Monografias.com > Derecho
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

“El Príncipe y la Justicia” en base al libro -“El Príncipe- de Nicolás Maquiavelo”



  1. El
    Autor
  2. "El
    príncipe" de Nicolás Maquiavelo y la
    Justicia
  3. Bibliografía

El
Autor

Nicolás Maquiavelo nació en Florencia el 3
de mayo de 1469. Historiador y filósofo político,
empezó a destacarse cuando se proclamó la
república en Florencia en 1498 como secretario de la
segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y
Guerra. Durante sus misiones diplomáticas dentro de Italia
se ocupó de estudiar las tácticas políticas
de los gobernantes italianos, en especial las del
eclesiástico y militar César Borgia. Entre 1503 y
1506, Maquiavelo reorganizó las defensas militares de la
república de Florencia. Aunque los ejércitos
mercenarios eran habituales en aquella época, él
prefirió el reclutamiento de tropas del lugar, para
asegurarse una defensa permanente y patriótica. En 1512,
cuando los Médicis recuperaron el poder en Florencia y la
república se desintegró, Maquiavelo fue privado de
su cargo y encarcelado por presunta conspiración.
Después de su liberación se retiró a sus
propiedades cercanas a Florencia, donde escribió sus obras
más importantes. Nunca volvió a ocupar un cargo
destacado en el gobierno; cuando la república fue
temporalmente restablecida en 1527, muchos republicanos
sospecharon de sus tendencias a favor de los Médicis.
Murió en Florencia, el 21 de junio de ese mismo
año.

Durante toda su carrera, Maquiavelo trató de
crear un Estado capaz de afianzar su soberanía y rechazar
los ataques extranjeros. Sus escritos tratan sobre los principios
en los que se basaría un Estado de estas
características, y los medios para fortalecerlos y
conservarlos. En su obra más famosa, El Príncipe
(1532), describe el método por el cual un gobernante puede
adquirir y mantener el poder político. Esta obra, que con
frecuencia ha sido considerada una defensa del despotismo y la
tiranía de dirigentes como César Borgia,
está basada en la creencia de que un gobernante no
está atado por las normas éticas. Desde un punto de
vista, el gobernante tendría que preocuparse solamente del
poder, y solo debería rodearse de aquellos que le
aseguraran el éxito en sus actuaciones
políticas.[1]

"El
príncipe" de Nicolás Maquiavelo y la
Justicia

A través del presente ensayo se pretende
reflexionar sobre la obra "El Príncipe" y su
relación con la Justicia.

Resulta necesario analizar el tema de la justicia ante
lo que podríamos llamar una crisis de valores, que
actualmente está viviendo nuestra sociedad. Donde al
sistema Judicial – entiéndase Poder Judicial– como parte
de esa estructura tripartita del gobierno, en un Estado de
Derecho, le incumbe la principal función de Administrar
Justicia. Según el precepto del art. 247 de la
Constitución Nacional:

"DE LA FUNCIÓN Y DE LA COMPOSICIÓN: el
Poder Judicial es el custodio de esta Constitución. La
interpreta, la cumple y la hace cumplir.

La administración de justicia está a
cargo del Poder Judicial, ejercida por la Corte Suprema de
Justicia, por los tribunales y por los juzgados, en la forma que
establezcan esta Constitución y ley".

El art. 1° de la Constitución Nacional: DE LA
FORMA DEL ESTADO Y DE GOBIERNO, establece que la República
del Paraguay se constituye en Estado Social de derecho. Unitario,
indivisible y descentralizado en la forma que establece la propia
Constitución y las leyes. Adopta nuestra República
para su gobierno la democracia representativa, participativa y
pluralista, fundada en el reconocimiento de la dignidad
humana.

Según la enciclopedia virtual WIKIPEDIA: "el
Estado de derecho se crea cuando toda acción
social y estatal encuentra sustento en la norma; es
así que el poder del Estado queda subordinado al
orden jurídico vigente por cumplir con el
procedimiento para su creación y
es eficaz cuando se aplica en la realidad con base en
el poder del estado a través de sus órganos
de gobierno, creando así un ambiente de respeto
absoluto del ser humano y del orden
público
". [2]

Según el art. 3° de la Constitución:
el gobierno es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y
Judicial, en un sistema de independencia, equilibrio,
coordinación y reciproco control. Y como se expuso
más arriba, la administración de justicia
está a cargo del Poder Judicial.

