- Toma
de decisiones y filosofía - Racionalidad de la praxis
- Implicancias filosóficas de la
gestión - Alcances de la
filosofía - Ontología de la gestión
educativa - Epistemología de la
gestión - Axiología de la gestión
educativa - Reflexiones finales
- Bibliografía
Toma de
decisiones y filosofía
El determinismo es el postulado que dice
que todo acontecimiento tiene una causa: un conjunto determinable
de antecedentes causales que en conjunto son suficientes e
individualmente necesarios para que se produzca. La
negación del determinismo puede asumir varias formas
distintas. La más conocida, es la idea de acontecimientos
estadísticamente aleatorios, lo que supone la existencia
de una distribución probabilística del rango de
resultados posibles. En este sentido el azar objetivo no es
totalmente indeterminado, puesto que la ley de los grandes
números permite predicciones muy precisas cuando tratamos
con conglomerados de acontecimientos. La distinción es
parecida a la que se da entre riesgo e incertidumbre, con la
diferencia de que en el caso presente el azar o carácter
indeterminado del proceso se supone que tiene una base objetiva y
no se debe a las deficiencias cognitivas del sujeto cognoscente.
Más aún, esta comparación también
indica la distinción entre incertidumbre en el rango de
los resultados e incertidumbre dentro de un conjunto fijo de
resultados. Los tres principios de causalidad son
lógicamente independientes. Con determinismo sin
causalidad local, apelamos al pasado para explicar el presente y
predecir el futuro
Racionalidad de
la praxis
La primera condición de la
racionalidad en la praxis es tener conciencia de los fines o
metas propias. Pero evidentemente no basta con el saber de lo que
se quiere para comportarse racionalmente. Por ello, un segundo
rasgo de esta racionalidad es el conocer, en la medida de lo
posible, los medios necesarios para la obtención de los
fines perseguidos. Pero, la conciencia de fines y la ciencia de
medios no bastan para caracterizar este tipo de racionalidad.
Además, se exige un factor esencialmente práctico
que sólo se manifiesta en la acción. Por ello, otro
rasgo es el poner en obra al menos en la medida de lo posible los
medios necesarios para conseguir los fines perseguidos. Estos
fines que perseguimos, con frecuencia, son de diferente orden.
Existen, pues, fines intermedios y fines últimos o, cuanto
menos, podemos hacer esta distinción.
Aportes Lucho Arista.
Felizmente gracias al cambio
tecnológico de mi computadora es que recién tengo
la oportunidad de leer tu excelente ensayo. Creo que sobre este
ámbito de la Gestión poco se ha investigado
aún. Tu propuesta de una Epistemología de la
Gestión es inédita y, por tanto, una veta a
explorar. En la gestión empresarial moderna se
maneja 4 conceptos claves: planeamiento, eficacia,
eficiencia y estrategia( esto es el núcleo de lo que
Habermas llama "razón instrumental", que busca solo el
éxito/beneficio, olvidándose de la
intercomunicación humana). Toda Gestión busca
teleológicamente el cumplimiento de fines(logros
tangibles), mediante una "acción
estratégica"(con arreglo a fines y ganancia). Habermas
plantea- yo comparto esta filosofía – que la Razón
tiene que Situarse en la Comunicación (en el paradigma del
lenguaje, del cual tú hablas también), es
decir, que lo más importante es que toda la
epistemología/tecnología de la gestión
tenga como fundamento una "Acción
Comunicativa"(diálogo interpersonal/intersubjetivo) con
vistas al Entendimiento. ¿Entendimiento para qué? :
para crear consensos mínimos o
máximos(políticos, empresariales, etc.); donde –
añado yo -el disenso no debe desaparecer, puesto que la
visión crítica vigila, sostiene y enriquece los
consensos logrados. Sin disenso( revisionismo, así
dicen los empresarios) un consenso logrado se anquilosa y se
puede tornar en autoritarismo arcaico.
En Conga hubo(hay) ausencia de una
buena y eficiente acción comunicativa por parte de
todos los actores; sobre todo por parte de Yanacocha que
acostumbrada a una gestión de lo "práctico-inerte"(
concepto de Sartre) su discurso y conducta empresarial cayo en un
autoritarismo-arcaico(paternalista, benefactor, componedor,
intimidador). Cajamarca fue un gran escenario teatral donde todos
los actores manejaron una voluntaria comunicación
distorsionadora. Escenificar una comedia, pero también una
gran tragedia(porque hubo mucho muertos).
