Monografias.com > Otros
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Martí y Fidel, dos hombres un ideal




Enviado por mes



  1. Resumen
  2. Desarrollo
  3. Bibliografía

Resumen

El trabajo recoge elementos teóricos del
pensamiento de ambas personalidades, en Fidel se evidencia la
continuidad de las ideas martianas que alcanzan su
culminación en la concreción de la
Revolución Cubana, profundamente martiana desde su
ideología, evidenciado en el decoro como elemento esencial
en los hombres que aman su patria: "Siempre recuerdo que
Martí de lo primero que hablaba era del decoro del hombre,
y decía, incluso, que si había muchos hombres sin
decoro, había hombres que tenían el decoro de todo
el mundo" (Castro, 1991: 3).

La cúspide del pensamiento martiano en Fidel se
materializa en la Constitución de la República de
Cuba cuando plantea: "Yo quiero que la ley primera de nuestra
república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena
del hombre".

Summary:

The article is about theorctical elements from both
personalitie.The continuity of Marti?s ideas, which were
concreted with the Cuban Revolution, are evident on
Fidel´s. These ideas are deeply base don dignity as an
essential element of those who love their country. " I always
remember that Martí spoke, above all, of the
people´s dignity and he even said that there were many
people without dignity, while there were many others who had the
dignity of all over the world".(Castro, 1991:3).

The greated expression of Marti´s ídeas on
Fidel´s were materialized on the Constitution of the Cuban
Republic. It is evident in the following ídea: I wish the
first law of our republic were man´s behaviour to the
wholesome dignity of him.

Desarrollo

No resulta difícil, en Cuba ni en ninguna parte,
encontrar la presencia de José Martí en el
pensamiento y la acción de Fidel Castro. La lealtad
absoluta y acérrima de este líder de la
Revolución a la doctrina del apóstol se puede
encontrar con solo disponernos a recorrer, con detenimiento
necesario que no va solo desde el Moncada, sino que está
presente en las actividades políticas y revolucionarias de
Fidel Castro.

En aquella prisión que sufre Fidel lee
incansablemente la obra del apostol editada en aquel entonces por
la Editorial Lex, de La Habana, Cuba, en 1948 con el
título José Martí, Obras Completas,
en dos gruesos volúmenes en papel biblia. Entre los
centenares de libros que Fidel Castro leyó y
estudió durante su permanencia en el Reclusorio Nacional
para Hombres de Isla de Pinos se encontraban esos dos tomos, que
aun se conservan en la Oficina de Asuntos Históricos del
Consejo de Estado. A continuación se reproducen los
fragmentos de esas Obras que fueron subrayados por
Fidel:

"… Una revolución seria, compacta e imponente,
digna de que pongan mano en ella los hombres honrados"

"Esperar es una manera de vencer."

"Pero cuando el país llama; es necesario
responder."

Estos y otros postulados fueron aplicados por el
Comandante en Jefe en su accionar para construir la inmensa obra
de la Revolución.

Resulta importante aludir que José Martí
no era socialista pero si un revolucionario radical, de
ahí que Blas Roca en uno de sus ensayos expresara "la
Revolución iniciada y organizada por él en el
noventa y cinco no era la que dirigió Fidel"; en este
sentido no se debe olvidar lo que Martí le expresara a
Carlos Baliño en cierta oportunidad histórica que
recordara Mella: "¿La Revolución? La
Revolución no es la que vamos a iniciar en la manigua,
sino la que vamos a desarrollar en la República". En este
sentido se entiende que Martí de haber vivido en este
tiempo habría sido el intérprete de su necesidad
histórica y del cambio que ella
requería.

Es claro que Fidel por sobradas razones del determinismo
histórico tenía que superar algunos filos de las
grandes postulaciones martianas. No podía ser de otra
manera, pero superar no es apartarse traicionando los ideales,
por el contrario significa cumplirla mejor. Sin duda que el
propio Martí habría hecho lo mismo si tenemos en
cuenta que fue él quien expresó "en cada momento
debe hacerse lo que en cada momento es necesario".

