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Indian Scriptures: Construction of the Indian in Colonial Discourse




Enviado por Altidoro Gallardo



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Los
    indígenas y su descubrimiento
  3. Narrativa
    testimonial de la conquista y la
    colonización
  4. Narración
    oral indígena
  5. Representación nativa, imperial y
    colonial
  6. El concepto de
    "Indianidad"
  7. Problemas de los
    nativos en el nuevo mundo
  8. La narrativa
    pre-hispánica
  9. Construcción
    discursiva española americana
  10. Conclusión
  11. Bibliografía

Introducción

El objeto del presente trabajo, es el de estudiar e
investigar acerca de las escrituras indígenas, la
construcción de su discurso en la colonia, y su
íntima conexión en la cultura latinoamericana. El
desarrollo del presente curso, nos permitirá enriquecer
nuestro conocimiento acerca de la realidad indígena en el
descubrimiento del Nuevo Mundo. Así mismo, revisaremos las
narraciones testimoniales que implicaban el conocimiento sobre la
conquista y la colonización. También, tomaremos
conocimiento acerca de las compilaciones de las narrativas orales
indígenas. Estudiaremos acerca de las representaciones
nativas, imperiales y coloniales. De esta manera, esperamos
contribuir con criterios actualizados sobre la temática
del curso, a fin de que éstos, puedan servir a estudiantes
graduados interesados en estos estudios.

Pondremos mucha atención a nuestra
exploración oral, de representaciones visuales y escritas,
acerca de muchos temas relacionados con los indígenas del
Nuevo Mundo. Trataremos de redefinir la "representación
Textual". Desarrollaremos estudios, con el fin de lograr la
inclusión de conceptos orales y visuales a la narrativa
textual de la conquista, y de la colonización de las
Américas. Así mismo, desarrollaremos un gran
estudio sobre diferentes intelectuales, que a través de la
historia han venido definiendo el cuestionamiento de
"Indianidad", e intentaremos proponer una nueva
conceptualización, a partir de las propuestas anteriores y
del aporte de la modernidad. En cuanto a las poblaciones nativas
en el Nuevo Mundo, trataremos de hallar una definición
central que las acoja y las identifique como una gran unidad, con
la historia, presente y futuro. Estudiaremos y analizaremos las
narrativas prehispánicas y las crónicas
españolas. Y finalmente, buscaremos los elementos y
relaciones íntimas, que permitieron la construcción
discursiva española-americana de la población
indígena de los siglos XVI y XVII.

Para lograr nuestro propósito, diseñaremos
algunas estrategias que nos permitan desarrollar estudios y
lecturas acerca de la diversidad temática e
histórica de los indígenas del Nuevo Mundo. Para
ello, será necesario tener muy en cuenta, que antes que
los europeos llegaran al Nuevo Mundo, muchísimas lenguas
indígenas se manifestaban muy activamente desde
territorios del extremo norte (Canadá) hasta los
territorios del extremo sur (Chile), estas lenguas fueron
habladas por los pobladores ancestrales de los hoy denominados
amerindios. A pesar, de que, hace más o menos quinientos
años, muchos de los grupos étnicos y sus lenguas
nativas han ido desapareciendo. Pero aún, muchas de ellas,
que son centenares, se mantienen vigentes. Pero cada vez, con
menor prestigio y sólo son usadas con muchas limitaciones.
En cambio, en la actualidad, existen tres lenguas indoeuropeas
que son las dominantes en cada nación americana, estas
son: el inglés, el español, y el portugués.
El escritor mexicano Carlos Fuentes, cita al libro maya, "Popol
Vuh" en su libro El espejo enterrado (2005). Donde nos dice: "que
nazca la aurora sobre el cielo y la tierra. No habrá
gloria hasta que exista la criatura humana" (Pág.
134).

Los
indígenas y su descubrimiento

Para referirnos al descubrimiento de los
indígenas americanos, es necesario tener en cuenta, que la
expresión "descubrir", de acuerdo con el diccionario Vox
(2002) quiere decir: "Encontrar una cosa cuya existencia se
desconocía" (Pág. 613). Esta acepción, no
incluye nada peyorativo. Sin embargo, al referirnos a la
expresión "Descubrimiento de América", debemos
entender que su sentido se extiende a tres corrientes, que
individualmente expresan una verdad particular.

1ra. La corriente que expresa el descubrimiento de
América por Europa, de manera especial para
Latinoamérica: España. Este, es un sentido muy
claro, se descubre un nuevo continente, del que no se
tenía ningún tipo de conocimiento. Este evento que
se llevó a cabo en el año de 1492, marcó un
nuevo concepto del mundo, de aquel océano ignorado surge
un Nuevo Mundo, al cual se le describe como maravilloso,
exótico, rico e inmenso.

