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Encontrarse a si mismo




Enviado por Carlos Guzmán




    Tiempo, Movimiento, espacio y realidad. (Encontrarse a
    sí mismo) – Monografias.com

    Tiempo, Movimiento, espacio y
    realidad. (Encontrarse a sí mismo)

    Comenzar solo se termina cuando llegamos al final y por
    eso podremos iniciar el camino de nuevo. Cada ser realiza este
    viaje que brinda la vida. La tarea es inmensa para buscarla,
    vivir es como si eternamente hiciéramos esa lucha si
    tenemos la conciencia de no buscar porque ella se
    mostrará.

    La conciencia para no terminar, sino simplemente la
    acción de seguir cuando se muestre, es cuidar la
    vida.

    Medir, hacer y vivir en espacios y realidades tan
    distintas como las estrellas, debe conducir a cada quien como a
    los caminantes, que esperen y luchen para no tener nada tan solo
    el mañana.

    Ellos traen a la memoria de nosotros que cuando el sol,
    la tierra y el agua no juzgan provocando la armonía, son
    realmente pocos los que con conciencia permiten fluir para que
    los menos sean más.

    Ser cada quien con uno mismo es tener la fuerza para
    torcer los caminos que desechan los verdaderos caminantes que
    recuerdan siempre el polvo de los caminos que se encuentra bajo
    sus pies.

    Vivir es poner las partes donde ellas van porque
    así se podrá mirar otro día que empieza cada
    noche. Porque si sale el sol, no habrá otro día
    cuando no esperamos la noche. (Ver: Lao Tse: Obras
    completas)

    La belleza, tranquilidad y más que nada la lucha
    por la necesidad de vivir, hace que las semillas que se
    pudrirían por caer en hendiduras rocosas y tierras sin
    vida haga poner a prueba los caminantes dando muestras de lo
    valioso que es vivir y experimentar el camino logrando que
    cualquier campo de rosas frescas son tan bellas, y, sus
    resultados, como la frescura de las semillas que se
    pudrirían y que son las más bellas porque han
    encontrado la vida de los caminos, los caminantes que luchan por
    vivir y viven, aunque mueran.

    Cada día caminamos y tenemos un objetivo se
    quiera o no se quiera. Si no hay caminos hay pasos.

    Algunos toman decisiones y cuando no es como las puertas
    que alumbran ese vivir la vida, igual al sol y al agua
    encontramos un final en el principio.

    Si no miramos bien porque olvidamos el movimiento del
    tiempo y sobretodo, la realidad, junto a las circunstancias que
    la determinan llegaremos a los instantes no deseados cargando los
    mismos hasta que tengamos fuerza para aminorar los pasos pudiendo
    ir al compás de la vida, llevando eso hasta el final
    porque no nos detuvimos al principio para elegir el
    objetivo.

    El final seguirá siendo otro principio que no
    olvidará lo que somos y básicamente lo que hemos
    hecho.

    De todos modos si no somos humildes y claros de
    corazón, tendremos lo que nuestra terquedad dijo aunque la
    vida y realidad nos haya mostrado distintas fases del tiempo,
    movimientos y realidades para cambiar.

    A veces creemos que es tarde para cambiar, sin recordar
    que cada día es distinto al ayer y al mañana a
    pesar de que todos los días son eso: días que se
    caminan.

    Cuando cada uno de nosotros piensa en el tiempo como si
    lo hiciera en una cápsula. Como tiempo cerrado.

    Por ese tiempo en el que pensamos -dependiendo de la
    dimensión- puede haberse terminado y encontrarnos en otro
    tiempo, es decir, lleno de componentes de otros valores que se
    alejan de los fundamentos que están ligados a nuestra
    propia realidad.

    Lo mismo se aplica al espacio en que nos encontremos o
    que efectivamente nos encontramos.

    Todo va a depender del movimiento y los fundamentos que
    tengamos para ver o no ver la realidad, no la apariencia de
    realidad que en estos momentos nos dan como formando otra cultura
    del tiempo, encubriendo la realidad real.

    Por lo regular consideramos que la notación del
    tiempo debemos asumirla con el tiempo mismo. Esa creencia nos
    conduciría a la consideración de que el tiempo es
    pura y simplemente una medición o el efecto de medir algo.
    Por tanto, científicamente, ello obedece a que se tome
    este en un sentido lineal no multileneal o
    dimensional.

    Importante sería que se midiera multilinealmente.
    Que se le diera paso a las dimensiones y Portales
    dimensionales.

    La consideración del tiempo continuo como base y
    argumentación del hecho científicamente aceptado.
    Eso puede estar lejos o cerca de nuestra realidad y realidades.
    Del vivir la vida como nuestro caminar y el viento.

