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Historia y ficción en la literatura latinomericana de la colonia




Enviado por Altidoro Gallardo



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Historia Y
    Ficción En La Literatura Latinoamericana De La
    Colonia
  3. Historia Y Mito En
    La Literatura Colonial
  4. Historia Y Memoria
    En La Literatura Colonial
  5. Crónicas
    Coloniales
  6. Literatura Barroca
    Colonial
  7. Representantes De
    La Literatura Colonial Latinoamericana
  8. Conclusión
  9. Bibliografía

Introducción

El objetivo del presente trabajo es el de investigar,
analizar y buscar la relación literaria, entre la historia
y la ficción en la literatura colonial latinoamericana. De
esta manera, trataremos de contribuir con el enriquecimiento del
conocimiento acerca de la literatura colonial y su
repercusión en la historia de su desarrollo. Trataremos de
buscar y conocer las conexiones entre historia y ficción a
través de revisiones y estudios de las crónicas
coloniales y la literatura barroca. Estudiaremos la
conceptualización del problema filosófico y
retórico de la historia y ficción. Estudiaremos
también, la relación entre Historia y mito; y
así mismo, la relación entre historia y
memoria.

El cumplimiento de nuestros objetivos, nos
obligará a recorrer y estudiar analíticamente,
textos históricos, teóricos, y obras literarias
correspondientes al periodo colonial. El concepto de literatura
nacional en Latinoamérica, tiene un arraigo muy fuerte en
la producción literaria y sus autores. Este concepto es
irrenunciable al sentimiento nacional mismo, y también a
la relación histórica con España. A pesar de
que esta literatura es escrita y pensada en lengua
española, siempre estuvo dosificada e influenciada con la
concepción indígena. Sabemos que las civilizaciones
indígenas no llegaron a detentar la escritura, y por esa
misma razón, no llegaron a alcanzar posicionamiento en la
literatura. Podemos tomar como ejemplo a un caso peruano: la
literatura quechua tiene origen español, porque todos los
escritos quechuas pertenecen a escritores literarios que lograron
aprender y hablar muy bien ambos idiomas. En condición
bilingüe, se puede encontrar a escritores renombrados de la
época, uno de ellos es Inocencio Mamani, autor de la obra
teatral Tucuipac Munuashcan (1928) y de muchos poemas, con una
temática puramente indigenista y un concepto de fondo
nacionalista.

La historia del análisis de la literatura
nacional nos hace saber, que la literatura nacional no tiene
tiempo concreto o definido, que su expresión de la
realidad es inmedible, y sólo apela a la
movilización dinámica de los eventos. De esta
manera, se puede decir que, el concepto de nacionalidad es
solamente una mera abstracción más, una
alegoría, o un mito, pero que nunca hay una
correspondencia directa con la realidad. Y, es que no existe en
realidad, una literatura enteramente nacional, la proclividad al
mito y la ficción siempre está presente, y
entonces, la relación entre historia y ficción
resulta ser evidente. Cuando la imaginación crea su
universo, se pone de manifiesto la revelación de un
sistema que modela fidedignamente su época en
acción con sus propios códigos. Entonces, se crea
la ficción histórica, y de ella, el alma de una
época, la razón de ser de un periodo de tiempo
pasado. El famoso escritor mejicano Carlos Fuentes escribe en su
libro El espejo enterrado (2005) referente a Cristóbal
Colón que había soñado estaba ausente.
Colón tuvo que inventar el descubrimiento de grandes
riquezas en bosques, perlas y oro, y enviar esta
información a España. De otra manera, su
protectora, la reina Isabel, podría haber pensado que su
inversión (y su fe) en este marinero genovés de
imaginación febril había sido un error"
(Pág. 11-12).

En este proceso literario de América Latina, y
más allá de la época en que se llevan a cabo
el desarrollo de las narraciones, la principal referencia
histórica casi siempre está ligada a la realidad
llena de conflictos con España. Existen tres tipos de
temas que sirven para exponer a plenitud la dimensión de
las diferencias con el país europeo: La
modelización colonial, la temática esencial
indígena, y la evangelización del discurso. Con
todas estas consideraciones y demás recursos discursivos,
podremos argumentar una propuesta estudiada de nuestro tema
principal en el trabajo: la relación de la historia y
ficción en la etapa colonial de la literatura
latinoamericana.

Historia Y
Ficción En La
Literatura Latinoamericana De La
Colonia

La conjunción literaria de la historia y la
ficción no es una presentación de nuestros tiempos,
muy por el contrario, los dos géneros, siempre han estado
ligados, desde sus apariciones respectivas. El escritor mexicano
Alfonso Reyes nos dice en su obra El deslinde (1983) "historia y
literatura se mecieron juntas en la cuna de la mitología"
(Pág. 85). Su presentación es selectiva y muy
sinóptica. En teoría, siempre existe la
discusión interminable acerca de su legitimidad. La
unión de la historia y la ficción, supone el
estabelecimiento de conceptos claros acerca de la narrativa
histórica y de la ficción. Es necesario tener en
cuenta, que en los análisis de muchos relatos
históricos, el conflicto con España siempre ha
estado presente como el centro de discusión
temático de las obras literarias de entonces, tanto en
plena época de la colonia como en el proceso y desarrollo
de las guerras por la independencia de los pueblos
latinoamericanos. En la narrativa del siglo XIX surge una nueva
forma de expresar la historia con el apoyo de la ficción.
Muchos la consideraron simplemente como un subgénero, pero
otros la consideraron como un real nuevo género, basados
en la evidencia de la integración de dos nuevos conceptos
literarios complementarios.

