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Argumento del Matalache




Enviado por Jenn_n



  1. Argumento
  2. Significado del titulo de la
    obra
  3. Conclusión

1GENERO LITERARIO.
Narrativo

2ESPECIE LITERARIO. Novela

Argumento

Veamos el resumen de esta novela: Don
Baltazar Rehón de Meneses visita a don Juan Francisco en
La Tina, un Caserón de adobe donde se fabrica jabón
y se curten pieles, con la finalidad de enviarle a una joven
mulata llamada Rita, para que pierda su pureza a manos de
José Manuel, un mulato veintiocheno, exúbero de
belleza juvenil, con vigor y flexibilidad de pantera javanesa y
mirada soberbia y firme. A pesar que considera que actuar de
intermediario en el acoplamiento de los esclavos es algo indigno,
don Juan Francisco acepta pero con la intención de
quedarse con la mulata, pues, según le ha dicho don
Baltazar, la muchacha es de lo más eficiente. La Tina era
en 1816 un caserón de adobe, ladrillo y paja, levantado a
sotavento de la ciudad, unos quinientos pasos más
allá de su extremo norte, besando la escarpada margen
derecha del Piura y sobre una prominencia del terreno. Vista de
lejos, semejaba de dia por su aislamiento y extensión, un
castillo feudal, y en las noches, un aguafuerte goyesco. (…)
Posiblemente esto fue lo que pensó el fundador de La Tina.
El licenciado don Cosme de los Rios.(…) La clase de industria a
que había sido dedicada exigíalo así.
Fabricar jabones y curtir pieles era un trabajo que obligaba a
alejarse de la comunidad y a seguir ciertas prácticas para
poder desenvolverse favorablemente. (…) Y en este
vértigo del trabajo el negro era el que más
contribuía con su sangre y sudor.

Al igual que las bestias se le daba
ración contada y medida. (…) Y a cambio de esto once
horas de trabajo: de cinco a seis con dos horas de descanso de
por medio. Y era en este edificio donde Juan Francisco el nieto
de aquel hidalgo industrioso del siglo XVIII, había venido
a establecerse, resuelto a amasar en ella una nueva fortuna. El
abuelo había sido un hombre de vida disipada, de
ahí que a su muerte el negocio quedara resentido. Fue en
esta condición de descrédito en que don Juan
Francisco recibió el negocio familiar. Junto con el
traspaso se le dio una docena y media de esclavos, viejos en su
mayor parte, y al frente de este rebaño a un
atlético mulato llamado José Manuel, terror de las
mulatas jóvenes debido a su virilidad. Fue en aquellos
días, en que don Juan Francisco se hallaba levantando a La
Tina de sus escombros, en que intempestivamente apareció
su hija María Luz, venida de Lima, y seguida de una
cabalgata de jóvenes píatenos cautivados por la
belleza de la muchacha. El arribo de la muchacha no causó
gracia alguna a su padre, quien veíase ya haciendo el
papel de madre. La muchacha había estado al cuidado de sus
tíos, pero como el padre no había enviado el dinero
para la mantención con puntualidad, aquellos decidieron
enviársela al padre para que él se hiciera cargo de
la hija. Para que la muchacha no interfiriera en sus labores, el
padre la instaló en el piso alto, sobre sus habitaciones,
con cierta independencia, y dándole para su servicio dos
criadas, entre ellas a Rita.

La tranquilidad de María Luz en
aquella enorme casa no era más que aparente. Aquella vida
era como un secuestro, como un encierro a perpetuidad, sin
esperanza de cambio o fin. Sólo las puestas del sol
alegraban su espíritu; unas puestas de sol que
bañaban sus pupilas en oros y violetas de una pureza
extraña. Cierta mañana, estando María Luz en
el balcón de su recámara, fue saludada amablemente
por José Manuel, que era el capataz de La Tina. Fue aquel
musculoso mulato quien le sirvió de guía cuando la
bella muchacha se decidió a dar un paseo por los
alrededores de la fábrica. Así pudo la muchacha
contemplar a los peones que trabajaban casi desnudos en aquel
ambiente nauseabundo, donde los cueros despedían una
hediondez acre y punzante y donde una espesa nube de moscas
zumbaban por todas partes.

Por un negro de aspecto simiesco y medio
tonto, María Luz pudo enterarse de donde provenía
el mote de Matalache, con que se le conocía a José
Manuel: "Cógela, Cógela José Manuel;
/mátala, mátala, mátala, che", le cantaban
al mulato en alusión a las cuantiosas muchachas que
habían pasado por el "empreñadero",
habitación de aspecto fantasmal donde el negro se
amancebaba con las mulatas que le enviaban los señores del
lugar con la finalidad de que las preñara y apoderarse de
los críos para así aumentar el número de
esclavos a su servicio. La fama de José Manuel
incitó la curiosidad de María Luz quien
cautelosamente comienza a indagar sobre su personalidad,
así descubre que nunca ha obligado a ninguna mulata, a
pesar de haberlo podido hacer, a someterla a sus requerimientos
amorosos. Prueba de ello es el caso de Rita, quien le confiesa
que se opuso a estar con el padrillo, el cual le dijo: Eres
tú la primera mujer que rechaza a José Manuel y por
eso me has gustado y no son pocas, me han aceptado luego.
Más bien yo te respeto. Todas, todas las que han entrao
aquí, que no son pocas, me han aceptado luego. Más
bien yo he despreciado algunas. Y me he acostao en esa tarima
solo, dejándolas ahí plantadas toda la noche.
Matalaché, como me llaman las gentes de la ciudad, tiene
también corazón y sentidos, y lo que no le gusta lo
deja. Y también orgullo: por eso no te obligo. Si yo juera
un bruto, como esos que duermen allá en el canchón,
te forzaría, que para eso te han mandado tus amos, y de
nada te valdrían los gritos ni las
lágrimas.

José Manuel no sabe hacer esas
cosas, y menos hacer llorar a las mujeres; sobre todo, cuando son
infelices como tú que no tienen la culpa de hallarse
aquí. Quédate tranquila si gustas, o lárgate
si quieres" La presencia de María Luz. en medio de esa
oprobiosa servidumbre, significó la aurora después
de una noche de desvelo y angustia. Una alegría repentina
brilló en todos los rostros y un nuevo espíritu de
trabajo se despertó en todas las almas. Las mujeres,
esclavas y libres, sentíanse también felices y como
amparadas por una sombra protectora. Los instrumentos de castigo,
usados hasta entonces con sádica frecuencia, dejaron de
repente de aplicarse.

Un sentimiento de humanización
comenzó a extenderse por todos los ámbitos de aquel
semipresidio, hecho como para torturar las almas y los cuerpos. A
don Juan Francisco la vuelta de esta hija venia sin duda a
abreviarle su esperanza de enriquecimiento, que era su
única ambición y la causa del aislamiento en que
vivía. Pero el más impresionado y transformado por
la influencia de esta mujer fue José Manuel. La oscuridad
del pobre mundo en que viviera sumido desde que nació,
comenzó a desvanecerse y a dejarle entrever horizontes de
luz y de vida ignorados por él hasta entonces. Y su
corazón empezó a sentir la necesidad del
acoplamiento espiritual, que sólo por intuición
había descubierto ser más fuerte y digno que
aquellos otros de que había gozado hasta entonces por
causa del sórdido interés de los amos.
Física y espiritualmente José Manuel era el negro
menos negro de los esclavos de La Tina. Sus rasgos
fisonómicos reflejaban el sello inconfundible del blanco,
el cual era considerado un agravio a la raza por parte de los
demás esclavos que en el fondo lo odiaban.

Él había nacido en el valle
de Tangarará, donde su madre había trabajado hasta
el día de su muerte, llevándose a la tumba el
secreto de su dudoso nacimiento. Lo que sí supo era que
él llevaba el nombre del amo del valle, don José
Manuel de Sojo, de quien tenía además ciertos
rasgos físicos. Don José Manuel comenzó por
separarlo del contacto de los otros esclavos, ponerle un maestro
que le enseñó a leer, escribir y contar, y cuando
lo creyó suficientemente preparado para manejar los
asuntos de su escritorio, se los encomendó, no sin cierta
complacencia, poniéndole así casi al nivel de sus
empleados libres. Y así llegó José Manuel a
los veinte años: libre, bravío, pujante y
dominador. Por eso, tanto sus compañeros de
Tangarará como los de La Tina jamás pudieron
perdonarle su aire de superioridad insufrible y menos el origen
misterioso de su ascendencia, que lo arrancara de repente del
seno de ellos y lo llevara a ejercitarse en ocupaciones dignas de
los blancos. José Manuel no conoció, pues,
jamás el amor de sus compañeros de desgracia. Todas
estas desconfianzas y antipatías fueron
acumulándose en lomo de José Manuel hasta casi
aislarle de los suyos, obligándolo a sacar fuerzas para
sobrellevar dignamente su cruz de servidumbre. De repente el
mulato viose precipitado de la altura en que
vivía.

Don José Manuel de Sojo
apareció una mañana muerto, y el sol que alumbraba
el camino del otro José Manuel se nubló. Como el
amo se murió sin dejar ninguna disposición
testamentaría, los herederos pusieron en venta los bienes
del difunto, entre los cuales se incluían a los esclavos.
El nuevo amo pasó a ser don Francisco Javier de Paredes,
Marques de Salinas, quien no tardó en hacerle ver a los
esclavos que en el mundo había dos clases de hombres: los
que nacían para ser servidos y los que nacían para
servir. José Manuel trató en vano de que se le
reconozcan sus méritos lindos en los libros, y por el
contrario fue mandado a trabajar al campo; en este esfuerzo
físico lo encontró José Manuel un calmante
para la rabia sorda que la apretaba el corazón. Su
espíritu lo llevó a tener enfrentamientos con el
capataz por lo cual el marqués, para evitar que esta
rebeldía influyera en los otros esclavos, lo vendió
a Don Diego Farfán de los Godos, hombre de cierto
espíritu democrático que estuvo a cargo de La Tina
antes que don Juan Francisco la tomara a cargo. María Luz
descubrió un día que su pensamiento tendía
un puente sutil entre la locura de simpatía invencible y
la audacia de un esclavo feliz.

El pensamiento de ceder al deseo que
sentía José Manuel, era siempre el tema dominante
de su alma. que se le presentaba cada vez más decente y
dominador. Una mañana en que el esclavo fue a la
habitación de María Luz a tomarle las medidas para
unas zapatillas que le iba a confeccionar, la muchacha
sintió enloquecer cuando las manos de José Manuel
tocaron sus pies. Cuando María Luz confiesa a Casilda, la
negra que la había amamantado desde cuando era
niña, la pasión que se ha apoderado de su alma, la
vieja mujer quedóse asombrada ante la locura. El mismo
José Manuel también siente dentro de sí la
misma pasión de amor que se ha apoderado de su alma.
Cuando Matalaché hace entrega de las zapatillas a
María Luz, ésta colocó en ellas un beso de
efusión y gratitud. A los pocos días se
estrenó el oratorio, donde muchos de invitados halagaron
el frontal de cuero que José Manuel, a petición de
María Luz, había hecho con esmero para la
ocasión. Estaban presentes los señores del lugar
quienes departían sobre sus vicios y sobre los
últimos chismes del lugar. Fue en una de éstas
conversaciones en que el cura, picado por las constantes pullas
que le lanzaba don Miguel Jerónimo, propuso una potencia
entre José Manuel y el negro Nicanor, esclavo al servicio
de don Miguel.

La potencia consistiría en ver cual
de los dos era el mejor guitarrista del lugar, ya que ambos eran
¡declarados unos virtuosos del instrumento de cuerdas. Todo
no hubiera pasado de una amistosa contienda si don Juan Francisco
no hubiera dicho: "Yo propongo que el que pierda ceda su
guitarrista al amo del vencedor y que el torneo se haga
aquí en La Tina, siendo de mi cuenta todos los gastos. De
modo no hay apuestas. Las palabras de su padre significaron para
María Luz un dardo de molestia y amargura que fue a
posarse en su corazón enamorado.

Este hecho motivó que la muchacha se
resolviera a definir su situación con José Manuel.
Para esto, valiéndose de la ayuda de esclava, concierta
una cita entre el mulato y Rita, pero para tal fin, ella
será quien espere a José Manuel en la
habitación en vez de Rita. Así sucede y José
Manuel, debido a la oscuridad reinante en la habitación,
no se percata de la suplantación; pero lejos de entregarse
a los placeres carnales, el mulato le dice a su
acompañante que no puede estar con ella porque ama a otra
mujer. La felicidad de María Luz ante esta muestra de
fidelidad de su amado no puede ser más evidente, y le
confiesa su verdadera identidad, José Manuel no puede
ocultar su amor por más tiempo y en aquella noche se
quedan unidos por siempre aquellos dos jóvenes sin
importarles la condición de amo y esclavo. El esperado
duelo entre los guitarristas llegó por fin;
coincidía con el día de Corpus, fiesta que iba
acompañada de una procesión. En La Tina, el
día había sido recibido también con alborozo
y con razón que en la ciudad. Para sus moradores este
día de Corpus iba a dejar en todos un recuerdo
memorable.

Desde hacía un mes no se hablaba en
ella más que de la fiesta original e interesante, entre
dos esclavos iban a ser objeto de expectación
pública. Una fiesta jamás vista hasta entonces,
tenia suspensos a amos y siervos, y para cuya asistencia
habían sido ocupados todos los postales de la ciudad por
el linajudo señorío piurano y el de sus contornos.
La enfermera doña Florentina, interesada naturalmente en
el triunfo de su compañero, había llamado a
José Manuel, y después de jugarle las cartas,
terminó asegurándole que la victoria sería
irremisiblemente suya. El mulato impresionado por la gravedad y
misterio con que la cartomántica había barajado y
combinado los naipes, sonrió optimista, al presagio. Y el
presagio había circulado por todos los ámbitos del
caserón desde el piso del ama, que lo recibiera con oculta
alegría, hasta el galpón de los esclavos, que se
anticiparon a celebrarlo en la noche, canturreando y
contándose cuentos de truculencia infantil, a
excepción del congo del molino, quien, reconcentrado y
misterioso, no hacía más que oír y observar
desde la tarima de su cubil.

La única que deseaba que José
Manuel perdiera era Casilda, la confidente y mediadora de
María Luz en sus amores prohibidos, pues,
comprendía la grave responsabilidad de su celestinaje y
todo el castigo que de él podía desprenderse. De
ahí su deseo de que el mulato perdiera para que así
se alejara de la muchacha. Más de un centenar de
concurrentes, entre señores y esclavos, colmaron el gran
salón donde se llevaría acabo el tan esperado
duelo. Ambos guitarristas dieron lo mejor de si, pero el
repentismo de José Manuel, así como su variedad de
composiciones, le otorgaron un fácil triunfo. El negro
Nicanor, apodado "Mano de Plata", había cantado en una de
sus décimas: "Sabe, pues, por esta muestra,/ y lo digo sin
tartulla;/ si pierdo, te doy mi diestra:/ si gano, me das la
tuya."; y cumplió. "Apenas terminada la
proclamación, que todos recibieron con vivas
demostraciones de júbilo y simpatía a José
Manuel, el vencido, ceñudo y trágico, se
irguió y dirigiéndose a la mesa, frente a la cual
los otros dos maestros permanecían sentados gravemente,
afirmó sobre ella su diestra, desenvainó con la
otra el machete y con feroz resolución se la amputó
de un tajo, a la vez que, cogiéndola y tirándola a
los pies de su vendedor, después de haber envainado el
sangriento puñal, decía: Matalaché, Nicanor
sabe cumplir lo que promete. Ahí te va mí diestra,
que ya no me sirve.

Una exclamación de horror
brotó de todas las bocas, horror, que se acrecentó
cuando el pobre vencido, mostró el rojo
muñón al jurado, disparó contra él un
copioso chorro de sangre. Han sido ustedes justos, maestros. Y
como ya he dejado de ser "Mano de Plata", pues mejor sin ella que
con ella". Desde la fiesta memorable, de la que iban ya corridos
como tres meses, María Luz no hacía más que
llorar, y con tal desconsuelo que nada podía aquietarle el
espíritu ni decidirla a tomar las pócimas que
Casilda y Martina le ofrecían.

Don Juan Francisco encontraba raro las
negativas de su hija de dejarse tratar por un médico,
María Luz sabia que ya no podía esconder por
más tiempo su embarazo y el escándalo que este
hecho provocaría la mortificaba tanto que Martina le
propuso hacerla abortar. Ella se negó tajantemente. Cuando
don Juan Francisco llamó a Martina para interrogarla sobre
las causas que mantenían a su hija postrada tanto tiempo,
escuchó al mulato que siempre le cantaba a
Matalaché, entonar el siguiente Cántico:
"Cógela, cógela, José Manuel;/
mátala, mátala, mátala che! No te la coma
tú solo, piti;/ deja una alita siquiera pa mi". Enfurecido
golpeó al insolente que se atrevía a cantar eso tan
cerca de su casa y descubrió que era José Manuel
quien había subido muchas veces a la alcoba de
María Luz. En pocas horas aquel hombre se
deshumanizó y todo lo que fluía en él
tenía una tal radiación de dolor y fiereza que
sobrecogía al que miraba. El epilogo tuvo rápido
fin: José Manuel, trasladado por dos corpulentos esclavos,
fue arrojado sin misericordia alguna en una de las tinas donde
tantas veces había visto hacerse el jabón, rugiente
y humeante como un cráter voraz. Un alarido taladrante se
escuchó en la noche silenciosa, poniendo en el alma de los
esclavos una loca sensación de pavor. Quince días
después, los parroquianos que iban por jabón a La
Tina se encontraban con las puertas cerradas, y sobre
éstas un lacónico letrero, que decía: SE
TRASPASA, EN SAN

FRANCISCO DARÁN RAZÓN.

Significado del
titulo de la obra

3.1.1. DENOTATIVO.-CHE.-
Indicador de hombre

3.1.2. CONNOTATIVO.
"Matalaché", es una obra que representa la
discriminación racial y la existencia de clases sociales
en el Perú a fines del siglo XVIII e inicios del siglo
XIX.

3.2. TEMA PRINCIPAL: El
amorío entre la hija de un patrón y un mulato a
pesar de las prohibiciones por la discriminación racial de
los Señores de Piura frente a los negros y la existencia
de clases sociales bien marcados a inicios del siglo XIX.

3.3. SUB- TEMAS O TEMAS SECUNDARIOS.
• Costumbres de los pobladores piuranos a inicios de 1800.
• La industria peruana de jabones en el siglo XIX. • La
condición de vida de los negros esclavos. • La
deshumanización de los negros por los patrones en Piura.
• La dignidad del mulato José Manuel.

3.4. ASPECTO FORMAL DE LA OBRA. La
obra "Matalaché", está dividida por
capítulos, cada una de las cuales, refiere una
situación secuencial en el tiempo.

3.5. ESPACIO. 3.5.1. MICROCOSMO – La
Tina, fábrica de jabones que está ubicado a unos 50
pasos de la ciudad de Piura, al margen del río Piura. –
Los alrededores de la Tina. – La Iglesia. – Salón de
concurso de la Tina.

3.5.2. MACROCOSMO. – Piura –
Perú.

3.5.3. ESPACIO REFERENCIAL. – Lima,
lugar donde vivió Maria Luz a lado de sus tíos. –
El valle de Tangarará, lugar donde nació
José Manuel.

3.6. TIEMPO 3.6.1. HISTÓRICO.
Los hechos de la obra "Matalaché" se llevaron acabo a
inicios del siglo XIX. Teniendo como un año
específico según la obra a 1816.

3.6.2. CRONOLÓGICO. Teniendo
en cuenta la llegada del María Luz al lado de su padre,
hasta la muerte de José Manuel, transcurrieron
aproximadamente cinco meses.

3.6.3. PSICOLÓGICO. Teniendo
en cuenta el recuerdo del relato de la vida de José Manuel
y de acuerdo a su edad, el tiempo psicológico abarca a
más de 20 años.

3.6.4. REFERENCIAL. De acuerdo a la
fundación de La Tina, el tiempo referencial es a finales
del siglo XVIII

3.7. PERSONAJES.

3.7.1. PRINCIPALES. – José
Manuel, "Matalaché", esclavo mulato, hijo de un blanco y
madre negra. – María Luz, hija de Juan Francisco,
dueño de la fábrica La Tina.

3.7.2. SECUNDARIOS – Don Baltazar
Rehón de Meneses, amo de Rita que propone
empreñarla utilizando José Manuel, esclavo de don
Juan Francisco. – Don Juan Francisco, duño de La Tina,
padre de María Luz. – Rita, esclava de María Luz. –
El licenciado don Cosme de los Rios, fundador de La Tina. – don
Francisco Javier de Paredes, Marques de Salinas – Don Diego
Farfán de los Godos – Casilda, la negra que la
había amamantado desde cuando era niña a
María Luz. – El cura. – don Miguel Jerónimo. – El
negro Nicanor, esclavo al servicio de don Miguel Jerónimo.
– La enfermera doña Florentina – Centenar de concurrentes
a la fiesta de Corpus, entre señores y esclavos. –
Martina, esclava que le propuso hacerla abortar a María
Luz. – Habitantes de Piura.

3.7.3. REFERENCIALES. – Los
tíos de María Luz en Lima. – don José Manuel
de Sojo, presunto padre de José Manuel el mulato. – La
Madre de José Manuel.

3.8. TÉCNICA NARRATIVA. La
obra está narrada en tercera persona.

3.9. LENGUAJE. El lenguaje del autor
es expresivo, claro y sobrio. El lenguaje de los personajes es
popular del ámbito de los esclavos negros y de los
patrones es estándar popular y vulgar.

Conclusión

4.1. APRECIACIÓN
CRÍTICA.
El contenido sensual de la novela, junto con
el ataque a las hipocresías y falsedades sociales que
esconde el prejuicio racial, fueron los ingredientes más
sabrosos del punzante intercambio en la obra "Matalaché".

4.2. VALOR DE LA OBRA

4.2.1. POLÍTICO. La obra,
tiene importancia política , porque refiere desde el punto
de vista de la condición de los negros, a través de
ello se conoce que los gobernantes consideraban que la

esclavitud de los negros es una
situación muy importante en el progreso de la industrias,
por ende de un país.

4.2.2. SOCIAL. Es una novela con un
bien disfrazado propósito polémico por ser una de
las primeras novelas de tipo racial, en donde se advierten las
diferencias sociales que regían en la ciudad de Piura en
particular y en el Perú en general.

4.2.3. CULTURAL. La obra
"Matalaché", nos revela la costumbre y vivencias de los
pobladores de la ciudad de Piura, a través de esta obra
tenemos conocimiento de la historia colonial de la ciudad de
Piura. 4.4. MENSAJE. Que las barreras raciales pueden ser
vencidas por el amor. La obra, que nos presenta los amores de
María Luz y el mulato esclavo José Manuel se
refiere a un problema de carácter Universal: la igualdad
racial.

 

 

Autor:

Jenn_n

 

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