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Historia de Ciencia y Labor




Enviado por Alberto Pereira Rios



Partes: 1, 2, 3

  1. 1918-1921. Sus
    Orígenes
  2. La segunda
    generación
  3. El estado del
    barrio en 1921
  4. Nada resulto
    fácil
  5. Periódico
    Villa Mitre
  6. Biblioteca Popular
    "Ciencia y Labor"
  7. Apéndice

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El propósito de esta monografía es
exaltar La función que cumplieron las Sociedades de
Fomento en las primeras décadas del siglo XX en la ciudad
de Buenos Aires.

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Mural de Marta Celis

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Fachada actual

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Bartolomé Mitre,
Patrono
del Barrio y del
Centro

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Juan B. Faruolo, fundador del
Centro

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Segundo domicilio, Artigas
1920

Capitulo -I-

1918-1921. Sus
Orígenes

Prólogo

Centro de Fomento y Cultura Villa Gral. Mitre fue su
nombre original. (Hoy Ciencia y Labor
") Es una
institución de bien público ubicada en el barrio
del mismo nombre de la ciudad de Buenos Aires. Su historia no me
ha sido inspirada por estímulos emocionales, sino
más bien por el racional deseo de recrear la acción
comunitaria y transformadora de sus fomentistas en los albores
del siglo XX; cuando la urbanización se extendía
merced a su tesonero apoyo hacia el oeste de la
ciudad.

Recrear su pasado es un revelador y significativo aporte
para los hombres del presente. Y aunque la historia nunca se
repite del mismo modo, servirá cuanto menos como
guía, a aquellos que sepan interpretar sucesos acaecidos
en otros tiempos.

Esta es la historia de un club de barrio, también
un lugar, de entrañable pertenencia. Imborrable patrimonio
espiritual de los que están y de los que aún lejos,
atesoran su recuerdo.

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Croquis de la ciudad de Buenos
Aires, en el mismo se señala la ubicación
del
barrio Villa Gral.
Mitre

Los límites y trascendencia de los hechos y
personas que se mencionan en esta monografía, están
circunscriptos dentro de las primitivas fronteras del barrio de
Villa Gral. Mitre. (Las que, tal como veremos, difieren en
algo con las de hoy)

El período descripto en esta primera parte,
está comprendido entre 1918 a 1930. (a) Los protagonistas
fueron hombres de acción, genuinos representantes del
espíritu de uno de los más prósperos
períodos de nuestra Historia Grande.

Alguien dijo que: "el hombre de acción no
vive más allá de su época",
es el
historiador que lo hace revivir. En tal sentido, acepté
dicho reto, con la intención de rendir a nuestros pioneros
el justiciero homenaje que la institución y el barrio les
debe. Para lo cual, iré exhumando a través de
fuentes auténticas, algunas muestras de su acertada labor,
que logró transformar la insoportable marginación
de un caserío paupérrimo y desamparado, en un
barrio transfigurado y pujante que se integró sin
menoscabos, al tejido urbano de la gran urbe.

Me animó también la idea de señalar
la importancia que reviste para institución, la
preservación y el rescate de nuestra identidad. Me refiero
a lo que nos representa, a todo lo que nos es distintivo, tal
como nuestro espacio físico, el escudo, nuestros colores
representativos, al fútbol de todos los días,
sucesos atesorados por nuestra memoria, el recuerdo de personas y
personajes. De de los que están y de los que se fueron: de
nuestros hábitos, costumbres, acuerdos y discrepancias.
Todo lo cual, forma parte de los contenidos de un crisol donde se
amalgama nuestra identidad social.

Esta historia se entrelaza con la de nuestro barrio,
razón y fundamento de su existencia como
institución. No aceptar ese principio, la
convertirá en una isla, tan lejana como inaccesible para
aquellos villamitrenses, que pudieran necesitar de su
contención social, cultural y recreativa.

Será el único camino por donde deben
transitar los dirigentes de la hora, a fin de advertir el riesgo
que implica vivir de espaldas a ese contexto vital. Los que no lo
hagan, deberán asumir las consecuencias de convertir a
nuestra institución en una abstracción, ó
tal vez en una mera caricatura de aquel pasado provechoso,
brillante y trascendente.

(a) Lo enviado es parte de la sinopsis del mismo
nombre, y autor y que se extiende hasta el 2004.

I- El año de su fundación
1918

La fundación se realizó dentro de un marco
de acontecimientos de resonancia mundial.

El más conmovedor y deseado fue el anuncio de la
finalización de la "Gran Guerra". La noticia
provocó tal como era de esperar, un júbilo
indescriptible en todas las latitudes.

No lo fue menos aún, aunque con distinto grado de
aceptación, el estallido de la Revolución
Bolchevique, ya que ésta se orientaba sobre bases
ideológicas tan peligrosas como antagónicas para el
predominante capitalismo liberal de los países centrales.
Sin embargo, no pocos dirigentes progresistas alentaban a las
masas proletarias, incitándolas a seguir los pasos de la
revolución.

Sorprendían las noticias procedentes de cables
que anunciaban ecos similares en todas las grandes ciudades del
orbe.

En nuestro país, los estudiantes respaldados por
el gobierno lograban concretar la tan ansiada Reforma
Universitaria,
que posibilitó la actualizaron de los
programas de estudio, e incluyó a los jóvenes en el
gobierno de las universidades.

Por entonces era presidente de la República don
Hipólito Yrigoyen. Acosado durante ese año por
grandes turbulencias sociales provocadas por sectores obreros. Su
gobierno afrontó la friolera de ciento noventa y seis
huelgas.

La Comuna de la ciudad inauguraba el Balneario
Municipal, simultáneamente con el primer tramo de la
Avenida Costanera Sur. Se construyó además una red
de 200 casillas para bañistas y una gradería de
cemento que descendía hasta el río. Esta obra fue
recibida con unánime beneplácito por la prensa y
por el público en general que pobló sus
instalaciones.

El 22 de junio, o sea, veintiocho días
después de fundado el Centro, los habitantes de nuestra
ciudad quedaron deslumbrados al presenciar una densa nevada que
cubrió techos y calles de la ciudad, cambiando su
fisonomía. Nadie se explicaba lo que acababa de ocurrir en
Buenos Aires. A esa hora, según el diario La
Nación
, la temperatura era de 3º 5´ sobre
cero (Por entonces no se registraba sensación
térmica)

La primera precipitación había durado
veinte minutos. Cuando todos creían que la nevada se
había esfumado. La temperatura descendió a cero
grado y volvieron a caer los copos con mayor intensidad. La
algarabía fue general y permaneció en el
ánimo social del porteño durante varios
días. Durante ese lapso, no se habló más que
del inesperado meteoro, que solo volvería a repetirse en
nuestra ciudad casi un siglo después. (9 de julio de
2007)

De aquel inusual acontecimiento, se inspiró
Agustín Bardi para componer el tango ¡Que
Noche!

En aquellos años los porteños estaban tan
fanatizados con los "chuchos" que los medios
gráficos y radiales reflejaban con títulos
tamaño catástrofe, las expectativas que suscitaba
la carrera entre los "pura sangre" Botagogo el pingo del
pueblo y Grey Fox. Carrera en la cual. fueron sus
únicos protagonistas. ¡El hipódromo de
Palermo era un hervidero!
En las apuestas Botafogo
era favorito, la cátedra así lo había
decidido y para no contradecirla, el super pingo tomó
revancha sobre el que había sido su único vencedor.
Desde entonces su nombre se convirtió en
leyenda.

El campeonato de la Asociación Argentina de
Fútbol, ya por entonces despertaba apasionamiento.
Multitudes fervorosas poblaban insuficientes tribunas de madera.
En ese año la competencia se puso al rojo vivo hasta el
final. En aquella puja prevalecieron los colores blanco y
celeste
de la "Academia".

A pesar de los conflictos de todo tipo en aquel
tumultuoso año, Buenos Aires destacaba entre las ciudades
más carnívoras del mundo 85 kg. (1) de bifes y
achuras anuales por habitante, lo cual justificaba aquel antiguo
dicho popular que decía: "más criollo que un
churrasco".

Y cuando la noche caía sobre la ciudad, reinaba
el sainete. Los espectáculos se eternizaban en las
carteleras de "Corrientes la angosta".

En aquellas veladas tan al gusto del porteño,
nacía un clásico del tango:
¡Milonguita!

II- Origen de los barrios suburbanos

La creciente ola de inmigrantes que venía
recibiendo el país desde mediados del siglo XIX desde de
Europa, había colmado la capacidad de los conventillos,
(2) que alguien definió como "espacios exclusivos de
miseria".
Los sufridos moradores sobrevivían en
condiciones promiscuas, en tanto, eran esquilmados sin piedad por
propietarios ávidos de lucro, pertenecientes en su gran
mayoría a la alta burguesía. Tales excesos contaban
con el guiño cómplice del poder político y
la justicia ordinaria (3) ¡Pobres gringos! su consuelo era
acaso fantasear con la posesión del techo propio. Con el
correr del tiempo el ansiado anhelo comenzó a realizarse.
Este suceso se inscribe con la difusión del sistema de
pago en "cómodas cuotas mensuales". Alentados por
esa cierta posibilidad, se despertó en ellos una
irrefrenable fiebre compradora.

Domingos y feriados nutridas caravanas de ilusionados
inmigrantes se trasladaban a los loteos, donde hábiles
rematadores, les vendían las parcelas con el
simbólico valor agregado de una frase muy corriente en
tales circunstancias "Vea que usted está comprando un
promisorio futuro"
(4)

Y llegaron a los suburbios construyendo sus viviendas
con esfuerzo dominical, y formaron nuevas barriadas, padeciendo
durante largo tiempo la falta de servicios básicos para
procurarse una aceptable calidad de vida.

Auque dicha mora, fue imputable en gran medida al
vertiginoso desarrollo urbano, la realización de dichas
obras se fue postergadas más de lo necesario a causa de la
negligente y evasiva actitud, tanto de las empresas
concesionarias de servicios, como de los funcionarios
responsables, ya que estos, con fines manifiestos, orientaban sus
proyectos y realizaciones hacia zonas de mayor poder adquisitivo
(Léase potencial clientela electoral)

Así pues, transcurrió más tiempo
del preciso aunque mucho menos del que tenían previsto
dichos "entes", para que nuestro vecindario, contara con tan
imprescindibles prestaciones. Ello fue posible merced a la
singular vocación de servicio de vecinos con
vocación fomentista, que en nuestro barrio, se agruparon
en torno al Centro de Fomento y Cultura Villa Gral.
Mitre.

III- Ausencia de Fomentistas

Hacia 1918, el barrio de Villa Mitre se debatía
entre el desamparo y la desesperanza. Para peor, no contaba en
ese tiempo con líderes sociales que se ocuparan de la
problemática del novísimo vecindario. Por lo tanto
no se realizaba gestiones en forma ante los organismos de
competencia en procura de atenuar sus efectos.

En rigor, es sabido que desde 1908 funcionaba en la zona
una Liga de Fomento la que según algunos dichos, operaba
en sentido selectivo. Era dirigida por un grupo de hombres de
sólida posición económica, mayoritariamente
propietarios de fracciones en la zona. De su actividad y
proyección, nos atenemos al texto de una nota cursada a la
Intendencia Municipal por nuestro Centro, con fecha 30/12/1922 y
transcripta por el "Villa Mitre" en su edición de
enero de 1923. Allí se afirmaba " … que nunca
se preocuparon de obtener mejoras para los que no forman el
núcleo de La Liga, porque solo circunscriben su radio de
acción a un área donde están ubicados las
fracciones de tierra, cuyos dueños forman la
comisión directiva de es Entidad y porque en definitiva,
no pueden presentar constancias de haberse interesado por el
mejoramiento edilicio sino donde tienen su patrimonio, si
preocuparse por los demás habitantes del barrio, a quienes
no alcanza ninguno de los beneficios que
consiguen"

Tal vacío tiene sus orígenes a partir del
alejamiento de la Asociación Gral. Belgrano un
año antes, (5) comprometida en otro tipo de función
comunitaria. Justo es señalar, que tal institución
fue juntamente con La Liga de Fomento, las primeras
entidades que funcionaron en el barrio. La Asociación
había sido fundada y guiada por el titular de la
subcomisaría 35ª (Hoy 41ª) Juan
Fernández.
Fue éste, el padre del fomentismo en
el barrio. Hoy injustamente olvidado. Su animosa actividad
pionera amerita sobradamente que alguna calle ó esquina
del barrio recuerde su nombre.

IV- La Fundación

Las circunstancias resultaban propicias para el
establecimiento de una entidad progresista, que bregara sin
distingos por los intereses del barrio.

En tales circunstancias, un grupo de vecinos
decidió fundar el Centro de Fomento Villa General
Mitre
.

En su declaración de propósitos, afirmaban
su intención de afianzar el progreso del barrio,
promoviendo actividades culturales; sociales; deportivas y al
par, desarrollar gestiones tendientes al mejoramiento edilicio
del mismo. (6)

En horas de la noche del 25 de Mayo de ese
año, se efectuó la sesión inaugural. El
lugar elegido fue el domicilio particular de Manuel Novo sito en
Nazca 1856. En dicha reunión, quedaron establecidas las
finalidades y fundamentos que guiarían a la
novísima sociedad de fomento, en su tarea orientada al
bien común. Fueron también elegidos, los
integrantes de la primera comisión directiva.

V-El precursor y los fundadores

No mucho tiempo atrás nuestra generación
desconocía el nombre y aún hoy, la múltiple
trayectoria del gestor de la iniciativa que culminó con la
fundación del Centro. Dí con ese dato en forma
casual en un ejemplar del "Villa Mitre" de mayo de 1928.

Allí se afirmaba que el impulsor de la idea inicial fue
Juan B. Faruolo (7) quien a partir de entonces, se
convertiría en uno de los mas eficaces instrumentos de la
obra realizada en el período institucional que mas
beneficios brindó y mayor reconocimiento obtuvo del
vecindario.

Más adelante me ocuparé de señalar
algunas de sus múltiples aptitudes y su eficaz
contribución al ciclo. En lo que llamaría
tiempo de aventura fundacional, tuvo nueve compañeros de
ruta cuyos nombres transcribo según el orden establecido
en una copia del acta de fundación datada en 1934. Son
ellos: Manuel Novo; Santiago Antonio Yantorno; José
Leiva; Germán Quintín; Domingo Brancatto; Antonio
Arlengo; Valentín Franzoni; Pedro Juan Colombo; Daniel
Greco, con Faruolo suman diez, los que legítimamente
pueden mencionarse como fundadores.
(8)

VI-Primera comisión directiva y
filiación ideológica de la misma.

  • Presidente: Manuel Novo

  • Vice 1º : Arturo Bafico

  • Vice 2º : José Leiva

  • Secretario General: Juan B. Faruolo

  • Prosecretario Germán
    Quantín

  • Tesorero: Santiago Yantorno

  • Pro-Tesorero: Antonio Arlengo

  • Vocales: Valentín Franzoni

Víctor Faruolo

Daniel Greco

Ramón Pereira

Francisco Landi

Juan Colombo

Domingo Brancatto

  • Comisión, Revisora de Cuentas: José
    Arlengo

Carmelo Pascaretta

José Colombo

No será mera conjetura afirmar que la
designación de Arturo Bafico (10) caudillo radical del
barrio, a cargo de la vicepresidencia, haya respondido no tanto a
un gesto de afirmación partidaria, sino más bien a
la necesidad de contar con un gestor de peso para dinamizar las
gestiones; las que sin padrino, corrían el riesgo
de ser demoradas, ignoradas ó simplemente
cajoneadas por la burocracia de turno. Otro buen intento
seguramente orientado con intencionadas miras, fue la
designación de la "comisión honoraria". No
cabe duda que los muchachos, sobre ese tema, pensaron en
grande. Esta incluía al mismísimo presidente de la
Nación y a otros personajes que ostentaban los más
altos cargos políticos en los ámbitos nacional y
provincial. La refulgente nómina, incluía no solo a
don Hipólito, también a los doctores Francisco
Beiró, que en ese tiempo ocupaba la presidencia del
Comité Capital, del partido gobernante. José Emilio
Crotto, gobernador de la provincia de Buenos Aires; Estanislao
Zeballos, rutilante figura de la diplomacia y la
investigación histórica, por entonces decano de la
facultad de derecho de la U.B.A.; Fernando Saguier, otro de los
referentes del partido del gobierno. Los diputados nacionales
Joaquín Llambías; Salvador Oría; Francisco
San Martín y Justo Toranza; el señor Ezequiel Paz y
el ya mencionado Juan Fernández, pionero del fomentismo en
nuestra zona.

En verdad, si los notorios personajes elegidos se
enteraron de la simbólica designación, poco
ó ningún beneficio resultó de
tan…enfática lucubración.

Ante tan desembozada implosión partidaria, no es
aventurado suponer que nuestros pioneros no hayan desechado la
posibilidad de incluir en sus propósitos iniciales,
colaborar de alguna forma con la gestión del
partido en el poder.

Lo cierto es que, por dicha razón, ó por
causas que desconocemos, la nueva entidad de fomento, no
logró encaminar su actividad hacia los objetivos
proclamados en el acta de fundación. Casi nula fue la
actividad en los primeros tiempos de la misma. (11)

El ciclo fundacional llegó a su fin a mediados de
1921, con el alejamiento casi total del grupo fundador. Hecho que
se demuestra en la nómina de socios que incluye la Memoria
y Balance del período 1922/23. Allí se advierte que
solo tres de los integrantes del grupo original continuaban en el
Centro. Fueron ellos: Juan Faruolo; Daniel Greco y Antonio
Arlengo. Tal desbande se produce "casualmente" con la
finalización del mandato constitucional de don
Hipólito, o cuanto menos, en sus vísperas, ante la
anunciada asunción de su sucesor Marcelo de Alvear.
Arriesgando conjeturas, diríamos que tal circunstancia
aparentemente incidental, nos estaría señalando que
nuestros pioneros experimentarían una entrañable
devoción partidaria hacia la figura de Yrigoyen. Con
Alvear aunque correligionario, aparecía triunfante la otra
cara del partido. Ante lo irreversible de tal suceso, nuestros
amigos "peludistas", "se borraron" al parecer sin
sentimiento de culpa de todo lo que podría resultar ajeno
a la sacrosanta devoción hacia su ídolo. (13) Mas
allá de sus devaneos políticos, no invalido
absolutamente los méritos de quienes con su iniciativa,
dejaron abierto un futuro a través del cual, transitaron
durante noventa años varias generaciones de
villamitrenses.

De manera que somos descendientes privilegiados de aquel
impulso fundador, prolongado ininterrumpidamente con el
desinteresado trabajo de decenas de continuadores.

Notas del Capítulo I

  • 1) Hoy solo 30 Kg (2002)

  • 2) Génesis de la Villa Miseria
    Actual.

  • 3) Clara demostración de nuestra
    sacrosanta historia de corruptelas.

  • 4) Los muy ladinos se amparaban en las omisiones
    y ambigüedades del término, ya que es sabido, que
    ni aún la tercera generación de vecinos, pudo
    disfrutar de aquellas intencionadas expresiones de buenos
    deseos, de los pícaros martilleros.

  • En rigor: Asociación General Belgrano y
    Protección a la Niñez Desvalida, fundada el
    13/10/1907.

  • 6)Villa Mitre, edición de mayo de
    1928

  • 7) Por entonces contaba con 25
    años.

  • 8) Según consta al pié del acta de
    mención, la original, fue rubricada por los presentes
    a excepción de Daniel Greco, quien por ser iletrado,
    autorizó a José Leiva firmar en su nombre.
    José Marchese en el Villa Mitre, en el ya citado
    artículo, cita solo nueve, omite a Daniel Greco, sin
    duda por la razón ya expuesta.

  • 9) Falleció el 4 de febrero de 1925.
    Tenía 44 años.

  • 10) Algún tiempo después,
    fundaría con sus hermanos Armando y Adolfo, el club
    Social y Deportivo "Presidente Mitre", de vida efímera
    que tuvo su sede en Gaona 2686, casi esquina
    Caracas.

  • 11) C. Cardarópoli, Revista Inquietud
    Nº4 P.2, 1963. Archivo del autor.

  • 12) El presidente Yrigoyen era conocido
    popularmente como "el peludo".

  • 13) Fue elegido nuevamente para el cargo en
    1928.

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De 1924.

Capitulo II

La segunda
generación

1921/1I-Prologo

Pocas veces nuestra dirigencia se enfrentó con
desafíos tan variados y complejos. Pese a lo cual, los
afrontaron y los resolvieron con apasionada entrega.

Ante el alejamiento de la camada fundadora, nuevos y
progresistas vecinos asumieron la responsabilidad de la
conducción del Centro, concientes de las premiosas
necesidades emergentes del contexto urbano en el que
actuaban.

Sin dilaciones pasaron a la acción con
inalterable vocación fomentista. Evocaremos sus nombres a
través de nóminas indicativas que nos
señalan, en alguna forma, el grado de participación
que sus integrantes prestaron al Centro, en dicho
período.

Socios que ocuparon la presidencia en ese
período:

Juan B. Faruolo

Jacinto Gamba

José Bresciano

Ricardo Arteaga

Natalio Ulisano

Rómulo Bottero (14)

Socios que ocuparon cargos en Mesas
Directivas:

José Artaza V.P.

Ricardo Arteaga S. G.

Adolfo Brancatto S. G.

Celestino Cardarópoli S.G. T.

José Bresciano V.P.

José Di Bona T.

Juan Deinguidard V.P –S.G.

Pedro Cardirola T.

Antonio Di Lázaro T.

Jacinto Gamba V.P.

José Marchese S.G.

Luis Parodi S.G. (15)

Natalio Ulisano S.G.- V.P.

Alberto Serrano S.G.

Aristides Tortonese S.

Juan Spinelli T.

José Bahomonde

Socios que ocuparon cargos la mayor parte del
período:

Alejandro Ayabarrerna 7 años

José Luis Basani 8 años

C. Cardarópoli 6 años

J.Deinguidard 7 años

Juan Faruolo 7 años

Jacinto Gamba 8 años

José Marchese 7 años

Natalio Ulisano 8 años

Francisco Menta 6 años

José Bresciano 8 años

Roque De Vicenzo 5 años

Vicente De Vicenzo 5 años

Destacados integrantes del grupo:

José Bresciano (16)

Jacinto Gamba (17)

Natalio Ulisano (18)

Juan Deinguidard (19)

Alejandro Ayabarrena (20)

José Luis Basani (21)

Alberto Serrano (22)

Sin desestimar los méritos de los mencionados en
las notas al pié, debo mencionar de modo especial, a los
que fueron protagonistas principales del ciclo.

II-Juan B. Faruolo

Recrear su contribución y pensamiento, es
reflejar en gran medida el espíritu de una clase media
progresista, que en esos años lograba su mejor nivel
socio-económico. (23)

Faruolo fue sin duda alguna el indiscutido conductor del
ciclo. En el ejercicio de tal función, demostró
singulares capacidades y una desbordante personalidad.

Integró la segunda generación, precedido
del prestigio de ser el único sobreviviente de los
años fundacionales y aún por mucho más, la
de haber ejercido el doble rol de precursor y cofundador del
Centro.

Si para juzgar el tiempo histórico hay que
alejarse de los hechos para establecer la perspectiva apropiada,
noventa años es un lapso suficiente para hacerlo sin
cargas adicionales. A partir de lo cual se puede afirmar que
Faruolo y quienes lo acompañaron, tomaron la
dirección correcta, esto es, abordaron en tiempo y forma
el tren de la historia, con la firme determinación de
canalizar la gestiones ante los entes responsables, para revertir
la indefensión y el desamparo en que se encontraba el
barrio.

Con Marchese formó una dupla de formidable
eficacia, vigorizante ejemplo para el entusiasta y aguerrido
grupo de compañeros de tareas. El resultado se tradujo en
un superlativo nivel de actividad.

Nuestro hombre fue el redactor del primer Estatuto
Social (1918) el cual, tiempo después
sería actualizado (1923) y cuyo texto fue
publicado a través del el medio informativo del Centro
(Periódico Villa Mitre)

Volcó todo el vigor de su personalidad en el
ejercicio de su cargo (23) que asumió cuanto menos, siete
de los diez años que duró su militancia como
dirigente en el Centro. Representó a la Institución
en el Congreso de Sociedades de Fomento en 1924. En tal
ocasión fue elegido unánimemente para ocupar la
presidencia permanente del mismo por los cuarenta y siete
representantes de las entidades actuantes.

Analicemos algunos rasgos de su personalidad a
través de comentarios de sus
contemporáneos.

" … Yo confieso, que la primera vez que tuve
oportunidad de verlo presidir (Reunión de C.D.)
sufrí una sorpresa, porque me parecía imposible que
un hombre tan joven (25) tuviera la virtud de poder conducir las
opiniones de ese gran núcleo de hombres cuya mayor parte
tenía ya canas. Pero eso fue al comienzo de la
reunión, al final de la misma, salí convencido, que
ese presidente joven, era un ser excepcional por sus condiciones
innatas" (26
)

En todos los medios en donde actuó era hombre de
estar siempre el la línea de fuego: Cooperadoras
escolares; medios gráficos donde lucía impecable
estilo e información precisa. Erudito disertante de temas
histórico-sociales (27) Aún tuvo tiempo para
cofundar el Rotary Club de Villa Mitre, sin embargo, tales
actividades no le impidieron dedicar parte de su tiempo a la
investigación (28) de temas vinculados a su actividad
profesional. A través de la misma logró una
merecida reputación de erudito. Participó en
concursos literarios presididos por jurados de jerarquía
internacional quienes lo distinguieron en varias oportunidades
entre los mejores y no pocas veces como el mejor.

En 1928 culminó su provechoso ciclo en el Centro
abierto a otros desafíos que pondrían a prueba sus
capacidades por nadie desmentidas.

III-José Marchese

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Uno de los hombres eminentes del
fomentismo. A través

del "Villa Mitre"
contribuyó al progreso del barrio.

Si Faruolo reflejó una personalidad
carismática. Marchese fue una fecunda combinación
de valores, donde prevalecían, mesura, modestia y
laboriosidad al par que, una insobornable y tenaz fidelidad con
sus variados y múltiples propósitos.

Aún con discontinuidades temporarias motivadas
por su actividad personal, asumió con entusiasmo el cargo
de secretario general y director del órgano informativo
mensual (Periódico Villa Mitre) en un
período que demandó más que ningún
otro, poseer para esos cargos condiciones sobresalientes y una
tesonera y animosa dedicación.

Su aporte, con vistas a la solución de la
problemática que planteaba la evolución de una
barriada en ciernes, resultó tan eficaz como trascendente.
Tanto como el éxito de la publicación de la cual
don José fue su inspirado ejecutor.

El periódico se convirtió en el portavoz
más eficaz de las inquietudes de un barrio. Tales
inquietudes se reflejaron en sus páginas durante cerca de
cuarenta años. En el ejercicio de tal actividad
actuó sin condicionamientos ni ataduras, absolutamente
fiel a los propósitos enunciados en su primera
edición. (29)

Apasionado por su cuasi creación, jamás
renunció a su intención de perpetuarlo. Distanciado
de la Institución durante un largo período (30) fue
convocado en 1954, en vísperas de las obras de
ampliación que aportaron al edificio social su actual
fisonomía. En tales circunstancias su colaboración
fue del todo eficaz y decisiva.

Su deceso se produjo en el ejercicio de la presidencia
del Centro un 17 de noviembre de 1956.

IV- Pedro Juan Pargade

Compartió el privilegio con Florencio
Fernández ser investidos con el nombramiento de socios
honorarios. Los primeros en el uso de tal distinción hasta
esa fecha. Hasta mediados de los años sesenta, su foto
encuadrada aún permanecía en lugar visible en la
oficia administrativa rodeado por sus compañeros y amigos
de los años "veinte". Su imagen trasuntaba la
energía y la dignidad puesta en al servicio de la
gente.

Manos desaprensivas, adeptas a estéticas
impersonales (31) borraron inmisericordes aquellos
símbolos de un pasado glorioso. Justos homenajes
tributados a personas que han contribuido a sentar sólidas
bases a un porvenir sustentable.

No hubo en la historia del período que rescato,
una persona tan apreciada y reconocida como el viejito Pargade,
mérito doblemente significativo que le cupo a una
generación poco inclinada al elogio y a ponderación
de sus integrantes (32)

Resulta pues sorprendente, advertir los numerosos
homenajes que le fueran brindados en vida tanto, ó
más aún después de su muerte, ocurrida un 5
de junio de 1929.

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En todos ellos, sus compañeros expresaron
auténticos sentimientos de amistad con el florido decir de
la época (33) Hoy sabemos que tales expresiones de
reconocimiento era justa respuesta a una significativa labor,
más meritoria aún, si tomamos en cuenta lo avanzado
de su edad en el ejercicio de tales trajines.

Diariamente y en cada calle del barrio, dialogaba con
los vecinos, recibiendo quejas e inquietudes y
transmitiéndoles a su vez el esperanzado mensaje del
Centro (34) Se convirtió en el mensajero de inquietudes y
esperanzas (35) Destacándose como un obsesivo supervisor
de las cuadrillas que realizaban reparaciones e instalaciones en
la zona. Su persistente actitud lograba efectos sorprendentes. Lo
hacía con los más poderosos instrumentos de que
siempre hizo gala: humildad y sabiduría. Conseguía
con ellos celeridad en los trabajos programados y reparaciones no
previstas pensando siempre beneficiar a la gente. Poseía
el don de atraer y convencer, en uso de tales virtudes
incorporó al Centro tantos mas socios, que tal vez muchos
otros con mas empeño. (37)

La noticia de su deceso corrió como reguero de
pólvora por todo el barrio y provocó inmenso pesar
entre amigos, compañeros y vecinos. El tiempo no
borró su recuerdo, un año después el Centro
rendía homenaje a su memoria recordando su singular
personalidad a través de las sentidas palabras
pronunciadas en tal ocasión por don Celestino, en cuyo
párrafo final decía: "La común
aspiración de evocar al amigo, con el simbolismo de su
imagen ubicada en este lugar, que permite contemplar un rostro
bondadoso que muestra a su vez la paz del deber
cumplido"

Monografias.com

Jacinto Gamba, presidente
1930/31

V-José Di Bona

El más progresista, irreverente y combativo de la
generación del "22" (39) Tuvo la feliz iniciativa de
fundar la biblioteca Ciencia y Labor (25/3/1923)
Fue el primer presidente de la subcomisión de biblioteca y
cultura, y la que impulsó el acelerado crecimiento de la
misma. La magnitud de su crecimiento se refleja en los cuadros "I
y II" en el párrafo correspondiente a su
descripción y desarrollo en su período
inicial.

Di Bona formó parte del grupo durante los
primeros años del ciclo. Militancia breve pero que
dejó su impronta. Fue tesorero y delegado ante la
Federación de Sociedades de Fomento. En el ejercicio de
tal función, se patentizó su progresismo social,
expresado en cuanta oportunidad se le presentó, a
través de su indiscutido talento oratorio. Intransigente y
batallador, columnista del Villa Mitre, arremetía
en sus notas y crónicas contra las injustas y demoradas
aspiraciones de los barrios periféricos. En ellas
profería ácidas críticas dirigidas a las
autoridades comunales a las que calificaba sin rodeos de
inoperantes y discriminatorias (40)

En lo privado tuvo activa militancia política.
Así fue que a partir de su alejamiento del Centro
canalizó sus inquietudes en el partido
socialista.

Su memoria estará siempre presente, mientras la
biblioteca Ciencia y Labor (41) continúe con su
actividad en beneficio de nuestro barrio.

VI-Alfredo Acosta

La memoria y balance correspondiente al ejercicio
1954/55, registraba el fallecimiento de uno de los representantes
de ese ciclo del cual fue uno de sus animadores.

"El negro Acosta", como se lo llamaba
familiarmente fue merecedor de las más alta estima de sus
compañeros de generación. Lo fue por su
inquebrantable voluntad de luchador, tanto como por la franqueza
y simpatía que campeaba todos sus actos. Su
actuación quedó trunca luego de su alejamiento del
barrio. Sin embargo nunca se desvinculó emocionalmente del
Centro. De él, dijo Marchese: "La Institución
formulaba los pedidos y era él, que con tenacidad y
constancia lograba concretar favorablemente las gestiones
iniciadas"

La ampliación de la red de alumbrado
público en la zona, se logró mediante su exitosa
gestión personal. Como primer administrador del
periódico Villa Mitre consiguió siempre
mantener equilibrada sus cuentas, y el incremento de las bases de
financiamiento. Fue el primer delegado ante la Federación
de Centros de Sociedades de Fomento. En tales circunstancias fue
nombrado secretario de la asamblea de representantes que dieron
origen a tal corporación.

Acosta fue autor de poemas de elegante estilo, que
aún podemos valorar en las amarillentas páginas del
Villa Mitre.

VII-Celestino Cardarópoli

Detenta la más prolongada trayectoria como
directivo en la Entidad. Militó en cuatro ciclos
generacionales, ocupando en todas, los roles de mayor
responsabilidad. No es casual que en cada una de ellas se
produjeran los mayores avances en hechos positivos que registra
la historia institucional. Su participación más
prominente fue la comprendida entre los años 1954/61.
Período en el cual alcanzó su plenitud como
dirigente. Cuando alguien aborde esos años y nos relate en
detalle sus hechos y proyección, no dudo que habrá
de valorar en mucho su tarea que lo convirtió en el
máximo referente de esa época, como líder
capaz y honesto. La primera impresión que tuve de
él fue el de una persona esquemática y
retraída, en la medida que lo fui conociendo,
reconocí en él condiciones poco comunes. Su fuerte
no era la diplomacia, para él todo era blanco ó
negro, tocante a manifestar sus sentimientos y pensamientos. No
medía las consecuencias de su actuar. No volvía
nunca atrás en sus decisiones. Era implacable. No fue un
gran talento pero era obsesivo en su trabajo, paciente, luchador,
tesonero y sobre todo con una gran fe en si mismo. Su presencia
inspiraba respeto. Fue maestro y guía para muchos entre
los cuales me conté.