    En consecuencia, para qué nos servirían
    los avances en la tecnología de información que
    tienen que ver con las expresiones tridimensionales y por tanto
    lo que implica las características que le dan al tiempo la
    trigonometría esférica y la valoración que
    lo patentiza como que posee un comportamiento que carece de
    capacidad de regulación o de demasiada regulación.
    Creemos que en cierto modo nos referimos a la misma
    cuestión si no nos planteamos que el tiempo solo puede ser
    de dos maneras aunque de numerosas formas: el tiempo detenido o
    el tiempo continuo.

    Puede ser que si aceptamos todo esto estamos realizando
    una negación de los instantes. Y realmente qué con
    estos sino hacedor de vidas y vivencias. Capaces o
    incapaces…los que le dan memoria al tiempo mismo y autores de
    las vidas que realizan y hacen. Lo que nos permite los recuerdos,
    sin entrar en los conocimientos que sobre neurociencia se tienen
    hoy en día para aumentar realmente cual es la finalidad de
    contar con un cerebro para pensar.

    Nos sirve una un todo demasiado racional y lógico
    que llega a deshumanizarse en el tiempo y quizás a ser
    insensible a las necesidades y hechos faltantes, siguiendo los
    parámetros lineales del tiempo o en otro caso
    semiartificiales.

    La ciencia dice que necesitamos instrumentos que midan
    con precisión y con unidades regulares. Las unidades del
    calendario gregoriano son desiguales, pero a pesar de ello
    seguimos usando un calendario que es irregular, irracional e
    ilógico. ¿No será por esto que no hay paz,
    que no hay igualdad?. El tiempo es algo interior, de la mente.
    ¿No será por esto que tenemos conflicto interno y
    caos social? (Nota sobre el tiempo Maya, 2012)

    Pensar con uno mismo. Hablar con uno mismo y hacer con
    uno mismo es tan serio y por tanto fuerte, porque equivale a
    llegar a la desnudez y empezar realmente otro camino en la misma
    dirección pero cargado de los principios básicos
    que da la vida misma en sus distintas expresiones para sentir
    satisfacción con uno, es decir, ser uno con uno mismo pero
    con humildad y baja la cabeza como el polvo para no ser necio ni
    arrogante y saber que lo que cada uno tiene es carencia y
    ausencia, es decir, un gran temor que debe ser enfrentado por
    todos y cada uno.

    El olvido lo mas probable es que sea la manera mas
    fácil o quizás muy difícil, de no enfrentar
    la realidad y al mismo tiempo es la situación interna de
    tener miedo a confrontarse uno con uno mismo.

    La cantidad de componentes que este tiene, son por
    decirlo de alguna forma, principios de realidad.

    Cómo se puede enfrentar y seguir siendo uno con
    uno mismo es la tarea mas profunda y el viaje que tiene un solo
    camino con regreso en la misma dirección porque equivale a
    exponer frente a uno mismo todas y cada una de las realidades,
    momentos e instantes en que se ha actuado fuera de esos
    principios que han dejado huérfana la realidad misma en el
    proceso del movimiento interior que arroja la verdad que es uno
    hoy.

    Hay bloqueo para con uno mismo si hay miedo o temor. Eso
    lo hace cada uno con la capacidad de actuar frente a uno mismo,
    pero, debemos recordar que hay que dejar a un lado todo si se
    quiere encarar realidades que pongan a uno frente a uno
    mismo.

    Esa tarea de por sí produce temor que tiene
    fundamento, del lado que sea, es terriblemente temerosa porque
    arroja un re-inicio para lograr estabilidad.

    Llamo a esto conciencia de la realidad y de uno
    mismo.

    Cada vez que se emprende esta acción o ejercicio
    se tiene el llamado "fruto prohibido" porque son
    pocos-según creo- que se atreven a enfrentar realmente su
    propia realidad con todos y cada uno de sus componentes. Su
    propio pasado, presente y futuro.

    Esto permitirá que se vea que no hay tal fruto
    prohibido sino la ausencia de conocimiento porque este, se
    encuentra dominado por voluntades cobardes e inútiles,
    corruptas e impropias…sin ninguna regla aunque sea inventada,
    que haga frente a la verdad que tiene cada realidad.

    Eso sencillamente es cobardía frente a uno mismo
    y no aceptación de que se está sometido por otro,
    que a su propia costa quiere su beneficio. Aunque sea uno
    mismo.

    Con seguridad, la llegada a un lugar que pretende ser el
    final del camino es apenas el comienzo cuando se trata de contar
    con un comienzo real y que las obligaciones internas siempre
    comienzan cerca del principio de realidad del cual nosotros no
    somos más que una expresión.

    Cada día es momento para luchar. La lucha lleva a
    cada individuo a conocer mas sobre su realidad y conocerse a si
    mismo.