En la narrativa colonial, siempre estuvo presente la
imagen del indio, y se le presenta con una doble visión,
de acuerdo con la perspectiva del autor, y nos regalan dos
estereotipos del indígena: se le presentaba como un
valiente guerrero, y también, como un sanguinario
bárbaro. Los discursos de las distintas obras literarias,
siempre estaban cargadas de valores patrióticos y llenos
de cualidades cívicas, pero siempre anticolonial.
Establecer un concepto claro acerca de la ficcionalización
de la historia, no siempre resultó una tarea fácil,
pues con facilidad se le relacionaba con otros tipos literarios,
como fue el caso con el Romanticismo Europeo. Sin embargo,
existía una gran diferencia: las narraciones
históricas europeas trataban siempre, de reconstruir
arqueológicamente de un tiempo pasado llenos de nostalgias
y recuerdos, y del que se pretende escapar; en cambio, los
relatos latinoamericanos de ese tiempo, están comprendidos
de hechos concretos de la historia de la colonia, y responden a
la necesidad imperiosa de la construcción heroica de la
Nación. En Europa se reafirma su actualidad a su pasado y
desde allí realiza la proyección de su futuro. En
cambio, en Latinoamérica, se rechaza su pasado colonial y
desde allí trata de explicar su actualidad republicana,
que lo llevará a encontrar su futuro esperanzador, honrar
su independencia y todos sus acontecimientos que le permitieron
obtenerla.

Pero ¿Es la novela histórica, una
ficción? Esta problemática literaria no es
reciente, pues data desde los inicios de la formación de
la cultura occidental. Es decir: desde el filósofo
Aristóteles hasta la actualidad, siempre han discutido
tanto escritores como teóricos la vulnerabilidad de la
novela histórica. Y el centro de esta discusión,
siempre ha sido la legitimización eficaz de la
conjunción de la historia y la ficción. Al
considerar la Novela Histórica, notaremos que
semánticamente nos presenta dos flujos antagónicos,
por un lado consideraremos la creación literaria, y por el
otro, la reconstrucción de un evento real del pasado. Sin
embargo, muchas veces tanto los escritores como los
teóricos, se muestran muy radicales en sus conceptos y no
logran percibir cuando la historia ingresa y forma un todo con la
ficción. Y entonces, nace la posibilidad de realizar un
nuevo tipo de análisis: y es el alcance histórico
entre una realidad segura y el evento, los personajes inventados
y su espacio.

Para realizar una reconstrucción de eventos
pasados, como por ejemplo, la ubicación ficticia de
algunos hechos remarcables históricos, o el encuentro de
personajes históricos, tiene una implicancia muy seria
para los autores. Para crear su universo imaginario,
tendrá que lograr encontrar la revelación
modelizadora de una época determinada con sus propios
códigos en acción. De esa narración de
ficción histórica surgirá el alma de una
época, y junto con ella, una identidad literaria. Si en
una narración deben de coexistir el referente
histórico y la ficción, ese referente
histórico deberá de influir en la causa-efecto de
la trama. Además, desde la perspectiva del lector, al
admirar un libro, este se declara admirador devoto y lo considera
verdadero. Ya que al tratarse de un libro que representa un
pasado, y según la reacción de quien lo lee, no
existiría motivación alguna para buscar diferencias
entre escritores de historia o ficción, o de testimonios
verdaderos o imaginarios.

En los primeros textos que se escribieron en
Latinoamérica, muchos de los personajes históricos
del descubrimiento, conquista y colonia, son considerados como
los primeros autores de la narrativa ficcional. Esto se daba
porque el escritor o autor personifica subjetivamente a un
personaje de la historia que el mismo está narrando. Al
poner de manifiesto ambigüedad en su discurso, le permite
denotar señales de ficción. Los autores
escribían llenos de emoción de lo que habían
visto y vivido, lo hacían con mucha espontaneidad, ya que
se encontraban extasiados con las maravillas presentadas por el
nuevo mundo, y les daban nuevas características vitales al
texto.

Historia Y Mito
En La Literatura Colonial

El Mito siempre estuvo presente en la Historia de la
literatura colonial. Especialmente el Mito geográfico; y
también, la herejía y las prácticas
religiosas paganas. El verdadero sentido de la presencia del Mito
geográfico, dado el interés y ambición
desmedidos por la extracción de metales valiosos, como el
oro por ejemplo, era la conexión entre los océanos
pacífico y atlántico. Toda la riqueza
extraída de la colonia americana vendría desde el
pacífico hasta las islas caribeñas, especialmente
Cuba, luego pasaban por las aguas del atlántico, y llegan
al fin a su destino español. El resultado de toda esta
conjunción de riqueza y ambición, convirtió
al Caribe en el centro más importante, donde ocurrieron
grandes acontecimientos no repetidos en algún otro espacio
de la tierra.

Dos grandes hechos dieron lugar a la aparición
del Mito en la Historia: la realizada por Cristóbal
Colón con el descubrimiento de América, y la
actividad extractiva inmisericorde de minerales valiosos, como el
oro y la plata. La extracción y traslado de las riquezas
enfrentaban grandes peligros y pérdidas: los naufragios
ocasionaban grandes pérdidas, los ataques y asaltos de
piratas y corsarios traían robo, sangre y muerte. A
raíz de estos hechos históricos, se iban
construyendo los mitos. Y los escritores al buscar sus personajes
protagónicos para estos relatos, entienden que la imagen
del pirata es el más adecuado, ya que en esos tiempos para
el colectivo imaginario, el corsario era el personaje hereje
mayor.

Existe otra gran razón para la aparición
del Mito en el Caribe. Es la razón económica la que
obligó a idear las plantaciones esclavistas a sus islas.
La dificultad en la comprensión del mercantilismo y la
plantación de caña de azúcar, no permite una
adecuada interpretación de la literatura y cultura del
Caribe. Pero, en el tiempo, el cruce racial entre europeos y
africanos llevados a cabo en el Caribe llegan a darle una
identidad definida, sin dejar de lado la influencia de lo
autóctono. Pero las plantaciones van más
allá de lo ya expresado, esta actividad se convierte en
una gran fuente de riqueza que determina la economía, y
que explica el porqué de la esclavitud, el sistema de
propiedad, y la llegada de un nuevo grupo inmigrante, es decir,
el conformado por asiáticos. Entonces, de toda esta
mixtura socio-económica, aparece un perfil con identidad
propia del Caribe, se da en la música, las artes, forma de
vida, etc. Vemos entonces, como la actividad de la
plantación de la caña de azúcar, se ubica
históricamente en el centro mismo de la cultura
caribeña.

En esta perspectiva, podemos proyectar nuestro trabajo
hacia la literatura de Centroamérica, donde se ha
construido el Mito del canal interoceánico en la
literatura de Nicaragua basado en tres tiempos:

. La primera fase se muestra inalterable en su
condición de milenaria, y se considera al famoso Istmo
meramente como un accidente geográfico, y que no inspira
ningún interés.

. La aparición violenta de Europa y su concepto
mercantilista, ambos motivos le otorgan un gran valor, por
entonces desconocido. Esto resumía el gran interés
del imperio español.

. A los finales del siglo XIX, un imperio naciente lucha
por lograr la autonomía del Canal de Panamá.
Estados Unidos logra su construcción, define sus funciones
y consigue su autonomía.

Entonces, acorde con nuestra proyección, el Istmo
tiene un gran significado en el establecimiento de la
expresión literaria y cultural en sentido general en la
región centroamericana. La construcción del Mito
tiene su origen principal, en la irrupción de la cultura
europea, debemos recordar, que para las civilizaciones
pre-colombinas, la unión de los océanos no les
inspiraba ningún interés, ni siquiera el
económico, ya que ellos no eran atraídos por las
actividades marítimas, por el contrario, estas
civilizaciones, eran básicamente terrestres. En cambio,
las europeas eran eminentemente marítimas, y la
conexión integrada de los océanos les daba un gran
sentido económico y una posición estratégica
de gran valor. Ahora bien, al integrarse el Istmo a la maquinaria
imperial, su valor se torna en histórico.

Durante el tiempo que se desarrolló la literatura
colonial, las potencias europeas controlaban
políticamente, administrativamente y económicamente
por completo a América. Y en todos sus relatos el texto
está compuesto por la tradición literaria europea,
y por la cultura autóctona de los pueblos americanos,
claro, siempre en un contexto de pugnas continuas por lograr la
independencia, y con ella, el poder. La gran importancia al
fervor religioso, y el renacimiento español, fueron muy
importantes para el desarrollo de la literatura colonial
latinoamericana y la construcción de mitos. Como un gran
ejemplo, tenemos el trabajo literario desarrollado por la
mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, quien logró
consolidar un gran trabajo, considerando las creencias religiosas
católicas y la intervención del talento y capacidad
literarios.

Como un claro ejemplo de la existencia del Mito en la
Historia de la literatura colonial, trataremos acerca del romance
o poema épico titulado La Araucana (1569-1578-1589). El
hecho que da lugar a la obra es el propósito de
España de colonizar los territorios que hoy se denominan
como Chile y someter al indio bajo su poder y autoridad; y por
otro lado, la existencia de Lautaro como persona real e
histórica, que es quien dirige el ejercito indígena
en defensa de su libertad y derechos sobre sus territorios. La
primera inclusión del Mito en esta obra, se da cuando el
autor se incluye como participante de esta guerra y crea su
heroicidad. También se establece la existencia del Mito
que los españoles eran inmortales y por lo tanto dioses.
Sin embargo, los indígenas demuestran durante su lucha,
que los españoles eran mortales y por lo tanto no eran los
dioses pregonados. Así mismo, las creencias y
supersticiones de los araucanos, influyen y determinan las
acciones por tomar, ya que ellos entienden que son mandatos que
les enviaban sus dioses, es decir, el pleno respeto al Mito
religioso instalado en su cultura. Y como para reconfirmar,
diremos nuevamente, que el tema principal de estas obras
literarias era la lucha por la libertad.

Historia Y
Memoria En La Literatura Colonial

Desde los tiempos que comprendieron el periodo de La
Colonia, la historia y la memoria siempre estuvieron ligados,
tanto, como para considerarlos como un paradigma en la literatura
colonial. En ese contexto, la persona como ente individual
significaba muy poco ante la memoria colectiva. Esta, le era
permisible gracias a la tradición oral con la que
convivía, y que ella, a su vez, la transmitía y la
prolongaba a las generaciones nuevas o hasta aquella que estaban
por venir, pero que no conocía. Todo este proceso cultural
se daba en tiempos en que las civilizaciones no tenían la
necesidad de probar la memoria.

La memoria necesita concretarse como relato para poder
acceder a un espacio de una cultura o sociedad, esa forma
narrativa siempre tiene un sujeto por rememorar, éste,
desde luego tiene sus propios intereses, es un sobreviviente de
los embates de la historia, y consecuentemente, puede dar una
visión exacta o inexacta, justa o injusta de los eventos
pasados, pero al fin se estará escribiendo la historia. Es
decir, que la relación establecida entre la memoria
colectiva y la historia de una sociedad cualquiera, nos permite
establecer y consolidar un texto literario. La memoria siempre
está preñada de mito e historia, y requiere ser
contada, ser divulgada a través de la escritura.
Así, se estará estableciendo y escribiendo el
archivo de la oralidad.

Existen muchísimos ejemplos literarios coloniales
que nos servirían de apoyo para explicar nuestro
tópico. Sin embargo, hemos optado por elegir al escritor
peruano Inca Garcilaso de la Vega, autor de la monumental obra
Comentarios Reales de los Incas (1608). Como en muchos de los
casos de otros escritores, Garcilaso también es tocado por
el destino, y dedica toda su vida a preparar su obra literaria.
Su memoria se había llenado de información acerca
de la vida, realidad, historia, penas e injusticias, que su
pueblo había pasado, y que aún seguía
pasando. Garcilaso, hijo de un capitán español y de
una princesa inca, escuchaba todas las mañanas,
allá en el Cuzco, los relatos de los movimientos militares
de los conquistadores, y también, el cuento de las
crónicas trágicas del imperio que sus antepasados
habían perdido. Todo ese gran almacén de datos
históricos afincado en su memoria, luego los
procesaría hasta darle forma en sus Comentarios Reales.
Historia y memoria juntas, para conformar una obra literaria
propia de los tiempos de la Colonia. Este hecho cobra más
importancia aún, si es que tenemos en cuenta, que fue
narrado, contado y escrito, desde España. El autor nos
dice en su obra: "las oí a mis mayores, aunque (como
muchacho) con poca atención, que si entonces la tuviera
pudiera ahora escribir otras muchas cosas de grande
admiración, necesarias en esta historia. Diré las
que hubiere guardado la memoria, con dolor de las que ha perdido"
(Pág. 87).

Los intelectuales y críticos académicos,
siempre han estado atentos al debate permanente entre la Memoria
y la Historia de la literatura. Y el principal motivo de esta
preocupación, ha sido el encuentro de una identidad
colectiva o nacional, a partir del trato que se le dé a la
Historia y Memoria. La voz y escritura subversiva de los autores
coloniales se dieron el trabajo de concientizar a su gente
acerada de la realidad en la que vivían y en lo mucho de
aquello que les correspondía de manera natural. Contaban
con un gran aliado, y este era, el estado de crisis total en el
que se debatía España enfrentando luchas y guerras
en distintos frentes simultáneamente, tanto en Europa como
en América.

La Memoria se puede tornar subversiva con mucha
facilidad. Porque hay varas formas mediante las cuales, la
memoria puede ser cambiada y deformada, puede ser convertida en
subversiva, inclusive por quienes la cultivan y cuidan. Sabemos
que muchos escritores e historiadores se hacen de una Memoria
colectiva, de una Memoria que es la representación de una
o dos generaciones, y luego la desaparecen de la historia o las
cambian completamente. La Historia también corre el riesgo
permanente de ser olvidada o cambiada. Y entonces surge la gran
preocupación de cómo conservar la Historia y la
Memoria. La Literatura a través de sus diferentes
géneros, juega un rol muy importante, y por lo tanto
crucial. A través de este ejercicio, existe la posibilidad
de preservar la Memoria, pero el riesgo de su deformación
está presente con las mismas posibilidades, inclusive, es
posible llegar a la desaparición o su destrucción.
Por ejemplo, en muchos pasajes de la historia de la humanidad,
hemos comprobado cómo algunos arqueólogos se
encargaban conscientemente de destruir algunas huellas del
pasado, con el propósito de crear el espacio conveniente
para revelar y/o preservar otras.

La reconstrucción de la Historia implica poner en
acción la Memoria, como un núcleo de
conservación de recuerdos y remembranzas, la plena
consciencia del riesgo de que caiga en el olvido. Estas
consideraciones nos permitirán conservar la Memoria, y por
ende, la Historia. Por ejemplo, el sistema de vida impuesto por
los colonizadores a todos los indígenas de América,
las causas de su rebelión, su expresión emocional,
las manifestaciones escritas de pensadores, etc. Pasado el
tiempo, los escritores podrán reactualizar los grandes
hechos históricos gracias a la Memoria preservada de una
nación, y a los registros escritos conservados.

La palabra es un elemento muy importante en el proceso
de conservación de la Memoria y la Historia. La palabra
tiene mucho poder, y si la Historia es un archivo del pasado de
una comunidad o nación, deberemos saber entonces, que la
Historia es la actividad de hablar del pasado, que la Historia
mantiene un tipo de discurso con su propio lenguaje, y que lo
impregna del significado conveniente. El poder de la palabra
tiene la capacidad de dotar el significado a una realidad,
logrando su descripción, representación y
reflexión. Las implicancias a las que nos llevan todos
estos conceptos son: comprender la Historia, consciencia de
Memoria, y la comprensión y aceptación de un
determinado discurso histórico.

Crónicas
Coloniales

El descubrimiento de América transformó
totalmente la visión del hombre acerca del mundo. La
interacción entre dos mundos transformó mentalmente
a sus habitantes. Europa contactó fundamentalmente con la
llegada de españoles, portugueses e italianos; y por el
otro lado, América lo hacía con los incas, aztecas,
mayas, etc. Entonces, el cambio de dirección de ambos
continentes fue eminente.

En el contexto literario de la época,
España gozaba de una literatura floreciente al emerger el
Siglo de oro con autores de la talla de Cervantes, Lope de Vega,
Quevedo, entre otros. Eran tiempos de pleno fulgor de la
literatura de caballería. Pero al girar la vista hacia
América, en tiempos de la conquista, y luego, en los de la
colonia, la expansión y llegada de esa literatura
sufrió serias restricciones al interior de los
virreinatos. Se prohibieron las obras que se referían a
las costumbres de los indígenas. La censura fue tan
fuerte, que se eliminó escrituras enteras donde se hablaba
del origen de los indígenas, se anuló
también todos los textos donde se aludía las
crueldades cometidas por los españoles conquistadores, e
inclusive los brotes de rebeliones de algunos españoles.
En el colmo extremo, se mandó eliminar palabras puntuales,
tales como: conquista, guerra, etc. Sin embargo, y a pesar de
todo, surgió y se estableció el género
literario de las Crónicas, gracias a ellas, hasta el
día de hoy, podemos encontrar información acerca de
lo que realmente pasó en los periodos del descubrimiento,
conquista y colonia en América.

Las crónicas tienen un contenido eminentemente
histórico, están compuestos por escritos
testimoniales, se narran minuciosamente los eventos
históricos, y gracias a esta acción, se ha podido
reconstruir la historia de los periodos arriba mencionados. En la
temática general de las crónicas, podemos observar
la predilección por la descripción de las "Indias
Occidentales", el paisaje exótico y desconocido para la
mente europea, el modo de vida de los indígenas, la
exaltación de los triunfos y hazañas de los
conquistadores, y los numerosos mitos a aparecidos gracias al
escenario del nuevo mundo y la ideología de los
conquistadores acerca de "las indias".

Los primeros escritores de crónicas llegaron de
España, se trataba de audaces exploradores, arriesgados
conquistadores, que decidieron escribir de sus experiencias
personales. No eran escritores con formación, solamente
algunos de ellos ostentaban calificación académica
de escritores, tales como: Juan de Castellanos, Gonzalo
Jiménez, etc. Los conquistadores tenían que
informar a los reyes españoles de todo cuanto
sucedía en las colonias, y adoptaron el género de
la crónica histórica como la forma de hacerlo. Este
tipo de información llevó a presentar hasta tres
tipos de cronistas:

. Existió una primera etapa, donde los cronistas
se dedican a describir de manera muy espontánea todas sus
experiencias en América. Tenemos el caso del descubridor
de América, Cristóbal Colón, quien informa a
los reyes de España de esta manera: "Señor, porque
sé que habréis placer de la grand victoria que
Nuestro Señor me ha dado en mi viage, vos escribo esta,
por la cual sabréis como en 33 días pasé a
la Indias, con la armada que los ilustrísimos Rey y Reina
nuestros señores me dieron donde yo fallé muy
muchas Islas pobladas con gente sin número"

. En la segunda etapa, el historiador
eclesiástico aparece como la gran figura
protagónica. El tiene que informar a su iglesia, y realiza
críticas acerca de la conducta de los conquistadores. Como
es el caso de Bartolomé de las Casas que escribió:
"No y mil veces no, ¡paz en todas partes y para todos los
hombres, paz sin diferencia de raza! Sólo existe un Dios,
único y verdadero para todos los pueblos, indios, paganos,
griegos, y bárbaros. Por todos sufrió muerte y
suplicio. Podéis estar seguros de que a conquista de estos
territorios de ultramar fue una injusticia".

. En la tercera etapa, se manifiesta la aparición
de cronistas indígenas y mestizos. La narración y
descripción en las crónicas adquieren mayor
veracidad, dado el conocimiento de la cultura y tradiciones de la
gente. Existe la pretensión de dar a conocer una nueva
visión total sobre el nuevo mundo. El Inca Garcilaso de la
vega nos dice en su monumental obra Comentarios reales de los
incas (1604) "y yo las oí en mi tierra a mi padre y a sus
contemporáneos, que en aquellos tiempos la mayor y
más ordinaria conversación que tenían era
repetir las cosas más hazañosas y notables que en
sus conquistas habían acaecido, donde contaban la que
hemos dicho y otras que adelante diremos" (Pág.
87).

A continuación, quisiera comentar la
crónica escrita por Alvar Núñez Cabeza de
Vaca. El libro se titula Naufragios y comentarios (1542), y su
título original fue: "Relación que dio Alvar
Núñez Cabeza de Vaca de lo acaecido en la Indias en
la armada donde iba por gobernador Pánfilo de
Narváez". La historia de la obra nos narra todos hechos
trágicos y vicisitudes que pasaron cuatro sobrevivientes
del naufragio de una expedición conquistadora al mando de
Pánfilo de Narváez y con rumbo a Florida en el
año de 1527. En la obra, el autor narra todos los momentos
de sufrimientos pasados por Cabeza de Vaca al vivir en cautiverio
entre diferentes grupos de indígenas, la usual violencia
del español en contra del indio es disminuida. El
protagonista Cabeza de Vaca, vive por cerca de diez años
entre indígenas, tiene la oportunidad de aprender el
idioma. El ve a los indios sin la curiosidad de otros
conquistadores, los ve más bien, como objetos de
salvación, por ello, piensa que hay que sacarlos de la
idolatría y llevarlos a un plano superior de la
religión cristiana. De allí que Cabeza de Vaca
tiene la teoría de que la conquista debe de ser a
través de la evangelización. En la obra se narra el
cautiverio de Cabeza de Vaca luego de su captura por los indios,
entonces, él estuvo subordinado a sus captores y no
podía ejercer poder alguno. Por esa razón, se
dedica a realizar una descripción etnográfica de
esa cultura indígena: describe su organización
social y su sistema matriarcal, la crianza de sus hijos y el
amamantamiento hasta los doce años, la alta mortalidad
infantil, la inutilidad de los viejos, y las tradiciones y
supersticiones. Este último punto se convierte en la
puerta hacia ficción, pues se utiliza estas nuevas
características llenas de exotismo para recrearlas en la
imaginación de los escritores.

Esta crónica que se presenta como un texto
informativo, es también la justificación del
fracaso de la expedición. En el trabajo de justificar el
viaje perdido, el autor hace uso magnánimo de su
imaginación y nos presenta cuadros totalmente fuera de la
realidad vista y vivida. Por ello, este texto es considerado como
histórico y de ficción. Indica con insistencia a
los hechos de la casualidad para poder explicar y justificar lo
ocurrido, y al estar su temática muy ligada al
descubrimiento y conquista, su éxito narrativo fue
inmediato. Otro hecho muy importante a tener en cuenta en el
análisis de "Naufragios", es el contraste de su
narración del descubrimiento y conquista con la
mayoría de los otros textos. Pues contrariamente a lo
descrito por otros, él, dice que en aquellos lugares, la
gente no tiene mayor riqueza que sus costumbres extrañas,
sus ropas o creencias exóticas, su compasión por el
otro, y su capacidad para incorporar lo que le resulte
útil.

Si bien es cierto, que el autor tiene la
intención de dejar un registro de lo histórico y lo
real, sin embargo, sabemos que no pudo tomar notas ni conservar
apunte alguno de su expedición, por lo tanto, su relato se
convierte en una reconstrucción del pasado a través
del recuerdo. Además, existen muchos hechos y detalles que
no encuentran una explicación lógica y nos
transportan a la ficción. Y no sólo por lo que
tratan sino por la forma misma en que se refieren, como por
ejemplo: cuando se refiere a la música que se escucha
mientras se va dando una gran tempestad que arranca los
árboles de cuajo y destruye casas e iglesias, la cura
milagrosa de los enfermos e incluso una resurrección. El
autor tiene mucha habilidad para efectuar su narración,
convierte sus diez años de sobrevivencia en una
auténtica relación de servicio a la corona.
También, usa un gran recurso para lograr obtener un
"discurso autorizado", y lo hace agregando un "Proemio" dirigido
a Carlos V. En él, presenta su escritura como un servicio
que contiene información, la validación real del
documento permite que el regreso sea exitoso, los sobrevivientes
recobran autoridad, calidad cristiana, se convierten en
médicos evangelizadores, y, finalmente, el mismo se
presenta como un hombre valiente y limpio de pecados.

Literatura
Barroca Colonial

La literatura barroca en el contexto latinoamericano,
apareció a las finales del siglo XVII y se
desarrolló hasta los comienzos del XVIII. Estructuralmente
se compone por dos corrientes: el culteranismo y el conceptismo.
Se caracterizó por esconder la realidad social que se
vivía en Europa, particularmente la de España.
Existía la necesidad política de esconder su total
fracaso histórico. En esas circunstancias, los literatos,
políticos, juristas, escritores y demás artistas,
empiezan a usar un lenguaje sofisticado lleno de misterios, un
sistema rebuscado de escritura. Las dificultades de su lectura y
entendimiento, ocasionó que, algunos críticos
literarios calificaran al barroco como: "el barroco es el
lenguaje del temor de la realidad social", y, luego se empieza a
hablar del barroco como una forma expresiva de lo inútil,
ya que se pierde el real sentido textual, y da paso a la
importancia de la belleza del lenguaje, llegando a rememorar el
comienzo de este periodo: que el barroco es extravagante y muy
exagerado. El Barroco estaba ligado a lo deforme y a lo
extravagante, sin embargo, con el paso del tiempo, se
perdió su sentido peyorativo y se fortaleció como
una nueva presentación o movimiento cultural. El Barroco
no solamente tuvo su aplicación en la literatura, lo izo
también en las demás artes.

Hubieron muchos escritores barrocos en
Latinoamérica, por ejemplo: Garcilaso de la Vega en el
Perú, Sor Juana Inés de la Cruz de México,
etc. En el siglo XIX, Francisco Silveira, un excelente escritor y
articulista, escribía en tono burlón acerca de la
escritura barroca en Latinoamérica, se refería a la
cursilería de los neoculteranos, los criticaba porque
usaban un lenguaje pretencioso para expresar cosas que se
podrían decir de manera mucho más fácil y
sencilla. El culteranismo es un fenómeno que mueve
intensamente los sentidos humanos, se especializa en la habilidad
de la palabra y en la preciosidad de la misma, usa la
metáfora eficientemente, las adjetivizaciones, la
hipérbole, y demás incidencias en el lenguaje
rítmico. Y en cuanto al conceptismo, podemos decir, que
este está referido a la concepción espiritual. Este
estilo literario fue abundante en la literatura colonial, y
muchos de sus autores fueron religiosos por excelencia. Las
mayores escuelas literarias del periodo colonial: los grandes
momentos desarrollados por los escritores de crónicas, y
el gran apogeo del Barroco que fue extraordinariamente bien
adaptado a la realidad latinoamericana.

La relación literaria entre tradición y
originalidad en la literatura barroca latinoamericana,
está basada mayormente, a que en esos tiempos, la
literatura era una actividad que correspondía solamente a
los hombres tradicionalmente; y la originalidad es representada
por escritores que proponían una manera diferente y
novedosa, basada en nuevos conceptos literarios. Es el caso de
Sor Juana Inés de la Cruz, quien rompe con la
tradición patriarcal literaria e impone un estilo muy
personal, de allí su originalidad.

En este tipo de literatura se puede advertir dos
vertientes: la Externa, que denota preocupación por lo
social, es brillante, usa artificios como la hipérbole, la
antítesis, etc. La otra vertiente es interna, donde
muestra su profundidad, es muy audaz, toca temas como el problema
de poder acceder al conocimiento, expresan la
contradicción del sometimiento a los cánones
existentes y la rebeldía contra la limitación de la
mujer. Sor Juana Inés de la cruz, nos dice en su
Villancico para el final de la misa:

"Esta (qué sé yo,

cómo pudo ser),

dizque supo mucho

aunque era mujer.

Esperen, aguarden,

Que yo lo diré".

Una vez más, la representatividad de todos estos
elementos característicos de la literatura barroca, se dan
especialmente a través de la obra de Sor Juana. Entonces,
las grandes temáticas que estaban ligadas a la literatura
barroca fueron: la consideración de la existencia del
hombre como un viaje hacia la muerte, la exaltación de la
belleza, las crónicas como una escritura de la historia de
las regiones, poblaciones y ciudades; la incesante
búsqueda frecuente de la identidad, focalización y
presentación del mestizo, dedicación y
exaltación de la naturaleza, y las reflexiones
religiosas.

Representantes De
La Literatura Colonial Latinoamericana

La relación de escritores correspondientes a la
época de la literatura colonial en Latinoamérica,
es bastante amplia. Por ello, vamos a escoger arbitrariamente a
algunos de ellos, sin embargo, tendremos en cuenta sus
merecimientos, virtudes e influencia en la historia de la
literatura latinoamericana.

Cristóbal Colón

La biografía de este personaje histórico
aun sigue siendo un misterio. Se cree que nació en
Génova – Italia en el año de 1451. Fue un
navegante autodidacta, que logró convencer a la Reina
Isabel para lograr su apoyo y poder hacer realidad su viaje hacia
las Américas. Que por entonces eran denominadas "Las
Indias". Luego de los acontecimientos y de las travesías
por el descubrimiento de América, Colón
escribió el primer documento acerca del descubrimiento en
1493. Esta crónica da cuenta de una visión del
nuevo continente descubierto, a través de cartas informaba
a su majestad de todo cuanto ocurría y veía en
América. En sus escritos, trata de describir someramente
los territorios descubiertos, dice sobre la población por
ejemplo: "gente de muy lindo acatamiento", y sobre la riqueza
hallada, promete a los reyes: "oro sin cuento". En otra de sus
actividades, él, recopilaba y anotaba una colección
de textos bíblicos, mediante los cuales se explica el
porqué de su elección para cumplir el "destino
heroico". Esta percepción un tanto mesiánica, ha
permitido publicar sus apuntes como Libro de las
profecías. En el texto de sus cartas, Colón muestra
un escenario propicio para la exploración y
consecución de riqueza. Esto se manifiesta como una
justificación a su empresa, y como una oportunidad para
prometer y asegurar riqueza incontable a su majestad.
Posteriormente, muchos cronistas nos harían saber que
Colón exageraba la bondad e inocencia de los indios, la
riqueza que aseguraba no existía a ciencia cierta, todo el
oro ofrecido no había sido visto plenamente, y pasa muy
por alto u olvidaba la conducta y costumbres reales de los
indios. Aún así, y por tratarse del primer
documento acerca del Nuevo Mundo, tiene una gran importancia
dentro de la historia de la literatura
latinoamericana.

Bartolomé de las Casas

Nació en Sevilla – España, en el
año de 1474. Su padre fue parte de la tripulación
del segundo viaje a América, al mismo tiempo que
Bartolomé iniciaba sus estudios. Al regreso de su padre a
España, éste, le regala un indio muy joven con el
que tuvo muy buena amistad, pero le duró muy poco, ya que
la reina Isabel ordena en 1500, que los indios que habían
sido afincados en España, todos ellos deberían de
ser devueltos a América. No hay constancia real acerca de
sus estudios, en el año de 1502 se embarcó con la
tripulación de Nicolás Ovando rumbo a la
Española. Allá, llegó a encomienda de
indígenas, en esa institución, un español
era el beneficiado con el trabajo indígena, dando a cambio
adoctrinamiento cristiano. Se trataba de hacerlos cambiar de vida
y de sus costumbres "salvajes".

Bartolomé fue el primer religioso en ser ordenado
en el Nuevo Mundo en 1510. Y muy pronto empezó a
oír de los misioneros dominicos, los abusos cometidos por
los españoles en las encomiendas, y a pesar de ello,
él defendía la institución de la encomienda.
Al cabo de un tiempo, en 1514, había tomado conciencia y
consecuentemente había madurado ante la realidad del trato
de los indios por los españoles. A partir de entonces, se
sintió llamado por Dios a predicar en contra de las
encomiendas, a las que empezó a llamar injustas. Y
empezó a predicar según su nueva concepción:
"los únicos señores legítimos del nuevo
mundo eran los indios, y que la única razón de ir
los españoles allá era como misioneros para
convertir a los indígenas a la fe cristiana sin auxilio de
ningún hombre de armas". En el año de 1915,
regresó a España para difundir sus ideas y empezar
su infatigable lucha defendiendo a los indios. Al tratarse del
Perú, dijo que había que abandonar la conquista,
pues los incas eran los únicos dueños de él.
Por esos años escribió y publicó su enorme
obra Brevísima relación de la destrucción de
las Indias (1542). En dicha obra, el autor enumeraba y
describía los abusos de los descubridores, para 1947, las
opiniones de Bartolomé eran rechazadas por la
mayoría de los eclesiásticos, y muchos de ellos se
declararon enemigos suyos. Al final, con una experiencia opaca de
lo hecho en su vida, renuncia a su cargo de obispo y finalmente
murió 1956.

Alonso de Ercilla

Nace en Madrid, el 7 de agosto 1533. Luego de enterados
los reyes de España del alzamiento de lo araucanos,
enviaron a Alvar en la expedición del recientemente
nombrado gobernador y capitán general de Chile,
García Hurtado de Mendoza. Participó en varias
batallas contra los araucanos, en una de ellas fue testigo de la
muerte de Caupolicán, que se convertiría en
protagonista de su obra literaria, el poema épico La
Araucana (1569-1578-1589) escrito y publicado en tres
volúmenes y compuesto por 37 cantos. Ercilla era muy
culto, adquiere conocimientos de geografía, tiene
conocimientos científicos, amplios conocimientos de
literatura, y obtuvo una educación del renacimiento. En el
campo de la literatura, aprendió y desarrollo el uso de la
"octava real", gracias a su estancia por Italia. Presentamos a
continuación, una octava real correspondiente al Canto VI
de La Araucana, donde se narra la reñida batalla entre las
fuerzas reales y los araucanos en Andalicán:

"Y las tristes mujeres delicadas

Partes: 1, 2

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