Implicancias
filosóficas de la gestión
Aproximaciones
conceptuales
Otoniel Alvarado Oyarce*
Resumen
El ensayo hace referencia a las posibles e
inéditas aproximaciones filosóficas inherentes a la
gestión educativa, sustentado básicamente en que la
gestión educativa responde a la categoría
epistemológica de técnica, pero que lleva
implícita una serie de fundamentos teóricos,
propios o de la ciencias de las cuales provienen, los mismos que
le provean de mayor rigor conceptual y sobre todo de pertinencia
en su correcta aplicación. Se asume como premisa que la
deficiente calidad educativa en el país es producto de una
deficiente gestión, la cual – a su vez- puede ser
efecto de la aplicación mecánica de la
técnica, es decir sin mayor trascendencia ni
comprensión, es decir carente de un sustento
filosófico..
Abstract
Palabras clave:
Metafísica, epistemología, ontología,
axiología, teoría, técnica,
tecnócrata.
Hace un buen tiempo ya que venimos desarrollando, con
resultados que considero no es el caso indicar, la cátedra
de gestión educativa en diversos programas de posgrado de
algunas universidades del país, y es precisamente esta
dilatada experiencia la que nos posibilita y obliga a reflexionar
un poco mas a fondo sobre los fundamentos metafísicos que
sustentan esta disciplina.
En algunas sesiones de clase he tenido la oportunidad de
compartir discusiones y reflexiones de alto nivel
académico, de parte de mis discípulos, las cuales
me han motivado aun mas a seguir incursionando en el fascinante
mundo de la filosofía, un tanto lejano para los que somos
legos en esta materia y ese es precisamente una de las fuerzas
impulsoras que me impelen a incursionar por vez primera en este
nivel de pensamiento, quien sabe si vedado o tal vez un tanto
audaz, por lo mismo no exento de errores y deficiencias, por las
cuales pido las indulgencias anteladamente.
Justificación:
Existen algunas razones académicas de peso, que
ya están debidamente institucionalizadas, las que nos
impulsan a un mayor esfuerzo intelectual para ir
desentrañando tan apasionante tema.
1ª Como la gestión educativa implica
básicamente conocimiento y aplicación
técnica, quien sabe más la segunda que la primera,
es decir es una técnica per-se y la sola aplicación
burocrática conlleva el riesgo de actuar como simples
tecnócratas, como se califican a veces –
malintencionadamente – a los expertos en cualquier
técnica, lo que a decir verdad no es malo ni peyorativo,
lo malo es no conocer los sustentos teóricos, porque no
hay técnica sin ciencia o conocimiento científico
previo que son o deben ser de indispensable dominio.
2ª Los estudios de posgrado, sobre todo los del
nivel doctoral, están orientados y esa es su razón
de ser, a la creación del conocimiento, más
allá de la profundización o especialización
en algunas técnicas concretas, por tanto resulta
indispensable que en ellos y con ellos se ensayen nuevas
experiencias de reflexiones filosóficas sobre cada una de
las cátedras establecidas en el respectivo plan de
estudios.
Premisas.
La viabilidad del presente ensayo se ve facilitada por
cuanto son los mismos filósofos, quienes con sus propias
versiones nos alientan a incursionar en tan frondosa senda del
conocimiento.
1º Fue Kant en su clásico libro
"Crítica de la razón pura" (1) quien nos dice que
la filosofía no existe por sí sola, lo que
sí existe es la posibilidad de poder aprender a filosofar,
es decir a reflexionar en profundidad sobre la naturaleza de
hechos o personas, esto es, sobre diversos aspectos de la
humanidad. En realidad se trata de una afirmación muy
alentadora para quienes teníamos una visión un
tanto lejana y ajena de tan trascendente actividad disciplinar; y
también, porque siendo tan amplio el espectro del
pensamiento filosófico nos permite discernir –
metafísicamente – en relación a un tema tan
importante como es el caso de la gestión
educativa.
2º Desde otra perspectiva Feuerbach (2) alude al
rol de los filósofos en el sentido de que solo han
interpretado el mundo de distintas maneras, pero de lo que se
trata en esencia es el de transformarlo; y de eso se trata en
esencia cualquier inquietud académica seria, como es el
presente caso, pues con el conocimiento profundo y entendimiento
cabal del mas allá de la técnica ojala poder
cambiar la calidad de la gestión educativa de nuestro
país y así posibilitar el verdadero desarrollo
educativo nacional.
Posiblemente por estas consideraciones es que ya desde
los tiempos de Platón se planteaba que los
filósofos deberían apartarse de la política
(los operadores del "cambio"?), lo que significaba un alejamiento
físico transitorio ("encerrarse en sus cuevas") para
reflexionar, para luego después volver y enseñar a
los hombres como (gobernar) vivir. Estas consideraciones nos
traen a colación la coincidencia generalizada de que la
política (que conduce la práctica) y la
filosofía (que genera las ideas) van por caminos separados
y hasta opuestos, como es el caso anecdótico que
observé durante mis largos años de labor docente en
una universidad capitalina, en la cual los rectores que la
conducían siendo de procedencia docente fueron los
encargados de liquidar un programa de formación de
administradores de la educación.
3º Coincidentemente con estas
reflexiones Hanna Arendt, en su libro "Entre el pasado y el
futuro"(3), plantea que la filosofía se debe realizar en
el mundo humano y consumarlo en el plano de la política.
Seguramente basados en estas reflexiones muchos
científicos sociales juzgan indispensable la necesidad de
la presencia real de vigorosos partidos políticos, con
mística y bien organizados, que se basen en principios
ideológicos consistentes que orienten adecuadamente su
camino al poder, tal como ya lo preconizaba en su tiempo el
célebre Carlos Marx.
———
1. Kant, E. Crítica de la
razón pura. Citado por Francois Valois en Porque leer
filosofía hoy. PUCP. 19996. P88 2.Feuerbach.
3.-Arendt, Hannah. Entre el pasado y el
futuro. Edit. Península. Barcelona. 1996. Pag 30
.
4º Finalmente, una premisa adicional que alienta
nuestra osadía intelectiva de incursionar en campos
académicos un tanto remotos, es la afirmación en el
sentido de que la filosofía funda todo saber sin ser la
totalidad del saber; y es que, no existe ninguna ciencia o
teoría que estudie al hombre como un todo, por el
contrario el entramado conceptual – y operacional – se va
haciendo cada vez mas complicado, con muchas aristas e
implicancias. Por tal razón cobra gran relevancia y
vigencia la valiosa contribución de Edgar Morín (1)
al tratar de desentrañar la complejidad del
enmarañado conocimiento humano.
Génesis del pensar
filosófico
Para efectos de aproximar las reflexiones
filosóficas al tema de la gestión, educativa en
particular, interesa conocer, a la luz del pensamiento de los
propios filósofos, cual es su origen, de donde proviene, y
cual es el camino que sigue, el acto del pensamiento
metafísico.
De primera intención se atribuye a los griegos
los orígenes de la filosofía, basados en el acto
humano del asombro que seguramente en ellos
causaban los hechos o fenómenos de entonces, asombro que
indudablemente les impulsaba a indagar e incursionar en
reflexiones que van mas allá de los aspectos
físicos o formales, casi siempre evidentes. Por tal
razón –estimo- se presenta la confusión o
superposición conceptual entre los términos
metafísica y filosofía que se nos presenta con
relativa frecuencia.
Pero es a Descartes (2) a quien se le atribuye haber
postulado por primera vez la concepción de la
duda como el origen del pensamiento
filosófico, es decir dudar de todo, de la naturaleza, de
la existencia, de las cosas, etc. por tal razón plantea
que a través de la duda se destruyen las
seguridades del pensamiento, para lo cual usa como instrumento la
razón, siempre y cuando se haga en ejercicio
pleno de la libertad para llegar a la meta que es la
verdad.
Precisamente esta afirmación cartesiana, en
tiempos recientes, Karl Poper (3) la ha reafirmado y generalizado
con su ya conocido postulado de la provisionalidad de las
verdades, de las verdades científicas demostradas a
través del método científico, generando una
teoría válida y vigente, la denominada
teoría de la falsación o de las verdades
provisionalmente válidas.
En esta misma línea de pensamiento no podemos
soslayar los aportes del célebre Nietzsche (4) quien
recomendó nunca aceptar o rechazar nada a ojos
cerrados…"desconfía de los pensamientos que surgen
"sentados"- decía – pues su ímpetu debe provenir de
la movilidad que caracteriza la vida". Es decir, la vida es
dinámica y el dinamismo, que siempre será
cambiante, hará que nada sea permanente, estático,
ni único.
Pero ¿como (método) llegar a
pensar filosóficamente?. Es el mismo Descartes (5) quien
nos aclara en su "Discurso del Método" que las
únicas herramientas para llegar a la verdad son la
intuición y la
deducción. Añade, son los
únicos actos del entendimiento humano capaces de llevarnos
a la verdad sin temor al error. A este respecto podría
indicarse también los aportes de Hegel con la
dialéctica, como método ideal para buscar la
verdad.
—–
(1 ) Morín. El pensamiento complejo.
Editorial Derrama Magisterial. Lima. 2008 (2 ) Descartes.
Meditaciones metafísicas. Citado por Francois Valois. Op.
Cit (3) Popper K. Scienciales. Revista de Epistemología
Social. UNE La Cantuta. EPG. Lima año22 Nº 02
2006
(4). Nietzsche. Asi hablaba Zaratrustra.
Pag 69 (5) Descartes. El discurso del método. Francois
Valois. Op. Cit.
Alcances de la
filosofía
La revisión bibliográfica sobre este rubro
nos lleva a la conclusión que para los filósofos
hay dos preocupaciones académicas principales o ejes en
los cuales centra su razón de ser, lo que se dice
y lo que se quiere y dentro las cuales el aporte de
algunas disciplinas para dilucidarlo y precisarlo resulta
indispensable, a saber:
El Lenguaje: Que duda cabe para los legos que
ingresamos con alguna seriedad e intención en las
profundidades del pensamiento filosófico que una de sus
exigencias y preocupaciones notorias es el uso sui generis del
lenguaje que emplea, en todas sus manifestaciones sobre todo en
las elaboraciones lógicas que conlleva la
formulación de sus postulados, cuanto en el significado
real que implica cada término, lo que ha devenido en un
nueva especialidad, la semiótica, como disciplina
lingüística con ribetes de rama
filosófica.
Indudablemente el problema de la claridad u oscuridad
del lenguaje filosófico nos lleva a interrogarnos sobre el
propósito de la filosofía, es decir, ¿la
oscuridad presupone profundidad? o ¿la claridad presupone
acaso superficialidad del pensamiento?; he ahí el dilema
para quienes nos atrevemos a leer textos filosóficos, tal
vez algunos con relativo deleite, quizás será por
eso que Ortega y Gasset (1) decía que "la claridad es la
cortesía de todo escritor auténtico". Lo cierto es
que en cualquier caso habrá que leer con cautela, porque
claro u oscuro el filósofo es un creador de ideas, mejor
aun de un sistema de ideas, por ello nuestra lectura no puede ser
ingenua ni gratuita.
La Antropología filosófica, sin
duda alguna, es el eje de todo saber y actuar humano puesto que
todo lo que se sabe o se hace responde a las trascendentales
interrogantes de siempre acerca del hombre, la vida, la muerte,
de donde venimos y hacia donde vamos, porque y para que estamos
sobre la tierra, etc. y es que es el ser humano es el inicio, el
centro y el fin de nuestras reflexiones y de nuestras
actividades, recurrentes o permanentes. Por tal
consideración cobra sentido la afirmación de Kant y
tantos otros filósofos cuando afirman que el hombre
siempre es el fin y no el medio.
Sin restringir un ápice la
pertinencia y validez de los dos factores precedentes, los
demás elementos – Ontología,
Epistemología y Axiología – han sido
siempre los factores constitutivos indispensables en los diversos
análisis filosóficos, afirmación que nos
posibilita la facultad de detenernos en ellos para inferir su
incidencia en la gestión educativa. Veamos:
————
(*) Citado por Arista M Luis en
José Ortega y Gasset: El pensador de la crisis.
Orellana & Orellana Editores.1991. pág. 8.
Ontología
de la gestión educativa
Como siempre se ha conocido, la Ontología, como
parte de la metafísica, trata del SER en general y de sus
propiedades trascendentes. Según Parménides se
ocupa de las categorías generales del SER, entendidas en
forma abstracta, de las que participa el Ser en
concreto.
Para complementar este concepto podemos añadir la
formulación conceptual de Martin Heidegger (*) acerca de
lo que él llamó la "Diferencia Ontológica"
entre el SER en cuanto ES lo que ES, en sus dimensiones
inmanentes, esto es lo Óntico, y el ENTE que lo hace que
SEA trascendente, esto es lo Ontológico. Como se
podrá inferir fácilmente es en esta segunda
dimensión donde la educación y por ende su
gestión donde cumple su real sentido, es decir un papel
ontológico de primer orden.
Para el análisis del presente
tópico cabría formularnos dos líneas de
pensamiento en cuanto a la gestión:
1ª Que o quien es el SER que hace
posible y da sentido a la gestión educativa.
2ª Que ES en sí la
gestión en general y la educativa particular.
Con relación a la primera,
fácilmente fluyen algunas interrogantes cuyas respuestas
podrían explicar de alguna manera dicha inquietud, por
ejemplo:
¿Qué es el SER que
está detrás – o más allá –
de la gestión educativa?¿Quien ES el alumno – o
estudiante – para el que existe la entidad
educativa?¿Quien(es) SON las personas que
hacen la gestión de la entidad educativa?
——-
(*) Heidegger y la esencia del
nihilismo. Citado por Patrick Wagner en Consensus.
Revista de la Unife Nº 16 Vol 1. Ene-Dic 2011. Pag
36
Para el efecto bastaría con un par
de opiniones autorizadas de destacados intelectuales que dan
respuesta a estas interrogantes, no sin antes reiterar el
aforismo universalmente aceptado de que:
El ser humano es el inicio, centro
y fin de toda actividad –
en el presente caso la gestión
educativa existe para que se haga posible la educación de
la población, en especial de los niños y
jóvenes.
El filósofo peruano Antenor Orrego (1)
decía que: "El hombre es un ser en tránsito, no es
una realidad acabada. Por tanto educar no es reproducir un
MODELO, sino hacer un nuevo hombre en el progreso genético
de su destino evolutivo…" con lo cual nos da a entender
que la escuela, la cual se gestiona, es un tránsito
obligado en el camino de la evolución y desarrollo
individual y social de la persona en cuanto ser
humano.
Complementariamente el sociólogo argentino Juan
Carlos Tedesco (2) afirma que: "Los alumnos y servidores son
seres que tienen valores, modelos de comportamiento abiertos y
configurables afectados por los medios de comunicación
encargados de la socialización primaria" y
añadiríamos por otros factores de diversa
índole que inciden significativamente en el comportamiento
y desempeño institucional.
Con relación a la segunda
línea de reflexión, cabría también
formularse algunas interrogantes al respecto:
¿ES la gestión
teoría o práctica?¿ES la gestión ciencia o
técnica?
Dado que las extensas y autorizadas discusiones
académico-filosóficas sobre estas interrogantes,
que son siempre vigentes e inconclusas dada la complejidad del
hombre, bastaría con añadir un par de ideas al
respecto para centrar alguna noción preliminar sobre las
mismas, porque un análisis mas exhaustivo sobre las mismas
ameritaría obligadamente un mayor desarrollo conceptual,
que bien podría quedar como un reto académico para
futuras investigaciones.
Como se sabe, la teoría es
una categoría epistemológica que nos permite
explicar o predecir algo, por tanto nos ofrece una serie de
sugestiones e iniciativas en torno al objeto de estudio; en tanto
que la práctica permite confirmar o refutar la
teoría, por ello ofrece más críticas o
pruebas en torno a la validez o utilidad de la teoría. Por
esta consideración Kant (3) afirmaba que "En teoría
puede tener razón pero en la práctica no funciona".
Los ejemplos que convaliden dicha afirmación surgen a cada
instante y circunstancias del quehacer cotidiano individual e
institucional.
Por nuestra parte, mas allá de
reiteradas disquisiciones teóricas acerca de la
gestión, lo que se puede afirmar es que la teoría
de la gestión educativa cobra vigencia y sentido en la
práctica respectiva porque ambas se complementan
dialécticamente, por eso se dice que:
La teoría sin
práctica es ilusión y la práctica sin
teoría es vacía –
——— (1) Orrego, Antenor.
Meditaciones sobre la universidad. Trujillo. Trilce
Editores 2003. (2) Tedesco, Juan Carlos. Educar en la
sociedad del conocimiento. FCE. México.
2000
(3) Kant. Citado por Francois Valois en
Porque leer filosofía hoy. PUC. 2008. Pag 14.
Sería tremendamente satisfactorio que en nuestro
sistema educativo entre ambas categorías se correlacionen
positivamente en los perfiles profesionales y ocupacionales de
los encargados de gestionar las instituciones educativas, porque
solo así lograremos la ansiada calidad educativa que todos
anhelamos y en la cual nos encontramos
empeñados.
Sobre si es ciencia o técnica, bien
valdrían hacer extensivos los alcances de los comentarios
precedentes, haciendo la salvedad que dado el objeto de estudio
las teorías pueden ser científicas o no y que es la
técnica la que todo caso aplica la teoría; por eso
Junger (1932) afirmaba que "La técnica es la manera en
que la figura del trabajador moviliza al mundo";
contextualizando diríamos que es el conjunto de
técnicas de la gestión la forma como los
responsables (gestores) dinamizan el desarrollo educativo de la
sociedad.
