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¿Qué es el espiritismo?



Partes: 1, 2

  1. Consideraciones primeras
  2. Antecedentes
    históricos
  3. Las
    primeras investigaciones
  4. Hipolitte Leon Denizard Rivail (Allan
    Kardec)
  5. Aspecto filosófico
  6. Aspecto científico
  7. Aspecto moral
  8. Conclusión

Consideraciones
primeras

Cuando en cualquier medio social, ya sea en el trabajo,
entre amistades, en los medios de comunicación, en las
ciencias o en las diversas corrientes espiritualistas, se oye
hablar de espiritismo, los comentarios son siempre similares, y
desgraciadamente, totalmente desviados de la realidad.

Se tiene la idea general de que el espiritismo es un
mero pasatiempo, una distracción de personas excesivamente
crédulas que se distraen evocando espíritus para
satisfacer sus caprichos personales, y esto en el mejor de los
casos.

Para muchas otras, el espiritismo constituye un problema
para la salud mental de los que a él se dedican. Ya sea
porque consideran que las manifestaciones espíritas son
producto del subconsciente del ser humano, que acepta como real
aquello que no deja de ser simplemente producto de una actividad
mental incomprendida, o bien, y esto aún existe, en la
idea religiosa de que es el diablo el que se manifiesta en ese
tipo de fenómenos.

Con el presente artículo no pretendemos convencer
a nadie, ni por supuesto, cambiar la forma de pensar en
relación al espiritismo de aquellos que así
piensan. Lo que pretendemos únicamente, es ofrecer una
visión de lo que es el espiritismo, nacida del
conocimiento del mismo.

Intentaremos por lo tanto, hacer un repaso por los
momentos más importantes en relación al surgimiento
del espiritismo, veremos las investigaciones que se hicieron, las
conclusiones a las que se llegaron y las consecuencias de todo
ese trabajo. Analizaremos lo que no es espiritismo, y
terminaremos situando al espiritismo en su contesto, es decir,
como un fenómeno cultural basado en hechos concretos,
perfectamente identificados, y que tiene la finalidad de ayudar
al ser humano en su proceso de crecimiento espiritual, todo esto
usando la racionalidad, el análisis personal de cada uno
de sus principios y la libertad absoluta para admitirlos o
no.

Así mismo, y buscando ese proceso de crecimiento
espiritual del ser humano, el espiritismo no usa talismanes,
sortilegios, rituales místicos, formulas
cabalísticas… Presenta el proceso evolutivo como
resultante de dos factores: La comprensión y el
esfuerzo propio para superarse
, factores que se encuentran
presentes en cualquier proceso de realización, ya sea
dentro del campo espiritual o dentro de los logros o las
conquistas propias de las realizaciones sociales,
científicas, culturales, religiosas o morales.

Ahora bien, si el espiritismo es realmente una doctrina
filosófica, científica y ético
moral[1]¿Por qué se tiene de
él una imagen tan distorsionada?

A este respecto voy a dar únicamente mi
opinión personal.

Cuando surge el espiritismo, el 18 de Abril de 1857 con
la publicación en París del Libro de los
Espíritus, se inicia igualmente un proceso de
crítica a la nueva filosofía que emerge. Este
fenómeno es natural y ha estado presente en la historia de
la humanidad.

Cualquier idea nueva ha visto el azote de la
crítica en sus inicios. Esto es lógico y positivo,
porque si una idea tiene una base racional, por más que se
le critique, por más que se le censure o se
desvirtúen sus principios, siempre marchará hacia
delante. Mientras que aquellas ideas que no tienen una base
racional, caen ineludiblemente por la marcha del progreso. Sin
embargo, la crítica destructiva que busca ridiculizar en
base a principios falsos, siempre ofrece una visión
distorsionada a aquellas personas que no se molestan en
buscar.

Así pues, y dado que uno de los principios del
espiritismo es la comunicación entre los hombres y los
espíritus, (que no son sino los hombres cuando no tienen
ya el cuerpo físico) se debatió mucho sobre ese
principio, se elaboraron teorías para explicar este
fenómeno, unas a favor de la idea de los espíritus,
otras en contra, y tomando el punto por la doctrina, el principio
por la enseñanza global, se pasó a considerar que
el espiritismo era única y exclusivamente el
fenómeno de la comunicación con el plano
espiritual, olvidando que esto simplemente una de sus ideas, como
lo son la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, la
reencarnación, la pluralidad de mundos habitados, la
necesidad de una vivencia moral basada en el bien para la
conquista de la felicidad, la importancia de conocimiento para
guiarnos por la razón etc.

Por otro lado, existen muchas personas que dedican a la
comunicación con el mundo espiritual, ya que la
mediúmnidad es un fenómeno natural que está
presente en la humanidad, pero lo hacen sin ninguna
orientación y respeto por el fenómeno, con un
desconocimiento total de lo que implica la mediúmnidad y
la responsabilidad que entraña. Pero desgraciadamente,
muchas de estas personas se llaman a sí mismas
espiritistas sin serlo, porque ninguna de ellas conoce el
espiritismo.

