¿Y tú qué sabes? –
Monografias.com
¿Y tú qué
sabes?
Descubriendo las infinitas
posibilidades para modificar nuestra realidad
cotidiana
Pregunta: Examinar los cuestionamientos hechos en
el libro ¿Y tú qué sabes? de los autores:
Arntz, W., Chasse, B., y Vicente, M. (2006).
Tesis: En general, los autores dividen su obra en
tres partes: la profundización sobre la ciencia; aquello
que nos refleja a nosotros mismos, cómo percibimos,
qué hacemos y cómo nuestras actitudes inciden en
nuestra experiencia y realidad; y explorar los descubrimientos de
algunos investigadores que explican por qué hacemos lo que
hacemos. En la primera parte del ensayo busca comparar y
contrastar, primero, los cambios de teorías o paradigmas
en la ciencia y religión, para que en, un segundo momento
se obtener, las causas y efectos del divorcio entre ciencia y
religión. Con ello quedará evidenciado
¿cuáles son algunas teorías y paradigmas
relevantes en la ciencia y religión que la separan o
acercan?, ¿cuál es la base de la espiritualidad del
hombre? es decir, en qué se cree.
Según Arntz, W., Chasse, B., y Vicente, M. (2006)
una teoría es, una idea que se establece para explicar
como actúa algo. Debe ser probado, demostrarla o
refutarla, para apoyarla o cuestionarla por experimento y
reflexión. Mientras que, el paradigma es, un conjunto de
supuestos implícitos de creencias que no se someten a
evaluación, de hecho, esencialmente son
inconscientes.
Comparando y contrastando los paradigmas desde el
surgimiento de la ciencia como de la religión, estuvo
orientado por la admiración de las cosas, y surgirá
del mismo ser del hombre, la curiosidad de comprender el origen
de las cosas que lo rodean y asimismo. La
filosofía
se originó, con la curiosidad o el amor por la
sabiduría. Mientras que, la religión (en
latín: religare= volver ligarse o unirse a) es un
deseo de volverse a ligar con su Creador. El valor de las
teorías de ayer, es reconocido por Arntz, W., Chasse, B.,
y Vicente, M. (2006) al decir que, han servido de plataforma para
escalar más alto; también lo afirmará sir
Isaac Newton al decir: "Si he tenido el privilegio de ver
más lejos que los demás, es porque me pare sobre
los hombros de gigantes".
En mi Tesina de filosofía (2011) titulada:
Paideía un proceso educativo para las virtudes
dianoéticas en el hombre, según Aristóteles
desde la Ética Nicomáquea. Calvo, T. (2000) en
su libro: Acerca del alma expondrá, las diversas
teorías que se convirtieron en paradigmas en los gigantes
de la filosofía clásica, contemplando al "alma"
desde tres características: movimiento, sensación e
incorporeidad. El alma en Demócrito es, un cierto fuego o
elemento caliente. Para, los Pitagóricos, está
suspendida en el aire. Diógenes afirmó que, es el
aire, lo más ligero, principio, y razón para
conocer y mover. Para Anaxágoras es, la que mueve las
cosas. En Heráclito es, la exhalación,
constituyendo las cosas, es incorpóreo y está en un
perpetuo fluir, es decir, en continuo movimiento. En
Alcmeón es, inmortal en virtud de su semejanza con los
seres inmortales o divinos, y en continuo movimiento.
Hipón es el agua, y difiere que sea sangre. Critias
defendió que, es sangre, lo propio es, sentir,
correspondiéndole al alma en virtud de la naturaleza de la
sangre. En Empédocles se, compone de todos los elementos,
y cada uno de ellos es alma.
En mi Tesina (2011) expongo, la cuestión del
alma según Aristóteles desde una perspectiva
naturalista. Donde la posibilidad de que exista, una realidad que
posee naturaleza y propiedades, será, un razonamiento
subyacente, orientado al ámbito de los seres vivientes
y no-vivientes, por el filósofo, otorgándole
así, una diferencia radical, y ontológica
impenetrable por ambos seres. Entonces, ¿Existe algo que,
constituye la raíz de aquellas actividades y funciones
exclusivas de los seres vivientes?. Aristóteles
afirmó el alma, es la causa, el primer principio del
cuerpo vivo, y que le provee de facultades. En cambio, el
dualismo de alma y cuerpo es, postulado por Platón,
otorgándole cuatro atributos fundamentales al alma:
principio de vida, inmaterial, inmortal y eterna, y su
unión con el cuerpo es violenta, accidental; al llamarlo
"la cárcel del alma".
Asimismo, Aristóteles observó, la
concepción del alma como: Ousía o
"Sustancia", Entidad, es decir, Forma,
Esencia y Definición del Viviente,
Acto Final o Entelequia, la cual, tiene vida,
principio de operación y principio vital en los animales.
En Calvo, T. (2000) Aristóteles postulará, las
cuatro facultades del alma, es decir, la facultad
nutritiva en animales, y otros seres vivientes; constituye
la potencia primera y común del alma; estará
sólo en, los seres perfectos, es decir, completos. La
facultad sensitiva tendrá lugar, cuando el sujeto
es movido y padece una afección, o alteración. La
facultad desiderativa se manifiesta en el deseo y el
intelecto, causantes del movimiento local; el cual conlleva, al
intelecto práctico, razonando hacia un fin, por cuanto, se
diferencia del teórico. La facultad intelectiva,
es impasible, capaz de recibir la forma, y ser en potencia tal
como la forma, pero sin ser ella; considerada en lo inteligible
algo análogo a lo que es la facultad sensitiva en
proporción a lo sensible.
En mi Tesina (2011), el segundo capitulo se orienta a:
la Paideía como proceso educativo en la
concepción de Aristóteles; y el tercero a: las
Virtudes dianoéticas como fin del proceso educativo de la
Paideía. Aristóteles en su
Ética Nicomáquea y la Ética
Eudemía postuló, la Paideia o
educación, como consustancial al hombre, es decir, algo
que puede incorporarse a su misma sustancia. Distinguiendo las
partes del alma donde: una que estará dotada por la
razón, perfeccionándose mediante las virtudes
dianoéticas o intelectuales. Por ejemplo, la
sabiduría, la comprensión y la prudencia; por el
contrario, la irracional participa de la razón y se
ejercita en las virtudes éticas o morales, determinando
los hábitos del alma, los cuales serán deseados y
ejercitados para su perfección. Por ejemplo, la
liberalidad y la templanza. Afirmó que, el hombre no
está constituido según su naturaleza como un ser
acabado, es decir, requiere un proceso que lo ayude a ese
acabamiento, es decir, a su misma actualización, siendo
esté el fin de la Paideia o
educación.
Capra, F. en The turning Point [El momento
decisivo] (1982) reconocerá que, la meta de la
ciencia en la antigüedad fue, alcanzar la sabiduría,
para entender el orden natural y vivir en armonía con
ella. Mientras que, en las culturas la meta fue, adquirir
conocimientos, para armonizar la vida humana con las grandes
fuerzas del mundo natural y los poderes trascendentes que todas
las culturas percibían detrás del mundo
físico. La civilización de los sumerios (3800 a.C.)
consideraba que, la búsqueda de la comprensión del
mundo que nos rodea y del mundo de lo espiritual es la misma
cosa.
Arntz, W., Chasse, B., y Vicente, M. (2006) presentaron,
los científicos que retaron a la Iglesia y sus dogmas,
llevando a la ciencia a una división con la
religión. Nicolás Copérnico postuló
que, la Tierra no era el centro del universo sino, el Sol
contradiciendo a la Iglesia y a la Biblia. Giordano
Bruno confirmó, los cálculos de Copérnico y
especuló que, el Sol y sus planetas es sólo uno de
los muchos sistemas solares de un universo interminable. Galileo
Galilei apoyó, el modelo de Copérnico, basó
su teoría en la observación empírica y el
uso de las matemáticas. La Iglesia creó la
comisión del "Santo oficio" para vetar los libros de los
filósofos, científicos y otros de la época,
colocándolo en una lista llamada "Índice".
Como consecuencia, el conocimiento dejaría de ser,
exclusivo y válido a antiguas autoridades
eclesiásticas, que postulaban dogmas infalibles. Y ahora,
se lograría por la investigación abierta y la
observación, comprobándolo por principios
acordados, es decir, métodos
científicos.
