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Apuntes historicos de la locura y de la psiquiatría en cartagena



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    Apuntes históricos de la locura y de la
    psiquiatría en Cartagena – Monografias.com

    Apuntes históricos de la locura
    y de la psiquiatría en Cartagena

    A mediados del siglo XX Cartagena era una villa en
    crecimiento abierta a lo que se consideraba modernización
    para la época, según datos del Archivo General de
    la Nación su censo poblacional había pasado de
    36.632 habitantes en el 1912 a 111.300 habitantes en 1951, en las
    últimas décadas un cambio urbanístico
    importante marcaba la salida de varias familias del centro
    histórico a barrios nuevos como el Cabrero, Manga,
    Torices, y seguidamente al Pie de la Popa, lo Amador y la Quinta,
    así sucesivamente fue ocurriendo su crecimiento
    demográfico. (1) Covo Torres Pedro, Esbozo dela
    Historia de Cartagena de indias, Alpha Editores,
    2012

    La historia de la psiquiatría en Cartagena se
    remonta a lo primera mitad del siglo XX, cuando los "locos" eran
    atendidos por un chamán de cuyo nombre solo se conoce que
    se apellidaba Pacheco, y quien desempeñaba su actividades
    curativas en el vecino municipio de Turbaco, sitio que por esa
    época era considerado apto para recuperar la salud debido
    a que tenía un clima más favorable que el de
    Cartagena, y la creencia popular asociaba las enfermedades con
    los conceptos de frio y calor; la tuberculosis era otra de las
    enfermedades que consideraban tendría una evolución
    favorable en ese pueblo, por un tiempo existió un asilo
    para tuberculosos que le llamaban Turbaquito.

    Pacheco tomaba al "loco" en custodia, le alojaba en uno
    de sus bohíos con techo de palma y paredes de bareque, le
    trataba amablemente y solo si estaba furioso le metía en
    el cepo, al atardecer del día que consideraba propicio se
    ataviaba con un atuendo negro, conducía al loco a una viga
    o madrina enterrada en el suelo de un descampado, allí le
    amarraba de pies y manos, y procedía con el ritual
    espantoso que consistía en matar un gallinazo y
    recién muerto abrirlo frente al enfermo mental de un solo
    machetazo por la pechuga, y sangrando colocárselo en la
    cabeza como si fuera una especie de gorro, posteriormente
    procedía con una serie de cantos y gritos guturales
    espeluznantes, y así iluminado por antorchas que
    prendían sus colaboradores, y montado en un caballo negro,
    les aterrorizaba hasta bien entrada la noche.

    Algunos enfermos mentales después de varias
    sesiones de este tipo y otras medidas entre las que mencionan en
    el relato: baños que se le daban de madrugada con agua
    fría dejada al sereno de la noche, que asociadas por
    contraste a un buen trato y una opípara
    alimentación, al parecer contribuían a que el
    enfermo recuperara la cordura, lo que convertía a Pacheco
    por esa época, en la única oferta
    "terapéutica" en Cartagena y sus alrededores efectiva para
    "curar" la locura. (2) Relato oral contado por el Dr.
    Francisco Haydar Ordage clases de psiquiatría, facultad de
    Medicina Universidad de Cartagena año
    1974.

    Los "Locos" famosos de las décadas de mitad del
    siglo XX en Cartagena fueron: Juan Chorizo, Rubén
    Moré; Arturo Meza apodado Arturo el Loco, Benito I y
    Benito II, Cara e Gallo, el doctor Caraballo, Peyeye y El Mago de
    Arjona. Cada uno de ellos dueño de un tiempo y una
    historia particular en el contexto de la Cartagena de Indias de
    la época. (3) Angulo Bossa Álvaro.
    Añoranzas del Cabrero, Costa Norte Editores 1989 Cartagena
    Colombia
    .

    Estos auténticos personajes fueron posiblemente
    esquizofrénicos sin tratamiento, encarnaron la locura con
    cierto atildamiento y originalidad en su ideación
    delirante, generalmente de contenido megalomaníaco, con
    representaciones prototípicas muy características
    de la enfermedad mental, y con una especial relación con
    la comunidad que acostumbraba a someterlos sin ningún
    respeto ni consideración por su estado a toda suerte de
    burlas socarronas, pero hubo uno en especial, Rubén
    Moré, quien tal vez haya sido el loco más original
    de la época, que incluso pasó a la historia por
    haber tenido el honor de ser mencionado en el himno de la
    universidad de Cartagena, compuesta por el maestro Adolfo
    Mejía:

    El tropelin se acerca a la torre de
    babel

    Brindemos por la tuerca que le
    faltó a Moré

    Las copas llenas siempre están
    de, de ron, de vino, o de champan.

    Rondas vienen y rondas van:
    ¡por la Universidad!

    Rubén Moré Vélez fue un loco muy
    culto, proveniente de una distinguida familia cartagenera,
    hablaba inglés, francés e italiano a la
    perfección, y era un aficionado a la filosofía y a
    la literatura, sus autores preferidos eran Honorato de Balzac,
    Víctor Hugo, Voltaire y Gustavo Adolfo Becker. Dicen que
    sus apellidos originales eran Vélez, Vélez pero que
    una terrible disputa familiar hizo que se cambiaran el apellido
    inicial Vélez por Moré; fue rosacruz, masón,
    y maestro de logia grado 18, pero a pesar de sus incoherencias
    nunca revelo un secreto de la masonería; también
    dicen que probablemente habría sido superintendente de la
    compañía de ferrocarriles, y que tal vez
    había enfermado mentalmente después de ser
    rechazado por una dama cartagenera de quien estuvo profundamente
    enamorado. Vestía de saco, camisa blanca y corbata, aunque
    mucho tiempo después no usaba esta última prenda,
    sobre la cabeza acostumbraba a llevar un gorro de tela o cuero al
    estilo Ibérico.

    Vivió mucho tiempo en los corredores de la
    Clínica Vargas, donde sostenía largos debates
    intelectuales con los estudiantes de medicina que allí
    acudían, en ese lugar recibía los alimentos que
    generosamente le prodigaban por orden del Dr. Eusebio Vargas
    Vélez, quien le tenía un gran aprecio. Algunos
    autores encuentran cierta similitud histórica entre este
    personaje y el Florentino Ariza de la novela de Gabriel
    García Márquez, "El Amor en los tiempos del
    Cólera". Al parecer era poseedor de una gran cultura, a
    veces daba respuestas que denotaban profunda sabiduría a
    quienes según él le importunaban con preguntas
    necias, ostentaba una gran dignidad que le impedía pedir
    limosnas, por lo que en su delirio llevaba una cantidad de
    papeles debajo del brazo como si fueran documentos importantes, y
    una libreta de la cual tenía unos recibos previamente
    confeccionados y a los que solo les faltaba el nombre del
    cliente, generalmente un conocido suyo, a quien encaraba con aire
    muy circunspecto diciéndole: "estas atrasado en el
    pago de tus cuotas cívicas para el libro de
    Cartagena
    ", si la moneda que le daban era de baja
    nominación, con una expresión de pundonor en el
    rostro, decía: "bueno esto solo te alcanza para pagar
    una de tus cuotas, las demás tendrá que cancelarlas
    después con los respectivos intereses".  
    Relata
    Alberto H Lemaitre que en una ocasión le dio una moneda de
    veinte centavos, entonces Moré le dijo: "Mira toma tu
    moneda de a veinte y para salvar tu dignidad y la
    mía, dame una de cincuenta."
    (4) Lemaitre H
    Alberto, Estampas de la Cartagena de Ayer, Espitia Impresores
    1990, Cartagena Colombia
    .

    En Cartagena hubo un personaje callejero muy famoso por
    sus vulgaridades, a quien llamaban "El Loco Arturo". Arturo Meza
    era un hombre menudo, semi calvo, barbado, andrajoso, con unos
    ojos brillantes y de mirada penetrante, que denotaba ciertos
    atisbos de inteligencia en una persona en lo general deteriorada
    por la enfermedad mental sin tratamiento, al final de su
    existencia era un habitante de la calle, y sus sitio predilecto
    era el centro de la ciudad, especialmente bajo el "portal de los
    dulces", donde esperaba a que algunos transeúntes le
    gritaran apodos para enfurecerse y lanzar guijarros, así
    como toda suerte de improperios y vulgaridades, la muchedumbre
    gozaba jocosa no solo de la reacción violenta del
    perturbado, sino también de los apuros de las personas que
    le temían y que corrían a buscar refugio para no
    ser víctima de sus reacción agresiva.

    Deliraba diciendo que era hijo de Júpiter por lo
    tanto debía llevar anillos en sus diez dedos, y hacerle
    ritos al lejano planeta. Salía desde muy temprano de su
    casa que quedaba cercana al muelle, inicialmente vivía en
    Manga, daba varias vueltas a pie a la isla, y cuando regresaba,
    daba veinte pasos, se detenía para dar una media vuelta, y
    de cara al norte, miraba al cielo extasiado y echaba un
    escupitajo, pidiéndole a su padre Júpiter que le
    diera la energía cósmica que necesitaba; cuando
    caminaba por una calle automáticamente al terminar esta se
    cambiaba a la acera contraría; durante un tiempo uso un
    sombrero al que sacudía en el suelo, en el que
    escupía tres veces; cuando tenía sed y pedía
    agua a una de las vecinas, antes de tomarla le metía tres
    dedos de la mano y maldecía unas palabras incomprensibles,
    y luego se la tomaba pero a buches. (5) Lemaitre H
    Alberto, Estampas de la Cartagena de Ayer, Espitia Impresores
    1990, Cartagena Colombia
    .

