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Que es el medio ambiente




Enviado por beto



  1. Introducción
  2. Medio
    ambiente
  3. Constituyentes del medio
    ambiente
  4. Problemas medioambientales
  5. Perspectivas
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

Para poder comprender lo que ocurre a
nuestro alrededor y saber en cada momento y con exactitud de
qué estamos hablando, es fundamental que conozcamos un
conjunto de términos básicos que se van a emplear
con mucha frecuencia a lo largo de este tema.

Como además veremos, estos conceptos
referidos al medio ambiente están íntimamente
relacionados unos con otros, por lo que es importante dominarlos
bien para evitar confusion es.Por ello, este capítulo
está dedicado íntegramente a la definición y
explicación de estos conceptos.

Basta abrir un periódico o ver la
televisión para notar que el medio ambiente está de
moda. Pero, ¿sabemos realmente de qué estamos
hablando? El medio ambiente es el compendio de valores naturales,
sociales y culturales existentes en un lugar y un momento
determinado, que influyen en la vida material y
psicológica del hombre y en el futuro de generaciones
venideras. Es decir, no se trata sólo del espacio en el
que se desarrolla la vida de los seres vivos. Abarca,
además, seres humanos, animales, plantas, objetos, agua,
suelo, aire y las relaciones entre ellos, así como
elementos tan intangibles como la cultura. No obstante, en este
capítulo nos referiremos exclusivamente al componente
"natural" del medio ambiente.

OBJETIVOS:

Con el desarrollo de esta Unidad
Temática se pretende:

– Que alumnos y alumnas distingan los
diferentes conceptos y términos que se utilizan
habitualmente al referirnos al medio ambiente.

– Que el alumnado comprenda las
relaciones existentes entre el medio ambiente y el desarrollo
económico y social.

–Impulsar en la Institución
Educativa Departamental Rural, la implementación y
ejecución del proyecto de educación ambiental,
creando actitudes y comportamientos que lleven a mejorar la
calidad de vida de la comunidad educativa; formando ciudadanos
interesados en la búsqueda, explicación y
solución de problemas ambientales.

–Identificar la problemática
ambientales más sentida dentro de la institución
para buscar estrategias de solución. Comprometer a los
maestros y estudiantes en el desarrollo de actividades para la
preservación y la conservación del medio ambiente
dentro de la institución. Aprovechar los residuos
orgánicos para la fertilización de los
suelos.

Medio
ambiente, conjunto de elementos abióticos
(energía solar, suelo, agua y aire) y bióticos
(organismos vivos) que integran la delgada capa de la Tierra
llamada biosfera, sustento y hogar de los seres vivos.

El concepto de medio ambiente se define
como el sustento y hogar de todos los seres vivos que habitan el
ecosistema global, conocido como la biósfera. El medio
ambiente está constituido por elementos abióticos
(el medio y sus influencias) y bióticos (organismos
vivos). En la primera categoría se encuentra la
atmósfera, capa de gas que protege a la Tierra de las
radiaciones ultravioletas emitidas por el sol. Circula alrededor
del planeta manteniendo estable la temperatura de
éste.

El agua también es un componente
abiótico del medio ambiente. Ocupa siete de cada diez
partes de la Tierra; el 97% se encuentra en los océanos,
un 2% está congelada y 1% es agua dulce de ríos,
lagos, aguas subterráneas y humedad.

El suelo es un delgado manto que cubre la
superficie terrestre, y depende de su geografía la vida de
los organismos que habitan en ella, tanto plantas como animales.
Durante millones de años, el suelo ha estado sujetado a
constantes cambios producto del movimiento tectónico de
placas y la evolución del clima. En el cuaternario,
específicamente en el pleistoceno, el clima sufrió
grandes cambios, osciló entre frió y templado, lo
que trajo consigo una adaptación de la flora y fauna del
medio.

Con respecto a los elementos
bióticos, lo constituyen todos los organismos vivos que
habitan el medio ambiente; plantas, animales, y seres humanos.
Cada uno de éstos se complementan entre sí, las
plantas por un lado realizan fotosíntesis otorgando
oxígeno al medio, los animales le proporcionan nutrientes
a los humanos y a otros animales, y así se continúa
la cadena de un ecosistema específico.

En la actualidad, el medio ambiente ha
sufrido muchos cambios principalmente por la acción
humana. Sin embargo la mayoría de estos cambios han sido
negativos trayendo consigo considerables deterioros para el
ambiente.

Históricamente hablando, en primer
lugar la aparición del fuego modificó y
eliminó la vegetación natural, asimismo
erosionó el suelo, perjudicando a una gran cantidad de
animales. Con la revolución agrícola también
se modificó la flora natural del ambiente, pues se
requería de un espacio para llevar a cabo los cultivos.
Pero fue la Revolución Industrial la que trajo consigo una
gran coyuntura para nuestro hábitat y que hasta el
día de hoy sigue ocurriendo. Las emisiones de
dióxido carbono que atentan contra la atmósfera, la
utilización de hidrocarburos clorados en los pesticidas
que son muy resistentes a la degradación biológica,
se adhieren a los tejidos de las plantas y contaminan
notablemente el agua. Otro aspecto contaminante ha sido la
radiación nuclear que contribuye a la generación de
la lluvia radiactiva, además existe la posibilidad de que
se produzcan accidente nucleares como el de Chernóbil en
Ucrania en 1986.

La contaminación de componentes
abióticos del medio ambiente ha sido cada vez más
alarmante para los seres humanos. El abastecimiento de agua se ha
vuelto muy complejo y aun no se toma conciencia de que sin agua
no hay vida.

La atmósfera, que protege a la Tierra
del exceso de radiación ultravioleta y permite la
existencia de vida es una mezcla gaseosa de nitrógeno,
oxígeno, hidrógeno, dióxido de carbono,
vapor de agua, otros elementos y compuestos, y partículas
de polvo. Calentada por el Sol y la energía radiante de la
Tierra, la atmósfera circula en torno al planeta y
modifica las diferencias térmicas. Por lo que se refiere
al agua, un 97% se encuentra en los océanos, un 2% es
hielo y el 1% restante es el agua dulce de los ríos, los
lagos, las aguas subterráneas y la humedad
atmosférica y del suelo. El suelo es el delgado manto de
materia que sustenta la vida terrestre. Es producto de la
interacción del clima y del sustrato rocoso o roca madre,
como las morrenas glaciares y las rocas sedimentarias, y de la
vegetación. De todos ellos dependen los organismos vivos,
incluyendo los seres humanos. Las plantas se sirven del agua, del
dióxido de carbono y de la luz solar para convertir
materias primas en carbohidratos por medio de la
fotosíntesis; la vida animal, a su vez, depende de las
plantas en una secuencia de vínculos interconectados
conocida como red trófica.

Durante su larga historia,
la Tierra ha cambiado lentamente. La deriva continental
(resultado de la tectónica de placas) separó las
masas continentales, los océanos invadieron tierra firme y
se retiraron de ella, y se alzaron y erosionaron montañas,
depositando sedimentos a lo largo de las costas
(véase Geología). Los climas se caldearon
y enfriaron, y aparecieron y desaparecieron formas de vida al
cambiar el medio ambiente. El más reciente de los
acontecimientos medioambientales importantes en la historia de la
Tierra se produjo en el cuaternario, durante el pleistoceno
(entre 1,64 millones y 10.000 años atrás), llamado
también periodo glacial. El clima subtropical
desapareció y cambió la faz del hemisferio norte.
Grandes capas de hielo avanzaron y se retiraron cuatro veces en
América del Norte y tres en Europa, haciendo oscilar el
clima de frío a templado, influyendo en la vida vegetal y
animal y, en última instancia, dando lugar al clima que
hoy conocemos. Nuestra era recibe, indistintamente, los nombres
de reciente, postglacial y holoceno. Durante este tiempo el medio
ambiente del planeta ha permanecido más o menos
estable.

La especie Homo sapiens, es decir,
el ser humano, apareció tardíamente en la historia
de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar el medio ambiente
con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos hicieron su
aparición en África, no tardaron en dispersarse por
todo el mundo. Gracias a sus peculiares capacidades mentales y
físicas, lograron escapar a las constricciones
medioambientales que limitaban a otras especies y alterar el
medio ambiente para adaptarlo a sus necesidades.

Aunque los primeros humanos
sin duda vivieron más o menos en armonía con el
medio ambiente, como los demás animales, su alejamiento de
la vida salvaje comenzó en la prehistoria, con la primera
revolución agrícola. La capacidad de controlar y
usar el fuego les permitió modificar o eliminar la
vegetación natural, y la domesticación y pastoreo
de animales herbívoros llevó al sobre pastoreo y a
la erosión del suelo. El cultivo de plantas originó
también la destrucción de la vegetación
natural para hacer hueco a las cosechas y la demanda de
leña condujo a la denudación de montañas y
al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se
cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser
considerados plagas o depredadores.

Mientras las poblaciones humanas
siguieron siendo pequeñas y su tecnología modesta,
su impacto sobre el medio ambiente fue solamente local. No
obstante, al ir creciendo la población y mejorando y
aumentando la tecnología, aparecieron problemas más
significativos y generalizados. El rápido avance
tecnológico producido tras la edad media culminó en
la Revolución Industrial, que trajo consigo el
descubrimiento, uso y explotación de los combustibles
fósiles, así como la explotación intensiva
de los recursos minerales de la Tierra. Fue con la
Revolución Industrial cuando los seres humanos empezaron
realmente a cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su
atmósfera y la calidad de su agua. Hoy, la demanda sin
precedentes a la que el rápido crecimiento de la
población humana y el desarrollo tecnológico
someten al medio ambiente está produciendo un declive cada
vez más acelerado en la calidad de éste y en su
capacidad para sustentar la vida.

DIÓXIDO DE
CARBONO:

Uno de los impactos que
el uso de combustibles fósiles ha producido sobre el medio
ambiente terrestre ha sido el aumento de la concentración
de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. La
cantidad de CO2 atmosférico había permanecido
estable, aparentemente durante siglos, pero desde 1750 se ha
incrementado en un 30% aproximadamente. Lo significativo de este
cambio es que puede provocar un aumento de la temperatura de la
Tierra a través del proceso conocido como efecto
invernadero. El dióxido de carbono atmosférico
tiende a impedir que la radiación de onda larga escape al
espacio exterior; dado que se produce más calor y puede
escapar menos, la temperatura global de la Tierra
aumenta.

Un calentamiento global
significativo de la atmósfera tendría graves
efectos sobre el medio ambiente. Aceleraría la
fusión de los casquetes polares, haría subir el
nivel de los mares, cambiaría el clima regional y
globalmente, alteraría la vegetación natural y
afectaría a las cosechas. Estos cambios, a su vez,
tendrían un enorme impacto sobre la civilización
humana. En el siglo XX la temperatura media del planeta
aumentó 0,6 ºC y los científicos
prevén que la temperatura media de la Tierra subirá
entre 1,4 y 5,8 ºC entre 1990 y 2100.

ACIDIFICACIÓN:

Asociada también al uso de
combustibles fósiles, la acidificación se debe a la
emisión de dióxido de azufre y óxidos de
nitrógeno por las centrales térmicas y por los
escapes de los vehículos a motor. Estos productos
interactúan con la luz del Sol, la humedad y los oxidantes
produciendo ácido sulfúrico y nítrico, que
son transportados por la circulación atmosférica y
caen a tierra, arrastrados por la lluvia y la nieve en la llamada
lluvia ácida, o en forma de depósitos secos,
partículas y gases atmosféricos.

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opción "Descargar" del menú superior

La lluvia ácida es un importante
problema global. La acidez de algunas precipitaciones en el norte
de Estados Unidos y Europa es equivalente a la del vinagre. La
lluvia ácida corroe los metales, desgasta los edificios y
monumentos de piedra, daña y mata la vegetación y
acidifica lagos, corrientes de agua y suelos, sobre todo en
ciertas zonas del noreste de Estados Unidos y el norte de Europa.
En estas regiones, la acidificación lacustre ha hecho
morir a poblaciones de peces. Hoy también es un problema
en el sureste de Estados Unidos y en la zona central del norte de
África. La lluvia ácida puede retardar
también el crecimiento de los bosques; se asocia al
declive de éstos a grandes altitudes tanto en Estados
Unidos como en Europa.

DESTRUCCIÓN DEL
OZONO:

En las décadas de 1970 y 1980,
los científicos empezaron a descubrir que la actividad
humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la capa de
ozono, una región de la atmósfera que protege al
planeta de los dañinos rayos ultravioleta. Si no existiera
esa capa gaseosa, que se encuentra a unos 40 km de altitud
sobre el nivel del mar, la vida sería imposible sobre
nuestro planeta. Los estudios mostraron que la capa de ozono
estaba siendo afectada por el uso creciente de
clorofluorocarbonos (CFC, compuestos de flúor), que se
emplean en refrigeración, aire acondicionado, disolventes
de limpieza, materiales de empaquetado y aerosoles. El cloro, un
producto químico secundario de los CFC ataca al ozono, que
está formado por tres átomos de oxígeno,
arrebatándole uno de ellos para formar monóxido de
cloro. Éste reacciona a continuación con
átomos de oxígeno para formar moléculas de
oxígeno, liberando moléculas de cloro que
descomponen más moléculas de ozono.

Al principio se creía
que la capa de ozono se estaba reduciendo de forma
homogénea en todo el planeta. No obstante, posteriores
investigaciones revelaron, en 1985, la existencia de un gran
agujero centrado sobre la Antártida; un 50% o más
del ozono situado sobre esta área desaparecía
estacionalmente. En el año 2001 el agujero alcanzó
una superficie de 26 millones de kilómetros cuadrados, un
tamaño similar al detectado en los tres últimos
años. El adelgazamiento de la capa de ozono expone a la
vida terrestre a un exceso de radiación ultravioleta, que
puede producir cáncer de piel y cataratas, reducir la
respuesta del sistema inmunitario, interferir en el proceso de
fotosíntesis de las plantas y afectar al crecimiento del
fitoplancton oceánico. Debido a la creciente amenaza que
representan estos peligrosos efectos sobre el medio ambiente,
muchos países intentan aunar esfuerzos para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, los CFC
pueden permanecer en la atmósfera durante más de
100 años, por lo que la destrucción del ozono
continuará durante décadas.

HIDROCARBUROS CLORADOS:

El uso extensivo de pesticidas
sintéticos derivados de los hidrocarburos clorados en el
control de plagas ha tenido efectos colaterales desastrosos para
el medio ambiente. Estos pesticidas organoclorados son muy
persistentes y resistentes a la degradación
biológica. Muy poco solubles en agua, se adhieren a los
tejidos de las plantas y se acumulan en los suelos, el sustrato
del fondo de las corrientes de agua y los estanques, y la
atmósfera. Una vez volatilizados, los pesticidas se
distribuyen por todo el mundo, contaminando áreas
silvestres a gran distancia de las regiones agrícolas, e
incluso en las zonas ártica y antártica.

Aunque estos productos
químicos sintéticos no existen en la naturaleza,
penetran en la cadena alimentaria. Los pesticidas son ingeridos
por los herbívoros o penetran directamente a través
de la piel de organismos acuáticos como los peces y
diversos invertebrados. El pesticida se concentra aún
más al pasar de los herbívoros a los
carnívoros. Alcanza elevadas concentraciones en los
tejidos de los animales que ocupan los eslabones más altos
de la cadena alimentaria, como el halcón peregrino, el
águila y el quebrantahuesos. Los hidrocarburos clorados
interfieren en el metabolismo del calcio de las aves, produciendo
un adelgazamiento de las cáscaras de los huevos y el
consiguiente fracaso reproductivo. Como resultado de ello,
algunas grandes aves depredadoras y piscívoras se
encuentran al borde de la extinción. Debido al peligro que
los pesticidas representan para la fauna silvestre y para los
seres humanos, y debido también a que los insectos han
desarrollado resistencia a ellos, el uso de hidrocarburos
halogenados como el DDT está disminuyendo con rapidez en
todo el mundo occidental, aunque siguen usándose en
grandes cantidades en los países en vías de
desarrollo. A comienzos de la década de 1980, el EDB o
dibromoetano, un pesticida halogenado, despertó
también gran alarma por su naturaleza en potencia
carcinógena, y fue finalmente prohibido.

Existe otro grupo de compuestos
íntimamente vinculado al DDT: los bifenilos policlorados
(PCB). Se han utilizado durante años en la
producción industrial, y han acabado penetrando en el
medio ambiente. Su impacto sobre los seres humanos y la vida
silvestre ha sido similar al de los pesticidas. Debido a su
extremada toxicidad, el uso de PCB ha quedado restringido a los
aislantes de los transformadores y condensadores
eléctricos.

El TCDD es el más tóxico
de otro grupo relacionado de compuestos altamente tóxicos,
las dioxinas o dibenzo-para-dioxinas. El grado de
toxicidad para los seres humanos de estos compuestos
carcinógenos no ha sido aún comprobado. El TCDD
puede encontrarse en forma de impureza en conservantes para la
madera y el papel y en herbicidas. El agente naranja, un
defoliante muy utilizado, contiene trazas de dioxina.

OTRAS SUSTANCIAS
TÓXICAS:

Las sustancias tóxicas son
productos químicos cuya fabricación, procesado,
distribución, uso y eliminación representan un
riesgo inasumible para la salud humana y el medio ambiente. La
mayoría de estas sustancias tóxicas son productos
químicos sintéticos que penetran en el medio
ambiente y persisten en él durante largos periodos de
tiempo. En los vertederos de productos químicos se
producen concentraciones significativas de sustancias
tóxicas. Si éstas se filtran al suelo o al agua,
pueden contaminar el suministro de agua, el aire, las cosechas y
los animales domésticos, y han sido asociadas a defectos
congénitos humanos, abortos y enfermedades
orgánicas. A pesar de los riesgos conocidos, el problema
no lleva camino de solucionarse. Recientemente, se han fabricado
más de 4 millones de productos químicos
sintéticos nuevos en un periodo de quince años, y
se crean de 500 a 1.000 productos nuevos más al
año.

RADIACIÓN:

Aunque las pruebas nucleares
atmosféricas han sido prohibidas por la mayoría de
los países, lo que ha supuesto la eliminación de
una importante fuente de lluvia radiactiva, la radiación
nuclear sigue siendo un problema medioambiental. Las centrales
siempre liberan pequeñas cantidades de residuos nucleares
en el agua y la atmósfera, pero el principal peligro es la
posibilidad de que se produzcan accidentes nucleares, que liberan
enormes cantidades de radiación al medio ambiente, como
ocurrió en Chernóbil, Ucrania, en 1986. Un problema
más grave al que se enfrenta la industria nuclear es el
almacenamiento de los residuos nucleares, que conservan su
carácter tóxico de 700 a 1 millón de
años. La seguridad de un almacenamiento durante periodos
geológicos de tiempo es, al menos, problemática;
entre tanto, los residuos radiactivos se acumulan, amenazando la
integridad del medio ambiente.

PÉRDIDA DE TIERRAS
VÍRGENES:

Un número cada vez mayor de
seres humanos empieza a cercar las tierras vírgenes que
quedan, incluso en áreas consideradas más o menos a
salvo de la explotación. La insaciable demanda de
energía ha impuesto la necesidad de explotar el gas y el
petróleo de las regiones árticas, poniendo en
peligro el delicado equilibrio ecológico de los
ecosistemas de tundra y su vida silvestre. La pluvisilva y los
bosques tropicales, sobre todo en el Sureste asiático y en
la Amazonia, están siendo destruidos a un ritmo alarmante
para obtener madera, despejar suelo para pastos y cultivos, para
plantaciones de pinos y para asentamientos humanos. En la
década de 1980 se llegó a estimar que las masas
forestales estaban siendo destruidas a un ritmo de 20 ha por
minuto. Otra estimación daba una tasa de
destrucción de más de 200.000 km2 al
año. En 1993, los datos obtenidos vía
satélite permitieron determinar un ritmo de
destrucción de casi 15.000 km2 al año,
sólo en la cuenca amazónica. Esta
deforestación tropical podría llevar a la
extinción de hasta 750.000 especies, lo que
representaría la pérdida de toda una multiplicidad
de productos: alimentos, fibras, fármacos, tintes, gomas y
resinas. Además, la expansión de las tierras de
cultivo y de pastoreo para ganado doméstico en
África, así como el comercio ilegal de especies
amenazadas y productos animales podría representar el fin
de los grandes mamíferos africanos.

EROSIÓN DEL SUELO:

La erosión del suelo se
está acelerando en todos los continentes y está
degradando unos 2.000 millones de hectáreas de tierra de
cultivo y de pastoreo, lo que representa una seria amenaza para
el abastecimiento global de víveres. Cada año la
erosión de los suelos y otras formas de degradación
de las tierras provocan una pérdida de entre 5 y 7
millones de hectáreas de tierras cultivables. En el Tercer
Mundo, la creciente necesidad de alimentos y leña han
tenido como resultado la deforestación y cultivo de
laderas con mucha pendiente, lo que ha producido una severa
erosión de las mismas. Para complicar aún
más el problema, hay que tener en cuenta la pérdida
de tierras de cultivo de primera calidad debido a la industria,
los pantanos, la expansión de las ciudades y las
carreteras. La erosión del suelo y la pérdida de
las tierras de cultivo y los bosques reduce además la
capacidad de conservación de la humedad de los suelos y
añade sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los
embalses. Véase también Degradación
del suelo.

DEMANDA DE AGUA Y AIRE:

Los problemas de erosión descritos
más arriba están agravando el creciente problema
mundial del abastecimiento de agua. La mayoría de los
problemas en este campo se dan en las regiones semiáridas
y costeras del mundo. Las poblaciones humanas en expansión
requieren sistemas de irrigación y agua para la industria;
esto está agotando hasta tal punto los acuíferos
subterráneos que empieza a penetrar en ellos agua salada a
lo largo de las áreas costeras en Estados Unidos, Israel,
Siria, los estados árabes del golfo Pérsico y
algunas áreas de los países que bordean el mar
Mediterráneo (España, Italia y Grecia
principalmente). Algunas de las mayores ciudades del mundo
están agotando sus suministros de agua y en
metrópolis como Nueva Delhi o México D.F. se
está bombeando agua de lugares cada vez más
alejados. En áreas tierra adentro, las rocas porosas y los
sedimentos se compactan al perder el agua, ocasionando problemas
por el progresivo hundimiento de la superficie; este
fenómeno es ya un grave problema en Texas, Florida y
California.

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opción "Descargar" del menú superior

El mundo experimenta también un
progresivo descenso en la calidad y disponibilidad del agua. En
el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31
países afectados por escasez de agua y, según
estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
aproximadamente 1.100 millones de personas carecían de
acceso a agua no contaminada. En muchas regiones, las reservas de
agua están contaminadas con productos químicos
tóxicos y nitratos. Las enfermedades transmitidas por el
agua afectan a un tercio de la humanidad y matan a 10 millones de
personas al año.

Durante la década de 1980 y a
comienzos de la de 1990, algunos países industrializados
mejoraron la calidad de su aire reduciendo la cantidad de
partículas en suspensión así como la de
productos químicos tóxicos como el plomo, pero las
emisiones de dióxido de azufre y de óxidos
nitrosos, precursores de la deposición ácida,
aún son importantes.

Las perspectivas de futuro,
en lo que al medio ambiente se refiere son poco claras. A pesar
de los cambios económicos y políticos, el
interés y la preocupación por el medio ambiente
aún es importante. La calidad del aire ha mejorado, pero
están pendientes de solución y requieren una
acción coordinada los problemas de la lluvia ácida,
los clorofluoro carbonos, la pérdida de ozono y la enorme
contaminación atmosférica del este de Europa.
Mientras no disminuya la lluvia ácida, la pérdida
de vida continuará en los lagos y corrientes del norte, y
puede verse afectado el crecimiento de los bosques. La
contaminación del agua seguirá siendo un problema
mientras el crecimiento demográfico continúe
incrementando la presión sobre el medio ambiente. La
infiltración de residuos tóxicos en los
acuíferos subterráneos y la intrusión de
agua salada en los acuíferos costeros de agua dulce no se
ha interrumpido.

El agotamiento de los
acuíferos en muchas partes del mundo y la creciente
demanda de agua producirá conflictos entre el uso
agrícola, industrial y doméstico de ésta. La
escasez impondrá restricciones en el uso del agua y
aumentará el coste de su consumo. El agua podría
convertirse en la crisis energética de comienzos del siglo
XXI. La contaminación de las aguas dulces y costeras,
junto con la sobreexplotación, ha mermado hasta tal punto
los recursos de los caladeros piscícolas que sería
necesario suspender la pesca durante un periodo de cinco a diez
años para que las especies se recuperaran. Si no se
desarrollan esfuerzos coordinados para salvar hábitats y
reducir el furtivismo y el tráfico internacional ilegal de
especies salvajes, muchas de ellas se extinguirán. A pesar
de nuestros conocimientos sobre cómo reducir la
erosión del suelo, éste continúa siendo un
problema de alcance mundial. Esto se debe, en gran medida a que
muchos agrónomos y urbanistas muestran un escaso
interés por controlarla. Por último, la
destrucción de tierras vírgenes, tanto en las
regiones templadas como en las tropicales, puede producir una
extinción masiva de formas de vida vegetales y
animales.

Para reducir la degradación
medioambiental, las sociedades deben reconocer que el medio
ambiente es finito. Los especialistas creen que, al ir creciendo
las poblaciones y sus demandas, la idea del crecimiento
continuado debe abrir paso a un uso más racional del medio
ambiente, pero que esto sólo puede lograrse con un
espectacular cambio de actitud por parte de la especie humana. El
impacto de la especie humana sobre el medio ambiente ha sido
comparado con las grandes catástrofes del pasado
geológico de la Tierra; independientemente de la actitud
de la sociedad respecto al crecimiento continuo, la humanidad
debe reconocer que atacar el medio ambiente pone en peligro la
supervivencia de su propia especie.

Dentro de los esfuerzos por
controlar el deterioro medioambiental, en marzo de 2002, se puso
en órbita el satélite ambiental europeo
Envisat, con el fin de obtener información
precisa sobre el medio ambiente. El Envisat dispone de
10 instrumentos científicos que recogerán datos
sobre el nivel de los océanos, las emisiones de gases de
efecto invernadero, las inundaciones, el tamaño de la capa
de ozono, o la deforestación, entre otros. Los datos
enviados por el satélite servirán, no sólo
para conocer el estado de los ecosistemas, sino también
para tomar decisiones políticas y controlar el
cumplimiento, por parte de los distintos países, del
Protocolo de Kioto y de otros tratados
medioambientales.

El Medio Ambiente es la obra más
grande de Nuestro Señor, es por eso que debemos cuidarla y
conservarla para bien de nosotros mismos y de todos los seres
vivos que habitan nuestro planeta. Causas como la
destrucción de la capa de ozono, la contaminación
del agua, el dióxido de carbono, acidificación,
erosión del suelo, hidrocarburos clorados y otras causas
de contaminación como el derramamiento de petróleo
están destruyendo nuestro planeta, pero la "causa que
produce las demás causas" somos nosotros mismos…, hay
personas que no les importa tirar una lata en la calle o un
papel, o cualquier otra cosa, sabiendo que cada vez más
están contaminando el ambiente, lo correcto sería
colocar la basura o los residuos en la papelera o llevarlo al
basurero más cercano que se encuentre en la calle, con
respecto a la contaminación del aire los conductores
debería buscar la forma de que su vehículo no
origine tanto dióxido de carbono, que es totalmente
dañino así como también los ácidos
usados para las plantas, también los insecticidas y
demás sprays químicos, para la capa de ozono que es
muy importante para nosotros porque nos protege de los rayos
ultravioletas del sol. Mi mensaje es: "No tires basura donde no
debes, mantén limpio tu medio ambiente como si fuera tu
propia vida, porque lo es".

  • Bellamy, David y otros. Salvemos la
    Tierra. Madrid: Ediciones Aguilar, 1991. Obra de
    carácter divulgativa sobre los problemas
    medioambientales.

  • Bilbao, A. y otros. Desarrollo, pobreza
    y medio ambiente. Madrid: Ediciones Talasa, 1994. Obra
    divulgativa sobre el desequilibrio entre países ricos
    y pobres.

  • Drago, Tito. El futuro es hoy:
    reflexiones sobre medio ambiente. Madrid: Cruz Roja
    Española, 1990. Obra divulgativa que repasa los
    problemas ambientales más importantes;
    bibliografía.

  • Gribbin, John. El planeta amenazado.
    Madrid: Ediciones Pirámide, 1987. Reunión de
    artículos sobre los distintos problemas ambientales
    del planeta.

  • Tobías, M. El hombre contra la
    tierra. Población y biosfera al final del milenio.
    Barcelona: Ediciones Flor del Viento, 1996. Obra de
    carácter divulgativa.

  • Tapia, F. y otros. Medio ambiente:
    ¿alerta verde? Madrid: Editorial Acento, 1995. Obra de
    divulgación sobre desarrollo y gestión
    ambiental.

  • Comisión Mundial del Medio
    Ambiente. Nuestro futuro común. Alianza Editorial.
    Madrid, 1987.

  • Chinery, M. Guía Práctica
    para los Amantes de la Naturaleza. Blume. Barcelona,
    1979.

  • González Bernáldez, F.
    Ecología y Paisaje . H. Blume ediciones. Madrid,
    1981.

  • Van Dobben, W.H. (1980). C o ncepto
    unificador en ecología. Blume. Barcelona.

  • Varios Autores. Medio Ambiente en
    España. Centro de publicaciones del Ministerio de
    Medio Ambiente, 1999.

 

 

Autor:

Beto Coaquira Coaquira

DOCENTE :

DRA.ELIZABET VARGAS ONOFRE

UNIVERSIDAD ANDINA NÉSTOR
CÁCERES VELÁSQUEZ

ESCUELA DE POSTGRADO

MAESTRIA EN SALUD

MENCIÓN: SALUD
PÚBLICA

Monografias.com

JULIACA – PUNO – PERÚ

2012

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