Si la Revolución iniciada por Fidel hubiese
quedado en su primera etapa, o sea en su etapa de
liberación nacional, sin avances hacia una etapa superior
de profundización y radicalización, sin duda no
solo habría retrocedido sino que se habría perdido
la obra de la Revolución. Por consiguiente no
habría otro camino que el escogido por Fidel para
conducirla y concretar los sueños de Martí. En este
sentido cabría preguntarse ¿no se realizan en toda
su grandeza y esplendor los sueños y el pensamiento
martiano?, ¿es que no se salen al paso en todos los
caminos de nuestra tierra, en un himno de cristalizaciones
espléndidas como diciendo del propio Fidel: Así se
es hombre vertido en todo un pueblo?, no es acaso la propia voz
de José Martí, ahora con admoniciones más
claras, la que frente a la reciedumbre de esta Revolución
nos dice: He aquí las fuerzas que nos hacen vivir: la
dignidad, la libertad y el valor.

"Las revoluciones son estériles cuando no se
firman con la pluma en las escuelas y con el arado en e surco.
Hasta que los obreros no sean cultos no serán felices". La
ignorancia mata a los pueblos y es preciso matar a la
ignorancia". "Mientras haya un antro no hay derecho al
sol".

"Divorciar al hombre de la tierra es un atentado
monstruoso". Es preferible el bien de muchos a la opulencia de
pocos". "Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre".
(Castro, 1993: 2)

Fidel derribó los cuarteles para erigir escuelas.
Y para que las escuelas, saliesen en hileras fecundas y
luminosas, en chorros desbordados y tibios, a convertirse, de un
extremo a otro de la isla en la siembra más útil,
más poderosa y más radiante. A la vez que en toda
la tierra se despertaban los surcos y sonreían los
frutos.

¿Y no es en esas escuelas y en esos surcos,
precisamente, donde se firma la revolución con la pluma y
el arado?. ¿Y no son los campesinos, ahora con trabajo,
con pan y con techo -y antes en la indigencia- quienes firman la
Revolución con el arado que conducen con sus brazos?.
¿No son los niños, las mujeres y los hombres, antes
analfabetos, antes sin escuelas, antes sumidos en la mayor
ignorancia y en la mayor miseria- y ahora sabiendo leer y
escribir, ahora con escuelas en los rincones más apartados
y lejanos, ahora sin desnudeces y sin hambre- los que firman la
Revolución con la pluma que manejan sus manos?.

Sería bueno que todos nos detuviéramos a
mirar entorno nuestro; pero a mirar con pupila sin
telaraña, con pupila limpia, vasta y abarcadora. Es
posible que algunos no lo hagan con el detenimiento, con el
reposo y con la penetración necesarios para abarcar de una
manera totalizadora, el poderoso conjunto de victorias que ha
podido alcanzar la Revolución en tan poco tiempo, merced a
la pujanza tremenda de su líder. Si lo hicieran, enseguida
veríamos como se levanta el pueblo cubano más vivo
y más erguido que nunca porque aquí se ha matado y
se está matando a la ignorancia; enseguida veríamos
como la cultura está haciendo felices a los obreros; como
brilla el sol en esta tierra porque en ella han desaparecido los
antros; como es el bien de muchos y la opulencia de nadie; como
el atentado monstruoso de divorciar al hombre de la tierra
desapareció en Cuba, para siempre para ser liquidados los
grandes latifundios y los privilegios de los ricos; y
cómo, por último, nuestro pueblo se va sintiendo
cada vez más libre y más fuerte porque está
recibiendo, como jamás tuvo la oportunidad de recibirlas,
la instrucción, la educación y la
cultura.

Y si esto es así- y no es de otra manera-
¿a qué se debe?. Se debe, sencillamente, a que un
hombre llamado Fidel Castro, en quien convergen, a juicio
nuestro, el heroísmo y la genialidad- dos fuegos tan
difíciles de juntarse- discípulos esclarecidos de
José Martí y muy metidos en las entrañas de
este, quiso realizar los grandes sueños de su maestro. Y,
para realizar lo mejor, superando algunos filos de sus normas,
desencadenó la Revolución en su tierra para
construir la sociedad socialista.

En el logro de este objetivo el pensamiento de Fidel
adquiere gran importancia en tanto sus ideas beben de la
tradición patriótica cubana, – de la cual
José Martí es parte esencial- se asientan en la
crítica de los problemas del mundo de hoy, que parte del
conocimiento y la observación de la realidad, y se
proyecta hacia una concepción marxista – leninista y
martiana, que se convierte en el eje de su proyecto
social.