Y es, desde éstos conceptos que analizaremos la
obra "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo y su
relación con la Justicia; ya que la obra trata en los
primeros capítulos sobre los tipos de principados,
según su opinión, y las características y
exigencias de cada uno, que determinan las medidas a tomar por el
nuevo gobernante para garantizar su poderío. Considera
más adelante, dos tipos de gobierno: uno de ellos asistido
por siervos, donde el príncipe tiene mayor autoridad y le
serán fieles si no los oprime, y el otro asistido por
nobles, siempre fáciles de sobornar por su descontento; el
consejo que da al gobernante es recordar que no puede cambiar
a todos sus súbditos, pero sí puede cambiar o crear
a nuevos nobles
. Nos habla además, como se debe
gobernar plenamente a una ciudad o principado que antes de la
conquista se regía por sus propias leyes.

"Los cimientos indispensables a todo los Estados
nuevos, antiguos o mixtos (según la clasificación
de Estados que hace en su obra), son las buenas leyes y las
buenas tropas".

Entre las cualidades de un gobernante, aquellas
apreciadas entre el común de la población
generalmente resultan ineficaces en un gobernante; es mejor
ser temido que ser amado, ser tacaño que practicar la
prodigalidad
. Por ello, el gobernante debe aparentar
todas las virtudes, pero practicarlas lo menos posible y con
inteligencia, evitando el odio de su pueblo a toda costa
.
Así, reflexiona en la necesidad de que el
príncipe siempre tenga en cuenta el bienestar de sus
súbditos al tomar decisiones, y beneficiar a las
mayorías
pues los amigos huyen en la lucha. Un
príncipe nuevo debe armar a sus súbditos: los
recelosos se vuelven fieles, los fieles se mantienen y los
súbditos se vuelven sus partidarios.

"En la elección de ministros debe favorecerse
a los que disciernen por sí mismos sobre los que
disciernen por otros y evitar tanto a quienes no disciernen en
absoluto como a los que sólo piensan en su propia
ganancia".

"Asimismo, es vital cuidar del bienestar de sus
ministros para asegurar su lealtad y debe pedir consejo
sólo cuando él y no otros lo considere necesario, y
entonces preguntar a menudo, escuchar con paciencia y ofenderse
si le mienten".

En cuanto al contenido del libro El Príncipe,
podemos decir que es un análisis de cómo funciona
el Estado desde la concepción del autor.

Volviendo a la estructura tripartita de la forma de
gobierno en un Estado de Derecho –Ejecutivo, Legislativo,
Judicial- esa administración de justicia está a
cargo del Poder Judicial, ejercido por la Corte Suprema de
Justicia, por los tribunales y por los juzgados (art. 247 C.N.
segundo párrafo). Entonces tenemos que: La Corte Suprema
de Justicia, los Tribunales y los Juzgados están
integrados por los jueces, que investidos de esa
jurisdicción[3]por parte del Estado, son
los encargados directos de administrar justicia; y podemos
afirmar que en ese acto de administración de justicia, se
convierten en el propio Estado en el momento mismo de dirimir el
conflicto que se les plantea en el caso concreto. En otras
palabras: "se convierten en nuestro Príncipe, al
momento de tener que administrar e impartir esa
justicia
".

QUOD SINT GENERA PRINCIPATUUM ET QUIBUS MODIS
ASQUIRANTUR
–De cuantas clases son los principados y de
qué manera se adquieren.
[4](Capítulo I).

Todos los estados, todos los señoríos
que tuvieron y tienen soberanía sobre los hombres, han
sido y son o repúblicas o principados. Los principados
son, o hereditarios, cuando una misma familia a reinado en ellos
largo tiempo, o nuevos. Los Estados nuevos están
acostumbrados a vivir bajo un Príncipe, o ser libres; o el
Príncipe adquirió por armas propias, o la fortuna
se los proporciono, u otros Estados le ayudaron a poseer el
principado adquirido.

De la misma manera, los habitantes de un país,
antes de la constitución de su propio Estado de gobierno,
pueden estar sometidos a leyes propias de sus tribus – como es el
caso nuestro con la figura del "cacique" – o vivir en el libre
albedrio, gobernados por su instinto y libertad propia. Hasta que
aparece el Estado, instituyendo al Juzgador, para que administre
justicia en los hechos litigiosos que se sometan a su
jurisdicción.