El espiritismo no tiene nada que ver con rituales
esotéricos, con echadores de cartas, con
adivinación del futuro, con evocación de los
espíritus para fines personales, con misas de
ningún tipo, con echadores de la buena ventura, con
curanderos, ni con ninguna de estas prácticas que,
necesario es decirlo, el propio espiritismo condena.

Ese es el objetivo de este artículo, mostrar que
el espiritismo nada tiene que ver con todo eso. Que por el
contrario es toda una filosofía que tiene algo que ofrecer
al ser humano, que en medio de una época convulsionada por
los valores inmediatistas del materialismo, donde la única
valía del ser humano está en lo que tiene, en lo
que representa socialmente, se puede, desde el análisis y
la racionalidad, mirar para dentro de uno mismo y descubrirnos
como espíritus eternos buscando la plenitud, y que esta
plenitud, lejos de estar en las posesiones que se tienen, se
encuentra en los que interiormente vivimos, es decir, en lo que
somos.

Antecedentes
históricos

Cuando miramos la historia de la humanidad desde sus
inicios, podemos observar que las ideas básicas del
espiritismo han existido desde siempre. Ideas como la
comunicabilidad de los espíritus, la inmortalidad del
alma, la reencarnación, la existencia de Dios etc., han
estado presentes en el seno de todas las culturas, y servido de
base para la mayoría de las religiones, si no en todas, al
menos si en las más importantes.

Por ejemplo, en la India, encontramos en los Vedas el
culto de la Inmortalidad del alma y la reencarnación.
Leemos tanto en los libros sagrados de la Indica, como dentro de
su idiosincrasia y escasos conocimientos en cuestiones
mediúmnicas, ya creían en la inmortalidad del alma
y en la posibilidad de un intercambio entre los hombres y los
espíritus: Veamos un texto de uno de sus libros sagrados.
"Al comenzar el día, el jefe de la familia, a la vez
padre y sacerdote, encendía la llama sagrada sobre el
altar de tierra para las ceremonias, invocando a los Asuras o
Espíritus superiores, y a los Pitris, almas de los
antepasados, que rodean a los asistentes y se asocian a sus
preces
". Así, pues, la creencia en los
espíritus se remonta a las primeras edades del
mundo.

Krishna, rodeado de sus discípulos, iba de ciudad
en ciudad divulgando sus ideas. "El cuerpo -decía-,
envoltura del alma que ha hecho de él su morada, es una
cosa finita, pero el alma que lo habita es invisible,
imponderable y eterna. La suerte del alma después de la
muerte constituye el misterio de los
renacimientos".

En Egipto, igualmente encontramos las ideas de la
comunicabilidad de los espíritus, de Dios, de la
inmortalidad del alma y de la reencarnación. En los
símbolos jeroglíficos, se han encontrados las
enseñanzas que eran transmitidas a los iniciados, vemos
que nos dicen: "En cuanto al espíritu del hombre, su
destino tiene dos aspectos: cautividad en la materia y
ascensión a la luz. Las almas son hijas del cielo, y su
viaje es una prueba. En la encarnación pierden el recuerdo
de su origen celeste."

En Grecia, la idea la inmortalidad del alma, de la
reencarnación y de la comunicabilidad de los
espíritus, hacía parte de las ideas de los
iniciados y pensadores. Filósofos como Pitágoras,
Platón, Sócrates, enseñaron la existencia
del alma y la reencarnación.

En la Galia volvemos a encontrar la doctrina
Druídica, que nos decía: "Para vosotros, las
sombras no se entierran en los sombríos reinados de la
Ereba, sino que el alma vuela para animar a otros cuerpos en
mundos nuevos. La muerte no es más que el medio de una
larga vida".

En el Cristianismo, la doctrina de la Inmortalidad del
alma, de la reencarnación y de la comunicabilidad de los
espíritus está presente. Bellos paisajes
evangélicos nos hablan de que el reino de los Cielos
no es de este mundo, que nos es necesario nacer de nuevo para ver
dicho reino y encontramos a Jesús, en el monte Tabor,
junto con Moisés y Elías. Los discípulos le
preguntan a Jesús si él era un profeta de la
antigüedad y la razón de porqué las escrituras
decían que Elías debía de venir primero en
clara alusión a Juan el Bautista, confirmando con total
claridad que creían en la
reencarnación.

Como vemos en estas líneas, las ideas de la
Inmortalidad, la comunicabilidad de los espíritus, la
existencia de Dios, la reencarnación, han estado presentes
en las creencias de las más importantes culturas de la
historia de la humanidad. Nos queda, lógicamente, la
pregunta:

¿Qué podemos deducir de ello?

Para muchos, estas ideas son producto de la
superstición, de la necesidad que tiene el ser humano de
atribuir un origen sobrenatural a aquello que no
conoce.

Es cierto que si miramos las ideas que las culturas
antiguas tenían al respecto de la inmortalidad, de la
comunicabilidad de los espíritus, de Dios…, todas
ellas están cargadas de un fuerte contenido
místico, milagroso y sobrenatural. Pero si miramos las
ideas que esos mismos pueblos tenían sobre
fenómenos que hoy se consideran totalmente naturales, como
los fenómenos meteorológicos, los fenómenos
químicos, los fenómenos eléctricos y
luminosos, etc., veremos que la explicación que daban de
ellos no tenía otro origen que la superstición, el
milagro y lo sobrenatural.

De esto se desprende que las culturas primeras, al no
tener elementos para analizar estos fenómenos,
desconociendo las leyes que los producen, no podían
explicarlos, recurriendo al milagro y al poder de los Dioses para
dar respuestas que no podían dar por los medios de la
lógica y la razón. Lo mismo sucedía con los
fenómenos de orden espiritual, los atribuían
igualmente a lo sobrenatural, a lo divino y a lo
milagroso.

Por nuestra parte, consideramos que el hecho de que esas
ideas se encuentren en todos los pueblos, en todas las culturas y
en todas las épocas de la humanidad, significa que tienen
una base real, y que nuevas investigaciones irán poco a
poco confirmando lo que de cierto y errado tenían esas
ideas.

Nos cabe en esta época ir separando la paja del
trigo, ir diferenciando lo que hace parte de la
superstición nacida del desconocimiento de los
fenómenos naturales, de lo que hace parte de la
explicación racional y lógica de esos
fenómenos.

Si la ciencia, por ejemplo, ha visto en la alquimia el
producto de una concepción errónea de los
fenómenos químicos de la materia, y ha conseguido
una explicación más clara y coherente con la
realidad de esos fenómenos mediante la química, y
ha procedido así en relación a todas las ramas del
saber, ¿por qué razón no hace lo mismo
delante de los fenómenos de origen espiritual? ¿Por
qué no investigarlos con los elementos necesarios, y
llegar a conclusiones antes de catalogarlos como imposibles y
destituidos de razón? ¿Por qué atribuirlos
al pensamiento mágico de las culturas primitivas, y no
considerarlos como fenómenos naturales que hay que
estudiar?

Esta ha sido la labor del espiritismo delante de los
fenómenos y leyes espirituales. Ha estudiado todos esos
fenómenos, y en base a los hechos que ha podido observar,
ha obtenido las consecuencias que de ellos se desprenden.
Lógicamente no ha dado respuestas absolutas y definitivas,
porque el espiritismo es una doctrina que nace con las
investigaciones de Allan Kardec y sus compañeros del
Centro Parisiense de Estudios Espíritas, pero no se queda
ahí. En las ideas de Kardec tenemos la base para
desarrollar nuestros conocimientos en relación al mundo
espiritual, y a partir de esa base, continuar creciendo en
relación a estas ideas.

Me quedo, para terminar este artículo, con la
frase de Kardec: "El Espiritismo marcha al ritmo del progreso
y nunca quedará rezagado, porque si nuevos descubrimientos
le demuestran que está equivocado en algo o si se revelase
una nueva verdad, él habrá de
rectificarse".

Las primeras
investigaciones

Aunque los fenómenos mediúmnicos y los
principios básicos del espiritismo forman parte de la
naturaleza y por eso han existido siempre, en toda ciencia hay un
momento en que el ser humano se pregunta las razones por las
cuales sucede algo. Ese momento es la parte más importante
en el desarrollo espiritual del hombre, tanto a nivel intelectual
como a nivel moral, ya que hace que se pase de la oscuridad a la
luz, de la ignorancia al conocimiento.

Uno de los ejemplos más conocidos de esto es
la famosa caída de la manzana que observó Newton.
Lógicamente manzanas habían caído siempre,
pero fue Newton quien, al ver el fenómeno, se
preguntó las razones por las cuales la manzana caía
hacia el suelo y no hacia otro lado.

Lógicamente ese paso al que nos
referíamos, no se da de súbito. Es necesario mucho
estudio y valor para ir superando los contenidos cognitivos de
una época, puesto que el ser humano se resiste siempre a
la llegada de nuevos conocimientos. Es como un miedo a lo
desconocido, como un sentimiento de seguridad en los
conocimientos actuales y de inseguridad hacia lo nuevo. Pero
afortunadamente siempre hay hombres y mujeres valientes que han
dado ese paso, que han roto los prejuicios de su época, y
a riesgo de su reputación, se han adentrado en la
investigación de los nuevos conocimientos, contribuyendo,
de esta forma, al progreso de la humanidad. Esto ha estado
presente en todas las ramas del conocimiento y existen casos muy
conocidos por todos, que confirman lo que anteriormente
decíamos.

Con los fenómenos mediúmnicos ha pasado lo
mismo. El proceso de investigación de los mismos ha tenido
sus precursores, sus héroes y también, como no
podía ser de otra forma, sus mártires. No podemos
en este breve artículo hacer mención a todos,
consignando aquí simplemente los hechos más
relevantes que llamaron la atención de personas serias y
respetadas, que no dudaron en exponerse públicamente al
confesar que aquellos fenómenos extraños y sin
explicación eran producidos por los
espíritus.

Pero veamos como se desencadenaron estos
hechos:

La historia sitúa la noche del 31 de Marzo de
1848 como el inicio de las investigaciones en materia de
Mediúmnidad.

Esto ocurrió en una casa de una honrada familia
de granjeros llamada Fox, en un pueblecito llamado Hydesville,
del estado de Nueva York. La familia estaba compuesta por los
padres y dos niñas. Las niñas se llamaban
Margarita, que contaba con 14 años, y Catalina de 11
años. Tenían otros hijos que no vivían en la
casa, pero una hija mayor, de nombre Lea tomó parte de los
fenómenos que dieron lugar al nacimiento del espiritismo
como doctrina filosófica.

Los fenómenos consistían en ruidos,
principalmente golpes. Los ruidos no tenían una causa
verificable y conocida, pero parece que no incomodaban mucho a la
familia Fox. Fue a mediados de marzo de 1848 cuando crecieron en
intensidad, lo que hizo que la familia empezara a alarmarse,
sobre todo las niñas que se negaron a dormir solas. Lo
primero que hicieron los padres fue investigar las causas de los
ruidos. El padre observaba un lado de la puerta y la madre otro,
mas era imposible descubrir cual era la causa que producía
dichos ruidos.

Pero fue la noche del 31 de Marzo del año
mencionado cuando un hecho vino a dar un giro importante a la
cuestión. La pequeña Catalina desafió a la
extraña fuerza a que repitiera los golpes que ella
producía con los dedos. El resultado fue positivo, y los
golpes reproducían el número de chasquidos que la
niña hacía aun cuando la petición se
había hecho con palabras tímidas e indecisas.
Aquí radicaba lo importante del fenómeno: "La
causa que producía los golpes debía ser
inteligente".

Además de inteligente, la causa debía ver
y oír, incluso más allá de los
límites de una persona, puesto que sin estar presente en
el cuarto, reprodujo el número de golpes que Catalina
producía con los dedos sin que estos hicieran ruido. Esto
alertó a la madre, que hizo algunas preguntas, cuyas
respuestas fueron totalmente desconcertantes, puesto que
revelaban un conocimiento de la vida privada de los
Fox.

La señora Redfield, vecina de los Fox fue
llamada, y su sorpresa fue mayúscula cuando
comprobó que las respuestas que obtenía a preguntas
de su vida íntima y privada eran exactas. Esto atrajo la
curiosidad de los demás lugareños, que
acudían a ver el extraño fenómeno, formando
lo que puede llamarse el primer comité de
investigación en materia de Mediúmnidad.

Todas las medidas de fraude fueron verificadas. Se
comprobó que no había nadie escondido por la casa,
y se apartaron a las niñas para confirmar que ellas mismas
no realizaban el fenómeno con algún extraño
procedimiento. Los golpes seguían produciéndose
para asombro de todos los que allí
acudían.

Le cabe a Isaac Post, un cuákero de Rochester, el
honor de haber diseñado el procedimiento de
comunicación con estas inteligencias extrañas. Este
procedimiento consistía en la asignación de un
número de golpes a cada letra del abecedario, lo que
permitió que aunque lentamente, se pudiera conversar y
obtener información precisa de la causa de esos
fenómenos. Gracias a estos diálogos se supo que la
causa de los golpes eran los espíritus y que estos no son
sino las almas de los hombres cuando han abandonado el cuerpo
físico. En el caso en cuestión, y según la
información que se pudo extraer de las conversaciones con
el espíritu que producía los fenómenos en la
casa de los Fox, él había sido un Buhonero que
afirmaba haber sido asesinado en la casa para ser robado, y su
cuerpo fue enterrado en el sótano.

Lo importante de estos fenómenos no fue el
mensaje, sino en fenómeno en si. A raíz del
precedente creado en Hydesville y del informe presentado por el
comité de investigación, muchas personas dirigieron
su atención a fenómenos similares que se
sucedían en diversas partes del mundo, demostrando que
estos fenómenos tenían un carácter natural
pero desconocido. Lo importante ahora era verificar cual era la
causa real que los producía.

Poco a poco los investigadores se fueron dando cuenta
que la causa del fenómeno no era la casa de Hydesville, ni
ninguna casa o lugar en concreto. La causa eran las propias
personas. Todo parecía indicar que algunas estaban dotadas
de un poder o fuerza extraña que permitía que los
ruidos, movimientos de objetos… se produjeran, a estas
personas se les designó con el nombre de médiums,
que es una palabra suyo significado es intermediario, mediador,
ya que de alguna forma eran intermediarios entre los hombres y
los espíritus.

El movimiento surgido en Hydesville comenzó a
ampliarse a diversas partes del mundo, y personas notables y
mejor preparadas que los lugareños de Hydesville se
hicieron eco del fenómeno. Solo por citar algunos,
mencionamos a William Crookes, Arthur Conan Doyle, Alfred Rusell
Wallace, el juez Edmons o Camille Flammarión. Todos ellos
hombres respetables, de ciencia, que investigaron los
fenómenos de forma desinteresada y desapasionada,
convenciéndose, muchas veces a su costa, de la existencia
de los espíritus y de su influencia en el mundo
físico o corporal.

Citamos, por ejemplo, el caso de Sir Willian Crookes. En
su caso, el dedicarse a investigar el espiritismo fue motivado
por el deseo de demostrar el engaño que en él se
encerraba. Que Crookes se dedicara a investigar los
fenómenos de orden mediúmnico era, para todos sus
colegas científicos, el final de dichos fenómenos,
ya que el asunto iba a ser investigado por una de las mentes mas
brillantes de su época, por lo que unos embaucadores
incultos no podrían engañar a mente tan brillante.
Veamos las palabras del propio Crookes:

"Se ha echado en cara a los hombres de ciencia
haberse negado durante mucho tiempo a llevar a cabo una
investigación científica sobre la existencia y
naturaleza de hechos afirmados por tantos testigos competentes y
dignos de crédito, los cuales han venido
inútilmente reclamando un libre examen donde y cuando se
quisiera de esos hechos. Por lo que a mí se refiere,
concedo demasiado valor a la investigación de la verdad y
al descubrimiento de cualquier hecho nuevo de la Naturaleza, para
negarme a esa investigación, bajo pretexto de que choca
contra el parecer general".

Después de 4 años de investigación,
llegaría a la conclusión de que los hechos son
reales y ajenos a todo truco o medio mecánico.
Reproducimos exactamente parte de sus palabras: "Conociendo
las numerosas teorías que se han dado, sobre todo en
América para explicar aquellos ruidos, los he comprobado
por todos los medios posibles e imaginables, hasta que me he
convencido de que se trata de verdaderos hechos objetivos, ajenos
a todo truco o medio mecánico".

¿Cómo reaccionó la sociedad
científica? Nuevamente negando todo y ridiculizando todo.
Crookes, que era una mente brillante para la ciencia, se
había vuelto mediocre y deshonesto de repente, todo por
afirmar que los fenómenos mediúmnicos eran reales.
Como tantas veces, la ciencia oficial volvió la espalda a
la investigación seria y concienzuda de la realidad
espiritual. Ante esta actitud, William Crookes insistía en
invitar a aquellos científicos que lo acusaban a las
investigaciones realizadas por él, obteniendo siempre la
misma respuesta, una cortés y formal negativa. La actitud
de los que criticaban a Crookes era tan absurda y falta de
criterio científico, que el propio investigador
ppublicó las numerosas cartas dirigidas a Stokes,
secretario de la Real Sociedad para que fuera a presenciar los
fenómenos con sus propios ojos, sin embargo el ilustre
secretario se negó a verificar por si mismo el
fenómeno, prefiriendo negarlo y ridiculizar el trabajo de
Crookes. En palabras de Conan Doyle, "Stokes se negó
colocándose en la misma situación de aquellos
Cardenales que se negaban a contemplar los satélites de
Júpiter a través del telescopio de
Galileo".

Como Crookes, muchos otros enfrentaron la burla, la
crítica mordaz de compañeros que anteriormente los
habían admirado. Ello motivó que muchos abandonaran
las investigaciones, pero también muchos no desfallecieron
y ofrecieron a la humanidad una de las mayores conquistas que se
haya hecho nunca. Estamos convencidos de que todo aquel que
estudie sin prejuicios, -sin la falsa superioridad de quien
haciéndose eco de una ciencia que niega sin haber
comprobado antes, sin el desdén con que se miran estos
fenómenos
-, quien estudie, decíamos, las obras
e investigaciones de estos valerosos científicos, se
convencerá de que las pruebas a favor de la inmortalidad
del alma y la posibilidad de un contacto entre los
espíritus y los hombres es una realidad perfectamente
demostrable.

No quisiera terminar este artículo sin hacer una
mención sobre esas investigaciones que resulta muy
importante para entender los diferentes resultados que se
obtuvieron.

En todo inicio, una ciencia tiene sus dificultades.
Muchos procedimientos de investigación se ven
posteriormente inadecuados y hoy se sabe que la misma presencia
del observador ya puede condicionar el resultado de los
fenómenos, y esto si nos referimos a los fenómenos
de la mecánica cuántica.

En materia mediúmnica, los fenómenos son
producidos por espíritus. Los espíritus no son sino
que nosotros mismos cuando ya no tenemos el cuerpo físico.
Por lo tanto, dichos fenómenos no están sujetos a
la voluntad del médium ni del investigador. Los
fenómenos se producen si los espíritus quieren que
se produzcan, y si ellos no quieren, por más que sean
redoblados los esfuerzos de los médiums o de los
investigadores, ellos no aparecerán. En los inicios de la
investigación mediúmnica, uno de los errores mas
graves que se cometió fue la profesionalización de
la Mediúmnidad. Los médiums se hicieron
profesionales y cobraron por las sesiones. Esto trajo un
perjuicio muy grande a las investigaciones, ya que si un grupo de
personas pagaba por presenciar un hecho y éste no se
producía, se sentían estafados.

Los médiums se vieron fuertemente presionados
para obtener resultados y muchos deshonestos recurrieron a trucos
o trampas para simular los fenómenos. Esto
desgraciadamente habló muy fuerte en contra de las
investigaciones serias, puesto que se pensó que si
habían mentido en una ocasión, también lo
habían hecho en otras. Esta objeción no tiene
ningún valor si analizamos las condiciones en las que se
hicieron las investigaciones, pero para el que quiere negar algo
es un filón inmenso.

Hoy gracias al espiritismo, se sabe que la
Mediúmnidad es una facultad que tiene una finalidad
positiva para el hombre, y que su uso solo debe hacerse de forma
gratuita y sin ningún propósito fútil. Son
muchos los médiums que han obrado de forma totalmente
desinteresada y desprendida como para que la presencia de algunos
embaucadores pueda ser considerada por aquel que desee conocer la
realidad de estos hechos.

Otro de los graves errores cometidos en estas primeras
investigaciones, fue el desconocimiento total de muchos de los
investigadores. Hoy sabemos que la mediúmnidad obedece a
un proceso de sintonía entre el espíritu y el
médium, y que es sumamente necesario el recogimiento, la
concentración y un ambiente de serenidad y tranquilidad
para que el intercambio con el mundo espiritual se produzca de
forma fluida y segura, pero esto era ignorado por muchos
investigadores, que mas que investigadores fueron aventureros en
una tierra que desconocían por completo. Hay registros
históricos de estas investigaciones que causan estupor en
los espíritas.

Por ejemplo, algunos ataban las muñecas y pies de
los médiums con tal fuerza, que al terminar la
reunión los médiums aparecían con las
muñecas y tobillos sangrando. Otras veces obligaban al
médium a desnudarse delante de los investigadores y lo
vestían con una especie de camisa de fuerza, y otros
llegaron al extremo de pasar un hilo por los orificios de las
orejas de las mujeres médiums y lo ataban a la silla,
sellándolo después para evitar cualquier movimiento
o fraude. En estas condiciones no es de extrañar que los
resultados fueran pobres o nulos, puesto que se estaban ignorando
claramente los principios elementales para que los resultados
pudieran ser positivos.

De todas formas, y a pesar de los múltiples
errores y torpezas cometidas en este periodo, los informes y
resultados obtenidos apuntan claramente a la realidad de las
manifestaciones mediúmnicas, que confirman que somos seres
inmortales, que continuaremos viviendo después de que
nuestro cuerpo muera y que los seres queridos que hemos perdido
no han desaparecido para siempre, y día vendrá que
volveremos a reunirnos con ellos.

Hipolitte Leon
Denizard Rivail (Allan Kardec)

De todos los investigadores y personas que se ocuparon
del estudio de los fenómenos mediúmnicos, le cabe
al Sr. Rivail el privilegio de haber sido quien mejor ha
observado, analizado y llegado a las conclusiones finales que hoy
componen el espiritismo.

Mientras muchos investigadores realizaron pruebas
exhaustas, investigaciones interminables con la única
finalidad de confirmar si el fenómeno se produce o no, el
Sr. Rivail, una vez observado el fenómeno y comprobado su
autenticidad, dio un paso más en el proceso de
investigación, y se preguntó por las consecuencias
que este descubrimiento podía tener para la
humanidad.

Muchos criticaron y critican a Kardec de no actuar
científicamente a la hora de tratar con los
fenómenos mediúmnicos. En mi modesta opinión
Kardec sí actuó con espíritu
científico. Es verdad que las obras de otros
investigadores, aportan un carácter científico en
cuanto a la posibilidad de confirmar la realidad de los
fenómenos mediúmnicos y sobre la causa de estos,
pero Kardec comprendió que estos fenómenos no
obedecen a leyes físicas y mecánicas, ya que la
causa es una inteligencia libre, que posee una voluntad. Para
estudiar esa inteligencia no se pueden aplicar patrones similares
a los que se aplican cuando el objeto de estudio obedece a leyes
físicas y predecibles.

Kardec fue científico cuando comprendiendo lo
arriba indicado. Supo observar las diferentes
características que presentaban esas inteligencias, las
consecuencias de los actos en la vida espiritual, los procesos
por los cuales esas inteligencias se comunican con los hombres,
el cómo nos influyen y un larguísimo etc. Él
nunca aceptó lo que los espíritus decían sin
antes someterlo a un control férreo, a un análisis
minucioso y a una confirmación por la experiencia. En este
aspecto Kardec superó a todos los investigadores de la
época, los que se quedaron en el efecto mientras que
él se remontó a la causa y las
consecuencias.

Pero vamos a conocer mejor a este hombre que pasó
a la historia como el codificador del espiritismo.

Hyppolyte Leon Denizard Rivail nació en la ciudad
de Lyón, Francia, el día 3 de octubre de 1804. Su
familia era Católica y hasta la edad de 12 años
cursó los primeros estudios en su ciudad natal.
Posteriormente, para completar sus estudios fue enviado a
Yverdon, Suiza, al Instituto de Educación Pestalozzi,
donde se convirtió en discípulo destacado del
célebre Pedagogo Enrique Pestalozzi.

Gran parte de sus antepasados se habían destacado
en la magistratura, pareciendo que el joven Rivail había
de seguir el mismo rumbo de sus mayores, pero sus inclinaciones
vocacionales fueron las ciencias y la filosofía, pero
fundamentalmente la pedagogía.

Rivail estudio en profundidad las ciencias como la
física, la química, la biología, la
geografía, la astronomía y hasta realizó
estudios de medicina, aunque en esta última no se sabe con
certeza si llegó a licenciarse. Era también un
filólogo distinguido que conocía a fondo y hablaba
correctamente el inglés, el italiano, el español,
el holandés y el alemán, además de su lengua
natal. Hizo traducciones para el francés de varias obras
de educación y moral.

Finalizado sus estudios regresó a Francia y se
dedicó a la labor educativa. En 1824, con 20 años,
publicó su primer libro: "Curso Práctico y
Teórico de Aritmética, según el
Método de Pestalozzi, con Modificaciones". Con este libro
se convirtió en Francia en la mayor autoridad en lo
referente al método educativo de Pestalozzi. Este libro se
siguió reditando hasta 1876.

Seguidamente siguió dedicándose plenamente
a la educación, lanzando varios libros sobre
pedagogía.

Fundó el Instituto Rivail, donde se estudiaba
todo lo correspondiente al arte de formar a los hombres,
principalmente en la educación moral, que era la que
más le preocupaba y la única, en su opinión,
que hace del niño un ciudadano justo y un hombre de
caridad.

En el año 1831, la Academia Real de Arrás
lo premió por un trabajo presentado en concurso titulado:
¿Cuál es el Sistema de Estudios más en
armonía con las necesidades de la época?

En ese mismo año publica su gramática
francesa clásica, una obra didáctica en la que
demuestra poseer sólidos conocimientos de las lenguas
latina, griega, gálica y las neorrománicas,
afirmando su reputación de profesor
emérito.

Otros libros fueron publicados posteriormente como fruto
de su capacidad de educador. No haremos mención de todos
ellos ya que la finalidad de este artículo es narrar como
llega a dedicarse a los fenómenos mediúmnicos y a
la codificación del espiritismo. Hemos hecho
mención de sus logros académicos principalmente
para presentar a Rivail tal y como era, un hombre profundamente
culto y respetado por la sociedad ilustre de Francia, lejos de
ilusiones e interesado principalmente en el estudio de la verdad,
viniera esta de donde viniera.

Corría el año 1854 cuando Rivail
oyó hablar a su amigo Fortier de las mesas de los
fenómenos mediúmnicos. Veamos la
conversación:

-"He aquí una cosa extraordinaria, no
solamente se hace girar una mesa magnetizándola, sino que
se la hace hablar, se la interroga y ella
contesta".

-"Esto, -respondió Rivail- es otra
cuestión. Yo creeré en ello cuando lo vea y se me
haya probado que una mesa tiene cerebro para pensar, nervios para
sentir y que puede convertirse en sonámbula. Hasta
entonces, permitidme que no vea en ello más que un cuento
para niños".

Es interesante destacar la postura de Rivail. Lejos de
dejarse llevar por la ilusión al respecto de estos
fenómenos, desea verlos y que se le ofrezcan las
explicaciones pertinentes para su comprensión. Con este
espíritu va a afrontar sus observaciones y estudios del
espiritismo más adelante.

Pero no fue hasta el año siguiente, es decir,
1855 cuando Rivail asiste a una reunión mediúmnica,
en la casa de la señora Plainemaison. A Rivail le
había sorprendido anteriormente el carácter serio,
formal y racional del señor Patier, funcionario
público de amplia consideración. Él le
habló de los espíritus y de las sorprendentes
respuestas que daban a sus preguntas. Ante la seriedad del
señor Patier, Kardec decide asistir a una de estas
reuniones que cambiaría su vida y darían inicio a
una nueva filosofía: El espiritismo.

Allí, en la casa de la señora Plainemaison
asistió Rivail a su primera reunión. Veamos lo que
dice al respecto:

-"Fue allí donde presencié por primera
vez el fenómeno de las mesas giratorias que saltaban y
corrían, y ello en condiciones tales que la duda era
imposible."

Pero allí también fue donde conoció
a la familia Baudin, que lo invitó a las reuniones
familiares que hacían, invitación que es aceptada
por él. Más adelante transcribimos sus palabras
sobre sus impresiones de estas reuniones.

-"Fue allí donde hice mis primeros estudios
sobre Espiritismo, más fundamentados sobre las
observaciones que sobre las revelaciones. Apliqué a esta
nueva ciencia, como lo había hecho siempre, el
método experimental. Jamás senté una
teoría preconcebida. Observaba con atención,
comparaba, deducía y sacaba conclusiones, de los efectos
me remontaba a las causas mediante la deducción y el
encadenamiento lógico de los hechos y admitiendo la
viabilidad de una explicación solamente cuando
podía resolver ella todas las dificultades inherentes al
problema…

…Ese es el procedimiento que utilicé
toda mi vida, a partir de los veinticinco o veintiséis
años. De entrada comprendí la gravedad de la
investigación que emprendía y entreví en
esos fenómenos la clave del oscuro y controvertido
problema del pasado y el porvenir de la humanidad, la
solución y la respuesta a todas mis búsquedas. Se
trataba de una revolución completa en las ideas y las
creencias, por lo tanto, debía actuar con
circunspección y no a la ligera, ser positivista y dejar
los ideales de lado para evitar afirmaciones
ilusorias."

Estas palabras de Rivail, cuando comenzó a
interesarse por los fenómenos mediúmnicos,
demuestran que no se deja llevar por ilusiones, que mira con
prudencia estos fenómenos. Pero a la vez, demuestran
cómo supo ver en ellos algo profundo y grave. Se trataba
de la confirmación de que la muerte no es el final de la
vida. Él ve en esto un asunto muy importante para la
humanidad, y como emérito educador, se da cuenta de que
tenía delante de si hechos que revelaban una importancia
clave en la educación del ser humano. Es así,
-comprendiendo la gravedad y la profundidad de lo descubierto-,
que decide adentrarse en este campo nuevo para él y para
la humanidad, con la seriedad del hombre prudente que busca la
verdad y que desea que esa verdad se convierta en un elemento de
progreso y educación humana.

El Sr. Carlotti, destacado lingüista, Taillandir,
doctor en letras y más tarde miembro de la Academia de
Francia, Tiedeman-Manthese, filósofo holandés y
primo hermano de la Reina de Holanda, Antoine Léandre
Sardou, profesor lexicógrafo y autor de varias obras
escolares y su hijo Victorien Sardoy, entonces estudiante de
medicina y más adelante miembro de la Academia Francesa,
Pierre-Paul Didier, impulsor de la famosa librería
académica y más adelante editor de las obras
espíritas. Todos ellos, reconociendo la gran capacidad de
análisis y síntesis de Rivail, le entregaron
cincuenta cuadernos de comunicaciones diversas para que fueran
estudiadas y catalogadas por él. Rivail tomó esos
cuadernos y los estudió cuidadosamente, los
catalogó, suprimió las repeticiones y puso en su
lugar los dictados de cada sesión. A partir de aquel
momento, y con ese material de base, decidió dar un nuevo
rumbo a las reuniones en la casa de la familia Baudin. Veamos lo
que escribe a ese respecto:

-"Hasta entonces las sesiones en casa del
señor Baudin no tenían una finalidad determinada,
decidí por ello darles un giro preciso y obtener
respuestas que me interesaban desde el punto de vista de la
filosofía, la psicología y la naturaleza del mundo
invisible. Llegaba a cada sesión con una serie de
preguntas preparadas y metódicamente ordenadas, las que
siempre fueron respondidas con precisión, profundidad y de
una forma lógica"

En el año 1856 Rivail asistió a reuniones
mediúmnicas en la casa del señor Roustan, donde
revisó y cotejó con otros médiums las
preguntas obtenidas en sus reuniones con la familia
Baudin.

Sin embargo Rivail no quedó del todo satisfecho
con esa nueva revisión, por lo que decidió
consultar con otros médiums, llegando a consultar algunos
temas más espinosos con 10 médiums distintos. Una
vez que todo estaba listo, publicó el resultado de sus
investigaciones.

"El libro de los Espíritus" salió a luz el
18 de Abril de 1857, y Rivail firmó el libro con el
seudónimo que lo haría inmortal: Allan Kardec. Esta
edición, que constaba de 501 preguntas con sus respuestas
se agotó en poco tiempo, pero una segunda edición
no vio la luz hasta 1860, ya que fue en palabras de Kardec:
"Enteramente refundida y considerablemente aumentada" hasta
las 1018 preguntas con sus respuestas y comentarios que tiene en
la actualidad.

Esto marca, históricamente, el inicio del
espiritismo.

Muchos, desconociendo la sucesión de los hechos,
piensan o pensaron que el espiritismo existía antes de
Kardec. Esta es una afirmación completamente
errónea. Lo que ha existido siempre es el fenómeno
mediúmnico, que al ser una facultad humana se encuentra en
todas las culturas y en todas las épocas de la humanidad.
Sin embargo la ciencia que estudia estos fenómenos, los
cataloga y define y extrae de ellos una aplicación para el
ser humano, surge con Kardec. Es más, la propia palabra
espiritismo, es un neologismo creado por él para definir
la filosofía que emerge como consecuencia de sus
investigaciones con los espíritus, ya que el nombre con el
que se popularizó todo este movimiento antes de Kardec
fue: Espiritualismo Moderno, pero Kardec consideró
que la palabra espiritualismo ya tenía una
definición bien caracterizada, y aplicarla a la nueva
ciencia que surgía podría generar confusiones y
diversos sincretismos, tan de moda hoy en día. Para evitar
esto y dotar a la nueva ciencia de una identidad propia,
creó la palabra Espiritismo, cuyo significado
lingüístico vendría a ser: "Enseñanza
de los espíritus". Cuesta entender cómo
desgraciadamente, se desvirtuó esa palabra hasta el punto
de ser totalmente desconocida y mal interpretada en la
época actual.

En los años siguientes publicó otros
libros, a saber:

1861 – "El Libro de los Médiums"

1864 – "El Evangelio Según el
Espiritismo"

1865 – "El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina
según el Espiritismo"

1868 – "La Génesis, los Milagros y las
Profecías según el Espiritismo"

Partes: 1, 2

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