"A Fidel nadie le inculcó sus ideas
políticas, llegó a ellas como resultado de sus
meditaciones, observación de la realidad, y del
análisis que muchos otros hicieron y pensaron… que
lo impulsan a luchar por lo que está realmente
convencido"
(Báez, 2007: 10)

Por eso, al reconocer que el hombre es hacedor de su
propia historia y en relación con la humanidad, es posible
establecer el perfil ético de la existencia humana en
forma de imperativos, ideas, acciones cuya consecución
llega incluso al sacrificio el cultivo, expansión de la
dignidad y el valor de las personas, que se enfrentan a
relaciones creadas, heredadas -y aparentemente insustituibles-
que distancian su existencia de la apreciación y
reconocimiento de su posición para, en dependencia de su
participación activa en la sociedad, enjuiciada,
modificarlas.

Así la vida de los hombres –al menos de
algunos como Fidel y Martí- se convierte desde esta
perspectiva, en razón para luchar por el perpetuo cambio,
atender al conocimiento y valoración de las relaciones
necesarias, para rescatar pasiones y acciones de las posiciones
pasivas y distantes. Las ideas de Fidel y de Martí son
hito en la historia de la humanidad, lo excepcional en el
pensamiento de ambos, ha sido su condición de dirigentes
de la Revolución.

El pensamiento de estas grandes personalidades se
refleja en su infinita obra la cual ha sido difundida con un
propósito bien marcado el logro de la justicia social para
Cuba y el mundo, con énfasis en la defensa de lo
más identitario de la región: América
Latina.

Tanto los textos políticos de Martí como
resultado de su amplia labor periodística y las
reflexiones de Fidel encierran una etnicidad dual: la
consolidación de los valores del proceso histórico
y revelar la existencia de las fuerzas creadoras del individuo
para que por este medio, avance la conciencia y se impliquen en
la acción trasformadora como vía esencial de
liberación del hombre. En este interés se percibe
que el centro de las preocupaciones de ambos – y en estos
tiempos que corren, de Fidel- están relacionadas con la
cosmovisión de un pensador que es resultado de las
influencias que recibe y asume como parte de su propia vida. Los
escritos de Martí y de Fidel son expresión de un
pensamiento total, dinámico, que dan cuenta y razón
de sus vidas y proyección social.

Estas fuentes se caracterizan por un fuerte basamento
hechológico descriptivo – valorativo y sus
referencias aluden a la relación dialéctica entre
la historia y los fundamentos de la ideología cubana.
Estudian lo particular desde la perspectiva de lo general que
contribuyen a dar argumentos sobre las tendencias del desarrollo
social.

El hombre es el resultado de su tiempo, de esta manera
conforma su personalidad en el medio que vive como resultado de
un proceso complejo y contradictorio, las ideas de Martí y
de Fidel reflejados en sus disimiles textos superan el mensaje
interlineado y se concretan en el propósito de lograr un
sujeto social portador de sus propias relaciones, consciente de
su lugar y reto que lleva a ser ante todo revolucionario,
superando ciertos elementos tradicionales que desvían la
atención de aquellos elementos más emergentes y
urgentes que deben enfrentarse para consumar la irreversibilidad
de la revolución.

En relación a lo expresado anteriormente, los
textos martianos son fuentes permanentes para la
preparación y reflexión educativa de cada maestro,
importantes en la labor de los educadores en sus reuniones de
preparación. Como dijera Horacio Díaz
Pendás: "El pensamiento de Martí y Fidel
pudieran resumir de manera magistral porque el conocimiento
histórico es una de las imprescindibles armas que tienen
los educadores en su noble tarea de forjar patriotismo y
mejoramiento humano".

Los aspectos por el cual los textos de Martí y
Fidel son fuente de instrucción y educación se
pudieran resumir al decir que estos constituyen un arma
ideológica, por su fuerte patriotismo y antiimperialismo,
este último valor se observa en la reflexión de
Fidel "Las ideas inmortales de Martí" como continuidad de
su pensamiento al aludir el peligro que representaba para Cuba y
América los Estados Unidos, evidenciado en los las ideas y
fragmentos de Vindicación de Cuba, escrita por el
apóstol. En relación a estos textos las ideas que
se muestran a continuación afirman lo expresado, por
ejemplo en "Vindicación de Cuba" José Martí
toma la defensa de su maltratada Isla, y publica su
magnífica "Vindicación de Cuba", que a
decir, de la Dr. Hortensia Pichardo, es un soberbio exponente de
las virtudes y las grandezas de su doliente patria. Sus ideas
quedan claras al expresar en un texto de profondo antimperialismo
y antianexionismo que los cubanos decorosos no podían
humillarse al punto de querer anexarse a una potencia que nos
desprecia. En él Martí argumenta claramente –
y al respecto enfatiza- "Es probable que ningún cubano
que tenga en algo su decoro desee ver su país unido a otro
donde los que guían la opinión comparten respeto a
él las preocupaciones sólo excusables a la
política fanfarrona o la desordenada ignorancia.
Ningún cubano honrado se humillará hasta verse
recibido como un apestado moral, por el mero valor de su tierra,
en un pueblo que niega su capacidad, insulta su virtud y
desprecia su carácter…"