Sin embargo, también es cierto que la
técnica sola o pura resulta poco trascendente puesto que
priva del pensamiento crítico que subyace en toda
reflexión filosófica. En este sentido la
educación (o gestión) puramente técnica solo
puede llegar a hacer estar de acuerdo, a aplicar procedimientos
sin pensar en lo que se está o porque se está
haciendo lo que se hace, incluso puede llegar a situaciones de
sumisión irreflexiva frente a la autoridad.
Lamentablemente esta situación – actualmente-
alcanza a muchísimas universidades que enfatizan solo en
la formación (en serie) de "expertos" o especialistas, de
manera autónoma, parcial y divorciada de la realidad
compleja del mundo circundante y a la cual alude el estudio de
las humanidades; situación crónica que ya en su
debido tiempo fue muy criticada tanto por Ortega y Gasset como
por el maestro Luis Alberto Sánchez.
Esta aseveración actualmente cobra
mayor si se tiene en cuenta que la gestión se preocupa o
se centra mas en la tecnología, la estructura, los
procedimientos, los costos, antes que en las personas a quienes
se les trata mas como un recurso antes que como sujetos con
dignidad. Peor aun sucede en el proceso formativo (educativo)
donde la revolución tecnológica vigente (TICs)
está llevando a pasos acelerados hacia la
virtualización y a la perdida del sentido de la realidad,
sobre todo de la afectividad hacia el ser humano que le es
inherente. A este paso no sabemos cual será el destino
emocional de las generaciones venideras.
Epistemología de la
gestión
La epistemología es tal vez la
categoría filosófica mas polisémica, pus se
la conoce con diversas denominaciones: Gnoseología,
Filosofía de la ciencia, Teoría del conocimiento,
Metodología de la ciencia, pero en cualquiera de estas
acepciones se trata de la doctrina de los fundamentos y
métodos del conocimiento científico para llegar a
la veracidad de los hechos y fenómenos.
Es entonces en este contexto que
podríamos entender a la epistemología de la
gestión como en estudio acerca del origen,
características y aplicaciones de una serie de elementos o
categorías epistémicas que conlleva o contiene y
con los cuales funciona. Elementos como: los conceptos,
teorías, principios, tecnologías, sistemas,
estructuras, recursos, etc. son los que constituyen su marco
teórico y con cuya aplicación se dinamizan las
instituciones educativas, pero sobre todos ellos el factor
fundamental lo constituyen las personas que la integran y muy en
especial aquel – el gestor, gerente o directivo – que hace
posible que la institución funcione.
—-
(*) Junger, Ernst…El trabajador
. Domino y figura.
Desde otra perspectiva, la
epistemología en tanto teoría del conocimiento
tiene que ver también con la naturaleza de los mismos:
Intuitivos – Empíricos y Formales – así
como con las diversas formas del conocer y pensar: Popular
– Científico y Filosófico, así como
con las condiciones que transforman el "creer" en el "saber". En
este contexto consideramos que los conocimientos inherentes a la
gestión se ubicarían básicamente como
empíricos, en algunos aspectos como formales y
básicamente de tipo científico, en tanto provienen
o derivan de otras ciencias (*) aunque para nuestra realidad no
sería nada raro que solo podamos quedarnos en el nivel
popular e intuitivo, más aun si la técnica, a la
que adhiere la gestión, siempre ha sido desdeñada y
menospreciada social y académicamente. Quizás esta
disquisición haga la diferencia en relación con la
formación técnica de otros países
desarrollados en los cuales alcanza niveles de dominio mucho
más trascendentes y significativos.
La epistemología, en tanto
filosofía de la gestión, se preocupa principalmente
de:
Determinar la naturaleza de los
conceptos científicosInvestigar la forma y naturaleza de las
teorías científicasAnalizar el método
científicoDeterminar el concepto de la
explicación y sus diversos tiposAnalizar los conceptos de realidad y de
verdad y su relación con la cienciaDiscutir el problema del progreso
científico.Reflexionar sobre el rol
práctico, social y político de la
ciencia.
Pautas para construir la
epistemología de la gestión
educativa
Para la elaboración del presente
ensayo se ha tomado como base dos ideas orientadoras que subyacen
en el texto:
1ª La gestión educativa
considerada como una técnica, y
2ª La gestión educativa, en
cuanto técnica, se basa en los conocimientos
teóricos provenientes de otras ciencias, las que
sincréticamente dan lugar o configuran la teoría
administrativa de la cual proviene.
En este escenario teórico, para
formular la teoría de la gestión se
requiere:
1.- Amplia documentación acerca de
la historia de las ciencias para determinar el devenir de los
diversos hallazgos científicos y sus
aplicaciones.
2.- Amplio dominio de la Teoría del
conocimiento y del desarrollo del conocimiento en base a
principios, leyes y teorías.
3. Buen manejo de las técnicas de
investigación– para validad, actualizar y desarrollar el
conocimiento respectivo
4.- Aplicar estos conocimientos al
desarrollo de las instituciones (empresas) educativas y aun de
los gobiernos (macro empresas) para determinar y explicar los
estímulos y obstáculos para su evolución
cualitativa.
.—–
(*) Por tal razón a la
Administración o gestión solamente se le asigna la
categoría de ciencia de segundo nivel (aplicada), o
ciencia sincrética a decir de Juan Ignacio Jiménez
Nieto.
La realidad es que el estado de la situación
sobre este tópico, lo que los anglosajones llaman el
estado del arte, en los países –
eufemísticamente llamados – emergentes dista mucho de ser
aun una realidad concreta; por el contrario como no hay
Investigación y Desarrollo, autónomos y
consistentes, no es posible lograr teorías y
técnicas propias acorde con nuestras realidades
nacionales. Por tal consideración – asumimos –
que en nuestras latitudes las técnicas se apliquen
mecánicamente, sin cuestionarlas, adaptarlas o darlas el
sentido social al cual deberían estar orientadas,
limitando así que el conocimiento se convierta en el
recurso mas valiosos de la economía para convertirla en
una real "Ventaja competitiva "tal como lo
preconizó Porter en su muy comentada exposición del
CADE 2008.
Axiología
de la gestión educativa
Como se sabe la axiología, según Max
Scheller,(1) es la disciplina que estudia el DEBER SER del
comportamiento humano, es decir lo bueno (valor) y lo malo
(antivalor) de la conducta humana en el mundo laboral, en nuestro
caso en el seno de las diversas instituciones educativas, sin
distingo alguno, por cuanto todas están constituidas por
seres humanos, los trabajadores, docentes o no.
Parafraseando a Platón (2 ) quien decía
que "el bien es la causa de todo lo recto y lo bello" y que por
lo mismo la axiología tiene como fundamento lo
ético y lo estético, podemos inferir que una buena
educación, consecuencia de una correcta gestión, ha
de concurrir a uno de los bienes mas trascendentales de nuestra
población estudiosa y de la sociedad en general para hacer
que la vida sea correcta y virtuosa, dignamente
humana.
Por lo tanto, la ética en la gestión
educativa supone el desarrollo de la práctica de diversos
valores, los cuales ha sido clasificados por diversos autores,
entre ellos Eduardo Spranger, quien estableció la primera
jerarquía de los mismos, como:
Teórico: que busca
la verdad a través del conocimiento y su bien es la
ciencia
Estético: que busca
la belleza a través del arte
Político: busca el
poder y a través de él el bien colectivo y por ende
el reconocimiento social
Social: su
preocupación es por los demás y su meta el amor al
prójimo.
Económico: orientado
a la búsqueda de los bienes materiales. Su meta es el
éxito
Religioso: El valor supremo
es la espiritualidad y la meta es Dios.
——–
(1) Max Scheller. El puesto del hombre
en el cosmos. Editorial Lozada 5ª edición.
Buenos Aires. 1964 (2) Platón. Citado por Raúl
Gutiérrez en Por que leer filosofía hoy.
Fondo Editorial PUCP. 2008. P17.
Por otro lado, según el cumplimiento
de los valores en la práctica cotidiana, también se
encuentra la categorización de los valores
como:
Valores terminales o de
resultados deseables, que a su vez pueden ser:personales: el éxito,
felicidad, trabajo, realización, ysociales: como la justicia
social, supervivencia del planeta, etc.Valores conductuales o
instrumentales, entre estoslos morales: responsabilidad,
honestidad, solidaridad, confianza, cooperación,
ylos de competencia:
lógica, flexibilidad, iniciativa, cultura, excelencia
en el servicio, motivación.
Finalmente debemos señalar que todas
las organizaciones internamente diseñan e implementan
mecanismos diversos a efectos de cautelar la moral laboral que
conduzcan al éxito institucional, así por ejemplo
se observan como Instrumentos los
siguientes:
Código de ética,
contenidos principalmente en los Reglamentos Internos o
Manuales de políticas.Comité de ética,
o comités disciplinariosPromoción de la
ética a través de diversos
estímulos.Círculos de
ética paralelos a los círculos de
calidad.La Gestión de la ética
encargada no solo de cumplir las acciones anteriores sino
también para resguardar la ética y la
disciplina, conceptos y acciones diferentes pero
complementarias, entre todos y cada uno de los integrantes de
una organización.
Si bien estos tres componentes están
implícitos en todos y cada uno de los elementos (procesos,
recursos, enfoques, modelos) que configuran la gestión
educativa, un análisis muy detallado rebasaría los
alcances del presente artículo, por ahora bastaría
sólo con referir algunas ideas en torno a como la
filosofía está inserta en la
planificación.
Ontología de la
Planeación
Es a través de la
planificación que se procura y posibilita que:
Jefes y directivos busquen el bien
comúnLograr un hombre (trabajador) feliz con
necesidades satisfechasCumplir con el deber, realizar labor de
planearAsegurar la vida y la de sus
congéneresMejorar la competencia institucional y
por ende la calidad educativa
Epistemología de la
Planeación
Dar sentido, coherencia y racionalidad
a un planJustificar o criticar un
planContextualizar el proceso y el
planVerificar el desarrollo de los
planesObservar, explorar, recordar y comparar
experienciasRegistrar, clasificar, abstraer,
formalizar, deducirAplicar la duda metódica al
resolver problemas durante el proceso planificadorUsar racionalmente los recursos escasos
para satisfacer necesidadesEvaluar resultados contrastando con
otros conocimientos
Axiología de la
planeación
Respeto a las ideas de los
demásColaboración en la
ejecución del planCompartir impresiones del
procesoOrden y coherencia en el
planIgualdad de condiciones a la hora de
dar ideas
Aunque un plan
epistemológicamente puede ser válido, la
axiología con la moral (valores) y creencias puede
invalidarlo.
Reflexiones
finales
Es posible construir la
relación filosofía – gestión desde los tres
componentes básicos los mismos que interactúan y se
interrelacionan intencionalmente en los propósitos y
prácticas pedagógicas que solo logran hacerse
posibles a través de la dinámica de la
gestión, siendo ésta uno de los pre requisitos
fundamentales para cautelar la calidad educativa.
En este sentido las premisas de: Que
enseñar- Como enseñar – Para que
enseñar que subyacen en todo acto educativo,
también tienen perfecta aplicación en el acto
administrativo o de la gestión a fin de darle sentido,
trascendencia y eficiencia que son indispensables.
Finalmente aludiendo el proverbio
castellano "Cuando enseñes enseña a la vez a
dudar de lo que enseñas" podemos parafrasear que
cuando se gestiona se debe dudar de lo que se gestiona por que el
ser humano, no exento de limitaciones, siempre estará
sujeto a cometer faltas y errores –a veces –
irrecuperables, sobre todo cuando van en contra de los usuarios y
de la sociedad a la cual sirve.
Bibliografía
Aguilera, Juan Carlos. (2004) La Gestión
Educativa Desde Una Perspectiva Humanista,
ChileAlvarado Bernales, Manuel. (2005)
Filosofía, Educación y Sociedad
Global, Ediciones Signo, ArgentinaArista Montoya, Luis
(1991)José Ortega y Gasset: El pensador de la
crisis. Orellana & Orellana Editores.Giusti, Miguel y Elvis Mejía. (
2008) ¿Por qué leer filosofía
hoy?. Segunda edición. Fondo Editorial PUCP.
Lima.Etkin, J, noviembre (2001). La Gestión de
la Complejidad:¿Desafío o Condena?. Buenos
Aires, Revista Enfoques.pág.59.Junge, Ernst. El trabajador. Dominio y
figura.LA PIERRE, Laurent., Gerenciar es Crear.
Cátedra sobre liderazgo Pierre-Péladeau en HEC
MontréalOrrego, Antenor. (2003). Meditaciones sobre la
universidad. Trujillo. Trilce EditoresROBBINS, Stephen P. (2009)
Administración. Quinta Edición.
Editorial Prentice Hall.Schvarstein, L, (1998). Diseño de
Organizaciones, Buenos Aires, Paidós.Sèrieyx, H. (1994), El Bio Bang de las
Organizaciones, , Buenos Aires, GranicaScheller, Max (1964). El puesto del hombre en el
cosmos. Editorial Lozada. 5ª edición. Buenos
Aires.Tedesco, Juan Carlos (2000). Educar en la
sociedad del conocimiento. FCE.
México.Wagner, Patrick. Heidegger y la esencia del
nihilismo. En Consensus. Revista de la Unife
Nº 16 Vol 1. Ene-Dic 2011. Pag 36http://www.dad.uncu.edu.ar/upload/02_Otros_modos_de_pensar_la_gestion_educativa.pdf
Página siguiente |