equivalente a un radio de 10 km cuyo centro es el de las pistas
de aterrizaje y despegue.

Partes: 1, 2, 3
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