2da. Los indígenas del Nuevo Mundo, descubren
también lo ese mismo año. Ocurre, que hasta ese
momento histórico, no lo conocían. Sabemos que,
cuando los conquistadores españoles andaban perdidos,
solicitaban ayuda de los indígenas, y lejos de recibir la
ayuda solicitada, se enteraban que éstos, se encontraban
tan perdidos como ellos. Los indígenas sólo
sabían lo que había alrededor de ellos, del otro
lado de los montes, o del río que les marcaba su frontera.
Desde este punto de vista, se puede afirmar, que los europeos, no
solamente descubrieron el Nuevo Mundo para ellos, sino que
también lo fue para los propios indígenas. Como
excepciones, diremos que los imperios de los Incas y el de los
Aztecas, si conocían mucho más de otras culturas
contemporáneas a ellos. Tanto así, que las
doblegaron para ampliar sus dominios territoriales. Sin embargo,
entre ellos, existía un gran espacio de mutuo
desconocimiento. Así, podemos confirmar, de que el
descubrimiento no solamente tiene sentido para los europeos.
Ahora bien, el descubrimiento de América, permite que los
indígenas conozcan mucho más que su propia cultura
y su propia geografía regional. Pues en los años
siguientes, empezaron a saber de la existencia de un nuevo
continente, del que quedan completamente fascinados. No era poco
empezar a saber de la existencia de selvas, cordilleras,
ríos, valles fértiles, y la existencia de una gran
variedad de "nuevos" pueblos con nuevas lenguas y nuevas
culturas.

3ra. La expresión descubrimiento de
América, alberga un sentido muy profundo con un alto
contenido religioso. La presencia de Cristo, según los
evangelizadores, aparece en el Nuevo Mundo para ofrecer su gracia
a los indígenas perdidos en la oscuridad, y así, la
gran oportunidad de salvar sus almas. Por ello, para muchos, el
año de 1492, es el año de la gracia.

El encuentro de dos mundos totalmente desconocidos y
diferentes en sus respectivos desarrollos, se da principalmente a
través de dos grandes culturas: la maya-azteca en
México y América del centro, y la Inca en el
Perú. Y alrededor de éstas, una gran suma de
pueblos primitivos. Los europeos cristianos y los
indígenas del Nuevo Mundo, son protagonistas de un
encuentro muy dramático, donde no existe ninguna regla de
coexistencia previa, ambos se manejan a oscuras, sin
ningún elemento orientador, sin nada que ayudara a que
ambas culturas llegaran a amalgamarse, por ello, decimos, que por
sus naturalezas particulares, éste, fue un encuentro
dramático.

Históricamente, este tipo de encuentro de
culturas diferentes como la española y la maya-azteca, y
la Inca, casi nunca se ha registrado. En Norteamérica,
donde llegaron los anglosajones, éstos, pasaron a tomar
las tierras que previamente las habían arrebatado a los
indígenas de estas regiones, ya sea por expulsión o
por su muerte. En la América hispana, todo
aconteció de manera mucho más difícil: se
fusionaron dos mundos con diversa mentalidad, religión,
costumbres, hábitos, política, trabajo,
economía, etc. En esta realidad, ninguno de los dos bandos
estaban preparados, ambos estaban desprovistos de modelos
referenciales. Fue necesario, que se iniciara un largo proceso de
mestizaje, y al final, dio como resultado, la creación de
un hombre nuevo del Nuevo Mundo. Carlos Fuentes nos dice en su
libro El espejo enterrado (2005) "Rara vez se ha dado un
encuentro de personalidades tan contrastantes en la historia. Fue
el encuentro entre un hombre que lo tenía todo y un hombre
que nada tenía" (Pág. 157).

La composición de una cultura contiene un tejido
complejo de ideas, costumbres, sentimientos, etc. La cultura de
los indígenas del Nuevo Mundo, al interactuar con la de
los europeos cristianos, pierde valor y desfallece hasta llegar a
desaparecer. De esta manera, sus principales instrumentos, como
las hondas, los arcos, las cerbatanas y macanas, desaparecen poco
a poco, ya que su fabricación ira terminando
irremediablemente. Mientras, se van imponiendo más y
más las armas de fuego, los sonidos artísticos y
musicales de los indígenas, se van perdiendo por la
desaparición de sus flautas hechas de huesos humanos,
mientras que el sonido del órgano y la trompeta europea
van imponiendo su presencia. La natural desnudez del
indígena se transforma en vergüenza, la presencia de
los vestidos europeos poco a poco la cubren. Igual pasa con los
usos de la guerra, la agricultura, la escritura, la arquitectura,
la presencia del caballo, la yunta, la vida familiar, conyugal,
la religión y la imposición de un nuevo
Dios.

Y entonces. ¿Ha quedado algo de las culturas
indígenas? Creemos, que aún sobre existen formas de
vida muy importantes que nos remiten a su cultura, y que tienen
un contenido práctico: la espiritualidad genuina, el amor
por el trabajo, la paciencia y la espera, la lucha familiar, el
respeto a los mayores, el amor a los hijos, el silencio, la
festividad, y más valores. Todos aceptados y honorificados
por el cristianismo.

Narrativa
testimonial de la conquista y la
colonización

La narrativa testimonial ha tenido nacimiento a
través de varias y diferentes vertientes, se ha venido
dando desde los tiempos de la conquista, la colonia, la
república, y hasta nuestros tiempos modernos y
contemporáneos. En los tiempos de la conquista y la
colonización, periodos en que nació este
género literario, no era fácil escribir y publicar
sin tener argumentos sólidos de veracidad. Las narraciones
eran leídas por las autoridades virreinales, muchas de
ellas o la gran mayoría eran dirigidas al propio rey. Por
su parte, el rey era depositario de infinitas narraciones de
otros tantos cronistas, los cuales escribían según
su interés personal, ya que ellos eran enviados por
él, a cumplir con un mandato específico, exageraban
u olvidaban, manifestaban o no veían, y terminaban
informando a su rey una verdad a medias o una verdad totalmente
deformada, y así justificaban su empresa encomendada. El
Inca Garcilaso de la vega nos dice en su Proemio al lector de su
obra cúspide Comentarios reales de los incas (1609)
"Verdad es que tocan muchas cosas de las muy grandes que aquella
república tuvo, pero escríbenlas tan cortamente que
aun las muy notorias para mí (de la manera que las dicen)
las entiendo mal" (Pág. 77). Por ello, los escritores que
realmente querían dejar expresada su verdad, tuvieron que
idear la forma correcta que les permitiera convencer a las
autoridades, la nobleza y por supuesto, al propio rey. Eran
conscientes que podrían ser castigados hasta con la
muerte, si sus relatos no eran convincentes y apegados a la
verdad, verdad trastocada que el rey tenía gracias a las
crónicas recibidas de sus encomendados, salvo algunas
excepciones, como la de Bartolomé de las Casas, y otros
pocos cronistas de la época. Esta realidad
histórica vivida en la conquista y la colonización,
permitió a varios escritores imponer su narrativa
testimonial. Es decir: escribir de lo que han oído, visto,
conocido, porque estuvieron allí.

La narrativa testimonial fue una necesidad
histórica en el periodo de sujeción española
sobre las poblaciones de Hispanoamérica. Era necesario
rescatar y halagar el mundo indígena lleno de tradiciones,
mitos y leyendas que se comunicaban en el tiempo a través
de la oralidad y de gráficos. La toma de contacto con las
fuentes directas es el factor principal para que la
narración adquiera importancia histórica, la
veracidad permitiría que la concepción de la vida
indígena sea conocida correctamente, en su simpleza y en
su grandeza. Otro factor importante de este tipo de narrativa, es
que los escritores en su mayoría, trataban el tema sin
disminuciones étnicas, ya que en su composición
física e intelectual, vemos como se funden ambas razas
enemigas de la conquista y colonización. El mestizaje es
el resultado de este abrazo fecundo, poco a poco en el tiempo,
ambas culturas se van despojando de odios y prejuicios, y nace
una nueva cultura entre el Tahuantinsuyo prehistórico y el
renacimiento español.

La narrativa testimonial ha tenido mucho que ver con el
concepto de verdad en la historia. El problema se presenta desde
la consideración de la concepción de verdad
histórica, considerando a ésta, como una
construcción movible en armonía con diferentes
situaciones culturales en cada periodo, y llegar a
considerársele como una discusión de orden
interpretativo. La verdad ha sido el concepto recurrente en el
discurso de la narrativa testimonial, porque el objetivo
principal de los cronistas es la reivindicación personal y
cultural del indígena. Esta concepción literaria
reposa en el concepto filológico e ideológico que
los cronistas necesitaban para lograr concebir su obra. El
análisis filológico exige la veracidad o fidelidad
del texto, la interpretación adecuada de las lenguas
indígenas. Y entonces, la verdad o autenticidad
histórica tiene que ser equivalente al correcto
conocimiento de la lengua en cuestión. Otra
característica de la narrativa testimonial es la referida
a la religiosidad, los cronistas evocan y alaban a las figuras
religiosas impuestas por los españoles, consideran que es
una forma inteligente de ingresar a la conciencia del rey, para
ser atendidos a través de la lectura de sus textos. Felipe
Guamán Poma de Ayala, cronista de la conquista y
colonización española, nos dice en el
prólogo de su gran obra Nueva Crónica y Buen
Gobierno (1615) "Mira cómo parecerá ante los ojos
de Dios y de la virgen María y de sus santos en el cielo y
en la tierra" (Pág. 973).

Filosóficamente hablando, el descubrimiento del
Nuevo Mundo constituye el descubrimiento del "nuevo mundo" que la
historia no tenía registrado, pero que lo tendría
de inmediato. La creación de "América" fue el
inicio de la historia moderna, donde la cultura dominante y el
prestigio de la cultura prehistórica se fundieron para que
la realidad se constituyera en la salvación y continuidad
histórica del Nuevo Mundo. El mayor valor de la narrativa
testimonial consiste en que los autores vivieron esos tiempos,
muchos de sus relatos son producto de lo que vieron y oyeron, y
muchos otros, producto de lo que investigaron y preguntaron a
fuentes de primera mano.

Tenemos muchos y grandes ejemplos para mencionar, tanto
en el extremo norte en México como en el extremo sur en
Chile. En los dos primeros y más importantes virreinatos
de Perú y México, los cronistas de la época
eran vivientes de los hechos acaecidos en esas regiones. Hay dos
exponentes muy importantes en la historia que lograron narrar
grandes momentos de verdades históricas: el Inca Garcilaso
de la vega y sus Comentarios reales de los Incas, y Felipe
Guamán Poma de Ayala y su Nueva Crónica y Buen
Gobierno.

Narración
oral indígena

La narrativa oral indígena es una forma literaria
muy antigua, tanto como el propio lenguaje. La actividad
literaria a través de la historia, siempre ha estado
presente, puede investigársele desde épocas remotas
y a través de la historia de sus pueblos. Al inventarse la
escritura, y posteriormente a imprenta, se aceleró su
crecimiento, se estableció niveles y categorías, y
dividió la actividad intelectual. Nace de esta manera la
literatura moderna y sus características ya conocidas,
pero no se diga, que es allí cuando nace la literatura
propiamente dicha.

Con la literatura moderna en plena actividad, aparecen
variados criterios etimológicos que sugieren que la
literatura es escritura fundamentalmente, estos criterios son
alentados por los grupos de poder, quienes consideraban que la
escritura tenía gran poder en la cultura, y que por lo
tanto debería servir como una arma de coacción
ideológica. Sin embargo, en la actualidad vemos como los
últimos inventos en materia de comunicaciones, han puesto
a disposición numerosos aparatos electrónicos, y
estos han dejado relegados a los antiguos sistemas de
escritura.

Por lo arriba expuesto, se puede afirmar que, la
etimología no es capaz de dar significado ni sentido a la
literatura, salvo la originalidad de su nombre. Por otro lado,
sabemos que históricamente, la literatura ágrafa,
oral y colectiva ha estado, y está en actividad por todo
el mundo. Grandes exploradores y descubridores, cuando
encontraban riquezas culturales en expresiones de su propia
gente, ordenaban a sus ejércitos, que los cantos
antiquísimos fueran aprendidos de memoria, y de esa manera
evitaran que se perdieran y más bien perduraran para las
nuevas generaciones. La explicación a esta
afirmación, es que entre las variadas expresiones
artísticas, hay una que es de arte tradicional, donde el
gusto y sentido literario es eminentemente colectivo. Entonces,
los autores de las obras, esencialmente son anónimos,
porque estos, se encuentran sumergidos en la comunidad. Esta es
la forma artística tradicional y anónima como
empiezan las diferentes literaturas de la historia.

Esta forma narrativa fue transmitiéndose de
generación en generación, y de padres a hijos, y de
esa manera, de a pocos, los narradores se fueron
especializándose en este arte. Tenemos el caso del imperio
incaico, donde los "haravicus" fueron los narradores oficiales.
Nuevamente cito al Inca Garcilaso de la Vega: "Diré las
que hubiere guardado la memoria, con dolor de las que he perdido"
(Pág. 87). Esta forma narrativa tradicional oral llega a
los escritores, quienes la desarrollan a través de su arte
literario e imaginación, pero como dijéramos
anteriormente, la literatura oral aún se mantiene. Y, es
que la literatura producida por cantores y narradores populares
es muy rica, la sugerencia de belleza y de sugestión le da
mucha fuerza para competir con la literatura moderna y sus
recursos tecnológicos. Tenemos el caso de los poemas de
Homero, estos fueron orales, y se puede comprobar en los propios
poemas; la Biblia y su sustento creativo tuvieron en la oralidad
a su principal fuerza; el Popol Vuh; la literatura clásica
griega, etc. Sin embargo, ahora nos ocuparemos de
específicamente de la narrativa oral
indígena.

Para la consideración de los estudiosos de la
literatura indígena hay dos fuentes básicas: la
primera, es la narrativa oral y directa de los indígenas
pertenecientes a una comunidad nativa donde se habla un solo
idioma. La segunda, es la actividad recopiladora y traductora,
realizada por antropólogos, lingüistas, profesores y
sacerdotes, La publicación se daba bajo los títulos
de leyendas y mitos. Creemos, que aún con las excelentes
recopilaciones, la real expresión y producción
literaria indígena corresponderá a la fuerza
creativa de los mismos indígenas, pues ellos no pierden su
esencia cultural, saben acopiar y valorar la influencia cultural
de otras regiones, y así, llegarán a obtener una
gran producción literaria, gracias a su fuerza rebelde, a
su sabiduría, a su capacidad creadora, a su pasión,
y aportarán de esta manera a la cultura del continente
americano.

El género o sub-género literario que se le
ha dado a la narrativa indígena, ha sido el de Relato
Mítico. Hay que decir, que aún existe el gran
problema de los géneros, y las discusiones
continúan sin visos de soluciones en el campo de la
literatura. Sin embargo, podemos aproximarnos a una
definición que más o menos nos aclare conceptos, y
nos pueda llevar a entender lo que es un relato mítico.
Entonces, será menester realizar una separación,
apartar los relatos míticos de los himnos
indígenas, de sus dramatizaciones, y de sus canciones.
Así, podremos ocuparnos solamente de su narrativa. Se
utiliza la palabra Relato y no Cuento por las siguientes razones:
El Relato tiene acepción general, flexibilidad para
adecuarse a otras formas narrativas cortas. En el Cuento, aunque
tiene acepción general también, en la actualidad ha
obtenido su propio estatus, ya que tiene sus propias
características, sus propias técnicas, y otros
recursos que le han proveído una
autonomía.

Las características muy propias del Relato
Mítico, en primer lugar, son iguales a las de cualquier
relato. Sin embargo, la gran diferencia en su temática, su
forma y su mensaje, es dada por el contenido propio del mito.
También, por el narrador y su habilidad oral, las
tradiciones y costumbres vigentes. Cuando un indígena
narra oralmente un Relato Mítico a su comunidad,
realmente, él, está narrando solamente una parte de
una extensa narración. En cuanto a los personajes, estos
pueden existir tan solo como un pretexto más no como un
sujeto. Ya que si se examina el destino de alguno de los
personajes, es posible que llegue la frustración al saber
y comprobar finalmente, que el personaje simplemente ha
desaparecido sin ninguna explicación. El desarrollo de la
historia cambia con el paso del tiempo, y por lo tanto, el
desenlace cambia también. Si la versión o
interpretación del narrador es importante, también
lo es la comunidad y sus necesidades internas. La literatura
indígena es finalmente, la expresión verbal de su
imaginación, de sus esperanzas, de sus necesidades y de
sus sueños.

Representación nativa, imperial y
colonial

La representación literaria nativa, imperial y
colonial, fue multiforme. Durante los años finales del
siglo XVII hasta la primera mitad del siglo XVIII, los
indígenas sintetizados en élites, supieron
planificar estrategias con el fin de ocupar un espacio y asumir
un rol visibles en el sistema colonial. Así tenemos, las
famosas demandas que eran tramitadas por criollos y mestizos, su
objetivo era que estas llegaran hasta la corona, en su contenido,
se puede apreciar el reclamo de un mayor reconocimiento en varios
campos: religioso, laboral, social, etc. El desarrollo cultural
literario e iconográfico, donde las demandas estaban
insertadas, sus argumentos se basaban en ideologías
codificadas pasadas de las élites indígenas, y en
la vinculación con los niveles representativos del poder
colonial. Estas expresiones literarias aceptaban y reafirmaban la
estructura organizativa imperial, las consideraban como un
requisito oficial para llegar a cualquier negociación,
pero siempre estaban presentes las exposiciones de los intereses
elitistas indígenas.

Todas las demandas consideradas formales, se guardaban
en un archivo especial imperial, pero algunas consideradas
importantes, por su contenido cultural e intereses demandados,
eran materia de mediación por los criollos, mestizos y
peninsulares. Estos agentes de mediación no guardaban la
neutralidad esperada, e introducían de manera muy sutil
sus particulares agendas y perspectivas en la negociación.
Por ello, los lectores de la actualidad, reconocen los textos
dramáticos como un archivo, donde se encuentran
registrados los distintos puntos de encuentro, de fuga, y de las
diferentes ambiciones de grupos de la organización
colonial. Sin embargo, no siempre todas las demandas
indígenas fueron cursadas en los marcos reconocidos por
las instituciones imperiales, ya que muchas veces se gestaban
rebeliones con el propósito de terminar con este orden
establecido. Acerca de este tema, Gustavo Faverón Patriau
nos dice en su libro Rebeldes. Sublevaciones indígenas y
naciones emergentes en Hispanoamérica en el siglo XVIII
(2006) "uno que contrapuso a las etnias locales con los
demás actores del mundo colonial" (Pág.
225).

Estos conflictos, nos dejan la clara evidencia que los
indígenas elitistas no conformaban un grupo
homogéneo y sólido, que sus proyectos estaban
llenos de matices diferentes. Algunos intentaban impulsar sus
reclamos vía instituciones culturales oficiales, con el
objeto de finalizar el poder español y conservar algunas
estructuras de poder coloniales, tales como la iglesia. Otros
proponían en sus demandas la cancelación total de
todo orden colonial, y el regreso al antiguo orden estructural
pre-colombino. Las distintas formaciones ideológicas de
las élites indígenas, no deben de ser encasilladas
en los protagonistas políticos de estas élites,
porque creemos que, éstos, actúan como una
posición-sujeto, y que indudablemente, estas posiciones
han podido ser personificadas por diferentes protagonistas y en
diferentes tiempos, de acuerdo con las circunstancias que no
siempre son las mismas. En cuanto a la posición de los
niveles de garantes y mediadores de demandas sociales y la
negociación cultural, ésta, tampoco es tampoco
permanece inmóvil, porque precisamente, la función
que ellos cumplen como intermediarios es la resultante de un
conjunto de alianzas, estas alianzas se modifican según
sus necesidades y escenarios políticos. En este
conglomerado contextual heterogéneo, muchas voces se hacen
sentir con tonalidades diferentes y muy particulares trayendo
consigo ideologías distintas, diferentes formas de
entender la posición elitista indígena en la
estructura del poder colonial.

Es evidente, que el escenario histórico y
cultural fue de gran complejidad política. Por ejemplo, en
el contexto festivo público, organizadas y promovidas por
el estado, tomaban participación los diferentes niveles de
la realidad de la colonia, era un gran cuadro representativo,
donde estaba dividido por secciones: las autoridades del
virreinato, los diferentes gremios de la ciudad, y los grupos
indígenas, que los juntaban bajo la denominación de
una fiesta de naturales. En esta fiesta, los indígenas
principales desfilaban entre disfraces de incas. Y esta
representación de la nobleza inca, no deja de ser un
mensaje donde está presente la negociación, que
más allá de su fracaso, nos queda claro, que hay un
mensaje ideológico muy importante, donde se ve revelada la
forma en que un mestizo o criollo consideraba el lugar que las
élites indígenas deben de ostentar en el orden
político y social imperial. A su vez, existía
también, las consignas que censuraban las ambiciones de
los niveles subalternos, los programas velados de los sectores
indígenas descontentos y que no aceptaban el ordenamiento
imperial de demandas oficiales.

Sobre el orden colonial, todos los elementos que lo
conforman deben de adquirir un sentido orientado a formar parte
del nombre del monarca; y así mismo, el poder
monárquico nace en la capacidad de éste para
convocar y cohesionar todos los elementos políticos del
orden estructural colonial. Las partes que aparecen ante el
virrey representando a diferentes sectores sociales de la colonia
son: Europa, que es quien designa a las autoridades y
representantes peninsulares. La nación indígena,
que representa el grupo de nativos o naturales. Y La nobleza, que
se refiere a los más importantes del grupo de los nativos
o naturales. En el ordenamiento político del imperio, los
peninsulares siempre se han mantenido a la cabeza, y los
indígenas aparecen con el resto de la nación, como
súbditos que se alegran y celebran con cariño el
empoderamiento de la cabeza principal del imperio.

Si se hace un análisis cultural sobre las luchas
y rebeliones indígenas, nos encontraremos con que los
indígenas rebeldes tuvieron que luchar contra el poder
colonial, y también, frente a los grupos disidentes dentro
de su propia organización nativa. De allí, se puede
deducir que los grupos elitistas indígenas se encontraban
en serias pugnas. Tal es el caso de enfrentamiento de los
hermanos Huáscar y Atahualpa. Este enfrentamiento
polarizó a toda la comunidad indígena, marcó
innumerables disidencias al interior de su organización,
se empezó a revalorar la toma de la nueva religión
cristiana. Y al final, terminaron por ser vencidos, y rendidos
sobrevivir hasta la modernidad o hasta nuestros
días.

El concepto de
"Indianidad"

Muchos intelectuales y escritores han tratado de
conceptualizar la "Indianidad", esa variedad de conceptos, ha
llevado a ver y distinguir muchas diferencias: algunos conceptos
están ligados a la discriminación, a la historia, a
la religión, a la raza, a la filosofía, el trabajo
y la explotación. La llamada indianidad actual, tiene sus
orígenes en los tiempos de desarrollo de grandes
civilizaciones, como la cultura Maya, la Azteca, y la Inca y su
gran organización geográfica y política del
Tawantinsuyo. Estos descendentes no vivieron un mundo
vacío, por el contrario, la cultura india contenía
una doctrina de vida, mantenían sus propias
ideologías, con una concepción filosófica y
con una opción existencial. En la actualidad, podemos
mencionar que hay dos formas de pertenecer a la indianidad: la
primera, es naciendo y viviendo con las mismas costumbres y
tradiciones, alimentándose de lo mismo, cantando las
mismas canciones, hablando la misma lengua, creyendo en los mismo
dioses, y pensando y educándose de la misma manera. La
otra, es que luego de pasar por un proceso de estudio e
investigación, medite profundamente acerca de lo
aprendido, manifieste su acuerdo por identificarse por completo
con las formas de vida y sus causas de lucha de los indios, y
entonces, podrá acceder a las alturas de la indianidad y
ser un indio más de la gran comunidad india.

El concepto de indianidad se acentúa
peyorativamente desde que empieza la incomodidad continental
entre América y Europa, al traer impositivamente el
cristianismo, la exposición de Francia y su
expresión republicana, la enemistad entre el Este y el
Oeste, el choque político entre liberalismo y socialismo.
Luego de ver múltiples sistemas y desarrollos de proyectos
nacidos del credo de los liberales y los socialistas, hemos visto
como se han ido desmoronando sin resolver siquiera los más
mínimos problemas de la indianidad. Ante esta gran
frustración, nace hace más de cuarenta años,
un nuevo discurso indianista basado en sus propis raíces y
en su propia realidad, se acoge y valora la sabiduría de
su cultura milenaria, que por fortuna ha sido conservada y
cuidada por la sociedad indígena.

Las consecuencias nefastas de la puesta en
práctica de las ideologías liberales y socialistas
principalmente, no fueron las únicas desgracias para la
indianidad. Lo fueron también, las irremediables
consecuencias que afectaron la seguridad y mantenimiento del
medioambiente del mundo. Ante esta preocupante situación,
aparecen muchos grupos, líderes y personalidades con la
intención de luchar a favor de la conservación del
planeta. Nuevas teorías de convivencia humana aparecen y
se desarrollan muchos proyectos para mejorar los sistemas de vida
de la humanidad. Las múltiples teorías
medioambientalistas, coinciden en que el principio fundamental de
esta lucha es, la recuperación de los vínculos
entre la naturaleza y la humanidad. En este nuevo contexto, las
culturas antiguas son revalorizadas y se consideran sus formas de
vida, que luego de quinientos años de invasión
europea, éstas, siguen dando su aporte al mundo y la
humanidad.

En la filosofía de vida de la indianidad, lo
principal es vivir en plena armonía con la naturaleza. Eso
significa: cuidarla, disfrutar de sus atributos, vivir en ella,
reverenciarla, y considerar al universo como una gran unidad,
donde todo debe armonizar. A este respecto, Edgar Morin nos dice
en su libro El Método 5: la humanidad de la humanidad
(2009) "Conocer lo humano no es separarlo del universo, sino
situarlo en él" (Pág. 27). Contrario a esta
filosofía de vida, el mundo occidental considera que hay
que extraer la riqueza de las entrañas mismas de la
tierra, talar árboles indiscriminadamente, realizar
explosiones en las aguas para buscar algo, o simplemente por
experimentar algo. Estas prácticas han redundado en
aumentar gravemente la contaminación ambiental, quitar
oxígeno a la vida, envenenar el agua, etc. Ya existen
grandes organizaciones internacionales avocadas a luchar a favor
del medio ambiente, muchos gobiernos, inclusive, están
legislando a favor de las reservas naturales. En otras palabras,
se han dado cuenta que el sistema de vida de los antiguos
indígenas tiene mucha sabiduría, y que es necesario
regresar a esa filosofía para salvar al mundo.

Entre las características más importantes
del sistema de vida de la indianidad, está el concepto de
vida en comunidad, a diferencia del concepto de vida individual
de los occidentales. Desde tiempos muy remotos, los indios
siempre han compartido sus vidas a través de sus
actividades, ellos se sienten integrados naturalmente a la
Pachamama o madre tierra, ella les provee todo y a todos, los
hermana y los junta a compartir armoniosamente. Las grandes obras
arquitectónicas, las realizaban en jornadas comunales con
el interés único de la comunidad, igualmente, sus
cosechas eran compartidas, porque compartidas también eran
las jornadas. Hasta el día de hoy, muchos indios no se
acercan a los bancos para guardar su dinero, prefieren organizar
"juntas", donde semanalmente o quincenalmente, entregan su aporte
para luego, cuando les corresponda, reciban el total de dinero de
la "junta", y con ello podrán comprar lo que estaban
deseando, o invertirlo en los estudios de sus hijos. Esperemos
que la filosofía de vida de la indianidad, en algún
momento inspire a los gobernantes, para que éstos, vean a
sus gobernados como a una gran unidad, concebida en un solo gran
universo.

Problemas de los
nativos en el nuevo mundo

Los problemas de los nativos en el Nuevo Mundo, han sido
tratados de muchas y diferentes formas. Así, al revisar la
filosofía latinoamericana, nos encontramos que se
tomó muy en cuenta, la gran discusión esencial del
humano y la relación existente con los indígenas
americanos. Por esta razón, se toma en cuenta el tiempo en
que los conquistadores españoles, no dieron estatus
antropológico a sus cautivos indígenas, todo esto,
en consideración del cristianismo y en sus planteamientos
principales. Estos planteamientos estaban basados en la
interpretación que Bartolomé de las Casas
había expresado en todos los foros posibles, y
también, a través de sus escritos.

. Los indígenas eran considerados inferiores
naturales, por lo tanto, los conquistadores conformaban una clase
humana superior.

. El argumento de que los indígenas no eran
capaces de organizar una sociedad, de acuerdo con las costumbres
de los españoles.

. El principio religioso, que acusaba a los
indígenas de pecadores ante la religión
católica, y que se daban a la práctica de la
barbarie, la sodomía y la idolatría.

Consideramos, que éste, fue el inicio de los
problemas de los nativos en el Nuevo Mundo. Un gran problema
teológico se les presentó a los españoles.
Pues deberían de decidir, si los nativos indígenas
formaban parte de la especie humana, y si el rey debería
de tratarlos como súbditos, o si tal vez, solamente se
trataba de una subespecie, que no merecía ser tolerada
igual como a la clase de los españoles. Este problema
llevó a plantearse una serie posiciones y expresiones al
respecto, se armó un gran debate, y fue conocido como "la
disputa de Valladolid", sus protagonistas fueron Bartolomé
de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda. Las dos
tesis enfrentadas, tuvieron como base al libro de crónicas
de Gonzalo Fernando de Oviedo titulado Historia General y Natural
de las Indias (1535). En estas crónicas, según
Sepúlveda, el autor argumenta que la guerra
indígena fue permitida, porque a ellos se les consideraba
bárbaros, sin educación y sin inteligencia, se
citaba a la biblia para expresar que, Dios ordenó la
expulsión de los bárbaros de la tierra prometida.
También, se consideró la fundamentación de
Santo Tomás de Aquino, donde y de acuerdo con la ley
divina, había que llevar la fe a los bárbaros sin
exclusión de medios no pacíficos. Por esta
razón, los indígenas tenían que obedecer y
aceptar la nueva fe de los españoles por la vía
pacífica o por la fuerza. Bartolomé de las Casas
interpreta a la biblia contrariamente de Sepúlveda y a San
Agustín. El manifiesta, que sólo después de
lograr la conversión voluntaria de los indígenas,
se podrá considerar que la conquista y su sistema de
subordinación son legítimos.

Si el hombre moderno es el producto de un proceso
histórico de cada comunidad, que su existencia se sustenta
en su origen, que esta existencia pertenecía a un estado
primitivo, y que este proceso histórico lo habían
experimentado los pueblos indígenas americanos, Es natural
que los indios debieran ser considerados como personas naturales
y con derechos inherentes a su sociedad. Sin embargo, esto no
ocurría, a ellos, les fue negado todo derecho. Se les
negó toda virtud y condición de vida sana, a pesar,
de que en muchos aspectos, éstos, superaban a los
europeos. A pesar de que Bartolomé de las Casas, reclamara
diciendo que los indígenas no eran ni bárbaros ni
inferiores, y que mantenían suficientes condiciones para
lograr desarrollar sus sociedades, nunca se les
valoró.

En la actualidad, y luego de sendos análisis
filosóficos por múltiples intelectuales y
filósofos, se comprueba que, Latinoamérica aun no
ha podido construir la originalidad de un pensamiento genuino,
por el contrario, éste, sigue siendo imitativo y sin
autenticidad. Sigue siendo el producto alienado, víctima
de las corrientes rectoras internacionales y de su
condición ciega ante su propia realidad. Ante estas
verdades históricas, de enfrentamiento de los nativos a
los problemas que le presenta el Nuevo Mundo, será
necesario crear una filosofía auténticamente
original latinoamericana, que represente a los nativos y la
diversidad étnica, para que les permita convivir en
armonía. Deberá de ser una filosofía que
dé respuestas a la problemática de su realidad y de
su tiempo. Esta filosofía debiera tener como punto de
partida al hombre latinoamericano, proyectarlo al mundo, y a su
capacidad para ofrecer soluciones a la problemática
latinoamericana y a la relacionada con otras regiones. En el
libro Arte, creación e identidad cultural en
América latina (2006) de Claudia Caisso y Sonia Contardi,
esta segunda nos dice: "Pero si la memoria se encuentra
relacionada con la conciencia y ésta última con la
construcción de la identidad, la escritura del fuego obra
en un sentido contrario, pues permite poder recobrar aquello que
quedó debajo de las cenizas" (Pág. 109).

No se puede negar, que en la actualidad, existen muchas
universidades que han instituido cursos e inclusive
cátedras, dedicados al pensamiento auténtico
latinoamericano, se han escrito y publicado miles de libros sobre
este mismo tema. Creemos que se ha puesto en evidencia un proceso
de estudio acerca de la filosofía latinoamericana, se le
está dando toda la importancia para fortalecer su
identidad, y con ella, la solución al problema del
indígena en el Nuevo Mundo.

La narrativa
pre-hispánica

Al referirnos a la narrativa pre-hispánica,
tenemos que dirigir nuestras miradas a las tres civilizaciones
más importantes de la América antes de ser
descubierta y conquistada: la cultura Maya, la cultura Azteca, y
la cultura Inca. Las dos primeras corresponden a la literatura
náhuatl, y sobresalieron por la grandeza de sus
organizaciones, sus costumbres y los testimonios
literarios.

El desarrollo de la cultura náhuatl
contenía todas las representaciones y expresiones de la
vida ordinaria, ya que uno de sus objetivos era la
retención del conocimiento de las generaciones pasadas en
la memoria de su gente. Entre ellas: el conocimiento religioso,
sus ritos y adivinaciones, sus mitos, su conocimiento de la
medicina, su historia, sus sistemas de organización
política, su literatura enriquecida por su oratoria, su
poesía lírica y épica. Sus discursos eran
elaborados en prosa, sus relatos míticos e
históricos, y el verso era utilizado para su
expresión poética.

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