Su romance con el Centro, se convirtió en
pasión. Su tarea se inició a partir de 1924 (A
los 23 años)
y culminó en 1964, con su
lamentado fallecimiento. Ocupaba entonces la
vicepresidencia.

El exitoso desenvolvimiento de la biblioteca lo
contó entre sus más dinámicos colaboradores.
En C.D. se estrena como tesorero y tiempo después como
secretario general, en una época en que el ejercicio de
tal cargo requería entre otras condiciones, pleno
conocimiento de la problemática edilicia del barrio y
reconocida idoneidad para asumirla en el plano operativo. A los
veintiocho años se hizo cargo de tal responsabilidad con
plena conciencia de haber sucedido a un prototipo en tal
función: José Marchese. Sus notas en Villa
Mitre
no se detienen precisamente en el cultivo de las
formas. De estilo agresivo, y directo, sin concesiones de
ningún tipo. Con el tiempo adquirirá solo el
pulimento formal (42) La generación subsiguiente
también lo contará entre sus filas (1931/1945) como
uno de sus protagonistas principales.

VIII- Florencio Fernández (Un
benefactor para recordar)

Lúcido testigo de los orígenes del barrio
y uno de los soportes de su evolución.

Columnista del diario "La Nación" y
fundador del "El Oeste", periódico cuyo radio de
influencia abarcó por aquellos años el barrio de
Villa Gral. Mitre. Instaló a través de esos medios
en la opinión pública de la ciudad, el desamparo
que padecían los barrios suburbanos. Apoyó sin
retaceo la obra emprendida por el Centro y se convirtió en
prominente benefactor de su biblioteca, donando centenares de
libros y valores, algunos de los cuales llegaron a ser
emblemáticos. (44)

El Centro retribuyó con fecha 9 de julio de 1926
sus importantes contribuciones otorgándole el diploma de
socio honorario, distinción acordada a un
limitadísimo número de personas (Art. 50 del
Estatuto Social vigente hasta noviembre de 1957)

(45)

Fue también autor de los primeros apuntes que
destacan patéticos aspectos de la aldea primigenia, la que
por ese tiempo (1908) adoptó el nombre de
"Villa Gral. Mitre". Tales notas fueron publicadas por
El Oeste y reproducidas por Villa Mitre en sus
ediciones de junio y agosto de 1926, allí expresa
singulares revelaciones: "Cuando conocí esta Villa,
hace treinta años se llamaba "Sauce Santa Rita". En su
casi totalidad, estaba compuesta de potreros y hornos de
ladrillos"

Otro dato real que da trascendencia a su trayectoria fue
haber sido el gestor de la iniciativa de cambiar la antigua
denominación del barrio, por la que hoy detenta.
(46)

El último domicilio de don Florencio que registra
esta memoria, estaba ubicado en San Blas 2409. Allí se
instaló luego de construir esa propiedad, que
habitó con su numerosa familia a partir de agosto de
1926.

IX- Perfil Ideológico del grupo

Así como la muchachada fundadora fue
claramente radical (47) La segunda y la tercera generación
de villamitrenses, fue mayoritariamente socialista.

No puede dejar de reconocerse que dentro del entramado
social de los años "veinte" estos representaban
las vanguardias ó sea, el segmento progresista de la
sociedad porteña.

Nuestros hombres, sin disimular su predilección
partidaria, nunca involucraron al Centro con actividades
políticas que pudieran desviarlo de sus verdaderos fines.
Dentro de la Institución, se consagraron exclusivamente a
desarrollar su labor fomentistas, actitud por lo demás en
línea, con las bases doctrinarias que por entonces
sustentaba su partido.

El perfil socio-económico del grupo se enrolaba
mayoritariamente en la clase media, nutrían sus filas:
comerciantes; profesionales; cuentapropistas y empleados.
Compartían gustos e inclinaciones, tales como la
afición por la lectura; el trabajo solidario e
idéntica capacidad para transformarse en improvisados,
pero enjundiosos hombres de pluma. Asiduos a banquetes y
apasionados cultores de la retórica
decimonónica.

Notas del Capítulo II

  • 14) Sus hermanos Héctor y Américo,
    integraron también la C.D. durante el
    período.

  • 15) Fue secretario General y subdirector de
    Villa Mitre, durante el período 1926/27. Vivía
    en Nazca 1711.

  • Partes: 1, 2, 3

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