René Descartes en sus meditaciones y
métodos separó, la ciencia del espíritu,
porque "No hay nada en el concepto del cuerpo que pertenezca a la
mente, y nada en la mente que pertenezca al cuerpo". La mente
humana será, el centro de la inteligencia y la
razón, diseñada para analizar y comprender. El
dominio propio de la ciencia era, el universo material
(naturaleza), una maquina que funcionaba según leyes
formuladas matemáticamente. Las funciones del cuerpo, se
explican en términos del modelo mecánico, por eso,
el hombre será una maquina. Y la "maquina del mundo", no
requería de Dios ni de la espiritualidad. Los
científicos aseveraron que, sin los dogmas religiosos, lo
que no pudiera verse o medirse era mera fantasía y
engaño. Como resultado, el hombre es, una pequeñas
maquinas que va por ahí en un predecible universo maquinal
gobernado por leyes inmutables.
Pero, sir Isaac Newton sintetizó, el modelo
mecánico del mundo precisando como actúa la
naturaleza. En su trabajo Principia Mathematica
afirmó: todos los astros, sólo podía
proceder de la sabiduría y dominio de un Ser inteligente y
poderoso; que Gobierna todas las cosas, no como alma de ellas,
sino como Amo de todas. Es eterno e infinito, omnipotente y
omnisciente. Rige todas las cosas y sabe todas las cosas que son
o que pueden ser. Los seguidores de Darwin dirán, no
sólo no hay Dios, ni tampoco, inteligencia creativa que
conduzca el despliegue de vida intergaláctica; somos el
centro del mundo desde el principio, yaciendo como, mutaciones
azarosas, en una búsqueda implacable del ADN para lograr
más, en un universo sin sentido.
Se puede afirmar que, la ciencia, no considera algo que
parezca estar "fuera de su dominio", y que será, igual o
más arrogante que la religión. Los
científicos, mantuvieron su interés en el viaje por
descubrir un nuevo conocimiento. El magisterio religioso en
cambio, mantuvo una rigidez en sus concepciones; los dogmas
clásicos se verán, rezagados ante una nueva ciencia
y el magisterio tendrá que, aceptar luego aquello que
tanto negó. La diferencia entre la ciencia y la
religión es, que los científicos se abocaron a los
misterios de la materia. Mientras que, la Iglesia sólo
buscó, evitar la difusión de las diversas
teorías amenazadoras a su autoridad.
Cabe preguntarse entonces, ¿en qué se basa
la espiritualidad del hombre?; al existir la división
entre ciencia y religión. Abbagnano, N. y Visalberghi, A
(201021) en su libro: Historia de la pedagogía
exponen, la teología
, de Aristóteles quien divide las sustancias
existentes en dos: sustancias inmóviles o
inteligibles, son divinos, donde los sentidos no podrán
percibirlos y sólo son conocidos por la inteligencia;
mientras que, las sustancias en movimiento son
sensibles, constituyendo el mundo físico (naturaleza),
siendo objeto de la ciencia física.
Para Abbagnano, N. y Visalberghi, A (201021) en
Aristóteles, la existencia de una sustancia inmóvil
se demuestra, por la necesidad de explicar la continuidad y
eternidad del movimiento del cielo. Movimiento eterno, continuo,
uniforme del primer cielo, fuera de la tierra, del cual
dependerán otros movimientos iguales de otros cielos,
deberá tener una causa, que lo mueve, es decir, un motor.
El motor del primer cielo debe ser un primer motor
inmóvil, acto sin potencia, es decir, acto
puro, donde la potencia es la materia, el motor es, la
forma sin materia, es decir,
incorpóreo.
El paradigma estará en, ¿Cómo puede
mover un motor que es de por sí inmóvil? y
Aristóteles responderá, mueve no como causa
eficiente, al comunicar un impulso, sino, como causa
final, comunicando deseo o amor de su propia
perfección. El primer motor, como acto puro, es
perfección absoluta, realidad perfecta no le falta nada.
Determina el movimiento del primer cielo como el objeto amado,
aun cuando esté inmóvil, determina el movimiento
del amante hacia sí. La sustancia inmóvil
o el bien más alto y la máxima perfección,
perteneciéndole el género de vida más
excelso. La mejor vida será la inteligencia, donde el
hombre se eleva brevemente, es decir, la vida de la inteligencia
depende de la sustancia inmóvil, gozándola
continua y eternamente. Pero, la inteligencia divina no
puede tener un objeto diverso asimismo, aun cuando sea, objeto
inferior; sólo puede tenerse como objeto asimismo. El
pensamiento de Dios será, pensamiento del pensamiento,
siendo en sí la vida más perfecta y
feliz.
San Agustín de Hipona desde, la patrística
presentó el paradigma que aborda el problema de Dios uno y
trino. El hombre por su misma naturaleza está ligado a
Dios, al ser creado a imagen de Dios, podrá amar la
verdadera Eternidad, la eterna Verdad, el eterno y verdadero
Amor. Al ser semejantes a Dios sus actividades fundamentales
corresponden a las personas divinas: Memoria, inteligencia y
voluntad, las tres facultades del hombre, son por
participación de la Trinidad divina, constituyendo una
sola sustancia divina y una única alma. Para Aquino, la
Trinidad divina es constituidas por su relaciones
recíprocas: el Padre por la paternidad, en relación
con el Hijo; el hijo por la filiación, en
generación por el Padre; el Espíritu Santo por el
amor, relación recíproca entre el Padre e Hijo.
Como resultado, las relaciones de Dios no son accidentes, son
reales y subsisten en la sustancia divina. En Plotino, Dios es,
el Uno, sin división y eterno; no hay otro uno, porque al
existir otro deja de ser Dios para ser el dos, es decir, dividido
y compartiendo esencia de ser.
En el tomismo, San Alberto Magno asumió un
paradigma donde, la filosofía se debe servir
exclusivamente de la razón y proceder mediante
demostraciones necesarias. Y que, la teología se
servirá de principios admitidos por la fe. Santo
Tomás de Aquino determina un sistema donde: la
razón no puede demostrar todo lo que es de pertinencia de
la fe, pero podrá servirse de la fe en tres modos:
demostrando los supuestos racionales o preámbulos de
la fe; la filosofía puede utilizarse para aclarar (no
demostrar) las verdades de la fe; combatir las objeciones que se
hacen a la fe y demostrar su falsedad. Aquino, T.
reconocerá, la investigación racional con una
autonomía propia, pero sometiéndola a la fe como
una guía para un correcto proceder.
Otro de los paradigmas es, saber ¿en qué
consisten las pruebas de la existencia de Dios? Aquino, T.
postuló en la Suma Teológica y
Téllez, E. – Cruz, J., en Tomás de
Aquino: Cuestiones disputadas sobre el alma (20012), cinco
vías partiendo de los efectos sensibles: la vía
cosmológica partirá de que, "todo lo que
se mueve es movido por algo", el primer motor inmóvil que
mueve sin ser movido: Dios. La segunda vía es
causal, en las causas eficientes, debe existir una
primera causa eficiente: Dios. La tercera vía se, deduce
de la relación entre lo posible y lo necesario. Las cosas
posibles existen sólo en virtud de las necesarias, es
necesario por sí y causa de la necesidad en otra cosa:
Dios. La cuarta vía es la de los grados; en las cosas
existirá lo más o menos bueno, verdadero entre
otras perfecciones; pero debe existir un grado máximo de
todas las perfecciones siendo la causa de los grados menores: el
grado máximo es Dios. La quinta vía es, deducida
del gobierno del mundo. Existe un Ser dotado de inteligente que
ordena y gobierna las cosas naturales que están privadas
de inteligencia con vista a un fin: Dios.
En definitiva para, Abbagnano, N. y Visalberghi, A
(201021) la virtud de las pruebas de Aquino sobre la existencia
de Dios es, una verdad de razón y fundamento de los
preambula fidei. Mientras que, todo lo que concierne a
la esencia de Dios es puro objeto de fe sustentándose no
en la razón, sino en la revelación. Por
consiguiente, la esencia de Dios no se puede demostrar sino
sólo aclarar desde analogías o imágenes
recibidas del mundo natural.
Platón en el Timeo postuló que,
el alma, se construye de elementos semejantes que se conocen y,
por otra parte, las cosas se componen de los principios. Es
aquello, por lo que vivimos, sentimos, razonamos primaria y
radicalmente. Que el cuerpo es la cárcel del alma,
saliendo de él retornar al mundo de las ideas o a la
Idea Suprema, de donde surgió, es decir, el
Topus Urano.
En definitiva, los paradigmas teológicos
estarán, en observar al hombre en el mundo, como
creación de Dios. Aquino, T. dirá que, para conocer
a Dios debemos dirigir la mirada a la creación, como
imagen y semejante de él. En la Biblia, el
salmo 8 presenta la majestad del Dios y la dignidad del
hombre, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de
él; el ser humano, para darle poder? lo hiciste poco
inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste
bajo sus pies. Mientras que, en el Cántico de
Daniel (3, 57-88. 56), se enlista las cosas que debe alabar
a Dios diciendo: creaturas todas del Señor, bendecid al
Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
En la Biblia, se observa una
Economía Salvífica donde se cambian los
paradigmas filosóficos: el Logos, y el
Pneuma será en el Génesis (1,
1-32), El Espíritu, que revolotea sobre la faz de
la tierra Dios, el mismo Espíritu que es,
exhalado en el Soma, o cuerpo de barro de Adán,
dándole vida y determinándolo y definiéndolo
como ser humano. También la Biblia revoca, la
Hipótesis de Genio Maligno de Descartes, al presentar a un
Dios que se revela asimismo como: Yo soy el que soy, y no hay
otro fuera de mí. Dentro de la historia del hombre se
manifestó diciendo en el libro del Éxodo
(20, 2-5: Soy el Dios de tus padres; el Dios de Abraham, de
Isaac, y de Jacob. Yo te saque de Egipto con, mano poderosa y
brazo extendido, y te conduje por el desierto, te alimente con el
Maná bajado del cielo, y te lleve hacia otra
tierra que mana leche y miel.
Heidegger, M. ya la Carta sobre el Humanismo
afirmó que, sólo a partir de la Verdad del Ser, es
presentada la esencia de lo Sagrado, de ella igualmente, la
esencia de la Divinidad y a la luz de la esencia de la Divinidad
se puede pensar y decir lo que la palabra "Dios" debe nombrar.
Heidegger comunica una tragedia al hombre: "Dios a muerto y
nosotros lo hemos matado". Mientras que, Aquino en la Suma
Teológica (cap. explicará la simplicidad,
perfección, bondad, infinitud,
presencia de Dios en las cosas, inmutabilidad,
eternidad, unidad, ciencia,
providencia y el poder de Dios, y
afirmará que tales atributos son, observados en Dios en
Sumo o Supremo Grado, mientras que, en el hombre estarán
en mínimo grado, es decir, de forma limitada, por su
materia y forma.
La Biblia postula, la Encarnación como,
un anonamiento o abajamiento de Dios al hombre "Emmanuel, Dios
con nosotros". Aquino, T. explicó, en Cristo hay dos
naturaleza, la divina y la humana; donde se observa la
distinción real entre la esencia y la existencia en las
creaturas y su unidad en Dios. La pasión, muerte y
resurrección de Cristo, es una manifestación de
amor del Dios para con el hombre, en el Misal Romano se
recita el Pregón Pascual, el Sábado Santo que
dirá: por culpa de Adán las puertas del cielo se
cerraron para el hombre, y con el cuerpo de Cristo en la cruz
fueron abiertas. El pueblo exultante de alegría
proclamará, Oh! feliz culpa que mereció tal
Redentor, Cristo, extendió sus brazos en la cruz, y
muriendo destruyó nuestra muerte, resucitando nos dio
nueva vida y adquirió para sí un pueblo santo. Ya
no seremos llamados criaturas sino, hijos por adopción,
coherederos del Reino, porque Cristo pagó la deuda de
nuestros antiguos padres: Adán y Eva, haciendo una Nueva
Alianza, convirtiéndose en, Altar y Ofrenda agradable al
Padre. El Cordero Inmolado del Antiguo Testamento
será, en Nuevo Testamento, Cristo mismo es:
Mesías, Maestro, Salvador, Redentor, Pastor, Sembrador y
Pescador de hombres, etc. Y Dios llamará al Pueblo de
Israel, pueblo mío y Ciudad Santa.
Entonces, ¿En qué se basa la
espiritualidad del hombre? si existen tantas corrientes o
paradigmas que ofrecen un conocimiento del hombre que nos aleja
de Dios. Mí paradigma espiritual está en confesar
una sola fe, un solo bautismo y un solo Señor en, el
Pater Noster o Padrenuestro, es explicado en el
Catecismo de la Iglesia Católica (no. 2777 a
286). La oración que ensenó Jesucristo a sus
discípulos Mateo (6, 9-15); Lucas (11,
1-4) cuando éstos le pidieron: "Señor,
enséñanos a orar, como enseñó Juan a
sus discípulos". El Padrenuestro tiene uno saludo
"Padre nuestro que estás en el cielo" que nos coloca en la
presencia de Dios con, un corazón dispuesto a adorarle, a
amarle y bendecirle. Al decir ¡Padre! nos reconocemos como
sus hijos, ¡nuestro! reconocemos todas sus promesas de amor
hacia nosotros. ¡que estás en los cielos! el cielo,
no será un lugar sino una manera de estar y vivir para
Dios, con Dios y en Dios.
También posee, cuatro peticiones partiendo del
"nos", frente a las tres anteriores del
"tú". Desde el paradigma o escandalo de la cruz
se, manifiesta ésta doble dimensión, en lo vertical
será: el hombre con su Dios, y desde lo horizontal es: el
hombre con el hombre. Del "tu" son: 1) Santificado sea
tu nombre. 2) Venga a nosotros tu reino. 3) Hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo. Del "Nos" son: 4) Danos
hoy nuestro pan de cada día. 5) Perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. 6)
No nos dejes caer en tentación. 7) Y líbranos del
mal. Su conclusión es: Amén, es decir, Así
sea o cúmplase en nosotros.
En Mateo (5, 3-12) encontraremos otro paradigma
fundamental de fe llamado: "Sermón del monte" o
"Las Bienaventuranzas" que Aquino, T. también
tratara en la Suma Teológica, como fundamentales en la
vida y características de los hijos de Dios; un
diseño para la felicidad; una fundación para
construir un hogar en el Cielo. En los versículos (3 al 6)
se dirigen hacia dentro, mientras que, los Versículos (7
al 12) se dirigen hacia afuera.
En el "Decálogo" o "Diez
Mandamientos", fue revelado a Moisés en el monte
Sinaí se muestra en el Éxodo (20,1-17);
Deuteronomio (5, 6-18); Apocalipsis (11, 19)
donde unas estarán dirigidas a Dios y otras a los hombres,
se mostrarán de manera negativa para dejar en evidencia lo
positivo de ellas. Por ejemplo, "No matarás", es decir,
defenderás la vida en todas sus etapas, en esto consiste
realmente el Mandamiento. En Mateo (22, 34-40),
Deuteronomio (6,5), y Levítico (19,18) se observa
el paradigma propuesto por Jesucristo al reducir los "Diez
Mandamientos" en dos: un amor incondicional hacia Dios y
otro amor al prójimo como uno mismo. San Pablo dijo:
muéstrame tus obras sin fe, que yo te mostrare mi fe con
obras. Estas palabras resonarán en la dualidad de
acción entre la ciencia y religión, Aquino, T.
recuerda que, la razón no puede demostrar todo lo que es
de pertinencia de la fe, pero podrá servirse de la
fe.
Otro elemento donde se sustenta nuestra espiritualidad
como un paradigma de fe será, expuesto por varios autores
en el Catecismo de la Iglesia (Rf. 185-197). Desde su
origen, la Iglesia apostólica expresó su fe y deseo
de adhesión a Dios, en formulas breves y normativas en una
doctrina común, recogió lo esencial de su fe y lo
ofreció los neocatecúmenos o candidatos al
bautismo. La enseñanza proviene de los Apóstoles
como "símbolos de la fe" llamado: Credo de los
Apóstoles. Otro será el Credo de
Nicea-Constantinopla, fruto de dos Concilios
ecuménicos; el Concilio de Nicea (325 d. C.), y
el Concilio de Constantinopla (381 d.C.). Siendo
símbolo común de todas las Iglesias de Oriente y
Occidente. El Credo está dividido en tres partes:
una habla de, Dios Padre y de la obra de la Creación. Otra
habla de, Dios Hijo y de la Redención de los hombres. Y la
última, habla de Dios Espíritu Santo y de nuestra
santificación.
Las tres partes son doce artículos que abarcan
las verdades que cree un católicos. 1) Dios Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra. 2) Jesucristo,
Hijo único de Dios. 3) Jesús fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo y nacido de María la
Virgen. 4) Jesús fue crucificado, muerto y sepultado. 5)
Jesús descendió a los infiernos y al tercer
día resucitó. 6) Jesús subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre. 7)
Jesús vendrá a juzgar a vivos muertos. 8) El
Espíritu Santo. 9) La Iglesia una, santa, católica
y apostólica y la comunión de los santos. 10) El
perdón de los pecados. 11) La resurrección de los
muertos. 12) La vida eterna. La Profesión de fe o Credo,
manifiesta una adhesión y comunión con Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo y con toda la Iglesia.
En conclusión, se comparó y
contrastó las teorías y paradigmas desde la
perspectiva filosófica, científica y
teológica sobre el "alma" desde tres
características: movimiento, sensación e
incorporeidad. Se evidenció que: Logos, Pneuma, Nous,
Spiritus, Ousía=Sustancia, Entidad=Morphé, Esencia
y Definición del Viviente, Acto Final=Entelequia, Telos,
Entidad definitoria=Entelequia primera, son en definitiva,
el "alma" de las cosas. Que en el hombre, es esencia del
Soma=Cuerpo natural, definiéndolo y
determinándolo "Ser Humano" con facultades nutritivas,
sensitivas, desiderativas e intelectivas, para inteligir, razonar
y hablar como, ser racional.
Las teorías o paradigmas filosóficos,
científicos y hasta teológicos estará en:
Dios, el mundo, y el hombre. Donde Dios será, considerado
como el primer motor inmóvil, ser inteligente, sustancia
inmóvil, acto sin potencia, forma sin materia, causa
eficiente, causa final, inteligencia divina, idea suprema, uno y
trino, y genio maligno. Sus acciones son: crear y dador de
movimiento de las cosas, ser amo y gobernante de todo. Es decir
que, de Dios sólo, se dirá y aproximarán por
observación a la creatura (hombre) por su imagen y
semejanza de Él, no determinándolo, ni
limitándolo con características propias de la
creatura, sino que será, en Sumo o Supremo Grado, desde
su: simplicidad, perfección,
bondad, infinitud, inmutabilidad,
eternidad, unidad, ciencia,
providencia y su poder.
Por último, el paradigma de la espiritualidad y
fe del hombre tendrá una causa y efecto. Donde Dios
Creador y Padre, cumple la promesa ante su creación. Dios
Hijo se, anonada y se abaja obedeciendo al Padre y con una
pedagogía salvífica enseña a orar a sus
discípulos con el "Pater Noster", conteniendo:
saludo, peticiones y conclusión, también, resume el
"Decálogo" en dos, una dirigida a Dios, y otra a
los hombres, y promulga las "Bienaventuranzas", como
manera para alcanzar la felicidad. Y con la profesión de
fe, es decir, con el Credo, consistirá en, profesar
nuestro deseo de adhesión a Dios, Uno y Trino, y a su
Iglesia Una, Santa, Apostólica. Este es el misterio de
nuestra fe: el anunciar su muerte, proclamar su
resurrección, y esperar su segunda venida, con un
corazón dispuesto a anhelar los bienes del cielo y a
rechazar los del mundo.
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Autor:
Carlos Enrique Gomez
Chirinos
Seminar Administrative Development I
"D"
ATLANTIC INTERNATIONAL
UNIVERSITY
HONOLULU, HAWAII
SEPTIEMBRE DEL 2012