DE PRINCIPATIBUS HEREDITARIIS – De los
Principados hereditarios.[5] (Capítulo
II)

En los Estados hereditarios y acostumbrados al
linaje, hay menos dificultades para conservarlos que los nuevos,
porque basta con no abandonar el orden establecido por sus
antepasados, e ir adecuándose a los acontecimientos; de
manera que, si ese príncipe tiene una normal capacidad, se
mantendrá siempre en su estado, a menos que una
extraordinaria y excesiva fuerza se lo haga imposible; y si llega
a verse despojado de él, lo recuperará
fácilmente a la primera adversidad con la cual se tropiece
su usurpador
.

De la misma manera, a un juzgador que no altere el orden
establecido en derecho en un Estado hereditario, acostumbrado al
cumplimiento de las normas, le será más
fácil administrar justicia que aquel que intente
administrarla por primera vez, el cual se verá obligado a
utilizar constantemente la coacción Estatal para imponer
así y conservar esa paz pública.

DE PRINCIPATIBUS MISTIS – De los
principados mixtos.[6] (Capítulo
III)

Pero donde aparecen las dificultades es en el
principado nuevo. Sobre todo si no es completamente nuevo, sino
una especie de miembro de otro, de manera que podemos llamarlo,
en conjunto, casi mixto. Los inconvenientes que plantea nacen, en
principio, de una dificultad intrínseca, existente en
todos los principados nuevos: que es que los hombres cambian de
buen grado de señor pensando que así
mejorarán, y esta creencia les hace empuñar las
armas en contra de su antiguo señor. Pero se
engañan, porque rápidamente la experiencia les
demuestra que con el cambio han perdido. Todo eso procede de otra
necesidad natural y ordinaria, que hace ineludible el ofender a
los nuevos súbditos, no solo con las tropas sino
también con la finalidad de injurias que acarrea la
conquista
.

Los principados mixtos, vienen a ser aquellos que no son
enteramente nuevos, y poseen un miembro añadido a un
principado antiguo ya poseído, este se asemeja mucho a los
nuevos principados, tiene casi las mismas dificultades para
conservar el poder.

Las estrategias que deberá implementar el Estado
para conservar este principado podrán ser: eliminar el
linaje del príncipe anterior y no alterar las leyes, ni
aumentar los impuestos.

DE CRUDELITATE ET PIETATE; ET AN SIT MELIUS AMARI
QUAM TIMERI, VEL E CONTRA
– De la crueldad y la
compasión; y de si es mejor ser amado que temido, o todo
lo contrario.[7] (Capítulo XVII)

Por lo tanto, un príncipe no debe preocuparse
de la fama de cruel, si con ello mantiene a sus súbditos
unidos y leales; porque, con unos pocos castigos ejemplares,
será más compasivo que aquellos que, por excesiva
clemencia, dejan prosperar los desórdenes de los que
resultan asesinatos y rapiñas; porque estas suelen
perjudicar a toda la comunidad, mientras las ejecuciones
ordenadas por el príncipe perjudican tan solo a los
menos
.

De esto se desprende que el juez no debe dudar en
aplicar la ley cuando así esté estipulada. Las
excesivos delitos cometidos en la sociedad, en la cual el
supuesto delincuente al rato de ser detenido, obtiene medidas
sustitutivas de libertad y sigue delinquiendo –ejemplo de
esto tenemos muchos- y vuelve a ser atrapado en hechos más
graves cometidos durante su "medida", no hace otra cosa
más que infundir esa sensación de vivir en un
país con un Estado ausente, la sociedad siente
desprotección por parte de los juzgadores "investidos por
el Estado".

QUOMODO FIDES A PRINCIPIBUS SIT SERVANDA
De cómo los príncipes han de mantener la palabra
dada.[8] (Capítulo XVIII)

Debéis, pues, saber, que hay dos modos de
combatir: uno con las leyes, el otro con la fuerza; el primero es
propio de hombres, el segundo de las bestias; pero, puesto que el
primero muchas veces no alcanza, conviene echar mano al segundo.
Por lo tanto, es preciso que un príncipe sepa actuar
según le convenga como bestia y como
hombre.

La coacción para el cumplimiento de lo ordenado
por los jueces, dentro del marco legal, por parte de los agentes
del orden público, siempre estuvo monopolizada por el
Estado para el cumplimiento de lo ordenado en derecho, si el
particular se muestra reacio a cumplir los mandamientos
legales.

Procure pues el príncipe ganar y conservar el
estado: los medios serán siempre juzgados honorables y
alabados por todos; ya que el vulgo se deja cautivar por la
apariencia y el éxito, y en el mundo no hay más que
vulgo; y los pocos no tienen sitio cuando la mayoría tiene
donde apoyarse
.

En otras palabras: "El fin justifica los medios".
Siempre y cuando estos medios sean acorde a derecho y el fin que
se persiga sea la justicia misma.

DE THIS QUOS A SECRETIS PRINCIPES HABENT
De los secretarios de los príncipes.[9]
(Capítulo XXII)

Es un tema de mucha importancia para un
príncipe la elección de sus ministros, que son
buenos o no según la prudencia del Príncipe. Y el
primer juicio que nos formamos sobre la inteligencia de un
señor se basa en los hombres que le rodean; y cuando son
componentes y fieles, se le puede reputar sabio porque ha sabido
reconocer su capacidad y conservar su lealtad. Pero cuando son de
otra manera, hay siempre razones para formar un mal concepto de
él, ya que su primer error ha sido precisamente esta
elección.

De esta parte se desprende algo que no cabe a la duda:
"De la elección de jueces que administraran justicia
dependerá que el Estado funcione como un verdadero Estado
de Derecho, con las garantías establecidas en la
Constitución nacional, para todos los habitantes de la
República
".

Ante todo lo expuesto hasta aquí, es posible
llegar a la conclusión, que la obra "El Príncipe"
de Nicolás Maquiavelo, es un tratado de política de
cómo administrar Justicia por parte de un Estado.
–Soberano, Gobernante, Gobierno, Tirano: son
términos que el autor utiliza para designar como
sinónimos de Príncipe, en los distintos
capítulos de su obra-. Contiene postulados muchas veces
pasados de época, otros con total vigencia.

A pesar de las muchas críticas al autor como a su
obra, la misma sirvió y sirve como guía de
enseñanza para aquel lector que sepa extraer de él
lo valioso de sus postulados.

Bibliografía

  • 1. El Príncipe, de Nicolas Maquiavelo,
    comentado por Napoleón Bonaparte, Ediciones
    Libertador, Buenos Aires, Argentina, 2.003.-

  • 2. Constitución de la República
    del Paraguay del año 1992.-

  • 3. Derecho Constitucional Paraguayo, de Manuel
    Dejesús Ramírez Candia, Tomo I, Editora
    Litocolor S.R.L. año 2009.-

  • 4. www.monografias.com

  • 5. http://senderodejusticia.wordpress.com/2011/01/04/la-justicia-segun-nicolas-maquiavelo/

  • 6. http://www.escolares.net/historia-universal/maquiavelo/

  • 7. http://www.apuntesfacultad.com/el-principe-de-nicolas-maquiavelo-resumen.html

  • 8. http://www.elvagoescolar.com/resumenesdelibros/p/principeel.php

  • 9. http://www.misapuntesdederecho.info/2008/02/resumen-de-el-principe-de-nicolas.html

  • 10. http://es.wikipedia.org/wiki/Gobierno

  • 11. http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20071204205628AAei39K

  • 12. derectum.files.wordpress.com/2008/04/el-principe-maquiavello1.doc

 

 

Autor:

Victor ManuelMartinez Martinez

[1] El Príncipe, de Nicolas
Maquiavelo, comentado por Napoleón Bonaparte, Ediciones
Libertador, Buenos Aires, Argentina, 2.003.-

[2]
http://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_constitucional

[3] Potestad, derivada de
la soberanía del Estado, de aplicar
el Derecho en el caso concreto, resolviendo de modo
definitivo e irrevocable una controversia, que es ejercida en
forma exclusiva por los Tribunales de Justicia integrados
por jueces autónomos e independientes.(
http://es.wikipedia.org/wiki/Jurisdicci%C3%B3n)

[4] El Príncipe, de Nicolas
Maquiavelo, comentado por Napoleón Bonaparte, Ediciones
Libertador, Buenos Aires, Argentina, 2.003.-

[5] 6 El Príncipe, de Nicolás
Maquiavelo, comentado por Napoleón Bonaparte, Ediciones
Libertador, Buenos Aires, Argentina, 2.003.-

[6]

[7] 8 El Príncipe, de Nicolas
Maquiavelo, comentado por Napoleón Bonaparte, Ediciones
Libertador, Buenos Aires, Argentina, 2.003.-

[8]

[9] El Príncipe, de Nicolas
Maquiavelo, comentado por Napoleón Bonaparte, Ediciones
Libertador, Buenos Aires, Argentina, 2.003.-

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter