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"…y así estamos": Administración de los recursos "escasos" en la Republica Argentina (página 2)




Enviado por Martin Ghiglione



Partes: 1, 2

Entre los múltiples logros impulsados por la
Secretaria hay que destacar: Ley de indemnización por
despidos.

El seguro social y la jubilación se fueron
extendiendo a todos los trabajadores.

Construcción del Policlínico Ferroviario,
un verdadero modelo de asistencia medica sindical.

Mejoras salariales sustanciales y, más tarde, la
imposición del sueldo anual complementario (aguinaldo)
para todos los trabajadores.

Cumplimiento efectivo de la legislación
protectora de los derechos del trabajador a través de una
red de inspectores de la Secretaria que abarcaba todo el
país.

En octubre de 1944, la Secretaria impulso la firma del
decreto que pasaría a la historia como el "Estatuto del
Peón de Campo". El estatuto

beneficiaba a uno de los sectores más
postergados: los trabajadores rurales que no gozaban de la
más minima protección legal. Hasta ese momento,
debían regirse por los horarios y salarios fijados por el
patrón, que no incluía descanso ni vacaciones
pagas.

Para concretar un plan de "colaboración de
clases", Perón busco el apoyo del sector empresario. El 28
de julio de 1944 creo la Secretaria de

Industria y Comercio para promover la actividad
industrial. Pretendía que los empresarios ganaran un poco
menos y que los obreros incrementaran sus salarios como estimulo
para aumentar la producción con el apoyo del Estado. Se
proponía trasformar a los proletarios en propietarios y,
en ese sentido, hacia hincapié en la importancia de las
políticas sociales de previsión y crédito
para la vivienda y el consumo.

La Patria
Peronista

Al asumir la presidencia, Perón encargo la
elaboración de un plan de gobierno para desarrollar en
cinco años. El primer Plan Quinquenal se fijaba como
metas: lograr una economía autosuficiente para 1951,
repatriar la deuda externa, reducir la propiedad extranjera de
los servicios públicos y aumentar el
autoconsumo.

El peronismo se propuso cambiar el perfil de la
Argentina, pasando de una economía agroexportadora a otra
productiva de base industrial.

Teniendo en cuenta que la burguesía Argentina
nunca se intereso en la inversión industrial, fue el
Estado el responsable de producir la modificación de la
estructura productiva, impulsando un rápido crecimiento
industrial y nacionalizando importantes sectores de la
economía. Entre

1946 y 1950 el Estado fue asumiendo un rol de
empresario, haciéndose

cargo de diversas tareas que anteriormente
correspondían a iniciativas del sector privado. En 1946 se
nacionalizaron el Banco Central y los depósitos bancarios,
permitiéndole al Estado controlar la política
financiera del país y orientarla, a través del
otorgamiento de créditos, hacia una política de
incentivo de la actividad industrial.

En su primer año de gobierno, el
peronismo creó el IAPI, Instituto

Argentino para la Producción de Intercambio. Con
este organismo el Estado pasó a controlar el manejo del
comercio exterior. El IAPI era quien fijaba los precios de las
exportaciones agrícolas, regulaba las importaciones y
resguardaba la producción nacional. Con el funcionamiento
de este organismo como agente de comercialización, el
Estado obtuvo un importante caudal de recursos, que derivó
en parte hacia la actividad industrial, y en parte hacia la
inversión local. Esta transferencia de ingresos del sector
agrario al industrial provocó una importante
oposición de los sectores terratenientes y de las empresas
privadas vinculadas al comercio exterior, como Bunge y Born y
Dreyfus.

De este modo, protegida por esta política
económica, la actividad industrial particularmente las
pequeñas y medianas empresas productoras de bienes de
consumo creció a un ritmo sostenido durante estos
años.

Durante los años del primer peronismo se produjo
un notable aumento en la participación de los asalariados
en la renta nacional y cambio radical en las prioridades del
presupuesto nacional invirtiendo en rubros como salud,
educación, vivienda y previsión social.

Se concretaron grandes obras:

El gasoducto más grande de America Latina, 1700
Km., unió Comodoro

Rivadavia con Buenos Aires.

Nacionalización de los principales puertos del
país.

Se creo Aerolíneas Argentinas y se
inauguró el aeropuerto de Ezeiza y se impulso la
construcción de aviones. Fue una de las diez empresas
estatales más importantes del mundo.

Se creo Gas del Estado, y se amplio enormemente la
presencia de YPF en el mercado nacional.

El estado construyo mas de 300.000 unidades
habitacionales, diseñados con sentido ecológico,
con espacios verdes, con su respectiva sala de
atención

primaria de salud, guardería, escuela
primaría y, muchas veces, secundaria. Se construyeron
miles de edificios escolares destinados a la educación
primaria y secundaria.

Se estatizaron los ferrocarriles, comprados a los
ingleses por 150 millones de libras y, la empresa
telefónica norteamericana ITT por 95 millones de
dólares

Para 1952 Argentina termino de pagar la deuda externa
que era de

12.500.000.000, y paso a ser acreedor de 5.000.000.000
de otros estados extranjeros.

Gracias la fundación Eva Perón, entre 1946
y 1951se construyeron 21 hospitales con una capacidad de unas
22.000 camas. Además la fundación construyó
policlínicos en Avellaneda, Lanus, San Martín,
Ezeiza, Catamarca, Salta, Mendoza, Jujuy, Santiago del Estero,
San Juan, Corrientes, Entre Ríos y Rosario. Todo tipo de
atención y provisión de medicamentos era
absolutamente gratuita. Un novedoso tren sanitario
recorría el país durante cuatro meses al año
ofreciendo asistencia medica, haciendo análisis
clínicos y radiografías y brindando También
atención odontológica. La fama de la calidad de la
salud pública argentina trascendió las fronteras y
eran frecuentes los viajes desde los principales países
europeos y de muchos de Latinoamérica para operarse en los
excelentes hospitales públicos argentinos.

A comienzos de 1948, para estimular la venta de sus
materias primas, los Estados Unidos decidieron que los
dólares que prestaba a través del Plan Marshall a
los países europeos destruidos por la guerra, no
podrían ser utilizados para comprar productos de su
principal competidor: la Argentina. A eso se sumo los subsidios
que dio Estados Unidos a los agricultores para aumentar la
producción de cereales.

Esto, una fuerte sequía, y la inflación
generada por un mercado de consumo donde la industria aun no daba
abasto, complico la situación económica de la
Argentina

El segundo plan quinquenal significo un
brusco cambio de rumbo

económico, que favoreció el desarrollo
agrícola sobre el urbano, al capital y los beneficios
sobre el trabajo y los salarios, la industria pesada sobre la
ligera y las exportaciones sobre el consumo interno.

El peronismo quería consumar su programa, pero el
frente antiimperialista del 45 se había roto. El
ejército coincidía con un programa de industria
pesada pero no estaba dispuesto a seguir con la política
social. El partido no se volcaba hacia la derecha como
quería la burguesía pero tampoco a la extrema
izquierda como lo reclamaba la clase trabajadora. El peronismo,
en el 55, no quería comprender que era incompatible con el
régimen burgués.

La conspiración se puso en marcha; por un lado la
iglesia, enemiga de Perón y siempre aliada con la derecha;
la burguesía que ya no toleraba la política
distributiva que recortaba considerablemente su tasa de ganancias
y, el Ejército, antiguo cómplice y beneficiario de
las clases altas, lograron destituir de su cargo a Perón
en 1955 por un golpe de estado llamado por sus organizadores como
"Revolución Libertadora".

"Todo lo harán mis enemigos"

(Declaración de Juan D. Perón, ya
exiliado, cuando un corresponsal le

pregunto que pensaba hacer para regresar al poder en
Argentina. El general lo miro y le respondió: Nada. Todo
lo harán mis enemigos
)

La Libertadora:

La política económica y social de la
autodenominada "Revolución Libertadora" fue un claro
retroceso y perjudico notablemente a la clase obrera.

Se vuelve al liberalismo de la economía, se
suprimió los controles de cambio y la
comercialización de las exportaciones con
intervención estatal,

congelo los salarios y suprimió todo subsidio al
consumo de los sectores populares, mantuvo la política
petrolera, firma la entrada de Argentina al FMI. Como resultado
de estas medidas, hubo un estancamiento del sector industrial y
una inflación descontrolada.

Frondizi y el desarrollismo:

En las elecciones arrasa Frondizi y asume como
presidente de la nación. Relacionado con sus promesas,
decreta un aumento de salarios del 60%, y legalizo las
organizaciones peronistas y sus actividades. En lo
económico propuso un plan "Desarrollista": proponía
impulsar el desarrollo de la "industria pesada"
(metalúrgica, petroquímica,..) con el aporte de
inversiones de capital y tecnología extranjeros.
También se proponía modernizar el campo, para
aumentar la producción del campo. La aplicación del
plan origino un importante crecimiento de las inversiones
extranjeras y un notable aumento en las producciones de acero,
petróleo y automóviles. Sin embargo hubo
inflación, y Frondizi convoca como

ministro de economía a Alzogaray y este avala la
aplicación de un Plan de

Estabilización.

Frondizi firma varios contratos con empresas petroleras
de origen estadounidense que operarían por cuenta de YPF.
Aunque aumento muy pronto el volumen de petróleo producido
y se logro el autoabastecimiento. Frondizi perdía su
credibilidad, los problemas económicos, los conflictos con
los trabajadores, las polémicas del petróleo,
generaron un clima de

malestar e incertidumbre y la legalización de las
organizaciones peronistas, no fue tolerada por los militares,
entonces lo deponen.

El gobierno de Arturo Illia:

El proyecto económico de Illia estaba basado en
la intervención del Estado en la regulación de la
economía. Anula los contratos petroleros firmados por
Frondizi e indemniza a las empresas petroleras. Rompe

relaciones con el FMI (pago y no te pido nunca
más nada). Intenta una política de
redistribución de la riqueza; eliminar la
desocupación, sancionar un código de trabajo y
seguridad social. El congreso sancionó el régimen
de salario mínimo, vital y móvil, pero los precios
empezaron a dispararse, no había reservas en el Banco
Central, y no se produjo inversión en industria. Aumento
el desempleo y la CGT encabezaba huelgas. Es

depuesto por los militares en 1966.

Ongania y la Revolución Argentina:

Comenzaron a aplicar políticas económicas
q beneficiaron a los sectores capitalistas mas concentrados y
perjudicaron a los sectores populares. Organizaron un nuevo tipo
de estado burocrático autoritario. Las fuerzas armadas se
nombraron como responsables exclusivas de los destinos
del

país.

En ese contexto, el ministro de economía que se
desempeño durante el mayor tiempo de la gestión de
Ongania fue Adalbert Krieger Vasena que estaba ligado al mundo
empresarial y a la banca internacional.

La función del estado era atraer inversiones
extranjeras, y para eso necesitaban un disciplinamineto social
para que los extranjeros vean que la

Argentina era un país ordenado y quieran invertir
en el. Para esto, se favorece el ingreso de impresos extranjeros
y se hace un plan de obras públicas que favorecen a las
industrias multinacionales. El dinero para las inversiones en
obras públicas provenía de las retenciones a la
exportación.

La implementación del plan fue generando un
profundo descontento en muchos sectores sociales, como los
sectores asalariados de obreros y empleados que estaban en contra
del gobierno porque este limitaba el poder

político y económico de los sindicatos, y
suprimía el derecho a huelgas.

La radicación de las nuevas industrias en
determinadas zonas del país, agudizo el contraste entre el
desarrollo de las áreas industrializadas y el deterioro de
aquellas que no fueran favorecidas con el flujo de
inversiones.

Levingston y Lanusse:

El primer ministro de economía de Levingston,
Moyano Llerena, aplico una nueva devaluación,
estableció una retención a las exportaciones,
bajo

los aranceles de importación y promovió un
nuevo acuerdo voluntario de precios. Pero la agudización
de la rebelión social puso límites a la permanencia
de Levingston en el gobierno. Levingston termino
enfrentándose a la junta de comandantes, haciendo
responsable ante la opinión pública a Lanusse por
la falta de orden y seguridad. Lanusse pasó a ser
presidente, levanto la proscripción al peronismo,
restituyo los locales a los partidos políticos, cerrados
desde el golpe de Ongania, y les dio fondos

para que pudieran desarrollar su actividad. Con la
intención de una transición a la democracia,
convoco a elecciones nacionales sin proscripciones en marzo de
1973.

Campora,
Perón y el Pacto Social

Se había levantado la proscripción al
peronismo pero no a Perón. Esto hizo que el candidato de
Perón, Héctor J. Campora, se imponga con el 49% de
los votos. Este autorizo la vuelta a la Argentina de
Perón, y el septiembre de 1973, tras elecciones, se impuso
la formula Perón- Perón (Juan D. Perón y
María Estela Martínez de Perón) con el 62%
de los votos.

La intención de Perón era recrear su
tradicional proyecto de desarrollo industrial y
redistribución de la riqueza. Este plan fue
diseñado por el ministro de economía Gelbard. Los
objetivos del plan eran la expansión de la industria y una
redistribución más del ingreso. Las principales
medidas fueron, el aumento de la producción agropecuaria,
la expansión del sector industrial, nacionalización
de los depósitos bancarios, el establecimiento
de

relaciones comerciales con países del bloque
socialista y una política de control de precios. Todas
estas medida fueron conocidas con el nombre de, el Pacto
Social.

El programa económico provoco diversas reacciones
entre los distintos sectores sociales, entidades representativas
y fuerzas políticas. Las condiciones sociales y
políticas no eran las más ventajosas para aplicar
un plan de reformas económicas que se proponía
alterar el esquema de

reorganización capitalista. Cuando a fines de
1973 estallo la crisis mundial del petróleo y el precio
del barril subió un 30% en pocos días, las bases
del Pacto comenzaron a tambalear.

Isabel y el
brujo

La muerte de Juan Domingo Perón significo un
fuerte shock para todo el país y el mandato fue tomado por
su esposa, Isabel Perón. Esta se encontraba bajo la
influencia de José López Rega y trató de
llevar adelante un programa de línea muy autoritaria y de
derecha, lo que generó el aceleramiento de
conflictos.

El salario real había caído el 20,5% desde
junio de 1973. La crisis económica se agudizaba, y el 31
de mayo de 1975 renuncio el ministro de economía
Gómez Morales y López Rega coloco a uno de los
suyos en la cartera mas importante del gabinete: Celestino
Rodrigo, que lanzo un violento plan de ajuste que paso a la
memoria popular como el "Rodrigazo". Por cadena nacional, el
nuevo Ministro anuncio una devaluación del peso de 160%,
la duplicación de las tarifas de los servicios

públicos, el 200% de aumento en la nafta y un
aumento máximo de salarios de entre 40 y 50%.

Frente a esto se produjeron tomas de fábricas por
parte de los obreros. La CGT se vio obligada a ponerse al frente
de la lucha y negocio de urgencia aumentos salariales. La
presidenta desautorizo a su ministro y otorgo estos aumentos. El
gremio metalúrgico convoco a una marcha de
agradecimiento

a Isabel Perón por el aumento otorgado, pero esta
marcha culmino con el masivo pedido de renuncia de Rodrigo y del
superministro López Rega, logrando el objetivo.

Si impuso en el Ministerio de Economía a Antonio
Cafiero quien intento sin éxito un nuevo acuerdo entre los
diferentes sectores. El empresariado, junto a la Sociedad Rural
Argentina, la Cámara de Comercio y la Cámara de
Construcción, reclamando que se pusiera orden a los
conflictos y se

establecieran reglas económicas favorables a sus
interese, comenzaron a buscar la solución en un nuevo
golpe de Estado.

Imponiendo
modelos económicos

El 24 de marzo de 1976, una junta militar integrada por
los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas
derrocó al gobierno constitucional encabezado por
María Estela Martínez de Perón. Las Fuerzas
Armadas asumieron el poder político como representantes de
los intereses de los grandes grupos económicos.

Para aplicar el proyecto de esos grupos,
que consistía en garantizar una

mayor concentración de las riquezas, fue
necesario destruir las organizaciones político-sociales
que luchaban por impedirlo.

El plan económico anunciado el 2 de abril de 1976
fue creado por José Alfredo Martínez de Hoz. Sus
primeras medidas fueron congelar los sueldos de los trabajadores,
que quedaron bajo el control de la Nación. Esa
política provocó que el ingreso de los trabajadores
cayera un 40 % entre

1976 y 1980.

Se sacaron los controles de precios y se redujeron las
retenciones a las exportaciones y se inauguró el pedido de
créditos a organismos

internacionales: la Argentina recibió del FMI 400
millones de dólares. El slogan para los primeros meses de
la dictadura fue: "achicar el Estado es agrandar la
Nación". A la vez, para hacer más competitiva la
industria, planteó una apertura económica que
permitiera el ingreso de mercaderías y así que el
mercado determinara qué empresas deberían subsistir
por ser capaces de producir bienes baratos y buenos.

En 1975, la inflación había
subido más del 300 por ciento al año, el
PBI

descendió un 1,4 % y los precios al consumidor
habían subido entre marzo del "75 y enero del "76 un 566,3
%.

La etapa de la circulación de dinero que
producía más dinero fue denominada "la época
de la plata dulce" y, junto con endeudamiento externo, trajo
grandes beneficios a los grandes grupos económicos. Estos
contraían una deuda en el exterior a una tasa baja y luego
invertían en

Argentina, donde había una muy alta: con la
ganancia obtenida localmente abonaban la deuda externa y
obtenían una gran diferencia a su favor que no la usaban
para invertir en producción, sino para seguir
especulando.

En octubre del "77, las tasas de interés
alcanzaron un nivel del 135 por ciento anual. La
distorsión de este mecanismo hizo que las empresas
tuvieran que endeudarse en el extranjero, la que debieron pagar
altas tasas para lograr financiación en el mercado local.
Así, mientras los plazos fijos

y las financieras se reprodujeron ferozmente, los que
tomaron créditos hipotecarios durante esa época
terminaron pagando tasas usurarias: el ejemplo fue la de la
recordada circular 1050 del Banco Central, que determinó
que miles de ahorristas terminaran pagando tasas altas o que
debieran entregarle sus viviendas al banco, ya que los intereses,
fijados por un mercado de tasas que llegaron a mas del 100 por
ciento al año, tornaba

impagables los préstamos.

En 1978, el plan de Martínez de Hoz dio indicios
de ser un fracaso total: la inflación anual llegó
al 160 por ciento, y el PBI descendió durante ese
año cerca de un 3,2%. Al crecimiento nulo del país
se le sumaron los fuertes gastos del Estado: el 25 de junio del
1978 la Argentina ganó el Campeonato Mundial de
Fútbol. Ese mundial, organizado en el país,
costó cerca de US$ 500 millones, gasto que fue
completamente cubierto por el

Estado.

El año 1980 fue el comienzo de un final
anunciado: las exportaciones cayeron un 20% respecto del
año anterior, las importaciones subieron un

30%. En ese contexto se produjo el "crack bancario" de
1980, que puso fin a la etapa de la denominada "plata dulce". La
quiebra del Banco de Intercambio Regional (BIR) fue el primer
indicador. Siguió el cierre de otras 37 entidades
financieras, que a su vez repercutió en sectores
industriales.

Con la economía en contracción, la
gestión de Martínez de Hoz finalizó en 1981,
con el reemplazo del teniente general Jorge Rafael Videla por
el

teniente general Roberto Eduardo Viola en la presidencia
de la Nación.

El 29 de marzo de 1981 asume un nuevo ministro, Lorenzo
Sigaut quien pasó a la historia por la frase "esta vez, el
que apuesta al dólar pierde". Tan sólo un mes
después el flamante ministro dispone una nueva
devaluación que provocó que el peso perdiera un 35
por ciento de su valor con, respecto al dólar.

Sigaut duró 9 meses los mismos que
Roberto Viola que fue reemplazado

por Leopoldo Fortunato Galtieri. A fines de año
el Ministro de Economía fue reemplazado por uno de los
hombres cercanos a Martínez de Hoz y ex Ministro de
Economía durante el gobierno de Frondizi: Roberto
Alemann.

Las decisiones económicas, estuvieron sujetas a
los vaivenes de la liberalización política: En
julio de ese año general Reynaldo Bignone reemplazó
a Galtieri e inmediatamente inició diálogo con los
Sectores

políticos.

El último Ministro de
Economía del Proceso fue Jorge Wehbe, quien

"administró" la crisis.

Finalmente la dictadura militar y las política
liberales aplicadas por sus ministros de economía
terminaron provocando la destrucción del aparato
productivo, el cierre de miles de empresas que dejaron en la
calle a otros tantos trabajadores.

Un fierro
caliente

El 10 de diciembre de 1983 terminaba la dictadura
militar. Asumía Raúl Alfonsín,
haciéndose cargo de un país arrasado, con miles de
desaparecidos, familias destruidas, la industria nacional herida
de muerte, niños desnutridos, las cicatrices de una guerra
perdida y una deuda externa que condiciona cualquier
política de de gobierno.

El problema económico más apremiante que
debió afrontar este gobierno fue el de la deuda externa.
Para esto Argentina consiguió un acuerdo Stand By con el
FMI.

Durante la gestión del ministro de
economía Bernardo Grinspun se aplicaron medidas de corto
plazo sin tener en cuenta el periodo anterior. El Plan Primavera,
eliminaba las barreras arancelarias y permitía la fuga
de

capitales. Mediante un incremento de salarios se
pretendió estimular la demanda y la producción. Sin
embargo el resultado fue un alza de precios debido a la rigidez
de la oferta.

Para el año 1985 el ministro de economía
ya era Juan Vital Sourrouille, quien anunció un plan anti
inflacionario que se denominó el Plan Austral. Este
contenía las siguientes medidas:

– Devaluación de la moneda en un 11%

– Aumento de las tarifas, precios y tributos provocando
un aumento de los ingresos al Sector Público.

– Sustitución de la unidad monetaria vigente por
el Austral con una paridad

1/1000.

– Se congelaron los salarios y los precios de los bienes
y servicios.

– Se adoptaron controles en materia de contención
del gasto.

El plan austral como una política de
estabilización fue exitoso redujo la inflación y
tubo gran acatamiento por parte de las empresas privadas,
pero

una vez frenada la inflación, se hace necesario
implementar políticas

tendientes a reactivar la economía y a corregir
deficiencias estructurales. La demora en la implementación
de tales políticas abrió paso al rebrote
inflacionario.

La falla del plan austral se debió a
la falta de una política más rigurosa

en materia de gastos y recursos. Por otro lado se
demoró en la adopción de medidas para producir una
mayor apertura de la economía que pusiera techo al aumento
de los precios internos.

La presencia de funcionarios sin poder real en el
gobierno hacía necesario el cambio de autoridades antes de
lo previsto, para poder establecer un plan creíble que
parara la inflación. Fue así como 6 meses antes de
que finalizara su mandato cede su poder.

Raúl Alfonsín que
asumió en diciembre de 1983 debió cargar con una
pesada herencia que luego provoco su propia
caída.

No los voy a
defraudar

Carlos Saúl Ménem gana las elecciones de
1989 y asume el 8 de Julio de dicho año. Durante sus
primeros años, se apegó a lo dictado por el
Consenso de Washington, que establecía una serie de
medidas liberales, que debía implementar un país
para desarrollarse. Entre ellas, se destacan la apertura de las
fronteras a las inversiones extranjeras, las políticas
fiscales duras, la privatización de todo lo
público, la eliminación de las barreras aduaneras,
y otras políticas que en cierta forma restringen la
"intromisión" del Estado en la economía.
Así, las primeras políticas aplicadas por
Ménem fueron dirigidas a la privatización de
diversos sectores: la petrolera YPF,

Aerolíneas Argentinas, Entel, gas del Estado, la
Caja Nacional de Ahorro y Seguro, Obras Sanitarias, los
aeropuertos, el correo, la energía Eléctrica, la
seguridad social, dos plantas siderúrgicas, el Mercado de
Hacienda de Liniers, las radios, los canales de
televisión, las carreteras y los ferrocarriles. Si bien la
prédica privatista aconsejaba romper con el monopolio
estatal, las empresas adjudicatarias gozaron de un virtual
monopolio, ya que se distribuyeron territorialmente la
provisión de servicios. Esta transformo a los usuarios en
rehenes de las empresas, que fijaron altas tarifas y con total
libertad redujeron los servicios a los territorios que mayores
ganancias les brindaban. El servicio ferroviario, por ejemplo,
quedó reducido al Gran Buenos Aires y dejó aisladas
a importantes zonas del país. Las privatizaciones
proporcionaron unos

25.006 millones de dólares, y el estado
generalmente se hacia cargo de pasivos notablemente mayores a los
precios pagados por las empresas,

beneficiando al capital privado y perjudicando a corto y
largo plazo a la economía estatal.

Por otro lado se aumentaron los impuestos, lo cual
permitía una mayor recaudación, pero a pesar de
esto, y del dinero de las privatizaciones, la economía
seguía siendo frágil, y esto provocó una
segunda hiperinflación, la cual intentó ser
contrarrestada por el plan Bonex (que hacía que
los

bancos se apropien del dinero de los plazos fijos), pero
con un resultado negativo.

En 1991 fue designado ministro de economía
Domingo Felipe Cavallo, y pronto el Congreso aprobaba la Lev de
Convertibilidad Monetaria que fijaba la cotización del
austral en razón de 10.000 unidades por 1 dólar.
En

1992 el Plan recuperaba el peso como unidad de cuenta
nacional sobre la paridad exacta y fija con respecto al
dólar, la cual por un momento pondría

freno al proceso inflacionario, eliminándolo por
completo según estadísticas, pero que a largo plazo
constituiría la destrucción del sistema
económico argentino. Si bien, la inflación
bajó de un 4000% a un 0%, y el PBI aumentó (en
parte), la deuda publica aumento pasando de US$ 63 mil millones a
US$145 mil millones para el año 2000. Además, se
disminuyó la capacidad de contratar, y numerosas entidades
fabriles vieron cerrar sus

puertas. Asimismo, la competitividad de los productos
nacionales era nula, frente a la entrada de los productos
importados, que llegaban al país sin ningún tipo de
restricción impositiva a causa de las políticas de
libre mercado.

La ley de Convertibilidad establecía que por cada
Peso Convertible argentino (nueva moneda local), debía
existir un dólar en la reserva del BCRA. Así, el
Banco estaba restringido de emitir moneda para financiar
la

economía, a menos que cuente con las divisas
necesarias en sus reservas. Pero acá recae el problema:
con las excesivas importaciones y las casi nulas exportaciones,
las divisas escaseaban, por lo que el Estado
debió

financiarse a base de préstamos del exterior. Por
esta razón, la deuda creció en tamaña
proporcional durante esta época. Esta ley trajo
consecuencias positivas a corto plazo para la clase media y la
clase alta del país, la cual se vio beneficiada con el
tipo de cambio barato y los productos importados, aumentando su
poder adquisitivo. Durante la época, se multiplicaron los
viajes al exterior, sobretodo a los Estados Unidos, pero
ésta situación fue definida como "una
fantasía", donde todo se financiaba con deuda, lo que
trajo gravísimos problemas en el sistema. La clase baja, y
los trabajadores en general, no vieron así su suerte. El
desempleo alcanzó un pico de 18%, y la pobreza un
máximo de 33.7%, niveles altísimos con lo que esto
conlleva.

La convertibilidad desencadeno en una recesión,
que desembocó en el famoso corralito, y en la crisis del
2001, donde casi el 60% de la población pasó a ser
pobre en términos de sus ingresos económicos. Una
de las principales secuelas que dejó la crisis de 2001 fue
el aumento de la

inequidad en la distribución de la riqueza en
comparación con los demás países de
América Latina. A nivel nacional la pobreza alcanzó
al 57,5% de la población, la indigencia al 27,5% y la
desocupación al 21,5%, todos niveles récord para el
país.

Para
pensar

Quiero terminar haciendo mención de la
idiosincrasia argentina, principalmente al olvido, pero
también a la ignorancia como falta de información
de una historia que nos ocultaron. Esto permitió los
peores abusos por parte de una oligarquía que atento
contra la democracia cuando las leyes económicas no les
eran favorables, provocando miles de victimas. Estos sectores
sociales ni siquiera tuvieron una condena social.

Creo que en estas palabras de Rodolfo Walsh
se resume todo:

Nuestras clases dominantes han procurado siempre que
los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no
tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar
de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia
colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece
así como propiedad privada cuyos dueños son los
dueños de todas las otras cosas
.

Biografía

Basualdo, Eduardo M. Estudios de Historia
Económica Argentina. Campione, Daniel. El aparato del
Estado. Sus transformaciones. 1943-1946

(1996)

Clarín. Historia Universal. (2004)

Cortes Conde, Roberto. Hispanoamérica.

Luna, Felix. Breve historia de los argentinos.
(1993)

Pigna, Felipe. Los mitos de la historia Argentina. 1
(2004) Pigna, Felipe. Los mitos de la historia Argentina. 2
(2005) Pigna, Felipe. Los mitos de la historia Argentina. 3
(2006) Pigna, Felipe. Los mitos de la historia Argentina. 4
(2008) Pigna, Felipe. Lo pasado pensado. (2005)

Serman, Gloria. Síntesis de la
política económica Argentina. (2006) Romero,
José Luis. Breve historia de la Argentina.
(1998)

Autor:

Martín Ghiglione

(Junio, 2012)

Partes: 1, 2
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