    El que vive en la ignorancia es como si viviera en el
    pasado robando su presente. Por eso, el que ignora su pasado
    robará su propio futuro, sin embargo, correr para saber no
    es más que hacerse nada porque no llega a nada. Siempre
    hay momentos para cada cosa y ella vendrá para hacer
    consciente con conciencia el destino de cada cual.

    El intento que se encuentra en la conciencia profunda
    saldrá como el agua y el viento que soplan para hacer su
    presencia sin no olvidar que de la propia ignorancia es que sale
    la sabiduría.

    Así, el silencio enseña el movimiento que
    cada cual tiene que dar para madurar su conciencia con principios
    de realidad que es lo que un insulto hace: "…a un sabio lo hace
    mas sabio y al necio lo hace despreciable".

    Cuando uno mismo se confronta y saca fuera lo que
    está dentro y actúa en esa misma forma, tanto los
    hechos como su pensamiento, permiten vivir la vida con conciencia
    y no habrá arrepentimiento porque crecerá el amor
    para con los demás y para consigo mismo.

    En ese momento, hará que el agua se lleve el
    río porque comienza a correr agua con la conciencia
    necesaria para realizar lo que hay que hacer sin lastimarse uno
    mismo y sin lastimar o dañar a los
    demás.

    Cualquier pensamiento puede y de hecho, contiene deseos
    individuales o compartidos. También los hechos pretenden
    ser portadores de la identidad y la autoestima.

    Cuando se tenga presente la privacidad y respeto que
    cada cual se hace merecedor aunque no lo manifieste. Pero,
    está dentro en la búsqueda de
    respetarse.

    Así es la vida de todos y por eso debe ser
    respetada aunque se violente cuando no se proceda en hecho o
    pensamiento con la conciencia necesaria.

    Siempre habrá alguna pregunta hacia la autoestima
    para sí y en sí.

    Junto a los procesos que ayudamos que se conviertan en
    hechos, en el deseo manifiesto de que sean cada vez más
    certeros y por tanto creíbles, cuando tenemos esa
    conciencia.

    Que permite y lleva a cada cual a colocarse en una
    determinada corriente para que se haga un poder humilde y
    justiciero.

    Sea cual sea el momento con sus circunstancias, debe
    responder a lo que uno mismo es para que cuando esto ocurra se
    pueda enfrentar las decisiones que no se toman para huir de la
    realidad, y, continuar haciendo esta situación una
    práctica de la vida diaria.

    Si es cierto, que para llegar a esto, ha sido necesario
    poner una serie de hechos que fueron dejados a un lado como
    propósito personal por la falta de conciencia y
    confrontación de uno con uno mismo.

    Estos hechos no pueden ser posibles si lo que ocurre no
    es producto de ese cuestionamiento que produce estabilidad
    interior y en cierto modo exterior, es decir, en el
    comportamiento.

    Las decisiones que tienen que ver con la raíz de
    la propia vida que uno ha llevado, contiene los puntos necesarios
    y suficientes para que se produzcan pensamientos y reflexiones
    sobre las causas y consecuencias que son posibles para dar un
    perfil adecuado a lo que uno mismo considera que es lo que ha
    motivado tomar y hacer eso que se considera que hay que hacer,
    considerando que otros actores son los que están llamados
    a cuestionarse y quizás arrojar un poco de luz para
    contribuir a que tengan mas calidad esas decisiones.

    A este punto, los que no son uno pero que están
    dentro de uno son los mejores actores aunque estén
    envueltos en su propia vida que los acerca o aleja de sus
    objetivos reales. Sin embargo hay que aceptar que eso es la vida
    y el aprendizaje de la misma. Aunque uno siga dibujando paisajes
    y componiendo mente y corazón para que esos sentimientos
    no sean a pesar de que lejos de la realidad, dichos pensares solo
    son realidades que se encuentran en la mente de uno mismo y de
    cada cual. En tiempo se lluvia es correcto usar sombrilla para
    cubrirse aunque no es mas que una excusa que se toma para cubrir
    la propia realidad.

    Para cada cual es duro y difícil poder colocar su
    camino como un auto-engaño solo porque uno va a crecer o
    superar dificultades. Sin embargo, creo que lo mejor es lo que al
    otro le conviene y satisface para conseguir un objetivo y yo
    personalmente respeto eso.

    Aunque la flor se marchita cuando llega el tiempo
    empezando por dentro y es una forma de que el agua se lleve al
    rio al igual que el viento se detenga y ponga un compás de
    espera. El movimiento de vivir no va a detener el tiempo,
    contrario a lo que se cree porque esa no es la esencia de tener
    al otro y al mismo tiempo a uno mismo.

     

     

    Autor:

    Carlos Guzmán

     

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