    Varias canciones de la época que sonaban en las
    emisoras le dedicaron su tema a este popular enfermo mental, una
    tonada decía así:

    Arturo el loco, le patina el
    coco

    Cuando viene caminando, le gente le
    va gritando

    Arturo el loco le patina el coco
    (bis) (bis)

    Y la mas escuchada: "Las cosas de Goya", de la
    autoría de Luis Guillermo Pérez Cedrón,
    grabada por primera vez en el 1956 por Lucho Pérez
    Argaín, con el acompañamiento de Julián
    Machado, en Discos Curro, y posteriormente interpretada por Alejo
    Duran.

    Que Goya andaba con el gran
    pinol

    Que Goya andaba con el gran pinol,
    ¡No! – el que iba con Goya, era el nene
    Bol…apa.

    ¡Y es que le gustan los
    peloteros a Goya!

    Que Goya andaba con el gran
    Porroto

    Que Goya andaba con el gran Porroto,
    -el que iba con Goya era Aniso el loco,- ¡nooo! -el que iba
    con Goya era ¡Arturo el loco!

    Arturo fue probablemente el Loco más
    emblemático y representativo de su papel en la cultura
    popular Cartagenera durante la década del 50 al 70; a
    él, el populacho le endilgaba como apodo, el nombre del
    personaje de moda. Cuando el caso Chessman cautivó a la
    prensa, la radio y la TV del mundo entero, al Loco Arturo le
    gritaban: ¡Chessman! ¡Chessman!- Arturo
    respondía con una serie de improperios y, finalmente,
    exhibía sus órganos sexuales y decía:
    Aquí tienen el foco rojo; haciendo alusión
    impúdica a la forma como Caryl Chessman asesino y violador
    tristemente célebre ejecutado en la prisión de San
    Quintín en California, atraía a sus víctimas
    con un foco rojo en la parte superior de su vehículo
    simulando ser una patrulla de la policía. (6)De La
    Vega Rodolfo, "Chessman y El Loco Arturo", El Universal Columnas
    de opinión 22 mayo del 2010

    El Convento de Santa Clara, construido entre 1617 y
    1621, sirvió de base para la primera congregación
    de la Orden de Santa Clara hasta principios del siglo XX; luego
    dejó de ser un claustro religioso y paso a funcionar como
    hospital Universitario. La Facultad de Medicina de la Universidad
    de Cartagena pasó por diferentes momentos críticos
    y a mitad del siglo inicia un proceso de reorganización
    para nivelar su pensum académico a la de los pares de
    otras latitudes.

    En la facultad de medicina de la Universidad de
    Cartagena, algunos facultativos también a mediados del
    siglo XX iniciaron algunas prácticas psiquiátricas,
    relatan que uno de ellos, el Dr. Ivo Zeni, curó a una
    persona aquejada por depresión, el paciente vivía
    en el centro amurallado de Cartagena, su madre con quien
    tenía una relación afectiva de mucho apego y de
    quien era emocionalmente dependiente había muerto, y el
    enfermo se sumió posteriormente en una profunda
    depresión, no hablaba, no se bañaba, no se
    afeitaba, la barba después de varios meses le caía
    al pecho, el profesor Ivo Zeni con la ayuda de familiares todas
    las tardes lo sacaba por una de las bocas de la muralla cargado
    en una silla hasta la playa hoy borrada por la Avenida Santander,
    y allí frente al mar le hablaba por largas horas, sin que
    este contestara nada ni se inmutara, un día cualquiera le
    dijo "M. en Cartagena se ha regado la noticia que te has vuelto
    loco", el paciente lo miro como perplejo, balbuceo algunas
    palabras ininteligibles, se paró corriendo desde la silla
    hasta su casa, se duchó y se afeitó, y al
    día siguiente de este incidente y después de
    permanecer por varios meses incapacitado por la depresión
    estaba asistiendo a sus clases en la Universidad de Cartagena, ya
    que también era docente de la facultad de medicina. (7)
    Relato oral contado por el Dr. Moisés Pianeta
    Muñoz, clases de psicopatología, facultad de
    Medicina Universidad de Cartagena año
    1973.

    Antes del años 50 y del uso de las Fenotiazinas,
    el Dr. Félix Prospero de Villanueva profesor de
    fisiología y clínica médica fue uno de los
    pioneros en el tratamiento de los enfermos mentales, como
    terapéutica se usaban los bromuros para calmar la
    ansiedad. El Dr. Ismael Porto Moreno especialista en
    órganos de los sentidos, realizó los primeros
    electro-shocks a una paciente particular perteneciente a una
    familia adinerada quien sufría de trastornos mentales, y
    la familia hizo traer del exterior el equipo de electro terapia,
    siendo el primer caso tratado con este método por su
    médico de cabecera, sin difusión ni impacto
    importante en la práctica médica de la
    ciudad.

    El 06 de Junio de 1963 funda el departamento de
    psiquiatría el Dr. Francisco Haydar Ordage, y
    también se abre el servicio de psiquiatría con 13
    camas en el Hospital Santa Clara, siendo los primeros profesores:
    El Dr. Mario Fernández Mendoza, el Dr. Moisés
    Pianeta Muñoz. El 07 de febrero de 1964 se oficia el
    nombramiento de Dr. Francisco Haydar como jefe del Departamento
    de psiquiatría. (8) Maza Edwin Facultad de Medicina de
    la Universidad de Cartagena su Historia, Castillo Impresores E.U.
    1998.

    El Dr. Fernández dictaba la catedra de
    psicopatología y el Dr. Haydar clínica
    psiquiátrica. El Dr. Pianeta era muy famoso por sus
    escritos sobre Higiene Mental y Educación Sexual,
    también por su capacidad oratoria y había fundado
    un colegio especializado para niños con problemas del
    comportamiento y del aprendizaje, en el que ejercían sus
    hijas con mucha dedicación el magisterio.

    Más tarde llegaron otros docentes a la Facultad
    entrenados en el exterior entre los que se cuentan el Dr. Carol
    Rumie Bossio, El Dr. Orlando Álvarez Lozano, ambos
    entrenados dentro de la disciplina psicoanalítica, el Dr.
    Rumie se había formado en la ciudad de Baltimore en una
    lujosa clínica psiquiátrica, en la que según
    él solo se atendía a pacientes VIP "very
    importan person
    ", al tocarle el ejercicio en las precarias
    condiciones que se desarrollaba en Cartagena lo habría
    desmotivado, después de un tiempo se desinteresó de
    la practica psicoanalítica y solo ejerció como
    psiquiatra general, quedando como único exponente de este
    tratamiento el Dr. Orlando Álvarez Lozano, quien
    también era egresado de la especialización en
    medicina interna, y había realizado su residencia en
    psiquiatría en la Universidad del Valle.

    El Dr. Miguel Ghisays Ganem sucedió al Dr.
    Francisco Haydar en la jefatura del Departamento de
    Psiquiatría, cargo que desempeñó por
    aproximadamente 25 años; de la escuela organicista, se
    había entrenado con López Ibor en Madrid
    España, en la clínica del profesor, una de las
    más prestigiosas de Europa; tuvo una fuerte
    formación en clínica psiquiátrica,
    seguía mucho la corriente de Henry Ey, y también
    muy completa en psicofarmacología de la que seguía
    con entusiasmo los conceptos de Kalinoswski. El Dr. Ghisays
    además de haber escrito un libro de psicopatología,
    es también un experto en música clásica, y
    ha escrito varias obras especializadas sobre este tema; aun
    después de jubilado por la Universidad de Cartagena y no
    obstante no necesitarlo, trabaja prestando servicios
    médicos gratuitos en la consulta externa de
    psiquiatría de CEMIC, clínica de la que es vecino
    en el barrio del Cabrero.

    En el año 1973 las directivas del hospital
    Psiquiátrico de Sibaté tomaron la cruel medida de
    abandonar 37 enfermos mentales crónicos oriundos de la
    Costa Atlántica en el aeropuerto de Crespo, estaban
    internados en sus instalaciones, donde habían sido
    remitidos algunos años antes, previo a su división
    cuando el departamento de Bolívar era un departamento
    grande. La beneficencia de Bolívar había dejado de
    pagar a la de Cundinamarca y esta al hospital de Sibaté,
    lo que aparentemente originó tal medida.

    Al quedar abandonados los enfermos mentales en el
    aeropuerto de Crespo, Se creo un problema de orden público
    y el gobernador de la época Donaldo Badel tuvo la
    necesidad de abrir rápidamente una "segunda Unidad de
    Salud Mental" en el lugar donde antes funcionaba la cárcel
    de San Diego, y hoy queda la Escuela de Bellas Artes. El lugar
    amenazaba ruinas, no obstante allí se alojaron los 37
    pacientes psiquiátricos, posteriormente alguno de ellos
    serían reubicados en sus hogares por trabajo
    social.

    Por esa época, años 1974, la
    atención medica en el departamento de Bolívar y en
    la ciudad de Cartagena pasaba una de sus crisis, pues el centro
    médico eje de la atención y de la enseñanza
    universitaria el Hospital Santa Clara, ubicado en una
    construcción colonial, amenazaba con sus ruinas la
    seguridad de los allí atendidos y la del personal
    sanitario, además el Hospital Universitario de Zaragocilla
    aún en construcción no estaba terminado, debiendo
    pasar en un plan de contingencia el Hospital Santa Clara a ser
    alojado en el San Pablo, solo hasta el 1976 cuando se dio al
    servicio el Hospital Universitario de Cartagena vino a
    normalizarse la atención medica en la
    región.

    El Hospital San Pablo comenzó su
    construcción en el año 1951, y fue dado al servicio
    en el año 1953, siendo presidente de Colombia el Dr.
    Roberto Urdaneta Arbeláez, su misión era combatir
    el mal más temido de la época, "La Tuberculosis
    Pulmonar", una enfermedad cuya curación era dudosa, muy
    unida a condiciones de carencia nutricional y afectiva, con
    determinantes genéticos en la inmunidad. Esta
    patología por las dificultades que ofrecía su
    manejo, causaba connotado estigma social, constituyendo por lo
    tanto una enfermedad vergonzante para el individuo quien la
    padecía y para su familia, y por el temor a su contagio
    generaba fuerte rechazo y exclusión social.

    Era pues necesario según los patrones de la
    época aislar al enfermo de tuberculosis, y para ello se
    construyeron hospitales que además prestaban un cuidado
    tipo asilar, donde el enfermo no solo era tratado de su mal, sino
    mejorado en su nutrición, y egresaba mucho tiempo
    después con su autoestima reforzada por la acogida que le
    prestaba el personal sanitario, quienes desafiando sus propios
    miedos por la enfermedad daban afecto y cuidados al paciente
    tuberculoso sin violar las normas higiénicas primarias
    exigidas para su control.

    El típico hospital para tuberculosos debía
    estar ubicado en las afueras de la ciudad para evitar los riesgos
    de contaminación de los demás ciudadanos, y los
    pacientes tenían hospitalizaciones prolongadas que duraban
    seis meses a dos años en promedio, de las cuales
    salía convertido en otra persona en lo referente a su
    apariencia física. Así es que este centro
    hospitalario se dio al servicio de la comunidad cartagenera y fue
    tenido como centro de remisión para el tratamiento de esta
    enfermedad para toda la Costa Atlántica.

    A principio de los años 70 con el advenimiento de
    tuberculostaticos muy efectivos y debido a los resultados de las
    campañas antituberculosas hubo un cambio conceptual en el
    manejo de esta enfermedad, se impuso la conducta del manejo
    ambulatorio de la tuberculosis, y se desestigmatizó al
    enfermo y a su manejo, el hospital antituberculoso San Pablo
    quedaría entonces medio vació.

    En el año 1976 cuando se dio al servicio el
    Hospital Universitario de Cartagena, se trasladaron a este todas
    las especialidades médicas y quirúrgicas excepto la
    psiquiatría, la unidad psiquiátrica de agudos del
    Hospital Santa Clara de 13 camas, se había fusionado con
    la ubicada en San Diego para crónicos de 37 camas, todos
    los enfermos fueron trasladadas al hospital San Pablo que
    había quedado medio desocupado después de la
    inauguración del Hospital Universitario. Desde un
    principio quedaron mal alojados, debido a que la
    construcción del San Pablo no había sido hecha con
    ese propósito, así es que la arquitectura,
    disciplina llamada a jugar un papel importante en la
    recuperación de las personas con trastornos mentales,
    debió ser suplida por rejas y celdas que dieron desde el
    comienzo un aspecto carcelario o manicomial al nuevo servicio de
    psiquiatría.

    También estuvieron por un tiempo como docentes de
    psiquiatría de la facultad de Medicina, desde finales de
    los 70 hasta principio de los 80, El Dr. Hugo Badel quien tuvo
    una clínica psiquiátrica que funcionó en
    Manga por un par de años; el Dr. Miguel Solano; El Dr.
    Enrique Emiliani; El Dr. Eduardo Espinosa Faciolince quien trajo
    desde Nottingham Gran Bretaña y desde el Instituto de
    Psiquiatría de Londres los conceptos sobre
    psiquiatría comunitaria; el Dr. Alfonso Villanueva quien
    era un excelente bioquímico y un farmacólogo
    genial; y desde la mitad hasta finales de los años 80
    llegaron: el Dr. Adolfo Bermúdez de León, y el Dr.
    Rafael Osorio Chagüi, del postgrado en la clínica
    Monserrat, con formación de tendencia
    psicodinámica; El Dr. Ricardo Haydar Ghisays hijo del
    fundador del departamento de psiquiatría, vino de la
    residencia de la Javeriana con una formación integral,
    además que tenía encima la escuela de su padre, y
    el Dr. Cesar Sánchez Vergara quien remplazo al Dr. Miguel
    Ghisays Ganem en la jefatura del departamento, obsesionado por la
    bioética, se recibió posteriormente como filosofo.
    Es importante mencionar al Dr. Roberto Guerrero Figueroa que
    cursó un doctorado en neurociencias en la Universidad de
    Tulane, y quien regresó por el compromiso de la
    contraprestación, exigido por el rector y pacificador del
    movimiento estudiantil del año 1971, el Dr. Navarro
    Patrón, Guerrero Figueroa se dedicó a la academia,
    fue decano de la Facultad de Medicina, y también
    atendía pacientes neurológicos y
    psiquiátricos.

    Al inicio de los años 90 después de
    realizar su residencia en la Universidad Javeriana ingresa a al
    hospital San Pablo el Dr. Martin Suarez Jiménez,
    años atrás había realizado parte de su
    internado rotatorio en la unidad de psiquiatría de ese
    hospital, y posteriormente será coordinador de la
    sección de psiquiatría, que ahora, después
    de un cambio curricular, es parte del Departamento Médico;
    pocos años después llegará el Dr. Humberto
    Molinello, egresado del postgrado de psiquiatría del
    hospital Militar, después de ejercer la docencia en la
    Universidad de Cartagena, inclinado por la psiquiatría
    infantil, se retira y se radica en la ciudad de Barranquilla,
    donde actualmente ejerce la especialidad con
    éxito.

    A finales de los 90 inicia prácticas en el
    Hospital San Pablo el Dr. Francisco Barrios Ayola, bajo la
    orientación y supervisión del Dr. Christian Ayola,
    en el 2003 egresa de la Maestría en Salud Mental y en el
    2006 del postgrado de psiquiatría de la Universidad de
    Cartagena, pocos años más tarde llegará a
    reforzar la docencia en la facultad de Medicina de la Universidad
    de Cartagena; vinculado a la ESE distrital de primer nivel de
    atención en salud, inicia después de soportar
    muchas trabas y contratiempos administrativos, con el
    cumplimiento de un sueño muy viejo de su mentor, el de
    realizar la atención oportuna del paciente
    psiquiátrico desde la atención primaria en los
    centros y puestos de salud.

    En las últimas dos décadas Han llegado
    desde el Hospital Militar los siguientes especialistas doctores:
    Walter Pontón, quien se sub-especializó en
    psiquiatría infantil, Miguel Sabogal quien ha incursionado
    en rehabilitación, Amaury García; y desde otros
    programas: Fernanda Osorio, Adriana Serrano y Guillermo Dager.
    Desde la apertura del postgrado de psiquiatría de la
    Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena han egresado
    los siguientes especialistas doctores: Adalberto Campo, Alex
    González, Candelaria Rambal, Alfredo Somoza, Rafael
    Bustillo, Mánela García, Marcos Salas, Ester Perea,
    Ketty Marrugo, cursan actualmente residencia: Edwin Castro,
    Carlos Cassiani.

    También egresaron los doctores Miguel Ghisays
    Ganem y Christian Ayola Gómez, quienes no obstante tener
    títulos de especialistas en psiquiatría de otras
    universidades optaron recientemente (2011- 2012) por someterse al
    programa de postgrado la Universidad de Cartagena, y así
    homologar sus títulos, recertificándose.

    En el año 1978 inicia su práctica en la
    unidad psiquiátrica del Hospital San Pablo un
    médico muy joven, egresado de la universidad de Cartagena,
    con sólida formación en medicina interna, adquirida
    en el hospital Universitario de Cartagena, donde además
    era medico de planta de la urgencia. Inicialmente al no haber
    residencia de psiquiatría y por su dedicación
    exclusiva a esta especialidad, se le dio la oportunidad de apoyar
    en las actividades académicas de este Departamento que
    carecía de docentes, pues los más antiguos se
    habían retirado de la práctica clínica y de
    la docencia, y los nuevos psiquiatras en formación aun no
    llegaban, o algunos otros especializados en el exterior,
    llegaron, pero su paso por el Hospital San Pablo o por la
    facultad fue efímero.

    Este, quien escribe la presente historia, es el Dr.
    Christian Álvaro Ayola Gómez, hoy titulado en el
    postgrado de psiquiatría biológica por la
    Universidad Oberta de Cataluña en Barcelona España,
    con título de especialista en psiquiatría por la
    Universidad de Cartagena, quien ha contribuido durante varias
    décadas como docente a la formación de los
    estudiantes del pre y del postgrado en psiquiatría de la
    facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena,
    además el fundador de la clínica
    psiquiátrica CEMIC, donde hoy realizan practica de
    psicopatología y psiquiatría los estudiantes del
    pre y postgrado de todas las facultades de medicina,
    enfermería y algunas de psicología en
    Cartagena.

    Su llegada al departamento de psiquiatría
    contribuyó en los años 80 a cambiar la
    concepción del paciente psiquiátrico hacia el
    modelo médico, el abordaje viró al
    diagnóstico y manejo integral de estos enfermos, los
    primeros años fortaleció sus conocimientos en
    clínica psiquiátrica como ayudante del Dr. Miguel
    Ghisays, juntos les tocó afrontar momentos
    difíciles en el tratamiento de los pacientes por la
    escasez de medicamentos psiquiátricos, debiendo recurrir
    en muchas ocasiones a la terapia electro-convulsiva
    técnica que dominan ampliamente. También lucharon
    contra la estigmatización y la falta de educación
    de la comunidad en general en lo relativo al manejo de las
    enfermedades mentales y su tratamiento.

    Desde la mitad de la década del 2010, cuando en
    representación del alcalde fue presidente de la junta
    directiva de la ESE Distrital y más tarde en las reuniones
    del Concejo Distrital de Salud Mental, el Dr. Ayola viene
    impulsando la atención psiquiátrica en el primer
    nivel, y desmitificando la atención del paciente
    psiquiátrico en grandes instituciones, donde estos al ser
    alejados de la comunidad, tienden a deteriorarse, a ser
    abandonados por sus familias, y adquieren con frecuencia una
    condición conocida como hospitalismo, aumentando la
    población de Trastornos Mentales Severos
    (Crónicos), y por ende el gasto del Estado.

    Muchos fueron los esfuerzos emprendidos desde mediado de
    los 80 por el Dr. Jairo Luna, Psiquiatra y salubrista
    costeño, quien durante largo tiempo se
    desempeñó como Jefe de la División de Salud
    Mental del Ministerio de Salud, quien logra se realice la
    inversión de algunos recursos para mejorar el aspecto de
    los pabellones psiquiátricos del San Pablo, y los
    esfuerzos también del Dr. Jaime Pastrana Arango, quien
    sirvió como director de este centro, y con la
    colaboración del pintor Obregón y del Ministerio,
    remodela y construye nuevos servicios, tales como: la unidad de
    cuidados especiales, la de terapia ocupacional y el
    pabellón el Cóndor para farmacodependientes,
    erigido en honor al maestro de las artes.

    Ninguno de ellos logró cambiar el aspecto del
    lugar que recuperaba pacientes psicóticos, mientras con su
    aspecto vetusto y sórdido deprimía aún
    más a otros enfermos y a sus familiares. No obstante la
    ignominia a la que se sometía un paciente al ser
    hospitalizado en este centro, los enfermos mentales
    crónicos (o sea aquellos provenientes de sanatorio
    Sibaté), y los agudos, compartieron las miserias de este
    hospital, que entró en agonía con la
    aprobación de la Ley 100, debido a su alto costo operativo
    por estar sus empleados cobijados por una legislación
    especial que generaba una alta carga prestacional, a la falta de
    cultura organizacional, a múltiples desventajas
    competitivas, además que la actividades de la
    atención especializada en psiquiatría no quedaran
    incluidas en el Plan Obligatorio de Salud Subsidiado.

    Considerándose la enfermedad mental como una
    patología crónica, ruinosa y de alto costo, no fue
    reasegurada como ocurrió con el cáncer, o con las
    enfermedades cardiovasculares, sino, que antes, fue producto de
    fuertes controles en la facturación de los servicios y
    actividades consignada en la resolución 5261 de 1994, y en
    el Decreto 2423 de 1996, ambos reglamentarios de la Ley 100 del
    1993, que limitaron los procedimientos y los tiempos de
    atención, desestimulando el tratamiento intrahospitalario
    sin tener preparada una oferta de servicios
    alternativos.

    En el año 1996, su director sempiterno el Dr.
    Guillermo Valencia Abdala, con la colaboración del
    subdirector Dr. Christian Ayola Gómez, y algunos asesores,
    trataron de convertir el San Pablo en un hospital general,
    aprovechando las oportunidades que daba la ley 100, con el
    objetivo incursionar en las patologías contempladas en el
    Plan Obligatorio de Salud, y con el Fondo de Inversión
    Social FIS, consiguieron la financiación de un proyecto
    para transformarlo arquitectónicamente, empresa que no fue
    posible realizar por fallas estructurales, cuyo costo de
    reparación superaba enormemente el monto de la
    financiación obtenida, y hubo también falta de
    voluntad política del alcalde de la época que no
    quiso desembolsar la contrapartida, quedando condenado el
    hospital a morir por no ser competitivo.

    Desde el año 1996 esta institución estuvo
    amenazada de ser liquidada por las razones expuestas, pero la
    prioridad la constituyó el Universitario que había
    entrado en crisis en múltiples ocasiones hasta ser
    irrecuperable, y todos los esfuerzos financieros del Ministerio y
    de la entidad territorial correspondiente se hicieron en pro de
    la restructuración del H U de C, y por ultimo
    después de un cierre decretado por el DADIS por no cumplir
    con los mínimos requisitos de calidad, fue reinaugurado
    con otra razón social, con el nombre de Hospital
    Universitario del Caribe. El año 2007 el Ministerio de la
    Protección Social y el Departamento de Bolívar
    acordaron la liquidación de otros hospitales por
    ineficientes, lográndose al final terminar con la
    agonía del que fuera durante más de 50 años
    el centro de atención de tuberculosis, y por más de
    treinta años el centro líder de atención
    psiquiátrica en la región.

    Al cierre de hospital San Pablo quedaban 60 pacientes
    psiquiátricos internados en sus instalaciones algunos de
    ellos a cargo del Departamento de Bolívar y 28 de ellos a
    cargo del distrito de Cartagena. El día 12 de Enero del
    2008, doce días después de haberse iniciado el
    proceso liquidatario, el distrito de Cartagena no tenía
    organizado un plan de contingencia para desalojar los pacientes a
    su cargo en ese centro de atención, una de las principales
    razones la constituyó que el distrito comenzaba el
    año 2008 con un nuevo gobierno y que el proceso
    liquidatario estuvo a cargo del Departamento.

    Así es que la Alcaldía Mayor de Cartagena,
    comisionó al Director del Departamento Administrativo de
    Salud DADIS, doctor Nelson Alvis para que resolviera la
    contingencia, este profesional contacto a la Clínica
    "CEMIC" del Cabrero quien con su unidad especializada de salud
    mental por esa época con 22 camas, (actualmente cuenta con
    100), venía desde años anteriores apoyando la
    atención psiquiátrica del distrito. El doctor Alvis
    solicitó a CEMIC una propuesta de atención que se
    elaboró en las 24 horas siguientes.

    Con la colaboración del Doctor Francisco Barrios
    Ayola docente de psiquiatría de la Universidad de
    Cartagena, psiquiatra adscrito a la ESE Hospital Local Cartagena
    de Indias, y del director científico de la clínica
    CEMIC" doctor Christian Ayola Gómez, y un estudiante de
    último año de medicina de la Universidad Rafael
    Núñez, Dr. Duban Pájaro quien es hoy
    salubrista, se procedió a clasificar los pacientes
    internados en el Hospital San Pablo que el día 13 de enero
    ya no tenían suministros médicos, ni
    alimentación, y estaban siendo atendidos solo por
    enfermeras, pues los médicos tanto generales como
    especialistas en psiquiatría se habían retirado,
    dejando a su suerte a estos pacientes.

    La Labor del doctor Nelson Alvis fue organizar una
    operación humanitaria para sostener a los enfermos
    mentales allí abandonados coordinado una primera
    reunión a la cual asistió el doctor Marcos
    Vélez en calidad de director financiero del DADIS,
    representantes de algunas ARS, y el director de "CEMIC",
    lográndose de los asistentes el compromiso de aprovisionar
    de alimentos y medicamentos a la entidad en liquidación, y
    el suministro de personal médico de la Unidad de Salud
    Mental CEMIC para la atención de los enfermos mentales,
    mientras se procedía a su traslado a otro centro
    asistencial.

    El día 16 de Enero se inició el traslado
    de los pacientes con trastorno mental agudo, identificados
    previamente los que estaban a cargo del distrito de Cartagena,
    teniendo como parámetro el hecho de estar sisbenizados en
    esta entidad territorial. Resultaron 17 pacientes agudos, de los
    cuales 10 fueron dados de alta por considerar el equipo
    médico de CEMIC que se encontraban compensados mentalmente
    por haber remitido su sintomatología psicótica, y
    siete trasladados a las instalaciones de "CEMIC" para continuar
    con su tratamiento psiquiátrico, por continuar en estado
    agudo.

    LISTA DE PACIENTES CON TRASTORNO
    MENTAL SEVERO ("CRONICOS") A CARGO DEL DISTRITO DE CARTAGENA AL
    MOMENTO DEL CIERRE DEL HOSPITAL SAN PABLO 01 ENERO
    2008

    NOMBRES Y
    APELLIDOS

    EDAD

    FAMILIA

    PATOLOGÍA

    JUDITH L.

    65

    NO

    Esquizofrenia Residual.

    MARIA A.

    60

    NO

    Esquizofrenia Residual.

    YADIRA Q.

    61

    NO

    Retardo Mental

    Esquizofrenia.

    GABRIEL SOSSA

    82

    NO

    Esquizofrenia

    Fractura cadera izquierda

    ENALDO S.

    65

    NO

    Esquizofrenia Indiferenciada
    Sordomudo

    Diabetes Mellitus

    BLAS SEGUNDO S.

    58

    NO

    Esquizofrenia Residual

    PEDRO P.

    56

    NO

    Esquizofrenia Residual.

    FABIO S.

    63

    SI

    Esquizofrenia Paranoide

    JOSE IGNACIO P. L.

    30

    TUTELA

    Esquizofrenia.
    Desorganizada

    ROBERTO P. L.

    38

    TUTELA

    Esquizofrenia. Paranoide

    YINA (N.N.)

    24

    NO

    Esquizofrenia. Paranoide

    El día 17 de Enero se realizó el traslado
    de los 11 enfermos mentales crónicos, a un centro de
    protección y rehabilitación llamado "El Hogar",
    implementado por CEMIC en la calle Guillermo Posada del barrio
    Torices, casa N° 14-144; estos pacientes por requerir
    atención psiquiátrica permanente, y
    protección continua, debido a su estado de deterioro
    cognitivo, y la incapacidad para funcionar socialmente no
    pudieron ser trasladados a un asilo para ancianos, 9 de ellos no
    tenían núcleo familiar reconocido, 5 de los
    provenientes de Sibaté, y 2 con fallo de tutela
    interpuesto contra el Distrito de Cartagena debido a la
    incapacidad de su madre anciana para lidiarlos.

    "Solo un caso N.N. (YINA) no tenía para esa
    época certificado de indigencia; los PADILLA LANZ
    están amparados por una tutela fallada contra el Distrito
    de Cartagena; FABIO SALAS tiene familia al parecer en la ciudad
    de Barranquilla pero se desconoce su dirección actual,
    tiene cedula que lo identifica como natural de Cartagena e
    identificación por el SISBEN y está afiliado a
    Mutual SER; los demás pacientes tienen Certificado del
    Listado Censal como Indigentes de la Secretaria de
    Participación Ciudadana y Desarrollo Social de la
    Alcaldía Mayor de Cartagena, adicionalmente Certificado
    del Censo del DANE como Indigentes". (9) Unidad de Salud
    Mental CEMIC, Informe de gestión, pacientes con trastorno
    mental severo, presentado al DADIS el 24 de enero de
    2008.

    Partes: 1, 2

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