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Regulación sobre el uso de armas en población civil




Enviado por daniel



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El surgimiento de
    la regulación sobre el uso de armas
  3. El monopolio del
    uso de la fuerza
  4. Principios
    jurídicos y los derechos generales
    vigentes
  5. El origen de las
    armas
  6. Conclusiones
  7. Algunos
    Antecedentes
  8. Glosario de
    abreviaturas utilizadas
  9. Bibliografía
    consultada
  10. Anexos

Introducción

El presente trabajo se inspiro en una
problemática actual respecto del control sobre la
regularización del uso de armas de fuego y los entes
capacitadores; teniendo en cuenta que la espiral de violencia que
se disemina por todo el mundo desde hace largas décadas,
reconoce causales económicas, sociales, culturales y
políticas, que están lejos de ser revertidas,
aún en las naciones más desarrolladas.

Los conocimientos adquiridos por mí en el
área se basan en la experiencia de doce (12) años
de ejercer como profesor instructor acreditado por el Re.N.Ar.
con la máxima categoría otorgada por esta entidad
que es la de I.T.A (instructor de tiro Categoría A) la
cual avala entre otras atribuciones la de ejercer controles
habilitantes en polígonos y armerías, como
así también de dictar capacitaciones, evaluar
idoneidades y formar nuevos instructores.

En nuestro país el ente regulador y controlador
del registro y uso de armas de fuego se denomina Registro
Nacional de Armas, (Re.N.Ar.) el presente trabajo
bibliográfico intentara dar cuenta del control que ejerce
o debería ejercer esta autoridad, intentando explicar
falencias del proceso como así también aciertos en
cuanto a aprobación y apoyo de proyectos de desarme, para
lograr este objetivo se plantearan varios capítulos,
desarrollando, con el apoyo del autor Luis Alberto
Romero,
una reseña histórica
socio-económica de nuestro país con el fin de
establecer posibles causas de la implementación de la
regulación de las armas de fuego, continuando con una
descripción sobre la búsqueda del poder a
través del Estado como poder supremo, desarrollando citas
de autores como Jorge Sabato y Thomas Hobbes. Se
informara acerca de los principios generales específicos
que afronten la regulación sobre las armas de fuego,
además se ilustrara al lector con una comparación
con otros países en donde los controles se ejercen de
maneras distintas, explayando las causas y consecuencias de
controles rigurosos como así también de la
inexistencia de dichos controles a fin de sembrar la
indecisión sobre qué futuro deberá abordar
nuestro Estado

Quedará expreso en el desarrollo del presente
trabajo, que todo ciudadano de la Nación Argentina es
pasible de adquirir un arma de fuego, solo debe reunir
mínimos requisitos acorde el arma que desee comprar: para
el caso de un arma calificada como de uso civil
la cual se trataría de calibres bajos (pero no menos
letales, de hecho, las armas pequeñas y livianas son las
más utilizadas en hechos masivos de violencia) como un
calibre .22 ya se trate de un revolver, una pistola o una
carabina, el comprador debe presentar una fotocopia de DNI, una
acreditación de domicilio (recibo de impuesto a su nombre)
y certificado de inexistencia de antecedentes penales; para el
caso de adquirir un arma de mayor calibre como ser calibre 9mm o
calibre .40, denominadas como armas de uso civil
condicional o armas de guerra
el requirente
deberá presentar un certificado de medios de vida (recibo
de sueldo o jubilación), certificado de salud
psicofísica y un certificado de idoneidad (otorgada por un
instructor de tiro habilitado).

Debido a una modificación legal, en
el 2003, que mas adelante explayare, los requisitos se hicieron
más estrictos, eso motivo una merma en la cantidad de
personas que registren sus armas.

Según la encuesta de «Small Arms Survey"
(Instituto de Estudios internacionales, Ginebra Suiza) se estima
que hay unos 639 millones de armas pequeñas circulando
en el mundo, una por cada 10 personas, y cada año se
producen 8 millones de armas nuevas.

Las armas dispensan una falsa sensación de
seguridad que registra escaso correlato con las
estadísticas y lo que ocurre en la vida real. Usada como
herramienta para la autodefensa, su presencia en el hogar puede
generar el riesgo de muerte al resistir robos u otros hechos,
accidentes fatales por manipulación incorrecta o alentar
comportamientos suicidas de personas con problemas
psíquicos temporales o definitivos.

Planteado este escenario, se intentara dejar en
evidencia que el control de armas surge como un objetivo
fundamental para brindar seguridad a una sociedad en estos
tiempos violentos; pero además surge otro interrogante:
¿quién controla a los instructores de armas?, los
entes capacitados y avalados para enseñar a usar un arma
de fuego; ¿Quién preescribe su metodología y
contenidos de la enseñanza, y a quienes va
dirigido?

Daniel Zielinski

Capítulo I

El surgimiento de
la regulación sobre el uso de armas

"…los pueblos no tienen un
carácter activo en los sucesos. Sufren, pagan y
esperan…"

Domingo F. Sarmiento (Domingo
Faustino Sarmiento (San Juan, 15 de febrero de 1811
Asunción, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) fue un
político, escritor, docente, presidente de la
Nación Argentina entre 1868 y 1874).

En el presente capitulo se intentara introducir al
lector a través de un enfoque histórico, cimentado
en la obra "breve historia contemporánea de la Argentina"
de Luis Alberto Romero, con el fin de orientar al leyente acerca
de la situación socio económica y política
del país al momento de la creación de una ley, cuyo
único fin resultaría llevar un registro y control
de los ciudadanos que posean armas de fuego en su propiedad.
Ubicados en la década del 70, la República
Argentina se hallaba bajo un manto oscuro carente de un estado
benefactor, una seguidilla de gobiernos interrumpidos y
derrocados, un notable descenso de la economía y otras
intervenciones, promesas no cumplidas y frustraciones acumuladas,
fue el producto de protestas populares y represiones armadas cada
vez más reiteradas y violentas.-

Paradójicamente, las sociedades modernas
equipadas con todo tipo de bienes materiales y protecciones, son
aquellas en donde el sentimiento de inseguridad no solo es moneda
corriente sino que atraviesa todos los estratos sociales. Esta
paradoja lleva a R.Castel[1]a plantear una
hipótesis por demás interesante; la inseguridad
moderna no sería la ausencia de protecciones o medios sino
todo lo contrario, una obsesiva manía vinculada a la
búsqueda incesante de seguridad en un mundo social
interrelacionado. Esta propia búsqueda frenética en
si es la que genera el constante sentimiento de inseguridad. No
toda sensación sobre la inseguridad es proporcional a un
peligro real, sino mas bien el desfase entre una expectativa
desmedida y los medios proporcionados para poner en
funcionamiento la protección; en otros términos
estar protegido –sugiere el autor- implica estar amenazado;
a medida que la sociedad va alcanzando nuevas metas en la
materia, otras nuevas surgen dando origen a riesgos que no
habían sido tenidos en cuenta.

Citando a John Locke, castel explica "…dado
que el individuo ya no está tomado en las redes
tradicionales de dependencia y de protección, lo que lo
protege es la propiedad. La propiedad es la base de recursos a
partir de la cual un individuo puede existir por sí mismo
y no depende de un amo o de la caridad del prójimo. Es la
propiedad la que garantiza la seguridad frente a las
contingencias de la existencia"
(castel, 2006:23)

Por ende, el ciudadano propietario puede y tiene a su
disposición todos los recursos legales del Estado moderno
para protegerse a sí mismo y como solo la seguridad puede
ser total en Estados absolutos –merito Hobbesiano-; en la
mayoría de los casos estas estructuras no pueden regular
en una dimensión total los comportamientos e interacciones
individuales. En su vulnerabilidad, el ciudadano recurre
excesivamente a la protección del Estado y éste a
su vez se complejiza burocratizando sus procedimientos, en fin,
como advierte Hobbes, La seguridad total viene acompañada
de la total falta de garantías y libertades. La constante
frustración que sienten los individuos en cuanto a este
creciente sentimiento de "estar protegidos" y las carencias de un
Estado cada vez menos omnipresente, sugiere la idea de una
economía del miedo o mejor dicho una economía de la
protección como acertadamente ha sugerido Castel.
[2]

Ubicándonos en la Argentina de la década
del 70, era necesario reorganizar el estado, hacerlo fuerte, con
autoridad y recursos, y controlable desde su cima; una
renovación de la sociedad, de sus maneras de
organización y representación, que liquidara las
formas políticas de liberalismo, juzgadas nefastas, y
creara las bases para otras, naturales, orgánicas y
jerárquicas.

Se proclamo el comienzo de una etapa revolucionaria, y a
la constitución se le adoso un Estatuto de la
Revolución Argentina, por el cual juro el general Juan
Carlos Ongania, presidente designado por la junta de comandantes,
que se mantuvo en el poder hasta junio de 1970, se disolvieron
los partidos políticos cuyos bienes fueron confiscados y
vendidos, para confirmar lo irreversible de la clausura de la
vida política; en cuestiones de seguridad se
institucionalizó la representación de las armas por
la vía de sus comandantes.-

El blanco principal fue la universidad, que era vista
como el lugar típico de la infiltración, la cuna
del comunismo, el foco del desorden, pues se consideraba que las
manifestaciones en reclamo de mayor presupuesto eran un caso de
gimnasia subversiva. Las universidades fueron intervenidas
acabando con la autonomía académica. El 29 de julio
de 1966, en "la noche de los bastones largos", la policía
irrumpió en algunas facultades y apaleo a alumnos y
profesores.-

La censura se extendió a las manifestaciones
más diversas de las nuevas costumbres, como las minifaldas
o el pelo largo, expresión de los males que, según
la iglesia, eran la antesala del comunismo: el amor libre, la
pornografía, el divorcio.

Otra medida espectacular fue el cierre de la
mayoría de los ingenios azucareros en la provincia de
Tucumán; en todos los casos la protesta sindical, que fue
intensa, resulto acallada con violencia.

En estos años de expansión del Estado
parecía perfectamente funcional con la
reestructuración del capitalismo, pero probablemente no se
ocultaban a sus beneficiarios los peligros potenciales de
conservar activa una herramienta tan
poderosa.[3]

El estallido ocurrido en córdoba en mayo de1969
vino precedido de una ola de protestas estudiantiles en diversas
universidades (en córdoba murió un estudiante,
Santiago Pampillon) se realizo una huelga general y grupos de
estudiantes y obreros, a los que se sumo mucha otra gente,
ganaron el centro de la ciudad. La fortísima
represión policial genero un violento enfrentamiento: hubo
barricadas, hogueras y asaltos a negocios, finalmente intervino
el ejercito recuperando el control salvo en algunos lugares donde
había existencia de francotiradores que retrasaron a los
militares mientras manifestantes reaparecían asaltando
comisarías. Finalmente el 31 de mayo de 1969 se
restableció el orden con un lamentable saldo de entre
veinte y treinta muertos, unos quinientos heridos y otras
trescientas personas detenidas; esta acción en masa y
represión fue y será conocida como "el Cordobazo";
este fue un episodio fundador de una ola de movilización
social que se prolongo hasta 1975. Por eso su valor
simbólico fue enorme, aunque de él hicieron
lecturas diversas; pero cualquiera fuera la
interpretación, un punto era indudable: el enemigo de
la gente que masivamente salió a la calle era el poder
autoritario.

Hacia 1972 los sindicatos de la automotriz adoptaron una
acción gremial fuertemente transgresora, al borde de la
violencia, que incluía ocupaciones de plantas y tomas de
rehenes; las explosiones urbanas se prolongaron en
manifestaciones callejeras, y en acciones más cotidianas
de reclamo en barrios o villas de emergencia; se trataba de un
coro múltiple, heterogéneo pero unitario, al que se
sumaban voces de otros intereses heridos como productores o
sectores empresariales. Unos y otros se legitimaban
recíprocamente y conformaron un imaginario social
sorprendente, una verdadera "primavera de los pueblos" que fue
creciendo y cobrando confianza hasta madurar plenamente en
1973.

En todo el mundo se advertía la ola de
descontento que recorría la sociedad; se expreso en Praga,
México o Berkeley, culmino en parís clamando contra
el autoritarismo, el imperialismo trastabillaba visiblemente
frente a la ola de emancipación; la sorprendente capacidad
de resistencia del pueblo de Vietnam mostrando la imagen
derrotada de un gigante; china y su revolución cultural;
la imagen del presidente Mao, así como la de Fidel
oscilaban entre el mundo socialista y un tercer mundo; la
acción del che Guevara en Bolivia mostro posibilidades y
limites del foco revolucionario, pero sobre todo su muerte dio
origen al símbolo más fuerte de quienes luchaban de
una u otra manera, por la liberación.

Desde 1967 fueron surgiendo distintos grupos (en el
ámbito de izquierda o del peronismo): Fuerzas Armadas
Peronistas, Descamisados, Fuerzas Armadas Revolucionarias (far),
Fuerzas Armadas de Liberación, y hacia 1970 las dos que
tuvieron más trascendencia: la Organización
Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (erp).
Desde el secuestro y asesinato del general Aramburu en 1970 por
obra de los montoneros, y hasta 1973 los actos de violencia
fueron en crecimiento, aunque su sentido no siempre era claro,
muchos tenían que ver con el equipamiento de las
organizaciones: armas, dinero y material médico, aunque en
el caso de Aramburu el móvil fue claro:
venganza

Las organizaciones eran la vanguardia de la
movilización popular, cuya representación
consistía en la acción violenta llevada hasta sus
últimas consecuencias: el enemigo, (lacayos del
imperialismo, ejército de ocupación) debía
ser aniquilado.[4]

Las discrepancias sobre cómo enfrentar a las
organizaciones armadas y a la protesta social eran crecientes, se
creó un fuero antisubversivo y tribunales especiales para
juzgar a los guerrilleros.

Para el gobierno el centro de la cuestión estaba
en el GAN (gran acuerdo nacional), la propuesta inicial del
gobierno contemplaba una condena general de la subversión,
garantías sobre la política económica y el
respeto a las normas democráticas, y que asegurara a las
fuerzas armadas tutelar por la seguridad, hecho este imposible
dado el clima del momento.

El 11 de marzo de 1973 el país voto masivamente
contra los militares y el poder autoritario.-
[5]

Las raíces de los conflictos violentos,
según sus protagonistas, se hallaban en una
economía exasperante, en promesas no cumplidas y
frustraciones acumuladas.

En este año y con nuevo gobierno, lo más
notable fue el crecimiento del sector agropecuario,
también crecieron las exportaciones industriales,
aprovechando las oportunidades de libre comercio; el impacto de
la crisis disminuyo y el margen para el crecimiento industrial
aumento, se modernizo y se acercó como nunca antes a los
estándares internacionales; hubo un crecimiento del
mercado interno debido al aumento de empleo industrial y sobre
todo de la construcción, junto con una recuperación
en los ingresos de los asalariados; mas allá de las
políticas racionalizadoras, los sindicatos conservaron su
eficiencia en la defensa de sus representados, pero hacia 1973 su
expansión ya se acercaba a los límites de la
capacidad instalada.

En suma, la iniciativa para la paz social pasaba por el
Estado, quien sin embargo, no había disminuido ni los
atributos ni su capacidad para definir las reglas del
juego.

La experiencia que se inicio en 1973 con una
elección donde la voluntad popular se expreso libre y
acabadamente, dejo visible que la ola de movilización, que
estaba llevando el enfrentamiento social a un punto extremo,
contenía en sus orígenes elementos que llevaban a
identificar al poder con el enemigo y la represión, y este
debía tomárselo para reprimir a su vez al enemigo.
Convertida en parte de una máquina de guerra, la
movilización popular fue apartada de la alternativa
democrática y llevada a dar en otro terreno el combate
final.[6]

En términos generales, según Michel
Foucault, el interrogante será, en el fondo, como mantener
un tipo de criminalidad dentro de los límites que sean
social y económicamente aceptables y alrededor de una
medida que se considere, por decirlo de algún modo, optima
para un funcionamiento social dado. La primera forma, consiste en
sancionar una ley y fijar un castigo a quien la infrinja, es el
sistema del código legal con partición binaria
entre lo permitido y lo vedado y un acoplamiento que es
justamente el meollo del código, entre un tipo de
acción prohibida y un tipo de castigo. Se trata entonces,
del mecanismo legal o jurídico; la segunda forma, se trata
de la ley encuadrada por mecanismos de vigilancia y
corrección, es el mecanismo disciplinario, un mecanismo
que va a caracterizarse por toda una serie de técnicas
adyacentes, policiales, medicas, psicológicas, que
correspondan a la vigilancia; la tercera forma es la que
caracteriza el dispositivo de seguridad, dispositivo que va a
insertar el fenómeno en cuestión dentro de una
serie de acontecimientos probables. Las reacciones del poder
frente a este fenómeno se incorporaran a un cálculo
de costos, en lugar de establecer una división binaria
entre lo permitido y lo vedado, se fijaran por una parte una
media considerada como óptima y por otra, límites
de lo aceptable.

La primera forma o sistema legal, es el funcionamiento
penal arcaico, que rigió desde la edad media hasta los
siglos XVII-XVIII. La segunda forma es lo que se podría
llamar moderna, introducido a partir del siglo XVIII, mientras
que el tercero es el sistema –según Foucault
contemporáneo, cuya problemática comenzó a
manifestarse bastante pronto, pero que hoy se organiza en torno
de las nuevas formas de penalización y el cálculo
de costos; se trata de las técnicas
norteamericanas.

Continuando con el curso en el college de France dictado
por Michel Foucault en 1977 -1978 sobre Seguridad, territorio y
población; el autor pone de manifiesto que no tenemos de
ninguna manera una serie en la cual los elementos se suceden unos
a otros y los que aparecen provocan la desaparición de los
precedentes. No hay era de lo legal, era de lo disciplinario, era
de la seguridad. No tenemos mecanismos de seguridad que tomen el
lugar de los mecanismos disciplinarios, que a su vez hayan tomado
el lugar de los mecanismos jurídico legales. La
cuestión fundamental (continúa) es la
economía y la relación económica entre el
costo de la represión y el coste de la delincuencia.
[7]

Capítulo II

El monopolio del
uso de la fuerza

"El único Estado estable es
aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la
ley"

Aristóteles (384 a. C.–
322 a. C.) Filósofo, lógico y científico de
la Antigua Grecia

En el presente capitulo se intenta poner de
manifiesto la búsqueda del control del Estado como poder
supremo, capaz de distribuir beneficios o perjuicios inmediatos;
como así también la búsqueda de una
estabilidad de parte de los grupos sociales predominantes con el
único fin de prevalecer su "statu quo". Para lograr este
objetivo, Se hace hincapié en el texto de Jorge Sabato,
"la clase dominante en la Argentina moderna"; y para poder
establecer un concepto el Estado y su importancia en una
sociedad, se toma en cuenta citas del "leviatán" de Thomas
Hobbes a fin de comprender la importancia del mismo y su
función de poder supremo sobre todos los habitantes del
mismo. Finalmente para retomar el tema se propondrá dar
explicación de los controles que ejerce el Estado en la
regulación de las armas de fuego

La causa final, fin o designio de los hombres al
introducir una restricción sobre sí mismos (en la
que los vemos vivir formando Estados) es el cuidado de su propia
conservación. Ante ello se puede aducir que el fin del
Estado es, particularmente, la seguridad.

Si no se ha instituido un poder o no es suficientemente
grande para nuestra seguridad, cada uno fiara tan solo, y
podrá hacerlo legalmente, sobre su propia fuerza y
maña, para protegerse contra los demás hombres. El
único camino para erigir semejante poder común,
capaz de defenderlos contra las injurias ajenas,
asegurándoles de tal suerte que por su propia actividad y
por los frutos de la tierra puedan nutrirse a sí mismos y
vivir satisfechos, es conferir todo su poder y fortaleza a un
hombre o a una asamblea de hombres, todos los cuales, por
pluralidad de votos, puedan reducir sus voluntades a una
voluntad. Esto equivale a decir: elegir un hombre o una asamblea
de hombres que represente su personalidad, y que cada uno
considere como propio y se reconozca a sí mismo como autor
de cualquiera cosa que haga o promueva quien representa su
persona, en aquellas cosas que conciernen a la paz y a la
seguridad comunes; como si cada uno dijera a todos: autorizo
y transfiero a este hombre o asamblea de hombres mi derecho a
gobernarme a mí mismo, con la condición de que
vosotros transferiréis a él vuestro derecho, y
autorizaréis todos sus actos de la misma
manera
.

La multitud así unida en una persona se denomina
ESTADO, en latín CIVITAS. Esta es la generación del
gran LEVIATAN, o más bien hablando, del dios
mortal
. En virtud de esta autoridad que se le confiere por
cada hombre particular en el estado, posee y utiliza tanto poder
y fortaleza, que por el terror que inspira es capaz de conformar
las voluntades de todos ellos para la paz, en su propio
país, y para la mutua ayuda contra sus enemigos, en el
extranjero; podemos definir así al Estado como: una
persona de cuyos actos se constituye en autora de una gran
multitud mediante pactos recíprocos de sus miembros con el
fin de que esa persona pueda emplear la fuerza y medios de todos
como lo juzgue conveniente para asegurar la paz y defensa
común.

Al titular de esta persona se lo denomina SOBERANO, y
por ende se dice que tiene poder soberano.

Se alcanza este poder soberano por dos conductos. Uno
por fuerza natural, como cuando un hombre hace que sus hijos y
los hijos de sus hijos le estén sometidos, siendo capaz de
destruirlos si se niegan a ello; o que por actos de guerra somete
a sus enemigos a su voluntad, concediéndoles la vida a
cambio de esa sumisión. Y el otro procedimiento ocurre
cuando los hombres se ponen de acuerdo entre sí, para
someterse a algún hombre o asamblea de hombres
voluntariamente, en la confianza de ser protegidos por ellos
contra todos los demás. Este último caso se
denomina estado político, o Estado por
institución.[8]

La misión del soberano (sea monarca o asamblea)
consiste en el fin para el cual fue investido con el soberano
poder, que no es otro sino el de procurar la seguridad del
pueblo; a ello está obligado por la ley de la naturaleza,
así como rendir cuenta a Dios. Entiéndase por
seguridad, como ya lo afirmara Thomas hobbes en leviatán,
no solo una simple conservación de la vida, sino
también de todas las excelencias que el hombre puede
adquirir para sí mismo por medio de una actividad legal,
sin peligro ni daño para el Estado.

Desde el 06 de setiembre de 1930 hasta el 10 de
diciembre de 1983, la Argentina tubo veinticuatro presidentes de
la República; dieciséis de los cuales fueron
generales. En ese lapso se produjeron seis golpes de Estado
triunfantes de las Fuerzas Armadas contra gobiernos elegidos.
Como presidentes elegidos solo Justo y Perón pudieron
cumplir el período establecido por la constitución
y no es casual que ambos fueran militares que previamente
habían ejercido liderazgos en el ejército. Pero es
pertinente señalar que también los regímenes
militares fueron inestables.

Una visión menos inmediata pone en evidencia
facetas sugestivas como los sectores privilegiados en la
Argentina conspiraron tradicionalmente contra los gobiernos
elegidos; la primera conclusión obvia, es que estos
sectores privilegiados, además de ser incapaces de ejercer
o controlar a los gobiernos elegidos, tampoco fueron aptos para
establecer alianzas permanentes y perdurables con los militares
que los ayudaban a derribarlos. Los grupos sociales dominantes
prefirieron y estimularon sistemáticamente la ruptura de
toda estabilidad política en el país con el
único fin de defender y prevalecer su statu quo.
A través del Estado podían fijarse condiciones de
funcionamiento de la economía que modificaban la
distribución del ingreso entre diferentes sectores
productivos y, correlativamente, entre los distintos grupos y
clases sociales existentes en el país. Luego se
comprobó que ese poder podía manejarse tanto a
favor como en contra de los intereses de los grupos
privilegiados. Por consiguiente, la captura del gobierno, el
control del aparato de decisión estatal, capaz de
distribuir prebendas y otorgar castigos, paso a constituir una
cuestión política esencial en relación con
los beneficios o perjuicios inmediatos que podían
sufrirse. Les otorgo a los funcionarios estatales una creciente
autonomía política, en particular a las Fuerzas
Armadas, cuya intervención servía para derrocar y
ocupar gobiernos.

De este modo, en el escenario político argentino
se fue perfilando, progresivamente, un nuevo actor que
comenzaría a tratar de acumular poder
propio.[9]

Pero no se puede permitir que un chico adentro de un
country tenga más posibilidades de seguridad que uno de la
misma edad que está afuera. El Estado debe
garantizarles a todos los que habitan el territorio, sobre el que
ejerce soberanía, que puedan circular por la vía
pública sin pánico ni temor; Debe garantizarles a
todos por igual que no corran riesgo al salir de su casa. Esto
debe ser igual para todos, para quienes tienen más
recursos económicos y para los que no. Hoy el Estado o
mejor dicho los representantes del Estado prestan fallidamente
con el servicio de seguridad, algunos están más
seguros que otros, ya que algunos pueden optar por contratar una
seguridad privada. Una democracia no puede aceptar esta base
desigual para sus ciudadanos; existen autores como Santiago CUNEO
quien se opone rotundamente al servicio de seguridad privada y
contratada ya que, según él, este servicio lo
debería garantizar el Estado y no a través de
empresas privadas creadas para tal fin, como lo enunciara en su
libro "Inseguridad pública, negocio
privado
".

Controles del Estado

Según el diccionario de la real academia
española, el termino regulación, lo
describe como la acción que consiste en someter o sujetar
una cosa a determinadas normas o reglas, reglar el funcionamiento
de un sistema, determinar normas; es decir que se trata del
establecimiento de normas, reglas o leyes dentro de un
determinado ámbito, su objetivo es mantener un orden,
llevar un control y garantizar los derechos de todos los
integrantes de una comunidad. Quienes son regulados deben acatar
una serie de reglas ya establecidas para evitar cometer una falta
o un delito; para ello es importante que las autoridades o ente
regulador lleven un adecuado control para asegurarse que estas
regulaciones vigentes sean cumplidas.-

El Estado actual ejerce un control absoluto sobre la
regulación de armas de fuego a través del
ministerio de defensa, hoy conocido como el ministerio de
justicia y derechos humanos, que a su vez derivan esa
responsasibilidad en un único organismo registral: el
Registro Nacional de Armas (Re.N.Ar.).; esta entidad a
través de la ley 20429/73 tiene la potestad de otorgar
permisos de compra, tenencia y portación de las armas de
fuego a todos los habitantes de la Nación Argentina;
habiendo establecido con anterioridad la calidad y
definición de usuarios y una breve clasificación de
armas, podemos a continuación manifestar los
procedimientos registrales;

El Legítimo Usuario es la persona física o
jurídica, que luego de cumplir las exigencias legales y
reglamentarias establecidas, se encuentra autorizada para acceder
conforme su categoría a los diferentes actos que la
normativa vigente prevé para las armas de fuego (tenencia,
transporte, uso, portación, comercialización en sus
diferentes modalidades, etc.) [10]

Para continuar el desarrollo del trabajo, es necesario
dejar en claro algunos conceptos, como ser:
armas: todo elemento con la capacidad de aumentar
el poder defensivo u ofensivo de una persona; si bien su
clasificación es muy amplia, nos limitaremos a las armas
propias (Elementos creados para tal fin) y más
específicamente a las armas de fuego
entiéndase como tal al conjunto de piezas mecánicas
que actúan por intermedio de la deflagración de un
compuesto químico denominado pólvora, capaz de
lanzar un proyectil a distancia con precisión y
dirección; los cuales a fin de su uso se dividen en cuatro
grupos (armas de uso civil – armas de uso civil
condicional – armas de uso exclusivo de FFAA – y
armas de uso prohibido
) es dable dejar en claro que para
explicar cada uno de estos grupos tendríamos que
adentrarnos en datos técnicos de funcionamiento y calibres
que no son relevantes para el presente trabajo; no así las
dos primeras que son las que atañen el proyecto y
definiré a continuación:.

Clasificación legal de las armas
[11]

USO CIVIL CONDICIONAL (ARMAS DE
GUERRA)

a. Carabinas y fusiles:

De carga tiro a tiro, repetición o
semiautomáticas son de Uso Civil Condicional, siempre que
superen el calibre .22 LR.

Por ejemplo; una carabina o fusil calibre
.22 magnum es de uso civil condicional.

Fusil: Es el arma de hombro, de
cañón estriado, que posee una recámara
formando parte alineada permanentemente con el ánima del
cañón. Los fusiles pueden ser de carga tiro a tiro,
de repetición, semiautomáticos, y
automáticos

Carabina: Arma de hombro de
características similares a las del fusil, cuyo
cañón no sobrepasa, los 560 mm de
longitud.

b. Escopetas:

Se clasifican dentro de este tipo, aquellas
escopetas que tuvieren su sistema de disparo
semiautomático y las de carga tiro a tiro o
repetición, cuyos cañones estén comprendidos
entre 380 mm y 600 mm.

Escopeta: Es el arma de hombro de uno o dos
cañones de ánima lisa, que se carga normalmente con
cartuchos conteniendo perdigones.

c. Pistolas:

Todas aquellas de calibre superior al .25 y
todos los calibres "magnum".

Pistola: Es el arma de puño de uno o
dos cañones de ánima rayada, con su recámara
alineada permanentemente con el cañón. La pistola
puede ser de carga tiro a tiro, de repetición o
semiautomática.

d. Revólveres:

Todos los que superen el calibre .32 y
todos los calibres "magnum".

Revólver: Es el arma de puño
que posee una serie de recámaras en un cilindro o tambor
giratorio montado coaxialmente con el cañón. Un
mecanismo hace girar el tambor de modo tal que las
recámaras son sucesivamente alineadas con el ánima
del cañón. Según el sistema de accionamiento
del disparador, el revólver puede ser de acción
simple o de acción doble

ARMAS DE USO CIVIL

Son todas aquellas no comprendidas en el
párrafo anterior.

ARMAS DE USO EXCLUSIVO DE LA INSTITUCIONES
ARMADAS

Son todas las pistolas ametralladoras y las
semiautomáticas con cargadores de quita y pon, derivadas
de armas de uso militar de calibre superior al .22LR.

ARMAS DE USO PROHIBIDO

a. Todas las escopetas cualquiera
sea su sistema de disparo, cuyos cañones sean inferiores a
380 mm.

b. Todo pistolón de calibre
superior al 28.

c. Agresivos químicos
letales.

d. Armas electrónicas de
efectos letales.

e. Armas disimuladas.

f. Visores nocturnos reticulados
adaptables a un arma para efectuar puntería.

g. Visores infrarrojos de cualquier
tipo reticulados adaptables a un arma para efectuar
puntería.

h. Silenciadores.

Otro concepto a identificar es el de
población civil: entendiéndose como
población el grupo de personas que vive en un área
o espacio geográfico, (en este caso los habitantes de la
Nación Argentina); y civil se aplica a la persona que no
es militar ni eclesiástico¹. Por lo tanto en adelante
todo ciudadano Argentino que no pertenezca o se desempeñe
en una fuerza armada o de seguridad será identificado como
población civil.

Para obtener una credencial de legítimo usuario
(C.L.U.) según su categoría:

Uso Civil o Uso Civil Condicional, se
debe acreditar en términos generales:

  • Ser mayor de 21 años de edad,

  • Identidad (copia xerográfica de
    DNI)

  • Domicilio real (recibo de impuesto a su
    nombre)

  • Inexistencia de antecedentes desfavorables
    jurisdiccionales o judiciales a través de la
    certificación que expide la Dirección Nacional
    de Reincidencia y Estadística Criminal conforme
    corresponda

Armas de uso civil condicional o armas de
guerra
deberá acreditar además:

  • Medio lícito de vida (copia
    xerográfica de recibo de sueldo)

  • Idoneidad en el manejo de armas de fuego (otorgada
    por un I.T)

  • Certificación expedida por profesional
    médico, o psiquiatra, o médico y
    psicólogo o licenciado en psicología sobre el
    estado de salud psicofísica del
    solicitante.

Una vez aprobados estos requisitos se le
concederá al ciudadano una credencial habilitante por el
término de cinco (5) años la cual autoriza la
tenencia de un arma de fuego, permitiendo al legítimo
usuario (art. 57 Dto. 395/75) entre otras acciones:

1. Mantener el arma en su poder

2. Usarla para los fines específicos a que
se refiere la autorización, en el lugar
adecuado

3. Transportarla acompañada con la
documentación correspondiente

4. Adiestrarse y practicar en los
polígonos autorizados

5. Adquirir y mantener la munición para la
misma……

Y hacer uso de ella con libre albedrio acorde lo
establecido por el C.P.N. Este trámite se denomina
"tenencia"; es decir poseer un arma de fuego pero no el derecho
de llevarla consigo, salvo en condición de transporte;
debiendo en este punto marcar una diferencia entre
portación y transporte: La diferencia mayor reside en la
posibilidad de uso inmediato; es decir la portación
autoriza al usuario a llevar consigo el arma cargada y lista para
usar en cualquier momento; el transporte en cambio solo autoriza
al usuario a poseer un arma y en caso de necesitar trasladarla,
debe hacerlo por separado el arma por un lado y las municiones
por otra a fin de evitar su uso inmediato.

A partir del 10 de julio de 2007 El Estado asume como
política pública la necesidad de disminuir la
violencia armada producto de la proliferación de armas de
fuego tanto en el mercado legal como en el ilegal, se encuentra
en vigencia otro de los controles que ejerce sobre el control de
armas de Fuego y consiste en la entrega VOLUNTARIA Y
ANÓNIMA (ver anexo I) de armas y municiones a
cambio de un incentivo económico que va desde los 200 a
los 600 pesos, de acuerdo al tipo de arma o munición,
pudiendo entregar armas en las delegaciones de RENAR y en los
puestos móviles en diferentes puntos del país, las
cuales Inmediatamente son inutilizadas por el personal
especializado del RENAR mediante el empleo de una prensa
hidráulica, y a posterior todas las armas recolectadas
serán finalmente destruidas; este plan ha dejado fuera de
circulación un aproximado de 138.000 armas de fuego. En
tal sentido, el incentivo monetario pretende recompensar a
aquellos ciudadanos que, conscientes de los peligros que
entrañan la posesión de armas, las entregan con el
solo fin de contribuir a la disminución de la violencia y
a la construcción de una sociedad más
pacífica; pero otra mirada mas especulante podría
expresar que un delincuente al ingresar a un domicilio o local a
robar, también se lleve las armas que encuentre para ir a
canjearlas a una delegación Re.N.Ar. y recibir un
"incentivo" monetario, porque ahí nadie pregunta de donde
la obtuvo, eliminando de esta manera la conexión con el
delito cometido previamente.

Otro de los controles que ejerce el estado a
través del Re.N.Ar. se establece sobre las empresas de
seguridad privadas, o que dicen brindar protección; En
Argentina hay habilitadas unas 1000 empresas de seguridad
privadas. Algunas con cientos de empleados, otras con solo tres.
Para crear una, hay que inscribirse en un padrón de
prestadores de servicios y obtener un permiso del Re.N.Ar., luego
poner un aviso en el diario reclutando los hombres que sean
necesarios.

En primer lugar, conviene recordar que la seguridad es
una atribución indelegable del Estado, el único
prestador debe ser el Estado. Justamente porque la principal
característica de este es que tiene el monopolio del uso
de la fuerza y la violencia física legitima sobre un
territorio. Tiene que haber monopolio; sin esta condición,
el Estado como tal no existe, y en consecuencia no puede aspirar
a sostener el orden.

Capítulo III

Principios
jurídicos y los derechos generales
vigentes

"Cualquier sociedad que renuncie a
un poco de libertad para ganar un poco de seguridad, no merecen
ninguna de las dos cosas"

Benjamin Franklin // (Boston, 17 de
enero de 1706 – Filadelfia, 17 de abril de 1790) fue un
político, científico e inventor
estadounidense.

El fin de este capítulo es informar al lector
sobre el estado actual del país en lo que respecta al
ejercicio del control de armas sobre el personal civil; para ello
se mencionarán los principios generales específicos
que afronten la regulación sobre las armas de fuego, y se
realizara una breve una comparación de las leyes
sancionadas al respecto, además se ilustrara al lector
sobre organización actual, datos estadísticos y
planes de control y desarmes llevados a cabo en el país
como así también se mostrara una comparación
con otros países y sus respectivos
resultados–

Si bien en el 15 DE SETIEMBRE DE 1950 fue sancionada la
ley 13.945 primera en referirse al uso, registro y
portación de armas de fuego, si bien esta ley estaba muy
bien definida en cuanto a quienes se hallaban con
autorización de portación, se hallaba dispuesta
para la época, donde la población del país
según el censo realizado en 1947, considerado por los
especialistas uno de los mejores censos realizados en el
país, elevó el registro poblacional alcanzando
15.893.811 personas; mientras que el registro censal de 1970,
quizás el más impreciso de los realizados en el
país, arrojó una estimación de la
población de 23.364.431 habitantes
[12]ver anexo III), una diferencia abismal
que ameritaba ciertos cambios en cuanto a la autorización
del uso de armas de fuego, por ello el 21 de mayo de 1973 el
presidente de la Nación sanciona y promulga con fuerza de
ley, la ley 20429 con el fin de regularizar y poder controlar la
adquisición, tenencia y portación de armas de
fuego, derogando la ley anteriormente mencionada. A modo de
ejemplo hare referencia al Art 14 de la ley 13.945/50, el cual en
su inciso 3ro autorizaba a la tenencia de armas de fuego a Los
pobladores de regiones que evidentemente tengan escasa vigilancia
policial, y todo otro habitante a quien por razones de seguridad
sea indispensable conceder esta franquicia, para el material "de
uso civil condicional; o en el Art 33 de la citada ley donde en
su inciso B, autoriza a la tenencia a "las personas de mayor de
edad de buena conducta, de no dudosa aptitud mental y
física para el manejo del arma, y cuando existan motivos
justificados para la tenencia" (ver anexo II).

El Re.N.Ar. depende del Ministerio de
Defensa y es el organismo que se ocupa de otorgar las
credenciales de legítimo usuario, tenencia y
portación.

En 2003, por una modificación legal, los
requisitos se hicieron más estrictos, como ser que los
usuarios legales de armas deben renovar su permiso cada cinco
años y probar que no tienen antecedentes penales Eso,
según analizan, fue uno de los motivos que produjo una
merma en la cantidad de personas que hicieron los trámites
debido a un incremento en los costos de renovaciones y el corto
plazo de vigencia.

Los legítimos usuarios nuevos fueron 35 mil en
2003 y en el 2004 no llegaban a los 25 mil. Algunos especialistas
sostienen que esta mayor rigurosidad para otorgar los permisos
presenta un flanco débil: puede volcar a los compradores
al circuito negro, donde las exigencias son nulas y los precios
más baratos.

Pero el sistema tiene una fuga: la deficiencia en el
control para chequear la aptitud física y
psicológica de los poseedores de permiso de
tenencia.

Partes: 1, 2

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