Acaba The Manufacturer diciendo, "que nuestra falta
de fuerza viril y de respeto propio está demostrada por la
apatía con que nos hemos sometido durante tanto tiempo a
la opresión española" y " nuestras mismas
tentativas de rebelión han sido tan infelizmente
ineficaces, que apenas se levantan un poco de la dignidad de una
farsa
". (Martí, 1975: 63)

En este sentido Fidel destaca sus ideas en textos que
gozan de la vigencia y grandeza de su pensamiento en el mundo
corrupto y unipolar que vive la humanidad y así lo
reafirma en su reflexión "Las ideas inmortales de
Martí", al asegurar: "Martí era un pensador
profundo y antiimperialista vertical. Nadie como él en su
época conocía con tanta precisión las
funestas consecuencias de los acuerdos monetarios que Estados
Unidos trataba de imponer a los países latinoamericanos,
que fueron la matriz de los de libre comercio, que hoy, en
condiciones más desiguales que nunca, han resucitado –
"Quien dice unión económica, dice unión
política. El pueblo que compra, manda. El pueblo que
vende, sirve. Hay que equilibrar el comercio, para asegurar la
libertad… El pueblo que quiera ser libre, sea libre en
negocios." Son principios que proclamó
Martí.

En este sentido asegura "Los pueblos de América
Latina y los políticos más conscientes de
América Latina no tienen que ser, necesariamente,
prosocialistas, no tienen que ser ni siquiera progresistas, para
comprender que la liquidación de la Revolución
Cubana convertiría a Estados Unidos en una potencia
incontenible en este hemisferio; que el dominio imperialista se
multiplicaría, que la euforia y la arrogancia se
harían infinitas. Eso lo saben, y saben que nuestro
país constituye la primera trinchera."

"Esto se sabía desde la época de
Martí, no ahora, hace casi un siglo, cuando Estados Unidos
era mucho menos poderoso, no constituía el imperio tan
poderoso que es hoy, y Martí escribió allí
en vísperas de su muerte, que todo lo que había
hecho y haría era para impedir a tiempo, con la
independencia de Cuba, que Estados Unidos cayera sobre la
América Latina con una fuerza más. Lo vio
Martí hace casi un siglo, qué extraordinaria
visión. Hoy esa es una realidad mayor que nunca, porque
Cuba no solo dejó de ser una posesión yanki, sino
que se convirtió en un baluarte contra el dominio y la
expansión del imperialismo yanki. Eso que fue verdad hace
casi un siglo, es diez veces, veinte veces, treinta veces
más verdadero hoy día, y los pueblos de
América Latina lo comprenden, los gobiernos lo
comprenden". (Castro, 2009: 2)

Los cubanos sienten profundo regocijo y orgullo de tener
hombres de la talla y la grandeza de Martí y Fidel,
hombres de Cuba y del mundo, hombres únicos en la historia
de la humanidad.

Bibliografía

CASTRO RUZ, FIDEL. Discurso pronunciado en la
inauguración del IV Congreso del Partido Comunista de
Cuba, Teatro "Heredia", Santiago de Cuba, 10 de octubre de
1991.

_________________. Entrevista realizada por
Jeffrey Elliot y Mervin D y Mally. Nada detendrá la marcha
de la historia. La Habana: Política. 1985

_________________. Discurso pronunciado con motivo de
concedérsele el título de Doctor Honoris Causa, de
la Facultad de Humanidades, de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo, Palacio de Gobierno, Santiago de Cuba, 10 de
febrero de 1993.

_________________. Discurso pronunciado en la clausura
del XVI Congreso de la CTC, Teatro "Karl Marx", Ciudad de La
Habana, 28 de enero de 1990.

__________________. Reflexiones de Fidel. "Las ideas
inmortales de Martí". Editora Política, La Habana.
2009

MARTÍ JOSÉ, PÉREZ. Obras Completas,
tomo 1, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 1975. P
53

 

 

Autor:

Msc Miriam Echevarría
Sánchez

Msc Olga R. Sosa Amoros

Lic. Tania Sánchez Arbolaes

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter